La fiesta de los muertos

Introducción

A finales de octubre y principios de noviembre, se celebra un trío de fiestas solares muy importantes. La noche del 31 de octubre, en los países anglosajones se celebra Halloween, al día siguiente, el 1 de noviembre, en el santoral cristiano se celebra el Día de todos los santos y un día después a los Fieles difuntos. Estas fiestas ocurren por la época en que el otoño está ya avanzado en el hemisferio norte. Esto sucede en un período cercano a la mitad del tiempo que transcurre entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno y esto es profundamente significativo.

Todos los santos -Fran Angélico
Todos los santos -Fran Angélico

En su movimiento aparente por la eclíptica, hay cuatro posiciones del Sol sumamente importantes: los dos equinoccios y los dos solsticios. La eclíptica es la línea curva que en su movimiento aparente, el Sol recorre sobre la Tierra. Es la ruta del Sol, los planetas y las constelaciones zodiacales. Ya hemos estudiante con anticipación estos momentos tan importantes en la ruta del Sol, pero nos parece necesario profundizar en su estudio. Las grandes fiestas sagradas de todas las religiones solares están relacionadas directamente con las principales posiciones del astro rey. Es claro que es perfectamente posible trazar una gran cruz cósmica para identificar las cuatro posiciones esotéricas.

El brazo horizontal de dicha cruz cósmica lo podemos representar por los dos solsticios. A la izquierda, el solsticio de invierno y a la derecha, el solsticio de verano. El solsticio de invierno, en el hemisferio norte, corresponde a la noche más larga, que ocurre el 21 de diciembre. Hoy no se puede negar que ese momento se corresponde esotéricamente con la época de Navidad y de ninguna manera es producto de la casualidad.

Es innegable que el solsticio de verano también se corresponde con una festividad importante en el cristianismo y en todas las antiguas religiones. Así, el 24 de junio se celebra el día de San Juan Bautista. Por esta época, los antiguos celtas y sus sacerdotes, los druidas celebraban el Alban Heruin o Litha. En esta fiesta se encendían múltiples hogueras con trozos de madera de abeto y de roble.

Si volvemos a la cruz cósmica, santa y bendita, podemos hacer corresponder su palo vertical con los dos equinoccios. El lado superior lo relacionamos con el equinoccio de primavera que ocurre aproximadamente el 21 de marzo. En los tiempos actuales se acepta que otra de las fiestas sagradas más importante del Cristianismo: la Semana Santa ocurre por la época del equinoccio de primavera. Con más propiedad: el domingo de Resurrección coincide con la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Al otro lado de esta cruz cósmica imaginaria encontramos el equinoccio de otoño que ocurre el 22 de septiembre. Por estos días en el santoral, se celebra el día de San Mateo evangelista, nuestra Señora de la Merced y a Cleofas, uno de los primeros discípulos del Señor.

La ley de Octava

Según cuenta George Ivanovich Gurdjieff en el volumen III de su obra: “Del todo y de todo«, esta sagrada ley fundamental fue descubierta en la Atlántida por un sabio llamado Teofani. Narra el maestro G que: “este mismo Teofani se encontraba cierta vez vertiendo una mezcla sobre una plancha de mármol para que se secara, mezcla que consistía en el extracto de una planta llamada entonces «Patetuk», resina de pino, y en crema de la leche de las entonces famosas «cabras jenionianas», con el fin de obtener un mastique, que servía para mascar después de comer; cuando notó, por vez primera, que siempre, cualquiera que fuera la forma de preparación y la cantidad de la mezcla que vertía sobre la plancha de mármol, aquélla asumía invariablemente, después del enfriamiento final, una forma compuesta por siete superficies planas definidas”.

“Este hecho, inesperadamente comprobado por Teofani, lo asombró enormemente y provocó en su presencia común el intenso deseo de elucidar ante su Razón las causas radicales de esta conformidad con la ley aún desconocida para él y por consiguiente, desde ese momento, comenzó a repetir la misma cosa, pero ahora con una finalidad consciente”.

“Poco después, todavía al principio de esta investigación iniciada por Teofani, sus amigos, también seres instruidos de aquella época con quienes él compartió el comienzo de sus diversos experimentos dilucidaron sobre sus comprobaciones, se interesaron a su vez y participaron también en sus investigaciones posteriores”.

“Bien, pues, después de prolongados y cuidadosos experimentos, este grupo de seres terrestres instruidos se volvió consciente y se convenció de forma categórica de que casi todos los resultados cósmicos que observaban a su alrededor y que se materializaban en el curso de sus manifestaciones en estados externos transitorios que son percibidos por los órganos de los seres de una u otra forma definida, presentan siempre siete aspectos independientes”.

Esta ley fundamental sagrada explica porqué los antiguos hablaban de siete planetas, siete maravillas del mundo, las siete artes, las siete tragedias y desde hace mucho tiempo, cada semana tiene siete días. En forma similar en la tradición hebrea y cristiana, se habla en Génesis de los siete días de la Creación.

Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano
Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano

Ya hemos hecho referencia a que el Cristianismo conmemora cada año el Drama Cósmico y la más santa de las semanas que inicia en domingo de Ramos y culmina en domingo de Resurrección. De acuerdo con la ley de Octava, domingo de Ramos corresponde al Do de la primera escala y domingo de Resurrección al Do de la siguiente. Cada día entre Lunes santo y sábado de Gloria resuenan las notas: re, mi, fa, sol, la si de la escala musical.

No es casualidad que existan siete sonidos fundamentales o notas musicales, que el átomo tenga siete niveles de energía, la tabla periódica tenga siete capas o niveles y que existan siete unidades fundamentales de medida según los físicos.

La cruz doble y las ocho posiciones sagradas del Sol

De acuerdo con la fundamental Ley de octava o ley cósmica de Heptaparaparshinokh, hay ocho posiciones sagradas del Sol en su ruta por la eclíptica. Esas ocho posiciones solares se corresponden con la cruz doble que no es más de la superposición de una cruz griega (de brazos iguales) y una cruz de san Andrés. En los cultos asociados a la cultura celta se habla de la rueda del año, un ciclo de ocho festividades. De cuatro de estas ya hablamos. Son las que corresponden con las fiestas de los equinoccios y los solsticios. Las otras cuatro festividades ocurren aproximadamente a medio camino entre las primeras cuatro.

Es así como entre las fiestas del solsticio de invierno dedicadas al niño Sol y las de Semana Santa dedicadas a la crucifixión y la resurrección del Señor, hay fiestas importantes, entre ellas, entre los celtas, el Imbolc y entre los cristianos el 2 de Candelaria, la fiesta de las luces o de las candelas, que entre otras razones, celebra la presentación del niño Dios en el templo. Días después vendrá la fiesta del carnaval.

La rueda del año
La rueda del año

Otras fiestas solares no menos importantes ocurren a finales de abril y principios de mayo. Corresponden al día de la Cruz y al paso del Sol por el cenit en la región maya. A finales de julio y principios de agosto se celebra a Marta de Betania, así como a nuestra Señora de los Ángeles. Finalmente, unos 40 días después de iniciado el otoño, en el hemisferio norte se celebra la fiesta de las últimas cosechas, el Samhaim de la cultura celta y la fiesta romana a la diosa Pomona, la diosa de los arboles frutales. Es el tiempo para dedicarlo a la memoria de los ancestros. En tiempos antiguos se creía que por estos días se abren la puertas de la cuarta y quinta dimensión permitiendo a los “valores” de los antepasados hacer contacto con los vivos. Esta creencia está presente en la cultura celta y romana. También en la cosmovisión maya.

El culto a los antepasados y el descenso a los infiernos

Desde tiempos inmemoriales existe el culto a los antepasados. En el libro VI de la Eneida, Virgilio narra el viaje de Eneas a Cumas para entrevistarse con la Sibila, sacerdotisa de Apolo y rogarle, entre otros favores, ayuda para entrevistarse con su padre Anquises en los mismísimos infiernos. Previamente sacrificaron “siete novillos que no hayan conocido el yugo y otras tantas ovejas elegidas según rito”. Ya en la entrevista Eneas ha de suplicar a la Sibila: “Solo te pido una gracia: puesto que aquí , según dicen, está la puerta del rey de los Infiernos y el tenebroso lago de donde desborda el Aqueronte, séame permitido ir a ver la faz de mi padre amado: muéstrame el camino y haz que pase el sagrado ingreso…”

Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier
Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier

Escrito está en ese majestuoso poema épico que luego de las suplicas de Eneas, la Sibila le responde y explica: “Ilustre vástago de los dioses, troyano hijo de Anquises, fácil es descender a los Infiernos: día y noche está abierta la puerta del sombrío Plutón; pero magno y penoso trabajo es desandar el camino para salir a las auras. Solo a muy pocos mortales, hijos de dioses, amados de Júpiter propicio o elevados al cielo por su virtud sublime, les fue esto concedido…”

Luego de múltiples recomendaciones y preparativos, Eneas hizo ofrenda de tres novillos negros a Hécate Proserpina para que le abriera la garganta del Orco. Se narra en la Eneida su descenso por las aguas del submundo: “profundo río de cenagosas aguas que giran en remolino hirviente y descargan su limo en el Cocito. Guardián de este río y de estas aguas es un horrible barquero, el espantoso y hediondo Caronte. Una espesa barba blanca se eriza en su mentón. Salta fuego de su pupila inmóvil. Un sórdido manto, anudado, pende de sus hombros. Se dobla sobre la percha, o a la vela pasa en su negra barca de la una a la otra orilla a los muertos. Es viejo ya, pero su vigorosa, lozana ancianidad es la de un dios. Toda una muchedumbre de Sombras se precipita en tropel a la ribera; madres, esposos, héroes magnánimos, niños, doncellas que no conocieron las dulzuras del himeneo, jóvenes quemados en la pira a la vista de sus padres afligidos: no más numerosas las hojas en los bosques, se desprenden y caen, con los primeros fríos del otoño; no más numerosas vuelan en bandadas las aves de paso, atravesando los mares, cuando las empuja la fría estación a buscar tierras templadas”.

Ahí Caronte cumple su misión de apartar a los que aún no deben ingresar a los infiernos y sube a los indignos. Intenta negar el paso de Eneas argumentando que no les lícito transportar a los vivos, pero la Sibila le explica ampliamente el motivo de tan inusual viaje. Ya en el fangoso suelo del Infierno encuentran tendido al can Cerbero con su triple fauce. Luego de un largo recorrido por el Tártaro, por fin Eneas logra encontrar a su anciano padre y conversar con él.

El Kalki Avatar, en el capítulo titulado: “El país de los muertos” de su obra: «Mensaje de Navidad 1968-1969”, explica lo siguiente: “Eneas el eximio varón troyano, olímpico y solemne asciende a la augusta montaña de Apolo en cuya majestuosa cumbre se encuentra el misterioso antro de la Pitonisa. Bosque Sagrado del tercer aspecto de la Madre divina Kundalini cerca del templo, selva inefable de Hekate, Proserpina, Coatlicue. Sanctuario herméticamente sellado con cien puertas, gloriosa entrada en la que Dédalo el hábil escultor, grabó con extraordinaria maestría maravillosos relieves”.

Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski
Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski

Continúa el Avatar de la Era de Acuario explicando esos simbólicos pasajes de la Eneida: “Si bajo ahí Orfeo, armado solo con su armoniosa lira; si bajó Teseo, y también Hércules, ¿por qué no he de poder ir yo, que soy nieto de Júpiter?» (Eneas fue un iniciado)”.

“Ciertamente fácil es descender al averno para trabajar para trabajar en la novena esfera y disolver el Yo, pero espantosamente difícil es volver. «Ahí está el duro trabajo. ¡Ahí la difícil prueba!».

Proserpina la reina de los Infiernos y la muerte ciertamente es muy caprichosa, y como presente de los que van a visitarla exige siempre el brote dorado, la rama de oro del árbol del conocimiento y con abundante semilla. Dichoso aquél que encuentra el árbol mágico que por cierto no está muy lejos; es nuestra misma espina dorsal; a ese se le abrirán las puertas de Plutón”.

“El que quiera subir debe primero bajar, esa es la ley. La iniciación es muerte y nacimiento a la vez. Empero, vosotros los que leéis estas líneas, dejad que los muertos entierren a sus muertos y seguidme. El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Negarse a sí mismo significa disolver el yo, morir de momento en momento, reducir a polvo el sí mismo de instante en instante”.

Sigue explicando el Venerable Maestro Samael Aun Weor que: “antes de penetrar en el Averno se pasa por el Orco (Limbo). Este último es un vestíbulo en sí mismo; en él moran la enfermedad, el hambre horrenda y perversa consejera, la miseria, las vanas alegrías, la guerra, las furias, la discordia con su cabellera de víboras, el dolor y el sueño de la conciencia”.

“Allí encontró Eneas los necios sueños de las gentes; allí vio criaturas tan horribles como Briareo, el gigante de los cien brazos; la Hidra de Lerna, a quién mató Hércules cortándole con maestría sus múltiples cabezas; la Quimera de las gentes, monstruo con cabeza de cabra; las gorgonas, las arpías, (brujas), etc. Del Orco parte la ruta misteriosa que conduce a las almas perdidas hasta el Tártaro (mundos infiernos). Eneas y la Sibila sentados en la barca de Carón, navegaron entre las aguas del Aqueronte y llegaron a la otra orilla”.

Explica el Buda Maitreya que el iniciado puede y debe descender voluntariamente al Tártaro, al Averno y navegar en las aguas del Aqueronte en la barca de Caronte, llegar a la otra orilla para morir en sí mismo y revisar personalmente la presencia de millares de yoes diablos viviendo en esas regiones infernales. Esos yoes diablos puede extraerlos la bendita diosa madre de la psiquis del iniciado (Eneas), previa comprensión profunda. Esa es la muerte mística.

La fiesta de los muertos

La fiesta de los muertos que se celebra el dos de noviembre, el día de los fieles difuntos, nos invita a la reflexión. La desencarnación, el fallecimiento o la muerte del cuerpo físico es inevitable. Tarde o temprano tenemos que encontrarnos cara a cara con la Parca, con el ángel de la muerte. Todos hemos pasado por esa inexorable experiencia, pero la mayoría no la recordamos. De acuerdo con la ley del Eterno retorno, muchas veces hemos pasado por ese terrible momento. Si tenemos la conciencia dormida, es altamente probable que lo ignoremos y no lo recordemos. Solo algunas personas muy psíquicas y los hombres y mujeres despiertas lo saben, lo recuerdan. Lo más importante es que podemos y debemos despertar la conciencia.angel-de-la-muerte

La desencarnación ocurre cuando el ángel funeral corta el Antakarana, el cordón plateado. Este es un cordón umbilical que conecta el cuerpo físico con los cuerpos internos, entre ellos el astral, la esencia maravillosa y el Ego. Cada noche, durante las horas del sueño del cuerpo físico, los cuerpos internos se desdoblan o separan del cuerpo físico y el ego envuelto en los cuerpos lunares de la humanidad dormida viaja en el tiempo y en el espacio. Durante todo ese tiempo está unido al cuerpo físico por el cordón plateado. Por ese motivo, podemos afirmar que si queremos entender el proceso de la muerte, basta con acostarnos a dormir: la hora de dormir es una muerte en pequeño.el-astral-y-el-cuerpo-fisico

Una comparación muy ilustrativa la encontramos con juego muy popular en diferentes partes del mundo: el vuelo de la cometa, papalote, pizcucha, abilucho, entre otros muchos nombres. Por esta época, de muchos vientos, es tradicional verlos volar en Guatemala, donde reciben el nombre de “barriletes”. Son famosos los barriletes gigantes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez. Al comparar el desdoblamiento astral con el vuelo del barrilete, el niño representa al cuerpo físico y el barrilete en lo alto, a la esencia y el ego envuelta en los cuerpos internos. Ambos están unidos por la cuerda, por el cordón de plata. Es claro que el barrilete o cometa guarda una profunda simbología oculta relacionada con el desdoblamiento y el contacto con el mundo astral, el mundo de los vivos y de los muertos. Los barriletes gigantes miden hasta 20 metros de diámetro y se elevan al cielo cada 1 de noviembre en los cementerios de Sumpango y Santiago Sacatepéquez para simbolizar ese contacto entre vivos y muertos.

Barrilete gigante de Sumpango
Barrilete gigante de Sumpango

Al ocurrir la desencarnación, unos valores van al sepulcro y otros a la quinta dimensión o mundo astral. En el sepulcro quedará el cuerpo físico, la vitalidad o cuerpo ital y la personalidad del difunto. Al astral ingresará el Ego, la Esencia y los cuerpos lunares. La fiesta de los muertos es muy significativa para estudiar los misterios de la vida y de la muerte.

El Venerable Maestro Samael explica en su obra: “Más allá de la muerte” lo siguiente: “Aquí en México tenemos nosotros el día de los difuntos, el dos de noviembre de cada año. En tal día las gentes visitan el panteón, ponen velas encendidas en los sepulcros y en platos, ollas, vasos, etc., aquellos alimentos y bebidas que más gustaban al desencarnado cuando vivía. Es costumbre de muchas gentes comerse después esas sobras y cualquiera que tenga algo de sensibilidad psíquica, podrá notar que le falta a esos manjares el principio vital”.

“Las gentes sencillas piensan y con justo acierto, que el ser querido desencarnado se alimenta con esas viandas. No hay duda de que realmente los fallecidos comen, no la parte física de los alimentos, sino sus alimentos dijéramos etéricos, sutil, desconocido para la vista física, pero perceptible a la clarividencia; no debemos olvidar que en todo alimento físico existen alimentos etéricos, fácilmente asimilables por los difuntos”.cementerio

“Los desencarnados pueden visitar un restaurante del mundo físico, saludarán a los vivos y el subconsciente de ellos les contestará, pedirá comida y es obvio que el Ego interno de los dueños del restaurante atraerá a la mesa formas mentales semejantes a los platos y alimentos que en el establecimiento se consumen; el desencarnado sentado en el comedor, comerá de esos platillos sutiles, hechos con esencia del mundo mental y pagará con moneda mental, saliendo luego del Restaurante. En tales condiciones es obvio que los muertos siguen creyendo que están vivos y esto lo puede evidenciar cualquier persona que haya desarrollado la clarividencia y las otras facultades del alma”.

A la luz de la Gnosis explicamos que las personas con el don de la clarividencia, pueden ver realmente a los difuntos recién desencarnados. Resultan interesantes las experiencias que les toca vivir, en especial si el fallecido ha muerto de forma violenta e inesperada. Los recién desencarnados quedan completamente confundidos, sin poder comprender lo que les ha ocurrido. En algunas ocasiones se llenan de terror. Lo singular es que como se narra en películas o series de televisión alusivas, como: “El sexto sentido” protagonizada por Bruce Willis o en Ghost Whisperer protagonizada por Jennifer Love Hewitt los fantasmas de los fallecidos se dan cuenta plenamente de quien los ve. Es claro que el clarividente entrenado puede y debe ayudarlos a que busquen y encuentren la luz, la luz astral y pasen al otro lado: a la quinta dimensión.desdencarnacion

El fenómeno de los fantasmas tiene varias explicaciones. Muchas veces es la personalidad del difunto que deambula por los lugares que frecuentaba cuando vivía. En otras ocasiones serán los cuerpos lunares del fallecido que se hacen visibles y en algunas otras podría ser el cuerpo astral de alguien con quien haya cierta relación. Mientras el cuerpo físico duerme en su lecho, su doble astral se desdobla y visita al familiar o persona conocida.

3 comentarios en “La fiesta de los muertos”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *