Jueves Santo

Introducción

La Semana Santa, la más santa de las semanas, nos transmite de manera simbólica muchas enseñanzas esotéricas desconocidas para la mayoría de personas. Es claro que de los siete tipos de cristianos, los tres primeros, es decir, los que pertenecen a los tipos instintivo-motor, emocional e intelectual de cristianos, conforme a la tipología esotérica, solo tienen acceso a la parte formal, literal, dogmática, externa y superficial del Cristianismo. Solamente los buscadores de la verdad, miembros de una escuela esotérica y los iniciados, tienen acceso a las profundas verdades encerradas en el Drama Cósmico que se conmemora por la época de la Semana Santa.

La última cena -Juan de Juanes
La última cena -Juan de Juanes

Ya hemos explicado que la Semana Santa, la tradición del equinoccio de primavera, solo se entiende plenamente cuando se estudian sus fundamentos astronómicos. Es gracias a la ciencia de la Astronomía que podemos entender por qué la Semana Santa es una fiesta movible.

También hemos dado explicación en anteriores entradas, acerca de la relación que tienen los ocho días de la Semana Santa con la ley de Octava, con el santo ocho y el signo del infinito; así como con los ocho años de tribulaciones de Job. Los primeros siete días de la Semana Santa se corresponden con cada una de las notas musicales formando una octava completa y se corresponden con los siete planetas vistos a simple vista por los antiguos (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno. Domingo de Ramos se corresponde con el primer Do de la octava musical y Domingo de Resurrección con el Do de una octava superior.

Santo Job -Léon Bonatt
Santo Job -Léon Bonnatt

En cada día de la Semana Santa ocurren acontecimientos extraordinarios que deben ser vistos más allá de lo ocurrido en Tierra Santa, hace dos mil años y que tuvieron como personaje central a Jesús de Nazaret o mejor dicho: Jeshua Ben Pandhirá.

Todos los acontecimientos de Semana Santa, narrados en los Evangelios Canónicos y conservados por la tradición, constituyen enseñanzas muy valiosas para los aspirantes a la luz y a la liberación espiritual.

Es claro que es legítimo argumentar que relatan el drama, pasión, muerte y resurrección del ser más extraordinario que ha poblado la Tierra. Pero conmemorar la Semana Santa solamente desde la perspectiva del Cristo histórico resulta muy incipiente y elemental. Lo mejor es profundizar en la búsqueda de orientaciones para el trabajo íntimo que debemos realizar si también queremos alcanzar nosotros la salvación, la inmortalidad e incluso la legítima Resurrección.

Un día crucial para obtener muchas enseñanzas, lo constituye Jueves Santo, rodeado de mucha tradición, simbolismo y enseñanzas esotéricas.

Las fiestas de primavera y los Misterios

La Semana Santa es una fiesta antiquísima

relacionada con la Primavera, que coincide con muchas otras fiestas que se celebraron en el mundo antiguo. Desde la tradición del huevo de pascua, las danzas primaverales de griegos, latinos y celtas, pasando por los Misterios de Eleusis, con las ceremonias del pan y del vino y la adoración al dios del teatro y del vino: Dioniso o Baco.

Los misterios de Eleusis
Los misterios de Eleusis

Es oportuno en este momento, citar a P. D. Ouspensky, quien en su obra: “Un Nuevo Modelo del Universo”, explica lo siguiente: En la Grecia histórica los Misterios eran atributo de sociedades secretas de una clase especial. Estas sociedades secretas de sacerdotes e iniciados, establecían cada año, o cada determinado intervalo de tiempo, fiestas especiales, en las que también se daban funciones teatrales alegóricas. Estas funciones teatrales, a las que en particular se les dio el nombre de Misterios, se llevaban a cabo en diferentes lugares, -los más famosos eran los de Delfos y Eleusis en Grecia, y en la isla de Phile en Egipto. El carácter de las funciones teatrales y los dramas alegóricos que se representaban eran más o menos constante. Tanto en Grecia como en Egipto, la idea era siempre la misma, a saber, la muerte del dios y su resurrección.

Sigue explicando Ouspensky: Pero las representaciones teatrales que para la gente eran todo el contenido de los Misterios, eran realmente de importancia secundaria. Tras de esas representaciones se encontraban escuelas que eran la esencia de todo esto. El fin de estas escuelas era la preparación de los hombres para la iniciación. Solo los que estaban iniciados en ciertos secretos podían tomar parte en los Misterios.

Ouspensky continúa líneas adelante, con su explicación vinculando de manera directa los Misterios con el Drama Cósmico: hay una notable analogía entre el contenido de los Misterios y la vida terrena de Cristo. La vida terrena de Cristo, tomada como sabemos de los Evangelios, representa el mismo Misterio que aquéllos que eran representados en Egipto, en la Isla de Phile, en Grecia en Eleusis y en otros lugares. La idea era la misma, a saber, la muerte de Dios y su resurrección. La única diferencia entre los Misterios que eran representados en Egipto y en Grecia y el Misterio representado en Palestina estriba en el hecho de que este último era representado en la vida real, no en el teatro, sino rodeado por la naturaleza real, en las calles y en los lugares públicos de pueblos reales, en un campo real, con cielo, montañas, lagos y árboles por escenario, con una multitud real, con emociones reales de amor, maldad y odio, con clavos reales, con sufrimientos reales.

Todos los actores de este drama sabían sus partes y actuaban de acuerdo con un plan general, según el fin y el propósito de la obra. En este drama no había nada espontáneo, inconsciente o accidental. Cada actor sabía qué palabras tenía que decir y en qué momento; y decía de hecho exactamente lo que tenía que decir y del modo como tenía que decirlo. Este era un drama con el mundo entero como público por cientos y miles de años.

La Pascua Judía

“Jesús… dijo a sus discípulos: saben que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado” (Mt 26:1-2). “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulo a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?”. (Mt 26:17).

Cena en la pascua judía
Cena en la pascua judía

La celebración de la Pascua Judía, es la conmemoración de la salida de Egipto por parte de los israelitas. Se origina en la última de las plagas de Egipto, en la noche en la que murieron todos los primogénitos egipcios, debido a que Faraón se negaba a liberar al pueblo Judío del cautiverio. En el capítulo XII de Éxodo, se narra como Jehová ordenó a Moisés que los hebreos apartaran un cordero por familia. Todos los corderos debieron ser machos de un año. El cordero debió ser inmolado. Su sangre colocada en los postes y el dintel de cada casa hebrea. Esa noche, comieron la carne del cordero, asada al fuego. Comieron además, panes sin levadura y hierbas amargas.

“y lo comerán apresuradamente; es la Pascua de Jehová”. (Ex 12:11). “Y este día les será en memoria, y lo celebrarán como fiesta solemne para Jehová durante sus generaciones, por estatuto perpetuo lo celebrarán. Siete días comerán panes sin levadura; y así el primer día harán que no haya levadura en sus casas… El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendrán una santa convocación… Y guardarán la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué sus huestes de la tierra de Egipto, por tanto, guardarán este mandamiento en sus generaciones por costumbre perpetua. En el mes primero comerán los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde”. (Ex. 12:14-18).

Agnus Dei, el cordero inmolado
Agnus Dei, el cordero inmolado

El calendario hebreo, es un calendario lunar y antiguamente iniciaba en Primavera. El primer mes del calendario, era Nisán y marcaba el inicio del Éxodo. Nisán significa el retoño, el primer brote. En el calendario hebreo vigente, corresponde al séptimo mes y siempre por la época de marzo y abril, es decir, en Primavera. La noche del 14 de Nisán, los judíos comen el cordero pascual. La palabra pascua, viene del hebreo: pesah, que según el DRAE, significa lugar de pastos, en alusión a la culminación del ayuno. En otras acepciones se afirma que la palabra pascua significa «paso»: el paso del invierno a la primavera, el Éxodo judío y el proceso de la muerte a la Resurrección.

La preparación de la cena del Señor

“Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan” (Lc. 22:7-8). “Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: vayan a la ciudad, y les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganle y donde entre, digan al señor de la casa: el Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Y él les mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; prepárenlo para nosotros allí. Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua. Y cuando llegó la noche, vino él con los doce”.

La última cena -El Greco
La última cena -El Greco

Con la lectura de los anteriores pasajes de los Evangelios, se hace evidente que el gran iniciado Jesús, sabía perfectamente que se acercaba su muerte y que moriría en la cruz. Por otro lado y contrario a lo que muchos suponen. La preparación de la cena de pascua por el Señor, evidencia que existió enorme coordinación entre él y otros iniciados para que conforme al papel debidamente escrito en el Drama Cósmico, todo estuviera matemáticamente dispuesto. Es evidente que en estos pasajes, hubo contraseñas, claves secretas para reconocerse, determinado “santo y seña” para evitar confusiones.

Pedro y Juan

Indudablemente, no fue casual que enviara a Pedro y a Juan a preparar la cena del cordero. El Kalki Avatar, Samael Aun Weor, explica en su «Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968«, lo siguiente: el Sahaja Maithuna (Magia sexual), es la ciencia de Pedro y este Santo Apóstol de los Misterios de Jesús, tiene las llaves del Reino. El nombre original de Pedro es PATAR y las tres consonantes, P, T, R, están grabadas a base de cincel y martillo sobre la Piedra viva que sirve de puerta al Reino.

La P, nos recuerda a los Pitris o padres de la humanidad; La T, viene a recordarnos al hombre y la mujer unidos sexualmente; La R, mística, nos recuerda, al Ra egipcio, al fuego sagrado. La piedra sexual, la piedra filosofal de los alquimistas medioevales, es el betilo mágico de todos los países, la ostrita esculapiana, la piedra con que Machaón curase a Philoctetes; recordemos las piedras aulladoras, oscilantes, rúnicas y parlantes de los Terafines, las piedras del rayo, las galactitas órficas, etc.

Crucifixión de Pedro
Crucifixión de Pedro

Explica además el Buda Maitreya en la obra citada que: el Maestro del Maithuna, PATAR, murió crucificado con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba. JUAN, I. E. O. U. AN. El Verbo mismo, recuesta su cabeza en el corazón del Gran Kabir Jesús como diciendo: el amor se alimenta con amor.

Sigue explicando el Venerable Maestro: dicen las sagradas escrituras que Pedro dijo a Jesús: ¿señor y qué de este? Refiriéndose a Juan. El Gran Kabir le respondió: «Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú». Juan el Verbo vela acurrucado en el fondo del Arca aguardando el instante de ser realizado. Nadie puede trabajar en el camino de Juan sin haber antes andado por el camino de Pedro.

La última cena

“Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con ustedes esta pascua antes que padezca! Porque les digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios”. (Lc. 22:14-16).

“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: esto es mi cuerpo, que por ustedes es dado; hagan esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por ustedes se derrama”. (Lc. 22:19-20).

 

El Presidente fundador de las instituciones gnósticas, explica en su libro: “El Matrimonio Perfecto”, que: La Última Cena es una ceremonia mágica de inmenso poder. Algo muy similar a la arcaica ceremonia de la Hermandad de la Sangre. La tradición de esta hermandad dice que si dos o más personas mezclan su sangre entre una copa y luego beben de ella, quedan hermanados eternamente por la sangre. Los vehículos astrales de estas personas se asocian entonces íntimamente para toda la eternidad. El pueblo hebreo atribuye a la sangre características de un tipo muy especial. La Última Cena fue una ceremonia de sangre. Los apóstoles trajeron cada uno entre su copa, gotas de su propia sangre, y vaciaron estas gotas entre el cáliz del Cristo Jesús. En ese cáliz el Adorable había echado también su sangre real. Así, entre el Santo Graal, se mezcló la sangre del Cristo Jesús con la sangre de sus discípulos.

Cuenta la tradición, que Jesús también les dio a comer a sus discípulos, partículas infinitesimales de su propia carne. “Y tomando el pan, habiendo dado gracias, lo partió, y les dio diciendo: “este es Mi Cuerpo, que por vosotros es dado: haced esto en memoria de Mí”. “Así mismo también el vaso, después que hubo cenado diciendo: este paso es el nuevo pacto en mi Sangre, que por vosotros se derrama”. Así se firmó el pacto. Todo pacto se firma con sangre. El Astral del Cristo Jesús quedó asociado, unido a sus discípulos y a toda la humanidad, por el pacto de sangre. El Adorable es el Salvador del mundo. Esta ceremonia de sangre es tan antigua como el infinito. Todos los grandes Avataras la han verificado desde los antiguos tiempos. El Gran Señor de la Atlántida también realizó la Última Cena con sus discípulos.

Esta ceremonia de sangre no fue improvisada por el Divino Maestro. Esta es una ceremonia arcaica antiquísima, la ceremonia de sangre de los grandes Avataras. Toda Unción Gnóstica, sea cual quiera el culto o creencia, secta o religión, está asociada, unida íntimamente a la Última Cena del Adorable, por el pacto de sangre. La Santa Iglesia Gnóstica Cristiana Primitiva, a la cual nosotros tenemos la dicha de pertenecer, conserva en secreto los rituales primitivos que usaron los apóstoles. Estos fueron los rituales de los cristianos que se reunieron en las catacumbas de Roma durante la época del Cesar Nerón. Estos son los rituales de los esenios, casta humilde de grandes Iniciados entre los que se contaba el Cristo Jesús. Estos son los rituales primitivos de los antiguos cristianos.

El lavatorio de pies y las palabras gnósticas del adorable

Las Sagradas Escrituras narran que

después de la Santa Cena, el Señor procedió al lavatorio de pies. El Avatar de la Era de Acuario, Samael Aun Weor, en su obra: «Los Misterios Mayores«, explica que: el lavatorio pertenece al chacra prostático (la Iglesia de Esmirna), nadie podrá llegar al monte de la Transfiguración, sin haber pasado por el lavatorio. En las líneas de los pies están escritas nuestras pasadas reencarnaciones. El Cristo nos lava los pies con las aguas seminales. El chacra prostático ejerce control sobre las vesículas seminales; El lavatorio simboliza lavar, desintegrar las maldades y lacras del pasado, con él quedamos limpios y puros.

El lavatorio de pies -Tintoretto
El lavatorio de pies -Tintoretto

En la Última cena, el Señor deja también testimonio de la necesidad de la Gnosis, del conocimiento de sí, para alcanzar la salvación: “si me conocieran, también a mi Padre conocerían; y desde ahora le conocen y le han visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre y nos basta. Jesús le dijo: ¿tanto tiempo hace que estoy con ustedes, y no me han conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” (Jn. 14:7-9).

“El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni lo conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes está en ustedes”. (Jn. 14:17). “En aquel día ustedes conocerán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes”. (Jn. 14:20). “Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levántense, vamos de aquí”. (Jn.14:31). “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste”. (Jn. 17:25).

El papel de los apóstoles

En la cena, el Divino Redentor del mundo, da las últimas instrucciones a sus discípulos. Conforme a los papeles que cada quien debe representar en el Drama Cósmico ordena a Pedro que lo niegue tres veces, antes de que el gallo cante dos veces. “De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces”. (Mr. 14: 30). También en la cena ordena a Judas que vaya a ultimar detalles para entregarlo. Acción que ocurrirá posteriormente en el huerto de Getsemaní. “Entonces Jesús le dijo: lo que vas a hacer, hazlo más pronto”. La Divina Gnosis de todos los tiempos, enseña que Judas Iscariote no fue un traidor, sino que simplemente cumplió órdenes precisas de su Maestro.

Ya en el Monte de los Olivos, el divino redentor del mundo nos lega su maravillosa oración para aprender a aceptar lo inevitable: “Padre mío, si es posible pasa de mi este cáliz, mas no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

Jesús ora en el monte
Jesús ora en el monte

Después de este pasaje, viene una nueva enseñanza relacionada con el despertar, al encontrar a sus discípulos con la conciencia dormida. “Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velen y oren, para que no entren en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas cosas. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían que responder”.

Es claro que aquellos que pertenecen a los tipos 1, 2 y 3 de cristianos, creen que los discípulos se acostaron a dormir, buscaron quizá un leño, una roca para reposar sus cabezas. Pero no: estaban con el cuerpo físico despierto, quizá charlando, pero con la conciencia dormida, como todos los habitantes del reino en el cuento de la Bella Durmiente del Bosque. Y Jesús, un hombre despierto, ve, como el príncipe del cuento que todos están durmiendo.

Los ojos cargados de sueño, se observan en los dormidos, cuya mirada parece la de autómatas, de zombis; cuya mente está en cualquier lugar, menos dentro del cuerpo de los dormidos, quienes se encuentran mentalmente en el pasado o en el futuro, menos en el presente. Comparen la mirada de cualquier adulto, con la mirada de un niño de menos de dos años, con la mirada de un animal al acecho: un perro o un gato por ejemplo. Y comprenderá el profundo significado de los ojos cargados de sueño.

Cristo en el monte de los olivos -Mantegna
Cristo en el monte de los olivos -Mantegna

El arresto de Jesús

“Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos”. (Mrc. 14:43). Al momento de la captura del Señor, intervienen sacerdotes, escribas y ancianos.

El esoterismo gnóstico explica que los sacerdotes de las religiones de los hombres número 1, 2 y 3 no creen en el Cristo íntimo, no le comprenden, ni lo aceptan. Por lo tanto lo rechazan y condenan. Los escribas, son los bribones del intelecto, que no llevan a la práctica sus teorías y por lo tanto no comprenden y no son capaces de encontrar la verdad que los haría libres. Los ancianos, la gente con experiencia, tampoco es capaz de comprender el mensaje revolucionario del Cristo íntimo y no están dispuestos a sacudirse de sus viejas creencias y de sus prejuicios.

El beso de Judas -Luca Giordano
El beso de Judas -Luca Giordano

Cerramos esta entrada comentando un pasaje singular que se narra en el Evangelio de Juan. Ahí se narra que al momento de preguntar por él para prenderle, en Jesús se manifestó su Real Ser Interior Profundo, muy grande, poderoso e incomprensible para sus captores. “Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron en tierra”.

Siete tipos de cristianos

Introducción

Al conversar con diferentes personas creyentes de una o de otra forma religiosa del Cristianismo, el observador imparcial, descubre que sus concepciones religiosas son distintas, incluso entre miembros de una misma religión. Estas formas diferentes de concebir la propia religión, resultan difíciles de explicar por los medios usuales.

La Psicología Gnóstica explica que hay una tipología esotérica para clasificar, de acuerdo a su desarrollo espiritual, conforme al desarrollo del Ser a todos los seres humanos. Según esta tipología, toda la humanidad puede clasificarse en siete categorías. Los primeros tres tipos de seres humanos, integran a lo que en los estudios gnósticos, se denomina como: la humanidad mecánica. Son personas en las que predomina el trabajo de una de los tres cerebros: intelectual, emocional o instintivo motor.

El cuarto tipo de persona corresponde al ser humano equilibrado, aquel en el que ya no prevalece el trabajo de una de las funciones psicofisiológicas. Es el hombre despierto y en el que los diferentes centros de la máquina humana, funcionan en forma armoniosa.

Los tipos superiores de persona, son seres humanos con alto desarrollo espiritual. No nacen, se hacen. Surgen de profundas revoluciones íntimas, de enormes super esfuerzos intencionales y padecimientos voluntarios.

Profundizando aún más lo que estamos explicando en relación con las diferentes formas de concebir la religión, algunas personas tienen una percepción muy elemental o primitiva de la religiosidad, mientras otras tienen concepciones más desarrolladas. Y estas diferencias, se explican en la tipología esotérica ya descrita.

En este sentido, Piotr Demiánovich Ouspenski, explica en su obra: “El cuatro camino”, lo siguiente: “de inmediato verán que si hay siete categorías del hombre, debe haber, correspondientemente, siete categorías de todo lo que pertenece al hombre. No sabemos acerca del hombre No. 5, No. 6 y No. 7, pero sabemos la diferencia entre el hombre No. 1, No. 2 y No. 3, y de ese modo podemos entender fácilmente que la religión del hombre No. 1, como quiera se llame, será una religión primitiva, simplificada en todo sentido. La religión del hombre No. 2 será sentimental, emocional, llena de ilusiones e imaginación. Y la religión del hombre No. 3 estará compuesta de teorías, palabras y definiciones para todo. Estas son las únicas clases de religiones que conocemos, aunque si existen hombres de niveles superiores, deberá haber también una religión del hombre No. 5, una religión del hombre No. 6 y una religión del hombre No. 7.

En forma similar, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, Samael Aun weor, en el Supremo Gran Manifiesto Universal del Movimiento Gnóstico, 1964, explica también las características de los siete tipos de cristianos. Afirma el V.M. que el hombre instintivo y brutal se contenta con ver las ceremonias religiosas pero sin entenderlas en lo más mínimo. El emotivo y sentimental tan pronto está llorando ante los santos de su devoción, como tan pronto levanta hogueras inquisitoriales para los que ellos califican de herejes.

El intelectual quiere interpretar las sagradas escrituras solo desde el punto de vista intelectual, sin intelección iluminada, ni mucho menos intuición. En cambio, el inquieto buscador, es el que comienza a buscar más a fondo la verdad.

Más allá de este tipo de cristianos, están los auténticos cristianos, con muy graves errores pero cristiano. Los cristianos perfectos y los cristianos absolutamente perfectos.

Un serio estudio del tema, fue desarrollado por Franklin Ugas (FUGAS), de Venezuela y que consideramos oportuno transcribirlo a continuación a nuestros lectores, ya que es difícil encontrarlo en la red.

Los siete tipos de cristianos

Según la historia han transcurrido 2011 años desde el acontecimiento de las calles de Jerusalén y el Gólgota, y aún no hemos comprendido qué significa ser un verdadero cristiano.

Ante todo es necesario entender que cristiano no es un hombre que se dice “cristiano”, o que otros llaman “cristiano”. Cristiano es un individuo que vive de acuerdo a los preceptos del Cristo Cósmico. Tal como internamente somos, dominados como estamos por el “Yo” de la Psicología Experimental, resulta algo más que imposible hacer carne, sangre y vida la doctrina científico-religiosa que fuera divulgada por Jeshuá Ben Pandirá en las calzadas de Jerusalén o por nuestro señor Quetzalcoatl entre los nahuas del México antiguo, o por el bendito señor Krishna, el Cristo hindú.

Podemos decir, sin temor a caer en exageraciones, que tenemos un 97% de anti-cristianos y
apenas un 3%, o menos de cristianos
. Esto significa que el Anticristo vive en el fondo de cada uno de nosotros y que se expresa en forma múltiple. Muchos sin embargo suponen que el Anticristo es un personaje extraño, nacido en tal o cual lugar de la Tierra o venido de este o aquel país. Quienes así piensan están completamente equivocados, porque el Anticristo no es un sujeto definido sino todos los sujetos o personas. Secuencialmente, el Anticristo (el “inicuo” del que nos hablara Pablo de Tarso) es un crudo realismo de los tiempos azarosos en que vivimos.

Por ejemplo, Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos”, pero ¿cómo amar a nuestros enemigos si ni siquiera sabemos amar a nuestros amigos? La auto-suficiencia del Anticristo que en nuestro interior cargamos, así como su orgullo, su soberbia y su amor propio, impiden la manifestación de eso que se llama “amor”, base fundamental del auténtico y legítimo Cristianismo.

Realmente ser cristiano es algo muy difícil. Ser cristiano significa tener el ser de un cristiano, es decir, tener alma y espíritu, poseer el Real Ser Interior Profundo. Sólo quien tiene al Real Ser encarnado, puede realmente vivir conforme los preceptos del Cristo Cósmico.

El Anticristo no puede vivir jamás de acuerdo con tales preceptos, el yo es el yo y eso es todo.

Dado que en el esoterismo se estudian siete clases de hombres, sobre esa base septenaria de la humanidad podemos clasificar siete escalas del Cristianismo:

1ª escala: La del hombre instintivo y brutal (superficial, externo). Este se contenta con ver las ceremonias religiosas pero sin entenderlas en lo más mínimo.

2ª. La del emotivo y sentimental. Estos tan pronto están llorando ante los santos de su devoción, como tan pronto levantan hogueras inquisitoriales para los que ellos califican de herejes; las guerras religiosas son siempre provocadas por esta clase de hombres.

3ª. La del intelectual. Estos como religiosos quieren interpretar las Sagradas Escrituras sólo desde el punto de vista intelectual, sin intelección iluminada, ni mucho menos intuición. Abundan mucho entre protestantes, adventistas, anglicanos, testigos de Jehová, católicos, etc.

4ª. La del inquieto buscador. Esta clase la encontramos entre las escuelas teosofistas, rosacrucistas, yoguismo, etc. Son los que comienzan a buscar más a fondo la verdad.

5ª. La del que ya fabricó alma y espíritu, este ya es un cristiano, con muy graves errores pero cristiano.

6ª: Los cristianos perfectos. Hombres auto-realizados que sufren mucho para eliminar los residuos del Ego o yo pluralizado.
7ª: Cristianos absolutamente perfectos. Cristianos sin residuos del yo. Grandes maestros totalmente auto-realizados.

Afortunadamente, aunque el programa que nos ha introducido en nuestra mente el Anticristo se resista con estas declaraciones gnósticas, la vida universal no es como él la plantea. Existe otra ciencia, otra sabiduría que desde tiempos inmemoriales está plasmada en los símbolos, en los textos sagrados, en las tradiciones más antiguas, etc., etc., y que ahora el Gnosticismo contemporáneo y su Avatara Samael Aun Weor, ponen al alcance de todos aquéllos que quieran convertirse en verdaderos Cristianos.

(Franklin Ugas –FUGAS- /Venezuela)

Dios Madre, el Eterno Femenino

Dios Madre, el Eterno Femenino y su relación con el Jeshua particular

Cuando se celebran acontecimientos tradicionales como el Día de los Muertos, La Navidad o la Semana Santa, normalmente no se le da importancia a un aspecto de nuestro propio Ser y del contenido simbólico de tales sucesos. Sin desconocer la importancia del acontecimiento natal, en el Solsticio de Invierno, y el esoterismo que refleja en su simbolismo, queremos ahora, en este artículo, tratar sobre ese aspecto que, normalmente, pasa desapercibido para la mayoría, sean estos conocedores o profanos.

Cuando llega el 21 de diciembre, en el Solsticio de Invierno, justamente es el momento en que la constelación de Virgo se levanta por el horizonte, y esto es profundamente significativo… Virgo es la Virgen Celestial. Virgo representa a todas las vírgenes madres del mundo: María, la Madre de Jesús, tiene los mismos atributos que Isis, Juno, Deméter, Ceres, Vesta, Maya, Adonía, Insoberta, Rea, Cibeles, Tonantzin, Coatlicue, Hoa -Se, Chimalman, etc, etc., etc.

Todo Gran Maestro es hijo de una Virgen Inmaculada. Si estudiamos las religiones comparadas, descubriremos por doquiera inmaculadas concepciones, vírgenes antes del parto, en el parto y después del parto. Las escrituras religiosas dicen que Buda, Júpiter, Zeus, Apolo, Quetzalcoatl, Fu-Ji, Lao T‘se, Huitzilopochtli, etc., etc., fueron hijos de vírgenes.

Tenemos por ejemplo, que los anales aztecas dicen que Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, cuando estaba barriendo el Templo, se encontró una bola de plumas y la colocó en su seno, e inmediatamente quedó encinta…

Igualmente Chimalman, la madre de Quetzalcoatl, caminaba con dos de sus hermanas y se le apareció un enviado del Cielo y le dijo que quedaría gestando a Ce Acatl Topiltzin Quet-zalcóatl, sin varón alguno. (¡Qué semejanza con la anunciación del Ángel Gabriel a María!). En China se cuenta, que al caminar por las orillas de un río, Hoa-Se pisó la huella del Grande Hombre, y quedando cubierta de un maravilloso resplandor, sus entrañas comenzaron a concebir al Cristo Chino Fu-Ji.

En este último caso, hay unos datos que resultan curiosos y evidentemente esotéricos, ya que la Virgen Hoa-Se, dio a luz el 4º día (los 4 elementos de la Naturaleza), de la 10ª luna (los misterios de I-O, del Limgan-Yoni), después de 12 años (el Zodíaco, los 12 trabajos de Hércules o 12 peldaños de la Alquimia). Todas estas concepciones por obra y gracia del Espíritu Santo nos deben hacer reflexionar…

El Espíritu Santo o Tercer Logos, en forma de blanca paloma hace fecundo el vientre de toda Virgen, en lo macrocósmico, como Madre Naturaleza o en lo microcósmico como la Virgen Madre del Cristo Intimo particular individual. La Paloma es un símbolo fálico, recordemos que Peristera (la ninfa del cortejo de Venus) es transformada en paloma por el amor.

El fuego del amor, el fuego sexual del Tercer Logos es conocido en el indostán con el nombre de Kundalini, y éste debe subir en forma de fuego serpentino por el canal anular medular de la columna vertebral, para hacer fecundo el vientre de nuestra Divina Madre. Solo así viene la Inmaculada Concepción y la Iniciación Venusta (Nacimiento Segundo), que no es otra cosa que el nacimiento de la Fuerza Cristo en el corazón del ser humano, que celebra su Navidad Interior.

La Inmaculada Concepción, la Navidad, la Semana Santa, etc, son acontecimientos cósmicos, solares, que deben celebrarse en cada uno de nosotros. Se sabe pues, que sólo con el Tantrismo es posible hacer subir el fuego sexual del Tercer Logos o Kundalini, por nuestro canal medular, y que este último no ascendería jamás por la columna vertebral de los fornicarios, adúlteros, iracundos, soberbios, ladrones, usureros, mentirosos, etc.

Es por eso, que en las tradiciones eternas que encierran los misterios del Cosmos, vemos que previo al acontecimiento de Beth Lehem, (Torre de Fuego) previo a la Iniciación Venusta, es decir, al nacimiento del Niño-Sol, el Cristo, en el interior del Iniciado, viene la celebración del Día de los Muertos, para terminar, finalmente, en Semana Santa con su muerte y resurrección. Así es, si no se está “bien muerto”, no es posible que el Kundalini ascienda por el canal central de la columna vertebral.

Estar “bien muerto”, quiere decir, que hemos eliminado el Ego, el Yo, el mí mismo, etc, que hemos disuelto todos esos agregados psíquicos que personifican nuestros errores: Ira, Codicia, Lujuria, Orgullo, Envidia, Gula, Pereza, etc., etc. Por eso vemos también que en muchas culturas se simboliza a nuestra Divina Madre Kundalini con rostro de calavera o acompañada de un cráneo, para simbolizar esa muerte psicológica.

Entre los aztecas es Coatlicue, la del rostro cubierto con la máscara de la calavera y con faldellín de serpientes. En las iglesias góticas, vemos a veces a la Virgen acompañada de un mudo cráneo. Ella es la misma Hékate o Proserpina, reina de los infiernos y de la muerte. En la Psicología Gnóstica y Revolucionaria, se dice que necesitamos un poder superior a la mente para poder eliminar el Ego, y que afortunadamente más allá del cuerpo, los afectos, y de la mente, subyace ese poder: la Divina Madre Kundalini que tiene el poder de reducir a cenizas a cualquier agregado psíquico inhumano.

Como vemos, se necesita de la Virgen Madre, de Dios Madre dentro de nosotros si queremos que el Cristo nazca en nuestro corazón, ella es muerte, concepción y nacimiento. Si quieres volver al Padre que está en secreto, debéis regresar primero al seno de vuestra Divina Madre Kundalini.
Necesitáis levantar por el canal medular la Serpiente de Vida: eso es Alquimia. Os habéis olvidado de vuestra Divina Madre Kundalini. Necesitáis adorar a la Divina y Bendita Diosa Madre Cósmica, ella es la Virgen de todos los cultos religiosos. Si vosotros queréis el retorno de vuestra Divina Madre, necesitáis trabajar con la Piedra Filosofal (el Sexo), y morir en sí mismos, aquí y ahora
, nos dice el V.M. Samael.

Por eso vemos que los acontecimientos cósmicos, solares y las tradiciones de los Misterios nos señalan el camino: ¡Solvet (disolver, desintegrar, morir) et coagula! (Cristalizar, Renacer). Este es el oculto sentido de la celebración del Día de los Muertos, de la Navidad, de la Semana Santa. etc.

Para finalizar nada más os recordamos, querido lector,
que no olvidéis jamás a vuestra Virgen Interior, porque el hijo que se olvida de su madre, se extravía y cae en el error y todo error se paga caro; pero el hijo que se acuerda de su madre, ella le lleva de la mano por el camino recto que conduce a la liberación final; a ella siempre elevemos oración: ¡Oh adorable madre mía, tú que tienes al niño Horus en tus brazos, yo sin tí, en la hora de la muerte estaría perdido, por eso clamo a ti en nombre de los dioses del alto Cielo, para que siempre me des tu auxilio y sanes mi adolorido corazón!

Por César Owen/España

Semana Santa

la Semana Santa y su mensaje oculto

Introducción

Semana Santa es la época en la que tradicionalmente se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Sin embargo, detrás de este extraordinario acontecimiento se esconde un mensaje oculto y por ello es conveniente entender el profundo significado esotérico de la Semana Santa.

La Semana Santa o semana mayor, la más santa de las semanas, puede estudiarse desde diferentes puntos de vista. Puede verse desde el punto de vista histórico, desde una perspectiva astronómica, a la luz de la religión comparada y con un enfoque íntimo trascendental.

Desde el punto de vista histórico nos recuerda la pasión del gran iniciado Jesús o Jeshuá Ben Pandirá. De acuerdo con los estudios gnósticos, no todos lo versículos bíblicos se refieren a la vida privada de Jesús. Muchos aspectos de su vida privada, su preparación, sus estudios, su iniciación se encuentran ocultos. Otros aspectos de su obra y enseñanza extraordinaria, no aparecen en ninguno de los cuatro evangelios, pero afortunadamente sobrevivieron de generación en generación por la tradición oral y se hallan contenidos en los evangelios apócrifos. Gran parte de su enseñanza esotérica permaneció escondida durante siglos, pero a partir del siglo XIX, las arenas del desierto y la divinidad han ido devolviéndola en la forma de los códices gnósticos en los que se halla la Pistis Sofía, los evangelios gnósticos y muchos otros textos de invaluable valor histórico, arqueológico y esotérico.

Ejemplos de pasajes no registrados en la Biblia y relacionados con la tradición de Semana Santa son: el manto de la Verónica, los nombres de los dos ladrones crucificados junto a Jesús y el nombre del centurión romano que atravesó el costado del señor.

El manto de la Verónica -El Greco
El manto de la Verónica -El Greco

Si bien es cierto, conocer la vida privada de Jeshuá Ben Pandirá, resulta interesante y atrae el interés de muchos investigadores y buena parte de la humanidad, resulta mucho más interesante entender el Drama Cósmico oculto detrás de la Semana Santa. Es indudable el fundamento astronómico de esta época sagrada. Solo así se entiende la pregunta: ¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?

Semana Santa, la tradición del Equinocción de Primavera, no es un acontecimientos ocurrido solamente en Tierra Santa. Es una fiesta antiquísima celebrada por todos los pueblos antiguos. Y es que el fundamento astronómico de la Semana Santa solo se entiende en relación con la Navidado nacimiento del niño dios de Belén. Detrás de Navidad y Semana Santa, hay un Mito solar extraordinario, motivo de estudio y celebración por todos los pueblos antiguos.

En los equinoccios hay 12 horas de día y 12 horas de noche
En los equinoccios hay 12 horas de día y 12 horas de noche

Los grandes dioses solares de todas las antiguas civilizaciones tienen una equiparación extraordinaria con Jesucristo y el mensaje esotérico que envía esta fiesta solar es el mismo para la conciencia humana.

El significado oculto de Semana Santa

La más santa de las semanas, registra formidables acontecimientos que todo iniciado debe efectuar si quiere alcanzar la perfección, la inmortalidad o la Auto Realización Íntima del Ser. A una escala intermedia, señala el camino a seguir por los iniciados que quieren alcanzar la santidad, la maestría o la salvación. Al nivel de la humanidad, proporciona múltiples símbolos que interpretados adecuadamente explica las causas por las cuales el animal intelectual se encuentra tan lejos de Dios y cuál es el método para regresar a él.

Dada la honda significación de la Semana Santa para todos los pueblos y no solo para el Cristianismo, resulta muy lamentable que algunos guías espirituales recomienden a sus discípulos no conmemorar esta fiesta sagrada y sostengan que carece de valor espiritual por el simple argumento de tener orígenes paganos. La verdadera Semana Santa es para vivirla internamente por un auténtico cristiano.

Para entender el profundo mensaje oculto escondido en los versículos bíblicos hay que acudir entre otros recursos, a la ley sagrada del Heptaparaparshinock o Ley de Siete, a la Alquimia, a la Cábala, a la Anatomía Oculta y a la Psicología Gnóstica.

La Ley de Siete principios, es la Ley de Orden que se explica mediante la escala musical. Reminiscencias de la ley de Octava, son los Siete días de la Creación, los siete días de la semana y los siete planetas de los antiguos. La ley de Siete explica el porqué de los siete niveles de energía en el átomo y la Tabla Periódica en la Química.

Entrada de Jesús en Jerusalén -Giotto
Entrada de Jesús en Jerusalén -Giotto

De acuerdo con la Ley de Siete, los días de la Semana Santa desde Domingo de Ramos, hasta Sábado de Gloria, se relaciona con los siete días de la Creación y con los siete planetas que se ven a simple vista (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno). Los siete días de la Semana Santa ya indicados forman una escala musical completa. Domingo de Pascua corresponde a la nota Do de una escala superior. Los ocho días de esta sublime fiesta se corresponden con el Santo ocho, el signo del infinito y el número de Job.

En cada día de Semana Santa ocurren acontecimientos extraordinarios: la entrada triunfal en Jerusalén, los mercaderes del templo, la cena en Bethania y la maldición de la higuera estéril. Los dos días siguientes, son cruciales: Jueves Santo y Viernes Santo. En cada uno de estos días ocurren muchos acontecimientos que ameritan dedicación especial. Luego viene el día del reposo y la Resurrección.

La última cena -Leonardo da Vinci
La última cena -Leonardo da Vinci

La Gnosis enseña que todos los acontecimientos ocurridos durante esos ocho días, no son de ayer, de un remoto pasado y no deben verse en el ambiente de Tierra Santa. Al estudiar la Semana Santa desde la óptica del Drama Cósmico, se explica que cada uno de los personajes de tal drama se encuentran en la psiquis de cada individuo humano.

Cuando en los evangelios se leen los milagros y prodigios de Jesús, hay que entender que esos milagros los debe realizar el Cristo íntimo, el salvador individual de cada persona. Cuando Jesús cura la ceguera, lo hace para que podamos ver el camino hacia él, cuando cura sordos, es para escuchar su palabra, sus mensajes que vienen de las partes superiores de sí mismos, cuando cura paralíticos, es para aprender a caminar en su búsqueda. ¿Y cuando cura la lepra? Esa lepra es el Ego, viva personifación de los errores humanos. El ego o yo de la Psicología Gnóstica es el que tiene atrapada, encarcelada a la Esencia maravillosa a la que el Cristo viene a salvar.

Simbolismo esotérico

En Domingo de Ramos, el señor entra en la Jerusalén Celestial montado en un pollino o crío de un burro o asno. Jerusalén, la ciudad santa de las doce puertas, es nuestro propio cuerpo. Cristo debe entrar en nuestra ciudad interior, montado en el burro que representa a la mente. La mente debe aprender a obedecer al señor y aceptar que es su guía.

Cristo expulsando a los mercaderes del templo -El Greco
Cristo expulsando a los mercaderes del templo -El Greco

Los mercaderes del templo, son los elementos indeseables de nuestra conducta que cambian al oro, al Cristo Sol por la plata, por el dinero, por la Luna, son los que comercian con palomas, con el Espíritu Santo, señor y dador de vida. Hay que aprender a empuñar el látigo de la voluntad para expulsar a los mercaderes de nuestro templo corazón.

La Cena en Bethania relata un antiguo ritual que simboliza matrimonio en castidad indispensable para realizar la Gran Obra de la Alquimia. Por ello, el primer milagro del Salvador, es la transmutación del ens seminis, de las aguas de la vida en vino de luz del alquimista en las bodas de Caná.

La higuera está relacionada con las fuerzas sexuales, con el ens seminis, indispensable para lograr el Nacimiento Segundo del que habló Jesús a Nicodemo en el capítulo 3 del Evangelio de Juan. Eso del árbol que no da fruto está más allá de la interpretación literal y se relaciona con los místicos que no realizan transformaciones íntimas profundas y que no trabajan en la conservación de su energía, ni en la transmutación alquímica.

En Jueves Santo se realiza la Última Cena. El Kalki Avatara de la Era de Acuario, Samael Aun Weor explica en el capítulo titulado: Dos Rituales de su libro: «El Matrimonio Perfecto«, que la Última Cena es una ceremonia mágica de inmenso poder y que a diferencia de lo que se especula con el Santo Graal, “La Última cena fue una ceremonia de sangre. Los apóstoles trajeron cada uno entre su copa, gotas de su propia sangre, y vaciaron estas gotas entre el Cáliz del Cristo Jesús. En ese Cáliz el Adorable había echado también su sangre real. Así, entre el Santo Graal, se mezcló la sangre del Cristo Jesús con la sangre de sus discípulos.

Según las tradiciones gnósticas el Cáliz sagrado de nuestro señor Jesucristo existe, fue el mismo que recibió Abraham de manos de Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo (Gn 14: 17 – 20) y que con el tiempo pasó también a las manos de Moisés y de Salomón. El Gnosticismo Universal enseña que entre quienes intuyeron el destino final de la Santa Reliquia se encuentra Ricardo Wagner y lo devela en su majestuosa ópera: Parsifal.

Conforme al Drama Cósmico, en Jueves Santo el Redentor del mundo da las últimas instrucciones a sus discípulos y en el Nuevo Testamento están registradas las que da a Pedro y a Judas Iscariote. Esa noche ocurre también la oración en el huerto de Getsemaní y el formidable llamado al despertar de la Conciencia al encontrar a sus discípulos durmiendo, es decir, con la conciencia dormida (Mt 26: 38 – 44).

Viernes Santo se encuentra lleno de elementos simbólicos escondidos en las 14 estaciones del Viacrucis y las siete palabras. Judas, Pilatos y Caifás, representan el mismo papel que los tres traidores que asesinaron a Hiram Abif en las tradiciones masonas, de Hiram Abif se habla en el primer libro de Reyes.

La Piedad -Miguel Ángel
La Piedad -Miguel Ángel

Judas representa al demonio del deseo, Pilatos al demonio de la mente, que siempre se lava las manos y Caifás al demonio de la mala voluntad. Las multitudes que gritan. Crucifícale, no son de ayer, de un remoto pasado, ni quedaron en Jerusalén. Esas multitudes se encuentran en la psiquis humana y constituyen el yo pluralizado de la Psicología Gnóstica.

Según las tradiciones, Jesús muere a los 33 años, en clara alusión a las 33 vértebras de la columna vertebral por donde asciende victoriosa la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes: el Kundalini. Es crucificado en el monte de la Calavera, adonde debe ascender Kundalini. En lo alto de la cruz fue escrita su causa con las siglas: INRI.

A diferencia de lo que creen muchos, la cruz no es un símbolo de martirio, sino de creación y nacimiento. Detrás de los palos de la cruz, lo mismo que en el cáliz y la lanza de Longinos, se esconde un simbolismo sexual, pero de sexualidad espiritual trascendente. Por eso las multitudes le gritan que se baje de la cruz incitando al iniciado a que se salga de la Senda del filo de la navaja. INRI en Alquimia significa: Ignis Natura Renovatur Integram, el Fuego renueva incesantemente la Naturaleza.

Las siete palabras o siete frases que pronuncia el señor en la cruz también son profundamente significativas y se relacionan con el septenario sagrado de teósofos y yoguis, con siete principios anímicos y espirituales que el iniciado debe construir o realizar. Una de ellas, enigmática por siglos es la famosa frase maya: Helí, Helí, Lamá Zabaktani y que significa: “Ahora hundirme en la prealba de tu presencia”.

María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano
María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano

La Gran Obra alquimista culmina con la muerte y resurrección del Hierofante. La Gnosis enseña que el Cristo Jesús realmente resucitó y aún conserva el mismo cuerpo físico que usó en Tierra Santa.

¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?

El Drama Cósmico y la Mecánica celeste

La Semana Santa es profundamente significativa. Recuerden los SIETE y los TRES PASOS de la Masonería: El Cristo debe arder, primero que todo, en nuestro cuerpo humano; más tarde la llama debe depositarse en el fondo del Alma y por último en el fondo del Espíritu.

Incuestionablemente, la Semana Santa tiene raíces esotéricas muy hondas, porque el Iniciado debe trabajar sobre las fuerzas lunares y sobre las fuerzas de Mercurio, y con las fuerzas de Venus y del Sol, y de Marte, de Júpiter y Saturno. El Drama Cósmico se desenvuelve en siete regiones y de acuerdo a los siete planetas del Sistema Solar. (Samael Aun Weor Conferencia: “El Cristo Cósmico y la Semana Santa”).

Formando parte de una mesa redonda sobre Astrología, en el programa “Controversial” de WAPA televisión, en la “Isla del Encanto” (Puerto Rico), una persona del público hizo una imprecación a una astróloga que nos acompañaba, y en general a todo el panel de invitados, afirmando que todo lo que ella había dicho sobre los signos del Zodíaco, el Horóscopo, etc., eran cosas diabólicas y de hechicería o de brujería y, que todo eso era condenado por la Biblia.

Sin inmutarse, y con una esbozada sonrisa en los labios, la astróloga, de manera socrática, preguntó al joven que hacia tan desafortunada afirmación: – ¿Sabes tú por qué la Semana Santa se celebra en fechas diferentes?…

Un frío silencio cayó sobre el plató, y especialmente sobre el interpelado que no atinaba a responder, y tan sólo un balbuceante “no lo se” salió de sus labios…

La astróloga, entonces, le dijo: Yo te lo voy a decir: se debe a un problema de Mecánica celeste. Tiene que ver con la entrada de la Primavera y su primer plenilunio, y las únicas cosas diabólicas, brujescas y fanáticas, son las que realizan quienes te han metido esas ideas tontas en la cabeza, de que quienes nos dedicamos a estudiar los movimientos de los astros y sus influencias, seamos diablos o hechiceros; siendo la Iglesia la primera en basarse, para calcular la celebración de la Semana Santa en la Mecánica Celeste, el Calendario Lunar y la entrada de la Primavera. Bueno, al fin cada uno dio su opinión y por supuesto se formó la polémica…

Ciertamente, si la Navidad se celebra cada año el 25 de diciembre, el Día de Reyes el 6 de enero, el Día de todos los Santos el 1 de noviembre, ¿por qué la Semana Santa es una fecha movible?

La respuesta a esta pregunta ya la dio en parte la astróloga de nuestra anécdota: La Semana Santa se celebra durante el primer plenilunio de Primavera…

De acuerdo a la Mecánica celeste esto es así: La entrada de la Primavera esta definida por la fecha del 21 de marzo (Equinoccio de Primavera, en el día en que la noche es igual al período diurno). Y de acuerdo a la misma mecánica, al cabo del año, se cuentan casi 13 lunaciones, que no se podrán repetir por estar dividido el año en 12 meses. Así que, siguiendo el Calendario Lunar, observamos que la luna llena de marzo puede darse poco antes del 21, entonces la Semana Santa será a mediados o finales de abril; si cayese a primeros de marzo, será el siguiente plenilunio, es decir a primeros de abril o incluso a finales del mismo marzo, como ocurre en 2010.

Pensemos ahora en el por qué cuando se acordó todo esto en el Concilio de Nicea (325 d. J.), aparentemente, se convierte una cuestión puramente astronómica, es decir relacionada con el viaje estelar de la Tierra dentro de su órbita, en una cuestión religiosa, fijándose el Domingo de Pascua como el domingo siguiente, después de la primera luna llena de Primavera.

A este respecto, ya hemos dicho en pasados artículos relacionados con este tema, en el de Semana Santa, la tradición del Equinoccio de Primavera y en el de la Navidad, que gracias a que el Cristianismo floreciente revestía los principios religiosos vivientes del Paganismo decadente, justamente para que estos principios no se perdiesen, las fiestas que se celebraban desde la antigüedad en conmemoración, de los acontecimientos solares y celestes o terrestres, y a la vez también del Mito Solar y el Drama Crístico, del Niño Sol, representado en los mismos movimientos estelares, continuaron siendo festejados en la nueva religión. No tan sólo, como a veces se piensa, como simple estrategia para ganar adeptos, sino para que a través de la tradición se conservase la sabiduría oculta.

Ni en el presente, ni en el pasado, han sido estas fechas escogidas al azar, o hechos casuales y aislados, antes por el contrario, son la más profunda estructuración y relación entre el hombre y el Cosmos, por lo que ellas, como la de la Natividad, los Reyes, y la misma Semana Santa, etc., vienen a constituirse como un acontecimiento cósmico, solar y humano a la vez.

Por otra parte, aunque la “Era cristiana” (nuestro calendario) no se propuso hasta el año 532, cuando Dionisio Exiguos estableció el nacimiento de Jesús de Nazareth el 25 de diciembre del año 753 de los romanos (para algunos 750). Este hecho no es casual. Primero porque Jesús el Gran Kabir, Como nos dice el V.M. Samael, no nació en diciembre sino en marzo (era pisciano) y porque como ya anotamos, las fiestas paganas relacionadas con el Solsticio de Invierno y el nacimiento del Niño Sol, se celebraban por esas fechas con grandes hogueras en la cumbres de las montañas.

De igual manera, la Semana Santa coincide con las fiestas celebradas desde la antigüedad en honor de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) y de la fertilidad que se realizaban en el Equinoccio de Primavera (21 de marzo). Es en esta cruz equinoccial donde la fuerza solar del astro que nos ilumina debe crucificarse, para que madure la fruta, para que fructifique el grano. Es en esta cruz de los elementos donde la fuerza del Logos Solar (el Cristo Intimo en nosotros) debe crucificarse, para que madure la simiente y fructifique el “Hijo del Hombre”, y reconquiste su antigua estirpe solar, celebrando así su Semana Santa interior.

Lo fijo del nacimiento del Cristo y lo variable de su muerte tienen, en esoterismo, un profundo significado.

Por César Owen/España

Semana Santa, la tradición del Equinoccio de Primavera

“La Semana Santa tenemos que vivirla dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, en la Gran Obra. Esta es la más Santa de todas las semanas, porque es la semana en la que tiene uno que vivir el Drama Cósmico”. Samael Aun Weor.

Los espectadores del drama, inconscientemente, pasaban a formar parte de la escena… Era su amigo, su bienhechor, su creador, su salvador… El padecía los tormentos por la salvación de ellos… ¡Todos sus pecados recaían sobre él y por sus latigazos ellos se salvaban! Abusaban de él y lo afligían y él no abría su boca. La majestad de su silencio (mientras los ministros de un Dios ofendido lo clavaban de manos y pies en el Monte Cáucaso), sólo podía ser comparada con la modestia con que él relataba, mientras colgaba con las manos extendidas en forma de cruz, sus servicios a la humanidad, que en pago le daba tan terrible crucifixión.

Estas palabras de T.W. Daone, tomadas en parte del original, nos hace recordar muchos detalles de la crucifixión de Jesús el gran Kabir, el Cristo. Sin embargo, se refieren a la muerte del héroe griego Prometeo, y si no hubiera sido escrita por Esquilo en su inmortal obra de teatro, 500 años antes de Jesucristo, podría considerase como una copia de las representaciones de la “Muerte y Pasión” que conocemos por la Historia Sagrada o por las películas que vemos en las fechas de Semana Santa en los cines del barrio o la televisión.

Otro “Salvador Crucificado” fue, en América, Bacab. Los sacerdotes españoles que llegaron al nuevo mundo se quedaron pasmados al hallar crucifijos entre los indios y en sus altares la cruz. Cuando se les inquirió por el origen de ellos (los crucifijos), dijeron que se trataba de Bacab, el hijo de Dios , quien había sido colocado en una viga de madera con los brazos abiertos y así había muerto. En los Códices Borgia y Vaticano, hay representaciones de Bacab con los brazos extendidos y con los pies y manos agujereadas.

Estudiosos de las religiones comparadas, han hallado más de 48 “historias” bastante semejantes a la de Jesucristo, referentes a personajes sagrados de la antigüedad, en su mayoría anteriores a Jesús de Nazareth. La Antropología Gnóstica nos enseña que si no cerramos los ojos ante los hechos, podemos afirmar que la vida de Jesús, tal como la conocemos hoy, es a la vez historia y símbolo, entremezclados para darnos una enseñanza: la del hombre fusionándose a la misma Divinidad; el Padre, a través del desarrollo de los siete grados de Poder de INRI, el Fuego o Fohat luminoso y purificador de la naturaleza mundana del ser humano, es decir, en palabras del propio Jesús: “Así como Moisés (un Iniciado) levantó la Serpiente (el Kundalini) sobre la Vara (la columna vertebral) en el desierto (la Vida), es necesario que el Hijo del Hombre (el Cristo Intimo) sea levantado”.

La Gnosis explica que esta Inteligencia Cósmica, esta Energía Divina, se manifiesta y es representada a través del Sol, nuestra fuente de luz y vida.

Conforme al Mito Solar, desde el Nacimiento de Jesús o Navidad, celebrado el 25 de diciembre (cerca del Solsticio de Invierno), cuando la Tierra está más lejos del Sol y este aparece al horizonte como “recién nacido”, hasta su muerte y pasión, conmemorada precisamente durante el Equinoccio de Primavera, cuando la Tierra está más cerca del Sol y este parece haber resucitado y estar en su esplendor; Así pues, la figura de “Nuestro Señor Jesucristo el Sol”, como rezaban los primeros Cristianos, está ligada al Astro Rey.

Los siete días de la Semana Santa son los mismos siete días del Génesis, porque los dos hacen referencia a la creación del Hijo del Hombre, El Cristo, en cada uno de nos.

De acuerdo con el Drama Cósmico, en las mismas fechas del Equinoccio de Primavera, se lloraba la muerte de Tammuz en Babilonia y Siria; de Adonis en Grecia y Siria y de Attis en Frigia (hoy Turquía), cuya efigie era “como un hombre clavado con cordero a sus pies”. En todos estos casos, al culto de la muerte sucedían inmediatamente los regocijos de la Resurrección.

También es interesante que el ayuno, la Cuaresma moderna, (que debe ser posterior a la muerte en el Equinoccio Primaveral) se encuentre en México, Egipto, Persia, Babilonia, Asiria, Asia Menor; y en algunos casos, definidamente por cuarenta días.

Como afirma la escritora Teosófica Annie Besant: “Estas tradiciones solares, siempre repetidas a través de los siglos, no pueden quedar inadvertidas para el hombre estudioso, aunque las ignore, como es natural, el simple devoto; y cuando se les emplea como arma para mutilar o destruir la majestuosa figura de Cristo, hay que hacerles frente, no para negar los hechos sino para comprender el significado mas profundo de las narraciones: las verdades espirituales que las leyendas expresan bajo su velo”.

El Kalki Avatara de la Era de Acuario afirma que: “Ante todo es necesario comprender a fondo lo que es realmente el Cristo Cósmico. Urge saber, en nombre de la verdad, que el Cristo no es algo meramente histórico”

“Cuando estudiamos a Quetzalcoatl, descubrimos en él, el mismo Drama Cósmico de Jeshuá Ben Pandirá, Jesús el Cristo. Quetzalcoatl, cargando la cruz a cuestas, nos recuerda precisamente, al martir del calvario”

Por: César Owen /España

Simbolos de Navidad

Belén
En uno de los evangelios apócrifos, el Protoevangelio de Santiago, se lee lo siguiente: Y habiendo llegado a tres leguas de Belén, José se volvió y vio que María estaba triste, y se dijo a sí mismo: “Tal vez lo que lleva en su vientre la hace sufrir” Y de nuevo José se volvió y vio que reía. Y le dijo: “María, ¿qué significa esto? Veo tu rostro tan pronto sonriente, tan pronto triste.” Y María dijo a José>: “Es que mis ojos contemplan dos pueblos, uno que llora y se aflige ruidosamente y, otro que se regocija y salta de alegría”. (Tomado de los evangelios de la Infancia de Cristo, textos presentados por Alexandre Micha, Editorial EDAF).
La Navidad, el nacimiento del niño Dios de Belén está rodeado de prodigios y símbolos extraordinarios. Conforme al Mito Solar, el nombre de la ciudad de Belén es profundamente simbólico. Bel, nos recuerda al dios Beleno o Belenus de la mitología celta adorado antiguamente en regiones de España, Francia, Irlanda y otras regiones de Europa. Belenus, significa brillante, resplandeciente y designa al dios de la luz, el fuego y el Sol. Algunas tradiciones afirman que los iberos denominaban al Sol con el nombre de Beleno.
Con las herramientas de la Antropología Gnóstica, Belén, también se asocia a la famosa Torre de Babel. El Presidente Fundador de las instituciones gnósticas, Samael Aun Weor, explica al respecto: “Bel es una raíz caldea que significa «Torre del Fuego». De manera que, propiamente dicho, «Belén» es «Torre de Fuego». ¿Quién podría ignorar que Bel es un término caldeo que corresponde, precisamente, a la Torre de Bel, la Torre del Fuego?. Así, pues, Belén es simbólico completamente”.
Explica además el Avatara en su conferencia:“El verdadero significado de la Navidad, que: El Sol físico no es más que un símbolo del Sol espiritual, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico. No, se le rendía culto al Sol espiritual, al Sol de la medianoche, al Cristo-Sol. Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la medianoche. Él es quien guía siempre al iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer. No se trata de la adoración a un Sol físico, no, sino a lo que oculta tras ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba al Logos Solar, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta (la variedad es unidad).

La mula y el buey
En Guatemala, tradicionalmente se adornan las representaciones del nacimiento de Cristo, los “nacimientos”, pesebres o belenes con la figura de dos animales: una mula y un buey. Ambos animales encierran un simbolismo esotérico maravilloso.
La mula es un animal estéril y el buey es eunuco, La mula viene al mundo estéril, mientras el buey fue castrado por el ser humano. Esto nos recuerda el pasaje del Evangelio “Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (Mt 19:12). Indiscutiblemente, entre la tradición de ubicar junto al niño a la mula y el buey, como en este pasaje del Evangelio, se encierra un simbolismo alquimista relacionado con la verdadera castidad, indispensable para que nazca Cristo en el ser humano.
Pero además, desde el punto de vista de la Gnosis, se explica que Cristo nace en medio de los animales del deseo. La tradición de otros pueblos del mundo, coloca a un burro en lugar de la mula. Así, en otro de los evangelios de la infancia de Cristo, el libro de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y sus infancias según el pseudo Mateo, se lee lo siguiente: El tercer día después del nacimiento del dulce y sabio niño, su madre, la Virgen María, salió de la gruta. Las Escrituras que no son una fábula, dicen que entró en un establo, depósito a su hijo en un pesebre, un viejo pesebre completamente seco. El buey y el asno le adoraron y le manifestaron su respeto. Más adelante se lee en la obra citada: Entonces se cumplió la profecía anunciada por Isaías. “El buey y el asno conocieron a su Señor al que veían en el pesebre”. Se lee también en este Evangelio que se cumplió lo que profetizó Habacuc, que se reconocería a Dios porque estaría entre dos animales.

El establo
La tradición y los evangelios apócrifos hablan del niño Dios en un establo de Belén. El símbolo del establo, lo encontramos también en uno de los famosos 12 trabajos de Hércules o Heracles. La mitología griega cuenta que Augías, el rey de Elis tenía una enorme grey de vacas y bueyes, pero sus establos no habían sido limpiados en mucho tiempo. “Era esta la causa de un hedor y de una insalubridad sin igual que invadía todo el Peloponeso” (Mitología griega, Editorial Porrúa). Se lee en la obra citada que Hércules: “rompió la pared del establo en dos partes y por cada una de ella hizo entrar un río, que fueron el Alfeo y el Peneo. Inmediatamente acarrearon con toda la inmundicia. Pasó a limpiar los campos y cumplió lo que había prometido”.
Indudablemente, el establo de Belén y los establos de Augías, son la morada del deseo y se encuentran en nuestra propia psiquis. Los animales del deseo, constituyen la personificación de los elementos indeseables de nuestra conducta, la personificación de nuestros errores, el yo pluralizado, el yo de la Psicología Gnóstica. El yo psicológico, personifica al orgullo, al odio, la pereza, la ira, la lujuria, la mentira y miles y miles de defectos de carácter que posee la máquina humana.
Cristo debe nacer el corazón del ser humano auténtico para limpiar el establo de la psiquis, como lo hizo Hércules en el Peloponeso, con la fuerza de la castidad auténtica, combinando sabiamente las aguas de los dos ríos de la vida, las corrientes energéticas que en Oriente son conocidas con el nombre de Idá y Pingalá.

El pesebre:
“Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento”. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”. (Lc 2:6,7).
El Cristo que debe nacer en el corazón del ser humano auténtico, nace entre la paja del pesebre. La paja representa la palabra vacía, insustancial, sin fundamento, sin experiencia, sin comprobación, sin conocimiento de causa, alejada de la verdad. Cristo es la luz del mundo que nos muestra la verdad. Por eso recomienda: “Encuentra la verdad y ella te hará libre”.
La verdad no se encuentra fácilmente, tampoco se encuentra fuera de nosotros mismos, Samael Aun Weor explica que “la verdad es lo desconocido de instante en instante”. La verdad se encuentra en el conocimiento de sí, en la autognosis. Con la eliminación del yo psicológico, que es la mentira, surge la verdad. Los alquimistas medievales decían: “blanquea tu latón y quema tus libros”.

Los reyes magos y la estrella
En los evangelios canónicos se habla poco de los reyes magos que visitan al señor en Epifanía. No hablan de sus nombres, sus características o su procedencia. Sin embargo, estos datos han sobrevivido por la tradición y gracias a los evangelios de la infancia de Cristo. Así, en el libro armenio de la Infancia, se encuentra lo siguiente: “En primer lugar llegó Gaspar, rey de la India. Esparció precioso nardo, mirra, canela, cinamomo, incienso y otros aromas y esencias olorosas. Y de inmediato se expandió un perfume de inmortalidad por la cueva en la que se hallaban. Después, Baltasar, el rey de los árabes, abriendo sus opulentos tesoros, extrajo de ellos para ofrecerle al niño oro y plata, piedras preciosas, magníficas perlas y zafiros de gran valor. A su vez, Melchor, el rey de los persas, aportó mirra, áloe, muselina, púrpura y también cintas de lino”.
Mucho se ha dicho también en la tradición acerca de los colores de los reyes magos. Samael Aun Weor, en su conferencia: El verdadero significado de la Navidad, explica: Todo el simbolismo relacionado con el nacimiento de Jesús, es alquimista y Cabalista. Se dice que tres reyes magos vinieron a adorarle, guiados por una estrella. ¿Cuál es esa estrella y quiénes eran esos reyes magos? Yo les digo a ustedes que esa estrella no es otra que la del Sello de Salomón, la estrella de seis puntas, símbolo del Logos Solar. En cuanto a los tres reyes magos, éstos no existieron como personas; son únicamente, el símbolo de los colores de la Gran Obra, es decir de la Piedra Filosofal
También explica el Venerable Maestro, en el capítulo titulado La Cruz de San Andrés, de su obra: «la Doctrina Secreta de Anáhuac» lo siguiente: Para dar una idea del alcance extraordinario que en la Filosofía hermética toma el simbolismo de los colores de la Gran Obra, observemos que siempre se representa a la Virgen vestida de azul (equivalente al negro), a Dios de blanco y al Cristo de rojo.
En los sagrados templos del viejo Egipto de los faraones, cuando el recipiendario estaba a punto de sufrir las pruebas de la Iniciación, un Maestro se acercaba a él y le murmuraba al oído esta frase misteriosa: «¡Acuérdate que Osiris es un Dios negro!”. Evidentemente, éste es el color específico de las tinieblas, de las sombras cumerías, el del Diablo, a quien se ofrecieron siempre rosas negras, y también el del Caos primitivo donde todos los elementos se mezclan y confunden totalmente. El símbolo del elemento tierra, de la noche y de la muerte radical de todos esos agregados psíquicos que en su conjunto constituyen el mí mismo.
Indubitablemente, lo mismo que en el Génesis hebraico, el día sucede a la noche, así también la luz sucede a la oscuridad. Bienaventurados los que han sido regenerados y lavados por la Sangre del Cordero (el Fuego sexual), serán siempre vestidos con vestiduras blancas… En la Tierra sagrada de los faraones, Path, el Regenerador, usaba siempre túnica de lino blanco para indicar el renacimiento de los puros, de los que han muerto en sí mismos.
El color blanco sucede al negro, el amarillo al blanco y el púrpura de los Reyes sagrados de las Dinastías Solares se sucede siempre al amarillo… Cuando el Bendito llegó a la Tierra del color rojo, ciñó sobre sus hombros la púrpura de los Reyes divinos y resucitó de entre los muertos.”
Por esta explicación alquimista se entiende la tradición los reyes magos y sus colores distintivos: negro, blanco, amarillo y porqué todos visten la púrpura (de color rojo) propia de los reyes. Aunque, también la tradición habla de un cuarto rey mago. Es claro que el cuarto rey mago corresponde al color rojo. Por ese motivo, este último, logra conocer a Cristo hasta en su viacrucis, después de que Cristo ha sido vestido con la púrpura y ha llegado a la tierra del color rojo
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Feliz Navidad

Navidad

Navidad es la Natividad del Señor. La celebración del advenimiento del redentor del mundo, el Nacimiento de Cristo. Tradicionalmente se celebra en esta fecha, la venida al mundo de Jesucristo. Sin embargo, en los estudios gnósticos vamos más lejos con la explicación de esta maravillosa celebración. Detrás de las celebraciones mundiales relativas a esta fiesta se esconde un simbolismo alquimista y kabalista profundo.Niño Dios

Escondido en la celebración de Navidad, se encuentra un Mito Solar extraordinario y un Drama Cósmico rodeado de significativas alegorías. En relación con el Drama Cósmico, en el capítulo titulado: El Arte, de su obra «El Cristo Social», el Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, explica lo siguiente: El drama sirvió para transmitir a los iniciados valiosos conocimientos. Por medio del drama se transmitieron a los iniciados diversas formas de experiencia del Ser y manifestaciones del Ser. Entre los dramas, el más antiguo es el del Cristo Cósmico. Los iniciados sabían muy bien que cada uno de nosotros debe convertirse en el Cristo de dicho Drama, si es que realmente aspiramos al reino del Superhombre.

De acuerdo con la Gnosis, en El Mito Solar, se encuentra la explicación de porqué en la época del Solsticio de Invierno, nacía Horus en Egipto y Mitra en Persia, así como muchos dioses antiguos. Lo mismo ocurría con la conmemoración de la muerte de los dioses principales. Osiris moría días después del Equinoccio de Primavera. Las celebraciones del Nacimiento del niño del Sol, el niño de oro de la Alquimia o niño Dios y la conmemoración de la muerte y resurrección del hombre-dios en primavera, se representaron antiguamente en los templos sagrados, en la forma del Drama Cósmico. A este respecto, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Este es el drama cósmico que se repite de momento en momento en todo el espacio infinito, en todos los mundos, en todos los soles.Isis y Horus

Continúa explicando el Maestro: Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc. Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de todos los mundos del espacio infinito. El aspecto secundario de este gran drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y se convierte en Héroe Solar.

La Iniciación Venusta es la realización del Drama Cósmico en cada individuo, en cada mujer y hombre auténtico que logra el verdadero nacimiento de Cristo, vive y padece como el Señor, muere en sí mismo y alcanza la salvación, la liberación final o la Auto Realización Íntima del Ser. La persona que quiere vivir el Drama Cósmico en carne propia, debe trabaja intensamente sobre sí misma. Debe esforzarse por lograr la Revolución de la Conciencia. Este tipo de revolución es de carácter íntimo y solo se puede lograr a base de tremendos súper esfuerzos. De enormes esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios. La Revolución de la Conciencia se sintetiza en el siguiente versículo del Evangelio: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lc 9:23).

El Cristo

Natividad del Señor -Murillo
Natividad del Señor -Murillo

La Antropología Gnóstica explica que Cristo no es un individuo humano o divino. Más importante que estudiar al Cristo desde el punto de vista histórico, es prepararse para recibir al Cristo íntimo. Cristo es el Hijo. Es la segunda de las tres fuerzas primarias de la Naturaleza y del Cosmos. Cada ser humano debe prepararse adecuadamente para encarnar esa segunda fuerza, al Hijo, al Cristo. Esa es la legítima Navidad.

La palabra Cristo, viene del latín Christos y esta última viene del griego χριστός (Xpistus) que significa ungido. Por ese motivo se lee en el Evangelio: “Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres”. (Lc 4:18). Visto desde esta perspectiva, ser ungido, encarnar a Cristo, es una etapa, un grado espiritual, una iniciación: la Iniciación Venusta, como lo afirma el Gnosticismo Universal.

Crismón
Crismón

Detrás de las letras X y P de la palabra giega: Xpistus, se encierra un profundo simbolismo alquimista. La letra X forma cruz, es en sí misma una cruz. Andrés apóstol fue crucificado con su cuerpo en posición de X. Esa es la cruz de San Andrés. La letra P, se asocia a la palabra: pira, en latín pyra, fuego. La hoguera en la que antiguamente se quemaban los cuerpos de los difuntos. También es la inicial de Pedro y el culto a la piedra. Por eso en el Evangelio se habla tanto de la cruz y de la piedra. Ahí se encuentra la parábola de los dos cimientos (Mt 7:24-27). “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas de Hades no prevalecerán contra ella”. (Mt 16:18).

La piedra fue adorada por todas las civilizaciones antiguas. Es la piedra filosofal de los alquimistas. Por eso los musulmanes adoran la piedra de la Caba y los mayas de Guatemala adoran la piedra del chay (obsidiana).

Pablo de Tarso en la epístola a los Gálatas, aclara que Cristo en sustancia se encuentra dentro de nosotros mismos: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchas, sino como de uno: y a su simiente, la cual es Cristo”. (Gá 3:16).

Pablo en esa carta, también explica que Cristo debe formarse en el interior del ser humano:: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto. Hasta que Cristo sea formado en ustedes”. (Gá 4:19)

Samael Aun Weor en la conferencia: «El verdaderdo significado de la Navidad» explica: Desafortunadamente no se ha entendido lo que es el Cristo. Muchos suponen que el Cristo fue exclusivamente Jesús de Nazaret, pero están equivocados. Jesús de Nazaret como hombre (o mejor dicho, Jeshua Ben Pandirá como hombre), recibió la iniciación Venusta, encarnó al Cristo, pero no solo él ha recibido tal Iniciación. Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, También encarnó al Cristo. Juan el Bautista, a quien muchos consideraban como el CHRISTUS, como el UNGIDO, También encarnó ese Principio Crístico Universal.
Debemos entender que el Cristo no es un sujeto, no es una persona. El Cristo está más allá de la personalidad, del yo y de la Individualidad. El Cristo en esoterismo auténtico, es el Logos Solar, representado por el Sol físico. Ahora comprenderemos porqué los Incas, los nahuatl, los egipcios, etc., rendían culto al Cristo Sol (no se trata de una adoración al Sol físico, sino a lo que se oculta detrás de ese simbolismo). Obviamente se adoraba al LOGOS SOLAR, al segundo Logos.
Inútilmente habría nacido Jesús en Belén, si no naciera también en nuestro corazón. Inútilmente habría muerto y resucitado allá, en la Tierra Santa, si no muere y resucita también en nosotros (esa es la naturaleza del SALVADOR-SALVANDUS). El Cristo íntimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro. Quienes aguardan la venida de un Jesús de Nazaret para un futuro cercano, están equivocados. El Cristo debe venir ahora, desde adentro. La segunda venida del Señor es desde adentro, desde el fondo mismo de la Conciencia. Sólo el Cristo íntimo puede darnos vida y vida en abundancia, debemos pensar en el Cristo Interior

Hermes Trismegisto
Hermes Trismegisto

Es evidente que detrás del Drama Cósmico, se esconden muchas alegorías y, particularmente con motivo del Nacimiento de Cristo, es conveniente encontrar la explicación de todos los demás símbolos de Navidad, para entender plenamente el verdadero significado de esta hermosa celebración.

Feliz Navidad

El Mito Solar

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más universales y profundos es el que se relaciona con el Sol y el nacimiento de Cristo: el Mito Solar.

La adoración de los magos Leonardo
La adoración de los magos Leonardo

Nadie sabe con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se han propuesto muchas fechas para su nacimiento, pero en los primeros siglos del cristianismo, los gnósticos iniciados propusieron que su nacimiento se celebrara entre la noche del 24 y el amanecer del 25 de diciembre. La razón por la que se adoptó esta fecha para celebrar el nacimiento del niño Dios de Belén tiene un profundo significado esotérico que es conveniente explicar adecuadamente.

Es indiscutible que la Navidad es un acontecimiento cósmico que se relaciona con una de las posiciones principales del Sol en su movimiento aparente en relación con el planeta Tierra: el Solsticio de Invierno.

La Venus de Milo
La Venus de Milo

Muchos sabios han afirmado que la explicación a los mitos de las antiguas religiones, puede encontrarse en la Astronomía. Parte importante del fundamento de muchas religiones, tiene un profundo contenido astronómico. En todas las religiones se busca a Dios o a los dioses en el cielo. Así, por ejemplo, los antiguos griegos y romanos, encontraban a Júpiter, Venus, Marte, entre otros de sus dioses, en el cielo estrellado.

En forma similar, lo hicieron los diferentes pueblos del mundo. Mesoamérica, no fue la excepción. Así, los mayas asociaban a Vucub Kakix o 7 Guacamayo del Popol Vuh, con la Osa Mayor y a la pareja creadora: Ixpiyacoc y Ixmucané, con nuestra constelación de Géminis. (El Cosmos Maya de David Freidel, Linda schele y Joy Parker, páginas 76 y 78 Fondo de Cultura Económica).

En la obra citada (página 72 y 73), Linda Schele, cita a Johannes Wilbert quien le recomendó: “acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Sosticio de diciembre en ambos hemisferios
Sosticio de diciembre en ambos hemisferios

En el Hemisferio Norte, el Solsticio de Invierno, es el fenómeno solar que ocurre anualmente, el 21 de diciembre. Corresponde a la noche más larga y al inicio del Invierno en los países ubicados en este hemisferio. En los países del Hemisferio Sur, esta fecha se corresponde con el Solsticio de Verano.

En el Hemisferio Norte, anualmente, desde finales de septiembre, las noches son cada vez más largas a medida que se acerca el 21 de diciembre. En países de latitudes bajas, como Guatemala, apenas se percibe este fenómeno, pero en lugares ubicados en latitudes altas, esta diferencia de horas de luz y de noche, es significativa. Más al norte, la oscuridad es casi total durante las 24 horas del día y en el Polo Norte, es de noche completamente.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Es claro, que la noche siguiente, la noche del 22 de diciembre, ya no será la más corta. Sin embargo, la percepción instintiva de las personas, no está preparada aún para que se perciba que pasó ya la noche más larga. Esto ocurrirá como mínimo tres días después. Es por ello que en los antiguos pueblos del Hemisferio Norte, se celebrara el Nacimiento del Sol, tres días después del Solsticio de Invierno.

Otro fenómeno interesante relacionado con el movimiento aparente del Sol, consiste en que, cada amanecer, el astro rey, cambia de posición. Únicamente en el amanecer de los equinoccios de Primavera y Otoño, el Sol aparece justo en el Este (Oriente). A partir del Equinoccio de Otoño, el 23 de septiembre, en cada amanecer, el Sol despuntará en el Oriente cada vez más hacia el Sur.

Movimiento del Sol, el 21 de diciembre
Movimiento del Sol, el 21 de diciembre

El Solsticio, es el momento en el cual, el Sol, en su movimiento aparente hacia el sur, se detiene o estaciona, para iniciar su regreso hacia el oriente. Esto ocurrirá meses después: el 21 de marzo, fecha en la que ocurre el Equinoccio de Primavera. Es el momento en el que el Sol cruza de un hemisferio al otro. Es cuando el Sol se crucifica en los mundos, para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.

La Navidad o nacimiento del niño Dios de Belén, ocurre tres días después del Solsticio de Invierno y el Domingo de Resurrección en Semana Santa, ocurre invariablemente después del Equinoccio de Primavera. Por esa época, la constelación de Virgo brilla en el Oriente y en el amanecer del 25 de diciembre, los antiguos imaginaban que el Sol, nacía de entre el vientre de esta constelación.

Por este motivo, la Antropología Gnóstica enseña que diferentes pueblos antiguos celebraban el nacimiento de sus dioses principales en esta época. Cercano al Solsticio de Invierno, nacía Horus en el antiguo Egipto, Mitra, entre los persas y Huitzilopochtli, entre los aztecas.

El Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Observad el Astro Rey en su movimiento elíptico. El Sol se mueve de sur a norte y de norte a sur. Cuando el Sol avanza hacia el norte se celebra el nacimiento del Niño Sol. El nace el 24 de diciembre a la media noche, ya para amanecer del veinticinco.
Si el Cristo Sol no avanzara hacia el norte, la Tierra toda se convertiría en una gran mole de hielo y toda vida perecería, pero el Dios Sol avanza hacia el norte desde el veinticuatro de diciembre para animar y dar calor y vida a todas las criaturas.
El Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe. Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación
Débil y desvalido nace el Niño del Sol en este humilde pesebre del mundo y en una de esas noches muy largas del invierno, cuando los días son muy cortos en las regiones del norte. El signo de la Virgen Celestial se eleva en el horizonte por la época de Navidad y así nace el Niño para salvar al mundo
”.
El Cristo Sol durante la infancia se encuentra rodeado de peligros, y es a todas luces bien claro que el reino de las tinieblas es mucho más largo que el suyo en los primeros días, pero él vive a pesar de todos los terribles peligros que lo amenazan. Pasa el tiempo…, los días se prolongan cruelmente y llega el equinoccio de primavera, la Semana Santa, el momento de cruzar de un extremo a otro, el instante de la crucifixión del Señor en este nuestro mundo.

Al dar estas explicaciones, no se pretende hacer creer a las personas que el Cristo y el Sol sean lo mismo. Lo que se busca es explicar la alegoría escondida detrás del Mito Solar. Así como el Sol es la luz física de la Tierra. También, para el mundo, Cristo es la luz espiritual. A la luz de la Gnosis, el Mito Solar, expone alegóricamente un drama, el Drama Cósmico. Detrás de este mito, se plantea una enseñanza esotérica profunda. El Mito Solar encierra didácticamente el milagro de la redención humana.
El significado oculto del Mito Solar y del Nacimiento de Cristo se encuentra al comprender que es más importante celebrar la Navidad del Corazón que festejar un acontecimiento histórico, que ocurrió en Tierra Santa hace más de 2000 años. De nada hubiera servido que Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Sin estas explicaciones, sería casi imposible comprender el mensaje oculto de los símbolos de Navidad y las Tradiciones de Navidad

Notas:

Las imágenes fueron tomadas de: Arte renacentista

Pictures from Paris Cs Columbia

El Planeta Tierra

Imperio Romano

Tradiciones de Navidad

El pasado miércoles 9 de diciembre de 2009, miembros del equipo de Gnosis Guatemala, asistieron a la conferencia: Tradiciones de Navidad que se impartió en el Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, ubicado en la 3a. avenida 11-43, zona 1 de la ciudad de Guatemala.

La conferencia forma parte del Ciclo de Conferencias de Navidad programado por este centro de estudios gnósticos de Guatemala. Permiten a la persona interesada en los estudios gnósticos, obtener una explicación amplia del significado de la fiesta de Navidad, desde el punto de vista de la Gnosis

En el tema desarrollado, se hizo una amplia y clara exposición de diferentes símbolos asociados a las tradiciones navideñas, en especial, las que corresponden al período denominado Adviento por los cristianos.

De acuerdo con lo que afirman muchos historiadores, esta tradición se originó en los pueblos nórdicos para anunciar el próximo acontecimiento del Mito Solar y el Drama cósmico, el esperado advenimiento del Sol, días después del Solsticio de Invierno. Es indudable que el nacimiento de Cristo tiene enorme relación con la noche más larga y los primeros rayos del Sol en el extremo norte del mundo a finales de diciembre.

La Corona de Adviento.
Entre el simbolismo esotérico que se encuentra detrás de esta tradición, aparece en primer lugar: el pino, del que sus ramas, generalmente forman esta significativa corona. El Venerable Maestro Samael Aun Weor, en su obra: Rosa Ignea, explica la siguiente relación entre el pino y la mente: El Pino es el árbol de Acuario. El pino es el árbol de la Nueva Era. El pino es signo del pensamiento acuariano. El Pino es el árbol de Navidad. El Pino es el árbol del Niño Dios. Debemos reconquistar la infancia perdida. El Pino es el símbolo de la mente de la Nueva Era.

Además, el pino cónico, nos da la imagen bidimensional del triángulo que representa a las Tres Fuerzas Primarias de la Naturaleza y del Cosmos, La Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, a la Trimurti hindú: Brahma, Vishnú y Shiva, la divina trilogía egipcia: Osiris, Horus e Isis. También representa a la Trinidad Maya: Itzamná, Kukulkán e Ixchel.

Los tres principios creadores en la aurora de del Día Cósmico son reconocidos en todas las civilizaciones antiguas. Corresponden a las fuerzas: positiva, negativa y neutra de la Naturaleza.
Cabalísticamente, la Corona de Adviento, nos recuerda a la Corona Sephirótica, los tres primeros sephirotes de la Cábala hebraica: Keter, Chocmah y Binah. Nuevamente, encontramos a los tres principios creadores. La corona, simboliza también el Círculo Gnóstico que explica las leyes de retorno y recurrencia : El principio es igual al final, más la experiencia del ciclo. Asimismo representa al Binario serpentino, al doble significado de la serpiente, en especial, Kundalini, la serpiente ígnea de los mágicos poderes.

A este respecto, conviene trasladar la siguiente explicación que da el Kalki Avatar, Samael Aun Weor en el capítulo titulado precisamente: El Binario serpentino, de su obra: «La Doctrina Secreta de Anahuac»: Binarios serpentinos, ya danzando exóticamente debidamente enroscados en la mística figura del Santo Ocho, ya en forma encadenada formando círculo al estilo maya, etc., nos están indicando algo misterioso, extraordinario y mágico. No está de más en este Tratado citar enfáticamente al doble carácter esotérico de la serpiente. Distíngase entre la serpiente tentadora del Edén y la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto; entre la horripilante Pitón que se arrastraba entre el lodo de la tierra y que Apolo, irritado hirió con sus dardos y esa otra que ascendía por la vara de Esculapio, el Dios de la Medicina.

Los cuatro cirios de la Corona de Adviento, nos recuerdan el Arcano cuatro de la Cábala, al santo Tetragrammatón, el Nombre Sagrado del Eterno, las cuatro letras hebreas: Iod, He, Vau, He. También nos recuerda a las cuatro puntas de la cruz, que simbolizan los cuatro elementos de la Naturaleza: fuego, aire, agua y tierra; así como los cuatro elementos de la Alquimia: sal, mercurio, azufre y azoe. Para más información relacionada con la simbología del santo cuatro, invitamos a consultar el capítulo IV del Curso Esotérico de Kábala de Samael Aun Weor.

La Quema del Diablo
En Guatemala, desde la época de la Colonia, se celebra esta tradición. Algunos historiadores afirman que se inició con luminarias asociadas a las vigilias para esperar el día de la Inmaculada Concepción. Es tradicional en la Quema del Diablo encender fogarones o fogatas frente a las casas. Es costumbre limpiar previamente la casa y quemar las cosas viejas e inservibles que resulten combustibles.

Años atrás los niños juntaban paja y ramas muertas de plantas (chirivisco) recolectadas en sitios baldíos y barrancos. Esta fiesta se celebra cada vez menos, entre otras razones, por las ecológicas. Sin embargo, su simbolismo esotérico es profundo. A la luz de la Gnosis y con apoyo de la Psicología Gnóstica, esta tradición se explica en la necesaria limpieza y “quema”, de los elementos indeseables de la conducta que moran en nuestra casa psicológica, nuestra propia psiquis. Simboliza la muerte del Ego o yo psicológico, que personifica a nuestros errores. Es claro, que en los estudios gnósticos no se apoyaría la destrucción de los bienes de la Naturaleza, pero nos limitamos a explicar el simbolismo escondido en esta tradición. Más importante que la quema de basura física, es la limpieza de nuestro interior y la quema de nuestros defectos, el yo pluralizado.

Las posadas
El nacimiento del niño Dios, es un acontecimiento que tiene suma importancia para la conciencia. De nada hubiera servido que Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Es importante celebrar la Navidad , como el nacimiento del Mesías, pero de acuerdo con la Antropología Gnóstica, resulta más importante celebrar la Navidad del corazón, el nacimiento de Cristo en cada uno de nosotros.

El Gnosticismo universal enseña que Jesús de Nazareth es el iniciado solar más exaltado de la Logia Blanca, pero que su misión debe completarla cada uno de nosotros imitando su ejemplo y realizar el milagro del nacimiento de Cristo en nuestro interior.

Para que este milagro ocurra, hay que trabajar en la Novena Espera. Las tradicionales posadas que se celebran nueve días antes de Navidad, simbolizan este trabajo supremo. Cristo intenta nacer en la casa de cada uno de nosotros y, de ahí que el Padre y la Madre interna pidan posada, día con día en nuestra casa para que nazca el niño dios de Belén.

El arcano 9 de la Cábala simboliza el sexo, la piedra filosofal de los alquimistas, la novena esfera, los nueve círculos del Infierno, tal como lo explica Dante Alighieri en su Divina Comedia y como lo enseña la religión de los mayas. Samael Aun Weor, Presidente fundador de las instituciones gnósticas, en su obra: «Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968», explica: El estudio del novenario sagrado concluye siempre con la piedra cúbica de punta, que en sus nueve caras maravillosas, reúne en sí misma toda la perfección espléndida del cubo y la elevación equilibrada de la pirámide de base cuadrangular.

Dice además el Avatara que: En esta piedra viva del templo, se encuentra la clave de la Auto Realización Íntima. La piedra filosofal es el sexo. Esta es la piedra cúbica de Jesod. En otras palabras, nadie puede llegar a la maestría, al adeptado, sin haber trabajado en la Novena esfera. La piedra cúbica de punta tiene nueve caras, nueve vértices y dieciséis aristas”.

La piedra cúbica de punta nos está diciendo que toda elevación requiere una previa humillación; es preciso bajar primero a los mundos infiernos, al noveno circulo, bajo la superficie de la tierra, para tener derecho a subir al Cielo.

Al referirse a la novena esfera, Samael Aun Weor, en su libro Curso Esotérico de Kábala, dice lo siguiente: Allí baja Marte para retemplar su espada flamígera y conquistar el corazón de Venus (la iniciación Venusta), Hércules para limpiar los establos de Augías (los bajos fondos animales), Perseo para cortar la cabeza de la Medusa (el yo psicológico o Adam terrenal) con su espada flamígera, Por esa misma razón descienden también a Xibalbá los heroes gemelos del Popol Wuj.

La Virgen María
Antes de nacer, Cristo debe ser concebido entre el vientre de la Madre Divina particular e individual de cada quien y que está representada por la Virgen María y todas las vírgenes y doncellas de la mitología universal. María tiene los mismos atributos divinales que Isis, Devaki, Ixkik y todas las diosas madres de la antigüedad. Al referirse específicamente a la iniciada María madre de Jesús, Samael Aun Weor, en su obra: «El libro de la Virgen del Carmen», dice lo siguiente: Ante los ojos del Alma desaparecen por completo las púrpuras y sedas con que se ha querido envolver el recuerdo de María, la Divina Madre de Jesús de Nazareth. No fue María aquella verdad mundanal pintada en todas las acuarelas.

Con los ojos del Espíritu sólo contemplamos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante nuestras atónitas miradas espirituales se desdibujan esbeltos cuerpos y rostros provocativos de figuras femeninas, para aparecer en su lugar una mujercita sencilla de pequeña estatura, cuerpo delgado, rostro pequeño y ovalado, nariz roma, labio superior algo saliente, ojos gitanos y amplia frente.

Aquella humilde mujer vestía con túnica color carmelita o marrón y sandalias de cuero. Caminando a través de los desiertos africanos rumbo a la tierra de Egipto, parecía una pródiga con su túnica vieja y rota, y su rostro moreno humedecido en copioso sudor. No es María aquella estatua de púrpura y diamantes que hoy adorna la catedral de Notre Dame de París. No es María aquella estatua cuyos dedos de armiño, engarzados en puro oro, alegra las procesiones de la casa parroquial.

No es María aquella beldad inolvidable que desde niños contemplamos sobre los suntuosos altares de nuestras iglesias pueblerinas, cuyas campanas metálicas alegran los mercados de nuestras parroquias.

Ante nuestros sentidos espirituales sólo vemos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante la vista del espíritu desaparecen por completo todas las fantasías para aparecer en su lugar una pródiga humilde, una humilde mujer de carne y hueso.

Más adelante, el Venerable Maestro, resume tradiciones contenidas en los evangelios apócrifos, en especial el Protoevangelio de Santiago, el libro de la Natividad de María, y el Pseudo Mateo. En dichos libros se habla de los padres de María: Ana y Joaquín, aceptados por la tradición y el santoral, pero ignorados en los Evangelios Canónicos. Se narra además, que María fue una sacerdotiza del templo de Salomón.

Continúa diciendo el Avatara de la Era de Acuario, en «El Libro de la Virgen del Carmen»: María conoció la Doctrina secreta de la tribu de Leví. María se educó a la sombra augusta de los pórticos de Jerusalén, entre el follaje núbil de esas palmeras orientales, a cuyas sombras descansan los viejos camelleros del desierto. María fue iniciada en los misterios de Egipto, conoció la sabiduría de los faraones, y bebió en el cáliz del antiguo Cristianismo, calcinado por el fuego ardiente de las tierras orientales”.

Más adelante, el Avatara, narra en el Capítulo II de la obra citada, como se eligió a José como esposo de María. Había en el templo de Jerusalén 33 varones sacerdotes de la Tribu de Leví. José el padre de Jesús de Nazareth, era uno de los 33 ancianos del templo de Salomón. Después de la Anunciación, el Sumo Sacerdote ordenó que todos los 33 sacerdotes del templo depositaran sus varas detrás del altar. Y se dispuso que aquella vara que amaneciera florecida, sería la del esposo de María.

Cada uno de los sacerdotes, uno a uno en orden sucesivo, fueron colocando sus varas detrás del altar. El último que debía colocar su vara fue el Sacerdote José, pero éste se resistía a la orden del Sumo Sacerdote, alegando su avanzada edad. Empero, tuvo que obedecer la orden, y depositó su vara detrás del altar. Al otro día, muy de mañana, fueron los sacerdotes al altar para recoger sus varas, y cuánta no sería su sorpresa al hallar la vara de José toda florecida. Así fue como se designó a José por esposo a María.

Resulta muy curioso que parte de esta leyenda, la cuentan personas de la tercera edad o adultos mayores. La aprendieron como parte de la doctrina Cristiana durante la infancia, pero desafortunadamente no se incluyeron en el Nuevo Testamento.