El Drama Cósmico

Introducción

Entre las formas de expresión de la literatura universal que existen desde la antigüedad, se encuentra el teatro, la creación de las obras destinadas a ser llevadas a escena. En la Grecia clásica existieron las fiestas anuales dedicadas al dios del teatro y son famosas las tragedias de Esquilo y Sófocles, entre otros, así como las comedias de Aristófanes.

La tragedia es el tipo de obra en la que los principales personajes están sujetos a un destino que los lleva a un final funesto. En cambio, la comedia, tiene un argumento en el que prevalece lo alegre o humorístico con un final feliz.

Entre los géneros del teatro y con el tiempo, también del cine, no puede faltar el drama que mantiene un equilibrio entre la tragedia y la comedia. Así, desde tiempos antiguos, en el teatro, se incluyó en el drama, la declamación, varios actores, diferentes voces, mímicas rituales y danzas.

Entre los diferentes géneros del teatro, en los colegios inicíaticos de todo el mundo se ha dado privilegio al drama para la transmisión de verdades cósmicas y para ilustrar la necesidad de transformación radical en el individuo.

Al trasladar estos géneros a la vida diaria, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, el venerable maestro Samael Aun Weor explica en el capítulo 17 de su obra: «Las Tres Montañas»: el drama es para las gentes más o menos buenas; la comedia para los payasos y la tragedia para los perversos.

El Drama y Cristo

En cuanto a la importancia esotérica de esta bella expresión de la creación literaria, el Buda Maitreya, en el capítulo titulado: “El Arte”, de su obra: Revolución de la Dialéctica, explica lo siguiente: “El drama sirvió para transmitir a los iniciados valiosos conocimientos. Por medio del drama se transmitieron a los iniciados diversas formas de experiencia del Ser y manifestaciones del Ser.

Entre los dramas, el más antiguo es el del Cristo Cósmico. Los iniciados sabían muy bien que cada uno de nosotros debe convertirse en el Cristo de dicho drama, si es que realmente aspiramos al Reino del Superhombre. Los dramas cósmicos se basan en la Ley del Siete. Ciertas inteligentes desviaciones de dicha ley se utilizaron siempre para transmitir al neófito conocimientos trascendentales.”

Asimismo, en el capítulo número 18, titulado: “Criptas Subterráneas” de su Mensaje de Navidad 1973-1974 y titulado: Sí, hay Infierno… Sí, hay Diablo… Sí, hay Karma, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, amplía su explicación acerca del Drama Cósmico:

El Drama Cósmico, la vida, pasión y muerte de nuestro Señor el Cristo, fue representada desde los antiguos tiempos por todos los Grandes Avataras. El Gran Señor de la Atlántida, antes de la segunda catástrofe transapalniana, representó en carne y hueso el mismo Drama de Jesús de Nazaret. En cierta ocasión un misionero católico que llegó a China encontró el mismo Drama Cósmico entre la gente de raza amarilla: «¡Yo creía que nosotros los cristianos éramos los únicos conocedores de este drama!», exclamó el misionero. Confundido, colgó los hábitos.

Tal drama fue traído a la Tierra por los Elohim. Cualquier hombre que busca la Auto-Realización Intima del Ser, tendrá que vivirlo y convertirse en el personaje central de la escena cósmica.

El Drama Cósmico en el Nuevo Testamento

En los estudios gnósticos se explica muy claramente la diferencia entre la vida pública del gran iniciado Jesús y su vida privada. La Gnosisexplica que la mayoría de versículos de los cuatro evangelios canónicos tratan de la vida pública de Jesús de Nazaret o Jeshua Ben Pandhirá y que su vida privada tiene muchos aspectos radicalmente distintos a lo que se encuentran en la Biblia y que poco a poco han develado historiadores, antropólogos y arqueólogos.

Al continuar con la explicación del Drama Cósmico, por parte del Venerable Maestro Samael, en el capítulo 33 de su obra: «El Matrimonio Perfecto», expone lo siguiente: todo el drama de la vida, pasión y muerte de Jesús es tan antiguo como el mundo. Este drama viene de las antiguas religiones arcaicas del pasado y se le conoce en todos los rincones del mundo.

Este drama es aplicable a Jesús y, en general, a todos aquellos que recorren la senda del filo de la Navaja. Ese drama no es la vida personal de un hombre. Ese drama es la vida esotérica de todos los que recorren el camino secreto. Lo mismo se le puede aplicar este drama a Jesús como a cualquier otro Iniciado cristificado. Realmente, el drama de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, es un Drama Cósmico que existe desde mucho antes de la existencia del mundo. Ese drama es conocido en todos los mundos del espacio infinito.

Más adelante, en dicho capítulo, el Maestro amplía su explicación acerca de cómo se escribió el Drama Cósmico en el Nuevo Testamento: El trabajo de adaptar el Drama Cósmico a la nueva Edad, fue maravilloso. En este trabajo intervinieron grupos secretos de iniciados. Estos hicieron una obra espléndida.

En este blog: Gnosis Guatemala, hemos explicado ampliamente los fundamentos del Drama Cósmico. En la entrada titulada: ¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?, hemos explicado el fundamento astronómico de la conmemoración de la Semana Santa y su relación a través del Mito Solar con el nacimiento de el niño Sol y la fiesta de Navidad. Hemos explicado además que en la Semana Santa, la tradición del Equinoccio de Primavera fue conmemorada por todos los pueblos antiguos y que tras los mitos de Prometeo en la Grecia clásica y del dios Bacab en Mesoamérica, se esconde el Drama Cósmico.

Por las abundantes pruebas que obtiene la Antropología Gnóstica de la religión comparada, así como por el conocimiento por imaginación, inspiración e intuición que enseña el Gnosticismo y por la experiencia mística directa, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas sigue explicando en el capítulo citado del Matrimonio Perfecto: Jesús vivió el Drama de la Pasión, pero no es el único que lo ha vivido. Antes de él, algunos Iniciados como Hermes, Quetzalcoatl, Krishna, Orfeo, Buda, etc., etc., lo vivieron. Después de él, algunos otros lo han vivido. El Drama de la Pasión es Cósmico.

La diferencia entre Jesús y otros grandes iniciados que han vivido el Drama Cósmico está en que Jesucristo lo representó en carne propia y en la jerarquía: Jesús es el iniciado más exaltado de la Logia Blanca.

El papel de los apóstoles en el Drama Cósmico

Al estudiar el Nuevo Testamento desde el punto de vista del Drama Cósmico, es decir, como una obra de teatro extraordinaria, del más alto nivel esotérico; se entienden muchos pasajes, aparentemente ilógicos y confusos de los evangelios canónicos.

Por ese motivo Jesús conocía perfectamente lo que habría de ocurrirle: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mt 12:40). “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. (Lc 9:23).

El iniciado Jesús, sabía perfectamente el papel que tenía que vivir en el Drama Cósmico. Dicho papel ya estaba escrito mucho tiempo antes y los profetas habían develado parte del gran Drama. “he aquí que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna” (Zc 9:9). “Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata” (Zc 10:12).

En los evangelios, durante los acontecimientos relacionados con el Jueves Santo, si se lee con cuidado se encuentras ejemplos interesantes del papel que Jesucristo enseñó a cada uno de sus discípulos y que debieron seguir al pie de la letra.

“Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: vayan a la ciudad, y les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y donde entre, digan al señor de la casa: el Maestro dice: ¿dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?. Y él les mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; prepárenlo para nosotros allí”. (Mr 14:13-15).

Uno de los pasajes más claros de la obligación del papel que le tocó vivir a cada discípulo se encuentra en la Negación de Pedro: “entonces Jesús, les dijo: todos ustedes se escandalizarán de mí, esta noche; porque escrito está: heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas”. (Mt 26:31). En los evangelios, se lee que Pedro se atrevió a decir que él no se escandalizaría y no lo negaría y entonces el Maestro le respondió: “De cierto, de cierto te digo: no cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces” (Jn13:38).

Indudablemente, el papel más controversial de todos fue el de Judas Iscariote. El V.M. Samael Aun Weor, explica en el capítulo citado de su Mensaje de Navidad 1973-1974, libro titulado: «Sí, hay Infierno… Sí, hay Diablo… Sí, hay Karma»:

Cada uno de los doce Apóstoles de Jesús de Nazaret, tuvo que representar su papel en la escena. (…) También causa cierto dolor el hecho concreto de que Judas Iscariote, hasta la fecha actual, es considerado realmente como un discípulo traidor. (…) Judas Iscariote es otro caso muy interesante. Realmente este Apóstol jamás traicionó a Jesús el Cristo; sólo representó un papel, y éste se lo enseñó su Maestro Jesús (…) Judas no quería ejecutar el que le tocó; solicitó el de Pedro, mas Jesús ya tenía establecido firmemente la parte que cada discípulo tenía que simbolizar.

El papel que Judas representó tuvo que aprendérselo de memoria, y le fue enseñado por su Maestro. Judas Iscariote nunca pues traicionó al Maestro. El Evangelio de Judas es la disolución del Ego; sin Judas no es posible el Drama Cósmico. Es pues, este Apóstol el más exaltado Adepto, el más elevado de todos los Apóstoles del Cristo Jesús.

Resulta sumamente importante señalar que el Avatar de Acuario develó varias décadas antes que se anunciara la existencia del Evangelio de Judas, que el apóstol solo siguió órdenes directas de su Maestro y del gran sacrificio que implicaba su acción, así como el enorme descrédito que sufriría por siglos: Por eso se lee en el evangelio, lo que Jesús le advierte: “y serás maldecido por las otras estirpes”. (El Evangelio de Judas, P. 36. National Geografic. RBA libros, S.A. Barcelona. 2006).

Más adelante se lee en el Evangelio de Judas, cuando el Salvador del mundo le explica su papel y le reconoce su jerarquía por encima del resto de apóstoles: “Pero tú los superarás a todos ellos, porque tú sacrificarás el cuerpo en el que vivo” (Op. Cit. P. 45).

Es indudable que para que los discípulos representaran su papel, tuvieron que ser sometidos a duros exámenes, a difíciles pruebas. En el Evangelio de Judas, se lee que en las pruebas más rigurosas, los discípulos fracasaron y solo Judas Iscariote las aprobó: “Que alguno de vosotros que sea lo bastante fuerte entre los seres humanos deje manifestarse al humano perfecto y se presente ante mí”. Todos ellos dijeron: “Tenemos la fuerza”. Pero sus espíritus no tuvieron valor para estar frente a él, excepto el de Judas Iscariote” (Ibid. P. 26).

En este pasaje se explica que solo Judas Iscariote pudo lograr que su Real Ser se expresara y por ende, era el único capaz de realizar gran proeza, como lo intuyó Jorge Luis Borges en sus “Tres versiones de Judas” en donde cuenta como su personaje: Nils Runeberg comprende el sacrificio de Judas y el martirio que le ocasiona divulgarlo.

¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?

El Drama Cósmico y la Mecánica celeste

La Semana Santa es profundamente significativa. Recuerden los SIETE y los TRES PASOS de la Masonería: El Cristo debe arder, primero que todo, en nuestro cuerpo humano; más tarde la llama debe depositarse en el fondo del Alma y por último en el fondo del Espíritu.

Incuestionablemente, la Semana Santa tiene raíces esotéricas muy hondas, porque el Iniciado debe trabajar sobre las fuerzas lunares y sobre las fuerzas de Mercurio, y con las fuerzas de Venus y del Sol, y de Marte, de Júpiter y Saturno. El Drama Cósmico se desenvuelve en siete regiones y de acuerdo a los siete planetas del Sistema Solar. (Samael Aun Weor Conferencia: “El Cristo Cósmico y la Semana Santa”).

Formando parte de una mesa redonda sobre Astrología, en el programa “Controversial” de WAPA televisión, en la “Isla del Encanto” (Puerto Rico), una persona del público hizo una imprecación a una astróloga que nos acompañaba, y en general a todo el panel de invitados, afirmando que todo lo que ella había dicho sobre los signos del Zodíaco, el Horóscopo, etc., eran cosas diabólicas y de hechicería o de brujería y, que todo eso era condenado por la Biblia.

Sin inmutarse, y con una esbozada sonrisa en los labios, la astróloga, de manera socrática, preguntó al joven que hacia tan desafortunada afirmación: – ¿Sabes tú por qué la Semana Santa se celebra en fechas diferentes?…

Un frío silencio cayó sobre el plató, y especialmente sobre el interpelado que no atinaba a responder, y tan sólo un balbuceante “no lo se” salió de sus labios…

La astróloga, entonces, le dijo: Yo te lo voy a decir: se debe a un problema de Mecánica celeste. Tiene que ver con la entrada de la Primavera y su primer plenilunio, y las únicas cosas diabólicas, brujescas y fanáticas, son las que realizan quienes te han metido esas ideas tontas en la cabeza, de que quienes nos dedicamos a estudiar los movimientos de los astros y sus influencias, seamos diablos o hechiceros; siendo la Iglesia la primera en basarse, para calcular la celebración de la Semana Santa en la Mecánica Celeste, el Calendario Lunar y la entrada de la Primavera. Bueno, al fin cada uno dio su opinión y por supuesto se formó la polémica…

Ciertamente, si la Navidad se celebra cada año el 25 de diciembre, el Día de Reyes el 6 de enero, el Día de todos los Santos el 1 de noviembre, ¿por qué la Semana Santa es una fecha movible?

La respuesta a esta pregunta ya la dio en parte la astróloga de nuestra anécdota: La Semana Santa se celebra durante el primer plenilunio de Primavera…

De acuerdo a la Mecánica celeste esto es así: La entrada de la Primavera esta definida por la fecha del 21 de marzo (Equinoccio de Primavera, en el día en que la noche es igual al período diurno). Y de acuerdo a la misma mecánica, al cabo del año, se cuentan casi 13 lunaciones, que no se podrán repetir por estar dividido el año en 12 meses. Así que, siguiendo el Calendario Lunar, observamos que la luna llena de marzo puede darse poco antes del 21, entonces la Semana Santa será a mediados o finales de abril; si cayese a primeros de marzo, será el siguiente plenilunio, es decir a primeros de abril o incluso a finales del mismo marzo, como ocurre en 2010.

Pensemos ahora en el por qué cuando se acordó todo esto en el Concilio de Nicea (325 d. J.), aparentemente, se convierte una cuestión puramente astronómica, es decir relacionada con el viaje estelar de la Tierra dentro de su órbita, en una cuestión religiosa, fijándose el Domingo de Pascua como el domingo siguiente, después de la primera luna llena de Primavera.

A este respecto, ya hemos dicho en pasados artículos relacionados con este tema, en el de Semana Santa, la tradición del Equinoccio de Primavera y en el de la Navidad, que gracias a que el Cristianismo floreciente revestía los principios religiosos vivientes del Paganismo decadente, justamente para que estos principios no se perdiesen, las fiestas que se celebraban desde la antigüedad en conmemoración, de los acontecimientos solares y celestes o terrestres, y a la vez también del Mito Solar y el Drama Crístico, del Niño Sol, representado en los mismos movimientos estelares, continuaron siendo festejados en la nueva religión. No tan sólo, como a veces se piensa, como simple estrategia para ganar adeptos, sino para que a través de la tradición se conservase la sabiduría oculta.

Ni en el presente, ni en el pasado, han sido estas fechas escogidas al azar, o hechos casuales y aislados, antes por el contrario, son la más profunda estructuración y relación entre el hombre y el Cosmos, por lo que ellas, como la de la Natividad, los Reyes, y la misma Semana Santa, etc., vienen a constituirse como un acontecimiento cósmico, solar y humano a la vez.

Por otra parte, aunque la “Era cristiana” (nuestro calendario) no se propuso hasta el año 532, cuando Dionisio Exiguos estableció el nacimiento de Jesús de Nazareth el 25 de diciembre del año 753 de los romanos (para algunos 750). Este hecho no es casual. Primero porque Jesús el Gran Kabir, Como nos dice el V.M. Samael, no nació en diciembre sino en marzo (era pisciano) y porque como ya anotamos, las fiestas paganas relacionadas con el Solsticio de Invierno y el nacimiento del Niño Sol, se celebraban por esas fechas con grandes hogueras en la cumbres de las montañas.

De igual manera, la Semana Santa coincide con las fiestas celebradas desde la antigüedad en honor de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) y de la fertilidad que se realizaban en el Equinoccio de Primavera (21 de marzo). Es en esta cruz equinoccial donde la fuerza solar del astro que nos ilumina debe crucificarse, para que madure la fruta, para que fructifique el grano. Es en esta cruz de los elementos donde la fuerza del Logos Solar (el Cristo Intimo en nosotros) debe crucificarse, para que madure la simiente y fructifique el “Hijo del Hombre”, y reconquiste su antigua estirpe solar, celebrando así su Semana Santa interior.

Lo fijo del nacimiento del Cristo y lo variable de su muerte tienen, en esoterismo, un profundo significado.

Por César Owen/España

El Ens seminis y la energía creadora

En los estudios gnósticos, la valoración de las fuerzas creadoras en el ser humano, tiene una importancia superlativa. Para el Gnosticismo Universal, hay varios aspectos del trabajo esotérico que deben realizarse simultáneamente. Todos son sumamente importantes para el desarrollo interior de la máquina humana. El gran propósito de este trabajo simultaneo es el desarrollo armonioso de todas las infinitas posibilidades humanas, es decir, la Auto Realización Íntima del Ser.

Factores fundamentales para lograr la Auto Realización íntima son: el Nacimiento espiritual y la eliminación de los elementos indeseables de la conducta, así como el Sacrificio por la humanidad. Adicionalmente, el gnóstico sincero debe comprender la necesidad urgente e impostergable de desarrollar su Esencia, despertar conciencia y adquirir un conocimiento superior: la divina Gnosis. Este trabajo es de tipo superior y se denomina: la Gran Obra.

Para el logro de este caro propósito se requiere de una adecuada valoración de la energía, aprender a absorberla, conservarla, incrementarla y transformarla. Desde los primeros grados de estudio, las escuelas gnósticas en Guatemala y en el mundo, ofrecen procedimientos, métodos y sistemas para que el estudiante gnóstico aproveche energías cósmicas e internas que le otorguen la fuerza suficiente para realizar la Gran Obra.

Muchas energías al alcance del estudiante han sido generalmente desconocidas para la mayoría de personas, incluso para la ciencia y la religión convencionales. Sus atributos y forma de asimilarlas, han sido mantenidas en secreto durante siglos por diferentes escuelas esotéricas.

Las oraciones y rituales de muchas religiones mueven fuerzas desconocidas para la ciencia oficial. El Kalki Avatara de la Era de Acuario, Samael Aun Weor, explica en el capítulo XII de su libro: «El Matrimonio Perfecto», que los rituales son más poderosos que la dinamita y que manejan fuerzas nucleares.

Entre las diferentes formas de la energía necesarias para trabajar en la Gran Obra, destaca la Energía creadora escondida en las fuerzas sexuales, en el Ens seminis o esperma sagrado y en los estrógenos.

La Antropología Gnóstica explica que el conocimiento del poder escondido en el Ens seminis, constituyó en la antigüedad un secreto indecible y que solo se transmitía públicamente por medio de alegorías y diferentes simbolismos.

En las grandes civilizaciones agrícolas de la antigüedad: la civilización del arroz en el extremo Oriente, la civilización del trigo en los alrededores del mar Mediterráneo y la civilización del maíz en Mesoamérica, los granos de arroz, de trigo o de maíz tienen el mismo significado esotérico. Por eso el pan de trigo consagrado es el cuerpo de Cristo y por la misma razón, los cuatro hombres de maíz son el resultado de la preparación de 9 bebidas a base de maíz blanco y amarillo.

Detrás de las enseñanzas, rituales y tradiciones de todas las antiguas religiones, se oculta un profundo simbolismo que es importante aprender a desentrañar. Gran parte de la simbología religiosa se relaciona con las fuerzas sexuales. Entre esos símbolos universales se halla la piedra. En los cultos de las civilizaciones ancestrales aparece siempre la piedra.

Los mayas adoran a la piedra obsidiana o piedra del chay y los musulmanes rinden culto a la piedra de la Caba. Los alquimistas buscan la piedra filosofal y en el cristianismo, el apóstol Simón se convierte en Pedro. “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia” (Mt 7:18). Por la misma razón, el dios Mitra de los persas, nace de una piedra.

Por eso en el Nuevo Testamento hay muchas referencias a la piedra. En el capítulo 7 de Mateo, se encuentra la parábola de los dos cimientos y el llamado a construir sobre la piedra. En dicho Evangelio se encuentra también las siguientes palabras. “¿Nunca leyeron en las Escrituras: la piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo” (Mt 21:42). En el esoterismo gnóstico, se explica que el Evangelio de Pedro es el Evangelio del Sexo.

Las aguas espermáticas constituyen ese vidrio líquido, flexible y maleable de los alquimistas medievales. Son las aguas de la vida de las que habla Jesús en el diálogo con la mujer samaritana en el capítulo IV del Evangelio de Juan.

El caduceo de la diosa Iris y del dios Mercurio en los misterios griegos, tiene el mismo significado que los dos testigos del Apocalipsis de San Juan: El Caduceo y los dos testigos son dos cordones semi etéricos, semi físicos que en Oriente se conocen como Idá y Pingalá. El Budha Maitreya, Samael Aun Weor, explica en el capítulo II del «Libro Amarillo», lo siguiente: Los dos testigos se enroscan en la espina dorsal formando el santo ocho. Los dos testigos, enroscándose en la espina dorsal, forman el caduceo de Mercurio (…) Por ese par de cordones simpáticos ascienden hasta el cerebro, los átomos solares y lunares de nuestro sistema seminal.

El elemento químico mercurio tiene un significado profundo en la Alquimia y en diferentes formas, representa las distintas transformaciones del Ens seminis. En la antigüedad, muchas civilizaciones en los cuatro puntos cardinales del planeta, usaron diferentes compuestos del mercurio en rituales y ceremonias sagradas. El cinabrio rojo fue empleado para decorar tumbas y sarcófagos de altos dignatarios.

El V.M. Samael Aun Weor explica en el capítulo titulado: Dos Rituales de su obra «El Matrimonio Perfecto» que: las fuerzas sexuales se hallan íntimamente relacionadas con los cuatro elementos de la Naturaleza”. Más adelante, explica el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, que: “La fuerza sexual es como la electricidad. Se halla difundida por todas partes. Es una fuerza que reside en los electrones. Esa fuerza fluye en el núcleo de cada átomo, y en el centro de cada nebulosa. Sin esa fuerza no existirían los mundos del espacio infinito. Esa es la energía creadora del Tercer Logos.

La Química oculta o Alquimia enseña que el Ens seminis es producto de distintos procesos evolutivos ocurridos a partir de la transformación de tres clases de alimentos: el alimento físico, el aire y las impresiones. El esperma sagrado es el producto más elaborado y de mejor calidad que se obtiene en la fabrica humana a partir de esos tres tipos de alimento.

El alimento físico se procesa de acuerdo con la ley de octava y pasa por siete transformaciones conforme a la escala musical, hasta la fabricación del Ens seminis. En el transcurso de la digestión del alimento físico, interviene el aire que contribuye a la transformación de los alimentos y enriquece el producto de la fábrica humana. Si se quiere un producto químico de mejor calidad, es imprescindible que la fábrica humana reciba un tercer tipo de alimento: las impresiones y que aprenda a transformarlas. La Psicología Gnóstica explica que de los tres alimentos, el más importante es el de las impresiones.

El Ens seminis, como cualquier manifestación cósmica o fenómeno natural, está sometido a las leyes de Evolución e Involución y, empleado sabiamente, puede pasar por extraordinarias revoluciones o transmutaciones alquímicas. Aclarando estos procesos transformativos del Ens seminis, el Avatara de Acuario, explica en el capítulo II de su «Mensaje de Navidad 1964-1965», lo siguiente: En el esperma hay evoluciones formidables y tremendas involuciones. El solo trabajo natural de formación del esperma es evolutivo; El último resultado de todo lo que comemos y bebemos, es el esperma.

Es también necesario saber que las evoluciones del esperma están sometidas a la fundamental ley cósmica sagrada, de Heptaparaparshinokh, que es la ley del Santo Siete, la septenaria ley. Cuando el Ens-Seminis o esperma completa sus evoluciones septenarias, debe recibir un impulso desde el exterior y ser transmutado (…), porque de lo contrario entra de lleno en el proceso de la involución o retroceso”.

Una vez completado su proceso evolutivo, el Ens seminis, entra en involución. La involución del Ens seminis deviene cuando el ser humano desperdicia, pierde o bota su esperma sagrado. También cuando lo acumula mediante la abstención sexual o celibato sin someterlo a un proceso de transformación superior.

El mercurio de los sabios, puede ser transformado mediante la transmutación alquimica. Este es el símbolo alquimista de la transmutación del plomo en oro y de la transformación de las aguas de la vida en el vino de luz del alquimista en las bodas de Caná, como está descrito en el capítulo II del Evangelio de Juan.

Durante miles de años, el poder que encierra la energía creadora permaneció en secreto por los iniciados aunque algunos profanos lo sospechaban. Así el V. M. Samael explica en el Mensaje de Navidad ya citado lo siguiente: Los viejos sacerdotes cuentan que de toda la primitiva sabiduría relacionada con el Ens-Seminis, solo quedó la tradición que afirmaba categóricamente la posibilidad de auto realizarse íntimamente con el exioehary, semen o esperma.

Ciertas informaciones fragmentarias aquí y allá dispersas por distintos lugares, no indicaban los métodos para operar con el Ens-Seminis y los primitivos Arios descendientes de la Atlántida cansados de tantas guerras comenzaron a indagar buscando el esoterismo del Ens-Seminis.

Los anhelantes buscadores de la luz sabían muy bien por las tradiciones que con el Ens-Seminis se logra la autoperfección individual, pero desconocían la clave (…) y sufrían buscándola, más no la encontraban. Realmente solo los viejos hierofantes egipcios, Indostaníes, etc., descendientes de la antigua sociedad Atlante llamada Akhaldan, poseían toda la ciencia Tántrica completa con la clave secreta.

El oculto significado de la transmutación alquímica, era hasta hace pocos años un misterio. Fue el Gran Arcano de los esoteristas. En pleno siglo XX, en la década de 1940, cuando Samael Aun Weor, empezó a divulgar estas enseñanzas, fue considerado pornográfico por unos y por otros como un vulgarizador de la doctrina. Todavía, hace pocas décadas, el desperdicio de las energías creadoras y la fornicación incesante, era considerado por el mundo como algo natural y de lo más normal.

Sin embargo, en los últimos años han aparecido múltiples publicaciones relativas al tema. Desde revistas populares como «Buen Hogar», hasta revistas de contenido más serio y científico, como «Muy Interesante», han publicado artículos que se refieren a la posibilidad de aprender a no fornicar y al aprovechamiento adecuado del Ens seminis.

Entre las múltiples publicaciones de las últimas décadas acerca del tema, el doctor Reinaldo Massoni, quien es médico, sexólogo y psicoanalista, en su obra: ”El Sexo la energía fundamental de la vida”, publicado por Editorial Aguilar sostiene que es posible practicar el coite sin eyaculación. Este autor afirma que se puede llegar al orgasmo sin eyaculación y los denomina: orgasmos implosivos. En el capítulo VII, página 148 de la obra citada afirma que: Hay otros orgasmos en los que, por medio de técnicas muy especiales, la energía se eleva a centros mentales y allí se deposita, generando una expansión de la fuerza interior del ser humano. A estos se les llama orgasmos implosivos y con ellos el ser se conecta más consigo mismo.

En los estudios gnósticos se prefiere asociar todo tipo de orgasmo con la eyaculación o fornicación y por ende con la involución del Ens seminis. La sabiduría gnóstica enseña que los procesos revolucionarios del ens seminis asociados a la retención y transmutación del mercurio de los sabios conducen al éxtasis y a la iluminación.

. La Gnosis explica además que en el Ens seminis, se encuentra todo el Ens virtutis del fuego sagrado.

Las fuerzas sexuales pueden liberar o esclavizar. Se relacionan directamente con la reproducción de la especie, e incluso con la degeneración de la misma. Pero, también pueden asociarse con la regeneración humana. Las prácticas eróticas asociadas a la espiritualidad más profunda, existen desde tiempos inmemoriales y se esconden en obras monumentales como El Cantar de los Cantares del Antiguo Testamento, el Ananga Ranga y el Kamasutra. En el taoísmo auténtico se habla del poder curativo que se obtiene de la combinación del Yin y el Yang en la sexualidad trascendente.

En las escuelas gnósticas se aprende el sabio aprovechamiento de la energía creadora y que el sexo es sagrado. Las personas solteras aprenden los ejercicios básicos. Los procedimientos de tipo superior para la transmutación del ens seminis están reservados para las parejas de hombres y mujeres legítimamente unidos en matrimonio.

La Era de Acuario

En Astrología se sabe que existen doce eras astrológicas, cada era, relacionada directamente con uno de los 12 signos del Zodíaco. Antes de la Era de Acuario, el planeta Tierra estuvo bajo la influencia de la Era de Piscis y mucho antes sucedieron la Era de Aries y la de Tauro.

En relación con la pasada Era de Piscis, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, el venerable maestro Samael Aun Weor, en el libro: Tratado de Astrología Hermética, explica lo siguiente: “El pez es el símbolo más sagrado del Gnosticismo Cristiano Primitivo. Es lástima que millares de estudiantes de ocultismo hayan olvidado la Gnosis del pescado”.

Más adelante, el Budha Maitreya, Samael Aun Weor, afirma: “La Edad de Piscis no ha debido haber sido un fracaso como realmente fue. La causa causorum del fracaso pisciano se debió a ciertos elementos tenebrosos que traicionaron a la Gnosis y predicaron ciertas doctrinas agnósticas o anti-gnósticas, subestimando el Pez, desechando la religión sabiduría y sumiendo a la humanidad en el materialismo.

“Recordemos a Lucio llegando a la ciudad de Hypatía, hospedándose luego en casa de MILON, cuya esposa Pánfila es una perversa hechicera. Sale a poco Lucio a comprar pescado (EL Ictius, símbolo del naciente Cristianismo gnóstico, el pez, pescado, soma de los misterios de Isis”.

“Los pescadores le venden por infelices veinte denarios y con cierto desdén espantoso, lo que antes pretendían vender por cien escudos, terrible sátira en el que va envuelto el mayor desprecio para el naciente y ya infatuado Cristianismo Gnóstico”.
“Puede asegurarse que la Edad de Piscis fracasó por el Agnosticismo. La traición a la Gnosis fue el crimen más grave de la edad de Piscis. JESÚS el Cristo y sus doce pescadores, iniciaron una edad que bien podría haber sido de grandes esplendores”.

“Jesús y sus doce apóstoles gnósticos indicaron el camino preciso para la edad de Piscis, el Gnosticismo, la sabiduría del pescado. Es lamentable que todos los libros sagrados de la santa Gnosis hubieran sido quemados y que se hubiera olvidado el sagrado símbolo del pez”.

Un famoso aforismo de la sabiduría hermética enseña que: “Tal como es arriba es abajo”. Así como existe el año terrestre, también existe el gran año sideral. Un año terrestre es la vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Un año sideral, es una revolución completa del Sistema Solar en torno del cinturón zodiacal.

Ese recorrido del Sistema Solar, en torno del cinturón zodiacal, ocurre en unos 25 780 años, por lo que, en promedio, cada era tiene una duración aproximada de 2140 años.

De acuerdo con los estudios gnósticos, la Nueva Era comenzó el 4 de febrero de 1962, fecha en la que los planetas del Sistema Solar, se alinearon bajo la constelación de Acuario. La influencia de Acuario se manifiesta desde esa fecha y gradualmente se ha venido desarrollando. Con el tiempo su influencia será completa. Por estos tiempos, aún se percibe la influencia de Piscis, pero poco a poco su fuerza va debilitándose. Es una lucha natural entre lo nuevo y lo viejo.
La influencia de Acuario en la Nueva Era, se vincula a la influencia de dos planetas: Urano y Saturno. Urano es un planeta revolucionario que rige los órganos genitales. La influencia vibratoria de Urano se expresa en rebeldía, movimientos revolucionarios y en la expresión liberada de la función sexual. La influencia de Urano puede ser positiva o negativa. La influencia positiva de Urano se transforma en el ser humano en la búsqueda del sexo sagrado, sexo divinal o supra sexo, en la búsqueda de la espiritualidad más profunda, en la búsqueda del éxtasis, samadhi o satori mediante la meditación de fondo, el conocimiento por intuición y la música sublime de los grandes maestros. El polo negativo de Urano, se asocia al abuso del sexo, mediante todas las formas de la fornicación, como también del odio o rechazo a la sexualidad, considerándola inferior, innecesaria, prohibida o perversa. También se expresa en el consumo de drogas, la psicodelia y el alcoholismo.

Por la época del advenimiento de la Era de Acuario surgió un movimiento revolucionario polarizado negativamente con las fuerzas de Urano. Ese movimiento se caracterizó por el abuso del sexo y de las drogas, ese fue el tristemente célebre “movimiento Hippie”.
Saturno, el anciano de los cielos ha sido asociado desde la antigüedad, con la muerte y con cambios radicales. En la Alquimia se vincula al Cuervo Negro.

Acuario, es la constelación del Aguador y en el mapa zodiacal, se halla situada, frente a la constelación de Leo. Leo es un signo zodiacal vinculado al fuego y a la Ley Divina, a la Ley del Karma. En Acuario se encuentra el agua y en Leo, el fuego. Nuevamente en esta relación, aparece la lucha de los opuestos y también la transmutación de los metales conforme a la Alquimia. Saturno se relaciona con la muerte, pero en el esoterismo gnóstico, la muerte simboliza la eliminación de los elementos indeseables de la conducta para liberar a la Esencia. El trabajo con la Alquimia y la muerte mística, dan como resultado el nacimiento segundo y la oportunidad de disfrutar de la edad de oro, de formar parte del pueblo elegido en Acuario.

La Esencia maravillosa

En los estudios gnósticos, el estudiante aprende que la mayoría de seres humanos que poblamos el planeta Tierra, somos seres incompletos, no somos seres humanos auténticos. Somos animales pensantes o animales intelectuales. Nadie puede negar que en la clasificación taxonómica de seres vivos, hombres y mujeres pertenecemos a la clase de los mamíferos.

Cualquier persona, al estudiarse a sí misma y con la conciencia despierta, podrá observar que lo único que diferencia a la humanidad, del resto de mamíferos es el intelecto. A muchas personas, si se les quitara lo poco que tienen de intelecto, se comportarían peor que los animales.

Somos seres incompletos, es decir, no estamos plenamente realizados, porque no poseemos Alma, somos desalmados. Afortunadamente poseemos algo valioso y digno en nuestro interior: la Esencia maravillosa, también conocida como chispa divina, Budhata, o fracción de alma.

En la Esencia se encuentran los valores, las virtudes, las cualidades más sublimes y mejor cimentadas en cada quien. La Esencia es el germen, la semilla, la materia prima, el material psíquico primordial para fabricar eso que se llama: Alma. En la Esencia, se encuentra lo mejor de nosotros mismos. La Esencia se define en Psicología Gnóstica, como el conjunto de valores positivos que se poseen en forma innata.

El Alma auténtica debe ser formada por quien busca una transformación psicológica radical. Solo la poseen los seres humanos auténticos, los verdaderos santos, los grandes iniciados de la Logia Blanca, los grandes guías espirituales de todas las religiones. Ejemplo de mujeres y hombres auténticos: Jesús de Nazaret, María Magdalena los primeros apóstoles, Francisco de Asís, Elena Petronila Blavatsky (HPB), Budha, Krishna, Mahoma, Quetzalcoatl, Gucumatz.

El Alma se forma gradualmente a base de enormes esfuerzos conscientes y padecimientos intencionales. El proceso para el nacimiento del alma puede compararse al del nacimiento de un bebé a partir de la concepción. Constituye parte fundamental del trabajo esotérico gnóstico. El trabajo para desarrollar la Esencia hasta convertirla en Alma es de tipo psicológico y alquimista.

Así, la Esencia se convierte en Perla seminal, más tarde deviene el Embrión áureo y finalmente con la formación del Alma viene el verdadero nacimiento segundo del que se habla en el capítulo 3 del Evangelio de Juan y entonces, el iniciado se convierte en auténtico hijo de Dios “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Jn 3:9). “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”. (1 Jn 5:18).

En el capítulo titulado precisamente: La Esencia de la obra Psicología del Despertar, José Jesús Leal explica que: “en la Esencia tenemos los elementos conscientivos necesarios para nuestra propia auto realización íntima. En la Esencia están la sabiduría, el amor y el poder”.

De acuerdo con la Gnosis, las razones de que la humanidad en general, solo tiene Esencia y no una legítima Alma son muchas. Basta observar los actos humanos, las guerras, la pobreza, la violencia, los crímenes, las traiciones y muchas conductas indeseables por todas partes del mundo.

Esos elementos indeseables de conductas se originan en los defectos de carácter, personificados en el mi mismo, en el sí mismo, en el Ego o yo psicológico. El yo de la Psicología Gnóstica tiene encarcelada, atrapada, embotellada a la Esencia o chispa divina e impide su expresión y desarrollo. Quien quiera alcanzar la divinidad, la santidad, convertirse en auténtico hijo de Dios y alcanzar la salvación debe trabajar sobre sí mismo liberando a la Esencia de la prisión en la que el Ego la tiene esclavizada y fragmentada.

En este sentido, resulta oportuno transcribir lo que anota Henri Charles Puech, en el Prefacio (página 18) de su obra: En torno a la Gnosis: la gnosis no hace sino incitarle ante todo a liberarse de él, sino reforzar y justificar su anhelo de liberación, impulsándole a “apresurarse” a su abandono, a dejarlo atrás para ir más allá…

Más adelante en la página citada de la obra de Pueck, se lee: salvarse, es en efecto, ante todo huir, fugarse, evadirse, “salir del mundo” o, si se utiliza una expresión igualmente técnica, “renunciar a él”, emprender una travesía, efectuar un “éxodo” que conducirá fuera de él. Pero, mientras tanto, el gnóstico habrá de concentrar en sí mismo todas sus fuerzas, tendrá que “reunir sus miembros”, todas las “parcelas” de su alma disipadas, ahogadas en la masa confusa del cuerpo que le oprime, tendrá que desembarazarlas del estado de dispersión, de torpor, de olvido, de inconsciencia, en que se hallaban sumidas, a fin de devolverles su vigor y conducirlas a la unidad de una conciencia plenamente lúcida y afirmada en sí misma.

Al estudiar la Esencia, desde el punto de vista de la Gnosis, resulta indispensable diferenciarla también de la personalidad. La Esencia es lo natural, lo auténtico, mientras que la personalidad es lo adquirido. A este respecto, J Vaysse, en el capítulo titulado: Esencia y Personalidad de su obra: “Hacia el despertar a sí mismo” , publicado por Ganesha, explica: Desde este punto de vista, estamos divididos en dos partes: Una es aquella con lo que hemos nacido, contiene el germen de nuestras cualidades propias, nuestras capacidades, nuestras incapacidades, y, más generalmente, todo lo que nos ha sido dado como propio. La llamaremos nuestra “esencia”, término que no puede dejar de ser discutido en las circunstancias actuales, pero que reencuentra aquí su primer sentido.

Más adelante explica el autor que: la otra parte es lo que hemos adquirido: todo nuestro saber y la mayor parte de nuestras inclinaciones y comportamientos. Estos son inexistentes en el momento de nuestro nacimiento y se instalan poco a poco debido a todo lo que el medio ambiente nos añade.

En la página 219 de su obra: Fragmentos de una enseñanza desconocida”, obra publicada en español por Hachette de Argentina, Pedro Ouspensky explica: “La esencia en el hombre es lo que le pertenece. La personalidad en el hombre es lo que no le pertenece. Lo que no le pertenece significa: lo que le ha venido de afuera, lo que él ha aprendido, o lo que él refleja; todas las huellas de impresiones exteriores grabadas en la memoria y en las sensaciones, todas las palabras y todos los movimientos que le han sido enseñados, todos los sentimientos creados por imitación, todo esto es “lo que no le pertenece”, todo esto es la personalidad”.

Finalmente, en el capítulo titulado: La Esencia de la obra: Psicología Revolucionaria de Samael Aun Weor, leemos lo siguiente: “lo que hace bello y adorable a todo niño recién nacido es su esencia, esta constituye en sí misma su verdadera realidad. El normal crecimiento de la esencia en toda criatura, ciertamente es muy residual, incipiente. El cuerpo humano crece y se desarrolla de acuerdo con las leyes biológicas de la especie, sin embargo tales posibilidades resultan por sí mismas muy limitadas para la esencia.
Incuestionablemente la esencia solo puede crecer por sí misma sin ayuda en pequeñísimo grado. Hablando francamente y sin ambages, diremos que el crecimiento espontáneo y natural de la esencia sólo es posible durante los primeros tres, cuatro o cinco años de edad, es decir, en la primera etapa de la vida.

La gente piensa que el crecimiento y desarrollo de la esencia se realiza siempre en forma continua, de acuerdo con la mecánica de la evolución, mas, el Gnosticismo Universal enseña claramente que esto no ocurre así. Con el fin de que la esencia crezca más, algo muy especial debe suceder, algo nuevo hay que realizar. Quiero referirme en forma enfática al trabajo sobre sí mismo. El desarrollo de la esencia únicamente es posible a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios. Explica además el Venerable Maestro que nunca podríamos liberar a la esencia sin desintegrar previamente al Ego o yo psicológico.

El cuervo de los alquimistas

Para algunos, esta criatura de la Naturaleza está asociada a la oscuridad, la mala magia, la podredumbre y la traición. Recordemos, por ejemplo, el dicho popular: «cría cuervos y te sacarán los ojos». O en todo caso, podemos recordar también como se le asocia siempre, por parte de dibujantes y guionistas, con la brujería, quienes lo presentan o dibujan, conjuntamente, como parlantes e inseparables amigos de los que se dedican a las malas artes.

Lo cierto es que nada en la Naturaleza es bueno ni malo; todo depende del uso que hagamos de las cosas: un cuchillo (que no es ni bueno ni malo) puede servimos para cortar la carne y los alimentos o de arma para herir o matar a alguien. De igual modo el cuervo, como elemental de la Naturaleza, no es ni bueno ni malo y si algunos lo han utilizado para el mal, hay otros que lo han utilizado para el bien. Como prueba de ello, está el simbolismo alquimista, que lo utiliza para representar la primera fase de la Gran Obra: La Putrefacción. Esto se debe a que el cuervo es el símbolo de la corrupción y la muerte de los
«elementos inhumanos» que llevamos dentro.

Para realizar la Gran Obra alquimista, en principio, se necesita preparar el mercurio o arché, porque sin esta materia prima no se podría realizar este Magnus Opus.¿Y cómo se prepara el mercurio de los sabios? Pues, mediante el secreto secretorum de la Alquimia. Se trata de un sencillo artificio: conexión del lingam-yoni, sin la pérdida del ens-seminis, porque dentro del ens-seminis está el ens-virtitus del fuego.

Inicialmente, cuando la pareja alquimista comienza a trabajar con el A.Z.F., las
aguas mercuriales son negras y se les representa con el cuervo. Y dicen los alquimistas en forma simpática y alegórica que «de entre esas aguas negras hay que sacar la gelatina blanca, es decir, refinar estas aguas para convertirlas en blancas y puras; convertir al cuervo negro en paloma blanca».

Por otro lado veamos lo que nos dice el V M. Samael sobre esta enigmática criatura: «Fuera de toda duda, hay criaturas repugnantes en la Naturaleza que acusan marcada involución. Los antiguos egipcios, por ejemplo, aborrecían las ratas. Es obvio que estas se encuentran en estado de franca involución. Otro es el estado de los cuervos. Estos, aunque se alimentan de la muerte, por el hecho de desenvolverse en el Rayo de Saturno, poseen ciertos poderes maravillosos
que indican evolución. Yo he podido evidenciar lo que son las facultades del cuervo… En cierta ocasión, hallándome en un pequeño poblado de Venezuela, en cierta casa donde un pequeño niño se encontraba gravemente enfermo, vi con asombro un grupo de cuervos que muy tranquilos se habían posado sobre el techo de aquella casa. Aquellas gentes sencillas, me declararon lo siguiente: Este niño morirá… Cuando pregunté el motivo de tal sentencia, ellos (por toda respuesta) me señalaron aquellas aves negras. Entonces comprendí… El caso no tuvo remedio, y
realmente la criatura murió. Lo que más me asombró fueron las facultades de aquellos elementales, que sabían que la criatura iba a morir y posados sobre el tejado de aquella mansión aguardaban el supremo momento para el festín. Indubitablemente, la cena macabra nunca pudo llegar, porque a la criatura se le
dio cristiana sepultura; sin embargo, las aves llegaron y la Ley se cumplió…”

Así las cosas, el cuervo se nos presenta bajo un aspecto diferente y con sus maravillosos poderes; se hace partícipe de la alta magia y es un gran símbolo alquimista del Rayo de Saturno y aunque algunos tenebrosos lo hayan utilizado para el mal, lo verdad es que es una criatura inocente y bella de la Madre Naturaleza.

Por: César Owen / España

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El Mito Solar

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más universales y profundos es el que se relaciona con el Sol y el nacimiento de Cristo: el Mito Solar.

La adoración de los magos Leonardo
La adoración de los magos Leonardo

Nadie sabe con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se han propuesto muchas fechas para su nacimiento, pero en los primeros siglos del cristianismo, los gnósticos iniciados propusieron que su nacimiento se celebrara entre la noche del 24 y el amanecer del 25 de diciembre. La razón por la que se adoptó esta fecha para celebrar el nacimiento del niño Dios de Belén tiene un profundo significado esotérico que es conveniente explicar adecuadamente.

Es indiscutible que la Navidad es un acontecimiento cósmico que se relaciona con una de las posiciones principales del Sol en su movimiento aparente en relación con el planeta Tierra: el Solsticio de Invierno.

La Venus de Milo
La Venus de Milo

Muchos sabios han afirmado que la explicación a los mitos de las antiguas religiones, puede encontrarse en la Astronomía. Parte importante del fundamento de muchas religiones, tiene un profundo contenido astronómico. En todas las religiones se busca a Dios o a los dioses en el cielo. Así, por ejemplo, los antiguos griegos y romanos, encontraban a Júpiter, Venus, Marte, entre otros de sus dioses, en el cielo estrellado.

En forma similar, lo hicieron los diferentes pueblos del mundo. Mesoamérica, no fue la excepción. Así, los mayas asociaban a Vucub Kakix o 7 Guacamayo del Popol Vuh, con la Osa Mayor y a la pareja creadora: Ixpiyacoc y Ixmucané, con nuestra constelación de Géminis. (El Cosmos Maya de David Freidel, Linda schele y Joy Parker, páginas 76 y 78 Fondo de Cultura Económica).

En la obra citada (página 72 y 73), Linda Schele, cita a Johannes Wilbert quien le recomendó: “acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Sosticio de diciembre en ambos hemisferios
Sosticio de diciembre en ambos hemisferios

En el Hemisferio Norte, el Solsticio de Invierno, es el fenómeno solar que ocurre anualmente, el 21 de diciembre. Corresponde a la noche más larga y al inicio del Invierno en los países ubicados en este hemisferio. En los países del Hemisferio Sur, esta fecha se corresponde con el Solsticio de Verano.

En el Hemisferio Norte, anualmente, desde finales de septiembre, las noches son cada vez más largas a medida que se acerca el 21 de diciembre. En países de latitudes bajas, como Guatemala, apenas se percibe este fenómeno, pero en lugares ubicados en latitudes altas, esta diferencia de horas de luz y de noche, es significativa. Más al norte, la oscuridad es casi total durante las 24 horas del día y en el Polo Norte, es de noche completamente.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Es claro, que la noche siguiente, la noche del 22 de diciembre, ya no será la más corta. Sin embargo, la percepción instintiva de las personas, no está preparada aún para que se perciba que pasó ya la noche más larga. Esto ocurrirá como mínimo tres días después. Es por ello que en los antiguos pueblos del Hemisferio Norte, se celebrara el Nacimiento del Sol, tres días después del Solsticio de Invierno.

Otro fenómeno interesante relacionado con el movimiento aparente del Sol, consiste en que, cada amanecer, el astro rey, cambia de posición. Únicamente en el amanecer de los equinoccios de Primavera y Otoño, el Sol aparece justo en el Este (Oriente). A partir del Equinoccio de Otoño, el 23 de septiembre, en cada amanecer, el Sol despuntará en el Oriente cada vez más hacia el Sur.

Movimiento del Sol, el 21 de diciembre
Movimiento del Sol, el 21 de diciembre

El Solsticio, es el momento en el cual, el Sol, en su movimiento aparente hacia el sur, se detiene o estaciona, para iniciar su regreso hacia el oriente. Esto ocurrirá meses después: el 21 de marzo, fecha en la que ocurre el Equinoccio de Primavera. Es el momento en el que el Sol cruza de un hemisferio al otro. Es cuando el Sol se crucifica en los mundos, para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.

La Navidad o nacimiento del niño Dios de Belén, ocurre tres días después del Solsticio de Invierno y el Domingo de Resurrección en Semana Santa, ocurre invariablemente después del Equinoccio de Primavera. Por esa época, la constelación de Virgo brilla en el Oriente y en el amanecer del 25 de diciembre, los antiguos imaginaban que el Sol, nacía de entre el vientre de esta constelación.

Por este motivo, la Antropología Gnóstica enseña que diferentes pueblos antiguos celebraban el nacimiento de sus dioses principales en esta época. Cercano al Solsticio de Invierno, nacía Horus en el antiguo Egipto, Mitra, entre los persas y Huitzilopochtli, entre los aztecas.

El Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Observad el Astro Rey en su movimiento elíptico. El Sol se mueve de sur a norte y de norte a sur. Cuando el Sol avanza hacia el norte se celebra el nacimiento del Niño Sol. El nace el 24 de diciembre a la media noche, ya para amanecer del veinticinco.
Si el Cristo Sol no avanzara hacia el norte, la Tierra toda se convertiría en una gran mole de hielo y toda vida perecería, pero el Dios Sol avanza hacia el norte desde el veinticuatro de diciembre para animar y dar calor y vida a todas las criaturas.
El Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe. Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación
Débil y desvalido nace el Niño del Sol en este humilde pesebre del mundo y en una de esas noches muy largas del invierno, cuando los días son muy cortos en las regiones del norte. El signo de la Virgen Celestial se eleva en el horizonte por la época de Navidad y así nace el Niño para salvar al mundo
”.
El Cristo Sol durante la infancia se encuentra rodeado de peligros, y es a todas luces bien claro que el reino de las tinieblas es mucho más largo que el suyo en los primeros días, pero él vive a pesar de todos los terribles peligros que lo amenazan. Pasa el tiempo…, los días se prolongan cruelmente y llega el equinoccio de primavera, la Semana Santa, el momento de cruzar de un extremo a otro, el instante de la crucifixión del Señor en este nuestro mundo.

Al dar estas explicaciones, no se pretende hacer creer a las personas que el Cristo y el Sol sean lo mismo. Lo que se busca es explicar la alegoría escondida detrás del Mito Solar. Así como el Sol es la luz física de la Tierra. También, para el mundo, Cristo es la luz espiritual. A la luz de la Gnosis, el Mito Solar, expone alegóricamente un drama, el Drama Cósmico. Detrás de este mito, se plantea una enseñanza esotérica profunda. El Mito Solar encierra didácticamente el milagro de la redención humana.
El significado oculto del Mito Solar y del Nacimiento de Cristo se encuentra al comprender que es más importante celebrar la Navidad del Corazón que festejar un acontecimiento histórico, que ocurrió en Tierra Santa hace más de 2000 años. De nada hubiera servido que Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Sin estas explicaciones, sería casi imposible comprender el mensaje oculto de los símbolos de Navidad y las Tradiciones de Navidad

Notas:

Las imágenes fueron tomadas de: Arte renacentista

Pictures from Paris Cs Columbia

El Planeta Tierra

Imperio Romano

Psicología Gnóstica

La Psicología Gnóstica, es conocida también con los siguientes nombres: Psicología Esotérica, Psicología Revolucionaria o Psicología del Despertar. Es muy distinta a lo que actualmente se conoce como Psicología. Desde sus orígenes y la interpretación de la etimología de la palabra, surge un enfoque y objeto de estudio distinto.
La primera diferencia entre la Psicología Gnóstica y las formas convencionales de Psicología se refiere al origen y las fuentes de esta ciencia. Desde el punto de vista de la Gnosis, la Psicología no es una ciencia nueva. Al contrario, es una ciencia muy antigua. A este respecto, nos permitimos citar a Piotr Demiánovich Ouspensky, el gran iniciado ruso, discípulo de G. I. Gurdjieff, quien en la primera de sus: “Conferencias Psicológicas”, dictadas en Londres a partir de 1921 y escritas en 1934, explica lo siguiente: Para comprender cómo se puede definir la Psicología es necesario darse cuenta de que la Psicología nunca ha existido bajo su propio nombre, excepto en tiempos modernos. Por una u otra razón siempre se ha sospechado de tendencias equivocadas o subversivas de la Psicología, ya sean religiosas, políticas o morales, y por lo tanto ha tenido que usar diferentes disfraces. Por miles de años la Psicología existió bajo el nombre de filosofa.

En la India todas las formas de Yoga, que son esencialmente psicología, se describen como uno de los seis sistemas de filosofía. Las enseñanzas sufíes, que ante todo son psicológicas, se consideran en parte religiosas y en parte metafísicas. En Europa, hasta no hace mucho tiempo, en las últimas décadas del siglo diecinueve, muchos trabajos sobre psicología eran considerados como filosofa. Y a pesar de que casi todas las subdivisiones de la filosofía, tales como la lógica, la teoría del conocimiento, la ética, la estética, se referían al trabajo de la mente humana o de los sentidos, la psicología era considerada como inferior a la filosofía y como relacionada sólo con los lados más bajos o más triviales de la naturaleza humana. Paralelamente a su existencia bajo el nombre de filosofía, la psicología existió aún por más tiempo conectada con una u otra religión. Esto no quiere decir que la religión y la psicología alguna vez fueron una y la misma cosa, ni que la conexión entre religión y psicología fuera reconocida.
Esa interrelación entre diferentes expresiones de la cultura mística y esotérica de todos los tiempos con la Psicología, la encuentra también Elaine Pagels, distinguida profesora de historia del cristianismo primitivo en la Universidad de Princeton, graduada de Stanford y con un doctorado de Harvard. En el capítulo titulado: “Gnosis, el conocimiento de sí mismo como conocimiento de Dios”, de su libro: “Los Evangelios gnósticos”, en las páginas 174 y 175 de la edición en español publicada por Editorial Crítica, Pagels afirma lo siguiente: Así pues, muchos gnósticos hubiesen estado de acuerdo en principio, con Ludwing Feuerbach, el psicólogo del siglo XIX en que “la teología es en realidad antropología (el término, huelga decirlo, se deriva de anthropos y significa <>). Para los gnósticos, explorar la psique se convirtió explícitamente en lo que hoy es implícitamente para mucha gente, una búsqueda religiosa. No está demás afirmar que el libro citado de Pagels, es una reconocida introducción a la Gnosis antigua, especialmente la que se encuentra contenida en la biblioteca de Nag Hammadi.
Profundizando un poco más en el tema de los orígenes de la Psicología Gnóstica, Samael Aun Weor, Presidente fundador de las instituciones gnósticas de la época actual, afirma en el capítulo titulado precisamente: «Psicología Revolucionaria» de su obra: «Educación Fundamental«, que: La Psicología es una ciencia antiquísima que tiene su origen en las viejas escuelas de los misterios arcaicos. Más adelante, Samael Aun Weor, explica en la obra citada que: En las antiguas escuelas de misterios de Grecia, Egipto, Roma, India, Persia, México, Perú, Asiria, Caldea, etc., etc., etc., la Psicología siempre estuvo ligada a la Filosofía, al Arte objetivo Real, a la Ciencia y a la Religión. De ahí que en la Gnosis, todas las ciencias y artes, se integren, y al estudiar Psicología, resulte también conveniente el estudio de la Antropología Gnóstica
El Avatara de Acuario Samael Aun Weor, continúa diciendo: En los antiguos tiempos la Psicología se ocultaba inteligentemente entre las formas graciosas de las danzas sagradas, o entre el enigma de los extraños jeroglíficos o las bellas esculturas, o en la poesía, o en la tragedia y hasta en la música deliciosa de los templos. Antes de que la Ciencia, la Filosofía, el Arte y la Religión se separaran para vivir independientemente, la Psicología reinó soberana en todas las antiquísimas escuelas de misterios.
Investigaciones de fondo en el terreno del Gnosticismo nos permite hallar esa maravillosa compilación de diversos autores gnósticos que viene de los primeros tiempos del Cristianismo y que se conoce bajo el título de Philokalia, usada todavía en nuestros días en la Iglesia Oriental, especialmente para instrucción de los monjes. Fuera de toda duda y sin el más mínimo temor a caer en engaños, podemos afirmar enfáticamente que la Philokalia es esencialmente pura Psicología experimental.
En forma similar, Stephan A. Hoeller en el capítulo titulado «Jung y el Gnosticismo», de su libro «Jung Gnóstico«, página 56, obra publicada por Editorial Sirio, afirma lo siguiente: En términos de psicología jungiana, podríamos decir que los gnósticos utilizaron un lenguaje poético y mitológico para expresar experiencias en el proceso de individuación. Al hacerlo, sacaron a luz un abundante material de la mayor relevancia, que contenía una penetrante comprensión de la estructura de la psique, del contenido del inconsciente colectivo y de la dinámica del proceso de individuación.
Es importante resaltar que el gran médico y psiquiatra suizo, fundador de la Psicología analítica fue un dedicado estudioso de la Gnosis y como apunta Stephan A. Hoeller en la página 51 de la obra citada: Desde el comienzo de su carrera psicoanalítica hasta el momento de su muerte, Jung mantuvo un vivo interés hacia los gnósticos. En la página 55, afirma lo siguiente: Jung reconoció a los gnósticos justamente por lo que habían sido, profetas que sacaron a la luz las creaciones primigenias y originales del misterio que él llamó lo inconsciente.
Para obtener una mejor comprensión de lo que es Gnosis, su relación con el significado de la palabra Psicología y su objeto de estudio, hemos elegido, del Diccionario de la Real Academia Española o Drae, las siguientes acepciones. (De psico– y –logía). 1. f. Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones. 2. f. Todo aquello que atañe al espíritu. 3. f. Ciencia que estudia los procesos mentales en personas y en animales.
En enciclopedias y manuales de Psicología, se explica que la etimología de la palabra Psicología es: («psico», del griego ψυχή, alma y «logía», –λογία, tratado o estudio). Y aquí surge otra gran discrepancia entre la Psicología Gnóstica y cualquier sistema de Psicología contemporánea, ya que la mayoría de escuelas de Psicología niegan la existencia del alma. Por otro lado, el alma, es aceptada como un dogma irrenunciable en todas las formas religiosas del cristianismo y muchas otras religiones.
El Gnosticismo universal, desde los tiempos antiguos plantea una posición intermedia al respecto. Los tratados gnósticos, tanto de la antigüedad, como de actualidad, así como los grandes maestros gnósticos de todos los tiempos, plantean que el Alma existe, pero que solo la poseen seres humanos auténticos. A la luz de la Gnosis, se entiende que mujeres y hombres verdaderos, son seres iluminados, santos, iniciados de misterios mayores, maestros espirituales, personas con conciencia despierta, individuos auténticos que han eliminado los elementos subjetivos de las percepciones y han alcanzado el Nacimiento Segundo o nacimiento espiritual
Ejemplos de seres humanos de verdad: Jesucristo y sus 12 apóstoles, María Magdalena y demás iniciadas discípulas del gran maestro Jesús de Nazaret. Muchos santos del cristianismo, como san Agustín o San Francisco de Asís. Pero también, los hombres dioses de las civilizaciones antiguas: los hombres de maíz del Popol Wuj, Quetzalcoatl, Budha, Krishna, Moisés, entre otros. También grandes iniciadas reconocidas en la historia del esoterismo, como la gran mártir del siglo XIX, Helena Petronila Blavatsky (HPB), maestros como Moria, Kout Humi, o el Conde de San Germain y muchos más.
De acuerdo con los estudios gnósticos, la mayor parte de la humanidad actual, somos seres humanos incompletos y no poseemos Alma. Eso sí: poseemos el material psíquico básico, fundamental, para fabricar eso que se llama Alma. Esa materia prima es conocida en las tradiciones gnósticas, como la Esencia maravillosa, el Budhata o fracción de alma.
La afirmación de que entre la humanidad, pocas personas se distinguen como mujeres y hombres auténticos, no es nueva. Se ha planteado siempre a lo largo de los siglos por diferentes profetas, iniciados, místicos e incluso filósofos. Es muy conocida la historia del recorrido que hiciera por Atenas, el filósofo griego Diógenes de Sínope (siglos V y IV a. C.), con una lámpara en la mano, buscando en vano a un hombre. Los mayas hablaban del Halach Uinic, el hombre verdadero. En el nuevo testamento, precisamente en el Capítulo 3 del Evangelio de Juan, se encuentra el diálogo entre Jesús y Nicodemo. Relativo al Nacimiento segundo. El mismo Juan en su primera epístola explica ampliamente las características de los auténticos hijos de Dios.
La humanidad actual es un aglomerado de seres aún no completos, seres sin Alma, desalmados. Por este motivo la humanidad es imperfecta. Ahí se encuentra la explicación de las guerras, la barbarie humana, la impunidad, el asesinato, el genocidio, la mentira, la traición, la crueldad, la codicia, el orgullo, el ansia de poder, la desmedida necesidad de acumulación de riquezas, el negativo impacto ambiental de los actos humanos, la degeneración sexual y muchas manifestaciones inconcebibles para seres humanos auténticos o verdaderos hijos de Dios.
Desde la perspectiva de la sabiduría gnóstica, el ser humano sin alma, es decir, la gran mayoría de hombres y mujeres que poblamos la Tierra, somos definidos como humanoides, animales intelectuales o máquinas humanas. Somos los “bípedos destructores de los bienes de la Naturaleza”, según Gurdjieff, los muertos vivientes de las sagradas escrituras. “Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos”. (Mr 12:26-27). “deja que los muertos entierren a los muertos”(Mt 8:22).
De acuerdo con la Psicología Gnóstica, los animales intelectuales o seres humanos sin Alma, nos encontramos con la conciencia dormida. A este respecto, resulta necesario comprender la íntima relación entre la conciencia y la Gnosis. El material psíquico, nuestra Esencia, está atrapada, encarcelada, “embotellada” por los elementos subjetivos de las percepciones. Esos elementos subjetivos, constituyen la causa de los errores humanos, del fracaso espiritual de la humanidad. A estos, comúnmente, se les denomina: defectos de carácter o pecados y han sido alegorizados de múltiples maneras en la tradición esotérica. En términos de la Psicología Gnóstica, constituyen el Ego, el yo, el mí mismo.
Para el estudiante de Psicología Gnóstica, la Esencia y el Ego son totalmente distintos. La Esencia o conjunto de virtudes, es la sumatoria de valores positivos que poseemos en forma innata. Son valores innatos, el amor, la sabiduría, la voluntad. El Ego es la sumatoria de valores negativos. El Ego es múltiple, de ahí que en la Gnosis, se hable del yo pluralizado o yo psicológico. Los yoes son agregados psicológicos, entidades energéticas sutiles. Del Nuevo Testamento, es muy conocido el encuentro de Jesús con los endemoniados gadarenos. “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamó; porque somos muchos” (Mr 5:9). El yo pluralizado es una verdadera legión de demonios en nuestra psiquis.

El trabajo que propone la Psicología Gnóstica se orienta, entre otros, al desarrollo de la Esencia y a la eliminación del Ego. Este trabajo psicológico constituye un elemento fundamental para fabricar eso que se llama Alma.
La Psicología Gnóstica explica profundamente lo concerniente al sueño de la conciencia. Desde el punto de vista de la Gnosis, la mayoría de los actos humanos, son inconscientes porque la conciencia está dormida en las máquinas humanas. El humanoide está dormido y el esfuerzo por despertar constituye un objetivo crucial en el trabajo esotérico gnóstico. En todos los libros sagrados y tradiciones antiguas de la humanidad, se enfatiza en que la humanidad está dormida y en la necesidad del despertar de la conciencia. Desafortunadamente, en forma pública, no se da la fórmula para ese despertar. La didáctica del despertar de la conciencia se encuentra en la Psicología Gnóstica.
En el Nuevo Testamento, se encuentra el pasaje del huerto de Getsemaní. En esa lectura se habla claramente del sueño de la conciencia y la necesidad del despertarla, pero las gentes no lo entienden. “Entonces Jesús les dijo : mi Alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí, y velen conmigo” (Mt 26:38). Más adelante se lee: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no has podido velar conmigo una hora?” (Mt 26:40). Unos versículos después, aparece el siguiente texto: “Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño” (Mt 26:43).
Los ojos cargados de sueño los tienen las personas con la conciencia dormida, son las expresiones de los ojos que tienen los dormidos, en especial, cuando están solos o cuando viajan en un autobús u otro medio de transporte y no van haciendo nada, solo soñar. Son los ojos de zombies, de los muertos vivientes en quienes la conciencia se encuentra ausente del aquí y del ahora. La conciencia de los dormidos se encuentra a cada instante en el pasado o en el futuro y fuera del cuerpo físico, aún si el cuerpo físico está activo. En caso de duda de lo que significan los ojos cargados de sueño, compare los ojos de cualquier persona adulta con los de un niño o niña menor de 7 o 5 años. Niños y niñas muy pequeños se encuentran despiertos.
“Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño, mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él”. (Lc 9:32). La parábola del siervo vigilante es muy elocuente respecto de la diferencia entre una persona dormida y quien se encuentra despierto. “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor , cuando venga, halle velando”. (Lc 12:37).
La mayoría de personas al referirse al despertar, piensan en algo metafórico, en un cuento infantil, y le restan importancia. Anthony de Mello escribió muchas páginas acerca del sueño de la conciencia y la didáctica para el despertar. Sin embargo, la humanidad no lo entendió. A lo más que se acercan sus lectores, es a comentar lo lindo que escribía. Baste al lector consultar el ejercicio titulado: “Sensación del cuerpo” del capítulo: “Sadhana, un camino de oración”, de los Escritos Esenciales del padre De Mello. “Para tener éxito en la vida de oración es decisivo desarrollar la capacidad de entrar en contacto con el presente y de permanecer en él. Y el mejor método que yo conozco para permanecer anclado en el presente es salir de la cabeza y volver a los sentidos”. (página 35 de la versión publicada por Editorial Sal Terrae).
Ouspensky cuenta una experiencia extraordinaria cuando “ve a los dormidos”, en el capítulo XIII de su monumental obra: “Fragmentos de una Enseñanza Desconocida: caminaba por la calle Troitsky; de repente vi que el hombre que venía hacia mí estaba dormido. No podía haber la menor duda. Aunque sus ojos estaban abiertos, andaba manifiestamente sumergido en sus sueños, que le corrían por la cara como nubes. Me sorprendí pensando que si pudiera mirarlo durante bastante tiempo, vería sus sueños, es decir, comprendería lo que él veía en sus sueños. Mas el hombre pasó. Después vino otro, igualmente dormido. Un cochero dormido pasó con dos clientes dormidos. Y de repente me vi en la situación del príncipe de la “Bella Durmiente”. Todo el mundo a mí alrededor estaba dormido. Era una sensación precisa que no dejaba lugar a duda alguna. Entonces comprendí que podemos ver, ver con nuestros ojos, todo un mundo que no vemos habitualmente. (Tomado de la página 348 de la edición publicada por Hachette, Argentina, 1975).
En la página 176 de la obra que citamos de Elaine Pagel, la autora explica lo siguiente: El movimiento gnóstico, compartió ciertas afinidades con los métodos contemporáneos de exploración del ser a través de técnicas psicoterapeutas. Tanto el gnosticismo como la psicoterapia valoran sobre todo el conocimiento, el autoconocimiento que es percepción íntima. Coinciden en que, careciendo de él, la persona experimenta la sensación de ser movida por impulsos que no entiende. Esos impulsos inexplicables para la Psicología convencional vienen del ego, del yo pluralizado.
El inconsciente de Jung, se explica en la Psicología Gnóstica por el encarcelamiento de la Esencia a causa del Ego o yo psicológico. Debido a que la Esencia está embotellada entre el Ego, la conciencia se encuentra dormida. Este es el sueño de la conciencia. Por esta causa, los actos humanos son inconscientes La conciencia es el grado de auto conocimiento que tiene la Esencia. Así surge otro componente del trabajo psicológico gnóstico: convertir el inconsciente en consciente. Este es el trabajo del despertar de la conciencia. El trabajo del despertar de la conciencia va paralelo al conocimiento de sí mismo, a la auto gnosis. En una de sus acepciones,Gnosis es el conocimiento de uno mismo, el conocimiento del propio Ser. Dicho conocimiento es resultado de esfuerzos conscientes, de la experiencia mística directa y de un tipo de conocimiento distinto a la razón. Tipo de conocimiento asociado a la imaginación, la inspiración y la intuición.
La Psicología Gnóstica, estudia profundamente los distintos tipos de personalidad, los diferentes estados y grados de la conciencia, las causas del sueño de la misma y los recursos que tiene a la disposición la Esencia para el despertar: el desarrollo de la fuerza de atención, el recuerdo de sí, la auto observación, entre otros. El trabajo psicológico gnóstico incluye además el estudio de las funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo.
Ahondando un poco más en el origen, significado y objeto de estudio de la Psicología, Ouspensky, en la obra citada afirma que todos los sistemas de Psicología científica contemporánea estudian al ser humano: tal como ellos lo encuentran, o tal como ellos suponen o lo imaginan ser. Samael Aun Weor, nos explica que la Psicología Gnóstica pertenece a las distintas doctrinas que estudian al ser humano: desde el punto de vista de la Revolución de la Conciencia. estas últimas son en verdad las doctrinas originales, las más antiguas, sólo ellas nos permiten conocer los orígenes vivientes de la Psicología y su profunda significación.
José Jesús Leal, en su obra: Psicología del Despertar, afirma que esta: “tiene como objetivo destruir los elementos que constituyen la conciencia falsa, para dejar dentro de nosotros mismos la verdadera conciencia que es una para todos los seres humanos que han despertado radicalmente”. Más adelante explica que: La Psicología es un conocimiento que hasta ahora no ha sido explicado realmente. Inclusive los grandes tratadistas modernos tienen un concepto equivocado del método que sigue dicho estudio. Unos suponen que el estudio psicológico puede lograrse mediante la aplicación de los métodos deductivos-inductivos, prácticos, históricos y que así puede obtenerse un conocimiento real de ella mediante la observación o percepción de los sentidos externos.
En la Psicología Gnóstica se dice que el método seguido por la Psicología contemporánea no es exacto porque la manifestación del Ser en las diferentes regiones ontológicas, no es aprehendido por percepciones externas”. Leal, continúa diciendo que “la Psicología Trascendental puede definirse como el descubrimiento real y definitivo de todos los elementos afines a la conciencia, complementado con la destrucción de los elementos subjetivos que personifican nuestros errores. Este trabajo psicológico constituye una parte fundamental de lo que en la Psicología Gnóstica se denomina: Revolución de la Conciencia. Por este motivo, Samael Aun Weor, cierra el capítulo que hemos citado en su obra Educación Fundamental, con las siguientes palabras: Cuando todos nosotros hayamos comprendido en forma íntegra y en todos los niveles de la mente, cuan importante es el estudio del hombre desde el nuevo punto de vista de la Revolución de la Conciencia, entenderemos entonces que la Psicología es el estudio de los principios, leyes y hechos íntimamente relacionados con la transformación radical y definitiva del individuo.

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El arte de amar (Cuarta y quinta parte)

Cuarta parte
¡Amar, cuán bello es amar; sólo las grandes almas pueden y saben amar! (Samael Aun Weor)
Te doy amor, en el cual está contenido el sumum de la sabiduría. (Hermes Trimegistro)

¿Por qué Jesús, el Gran Kabir o Varón Divino, sintetizó todos los mandamientos en el “amaos los unos a los otros”? ¿Y por qué las sagradas escrituras afirman que Dios es amor? Eso es lo que, seguidamente, vamos a estudiar y reflexionar…
Para reflexionar leamos ahora lo que sobre el amor nos dice el V.M. Samael Aun Weor en sus libros y conferencias.
“El primer mandamiento es: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. El mandato del Primer Misterio es equivalente al mandato del Padre” (“Pistis Sophía” develada por Samael Aun Weor).
“El amor, en sí mismo, es una fuerza cósmica, una fuerza universal que palpita en cada átomo, como palpita en cada Sol”.
“Las estrellas también saben amar. Observémoslas en las noches deliciosas de plenilunio: ellas se acercan entre sí y a veces se fusionan o integran totalmente. ¡Una colisión de mundos!, exclaman los astrónomos, mas en realidad lo que ha sucedido es que dos mundos se han integrado con los lazos del amor”.
“Los planetas de nuestro Sistema Solar giran alrededor del Sol, atraídos incesantemente por esa fuerza maravillosa del amor. Observemos el centelleo de los mundos en el firmamento estrellado: comulga (tal centelleo luminoso, las ondas de luz, las radiaciones luminosas) con el suspiro de la flor…
Hay amor en la estrella y en la rosa que lanza al aire su perfume delicioso. El amor, en sí mismo, es profundamente divino, terriblemente divino.”
(Conferencia titulada “El milagro del amor” de Samael Aun Weor).

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Transitando pues, por las vías que señalan los textos sagrados del oriente y del occidente del mundo, podemos afirmar que el amor es la primera y última de todas las ordenanzas o mandatos divinos, que el amor es una ley, pero amor consciente. Por lo tanto, sin amor consciente no es posible cumplir ley o mandamiento alguno.
Por ejemplo, uno de los principales preceptos de la cultura gnóstico-cristiana dice: ¡No matarás!, pero uno comienza a matar con el resentimiento que guarda en su corazón, e incluso mata lo que más quiere. La guerra y la muerte que vemos por doquier, comienza con el odio que hay dentro de nosotros mismos y que se manifiesta con la pugnacidad entre las parejas, con la violenta relación entre los parientes, entre los vecinos, etc.
Al respecto, el Maestro Samael refiere que “El asesinato es, fuera de toda duda, el acto de corrupción más grande que existe en el mundo”, pero aclara que “no solamente se extingue o apaga la vida ajena con revólveres, gases, cuchillos, venenos, piedras, palos, horcas, etc., sino que también se aniquila la vida de nuestros semejantes con palabras duras, miradas violentas, actos de ingratitud, con la infidelidad, la traición, las carcajadas, etc.
Muchos padres y madres de familia aún vivirían si sus hijos no le hubieran quitado la vida mediante sus malas acciones; multitud de esposas o esposos aún respirarían bajo la luz del Sol si el o la cónyuge se lo hubiese permitido. Recordemos que el ser humano mata lo que más quiere. Cualquier sufrimiento moral puede enfermarnos y llevarnos al sepulcro; toda enfermedad tiene causas psíquicas.” (Vea El parsifal develado. Capítulo Nº 37 de Samael Aun Weor).

El odio es la antítesis fatal del amor; el odio es el “agregado psíquico” o elemento psicológico más abominable que existe dentro de la criatura humana.
En este seminario conviene que todos los participantes comprendamos lo que significa violar leyes, concretamente lo que implica violar la ley del amor.
La violación de la ley del amor conduce inevitablemente a la violencia y a la guerra, la violación de esa ley cósmica destruye el cuerpo físico y mata el alma.
Hay almas que están decididamente muertas para todo posible desarrollo interior, que poco a poco han ido perdiendo las posibilidades de crecimiento y perfección, un derecho que por falta de amor la gente no utiliza. Y con el alma dormida, embotellada entre el ego (muerta, digamos), es imposible dejar de odiar, blasfemar, deshonrar, matar, fornicar, robar, mentir, adulterar, etc., aún cuando posea un vasto conocimiento intelectual sobre los mandamientos o sobre las leyes que rigen la convivencia fraternal entre los seres humanos.
Y es que el arte de amar está más allá de los conceptos intelectivos, es un asunto que no se relaciona con las creencias o las opiniones que sobre Dios y sobre el Amor tenga cada persona. De allí la frase: “A Dios no se llega con el intelecto, sino con el corazón”…
Pensar sobre el amor es distinto a sentir el amor. Los pensamientos que alguien pueda elaborar sobre el amor, no son el amor. Pero en nuestro tiempo ha sucedido que todo lo hemos reducido a intelecto, hemos encasillado la vida dentro de rígidos moldes intelectuales y ese vano racionalismo subjetivo nos ha deshumanizado, nos tiene convertidos en robots-humanoides que piensan en el amor, pero cuyos corazones están vacíos, no contienen esa fuerza cósmico-divinal maravillosa, extraordinaria.
Es imposible aceptar el hecho de que el amor es una ley mientras no hayamos comprendido, en forma integral, el complejo problema de la mente.
La mente sensorial, esa que únicamente se nutre con los datos que le aportan los cinco sentidos físicos, es el peor enemigo del amor. De allí que en los países que presumen de ser “super-civilizados”, de estar “altamente desarrollados”, el amor ya no existe porque todo el pensamiento de quienes los habitan está colocado en la búsqueda de dinero, comodidades y diversiones.
La mente sensorial, embotellada entre el ego, entre el “yo pluralizado”, entre el “mí mismo”, es (repetimos) el peor enemigo del amor y obviamente nos aleja del arte amatorio; nos impide cumplir con la ley suprema o primer mandamiento que ordena “amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.
“Hay quienes tienen la mente embotellada entre los celos, en el odio, en el deseo de ser rico, en la buena posición social, o entre el pesimismo, en el apego a determinadas personas, en la identificación con sus propios sufrimientos, en sus familiares, etc. Y hay quienes viven fantaseando sobre el amor, quieren que el amor opere de acuerdo con sus gustos y disgustos, normas intelectuales, prejuicios, preconceptos, recuerdos, experiencias mecánicas…”
Obviamente unos y otros jamás podrán saber realmente qué es la ley divina del amor y en qué consiste el arte de amar. De hecho, aunque sin saberlo, ese tipo de personas se han convertido en enemigas del amor. Es necesario, por lo tanto, comprender a fondo todos esos procesos mentales del “yo”, del “mí mismo”, del ego, que acaban con la belleza íntima del verdadero amor. (Vea el libro titulado Educación fundamental de Samael Aun Weor).
Los mecanismos de la mente sensual, por otra parte, nos llevan hacia la confusión, nos impiden comprender que hay una diferencia radical entre el amor y eso que es respeto, miedo, dependencia.
Ejemplos: “respetamos por temor a nuestros superiores y entonces creemos que les amamos. Teme el niño al látigo, a la férula, a la mala calificación, al regaño en la casa o en la escuela y cree entonces que ama a sus padres y maestros, cuando en realidad sólo siente miedo”…
“Dependemos del empleo, del patrón, tememos a la miseria, a quedarnos sin trabajo, y entonces suponemos que amamos al jefe y que lo respetamos y hasta velamos por sus intereses, pero eso no es amor, es simplemente miedo, temor, y nada más”…
“Muchísimas mujeres creen que adoran a sus maridos y todos los días aguardan con ansiedad infinita que regresen del trabajo, o de alguna fiesta o reunión, o de algún viaje, pero en realidad no los aman, sólo tienen miedo de quedarse sin marido, sin protección, etc.”
De igual manera, “cuando la esposa está de parto o en peligro de muerte por cualquier enfermedad, el esposo cree que la ama mucho más, pero ciertamente sucede que teme perderla, pues depende de ella para muchas cosas: comida, sexo, caricias, lavado de ropa, cuidado de los niños, etc., y eso es tan sólo miedo y dependencia, no legítimo amor”…
En el terreno de la religiosidad “millones de personas tienen miedo de pensar por sí mismas en los misterios de la vida y de la muerte, miedo a inquirir, a investigar, a estudiar y comprender los misterios divinos, y entonces exclaman: ¡Dios me ama y yo amo a Dios y con eso es suficiente!” Es decir, piensan que aman a Dios, pero sólo temen al castigo en los mundos infiernos y por miedo codician la supuesta recompensa en el reino de los cielos.
La esclavitud física y psicológica, la dependencia, el depender física y psicológicamente de alguien, no implica sentir amor hacia aquellas personas de las cuales dependemos.
En conclusión, la mayoría de la gente no sabe amar; si los terrícolas supiésemos amar, el planeta que habitamos sería en verdad un paraíso.
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Quinta parte

“En verdad que vivimos felices si no odiamos a aquellos que nos odian,
si entre hombres que nos odian habitamos libres de rencor.
En verdad que vivimos felices si nos guardamos de afligir a quienes nos afligen,
si viviendo entre hombres que nos afligen, nos abstenemos de afligirlos.
En verdad que vivimos felices si estamos libres de codicia entre los codiciosos;
moriremos libres de codicia entre hombres que son codiciosos.
En verdad que si vivimos felices aunque a ninguna cosa la llamemos nuestra, seremos semejantes a Dioses resplandecientes que se nutren de felicidad”.
(El Dhammapada, obra sagrada del Buda, Siddharta Gautama)

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Prosiguiendo con este tema de cardinal importancia para nuestras vidas, veamos cómo en forma sencilla y coloquial el V.M. Samael Aun Weor nos platica sobre eso que se llama “amor”…
En una de sus muchas conferencias, el Maestro toma su parábola y dice: “Al hablar de amor, tenemos que ser precisos en el análisis. No olviden ustedes que los gnósticos somos matemáticos en la investigación y exigentes en la expresión”.
“La palabra amor, en sí misma, es un poco abstracta; necesitamos especificarla para saber qué es eso que se llama amor. Ante todo nos toca consultar un poco el Evangelio Crístico. El Gran Kabir Jesús dijo: En que os améis los unos a los otros demostraréis que sois mis discípulos. También hay otra frase bíblica muy interesante: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, o también, No hagáiss a otros lo que no queréis que os hagan a vosotros”…
“Las gentes, al escuchar la palabra amor, sienten algo que les llega al corazón, pero como no han dado objetividad a su pensamiento, obviamente no captan la honda significación de tal palabra. Es necesario pues, e inaplazable, entender qué es el amor”.
“Aquella frase, no hagás a otros lo que no quieres que te hagan a ti, podría ser traducida así: haceos conscientes de los otros y de ti mismo. Aquella de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, podría ser traducida como: haceos conscientes de la divinidad que hay en vuestro interior, y del prójimo y de ti mismo… Así, pues, necesitamos hacernos conscientes de eso que se llama Amor, que podría traducirse como conciencia”.
“¿Cómo podría uno amar a sus semejantes (es decir, comprenderlos) si uno no es consciente de sus semejantes? Debemos hacernos conscientes de nuestros semejantes, si es que verdaderamente queremos comprenderlos, porque sólo comprendiéndolos sentiremos por ellos amor. Pero, para poder hacernos conscientes de nuestros semejantes, debemos primero hacernos conscientes de sí mismos”.
“Si un hombre no es consciente de sí mismo, ¿cómo va a hacerse consciente de sus semejantes? Y si no es consciente de sus semejantes, ¿cómo podría comprenderlos? Y si no los comprende, ¡cuál sería su conducta con relación a ellos? Esto es muy importante.”
Hasta allí la cita. Observemos que el mandato divino, aclarado por el Maestro, ordena amar al prójimo sin hacer diferenciaciones entre uno y otro, sin clasificarlo dentro de grupos familiares, políticos o religiosos, o de amigos, de bienhechores, de compatriotas, etc. Además, el primero y el más determinante de todos los mandamientos ordena “amar a Dios sobre todas las cosas”, vale decir, más que al esposo o a la esposa, por encima o mucho más allá del afecto hacia los hijos, hacia los familiares en general, hacia los amigos, etc.
Desde luego, la frase sobre todas las cosas es explícita e indica que el amor a Dios es más importante que el título universitario, la posición social o económica y en general que muchas otras actividades de la vida diaria, aún cuando éstas sean indispensables.
El amor a Dios y al prójimo es importante porque no es posible cambiar las estructuras familiares, económicas, políticas y sociales sin el ingrediente del amor; porque no es posible formar un hombre y una mujer diferentes, de tipo superior, conscientes e inteligentes, sin un método psicológico que explique cómo desarrollar la capacidad de amar a Dios y al prójimo.
Todos vivimos constantemente relacionándonos, nuestra vida se desenvuelve en el mundo de las relaciones. Dar prioridad a nuestra relación con el propio cuerpo físico y con el medio ambiente y las personas que nos rodean, subestimando o ignorando nuestra relación con el ser íntimo y sus 49 partes fundamentales, es auto condenarse a la involución, a la degradación o degeneración.
La correcta relación de nuestra esencia o conciencia con el ser particular, individual, es sin duda, la que verdaderamente se necesita para el desarrollo de la capacidad de amar. Cuando esta relación es incorrecta o inexistente, hay conflictos íntimos y proyección de esa conflictividad interna en el medio ambiente en que nos desenvolvemos.
En consecuencia, los vínculos sociales que establece cada persona, entre ellos el vínculo matrimonial, dependen de los valores psicológicos que posea. Tales valores conforman o estructuran un modo de ser, una manera específica de ser. Si, por ejemplo, somos odiosos, rencorosos, orgullosos, vanidosos, celosos, vengativos, o personas a quienes les anima el deseo revanchista, es evidente que el sentido estético no está presente en nuestro mundo interior, que carecemos de belleza íntima y nuestras relaciones con el prójimo resultan inevitablemente ásperas, duras, violentas, carentes de armonía y de comprensión.
El problema del amor queda resuelto si emprendemos la tarea de conocernos y de comprendernos a nosotros mismos. “Necesitamos auto-conocernos y auto-comprendernos antes de conocer y comprender a los demás”.
Para tal efecto, para amar verdaderamente al prójimo, es urgente aprender a ver el punto de vista ajeno, saber colocarse en la posición de otras personas. Cuando así procedemos, descubrimos que los defectos psicológicos o “yoes” que tanto criticamos en la novia o el novio, en la esposa o esposo, en los hijos, parientes, amigos y conocidos en general, los tenemos muy sobrados en nuestro mundo interior. La crueldad que provoca el “yo” pluralizado (particularmente el “yo” del odio), continuará existiendo sobre la faz de la Tierra hasta tanto no hayamos aprendido a dispensar los defectos ajenos, a tolerarlos, a comprenderlos, y esto sólo es posible haciéndonos conscientes de nosotros mismos, auto-comprendiéndonos.
Tengamos en cuenta que el amor es un hecho y que, lógicamente, se demuestra con hechos. De allí el refrán español: “Obras son amores y no buenas razones”. Pero si uno no tiene el valor de verse a sí mismo, de auto-observar los propios defectos psicológicos con el firme propósito de comprenderlos para luego eliminarlos, ¿cómo o de qué manera podrían nuestros hechos estar impulsados por la fuerza cósmica del amor?
Escrito está que cuando uno ama, ayuda desinteresadamente al prójimo; que cuando hay amor en el corazón, uno sabe colocarse en el lugar de los demás para comprenderlos, para sentir dentro de uno mismo cuáles son sus necesidades, cuáles sus sufrimientos, sus padecimientos físicos y problemas en general.
Pablo, el gran iniciado gnóstico-cristiano, en su “Carta a los Corintios”, capítulo 18, versículos 4 al 8, traza magistralmente una definición del verdadero amor con los siguientes términos: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo cree, todo lo espera, todo lo sufre, todo lo soporta…
De esa definición del amor, la más hermosa de todas cuantas se hayan dicho o escrito, podemos inferir que los “yoes” o “agregados psíquicos” de la envidia, la jactancia, la vanidad, el egoísmo, la ira, el rencor, la injusticia, la mentira y la malignidad en general, nos obligan a actuar “en forma indebida” y por consiguiente son contrarios al amor, que en sí mismo es benigno y nada hace incorrecto.
En todo caso, el problema del desamor, es decir, el problema del odio y todo lo relativo al arte de amar, es un asunto de experiencia íntima directa, de interiorización gradual, pues de lo contrario nos perderíamos en el intrincado laberinto de las opiniones eruditas de enjundioso contenido intelectual, o bien románticas y sensibleras sobre eso que se llama amor.
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Continúa este tema en: El arte de amar (sexta parte y conclusión).

Gnosis en la civilización Maya (segunda parte)

La primera parte de este tema la cerramos con una cita del Popol Vuh o Popol Wuj por parte del Avatara de Acuario, Samael Aun Weor. Iniciaremos esta segunda parte, transcribiendo una cita del Popol Vuh del V.M. Huiracocha , el doctor Arnoldo Krumm Heller. En su libro: «Logos Mantram Magia«, publicado en la colección Miscelanea de la Editorial Kier. “No había –dicen- excepto el Caos, aunque cubierto majestuosamente por un cielo eterno. Sólo Dios existía, Tepiu K’ocumatz, en forma andrógina. Es decir, hombre y mujer a un tiempo, Padre y Madre a la vez, creador y criatura. De Él, salió el Huracán (voz maya que después fue llevada a los mares caribes) y que significa, para los indios antiguos, viento, soplo y palabra…”

La Cruz maya

Así como el maíz tiene enorme importancia en el esoterismo maya, la cruz ocupa también significativa importancia en la extraordinaria Civilización maya. A este respecto, muchos investigadores se han referido a la Cruz maya. Así por ejemplo, J. Enrique Ardón, en su libro: “Cuando se rompió el hilo» (la Atlántida y los Mayas) afirma que: “la realidad es que esa cruz de brazos iguales (+), que aparece en Palenque y se puede ver también en un monolito antiquísimo que se encuentra en el Museo Arqueológico de Guatemala, así como en un monolito de la Acrópolis en el Templo VI de Tikal y en una estela de “Dos Pozas”, Petexbatún (Petén) es la votánica que trajeron aquellos cultos enviados del Oriente, entre los que destacó Valum Votán como lo narra nuestra historia”.

Muy oportuno, nos parece citar el siguiente párrafo del V.M. Huiracocha en su obra ya citada: “Votan o Wotan, era el gran Dios de los antiguos alemanes, el Dios del viento, representación del Aliento divino, de que nos habla Tácito. En Rusia hay un pueblo, los Votajas, que hablan un idioma parecido al Sánscrito y que conserva voces mayas. Por eso, no es extraño que volvamos a encontrar en Yucatán y Guatemala, al Dios Votan con el mismo nombre”.

David Freídel, Linda Schele y Joy Parker en el capítulo II de su obra. “El Cosmos Maya” publicada en castellano por el Fondo de Cultura Económica, muestran un análisis formidable, relacionando la Cruz maya con la Astronomía. En las páginas 72 y 73 citan una frase de extraordinaria importancia para los estudios gnósticos: “…me había advertido que acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Los autores citados demuestran en el contenido de su obra que en sentido astronómico la Cruz maya está formada por la Eclíptica y la Vía Láctea. Además que los animales ahí representados, son nada más y nada menos, que los animales de las constelaciones. Así por ejemplo el ave mitológica que generalmente corona la Cruz maya corresponde a Wuqub Kak’ix (Siete guacamayo) y este a su vez con la constelación de la Osa Mayor. Es significativo que esta hermosa y enorme constelación, que en Guatemala, parece un barrilete (cometa) gigante, en Europa es denominada: carro o trineo. Dicha constelación presenta siete estrellas observables a simple vista. De ahí que el Wuqub Kak’ix podría denominarse: Guacamayo de siete estrellas.

Es innegable que todas las religiones han ubicado a sus dioses y diosas en el cielo. Así por ejemplo en la Cultura clásica: diosas, dioses, héroes y mensajeros de los dioses griegos y latinos se encuentran en el firmamento. Ahí encontramos a Marte, a Venus, a Mercurio, Júpiter, Hércules y Casiopea, entre otros.

En forma similar, los mayas, también representan su mitología en el Cosmos. Los autores en mención citan a Bárbara y Dennis Tedlock autores de una de las versiones más autorizadas del Popol Wuj y coinciden con ellos en que, por ejemplo, la constelación de Géminis, para los mayas corresponde a la pareja creadora: Ixpiyacoc e Ixmucané. Sin embargo, es conveniente aclarar a la luz de la Gnosis, que no es que afirmemos que los planetas,estrellas o constelaciones, sean dioses. Los objetos astronómicos, son en realidad símbolos o representaciones didácticas de la divinidad. Aunque en todos los pueblos antiguos, el planeta Tierra por ejemplo, es considerado como un ser vivo. Por consiguiente, como todo ser vivo tiene su alma o su ánima mundi, la cual es divinal.

Francisco de Paula, García Peláez, arzobispo de Guatemala de 1846 a 1867, expuso en el primer tomo de sus “Memorias para la Historia del Antiguo Reyno de Goathemala” que en el entrecruzamiento central de la cruz de Palenque se encuentra el árbol de la vida hebraica y que dentro de este símbolo, se lee una letra T, que nos recuerda, tanto a la palabra nahua: Teocalli, como al latín Theos. García Peláez afirma que es indudable que para los mayas, igual que para los cristianos, la cruz era un símbolo sagrado. El V.M. Huiracocha en la obra citada anteriormente, afirma que: “es la Cruz, el símbolo más antiguo de la Tierra”. La cruz de Palenque y más precisamente la cruz de la que desciende el sumo sacerdote Pacal en la loza monolítica del templo de la Inscripciones en Palenque, está hecha de cañas de maiz, de milpa.

Samael Aun Weor explicó magistralmente en su obra: “Dios Pacal y el Katún trece, lo siguiente: “aparece sobre la piedra, que pesa varias toneladas y que cubre al sepulcro, una gran cruz hecha con cañas de maíz, y esto nos invita a la reflexión. Entre los mayas, así como entre los náhuas, zapotecas, toltecas, etc., el maíz es sagrado. Alegoriza o simboliza a la simiente humana. Por ejemplo, en China, la India, Japón, etc., la simiente humana está alegorizada o simbolizada por el arroz y en los pueblos cristianos de Europa y del medio Oriente, la simiente fue alegorizada o simbolizada por el trigo. La cruz hecha de caña de maíz, obviamente resulta tremendamente significativa, pues bien sabemos nosotros (los gnósticos) que la cruz es un instrumento de liberación, no únicamente de martirio. Realmente, la inserción del phalus vertical dentro del Cteis formal hacen cruz. Bien y si tal cruz es hecha de cañas de maíz, nos está indicando algo extraordinario.

Es obvio que en el Ens seminis, dentro del cual está contenido el ens virtutis del fuego, existen poderes extraordinarios. El ens seminis, o entidad del semen, o esperma sagrado del ser humano, contiene poderes místicos trascendentales, formidables, que los mayas analizaron cuidadosamente en sus estudios, no solamente en Palenque, sino en Cancún, en Chichén Itzá, etc.”. La Cruz maya, entre otros simbolismos, representa a los cuatro puntos cardinales. En cada punto cardinal, rige una representación del Dios Chac, que no es solamente el dios del agua. Es el Señor y dador de vida, el Tercer logos, el Espíritu Santo, entre los mayas.

La cruz y la piedra filosofal

Entre los mayas, cada punto cardinal, se representa con un color diferente. Los colores son: rojo, amarillo, blanco y negro. En el Popol Wuj, se hace referencia a estos cuatro colores, cuando Jun Junajpu y Wuqub Junajpu descienden al valle de Xibalbá a competir en el juego de pelota con los 9 camé, con los nueve señores del inframundo: “enseguida llegaron donde se encontraban cuatro caminos y allí sí fueron vencidos, donde se entrecruzan los cuatro caminos: un camino era rojo los otros eran un camino negro, un camino blanco; y el otro un camino amarillo. Eran cuatro caminos.” (Versión de Luis Enrique Sam Colop, Editorial Cholsamaj). Se narra en el Popol Wuj que ahí empezó la derrota de Hun Hunahpú (Jun Junajpu) y Vucub Hunahpú (Wuqub Junajpu).

Tiempo después la doncella Ixkik (Ixquic) se encuentra en Xibalbá con un árbol de morro o JÍCARO. El sagrado IAO, el Gaio, Gallo o Abraxas de los gnósticos. Una de las calabazas o morros le habla a la doncella y con un escupitajo resulta en cinta. De ahí deviene la inmaculada concepción de Hunahpú (Junajpu) e Ixbalanqué (Xbalamke).

“De pronto habló la calavera que estaba entre las ramas del árbol: -¿Qué es lo que deseas de lo que son sólo huesos, los objetos redondeados en las ramas de los árboles? Dijo la cabeza de Jun Junajpu cuando le habló a la doncella”. “-¿Los deseas? Agregó. -¡Sí, los deseo! contestó la doncella. -¡Está bien! Extiende tu mano derecha, que yo la vea, dijo la calavera. -¡Sí! Respondió la doncella, extendiendo su mano derecha hacia la calavera”.

“En ese instante la calavera lanzó un chisguete de saliva que vino a dar directamente en la palma de la mano de la doncella. Cuando ella vio la palma de su mano que examinó de inmediato ya no había saliva de la calavera en su mano”. (tomado de la versión del Popol Wuj de Sam Colop).

Resulta muy significativo que el divino redentor del mundo haya sido crucificado en el monte de la Calavera y en la Cábala hebraica se estudie el árbol de la Vida.

Los dioses principales de todas las antiguas civilizaciones nacen de inmaculadas concepciones. Hitzilopochtli entre los aztecas, Mitra entre los persas, Horus en Egipto y el niño dios de Belén, Jesucristo. La doncella Ixquic (Ixkik), tiene los mismos atributos que Cuatlicue, Isis, Devaki, Mayevi, Rea, María.

Esos cuatro colores, se relacionan con la piedra filosofal. Los mayas adoraron a la piedra de obsidiana (de color negro) y los musulmanes adoran la piedra de la Caba (de color negro). En las sagradas escrituras, se hacen muchas referencias a la piedra. En el Nuevo testamento, Jesús narra la parábola de los dos cimientos (Mt 7.24-29). En Lc 20.17, se lee: «La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo». «He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa» (1 P 2.6).

Los alquimistas medievales se esforzaban por encontrar la piedra filosofal. Una vez encontrada, la esculpían con mucha dedicación a base de cincel y martillo y la sometían a fuego incesante. Al cocer la piedra, esta presentaba diferentes colores en forma sucesiva. Los colores de la piedra filosofal, eran: negro, blanco, amarillo y rojo. Estos colores, nos recuerdan la leyenda de los reyes magos. Se dice en la leyenda que hubo un rey mago de etnia negra, otro de etnia blanca y otro de etnia amarilla. También se afirma en la leyenda, que los reyes magos vestían mantos de púrpura, de color rojo.

En relación con los cuatro colores simbólicos, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: La Cruz de San Andrés, de su obra ya citada: «La Doctrina Secreta de Anáhuac, expone lo siguiente: «en Caldea, los ziggurats, generalmente torres de tres pisos, a cuya categoría perteneció la famosa Torre de Babel, estaban pintados de tres colores: negro, blanco y rojo púrpura. Para dar una idea del alcance extraordinario que en la Filosofía Hermética toma el simbolismo de los colores de la Gran Obra, observemos que siempre se representa a la Virgen vestida de azul (equivalente al negro), a Dios de blanco y al Cristo de rojo».

«En los sagrados templos del viejo Egipto de los faraones, cuando el recipiendario estaba a punto de sufrir las pruebas de la iniciación, un maestro se acercaba a él y le murmuraba al esta frase misteriosa: !Acuérdate que Osiris es un dios negro!». «Evidentemente, este es el color específico de las tinieblas, de las sombras cumerías, el del diablo, a quien se ofrecieron siempre rosas negras, y también el del Caos primitivo donde todos los elementos se mezclan y confunde totalmente. El símbolo del elemento tierra, de la noche y de la muerte radical de todos esos agregados psíquicos que en su conjunto constituyen el mí mismo».

«Indubitablemente, lo mismo que en el Génesis hebraico, el día sucede a la noche, así también la luz sucede a la oscuridad. Bienaventurados los que han sido regenerados y lavados por la sangre del cordero (el fuego sexual, serán siempre vestidos con vestiduras blancas». En la tierra sagrada de los faraones, Path, el regenerador, usaba siempre túnica de lino blanco para indicar el renacimiento de los puros, de los que han muerto en sí mismos».

Más adelante, el Kalki Avatar, afirma que: «el color blanco sucede al negro, el amarillo al blanco y el púrpura de los reyes sagrados de las dinastías solares se sucede siempre al amarillo». Explica además el Maestro que por ese motivo, en el Viacrucis, colocan el manto púrpura (rojo) a nuestro señor el Cristo.

Volviendo al Popol Vuh, una vez han crecido Hunahpú e Ixbalanqué deciden ir a preparar el terreno para la siembra. Después de un día entero de trabajo limpiando la maleza, van a descansar a su hogar y regresan al día siguiente a continuar sus labores agrícolas. Pero al llegar al terreno de cultivo, se encuentran con la sorpresa de que la maleza ha crecido nuevamente. Como no entienden qué ocurrió, deciden regresar en la noche para acechar a los animales. Cuando aparecen los animales, intentan atraparlos, pero todos se les escapan, no logran capturarlos. Por fin logran cazar al ratón. El ratón les habla entonces del juego de pelota y vuelven al hogar a recuperar sus implementos del juego.

Este mito tiene enorme significación esotérica. Desde el punto de vista astronómico, resulta sumamente interesante la explicación que da César Augusto Coto De León en su obra: “Bajo el cielo de los mayas”. Según Coto la crecida de la maleza ocurre entre un año y otro. Después de transcurrido un año y, con el cambio de las estaciones, es natural que vuelva a crecer la maleza. Los animales, como ya se explicó anteriormente, en su significado astronómico, simbolizan a las constelaciones. La mayoría de animales se escapan porque casi todas las constelaciones, durante el año, tienen determinado número de días en el que no son visibles en el cielo nocturno. La característica de ser visibles todo el año en determinada latitud, solo la poseen las denominadas constelaciones circumpolares.

Lo más extraordinario, es que según Coto De león, en muchos pueblos mayas de Guatemala, se relaciona al ratón con la constelación de la Osa menor, Explica además Coto, que la Osa menor, es la única constelación circumpolar en Guatemala. Así explica Coto De León que la pelota, representa al planeta Tierra y que el descubrimiento del juego de pelota corresponde al descubrimiento de la redondez de la Tierra por los mayas.

Desde el punto de vista más profundo del esoterismo, la maleza, representa a las manifestaciones del Ego, es decir, de los elementos indeseables de la conducta humana, que no permiten que crezca la semilla, el maíz. Los animales representan al deseo, a los defectos de carácter. El juego de pelota tiene una significación alquimista extraordinaria. En el Popol Vuh, este juego ritual se practica en parejas: por el binario. “De dos en dos jugaban eran cuatro por todos”.

“Cuando se reunían para entretenerse en el campo de juego llegaba un halcón a observarlos. Era el mensajero de Jun Raqan, Ch ‘ipi Kaqulja Raxa Kaqulja. Ahora bien, para este halcón no quedaba lejos la Tierra no quedaba lejos Xibalba, y en un instante subía al Cielo a donde Jun Raqan” (Popol Wuj, versión de Sam Colop).

Corazón del Cielo es triuno, es una trimurti, la Trinidad. Resulta muy significativo, que en el antiguo Egipto, el halcón representa al dios Horus.

En el colosal patio de juego de pelota de Chichén Itzá aparecen esculpidos en la piedra siete jugadores. En este caso, se representa al septenario teosófico. Para los yoguis de la India y para los teósofos, el ser humano es septuble en su constitución. El ser humano, además de su cuerpo físico, posee: vitalidad, emociones, pensamientos, voluntad, conciencia y espíritu.
El juego de pelota mesoamecano, representa la lucha de los contrarios, la lucha entre las fuerzas del día y de la noche, de la luz y la oscuridad, de la vida y de la muerte.