Los eones y el Pleroma

En el Diccionario de la Real Academia Española, el DRAE, se encuentran varias acepciones para el concepto de los eones. Transcribiremos la que nos ocupa en este tema: En los estudios gnósticos, cada una de las inteligencias eternas o entidades divinas de uno u otro sexo, emanadas de la divinidad suprema. El término aeón, no está registrado en el diccionario de la Real Academia Española, por lo que nos abstenemos de utilizarlo en nuestra exposición, más que para remitirlo al término usual en habla hispana. Así leemos que: Aeon es una palabra griega αἰών ( aión ) y eso significa lo que es para siempre , o incluso un largo período de tiempo e incluso para designar eternidad . De la lengua griega se puede traducir al portugués como “fuerza vital”, “tiempo de vida”, “eterno” o incluso “generación”. Aeon también se conoce como “éon”, “eão” y “eon”.

En varios diccionarios y otras fuentes, se hallarán referencias a los eones, como la siguiente: Cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colman el intervalo entre la materia y el espíritu, poniéndolos en relación. En Wikipedia, la definición amplía la del DRAE. Allí se lee que un eón es cada una de las inteligencias eternas o entes divinos, de un sexo u otro, que en conjunto integran la plenitud de la divinidad suprema, de la cual emanan.

La Gnosis eterna y universal enseña que los eones, están dispuestos en una jerarquía descendente que llega hasta la materia. Los eones son emanaciones de lo Divinal incognoscible e inmanifestado. Así, en el tomo V de la Enciclopedia práctica Jackson, se lee: “Dios produce por emanación una serie de seres intermedios, llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación.

Los eones son entidades notables dentro de la Cosmovisión gnóstica. Los eones son entidades divinas, que normalmente están en pares, o tamaños, y que existen en el Pleroma, considerado “un espacio y una luz”. Los nombres de los dioses, deidades o seres divinales están relacionados con características espirituales, como Pistis (fe), Sophia o Protenoia (predicción), con conceptos importantes para el Gnosticismo universal, como anthopos (hombre) o espíritu. Desarrollado por el teólogo Valentín, el concepto eón, señala varios poderes espirituales que evolucionaron de la emanación progresiva del Ser Eterno. El término: eones, se refiere por un lado a los seres celestiales, los cosmocratores o elohim creadores; pero también a regiones celestiales, así como a las partes superiores del Ser. De esta manera, los eones, bien pueden ser siete, los siete cosmocratores, elohim de la Torá y el Tanaj hebreos o cabires, según la tradición semítica. Es decir, los siete genios o logos planetarios estudiados en la Gnosis contemporánea. Los Siete ángeles del Apocalipsis, que en nuestro caso, preferimos denominarlos como elohim, ya que están por encima de la jerarquía celestial de nueve gradaciones, subdivididas en tres triadas, según el Eneagrama: ángeles arcángeles y principados; potestades virtudes y dominaciones; tronos, querubines y serafines. Por aparte, los eones, también pueden ser trece, las doce regiones celestiales y Aelohim, la Divinidad inmanifestada; pero también pueden ser 30, 72 o 360.

José Montserrat Torrents, en su versión de “El Evangelio de Judas”, explica que: “Para designar de modo genérico a las entidades o personificaciones del Mundo Superior Espiritual, los gnósticos de todas las ramas adoptaron el término griego «eón» (aion). En este significado, y en los más usuales de «periodo de tiempo» y de «eternidad», los gnósticos no difieren de los escritos filosófico-religiosos de su tiempo. Entre los gnósticos, «eón» se contrapone al mundo inferior”. Explica además que este uso conceptual tiene su origen en un texto de Platón (Montserrat, 107)

Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, cita al maestro gnóstico Basílides, quien afirmó que: «Y, una vez que el Padre hubo dado toda la potestad, con el consentimiento del Pleroma, es enviado el ángel del Consejo (Jesús) y pasa a ser cabeza (Cristo) de todos los eones después del Padre.

En forma similar, en la versión de Fernando Kein, para “Los Evangelios Gnósticos” y publicada por Almuzara (España, 2008); encontramos en el apartado 17 del Evangelio de la Verdad, lo siguiente: “De esta manera el Logos del Padre surge en la Totalidad como el fruto de su corazón y la forma del rostro de su voluntad. Él (Yeshua) sostiene a la Totalidad, les expía y además asume la forma del rostro de cada uno, purificándolos, trayéndolos de vuelta hacia el Padre y la Madre. Yeshua de bondad infinita. El Padre descubre su seno, que es la Espíritu Santo, revelando su secreto. Su secreto es su Hijo, para que por la misericordia del Padre, los eones dejen de inquietarse buscándolo al Padre y se ubiquen dentro de Él, sabiendo que esto es el reposo”.

También en el numeral 22, se lee: “Entonces cuando la Gnosis se acercó aniquiló al Engaño con todas sus emanaciones El Engaño es vano, porque no tiene nada dentro. La Verdad apareció y todas sus emanaciones la conocieron. Abrazaron al Padre y se unieron con Él en un poder perfecto. Porque cada uno que ama a la Verdad, se pega a la boca del Padre por su lengua, recibiendo la Espíritu Santa. La Verdad es la boca del Padre, su lengua es la Espíritu Santa. Esta es la revelación del Padre y su automanifestación a sus eones. Él ha revelado su secreto, explicándolo todo”.

En la versión de National Geographic para el Evangelio de Judas, se encuentra el análisis de Bart D. Ehrman, titulado “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas. En dicho texto, se encuentra el siguiente fragmento relativo a los eones: “Algunos pensadores gnósticos explicaron este perverso mundo material desarrollando complicados mitos de la creación. Según esos mitos, la deidad suprema queda enteramente fuera del mundo, pues es espíritu absoluto sin cualidades ni aspectos materiales. Ese ser divino engendró una numerosa prole: los eones, que, como él eran entidades espirituales. Originalmente, ese reino divino habitado por Dios y sus eones era todo cuanto había. Pero sucedió una catástrofe cósmica, en la cual uno de aquellos eones de alguna manera cayó fuera del reino divino, y eso dio lugar a la creación de otras entidades divinas que, por lo tanto cobraron existencia fuera de la esfera divina. Esas divinidades menores crearon nuestro mundo material, hicieron el mundo como lugar donde retener las chispas de divinidad que habían capturado, a las que colocaron en cuerpos humanos. Algunos humanos, en otras palabras, tienen un elemento de la divinidad en su interior, en su núcleo esencial. Esas personas no tienen almas mortales, sino inmortales, encerradas temporalmente en este miserable y caprichoso reino material. Y esas almas necesitan escapar, volver al reino divino de donde vinieron”.

Barbelo

Entre los eones, se encuentra la morada de Barbelo, es decir, la eterna Madre Espacio o Mulaprakriti; tal como se lee en la nota 22 de la versión de National Geographic, para el Evangelio de Judas: “Admitir que Jesús viene del reino (o eón) inmortal de Barbelo es admitir, en términos séticos, que Jesús pertenece al divino reino celestial y es hijo de Dios”.

En la versión de Montserrat Torrents para dicho Evangelio, se lee: “Al día siguiente de estos sucesos, Jesús se [manifestó] a sus discípulos. Y ellos le dijeron: «Maestro ¿adónde fuiste y qué hiciste cuando nos dejaste?». Jesús les respondió: «Me encaminé a una grande y santa generación». Sus discípulos le dijeron: «Señor, ¿Cuál es la gran generación que nos sobrepasa y que es santa y que no está ahora en estos eones?». En las nota 31 de la versión de National Geographic, “Estos reinos o eones son los que aquí abajo son meras copias de los reinos o eones de arriba”. A continuación, en la versión de National Geographic, se lee: “En verdad [yo] os digo que nadie nacido [de] este eón verá esa [estirpe]…”. Más adelante se lee: “’[Sea] creado un eón luminoso’, y fue creado. Creó la segunda luminaria [para] reinar sobre ella, junto con cantidades innumerables de ángeles para que prestaran sus servicios. Así es como él creó el resto de los eones iluminados”. En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citada, se lee que «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra Madre en los cielos».

En la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “En la literatura clásica de la sabiduría gnóstica, este mundo exaltado es a menudo llamado el pleroma o plenitud de Dios, y los habitantes de este mundo son llamados eones o reinos eternos. El primero de los eones suele ser la divina madre. Para Simon el Mago, ella es Helena, o ennoia, el pensamiento de Dios. En el Libro secreto de Juan ella es Barbelo, o pronoia, el primer pensamiento o previsión de Dios”. Afirman también que: “A menudo, los eones se identifican como atributos espirituales de lo divino, reciben nombres y se unen como parejas, amantes espirituales en la plenitud de lo divino… En el El reino de luz maniqueo, el padre de la grandeza, está rodeado de 12 eones y 144 eones de eones”.   (Traducción libre).

Sophia

Otro de los eones, muy importante es la cosmovisión gnóstica, es Sofía , Sophia o Pistis Sophia, que aparece recurrentemente en los textos gnósticos. Así, en la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “Entre los eones y manifestaciones de lo divino a menudo hay una figura que representa lo divino en este mundo, caído de la luz de arriba pero presente como La luz de Dios con nosotros y en nosotros. En muchos textos gnósticos esta es la figura llamada Sophia o sabiduría, como se mencionó anteriormente”. (Traducción libre)

En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citado, se lee: “Según los textos séticos, la caída del estado de gracia al comienzo del tiempo fue un suceso divino de dimensiones cósmicas. En la Biblia, el Génesis narra la historia de Adán y Eva, que ceden a la voluntad de la serpiente y comen del árbol de la ciencia del bien y del mal contra la voluntad de Dios. Los textos séticos hablan de Sabiduría divina, personificada en Sofía, que comparte rasgos con Eva y cae en un error que podría tener graves consecuencias,. La parte que se ha salvado del Evangelio de Judas no incluye la historia de Sofía y de su caída. Hay sólo una referencia a Sofía en una parte fragmentada del texto donde, con pocas explicaciones, la llaman “corruptible Sofía”. Después de una laguna hay una referencia a “la mano que ha creado a la gente mortal”, que puede relacionar a Sofía con el dios que creo este mundo. En el libro secreto de Juan el relato de la caída de la Sabiduría es expuesto con más detalle:

Entonces Sofía, que es la Sabiduría del Discernimiento y que constituye un eón, concibió de una idea de sí misma, y con la idea del Espíritu invisible y de la Providencia. Quiso engendrar algo semejante a ella misma, sin el consentimiento del Espíritu, que no había dado su aprobación, sin su compañero y sin la consideración de éste. El compañero no dio su aquiescencia,. Ella no encontró a su compañero, y considero esta cuestión sin la aprobación del Espíritu y sin que su compañero lo supiera. A pesar de todo dio a luz. Y a causa del poder invencible que hay en ella, su pensamiento no fue huero. De su seno nació algo imperfecto y diferente de ella en su apariencia, porque lo había concebido sin su compañero. No se parecía a su madre, y era deforme. (II:9-10).

En la Carta de Pedro a Felipe, el que hace la revelación en el texto da otro detalle crucial de la caída de la Madre Sofía. En la versión de la carta del Códice Tchacos el que hace la revelación dice:

Para comenzar con [relativo a] la imperfección de los eones, su imperfección es la desobediencia. La Madre, dando muestra de escaso juicio, se manifestó sin el mandato del Gran Uno. Fue él quien quiso, desde el comienzo, crear eones. Pero cuando ella [habló], apareció el Soberbio Uno. Una parte del cuerpo de ella fue abandonada, y el Soberbio Uno la tomó, y fue así la imperfección. Esa, pues, es la imperfección de los eones (3-4).

A este respecto, Samael Aun Weor, en su obra “Pistis Sophia develada”, explica lo siguiente: “Pistis Sophia es una palabra compuesta. Pistis Sophia significa: Poder-Sabiduría. Pistis significa Poder. Sophia quiere decir Sabiduría. Incuestionablemente, el Poder está en el Fohat, es decir, en el Fuego. La auténtica Sabiduría se convierte en Fuego. Existe el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la Signatura Astral del Fuego. Obviamente, Cristo-Sabiduría, es la signatura astral del Fuego. En el Decimotercero Aeón están los terribles Misterios de la Pistis Sophia. Obviamente, la Pistis Sophia surge de entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Ostensiblemente, la Pistis Sophia surge de entre el Absoluto Inmanifestado y queda depositada en el Aeón Trece. Necesitamos pasar por la Aniquilación budhista si es que queremos desposarnos con la Pistis Sophia. Los adoradores del querido Ego nunca hallarían a la Pistis Sophia”. (Sólo con la muerte adviene lo nuevo, si el germen no muere, la planta no nace. La Pistis Sophia se halla latente dentro de cada uno de nosotros, en nuestro Universo interior. Sólo la muerte del Ego nos permitirá desposarnos con Pistis Sophia para ascender al Aeón Trece. Incuestionablemente, uno de los tres triples poderes, Eros desviado, o Cupido desencaminado, ocasiona a la Pistis Sophia el peor daño.

En el capítulo XXX, de Pistis Sophia develada, se lee: “Cuando Jesús dijo esto a sus discípulos, sucedió que María se adelantó hacia él y le dijo: «Mi Señor, te he oído decir hace poco: «Pistis Sophia es en sí misma una de las cuatro y veinte emanaciones». ¿Cómo es entonces que no está en su región? Pues has dicho: «La encontré debajo del decimotercero Aeón»».

El Kalki Avatar, explica que Sophia o Pistis Sophia, es la la sabiduría divina, la misma diosa de la Sabiduría, Atenea o Minerva, así como la razón objetiva del Ser y la conciencia despierta. Explica que: “Pistis Sophia puede subir o bajar, ascender hasta el Aeón Trece o descender hasta el Tartarus. Pistis Sophia está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Los Regidores de los doce Aeones, que están dentro de nosotros mismos y que son partes auto-independientes de nuestro propio Ser, sufren y anhelan cuando Sophia se eleva hacia el Aeón Trece, la parte más elevada del Ser. En modo alguno se lograría la perfección de todas las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser sin los esplendores de Pistis Sophia. Explica además, el Avatar de la Era de Acuario, que: “Los poderes tenebrosos, que moran en los bajos fondos animales del hombre, quieren despojar a la Pistis Sophia de sus poderes, no le perdonan jamás el que ilumine los misterios que están en los niveles superiores del Ser”.

Los eones como regiones cósmicas

El concepto de eones como regiones cósmicas o cielos se refiere a los doce eones y en especial, al eón trece, que corresponde a la región más profunda del Espacio Abstracto Absoluto, el Ain. En el Nuevo Testamento, en la Biblia, constantemente se hace referencia al “reino de los cielos” (en plural, indicando que son varios). Pablo en la segunda de Corintios habla del tercer cielo, cuando dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Co 12:2). Dante Alighieri describe detalladamente nueve cielos y los mayas hablan de trece cielos. Los trece cielos de la cosmovisión maya, son los 13 eones o regiones celestiales.

Según Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, el conjunto de emanaciones divinas forma el Pleroma. El Pleroma es el mundo divino, la morada de la luz.

El mundo divinal, el ámbito glorioso del Pleroma, surgió directamente de la Luz negativa, de la existencia negativa. Finalmente, el Nous, Espíritu o Neuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la manifestación. Entre los límites extraordinarios del Ser y del no Ser de la filosofía se ha producido la multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma.

Los primeros nueve cielos se corresponden con cada uno de los planetas, según el orden del antiguo sistema de clasificación astronómica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cada uno de esos cielos es la morada de una categoría especial de seres divinos, según la clasificación angélica. El orden es el siguiente: ángeles, arcángeles y principados; constituyen la primera triada. Potestades, virtudes y dominaciones; corresponden a la segunda triada. Tronos, querubines y serafines a la última y más alta triada. El ascenso a cada uno de los doce cielos, se corresponde con los doce trabajos de Hércules. Los tres cielos que se encuentran en lo más alto, corresponden a las tres regiones del Ain Soph.

Los treinta eones pleromáticos

Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: “Antropología Gnóstica de su obra: “La Doctrina secreta de Anáhuac, que: “El mito gnóstico de Valentín, que en forma específica nos muestra a los treinta eones pleromáticos surgiendo misteriosos de entre el Espacio abstracto absoluto por emanaciones sucesivas y ordenadas en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un mito monista que en forma más o menos manifiesta se encuentra presente en todo sistema gnóstico definido”. En Pistis Sophia develada, explica además el maestro que los eones emanan resplandecientes del Pro-Padre. El Avatar de Acuario, también explica que los treinta eones surgen en la aurora de la creación y son los cosmocratores o elohim creadores.

En The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, hacen un análisis de la literatura Valentiniana y explican que: “De la profundidad emana el pleroma de la divinidad, organizado como (al menos) quince pares de seres, o parejas, para un total de (al menos) treinta reinos eternos (eones) Todos están suspendidos, todos se mantienen en la plenitud de lo divino”.

Zeferino González, en su Historia de la Filosofía, refiriéndose al Gnosticismo panteísta, afirma que “El representante principal del gnosticismo panteísta es, a no dudarlo, Valentín o Valentino, que vivía y dogmatizaba en Alejandría por los años 140 de nuestra era; que pasó después a Roma, y que falleció en la isla de Chipre en el año de 160. Reuniendo, desarrollando y sistematizando las corrientes panteístas parciales que hasta entonces se habían manifestado en el seno del gnosticismo durante la primera época de su fermentación, formuló este gnóstico alejandrino un sistema más acabado y completo … He aquí sus rasgos principales:

1º Desde la eternidad y antes que todas las demás cosas, y como principio de todas ellas, existía el Abismo, al cual acompañaba el Silencio. Al cabo de infinidad de siglos, el Abismo concibió la idea de manifestarse, y habiendo depositado esta idea en su compañero el Silencio, nacieron de ella simultáneamente la Inteligencia y la Verdad, las cuales, en unión con los dos primeros, constituyen los cuatro Eones primitivos, las cuatro manifestaciones primordiales de la Divinidad o del Ser. Esta tetrada primitiva pasó después a ser ogdoada, porque la inteligencia y la verdad producen la Palabra y la Vida, y éstas a su vez producen al Hombre y la Iglesia. Esta ogdoada primordial da origen a otros veintidós Eones, diez de los cuales emanan de la Palabra y la Vida, y los doce restantes del Hombre y la [458] Iglesia. La emanación de unos y otros se verifica por Syzigias o parejas, y todos reciben denominaciones más o menos extrañas y obscuras. Los doce pares de Eones que emanan del Hombre y la Iglesia son Parakletos (el paracleto o consolador), y Pistis (la fe); Patriklos (la paternidad, lo que pertenece al padre), y Elpis (la esperanza); Metriklos (lo que dice relación a la madre, la maternidad), y Agape (la caridad); Aeinous (lo que siempre entiende o es inteligente), y Synesis (la prudencia); Eclesiastikios (el eclesiástico), y Makariotes (la dicha); Thélétos (el volente o voluntad), y Sophia (la sabiduría).

Fácil es reconocer que esta colección de Eones, siendo como es politeísta, o, mejor dicho, mitológica en cuanto a su forma, es esencialmente panteísta en su fondo y en su contenido real, en atención a que todos esos Eones son fases y emanaciones descendentes del Ser, el cual, inactivo y silencioso antes, sale de su reposo y silencio para manifestarse y desarrollarse en Inteligencia y Verdad, en Palabra y Vida, en Humanidad e Iglesia o Cristianismo. Lo mismo puede aplicarse a los demás Eones inferiores, emanaciones mediatas del Ser, e inmediatas de la ogdoada. A través de la diversidad de nombres y del proceso por parejas, lo cual puede considerarse como una reminiscencia y reproducción de los dioses masculinos y femeninos del politeísmo, descúbrese con toda claridad el pensamiento panteísta, pensamiento que aparece más indudable y evidente cuando se tiene en cuenta que, según el gnóstico alejandrino, estos treinta Eones constituyen el Pleroma, como si dijéramos, la totalidad, la plenitud del Ser primitivo y absoluto. [459]

Estos 30 eones se ven como una escalera de 30 peldaños que se extiende desde la tierra hasta los cielos. El peldaño superior de esta escalera cósmica es el Primer Eón, la fuente de todo, Dios, mientras que el peldaño inferior es el Trigésimo Eón, el mundo material. En cada peldaño había un guardián angelical cuyo nombre y naturaleza tenían que ser conocidos para poder avanzar al siguiente peldaño de la escalera eónica. El segundo modelo eónico era una serie de 30 círculos concéntricos, donde cada círculo era un peldaño de la escalera cósmica. En última instancia, esta división gnóstica de 30 categorías se convirtió en la base del sistema mágico enoquiano del mago isabelino John Dee.

2º El Eon femenino Sophia, último de los treinta cuyo conjunto forma y representa el mundo inteligible o superior, habiendo concebido un deseo violento de comprender al Padre (al Ser primitivo o divino), produjo en el Pleroma una perturbación y desequilibrio, perturbación y desequilibrio que cesaron cuando el Hijo único del Padre (la inteligencia, el segundo Eón del Pleroma) produjo una nueva pareja de Eones, a saber, el Cristo y el Espíritu Santo, destinados a restablecer el equilibrio y la paz entre los Eones del mundo superior.

Sin embargo, a causa de su desordenado deseo de unirse con el Abismo y de comprender su ser, la Sophia fue desterrada del Pleroma y precipitada en el caos, transformándose en Sophia Achamoth, o sabiduría de orden inferior, y dando origen con sus pasiones, crisis y agitaciones, al mundo material y visible, el cual es, por consiguiente, una degeneración del inteligible o superior, y debe su origen inmediato a la pasión, al movimiento desordenado y malo de uno de los Eones que constituyen el Pleroma. La materia y el Demiurgo son las producciones primeras de la Sophia inferior, la cual, por medio del Demiurgo, que es como el alma universal y el principio activo del mundo, produce todos los seres mundanos, y entre ellos el hombre, el cual recibe su cuerpo de la materia, su alma del Demiurgo y la parte espiritual de la Sophia inferior, la cual recibió este poder del Espíritu Santo enviado por Cristo.

Respecto de los treinta eones pleromáticos, Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, explica que: “Así como es importante la visión que tenían los gnóstico valentinianos al respecto del Misterio de la Santísima Trinidad, no es menos su interés el de los treinta Aeones pleromáticos y las causas de su caída en la materialidad”. Vargas se apoya en Samael Aun Weor y continúa aclarando que: “En el capítulo X: ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA, de La Doctrina Secreta de Anawak del V.M. Samael Aun Weor, que nos servirá de marco y guía en el presente capítulo, leemos: «El racionalismo especulativo, en vez de enriquecer al lenguaje gnóstico, lo empobrece lamentablemente ya que los relatos gnósticos, escritos o alegorizados en cualquier forma artística, se orientan siempre hacia el Ser». No se podra evitar, por lo tanto, que cada uno, cada cual, de su propia interpretación a cuestiones que son misterios indecibles, inefables y supracelestes”. Luego cita a Valentín:

El Dios trascendente

«Al principio, el que es paternidad subsistente contenía en sí todas las cosas, que se hallaban en él en ignorancia. Algunos le llaman “Eón inmarcesible”, siempre joven, andrógino, que todo lo contiene y no es contenido. Al Pensamiento que estaba en él unos los llaman Pensamiento, otros Gracia, propiamente, porque suministra los tesoros de la Grandeza a los que provienen de Ella; pero los que hablan verdad la llaman Silencio, porque la Grandeza lo ha acabado todo a través de la reflexión sin palabra».

Al respecto, Vargas explica que: “Al Pensamiento que está en ese Eón inmarcesible le llaman Pensamiento, Gracia o Silencio, reflexión sin palabras, es decir «Gnosis», y el Gnosticismo universal nos lo ha enseñado con diversidad de nombres. «La palabra Gnosis, no es sino la castellanización de la palabra latina «Jina», su verdadera escritura deriva del Parsi y del Arabe, originalmente no era Jina, sino DJIN o DJINN, y así la vemos empleada por muchos autores: JAN, CHHAN, o KAN, DAN, DZAN, D’JAN, JAIN, JIAN, IOAN, CHOAN, todas equivalentes de JANA, YANA, GNANA, GNOSIS, conocimiento».

 Y vuelve a apoyarse en Samael Aun Weor, en la obra “La doctrina secreta de Anáhuac”: “«Ostensiblemente, tanto en esencia como en accidente, Gnosis y Gracia son identificables fenomenológicamente. Sin la Gracia divina, sin el auxilio extraordinario del Hálito sagrado, la Auto-Gnósis, la autorealización íntima del Ser, resultaría algo mas que imposible. Autosalvarse es lo indicado y esto exige plena identificación del que salva y de lo que es salvado. Lo Divino, que habita en el fondo del alma, la auténtica y legítima facultad cognoscente, aniquila al Ego y absorbe en su paropsia a la Esencia y, en total iluminación, la salva. Este es el tema del Salvator Salvandus.»

A continuación, Vargas cita nuevamente a Valentín, en el desglose de la emanación pleromática de los treinta eones:

La primera Tétrada

«Al principio, pues, el Pensamiento incorruptible, queriendo romper las eternas cadenas, ablandó la Grandeza introduciéndola al deseo de su reposo. Y se unió con él y produjo al padre de la verdad, al que los perfectos han llamado Hombre con toda propiedad, porque era el antitipo del ingénito preexistente».

 Y continúa con su explicación y apoyándose en el Avatara de Acuario: “El deseo de grandeza, anhelar ser algo, origino el descalabro, la primera manifestación, de aquello que no tiene manifestación, y produjo “al Hombre Ingénito” preexistente (Padre) o átomo Ain Soph, una primera diferenciación no manifestada fuera del Absoluto, Aelohim, Adibuda, Agnosthos Theos, Aquello de donde surge más tarde nuestro Ser particular, es decir Elohim, Buda o el Dios gnóstico. Entonces, del Eón Inmarcesible (Abismo) y su Deseo de su Grandeza, nace el Padre del Padre, y surge una Díada”.

«El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina Sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma. El deseo, la fornicación, el querer resaltar como Ego, origina el descalabro y el desorden, produce una obra adulterada que incuestionablemente queda fuera del ámbito divinal aunque en ella queda atrapada la Esencia, el Budhatta, el material psíquico de la humana criatura. El impulso hacia la unidad de la vida libre en su movimiento puede desviarse hacia el Yo, y en la separación, fraguar todo un mundo de amarguras. La caída del hombre degenerado es el fundamento de la Teología de todas las naciones antiguas. Según Filolao, el pitagórico (sigloV antes de J.C.), los filósofos antiguos decían que el material psíquico, la Esencia, estaba enterrada entre el Yo como en una tumba, como castigo por algún pecado. Platón testimonia también así, que tal era la doctrina de los órficos y que el mismo la profesaba. El deseo desmedido, el trastocamiento del régimen de la emanación, conduce al fracaso. El querer distinguirse como Ego origina siempre el desorden y la caída de cualquier rebelión angélica». (SAW. La doctrina secreta de Anáhuac).

«Se necesita perfección absoluta, para no desprenderse jamás del seno de la Infinitud que todo lo sustenta». «Cualquier anhelo -por insignificante que sea- de vida separada, de ser alguien, es suficiente como para desprenderse de Aelohim y caer en el Reino del Demiurgo Creador…».(SAW. Pistis Sophía develada).

«La desviación del Demiurgo Creador, la antítesis, lo fatal, es la inclinación hacia el egoísmo, el origen real de tantas amarguras. Indubitablemente, la Conciencia egoica se identifica con Yahvé, el cual, según Saturnino de Antioquía, es un Ángel caído, el genio del mal. La Esencia, la Conciencia embotellada entre el Ego, se procesa dolorosamente en el tiempo en virtud de su propio condicionamiento. La situación, por cierto no muy agradable, repetida incesanmente en los relatos gnósticos del Pneuma, sometido cruelmente a las potencias de la Ley, al mundo y al abismo, resulta demasiado manifiesta como para insistir aquí sobre ella». (La doctrina secreta de Anáhuac).

«Si esas “Mónadas Primordiales” no anhelaran ser algo, o alguien, el desequilibrio de las tres Gunas (Sattwa, Rayas y Tamas) no sería factible. Para que las tres Gunas se desequilibren, tiene que existir una causa ingénita, un principio motos ignoto, profundo. Yo encuentro, tal causa causorum, entre los átomos o “Chispas Virginales” que reposan entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Tiene que haber alguna forma de imperfección (incomprensible para el análisis meramente intelectivo), que viene, naturalmente, a convertirse en esa ingénita causa, que a su vez hace que las “mónadas”, sumergidas entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común, anhelan ser algo, o alguien. Si esas Mónadas gozaran de absoluta perfección, no desearían ser algo, o alguien, entonces el desequilibrio de las tres Gunas tampoco sería factible». (SAW. El Universo y los tres Gunas).

A continuación otra cita del texto de Valentín

Abismo, Silencio, Padre, Y Verdad.

«Despúes de ésto, Silencio indujo una unidad natural de luz, y junto con el Hombre (Padre) 

—su conyugio (pareja) consistía en el querer— produjo la Verdad. Los perfectos la llaman con toda razón Verdad, porque era verdaderamente semejante a su madre Silencio, la cual quería que las luces quedaran divididas por igual entre el varón y la hembra, para que, a través de ellos, también la*** que poseían se manisfetara a los que procedían de ellos y estaban divididos en luces sensibles».

 Los setenta y dos y trescientos sesenta eones

En la versión de National Geographic de “El Evangelio de Judas”, se lee: “Los doce eones de las doce luminarias constituyen su padre, con seis cielos por cada eón, de manera que hay setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias, y por cada [50] [de ellos cinco] firmamentos, [para un total de] trescientos sesenta [firmamentos …]. Se les dio autoridad y una [gran] hueste de [innumerables] ángeles, para gloria y adoración, [y tras eso también] espíritus vírgenes, para gloria y [adoración] de todos los eones y los cielos y sus firmamentos”. En la nota 106 de dicha versión del Evangelio de Judas, se lee: “Estos eones y luminarias, los poderes espirituales del universo, representan aspectos del mundo, especialmente el tiempo y las unidades de tiempo. Cabe comparar los doce eones con los meses del año y los signos del zodíaco”.

En el análisis citado: “Judas y la conexión gnóstica” Meyer, establece paralelismos con otro texto gnóstico: “Eugnostos el bienaventurado” y cita lo siguiente: “El autor de Eugnostos el Bienaventurado describe la creación de eones y otras potencias en dos importantes pasajes: Las doce potencias de las que he hablado se emparejaron entre sí y engendraron <seis> machos y <seis> hembras, y fueron en total 72 potencias. Cada una de las 72 dio existencia a cinco potencias espirituales, y el número de potencias llegó a 360. Y están unidas en el deseo. De esta manera la Humanidad inmortal llegó a simbolizar nuestro reino. El primero en concebir, el hijo de la Humanidad inmortal, hadce de símbolo del tiempo. El [salvador] simboliza [el año]. Las doce potencias son símbolos de los doce meses. Las 360 potencias nacidas del salvador representan los 360 días del año. Y los ángeles nacidos de ellas y que son innumerables representan las horas y minutos. (Códice III:83-84, Nag Hammadi)”.

La Gnosis eterna y universal

Contenido

Introducción

Delimitación del término: Qué es y qué no es Gnosis

El Coloquio de Mesina

Universalidad de la Gnosis

La Gnosis Cristiana

Introducción

En el presente estudio, en primer lugar, se hace una recopilación de referencias y explicaciones dadas por diferentes guías espirituales y académicos, especialistas en religión y filosofía antigua con el propósito de delimitar de manera apropiada el concepto de Gnosis y diferenciarlo de lo que no es Gnosis. Se dedica un espacio suficiente al Coloquio de Mesina de 1966 sobre los orígenes del Gnosticismo, donde se formuló la definición de la raíz griega Gnosis, tal como la reconocen, los gnósticos contemporáneos, incluido Samael Aun Weor, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas contemporáneas: Gnosis: Conocimiento iluminado de los misterios divinos reservados a una élite. En la sección: La Universalidad de la Gnosis, se hace una aclaración a lo concluido en el Coloquio en torno de la delimitación geográfica y cronológica del Gnosticismo. Finalmente, se incursiona en la Gnosis cristiana, con referencias a la importancia que se da en la Biblia judeocristiana al conocimiento y se hace un breve abordaje al libro cumbre de los gnósticos: Pistis Sophia para desembocar en la concepción de una Gnosis eterna y universal.

Delimitación del término: Qué es y qué no es Gnosis

Gnosis es la síntesis de todos los conocimientos necesarios para llegar a la divinidad. Por ello, usualmente, en diccionarios y enciclopedias se afirma que el gnosticismo es un conjunto de doctrinas filosófico-religiosas, mezcla de creencias cristianas con principios del platonismo, de las tradiciones judías, caldeas y orientales, así como de elementos esotéricos.

Sin embargo, investigaciones más profundas van más lejos. Por ejemplo, Henry Durvill en su libro Los misterios iniciáticos, cita una frase de Hermes Trismegisto, el tres veces grande dios Ibis de Thot:

“Buscad un piloto que os encamine hacia las puertas de la Gnosis, donde refulge la deslumbradora luz, limpia de tinieblas, donde nadie se embriaga, donde todos son sobrios y vuelven sus miradas hacia el que quiere ser contemplado, el inaudito, el inefable, invisible para los ojos de la carne, visible para la inteligencia y el corazón”.

Hermes Trismegisto, el hombre dios, un sabio egipcio y guía espiritual de los faraones egipcios, cuyos nombres se asocian a los dioses Dyehuty, Tot y Hermes o Mercurio. Para Durvill, Hermes Trismegisto ejerce su influencia, en torno del siglo XXV A.C. A Hermes Trismegisto se le atribuye haber legado a la humanidad la ciencia de la Alquimia y el sistema de ciencias metafísicas, conocido como Hermetismo. Se le atribuye el libro La Tabla de Esmeralda y el Corpus Hermeticum. La atribución de “Tres veces grande”, solo se le puede conferir a un ser humano que después de alcanzar el Nacimiento segundo, logra la Auto realización íntima del Ser y alcanza la legítima inmortalidad y la auténtica Resurrección de los muertos, por lo que se convierte en tres veces grande. Hermes o Mercurio nos da la clave para transmutar los metales viles en el oro puro del Espíritu, la transmutación alquímica del plomo en oro, que se equipara al milagro de Jesús, en las bodas de Caná, al transmutar el ens seminis, las aguas de la vida, en el vino de luz del alquimista previo compromiso de huir de la fornicación.

Durvill refiriéndose a las antiguas iniciaciones y a los estudios gnósticos, afirma: “Los tiempos de la iniciación se extinguieron siglos antes de la Era Cristiana. Los adeptos se retiraron, como ocurrió en la Asiria, reintegrándose a los lugares de su origen, en la región norte del Indostán. Otros iniciados de inferior categoría salieron de Memphis para llevar a Grecia la luz del esoterismo. En Alejandría existieron también algunas agrupaciones y durante la Edad Media, desde Alejandría y el Asia Menor vienen a Europa los adeptos de Gnosis, y del Hermetismo”.

Helena Petronila Blavatsky en La clave de la Teosofía explica que: “Pitágoras denominaba a su Gnosis “el conocimiento de las cosas que son” o h gnwçiç onpwu, y reserva esos conocimientos sólo para sus discípulos, que habían jurado guardar el secreto; para aquellos que podían asimilarse ese alimento mental y hallar en él satisfacción; a los que juramentaba para guardar el secreto y el silencio”.

Gnosis es el conocimiento de uno mismo. Es el conocimiento de nuestros propios límites y posibilidades. El conocimiento de quiénes somos, de dónde vinimos y hacia dónde vamos.

Para Annie Besant, en su obra: Los Misterios, “el fondo y esencia de la enseñanza, que pone al individuo en posesión de la Gnosis o conocimiento real, el saber místico que substituye la creencia por el conocimiento y permite decir al hombre con toda certeza: «Yo conozco las cosas de los mundos superfísicos», esta enseñanza era en todas partes única e idéntica, y aunque difiriesen los cultos externos, lo que constituía la entraña, el culto interno y fondo de los Misterios era semejante en todos”.

Gnosis, es un conocimiento dinámico, liberador y transformador. El gnóstico, al conocerse, diferencia plenamente entre su Ego y su Esencia maravillosa o chispa divina. En el proceso de conocerse, libera y desarrolla su Esencia o fracción de alma, despertando la conciencia. Al mismo tiempo, descubre su Ego (los defectos de carácter) o elementos indeseables de conducta, lo comprende y mediante un trabajo psicológico; pero de una escuela de Psicología en particular, una escuela que enseñe a liberarse del Ego y a despertar conciencia, una Psicología Gnóstica que dé los métodos y procedimientos para encaminar un esfuerzo serio, que, si cuenta además con el auxilio de lo divinal, gradualmente logra eliminar esos elementos indeseables de conducta.

El conocimiento de uno mismo se denomina: autognosis. Es un tipo de conocimiento que se obtiene a través de la observación íntima. Los filósofos griegos de la antigüedad se referían a él con la frase: gnosce te ipsum. «Conócete y conocerás el Universo y a los dioses» y que se encontraba grabado en el pórtico del templo de Apolo, en Delfos. Entre los Diálogos de Platón, en el primer Alcibiades, se lee: “Así, mi querido Alcibiades, sigue mis consejos, y obedece al precepto que está escrito en el frontispicio del templo de Delfos: Conócete á ti mismo”.

Todo el proceso de autoconocerse, se realiza en la vida diaria, pero también a través de la experiencia mística directa. Este tipo de experiencias permiten acceder a otros tipos de conocimiento, ajenos al que se obtiene mediante la razón. La imaginación, la inspiración, la intuición, la auto reflexión evidente del Ser, la meditación y la experiencia en los mundos superiores de conciencia llevan al estudiante gnóstico a la autognosis.

Uno de los grandes investigadores contemporáneos de la  Gnosis histórica, Henri Charles Puech, afirma que: «De manera más especial, en los sistemas religiosos de los que constituye el fondo, la Gnosis aparece como un conocimiento que trae consigo y procura por sí mismo la salvación, una ciencia liberadora o salvadora, un saber que es en sí y por sí mismo salvación. Se llama o puede llamarse gnosticismo -y también gnosis- a toda doctrina o actitud religiosa fundada sobre la teoría o la experiencia de la obtención de la salvación mediante el conocimiento.» (Tomado de En torno a la Gnosis)

Elaine Pagels, otra autoridad mundial en el estudio de la Cosmovisión gnóstica,  en su obra: “Los evangelios gnósticos” establece claramente la diferencia entre  qué es Gnosis y qué no lo es:

“Aquellos que dicen no conocer nada sobre la realidad última se les denomina «agnósticos» (literalmente: «que no conocen»), a la persona que sí afirma conocer tales cosas se le llama «gnóstica» («conocedora»). Pero gnosis no significa principalmente conocimiento racional. La lengua griega establece una distinción entre el conocimiento científico o reflexivo («él conoce o sabe matemáticas») y el conocimiento a través de la observación o la experiencia («él me conoce»), que es la gnosis. Tal como la utilizan los gnósticos, podríamos traducirla por «intuición», porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo. Y conocerse a uno mismo, decían ellos, es conocer la naturaleza y el destino humanos. Según el maestro gnóstico Teodoro, que escribía en Asia Menor hacia 140-160, el gnóstico es aquel que ha llegado a entender «quiénes éramos y en qué nos hemos convertido; dónde estábamos… hacia dónde nos apresuramos; de qué se nos está librando; qué es el nacimiento y qué es el renacimiento. Sin embargo, conocerse a uno mismo, en el nivel más profundo, es al mismo tiempo conocer a Dios; este es el secreto de la gnosis”.

Puech, da una explicación similar, cuando expone que “El idioma griego conocía muy bien los términos de gignóskein (conocer) y de gnosis (conocimiento), y en ciertos contextos filosóficos (platónicos o pitagóricos), estas expresiones podían designar el conocimiento verdadero (por oposición a la doxa, conocimiento aproximativo, dudoso, ilusorio) de los seres (onta) o incluso de Dios. Pero no se las empleaba «técnicamente» e implicaban siempre un proceso dialéctico y discursivo del espíritu, proceso que puede desembocar en una intuición, pero que sigue estando fundado sobre una especulación de orden humano…” Explica, además Puech que “El término de gnosis empleado por separado no basta en griego: exige o sobreentiendo un genitivo que designe el objeto de la «gnosis». Este objeto, en los textos más explícitos, es «Dios»”. Explica además que la Gnosis, es “un conocimiento que, una vez dado, es inmediato y absoluto, trascendente con relación a la simple fe (pistis), conocimiento de la Vida y de la Luz que es él mismo Vida y Luz, conocimiento en una palabra, que es visión, revelación y gracia, «carisma» (kharisma), verdad absoluta aprehendida por un acto místico o confiada mediante un hieróslogos, apocalipsis de visionario o iniciación mistérica”. Para Puech, las revelaciones llevadas a las doctrinas gnósticas “se ofrecen como descubiertas en éxtasis”; es decir, en el vacío iluminador, en la iluminación o conciencia objetiva.

Pagels, cita a “Otro maestro gnóstico, Monoimo, -quien dice- “abandonad la búsqueda de Dios y la creación y otros asuntos de parecida índole. Buscadle tomándoos a vosotros mismos como punto de partida. Averiguad quién hay dentro de vosotros que se adueña de todo y dice: “mi Dios, mi mente, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo”. Averiguad las fuentes del pesar, del gozo, del amor, del odio… Si investigáis cuidadosamente estas cuestiones, las encontraréis en vosotros mismos”.

Stephan A. Hoeller, en su libro: Jung Gnóstico y los Siete Sermones a los muertos da la siguiente definición de la Gnosis: “conocimiento espiritual al que se accede a través de la intuición”, que está en correspondencia con la definición que da el DRAE: «Conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad».

En relación con los gnósticos, Hoeller, expone además que: “no eran miembros de una secta ni de una nueva religión, como afirmaban sus detractores, sino personas que compartían una cierta actitud frente a la vida. Puede decirse que esta actitud consistía en la convicción de que el conocimiento personal, directo y absoluto de las auténticas verdades de la existencia es accesible a los seres humanos y, más aún, que la adquisición de dicho conocimiento siempre debe constituir la realización suprema de la vida humana”.

“Este conocimiento, o Gnosis, no era racional ni científico, ni siquiera era considerado como un conocimiento filosófico de la verdad, sino como un saber que surgía en el corazón de una forma intuitiva y misteriosa y, por ello, en al menos uno de los textos gnósticos (el Evangelio de la verdad) es denominado Gnosis Kardias, el conocimiento del corazón”.

“Evidentemente se trata de un concepto religioso que es a la vez sumamente psicológico, ya que el significado y el propósito de la vida no es ni la fe –con su énfasis en la certeza ciega de la existencia de Dios y su igualmente ciega represión- ni las buenas obras, sino el discernimiento y la transformación interior, para decirlo en pocas palabras, un proceso psicológico profundo”.

Philip Gardiner en su libro: Gnosis el Secreto del templo de Salomón revelado, dice lo siguiente:

“Son muchas las personas que no comprenden lo que significa la palabra gnosis; otras creen que significa simplemente conocimiento, y lo dejan ahí. Sin embargo, existe un significado más profundo. Es una palabra que da origen al título de gnóstico, o alguien que tiene un conocimiento especial. La verdadera definición del término gnosis es la experiencia mística directa de lo Divino en el yo. Es la realización de nuestra verdadera naturaleza, y no se puede discernir mediante un dogma o una doctrina intelectual, sino sólo a través de la experiencia”.

David Grez en su versión de Los Evangelios Gnósticos afirma lo siguiente: “el nombre lo tomaron de la palabra gnosis, vocablo griego que significa conocimiento. Este término había sido ya empleado por diversas corrientes de la filosofía griega, sobre todo por los platónicos y los pitagóricos. Con esta expresión designaban ellos al conocimiento verdadero de la esencia de algo, por oposición al conocimiento de las apariencias de las cosas, sometido a los vaivenes del cambio. Es decir que el término gnosis exige un objeto al que referirse. Ese objeto en la mayoría de los textos gnósticos es Dios”.

“La gnosis, sería pues, el conocimiento de Dios o de alguna propiedad de Dios, pero se trata de un conocimiento inmediato y absoluto, es decir, que es recibido a la manera de una revelación o una visión, sin necesidad de sucesivas y progresivas deducciones del entendimiento. Por tanto, es un conocimiento muy alejado de la manera racional y cartesiana a la que los europeos modernos estamos acostumbrados”.

Más adelante dice: “los gnósticos creían en la posibilidad de alcanzar un conocimiento completo de la verdad mediante un despertar o una revelación inmediata, que ampliaría sus capacidades de comprensión hasta límites insospechados…”

En la biblioteca virtual de Google, se encuentra una obra de Francine Cuidaut: El nacimiento del cristianismo y del gnosticismo, publicada por ediciones Akal. De Torrejón de Ardoz, Madrid. El autor cita a Orígenes, Clemente e Ireneo; para quienes la palabra Gnosis, designa al cristianismo auténtico. Explica también que la Gnosis, “implica, como indica su nombre, un conocimiento que se quiere salvador y que revela a los iniciados el secreto de su origen y los medios para alcanzarlo”. Además aclara que: “Para empezar, el gnóstico conoce mediante una revelación. Él no cree, pues la fe es inferior al conocimiento, y su gnosis, «el conocimiento de la grandeza inefable es por sí sola la redención perfecta». Cita a Clemente de Alejandría, en su obra Extractos de Teódoto, explicando que el gnóstico sabe: “Quiénes éramos y en quiénes nos hemos convertido, dónde estábamos y adónde hemos sido arrojados, hacia dónde nos apresuramos y de dónde somos redimidos, qué es la generación y la regeneración”.

Cuidaut, cita inmediatamente a Monoimo, del que ya se mencionó a través de Pagels, quien a través de Hipólito, en Revelación de todas las herejías, volumen VIII, expresa con palabras un tanto distintas, lo ya apuntado: “Renuncia a buscar a dios y a buscar la creación y las otras cosas análogas: búscalo partiendo de ti mismo y advierte quién en ti, sin que te des cuenta, se apropia de toda cosa y dice: “Mi Dios, mi espíritu, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo”. Aprende de dónde viene la pena y la alegría, el amor y el odio, de dónde, que uno venga sin quererlo, que uno ame sin quererlo. Si buscas exactamente estas cosas, las encontrarás en ti mismo”.

Para Francisco García Bazán, en su obra: Sobre el gnosticismo y los gnósticos, “la palabra “conocimiento” (gr. gnôsis, copto, soouen) utilizada entre los gnósticos de los primeros tiempos cristianos, se refiere al conocimiento confinado en sí mismo, o sea, entendido absolutamente. En esta acepción propia, el conocimiento es saber directo, inmediato y revelado por tradición. Es decir, libre de los velos que le pongan obstáculos (la expectativa, el olvido o el error) y de los intermediarios basados en los medios sentimentales o racionales que lo hacen un fin mediato y lo debilitan cognoscitivamente (el deseo, el querer, el juicio y el razonamiento deductivo e inductivo), además, adquirido tradicionalmente”.

En forma similar, García Bazán, en su obra Gnosis, la Esencia del Dualismo Mágico, explica que “gnóstico es el que posee la gnosis. Y la gnosis es un conocimiento. Pero este conocimiento escapa a los normales análisis racionalistas. El correlato de este conocimiento es el Sí-Mismo: la intimidad infinita o espiritual de la persona, que es lo verdadero y simple. Se conoce al Sí-Mismo como objeto de conocimiento, pero el Sí-Mismo sólo es cognoscible por él mismo; el Sí-Mismo, por lo tanto, se auto-conoce en la gnosis, es sujeto y objeto de conocimiento, porque es una misma cosa lo que conoce y lo conocido, conocer y conocerse. Pero, aclaremos, no es que el hombre sea el Sí-Mismo, o que lo más aparente de lo que se suele llamar el hombre, la unidad psico-física, sea el Sí-Mismo, sino que éste, según tales sentidos, es algo totalmente diferente del hombre. Tampoco es correcta la declaración inversa, a saber, que el Sí-Mismo sea el hombre y que, por lo tanto, al conocerse el Sí-Mismo sea el hombre el que se conoce a sí mismo. No: el Sí-Mismo se conoce a sí y esta auto-gnosis es la gnosis”.

“El hombre, lo repetimos, como lo enfocan las ciencias y como lo tiende a idealizar la antropología ingenua del creyente común, puede ser que se experimente y que se conozca, hasta ignoramos qué entresijos humanos, pero este conocimiento, bien lo llamemos de su yo, de su intimidad o de su individualidad, es un conocimiento que tendrá que ver todo lo que se quiera con los más finos análisis de los instrumentos sensoriales, psicológicos, racionales o de la imaginación reproductora, pero que nada tiene que ver con el conocimiento gnóstico. Y porque la gnosis tiene este carácter peculiar que hemos señalado, se dice que es revelación y no conocimiento, o que es conocimiento revelado”.

«Efectivamente, no existe posibilidad humana de aceptación, afectividad o cognoscibilidad que pueda alcanzar la gnosis. El auto-conocimiento del Sí-Mismo es extra y supra-humano. Es un conocimiento supra-consciente que depende de sí, que nada tiene que ver con lo humano, que pertenece a otra esfera de ser. El hiato que existe entre el Sí-Mismo y el hombre es infranqueable y por eso el pneuma se re-conoce, y este reconocerse es un acto autónomo para el que la razón, el sentimiento o la voluntad, como facultades psíquicas, resultan ineficaces”.

“Ahora bien, tampoco este conocimiento revelado es idéntico a la fe, aunque ésta se mueva en el ámbito espiritual; y lo será menos cuando la experiencia de fe, fenómeno común en nuestros días y antes, tiende a confundirse con la creencia y con el mismo lenguaje religioso que ha generado. Pero ambas experiencias, aunque diversas y jerárquicamente diferentes, pueden aproximarse, si se tiene en cuenta que la fe es obra de la gracia y que ésta posee una autonomía propia que depende sólo de lo sobrenatural. Y si la revelación gnóstica se basa en la auto-gnosis, hemos de afirmar también que su forma de conocimiento ha de ser inmediata, directa o intuitiva, ajena, por lo tanto, a la menguada forma racional deductiva y mucho más a la experiencia y ensamble de datos sensoriales”.

Al llegar a este punto la discusión, es importante hacer algunas aclaraciones semánticas. En este sentido, Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: Antropología Gnóstica, de su obra: La doctrina secreta de Anáhuac, lo siguiente: “Incuestionablemente, el conocimiento gnóstico escapa siempre a los normales análisis del racionalismo subjetivo. El correlato de este conocimiento es la intimidad infinita de la persona, el Ser. La razón de ser del Ser es el mismo Ser. Solo el Ser puede conocerse a sí mismo. El Ser, por lo tanto, se auto conoce en la Gnosis. El Ser, revaluándose y conociéndose a sí mismo, es la auto-gnosis. Indubitablemente, esta última, en sí misma, es la Gnosis. El auto-conocimiento de Ser es un movimiento supra-racional que depende de Él, que nada tiene que ver con el intelectualismo. El abismo que existe entre el Ser y el Yo es infranqueable y, por esto, el Pneuma, el Espíritu, se reconoce y este reconocerse es un acto autónomo para el que la razón subjetiva del mamífero intelectual resulta ineficaz, insuficiente, terriblemente pobre. Auto-conocimiento, auto-gnosis, implica la aniquilación del Yo como trabajo previo, urgente, impostergable. El Yo, el Ego, está compuesto por sumas y restas de elementos subjetivos, inhumanos, bestiales, que incuestionablemente tienen un principio y un fin”.

“La Esencia, la Conciencia, embutida, embotellada, enfrascada entre los diversos elementos que constituyen el mí mismo, el Ego, desafortunadamente se procesa dolorosamente en virtud de su propio condicionamiento. Disolviendo al Yo, la Esencia, la Conciencia, despierta, se ilumina, se libera, entonces deviene como consecuencia o corolario el auto-conocimiento, la auto-gnosis. Indubitablemente, la revelación legítima tiene sus basamentos irrefutables, irrebatibles, en la auto-gnosis. La revelación gnóstica es siempre inmediata, directa, intuitiva; excluye radicalmente a las operaciones intelectuales de tipo subjetivo y nada tiene que ver con la experiencia y ensamble de datos fundamentalmente sensoriales. La inteligencia o nous en su sentido gnoseológico, si bien es cierto que puede servir de basamento a la intelección iluminada, se niega rotundamente a caer en el vano intelectualismo. Resultan palmarías y evidentes las características ontológicas, pneumáticas y espirituales de nous (inteligencia)».

«En nombre de la verdad declaro solemnemente que el Ser es la única real existencia, ante cuya transparencia inefable y terriblemente divina eso que llamamos Yo, Ego, mí mismo, sí mismo, es meramente tinieblas exteriores, llanto y crujir de dientes. La auto-gnosis o reconocimiento auto gnóstico del Ser, dada la vertiente antropológica del Pneuma o Espíritu, resulta algo decididamente salvador. Conocerse a sí mismo es haber logrado la identificación con su propio Ser divinal. Saberse idéntico con su propio Pneuma o Espíritu, experimentar directamente la identificación entre lo conocido y lo cognoscente, es eso que podemos y debemos definir como auto-gnosis».

«Ostensiblemente, esta develación extraordinaria nos invita a morir en sí mismos a fin de que el Ser se manifieste en nosotros. Por el contrario, alejarse del Ser, continuar como Ego dentro de la herejía de la separatividad, significa condenarse a la involución sumergida de los mundos infiernos. Esta reflexión evidente nos conduce al tema de la «libre elección» gnóstica. Incuestionablemente, el gnóstico serio es un elegido a posteriori. La gnóstica experiencia permite al sincero devoto saberse y auto realizarse íntegramente. Entiéndase por Auto-realización el armonioso desarrollo de todas las infinitas posibilidades humanas”.

Con justa razón, Marvin Meyer y Willis Barnstone, en la Introducción a su obra La Biblia Gnóstica, publicada por Shambala, afirman que: “Los humanos en este mundo están encarcelados, dormidos, borrachos, caídos, ignorantes. Necesitan encontrarse a sí mismos, ser liberados, despertados, tornarse sobrios, levantarse y alcanzar la iluminación. En otras palabras, necesitan regresar a la gnosis”. En la misma Introducción, afirman que: “En otras palabras, el llamado al conocimiento es el despertar de la conciencia, desde adentro y afuera, de «lo que es, lo que era, y lo que está por venir. “Es una visión. Es gnosis”.

Meyer y Barnstone, explican que: “El término gnóstico se deriva de la antigua palabra griega gnosis, «conocimiento». Gnosis es una palabra común en griego, y puede designar diferentes tipos del conocimiento. A veces, como en los textos sagrados incluidos en este volumen, la gnosis significa conocimiento personal o místico. Entendido de esta manera, la gnosis puede significar conocimiento, es decir, el conocimiento como conocimiento personal de uno mismo u otra persona o incluso Dios, o puede significar la penetración, es decir, el conocimiento como conocimiento inmediato de verdades profundas. Estas formas de entender la gnosis son no mutuamente excluyentes, ya que el conocimiento puede implicar la conciencia inmediata de uno mismo o de otro, en una unión personal o comunión que proporciona una visión profunda de la verdadera naturaleza de todo. Como ya lo hemos hecho notar… La gnosis buscada por los autores de estos textos es apenas conocimiento ordinario. Un texto de la biblioteca Nag Hammadi, La Exégesis sobre el alma, declara que la restauración del alma a un estado de plenitud ««no se debe a las frases de rutina ni a las habilidades profesionales o al aprendizaje de libros». En efecto, los místicos comúnmente han enfatizado, en muchos libros, que el conocimiento místico no se puede lograr simplemente leyendo libros”.

Otros textos describen este tipo de gnosis haciendo una lista de preguntas que deben abordarse si se quiere aclarar por el conocimiento. En el Libro secreto de Juan, el Salvador o Revelador anuncia que ella o él enseñará «lo que es, lo que fue y lo que está por venir», y en el Libro de Thomas el revelador ordena, «Examínese y entienda quién tú eres, cómo existes y cómo llegarás a ser». Para alcanzar este conocimiento, convertirse en un gnóstico, es conocerse a sí mismo, a Dios y a todo. O, en las palabras de la máxima del antiguo centro oracular dedicado a Apolo en Delphos, Grecia, una máxima citada con frecuencia en los textos de este volumen: gnothi Sauton, «conócete a ti mismo». De acuerdo con muchos de estos textos sagrados, conocerse verdaderamente es alcanzar este conocimiento místico y alcanzar este conocimiento místico es conocerse a uno mismo de verdad. El conocimiento gnóstico, entonces, se basa en la experiencia mística vivida, en el conocimiento de toda la línea de tiempo del mundo, pasado, presente y futuro, y en el conocimiento de sí; de dónde venimos, quiénes somos, a dónde vamos y del viaje del alma”.

El Coloquio de Mesina

En 1966, del 13 al 18 de abril, en la ciudad de Mesina, Italia, se realizó el Coloquio internacional sobre los orígenes del gnosticismo o Coloquio de Mesina. Según las fuentes oficiales del Coloquio y que se encuentran fácilmente en la web, “fue una reunión de eruditos y expertos académicos en Gnosticismo que tuvo lugar en la Universidad de la ciudad de Mesina, Italia, con el propósito de examinar la cuestión de los orígenes del gnosticismo desde el punto de vista de la historia de las religiones. También se procuró definir y consensuar el núcleo esencial de las doctrinas gnósticas del cristianismo primitivo”. Cuidaut dice al respecto que “La variedad de enfoques en este terreno y la imprecisión del vocabulario utilizado pusieron de relieve la necesidad de clarificar la terminología mediante un doble método: histórico y tipológicos. Tal fue la meta que se impuso el primer gran Congreso Internacional de Mesina en 1966”, que, desde nuestro punto de vista, bien podría equipararse al Concilio de Nicea en el año 300, ya que en el Coloquio de Mesina, se reconoce oficialmente en el mundo académico la importancia de los sistemas gnósticos.

Francisco García Bazán, en su obra Gnosis, la Esencia del Dualismo Mágico, refiriéndose al Coloquio, explica que “un grupo de ilustres y experimentados especialistas en Gnosis fue encargado de proponer con exactitud el significado correspondiente a las palabras «gnosis»«gnosticismo»«pre-gnosticismo»«proto-gnosticismo» y «gnóstico», el que se pudiera generalizar como científicamente válido y aceptable como consenso del Congreso. Aunque las caracterizaciones logradas no fueron totalmente aceptadas por todos los asistentes”.

“En la realización del Coloquio cooperaron la Asociación Internacional para la Historia de las religiones y la Sociedad italiana de la historia de las religiones y ayudaron financieramente, el Ministerio italiano de Instrucción Pública y la Universidad de Mesina. La organización del Coloquio y la edición de las ponencias que en él se presentaron, se realizó bajo la dirección del Profesor Ugo Bianchi de la Universidad de Mesina. Asistieron 69 expertos de diversas nacionalidades, entre otros H.J. Drijvers, Hans Jonas, Ugo Bianchi, Jean Daniélou y A.F.J. Klijn. Se trataron 43 ponencias y otras 15 fueron enviadas por participantes (como Gilles Quispel) que no asistieron personalmente. Fue aprobado y enviado a la Unesco un voto concerniente a la urgencia de la publicación definitiva de todos los textos de los manuscritos de Nag Hammadi confeccionado por un comité formado por los profesores T. Säve-Söderbergh, M. Krause y J.M. Robinson”.

“Los participantes en el Coloquio internacional sobre los orígenes del gnosticismo propusieron, con el fin de evitar su uso indiferenciado, delimitar exactamente el significado de los términos «gnosis» y «gnosticismo», de tal modo que el término gnosis quedaría reservado para significar «Conocimiento de los misterios divinos reservados a una élite» y gnosticismo designaría «un cierto grupo de sistemas del siglo II d.C. que todos están de acuerdo en designar de este modo».

Willis Barnstone y Marvin Meyer, en la Introducción a su obra La Biblia Gnóstica, refiriéndose al Coloquio afirman que: “Los estudiosos de las religiones antiguas y tardías han intentado ordenar a través de los problemas de definición y taxonomía para alcanzar cierta claridad con respecto a la gnosis y el gnosticismo. En 1966 muchos de los principales estudiosos de la gnosis se reunieron en una conferencia internacional en Messina, Italia, y produjeron un conjunto de declaraciones que están destinadas a definir la gnosis y el gnosticismo. Gnosis, ellos la definen como «conocimiento de los misterios divinos reservados para una élite», y esto es un término de amplia aplicación. Por otro lado, el gnosticismo es «coherente serie de características que se pueden resumir en la idea de una chispa divina en el hombre, derivada del reino divino, caída en este mundo del destino, nacimiento y muerte, y que necesita ser despertada por la contraparte divina de sí para finalmente ser reintegrado». El gnosticismo es, por lo tanto, un movimiento religioso representado por grupos religiosos que surgieron en el siglo II  de la EC y después, especialmente dentro del contexto del Cristianismo, grupos como los seguidores de Basilides y Valentinos, dos cristianos particularmente significativos maestros de la religión gnóstica.

En relación con la definición acordada en el Coloquio, los gnósticos contemporáneos, la reconocemos como correcta, válida y aplicable en todo momento. Es la utilizada por el Presidente fundador de las instituciones gnósticas contemporáneas, en el capítulo titulado: Antropología Gnóstica, de su obra La Doctrina secreta de Anahuac. Es similar también, a la que da José Motserrat Torrents en su versión de El Evangelio de Judas, publicado por Edaf. Según Torrents, en sentido estricto: Gnosis, significa: «Conocimiento religioso reservado a una élite». En sentido estrictísimo: «Un determinado grupo de sistemas judíos y cristianos antiguos». Torrents, contextualiza además los acuerdos del Coloquio de Mesina y explica que: «Los dos últimos sentidos se ajustan a las definiciones desciptivas acoradadas en un Coloquio de especialistas reunidos en mesina en 1966. A pesar de las reticencias de ciertos historiadores, siempre reacios a someterse a la disciplina de las terminologías pactadas, no veo motivo alguno para apartarme de las delimitaciones tan laboriosamente acordadas hace cuatro decenios».

“En el documento conclusivo del Coloquio de Mesina se señalaron, junto con las anteriores, otras definiciones descriptivas como hipótesis de trabajo”:

1.- El gnosticismo de las sectas del siglo II, implica una serie coherente de características que pueden resumirse en la concepción de la presencia en el hombre de una chispa divina, que proviene del mundo divino, que ha caído en este mundo sometido al destino, al nacimiento y a la muerte, y que tiene que ser despertada por la contraparte divina del ser humano-su intimidad infinita o espiritual para ser finalmente reintegrada -en el reino de lo divino, lugar de donde procede-.

2.- El tipo de gnosis que implica el gnosticismo está condicionado por un cierto número de fundamentos ontológicos, teológicos y antropológicos. Desde esta perspectiva no toda gnosis es gnosticismo, tan sólo aquella que implica, la idea de una connaturalidad divina de la chispa que debe ser reanimada y reintegrada; esta gnosis del gnosticismo implica la identidad divina del cognoscente (el gnóstico), de lo conocido (la substancia divina de su Ser Intimo trascendente) y del medio por el cual conoce (la gnosis como facultad divina implícita que debe ser despertada y actualizada).

García Bazán, amplía estas conclusiones, indicando que “Sólo las doctrinas gnósticas que incluyan los fundamentos mitológicos, teológicos y antropológicos dichos, forman parte del gnosticismo. Y esta connaturalidad de la partícula pneumática con lo divino hace que la gnosis del gnosticismo sobreentienda la identidad del cognoscente, de lo conocido y del medio del conocimiento, es decir, la gnosis, que como facultad superior implícita debe ser actualizada. Esta gnosis es una revelación-tradición. Debe tenerse en cuenta la existencia en esta designación de formas de pensamiento contemporáneas a los grandes sistemas gnósticos cristianos y que presentan ciertas similitudes con la doctrina y escuelas del gnosticismo: el hermetismo, ciertos neoplatónicos, etc., que también deben ser examinadas y clasificadas”

3.- El pensamiento «pregnóstico» es aquel que presenta caracteres que pueden ser identificados exteriormente con los sistemas gnósticos, pero estando esos rasgos integrados en una concepción, en su conjunto, ajena al gnosticismo. Pensamiento que no es y es gnóstico y esta dualidad quedaría expresada con el vocablo “pregnóstico”.

4.- Lo «protognóstico» tendría como término de denotación a todo sistema gnóstico incipiente o germinal, es decir, movimientos espirituales que están impregnados por una actitud similar a la que caracteriza a los sistemas gnósticos consagrados.

En la obra de García Bazán, se encuentra información relativa a los conceptos: gnóstico y gnostizante, que a continuación se transcriben:

e) El adjetivo «gnóstico» puede aplicarse tanto a concepciones que se vinculan a la gnosis como al gnosticismo. En realidad, stricto sensu, su significación tiene mayor parentesco con gnosis que con gnosticismo, pues, como veremos, éste contiene a aquella como su aspecto fundamental, y aquel lo que hace es determinarla en movimientos históricos que encierran ciertos caracteres fijos. La ambigüedad del término, por consiguiente, es intransferible y sólo el contexto literario puede facilitar su significado exacto.

f) Queda finalmente por tratar el término «gnostizante». Éste se encuentra bastante próximo por su significación a «pre-gnóstico», ya que el vocablo hace referencia a rasgos que poseen analogía con el gnosticismo, pero integrados en un sistema no gnóstico. Preferimos usar el adjetivo «pre-gnóstico» para aquellos casos que se presentan como anteriores a los grandes sistemas del siglo II y siguientes, y «gnostizante» para los contemporáneos y posteriores.

Como lo aclara el Kalki Avatar, el término gnostizante, «se relaciona con aspectos intrínsecos que poseen cierta similitud con el Gnosticismo Universal, pero integrados en una corriente no definida como Gnosis». En cierta medida, tal como lo afirman algunas escuelas gnósticas, el término puede referirse a una labor de enseñanza tendente a promover la Gnosis. Sin embargo, en nuestra comprensión del término, en este caso, esa labor no se realiza explícitamente como gnóstica, sino más bien en un contexto más abierto y libre asociado al ecumenismo y principios de inter espiritualidad, holismo, transdisciplinariedad, mística, despertar espiritual, meditación, búsqueda de la verdad, liberación espiritual, diálogo interreligioso, religión comparada, rescate de cosmovisiones antiguas; entre otros.

El concepto ha sido utilizado por diferentes autores, como Xavier Alegre en su disertación sobre “El concepto de salvación en las Odas de Salomón: contribución al estudio de una soteriología gnostizante y sus posibles relaciones con el cuarto evangelio”, por Domingo Muñoz León, en su obra: “Palabra y gloria Excursus en la Biblia y en la literatura intertestamentaria”, Sofía Torallas Tovar en su obra: Gramática de copto sahídico y por Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, para citar algunos estudiosos que han usado el término.

4 Influencia y legado del Coloquio

“A pesar del tiempo transcurrido desde su realización y de que algunas de sus conclusiones y modo de abordar el fenómeno gnóstico han sido contempladas desde nuevas perspectivas – es necesario reseñar que en el momento de la realización del Coloquio, no habían sido traducidos todavía la mayor parte de los Códices de Nag Hammadi-. El Coloquio de Mesina es un referente en la historia del estudio y análisis académico del gnosticismo de lo primeros siglos del cristianismo”.

Universalidad de la Gnosis

El más exaltado gnóstico del mundo contemporáneo: Samael Aun Weor, afirma que: Como quiera que los estudios gnósticos han progresado extraordinariamente en estos últimos tiempos, ninguna persona culta caería hoy, como antaño, en el error simplista de hacer surgir a las corrientes gnósticas de alguna exclusiva latitud espiritual. La palabra «Gnosticismo» encierra dentro de su estructura gramatical la idea de sistemas o corrientes dedicadas al logro de la Gnosis en el ser humano». Y esta conquista va más allá en el tiempo del siglo II de la era Cristiana y más allá también del entorno de las culturas que florecieron por esa época en torno del mar Mediterráneo..

«Si bien es cierto que debemos tener en cuenta en cualquier sistema gnóstico sus elementos helenísticos orientales, incluyendo Persia, Mesopotamia, Siria, India, Palestina, Egipto, etc., nunca deberíamos ignorar a los principios gnósticos perceptibles en los sublimes cultos religiosos de los nahoas, toltecas, aztecas, zapotecas, mayas, chibchas, incas, quechuas, etc., etc., etc., de Indo América».

Montserrat Torrents, en relación con ese hermoso legado del Coloquio y los componentes ontológicos de la Gnosis, es decir, los que conciernen directamente al Ser, resalta que: «El documento conclusivo del Coloquio de Messina, describe de este modo el mencionado componente: La concepción de la presencia en el hombre de una centella divina, que proviene del mundo divino, que ha caído a este mundo sometido al destino, al nacimiento y a la muerte, y que tiene que ser despertada por la contraparte divina del Yo para ser finalmente reintegrada». Que constituye elemento primordial en la Cosmovisión Gnóstica, al plantear la realidad que el ser humano actual, la humanidad mecánica, no posee Alma, sino solamente una fracción de la misma. Una chispa divina o Esencia maravillosa, que mediante el camino, la didáctica propuesta en la historia de Pistis Sophia, quien busca la verdad y la encuentra, se hace libre al realizar dentro de sí el misterio del «salvador salvado», realizando enormes transformaciones íntimas, en pareja, en castidad, eliminando al querido Ego, despertando conciencia y auto realizándose a fondo. De esta manera, la Gnosis se hace vida en quien encuentra la verdad, al iniciar el proceso de auto descubrimiento y despertar de la conciencia. Por tal razón, el Quinto de los Siete afirma: «Hablando muy francamente y sin ambages diremos: La Gnosis es un funcionalismo muy natural de la conciencia, una Philosophia perennis et universalis«. La Gnosis es eterna y universal.

En este sentido, Cuidaut del que ya se han realizado referencias en párrafos anteriores, cita a F.C. Baur, de quien afirma “es sin duda el verdadero fundador de la investigación sobre la gnosis”, quien presenta el estudio de la Gnosis “no como una herejía, sino como una nueva religión, como una síntesis de fuerzas religiosas paganas anteriores al Cristianismo… como una interpretación alegórica del N.T.” “Para Baur, la gnosis es el punto de partida de una filosofía religiosa cristiana cuyo punto culminante serían los trabajos de Hegel”. Cita también a W. Bousset, un exégeta del N.T. para quien “los mitos de la salvación en el gnosticismo no provienen del cristianismo, sino que son anteriores”.

Más adelante, se apoya en R. Reitzenstein, quien “escruta el pensamiento oriental para poder llegar a comprender mejor el cristianismo. Nos revela nuevas fuentes, en particular el Canto de la perla (que se encuentra en los Hechos de Tomás). Lo ve como un texto capital para la comprensión de la gnosis, y descubre en él el mito del «salvador-salvado». La gnosis hunde sus raíces en Oriente y lleva en su seno el misterio redentor iranio, que se origina en Persia y encuentra su forma más pura en el maniqueísmo y en el mandeísmo, y cuyo centro es la identidad entre Dios y el alma.

García Bazán, en su obra: Sobre el gnosticismo y los gnósticos, plantea que: “La gnosis es una revelación-tradición, y hay en los grandes sistemas gnósticos cristianos similitudes con la doctrina y escuelas representadas por el Hermetismo, algunos neoplatónicos y escritores cristianos alejandrinos”. En su obra: La Gnosis eterna, explica que: “La palabra «gnosis» significa conocimiento. Deriva de una antigua etimología indoeuropea, jñd, también presente en el sustantivo sánscrito jñâna, con un significado idéntico: el conocimiento en sí mismo. Es decir, el saber directo e inmediato, despojado tanto de los velos que lo obstaculizan (el error, o el olvido), como de los intermediarios que lo fracturan y lo debilitan (el juicio y la razón). De acuerdo con este sentido, primero la gnosis posee una especificidad que la distingue de los fenómenos cognoscitivos que derivan de la percepción sensible y el raciocinio, pero asimismo una universalidad que la emparenta con el tipo de conocimiento que se origina en la intelección (nóesis) platónica, la intuición (anubhâva) del hinduismo y, en general, las corrientes metafísicas y religiosas que basan la fuente del conocimiento en la revelación profunda, la experiencia directa de lo que es real, es decir, lo verdadero e inmutable; o bien, gnosis es la tradición comunitaria que se inspira en estas raíces”.

La Gnosis Cristiana

La Gnosis cristiana, más específicamente, la gnosis ligada al Cristianismo primitivo, se encuentra en los Evangelios gnósticos. Algunos Evangelios gnósticos son: el Evangelio de María Magdalena, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe y el Evangelio de Judas. La mayoría de los Evangelios gnósticos, forman parte de la gran Biblioteca gnóstica Copta del museo de El Cairo o Biblioteca de Nag Hammadi, declara Patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO.

Sin embargo, al escudriñar el Antiguo Testamento y los evangelios canónicos, es posible encontrar referencias a la Gnosis, como es el caso del Evangelio de Juan. “Si me conocieses, también a mi padre conocerías; y desde ahora le conoces y le has visto” (Jn 14:7). “El espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes” (Jn 14:17). “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste” (Jn 17:25).

En el libro de Oseas se lee: “Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Porque tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de mi sacerdocio; porque has olvidado la instrucción de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

En Mateo 11, “Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.  Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”.

En el Evangelio de Lucas se explica por qué las palabras de Jesús  a sus discípulos fueron gnósticas y el resto de la humanidad recibió solo alegorías o parábolas: “Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? Y él dijo: A ustedes les es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan”. (Lc 8:9,10)

Pablo, quien traslada el Evangelio de la Gnosis Cristiana entre los gentiles, dice en la Epístola a los Colosenses: “para que se consuelen sus corazones, instruidos en caridad y para toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia, en conocimiento del misterio de Dios Padre y Cristo; en quien están todos los tesoros de la sabiduría y ciencia ocultos” (Col 2:2-3, Septuaginta)

El Buda Maitreya, en su obra El Matrimonio perfecto, explica que: “Ya está definitivamente comprobado que Jesús, el Cristo fue gnóstico. El Salvador del mundo fue miembro activo de la casta de los esenios, místicos que jamás se cortaban el cabello ni la barba. La Iglesia Gnóstica es la auténtica Iglesia primitiva cristiana cuyo primer Pontífice fue el iniciado gnóstico llamado Pedro. A ella perteneció Pablo de Tarso. Este fue nazareno. Los nazarenos fueron otra secta gnóstica…”

“Nosotros francamente hemos tomado la resolución de hacer conocer públicamente la raíz del Cristianismo: el Gnosticismo. Esta es la Iglesia Cristiana Primitiva. A esta Iglesia Gnóstica perteneció el Patriarca Basílides, célebre alquimista que dejó un libro de plomo con siete páginas, el cual según dice el Maestro Krumm Heller, se conserva en el museo de Kircher en el Vaticano. Este libro no puede ser entendido por los arqueólogos porque es un libro de ciencia oculta. Basílides fue discípulo de San Matías…”

“A la Iglesia Gnóstica Católica Cristiana Primitiva pertenecieron santos como Saturnino de Antioquía, célebre cabalista. Simón el Mago, quien se desvió lamentablemente. Carpócrates, que fundó varios conventos gnósticos en España, Marción de Ponto, Santo Tomás, Valentín. El gran maestro de Misterios mayores llamado San Agustín. Tertuliano, San Ambrosio, Irenio, Hipólito, Epifanio, Clemente de Alexandría, Marcos, el gran gnóstico, que cuidó de la Santa Unción Gnóstica, y nos dejó enseñanzas extraordinarias sobre el camino de las fuerzas sexuales a través de las doce puertas zodiacales del organismo humano. Gnósticos fueron también: Cerdón, Empédocles, San Jerónimo y muchos otros santos de la Antigua Iglesia Gnóstica”.

La obra monumental de la Gnosis es el: Pistis Sophia, el libro de la sabiduría poder, que permite elevarse al ser humano de una simple creencia, hacia la real sabiduría.

En la Enciclopedia Práctica Jackson, volumen V, se lee lo siguiente “El término se deriva de gnosis (conocimiento), ello es, el propósito de elevarse desde la fe (pistis), en la autoridad de Dios y de la Iglesia, hasta un saber racional de las cosas divinas. La filosofía de la gnosis se vincula al neoplatonismo. Dios produce por emanación, una serie de seres intermedios llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación. La creación del mundo y la redención del hombre son hechos naturales”. En dicha Enciclopedia se cita a gnósticos de la época del Cristianismo primitivo: Marción, Apeles, Basílides, Manes, Clemente de Alejandría, Orígenes. De este último se lee lo siguiente: “Orígenes fue el filósofo más grande de la época inicial de la Patrística. Su obra: De los Principios constituye la primera suma teológica”.

Arnoldo Krumm Heller, Huiracocha, en su obra: La Iglesia Gnóstica explica que: “Así como en todas la religiones existe un libro sagrado o Biblia o conjunto de todas las enseñanzas y doctrinas que integra cada una, del mismo modo, los gnósticos, dentro de nuestra Iglesia, disponemos también de un libro santo, y con algunas referencias sobre él quisiere comenzar con mi estudio, advirtiendo, desde luego que para comprender los diferentes autores, hay que considerar la época y el sentido esotérico de en que fueron escritos”.

“Lo que es el Talmud para los semitas, el Bhagavad−Gita para los budistas, el Corán para los musulmanes y la Biblia para los Cristianos, es para nosotros la Pistis sophia. Veamos, pues, en síntesis, lo que acerca de ella dice un historiador y veremos que Pistis es n libro y entidad espiritual a la vez”.

“Se trata, del libro cumbre de todas las doctrinas gnósticas, el cual fue publicado en latín el año 1851 por Schwartze y Petermann, con arreglo a un código del museo de Londres, llamado Askeniano, cuya vejez se remonta al siglo III, aunque algunos opinen que al Siglo V. (Opus Gnosticum Valentino adjudicatum est Códice manuscripto Cóptico Londinensi descripsit et latine vertit M.G.Schwartze”).

“El original griego de esta obra, que sirvió de base en los primeros siglos, no ha podido ser hallado. Sólo se tiene el texto Sahídico, que es una traducción al Copto del Manuscrito Primitivo. El Papiro Copto, en cambio, fue encontrado en Egipto sin que nada pueda atestiguar si el Original Griego fue compuesto, asimismo, en este Pueblo. En lo que sí concuerdan todos los Críticos, es en que está Obra proviene de algunas de las múltiples Escuelas o Sociedades Gnósticas Primitivas, creyéndose más bien que pertenecería a los Ophitas”.

“Se divide en 148 Capítulos y en cuatro grandes partes o libros. El primero y el cuarto, no llevan inscripción alguna, mientras que el segundo es encabezado por este título: Segundo Libro de la Pistis Sophia. Lleva también un rótulo al final que dice: Parte de los Volúmenes del Salvador”.

 Gracias a la Gran obra realizada por el Verbo de Dios y otros precursores, la Gnosis contemporánea se ha difundido en gran parte del mundo. Por otro lado: el descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi y otros códices gnósticos, entre ellos, los códices de Oxirrinco ampliaron la difusión de la Gnosis y el horizonte gnóstico se ensanchó hasta permitirnos comprender que la Gnosis es eterna y universal.

La gran difusión que provocó el Código Da Vinci de Dan Brown y la revaloración de María Magdalena como la gran Apóstol del Señor y a la vez, en su representación de esposa-sacerdotisa confirma la importancia de la sexualidad sagrada en todas las antiguas religiones. Otro movimiento gnóstico de gran importancia en la Edad Media ha resurgido: El Catarismo, la religión de “los puros”, de manera que a medida que pasa el tiempo, en la actualidad, resurgen corrientes gnósticas en el seno de todas las grandes religiones.

 

 

La onda dionisíaca

Dioniso

Dioniso, dios griego, habitante del Olimpo, hijo de Zeus (Júpiter), dios del vino y de la vendimia, de la inspiración, del delirio místico, del éxtasis y de la meditación. Divinidad de la sexualidad (sagrada), patrono de las artes (el teatro), dios libertador de la ilusión. Preside toda exaltación espiritual. Se dice que fue hijo de Deméter (diosa de la agricultura, en especial, los cereales e hija de los titanes Crono y Rea), También se dice que fue hijo de Perséfone (a la vez, hija de Deméter), Deméter (Ceres) y Perséfone (Proserpina), son las diosas gemelas y a la vez: madre e hija relacionadas con el verano y el invierno y también, las diosas del Cielo y del Infierno.

En otras tradiciones, Dioniso, es considerado hijo de Sémele (hija de Cadmo, rey de Tebas y de la diosa Harmonía), también se dice que fue hijo de Io (quien a la vez, fue hija de Ïnaco (el sagrado IAO) y Melia, doncella de Argos y sacerdotisa de  Hera. Io, fue convertida en Ternera por esta diosa debido a su amor con Zeus o Júpiter). Io es el nombre oculto de la madre divina y es profundamente simbólico IO, nos recuerda el número diez y las dos formas básicas del líquido vital, el agua: en forma de río circulante o fuerza positiva y de lago, laguna o charca, representando la fuerza pasiva de la Naturaleza. En otras versiones de la tradición clásica, Dioniso, es hijo de Dione (madre de Afrodita y equivalente a Rea e hija de Urano y Gea). El nombre de esa diosa, significa simplemente: La diosa, equiparándola como esposa de Zeus (Júpiter). El nombre de Dioniso, significa: “hijo de Dios”; lo cual, es profundamente significativo.

Los atributos de Dioniso, son los mismos que los de Osiris, a la vez que los de su madre Deméter se equiparan a los de Isis. En algunas tradiciones, es esposo de Deméter y en otros de Perséfone; de manera que forma una relación singular con la diosa que es a la vez madre, esposa, hermana; tal como ocurre en el mito de Horus, Isis y Osiris. En todas las tradiciones, Dioniso cae víctima de sus enemigos, muerto y desmembrado. Luego es cocido, asado y comido. Su hermana-esposa-madre, logra rescatar sus miembros, reconstruirlo y resucitarlo. En algunas tradiciones solo un miembro no logra rescatar: el phalo. En otras es a partir del phalo que logra reconstruirlo y resucitarlo. Su culto se asocia al de los misterios de Deméter, en Eleusis y al hierosgamos,  la unión sexual sagrada de la pareja divina. Existió una ceremonia anual en que las mujeres griegas desfilaban portando cestas en la cabeza. Dentro de la cesta un pene de madera de higuera que representaba el del dios Dioniso. Su celebración, las dionisias ocurría en marzo. La higuera representa las fuerzas sexuales y su fruto, el higo nos recuerda a la vagina femenina.

Dioniso porta el tirso o bastón ceñido de hojas de parra y de hiedra, con un remate cónico (piña de pino, símbolo fálico). El bastón, báculo o vara se asocia a la columna vertebral. Es considerado dios de los dos veces nacidos. A los seis meses de gestación de Dioniso, su madre murió fulminada por un rayo de Zeus. En otras tradiciones, su madre, es fulminada por Hera. Durante los últimos tres meses de gestación Zeus tuvo a Dioniso cosido en su muslo (después de extraerlo del seno de su madre. Por eso se le conoce como el «nacido dos veces». De niño Hermes (Mercurio) le dio forma de cabrito y fue criado por las ninfas (Híades). En la mitología romana, fue criado por las nueve musas Adoptaba la forma de toro o macho cabrío o cabro. Se dice que prefería la forma de toro o de macho cabrío a todas las demás. Recordemos que el misterio del Bafometo generalmente se encuentra unido al macho cabrío de la ciudad de Mendes, en el bajo Egipto.

En la simbología esotérica y desde tiempos remotos, el macho cabrío, así como los cabros, cabrones y cabras están asociados al fuego sexual, la fecundación y la fertilidad.

Por ese motivo en diversos pueblos al referirse a los jefes y reyes, se les asociaba el adjetivo de cabrones o machos cabríos. Incluso en la Biblia, libro sagrado de las diferentes formas religiosas del Cristianismo, hay referencias interesantes al respecto. Es de entender que en tiempos antiguos, la condición de líderes o caudillos estaba asociada a la valentía, al arrojo y a la potencia sexual simbolizada en cabros o machos cabríos.

Mammón

Mammón, es el demonio fenicio de la riqueza. A él se le suplicaba  riqueza. Entre los griegos fue Pluto, demonio lobuno de la riqueza en especial, la del subsuelo. Le enseñó a la humanidad a extraer las riquezas del interior de la Tierra a través de la minería. Es el demonio de la avaricia, de la riqueza, la codicia, la corrupción, la injusticia, el materialismo. Es el príncipe de los tentadores. Ante este demonio se arrodillan los esclavos del dinero, los adoradores del consumismo, los atados al beneficio material y las utilidades económicas. Sonríe ante los abusos del capitalismo salvaje. Es el jefe de los amos del capital.

Es el arquetipo de la avaricia, codicia y materialismo. Promueve la brecha entre ricos y pobres, la servidumbre del alma humana a la sed desmedida por adquirir dinero. Gobierna el mundo a través del dinero. Es el Embajador del infierno que observa el mundo desde una cueva llena de riquezas inimaginables. Fue mencionado por Jesucristo en el sermón de la montaña: “No podemos servir a Dios y a Mammón”. (Lc 16:13 y Mt 6:24 – Biblia de los setenta o Septuaginta). En otras versiones dice: a la riqueza (al dinero). En las notas de la Biblia Reina-Valera o “del oso”, la referencia a las riquezas se asocia a Mammón.

Dante  Alighiere en el cuarto círculo (canto VII de la Divina Comedia), lo describe como un demonio lobo, ya que en la Edad Media, a los lobos se les asociaba con la avaricia. Santo Tomás de Aquino decía que Mammón sale del infierno ayudado por un lobo, para venir al mundo y corromper el corazón del hombre con la codicia. Gran parte de la humanidad le rinde culto a Mammón mediante el Culto a la riqueza y al dinero, a la avaricia, codicia, abundancia deshonesta, el amor al dinero y el materialismo.

Las eras zodiacales

Cada era está relacionada directamente con uno de los 12 signos del Zodiaco: Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio. Los primeros dos mil años de la era cristiana corresponden a la era de Piscis. Jesús y Juan Bautista iniciaron la Era de Piscis. Jesús es el salvador del mundo. Juan Bautista fue el Avatar de la Era de Piscis. El pez estuvo asociado a la prédica de Cristo: “Los haré pescadores de hombres”. Antes de la Era de Piscis existió la Era de Aries y mucho antes, la Era de Tauro. Ejemplos: Aries y el culto al macho cabrío. Aries y el becerro de oro. Tauro y el culto al buey Apis. Géminis y los gemelos Castor y Polux.

De acuerdo con el Principio de correspondencia, que dice: “Tal como es arriba es abajo”; así como existe el año terrestre, también existe el gran año sideral. Un año terrestre es la vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Un año sideral, es una revolución completa del Sistema Solar en torno del cinturón zodiacal. El recorrido solar, en el cinturón zodiacal, ocurre en 25 780 años. Cada era tiene una duración aproximada de 2140 años. Las eras astrológicas, tienen correspondencia con las edades, yugas, soles de otras cosmovisiones. En la cultura clásica las edades de oro, plata, bronce, de los héroes y la de hierro. En la cosmovisión hindú, los yugas: satya, dwapara, treta, kali. En la cosmovisión azteca, los cinco soles. En la cosmovisión maya, los baktunes. Piscis se corresponde con La edad de hierro, el Kali Yuga, el Baktún 13, el quinto sol, la edad negra.

Relación contrapuesta entre Mammón y Dioniso

Incuestionablemente Mammón y Dioniso, por ser incompatibles tanto en su continente como en su contenido, jamás podrían conciliarse. En forma axiomática, irrefutable, podemos y hasta debemos definir a Mammón con dos términos:

a.)Intelectualismo
b.)Dinero. (Oro, riquezas)

Correctamente, y de modo contundente y definitivo, urge definir a Dioniso así:

a.) Transmutación voluntaria de la libido

b.) Éxtasis místico trascendental

Resulta oportuno citar ahora entre los fastos de esta pobre humanidad pigmea, aquella fecha y hora 4 de febrero de 1962 entre 2 y 3 de la tarde -, en que todos los planetas de nuestro sistema solar se reunieran en supremo concilio cósmico, precisamente en la brillante constelación de Acuario, para iniciar la nueva era entre el augusto tronar del pensamiento.

Desde esa fecha memorable y bajo la regencia de Urano, el muy venerable y meritísimo señor de Acuario, vibra intensamente en toda la naturaleza la Onda dionisíaca. No está demás enfatizar en el presente capítulo, la noticia trascendental de que tal planeta citado, ha sido, es y será siempre, el brillante astro que rige y gobierna inteligentemente a las glándulas endocrinas (sexuales). Ahora os explicaréis por vosotros mismos, el intrínseco motivo que en estos instantes origina la intensiva vibración dionisíaca.

Empero, resulta evidente, palmario y manifiesto, el hecho concreto de que los terrícolas en su abrumadora mayoría, no estuvieron a la altura de las circunstancias; no fueron capaces de polarizarse positivamente con tal Onda. Definir los dos aspectos -positivo-negativo- de esa vibración cósmica, es inaplazable, urgente, indispensable.

Polo positivo dionisíaco. Deleite sexual subliminal, transmutación voluntaria de la entidad del semen, conciencia despierta, conocimiento objetivo, intuición superlativa, música trascendental de los grandes maestros clásicos, etc..

Polo negativo dionisíaco. Degeneración sexual, infrasexualismo de toda clase: abuso del sexo y pederastía o abuso sexual de menores, ultraje y violación sexual; homosexualismo, lesbianismo; placeres demoníacos en los mundos infiernos mediante la droga, hongos, alcohol; música infernal como la de la nueva ola, etc., etc., etc. Comprender a fondo los procesos íntimos de estos dos polos de la Onda dionisíaca, es algo muy urgente. Como ejemplo viviente de este par de polos diametralmente opuestos, correspondientes a la mencionada ondulación, resulta oportuno citar aquí a título de ilustración a dos movimientos revolucionarios contemporáneos. En forma delicada quiero referirme claramente y sin ambages, al «Movimiento Gnóstico Cristiano Internacional Universal» y, también al anverso de la medalla dionisíaca, conocido con el tristemente célebre nombre de: «Movimiento hippie».

Incuestionablemente las dos mencionadas antípodas psicológicas constituyen «Per se», una viviente demostración manifiesta de par de polos opuestos de la tremenda vibración Dionisíaca. En llegando juiciosamente a esta parte del presente capítulo, deviene ineludible la necesidad de una confrontación didáctica.

Embriaguez dionisíaca, éxtasis, shamadí; obviamente resultan indispensables cuando se trata de experimentar eso que es la verdad, lo real. Tal exaltación es ciento por ciento posible a través de la técnica de la meditación.

Psicodelia es diferente: tradúzcase este término así: psiquis, alma. Delia, droga.
Especificando diremos: Lo psicodélico es el antipolo de la meditación; el infierno de las drogas está en el interior del organismo planetario en que vivimos; bajo la misma epidermis de la corteza terrestre. Los hongos alucinantes, pastillas L.S.D., marihuana, etc., etc., etc., intensifican evidentemente la capacidad vibratoria de los poderes subjetivos, más es ostensible que jamás podrían originar el despertar de la conciencia.

Las drogas alteran fundamentalmente los genes sexuales y esto ya está demostrado científicamente. Como secuencia de tales mutaciones negativas, genéticas, resulta evidente el nacimiento de niños monstruos. Meditación y psicodelia son incompatibles, opuestos, antagónicos; jamás podrían mezclarse. Incuestionablemente estos dos factores de la embriaguez dionisíaca, señalan, indican, rebelión psicológica.

Gnósticos y hippies se fastidiaron con el vano intelectualismo de Mammón; se aburrieron con tantas teorías; llegaron a la conclusión de que la mente como instrumento de investigación es demasiado miserable. ¿Zen? ¿gnana yoga? Eso es superlativo. Existen dentro de nosotros en estado latente facultades de cognición infinitamente superiores a la mente; mediante estas últimas podemos experimentar en forma directa eso que es lo real, eso que no es del tiempo.

El Movimiento Hippie prefirió el infierno de las drogas. Indubitablemente se definió perversamente. Los gnósticos, plenamente desilusionados del necio intelectualismo de Mammón, bebemos del vino de la meditación en la copa de la perfecta concentración. Cambios psicológicos, radicales y de fondo se hacen urgentes cuando nos desilusionamos de los bribones de la mente. Regresar al punto de partida original es lo indicado; sólo así es posible una transformación radical. ¿Sexología? ¡Válgame Dios y Santa María! Este tema horroriza a los puritanos. Escrito está con palabras de fuego en las sagradas escrituras, que el sexo es piedra de tropiezo y roca de escándalo…

Resalta la evidencia de que nosotros no somos hijos de ninguna teoría, escuela o secta. En la cruda raíz de nuestra existencia sólo encontramos un hombre, una mujer y un coito. Nacimos desnudos, alguien nos cortó el cordón umbilical; lloramos y buscamos luego el pecho materno. ¿Vestido?, ¿escuelas?, ¿teorías?, ¿erudición?, ¿dinero?, etc., etc., etc., todo eso vino después por añadidura.

Creencias de todo tipo existen por doquiera, empero, la única fuerza que puede transformarnos en forma íntegra, unitotal, es aquella que nos puso en el tapete de la existencia; quiero referirme a la energía creadora del primer instante, a la potencia sexual. El deleite amoroso, el disfrute erótico es por secuencia lógica, la dicha más grande. Saber copular sabiamente es indispensable cuando se anhela sinceramente un cambio psicológico definitivo. Los «hippies» presintieron todo esto cuando se sublevaron contra Mammón, pero erraron el camino; no supieron sintonizarse con el polo positivo de Dioniso. Los gnósticos somos diferentes; sabemos gozar, nos agrada transmutar y sublimar la libido. Esto no es un delito.

Mientras el «Movimiento Hippie» marchó resueltamente por el camino involutivo descendente del infrasexualismo. El «Movimiento Gnóstico Cristiano Internacional Universal» avanza victorioso por la vía ascendente revolucionaria de lo suprasexual.

La cosmovisión gnóstica (II)

Contenido

Introducción

El mito gnóstico

Jehová y no Yahveh

Los eones y el Pleroma

Barbelo

El Eterno femenino

La Creación, el amanecer del Día Cósmico

Los diez principios del ser humano

El Ser y el Yo

Elementos esenciales de la cosmovisión gnóstica

El conocimiento gnóstico y la revelación

Los principios religiosos

Introducción

En la parte I de este Tema: La cosmovisión gnóstica, se hizo una introducción acerca de lo que es una cosmovisión, se hizo una breve contextualización acerca de lo que podría ser la cosmovisión del lector y se explicaron los principios universales de las diferentes cosmovisiones, así como las leyes universales, en particular la ley de Evolución e Involución, hasta formular una descripción general de la cosmovisión gnóstica. Se abordaron los temas de multidimensionalidad del espacio, la divinidad suprema, los diferentes cosmos, entre ellos el macrocosmos y el microcosmos, hasta concluir en el estudio de los elohim.

Una cosmovisión, es una concepción del mundo, una interpretación del origen del Universo y del ser humano, de su razón de ser y de las leyes que rigen tanto al espacio infinito, como a la humanidad y demás seres. La cosmovisión gnóstica se fundamenta en los principios universales de las cosmovisiones de las grandes civilizaciones antiguas surgidas en Egipto, Mesopotamia, Grecia, China; así como  las de los pueblos originarios de América. Es holística, transdisciplinar y multidimensional. Para estudiar y entender la cosmovisión gnóstica, se requiere conocer muchos más aspectos. Algunos de esos contenidos, son abordados brevemente en esta publicación.

El mito gnóstico

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos, los seres divinos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más antiguos es el Mito Solar. En el caso de la cosmovisión gnóstica, Samael Aun Weor, establece que los “caracteres que especifican claramente al Mito gnóstico y que mutuamente se complementan entre sí son los siguientes:

  1. Divinidad Suprema.
  2. Emanación y caída pleromática.
  3. Demiurgo arquitecto.
  4. Neuma en el mundo.
  5. Dualismo
  6. Salvador.
  7. Retorno.

La Divinidad suprema gnóstica es caracterizable como Agnostos Theos, el Espacio abstracto absoluto. El Dios ignorado o desconocido. La Realidad una de la cual emanan los elohim en la aurora de cualquier creación universal. Recuérdese que Paranishpana es el Summum bonum, lo Absoluto, y por lo tanto, lo mismo que Paranirvana. Más tarde, todo cuanto al parecer existe en este Universo vendrá a tener real existencia en el estado de Paranishpana”.

Jehová y no Yahveh

El santo Tetragrámaton, son cuatro letras hebreas Iod (Jod), He, Vau, He (I-H-W-H) que se usan en sustitución del nombre de Dios.

Incuestionablemente, las facultades de cognición humana jamás podrían pasar más allá del Imperio cósmico del Logos macho-hembra, del Demiurgo creador, el Ejército de la Voz (el Verbo). Jah-Hovah, el Padre-Madre secreto de cada uno de nos, es el auténtico Jehová.

Jod, como letra hebrea, es el membrum virile (el principio masculino). Eve, Heve, Eva, lo mismo que Hebe, la diosa griega de la juventud y la novia olímpica de Heracles, es el yoni, el cáliz divino, el Eterno femenino.

El divino rabí de Galilea, en vez de rendir culto al Jehová antropomórfico de la judería, adoró a su divino Macho-Hembra (Jah-Hovah), el Padre-Madre interior. El bendito, crucificado en el monte de las Calaveras, clamó con gran voz diciendo: «-Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Ram-Io, Isis, su Divina madre Kundalini, le acompañó en el víacrucis.

Todas las naciones tienen a su primer Dios o dioses como andróginos. No podía ser de otro modo puesto que consideraban a sus lejanos progenitores primitivos, a sus antecesores de doble sexo, como seres divinos y dioses santos, lo mismo que hacen hoy los chinos.

En efecto, la concepción artificiosa de un Jehová antropomórfico, exclusivista, independiente de su misma obra, sentado allá arriba en su trono de tiranía y despotismo, lanzando rayos y truenos contra este triste hormiguero humano, es el resultado de la ignorancia, mera idolatría intelectual. Esta concepción errónea de la verdad, desafortunadamente se ha apoderado tanto del filósofo occidental como del religioso afiliado a cualquier secta desprovista completamente de los elementos gnósticos.

Lo que los gnósticos de todos los tiempos han rechazado no es al Dios desconocido, Uno y siempre presente en la Naturaleza, o en la Naturaleza «in abscondito», sino al Dios del dogma ortodoxo, a la espantosa deidad vengativa de la ley del talión (ojo por ojo y diente por diente). Muchos pensadores ateos se han atrevido a afirmar que no es Dios quien creo al ser humano; sino que fueron las personas, quienes se inventaron a Dios. En parte, su razonamiento es correcto. Fueron las humanas criaturas quienes crearon al falso dios o que adoran a falsos dioses.

En la cosmovisión gnóstica, se hace también plena diferenciación entre Jehová y Yahveh. Yahveh, no tiene relación alguna con el nombre oculto de Dios y el santo Tetragramatón, las cuatro letras hebreas Iod, He, Vau, He (I-H-W-H) para designar el nombre de Dios. A este respecto, Samael Aun Weor, en su obra: “El Matrimonio Perfecto” cita a Saturnino de Antioquía, “el gran cabalista, dice que Yahveh es un ángel caído, el genio del mal, el diablo. Yahveh es un demonio terriblemente perverso. Yahveh es aquel demonio que tentó a Cristo en el desierto y que lo llevó a la montaña para decirle: “Todos estos reinos del mundo serán tuyos si te arrodillas y me adoras”. Yahveh llamó al pueblo judío “mi pueblo predilecto”; en referencia al capítulo IV, versículo 6 del Evangelio de Lucas, que en la Vulgata latina, se lee: Et ait illi: Tibi dabo potestatem hanc universam, et gloriam illorum:  quia mihi tradita sunt, et cui volo do illa.

Los eones y el Pleroma

En los diccionarios, se hallarán referencias a los eones, como la siguiente: Cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colman el intervalo entre la material y el espíritu, poniéndolos en relación. En Wikipedia se lee que un eón es cada una de las inteligencias eternas o entes divinos, de un sexo u otro, que en conjunto integran la plenitud de la divinidad suprema, de la cual emanan. Están dispuestos en una jerarquía descendente que llega hasta la materia. Los eones son emanaciones de lo Divinal incognoscible e inmanifestado. El término: eones, se refiere por un lado a los seres celestiales, los cosmocratores o elohim creadores; pero también a regiones celestiales.

José Montserrat Torrents, en su versión de “El Evangelio de Judas”, explica que: “Para designar de modo genérico a las entidades o personificaciones del Mundo Superior Espiritual, los gnósticos de todas las ramas adoptaron el término griego «eón» (aion). En este significado, y en los más usuales de «periodo de tiempo» y de «eternidad», los gnósticos no difieren de los escritos filosófico-religiosos de su tiempo. Entre los gnósticos, «eón» se contrapone al mundo inferior”. Explica además que este uso conceptual tiene su origen en un texto del Platón (Montserrat, 107)

Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: “Antropología Gnóstica de su obra: “La Doctrina secreta de Anáhuac, que: “El mito gnóstico de Valentín, que en forma específica nos muestra a los treinta eones pleromáticos surgiendo misteriosos de entre el Espacio abstracto absoluto por emanaciones sucesivas y ordenadas en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un mito monista que en forma más o menos manifiesta se encuentra presente en todo sistema gnóstico definido”. En Pistis Sophia develada, explica además el maestro que los eones emanan resplandecientes del Pro-Padre. El Avatar de Acuario, también explica que los treinta eones surgen en la aurora de la creación y son los cosmocratores o elohim creadores.

El concepto de eones como regiones cósmicas o cielos se refiere a los doce eones y en especial, al eón trece, que corresponde a la región más profunda del Espacio Abstracto Absoluto, el Ain. En el Nuevo Testamento, en la Biblia, constantemente se hace referencia al “reino de los cielos” (en plural, indicando que son varios). Pablo en la segunda de Corintios habla del tercer cielo, cuando dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Co 12:2). Dante Alighieri describe detalladamente nueve cielos y los mayas hablan de trece cielos. Los trece cielos de la cosmovisión maya, son los 13 eones o regiones celestiales.

Los primeros nueve cielos se corresponden con cada uno de los planetas, según el orden del antiguo sistema de clasificación astronómica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cada uno de esos cielos es la morada de una categoría especial de seres divinos, según la clasificación angélica. El orden es el siguiente: ángeles, arcángeles y principados; constituyen la primera triada. Potestades, virtudes y dominaciones; corresponden a la segunda triada. Tronos, querubines y serafines a la última y más alta triada. El ascenso a cada uno de los doce cielos, se corresponde con los doce trabajos de Hércules. Los tres cielos que se encuentran en lo más alto, corresponden a las tres regiones del Ain Soph.

Según Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, el conjunto de emanaciones divinas forma el Pleroma. El Pleroma es el mundo divino, la morada de la luz.

El mundo divinal, el ámbito glorioso del Pleroma, surgió directamente de la Luz negativa, de la existencia negativa. Finalmente, el Nous, Espíritu o Neuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la manifestación. Entre los límites extraordinarios del Ser y del no Ser de la filosofía se ha producido la multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma.

Barbelo

La primera emanación del Agnostos Theos o Espacio Abstracto Absoluto, el primer eón, es Barbelo, el desdoblamiento de la unidad en dualidad, en el aspecto femenino. El santo afirmar emana al santo negar, el aspecto femenino de la divinidad: Dios Madre. Barbelo aparece recurrentemente en la literatura gnóstica cristiana primitiva. Por tal motivo es motivo de análisis por parte de diferentes estudiosos del Gnosticismo histórico. En el Evangelio de los egipcios[1], Barbelo es reconocido como el eterno femenino, la madre inefable: “El segundo poder la Madre, la virginal barbelón…” (Los Evangelios Apócrifos, 119)

«En el Evangelio de Judas, Judas dice a Jesús: Tú has venido del inmortal eón de Barbeló»” (Montserrat, 40). El autor citado, expone además que “los textos designan a Barbeló «madre» y hablan de la «matriz» de Barbeló, que es fecundada por la luz del Espíritu…” (Monteserrat, 41)

En el capítulo 3 del libro secreto de Juan, se encuentran muchas evidencias del atributo femenino de Barbelo. El trato reverente a una divinidad femenina, la asociación al agua, a la virginidad, el gran vientre; son muy claros. Así se lee: “1 Porque el Perfecto se contempla a sí mismo en la luz que lo rodea. Este es el manantial del agua de vida que produce todos los mundos de todas las clases. 2 El Perfecto contempla su imagen, la ve en el manantial del espíritu y se enamora del agua luminosa. Este es el manantial de agua pura, luminosa, que rodea al Perfecto. Es el Pensamiento hecho activo, y la que apareció en presencia del Padre en luz brillante salió. 4 Ella es el primer poder: ella precedió a todo y salió de la mente del Padre como el Pensamiento Anterior de todo. 5 Su luz se parece a la luz del Padre; como el poder perfecto, ella es la imagen del perfecto e invisible Espíritu virgen. 6 Ella es el primer poder, la gloria, Barbelo, la gloria perfecta entre los mundos, la gloria emergente. 7 Ella glorificó y alabó al Espíritu virgen, porque había salido a través del Espíritu. 8 Ella es el primer Pensamiento, la imagen del Espíritu. Ella se convirtió en el vientre universal, porque ella lo precede todo, el Padre común, la primera Humanidad, el Espíritu Santo, el varón triple, el poder triple, el andrógino con tres nombres, el reino eterno entre los seres invisibles, el primero en salir”.

También se lee en dicho libro que Barbelo pidió al Espíritu virgen que le diera conocimiento anterior, inmortalidad, vita eterna, verdad y se las concedió (Gerz, 124). En los tres primeros versos del capítulo 4 se lee que “El Padre penetró a Barbelo con una mirada, con la luz pura, brillante, que rodea al Espíritu invisible. Barbelo concibió, y el Padre produjo un rayo de luz que se parecía a la luz bendita más no era tan brillante. Este rayo de luz era el Vástago único del Padre común que había salido, y el único retoño y el Vástago único del Padre, la luz pura” (Gerz, 125)

Entre las notas de El Evangelio de Judas, editado por Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst; con traducción de Domingo Almendros y publicado por National Geografic, se hace un comentario al siguiente pasaje del Evangelio: “En los textos séticos Barbelo es la divina Madre de todos, de quien muchas veces se dice que es la Providencia (pronoia) del Padre, el Ser infinito El nombre Barbelo parece basado en una forma del Tetragrámaton, el sagrado nombre de cuatro letras de Dios en el judaísmo, y aparentemente viene del hebreo, tal vez “Dios (superlativo El) en (b-) cuatro (arb(a)”.

Más adelante, en las páginas 129 y 130 del mismo Evangelio, en el capítulo titulado: La conexión gnóstica, Marvin Meyer, explica: «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura divina de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra madre en los cielos».

Barbelo es la primera emanación del Espacio Abstracto Absoluto, el “reino inmortal” y el principio femenino supremo. Es la Prakriti, la Madre Divina, la Diosa, el Eterno Femenino, la sustancia primordial de la Naturaleza, que da origen a las tres gunas o manifestaciones de la Naturaleza. Samael Aun Weor, en el capítulo de Virgo de su obra: “Tratado esotérico de Astrología Hermética”, explica que: “Cuando llega la Gran Noche, el Universo deja de existir, se disuelve entre el seno de la Prakriti. Explica también el maestro que: “Todo Cosmos nace de la Prakriti y se disuelve en la Prakriti. Todo mundo es una bola de fuego que se enciende y se apaga entre el seno de la Prakriti. Todo nace de la Prakriti, todo vuelve a la Prakriti. Ella es la Gran Madre”.

El Avatar de la Era de Acuario, explica además que: “Durante el Gran Pralaya (Noche Cósmica), la Prakriti es unitotal, íntegra. En la manifestación, en el Mahamvantara (Día Cósmico), la Prakriti se diferencia en tres aspectos cósmicos. Los tres aspectos de la Prakriti durante la manifestación, son: primero, el del Espacio infinito; segundo, el de la Naturaleza; tercero, el del hombre”. La Prakriti en su estado inmanifestado es Barbelo o mejor dijéramos, “la morada de Barbelo”, “la morada de luz”, “el océano de luz increada”, “el océano de la gran luz”, como lo explica el Kalki Avatar en Pistis Sophia develada.

Samael Aun Weor, en Pistis Sophia develada, explica que “Las grandes emanaciones de Barbelos, la Morada de la Luz, no pueden ser jamás comprendidas por la luz intelectual”.

El Eterno femenino

El principio femenino eterno y universal se encuentra presente en toda la Creación. Desde el seno del Pleroma, en la región de Barbelo, como en la Naturaleza y en el microcosmos, la segunda fuerza de la Naturaleza está presente. Ella es el Eterno Femenino, la Diosa, la Madre divina, en el espacio infinito; la Madre divina en la Naturaleza; la Madre divina en el ser humano. Estas son las tres madres; las tres Marías del Cristianismo, tal como se lee en los Evangelios: “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la Madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo”. (Mt 27:55-56) “También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé”. (Mr15:40) “Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas y María Magdalena”. (Jn 19:25) El misterio de las Tres Marías aparece también en el Evangelio de Felipe, en el que se lee: “Había tres Mariames que caminaban todo el tiempo con el Amo: su madre, su hermana y la Magdalena, ella que es llamada su pareja. Así su verdadera Madre, Hermana y Pareja, también se llama «Mariam»”.

La gran Diosa, venerada desde la cultura megalítica entre el paleolítico y el neolítico tiene múltiples representaciones, rostros y nombres. Ella es la Tierra, la Luna, Venus, la madre Naturaleza, la abuela, la madre y la esposa. De esta manera María, la madre de Jesús, es la misma Isis, Juno, Deméter, Ceres, Maía, etc., la Madre Cósmica o Kundalini (Fuego Sexual) del cual nace el Cristo Cósmico siempre. La María Magdalena es la misma Salambo, Matra, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus con la cual tenemos que practicar Magia Sexual para despertar el fuego. Otras formas de representar a las Tres Marías, a los tres aspectos de la Prakriti, de la Madre Divina, se encuentran en las figuras de la abuela, la madre y la esposa. En la mujer, es ella misma en su papel de abuela, madre e hija o madre, esposa e hija. Así aparece entonces, la figura de santa Ana, la madre de María en la tradición cristiana, como también la abuela Ixmucané, en la tradición maya.

La Creación, el amanecer del Día Cósmico

En el capítulo 1 y titulado: El Niño Sol del Mensaje de Navidad 1966-67, el Avatar de la síntesis, explica que: “En el amanecer del gran día cósmico, el Primer Logos, el Padre, dijo al Tercer Logos, el Espíritu Santo: «Id, fecundad a mi esposa, la materia caótica, la gran Madre, para que surja la vida; empero, tu verás.» Así habló el Padre, y el Tercer Logos se inclinó reverente, amanecía la aurora de la Creación. En los siete templos del Caos trabajaron los cosmocratores, el ejército de los constructores de la aurora, la hueste de los elohim, el Tercer Logos”.

“Tres fuerzas son indispensables para toda creación; la fuerza positiva, la fuerza negativa y la fuerza neutra. Ante el altar del templo un Elohim se polarizó en forma masculina, positiva, y el otro en forma femenina, negativa. La planta baja del templo, el coro de los Elohim, representó la forma neutra. Este orden de las tres fuerzas quedó así establecido en cada uno de los siete templos del caos primitivo. Cantaba el divino varón, cantaba la divina mujer, cantaba el coro de los Elohim”.

Ya se explicó en el apartado correspondiente que Elohim es una palabra plural y que significa “dioses y diosas”, es decir, que en el primer versículo de Bereshit (Génesis) en la Torá, cuando se lee: “En el comienzo creó Elohim los cielos y la tierra”; se refiere a los cosmocratores a los eones de la Creación en el seno del Pleroma. A este respecto, Dion Fortune, en su obra La Cábala Mística, explica lo siguiente: “El ser humano tiene que adorar tanto a diosas como a dioses. Boaz y Yakin son ambos pilares del Templo, pero solo de su unión nace el equilibrio. Una religión sin diosas está a mitad del camino del completo ateísmo. En la palabra Elojim (Elohim) encontramos la clave verdadera. Elojim se traduce como «Dios» en las versiones autorizadas y revisadas de la Biblia. En realidad debería traducirse «diosas y dioses», pues es un nombre femenino con una terminación plural masculina. Este es un hecho incontrovertible, al menos desde el punto de vista lingüístico; y es de presumir que los varios autores que integran los libros de la Biblia sabían bien lo que decían, y no usaron esa forma peculiar y única sin muy buenas razones. «Y el Espíritu de los principios masculino y femenino se cernía sobre la superficie de lo informe, y la Creación tuvo lugar».

“Toda la liturgia de los siete templos fue cantada y la gran Palabra hizo fecundo el vientre de la gran Madre Divina. «En, el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de la que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres». El Verbo hizo fecundas las aguas de la vida, y el Universo en su estado germinal surgió espléndido en la Aurora. El Espíritu Santo fecundó a la gran Madre y nació el Cristo. El segundo Logos es siempre hijo de la Virgen madre”.

“Ella es siempre virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Ella es María, Isis, Adonia, Isoberta, Rea, Cibeles, etc. Ella es el caos primitivo, la sustancia primordial, la materia prima de la gran Obra. El Cristo Cósmico es el ejército de la gran Palabra y nace siempre en los mundos y es crucificado en cada uno de ellos para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia”.

Los diez principios del ser humano

En la cosmovisión gnóstica se reconoce que los diez sephirotes del Árbol de la Vida hebraica, se encuentran en el ser humano y constituyen diez principios inherentes a cada hombre y mujer. La relación entre el sistema de numeración decimal, los dedos de la mano, la búsqueda de alcanzar un punteo de 10 perfecto y la espiritualidad, es enorme. Esos diez principios constituyen, en su orden, la Trinidad en cada uno de nosotros, el Ser y sus dos almas (el alma divina y el alma humana) y los cuatro cuerpos: físico, vital, astral y mental.

La Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en nosotros.

Debajo de la santísima Trinidad o Trimurti sagrada, se encuentra el septenario teosófico

El Ser, el Espíritu, Atman, Chesed, el Pneuma o Nous

El alma espiritual, alma divinal o alma femenina o alma conciencia. El budhi

El alma humana o alma masculina o alma voluntad. Manas superior o cuerpo de la voluntad

La mente o manas inferior

Las emociones, sentimientos y deseos; el cuerpo de deseos o cuerpo astral lunar en la mayoría de personas, el cuerpo kedsyano.

La vitalidad o cuerpo etérico

El cuerpo físico

Los antiguos rabinos hablan de los diez sephirotes de la Cábala: Keter, Chokmah, Binah, Chesed, Geburah, Tiphereth, Netzah, Hod, Jesod y Malkuth.

Keter es el Padre en nosotros, Chokmah es el Hijo en cada uno de nosotros, Binah, es el Espíritu Santo en nuestro interior.  Es claro que la Santísima Trinidad no es ajena a las diferentes religiones antiguas.  Así existe la Trimurti hindú: Brahma, Shiva y Visnú. En el antiguo Egipto se adoraba a Osiris, Isis y Horus y entre los mayas hay muchas formas trinitarias sagradas: Itzamná, Kukulkán y Chac o Ixchel son algunas representaciones. En la Naturaleza encontramos los polos positivo, negativo y neutro, en el hogar: papá, mamá, hijos. Por eso la representación de la Sagrada Familia.

A continuación de la Trinidad en nosotros viene lo que muchos denominan el Septenario teosófico integrado por un triángulo y el cuaternario inferior. Empecemos por listar el cuaternario inferior: cuerpo físico, la vitalidad, los deseos (emociones y sentimientos incluidos) y los pensamientos (la mente). Los siguientes principios son la voluntad, la conciencia y el Ser.

Algunas escuelas místicas al referirse al cuaternario inferior hablan de cuerpos espirituales. Los teósofos y yogas hablan del cuerpo de la vitalidad (vital o etérico), del cuerpo astral (o cuerpo de los deseos y las emociones), así como del cuerpo mental. En la literatura yogui y teosófica se usan nombres hindús un tanto extraños. Veamos por ejemplo lo que dice Helena Blavatsky:

Cuaternario.- El cuaternario, llamad o también cuaternario inferior, está constituido por los cuatro “principios” inferiores del hombre que forman su personalidad, a saber: el cuerpo denso o físico (sthûla zarîra), el doble etéreo o cuerpo astral (linga-zarîra), la vida o principio vital (prâna) y el centro de los deseos o pasiones animales (kâma-rûpa). –En otras clasificaciones se incluye entre los principios del cuaternario el manas inferior, o sea la inteligencia cerebral, la mente que tiende hacia abajo, al centro de los deseos y pasiones animales. Todos estos principios deben distinguirse del ternario o tríada superior imperecedera, que constituyen la individualidad, y son: el manas superior, el buddhi y el Âtman (o Yo supremo)”; que en la cosmovisión gnóstica, se denomina con más propiedad: El Ser y no yo supremo o yo superior.

Otras escuelas espirituales hacen una metáfora y relacionan al cuaternario, integrado por esos cuatro cuerpos inferiores, con un carruaje (el cuerpo físico), el caballo (el astral), el cochero (la mente) y el amo (la conciencia) que generalmente va dormido o distraído, es decir, tiene la conciencia dormida.

Mucho se ha hablado en la literatura mística acerca del doble astral, el eidolon o “cuerpo fantasmal”. Y es que todos tenemos ese doble. Bueno: todos tenemos los 10 principios, pero en esencia y pocos los tienen plenamente desarrollados. Los grandes seres, los apóstoles, un Buda, un Moisés o Jesucristo; es claro que desarrollaron plenamente su septenario y quizá alguno o todos los principios superiores.

Pues bien: la mayoría de personas tenemos solo un cuerpo astral fantasmal y por eso casi nunca nos percatamos que lo poseemos. Cada vez que nos acostamos a dormir, ocurre una separación del “alma”, en realidad, del doble astral que se desprende del cuerpo físico. Al día siguiente llamamos a este fenómeno: soñar. Mientras vivimos, el cuerpo físico está conectado con el astral, mediante el hilo de la vida o cordón plateado. Es claro que aprender a desdoblarse conscientemente, requiere práctica y tenacidad. En forma similar dominar los viajes astrales requerirá de mucha dedicación y tiempo. Debemos aprender a utilizarlo y a desarrollarlo hasta convertirlo en un auténtico cuerpo astral o espiritual. Ese es el cuerpo de los ángeles al ser vistos por un ser humano.

La triada superior y que cita la Blavatsky: atman, budhi, manas (superior) en la nomenclatura rabínica, corresponden a: Chesed, geburah, tiphereth. En la terminología cristiana: Chesed es el Espíritu, el Ser. Tiphereth es el alma humana o alma voluntad. Lo que ocurre es que budhi también es el alma; pero el alma conciencia, el alma divina. Esta es una de las razones por las que en la tradición se habla de las almas gemelas. Una es masculina (tiphereth) y la otra es femenina (budhi).

El Ser y el Yo

El Ser es lo real, lo auténtico en nosotros. Es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será. El Ser es nuestro propio Espíritu, el Pneuma de los gnósticos.

El abismo que existe entre el Ser y el Yo es infranqueable y, por esto, el Neuma, el Espíritu, se reconoce y este reconocerse es un acto autónomo para el que la razón subjetiva del mamífero intelectual resulta ineficaz, insuficiente, terriblemente pobre.

El yo es el conjunto de valores negativos en la psiquis del animal intelectual, mal llamado ser humano, la personificación de los defectos de carácter, la suma de elementos indeseables de conducta en nosotros, los elementos subjetivos de las percepciones, entidades energéticas sutiles. El Yo, el Ego, está compuesto por sumas y restas de elementos subjetivos, inhumanos, bestiales, que incuestionablemente tienen un principio y un fin. El yo es múltiple, es pluralizado. Cada defecto de carácter está personificado por un yo. Las grandes religiones y los libros sagrados de la humanidad, se han referido al Ego pluralizado en múltiples formas alegóricas. Ellos son los endemoniados ganaderos del Evangelio, aquellos que a la pregunta: ¿cómo te llamas?, responden: “Legión me llamo; porque somos muchos”. (Mr 5:9), son el ejército de familiares y amigos a los que tiene que enfrentarse Arjuna en el Bhagavad Gita, son los nobles de Ítaca a los que debe enfrentar Ulises en la Odisea, para liberar su palacio y rescatar a Penelope, son los infieles del Islam, los demonios rojos de Seth de la tradición egipcia. Están representados en el Goliat bíblico al que David debe vencer con una piedra, son los cuatrocientos surianos a los que vence Huitzilopochtli en la tradición azteca, los adversarios de Hunahpú e Ixbalamqué, en el Popol Wuj.

Auto-conocimiento, auto-gnosis, implica la aniquilación del Yo como trabajo previo, urgente, impostergable. Por ese motivo, en todas las tradiciones místicas y en todas las mitologías, el héroe debe vencer a sus enemigos, como le ocurre a Hércules, quien debe vencer a la Hydra de Lerna, el monstruo de muchas cabezas. El ego es la causa de la idolatría condenada tanto en el Antiguo Testamento, ya que provoca que las humanas criaturas, se le arrodillen, se esclavicen y rindan culto por encima y antes del Padre que está en secreto.

Elementos esenciales de la cosmovisión gnóstica

La palabra «Gnosticismo» encierra dentro de su estructura gramatical la idea de sistemas o corrientes dedicadas al estudio de la Gnosis. Este Gnosticismo implica una serie coherente, clara, precisa, de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa:

La maldición, desde un punto de vista científico y filosófico.

El Adam y Eva del Génesis hebraico.

El pecado original y la salida del Paraíso.

El Misterio del Lucifer interior.

La muerte del mí mismo.

Los poderes creadores que divinizan.

La esencia del Salvator Salvandus.

Los Misterios sexuales.

El Cristo íntimo.

La Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes.

El descenso a los infiernos.

El regreso al Edén.

El don de Mefistófeles.

Solo las doctrinas gnósticas que impliquen los fundamentos ontológicos, teológicos y antropológicos arriba citados, forman parte del Gnosticismo auténtico y se enmarcan dentro de la cosmovisión gnóstica.

Establecidas estas aclaraciones semánticas, pasemos ahora a definir con entera claridad meridiana al Gnosticismo. El Gnosticismo es un proceso religioso muy íntimo, natural y profundo. Esoterismo auténtico de fondo, desenvolviéndose de instante en instante con vivencias místicas muy particulares, con Doctrina y ritos propios. Doctrina extraordinaria que fundamentalmente adopta la forma mítica y, a veces, mitológica. Liturgia mágica inefable con viva ilustración para la Conciencia superlativa del Ser.

El conocimiento gnóstico y la revelación

Gnosis es conocimiento, pero no cualquier conocimiento. Gnosis es la experiencia mística de lo divino en el Ser. El conocimiento al que aspira el gnóstico es el que devine de la auto-gnosis, es decir, el auto conocimiento, derivado de la experiencia. Pero esa experiencia, no es necesariamente cualquier experiencia. Por ejemplo, no es la experiencia derivada de años de práctica en determinado oficio o profesión. Es la experiencia del Ser, presente en el individuo despierto, en ausencia del yo, es la experiencia mística obtenida por imaginación e inspiración, como también por la “visita” a las dimensiones superiores del espacio. Todo ese tipo de experiencias místicas, se comprende a través de la intuición, es la revelación gnóstica. De allí que el Kalki Avatar afirme que: “El gnóstico esoterista acepta la revelación como procedente de seres divinos, las vidas manifestadas, pero jamás de la Vida Una no manifestable”.

Para mayor explicación de la afirmación del maestro, HPB en el tomo 1 de su obra La Doctrina Secreta afirma lo siguiente: El ocultista acepta la revelación como procedente de Seres divinos, si bien finitos, las Vidas manifestadas; pero jamás de la Vida Una no manifestable; si de aquellas Entidades llamadas Hombre Primordial, Dhyâni–Buddhas o Dhyân Chohans, los Rishi–Prajâpati de los indos, los elohim o hijos de Dios de los judíos, los Espíritus Planetarios de todas las naciones, los cuales han venido a ser Dioses para los hombres.

Los principios religiosos

En la cosmovisión gnóstica, se explica que todas las religiones tienen los mismos principios. Nosotros, los gnósticos, no estamos contra ninguna religión porque esto sería absurdo. Todas las religiones se necesitan. Todas las religiones son manifestaciones diversas de la Religión cósmica universal infinita. Lo grave, lo lamentable sería un pueblo sin religión. Creemos que todas las escuelas y sectas cumplen su misión enseñando, estudiando, discutiendo, etc. La Gnosis es la llama de donde salen todas las religiones, escuelas y creencias. La Gnosis es sabiduría y amor.

Los gnósticos no desdeñamos ni subestimamos ninguna religión. Todas las religiones son perlas preciosísimas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad. La cosmovisión gnóstica es asequible a las gentes de todas las religiones, escuelas, logias, sectas, órdenes, etc.

A través de la cosmovisión gnóstica, se comprende que la humanidad tiene a la disposición grandes tesoros. En el fondo de todas las religiones arcaicas se halla el principio Cristo, la búsqueda de la felicidad, el culto al amor, la clave suprema de la sexualidad sagrada o magia sexual y la eliminación de los elementos indeseables de conducta, el Ego y el anhelo por la liberación espiritual.

Continuará…

[1] David Gerz, Los Evangelios Gnósticos: Enseñanzas secretas de Jesús (Barcelona: Sirio, 2004), 119

Retos de las instituciones gnósticas

Transcribimos a continuación la exposición de Fernando Salazar Bañol, con motivo de la clausura del IV Congreso Mundial de las Instituciones Gnósticas, el día 10 de noviembre  de 2013, en la ciudad de Foz de Iguazú, Estado de Paraná, Brasil.

El ejemplo del Señor de la Fuerza 

Samael Aun Weor
Samael Aun Weor

Realmente, esta es la Gnosis cardias, la Gnosis Valentiniana, la Gnosis del corazón. Por eso nuestro libro: ¨En el Corazón del Maestro¨. En el Corazón del Maestro. Esa fue la Gnosis que conocí con el amado Samael, que como les digo -les decía a los hermanos, a los hijos del amado Samael-. Yo tuve al Señor de la Fuerza en mis brazos. Cuando estaba así, la fuerza física, en el momento En que todo su cuerpo estaba herido por la cirugía de la medicina contemporánea, intentando salvar su cuerpo. Lo  tuve aquí. ¡En mi regazo…! En un momento dado él me dice: Salazar, ven acá no quiero estar más aquí en mi cama, ¡ayúdame! Me siento al lado de él, lo abrazo como abracé a Enio[1] (Chiappetti). Cierro mis ojos y fue el momento en que pude conocer el samadhi.

Cuando tuve aquí, al maestro, en mi corazón, en mi pecho; no por eso me sentí superior, con algún complejo de superioridad sino todo lo contrario. Él, internamente, crecía, crecía. No perdí la visión de la grandiosidad de Samael al ver que su cuerpo, después que le sacaba la aguja con el suero, de él salía sangre, no perdí la admiración por Samael. Por más que él fue capaz de humillarse delante de sus mejores amigos en México, de doblar su cabeza, aceptar agresiones, acusaciones e infamia y él no se defendía. Sigan ese ejemplo, diciendo: no tienen que defenderse ante acusaciones, sino con la “no violencia” del (Mahatma) Gandhi, sino solamente con la dignidad, la fortaleza, el no temor que aquí va a estar después la parte de nuestra dinámica.

La Confederación Gnóstica

La pregunta de uno de los hermanos -muy inteligente- hablo de la hermana de Chile: ¿Para qué sirve la Federación? Más allá de esas partes importantísimas, de esa protección legal de asuntos jurídicos, de “todos para uno y uno para todos”, hay un objetivo principal. Por eso digo que esta es una versión turbo diésel intercooler. Porque va a superar los errores de las otras federaciones, incluso en la que yo fui máxima cabeza del Consejo Ejecutivo Mundial. Lo que más necesita la grey, son planes de trabajo, metas. Porque considero que esta Gran Confederación es como un barco que se llama: La fragata o el Navío Capitán (navio capitán, aquí en portugués). Entonces: donde está todo el alto mando que se reúne con toda la tecnología del conocimiento –inspirándome en tu figura militar[2] y la del Señor de la Fuerza: Samael–. Y va dando los comandos a los porta aviones, las fragatas, los acorazados, los helicópteros, las naves veloces, las lanchas que  van a llegar a la orilla, los fusileros, los marineros, etc. Todo organizado por un grupo de personas inteligentes.

Mas, se tiene que tener un plan de recorrido. Si yo me subo a un avión, tengo mi mapa de donde salgo y a donde voy. Si yo me subo a una nave, tengo que saber a dónde voy a ir. Cuando Cristóbal Colón vino a estas regiones de América, tenía un mapa con el cual  él pretendía llegar a un destino. Tenía puntos de guía, “el mapa”, “el GPS moderno”. Adónde vamos, allí va la programación. Entonces: lo que más necesitamos ahora, es esto: ¡Programas de trabajo! ¿Qué va a hacer la Iglesia? y a su vez, la iglesia, ¿para qué va a estar confederada la iglesia? Ahí tiene que haber planes de trabajo. ¿Para donde se va a dirigir la Iglesia?, ¿qué van a hacer los jóvenes?, ¿cuál es el programa anual de trabajo?, ¿metas?, ¿desafíos?, ¿cumplimientos?, ¿competencias?, ¿cuál va a ser el papel de ahora en delante de las mujeres?

El papel de la mujer gnóstica 

Una de las propuestas que ya venimos trabajando desde hace tiempo es, nada menos que en crear un sitio (web) eminentemente femenino -no feminista-, ya está la primera pared (aplausos). En ese sitio tienen que estar destacados todos los valores que menciona el maestro respecto de la mujer.

Las mujeres también –yo le decía a Marisol Lomelí cuando tuvimos la oportunidad de dialogar–, hablamos así, hasta metafóricamente, me dice: “Mas, aquí en México estamos esperando que Ixtaccíhuatl[3] se despierte”. O sea: Ixtaccíhuatl, está al lado del (volcán) Popocatépetl que es el símbolo masculino que ya está en actividad y a su vez está Ixtaccíhuatl el símbolo de la “mujer dormida”. Yo le digo: Marisol ¿hasta cuándo van a estar esperando las mujeres mexicanas que Ixtaccíhuatl despierte? ¡Ustedes tienen que ir a despertar a Ixtaccíhuatl! Dice: “pues verdad”.

Entonces, todas las mujeres. ¿Qué van a hacer las ñustas[4]?, las mujeres peruanas aquí presentes, ¡las ñustas del Sol! Y una de las razones por las cuales tal vez el maestro Samael me dejó entrar en medio de quinientas mujeres[5]¿qué sucede? Le pregunta una mujer, una dama gnóstica al maestro Samael, maestro: ¿Y cuál es el papel de las mujeres? Y con todo respeto a nuestro sindicato de los hombres, o como diría el maestro: “No son hombres aún, son proyectos de hombres”. Entonces, decía así: “el hombre se encuentra actualmente en un estado muy marcado de degeneración, le  corresponde a la mujer ayudarlo a levantarse y ella misma a levantarse”.

Entonces, le pregunta otra mujer al maestro: Maestro, “¿además del esfuerzo que yo tengo qué hacer conmigo misma, yo tengo que hacer eso con mi marido?”. Y le responde el maestro: “Así es, porque está degenerado”. Bueno, el punto principal está en que por eso está aquí colocada esta bandera del Languedoc francés, la bandera de los cátaros[6], cuyo símbolo principal es María Magdalena.

María Magdalena y otros personajes del Drama Cósmico

María Magdalena no fue la simple mujer pasiva. Porque ella viajó con dos símbolos principales: con María y con Sara[7]. La acompaña –como tú mismo lo dices–. Jesús necesitó de un hombre de riquezas materiales que fue José de Arimatea quien la acompañó. Si no hubiera tenido a un José de Arimatea, Jesús no hubiera sido necesariamente enterrado en una tumba. Solamente los hombres ricos de la época tenían sus tumbas personales y José de Arimatea no era ningún pobre, era rico.

Pedro (Apóstol), en la época –de acuerdo a las investigaciones de la National Geographic–, era un pescador poderoso, porque no cualquier persona podía tener un barco, aunque fuese un “barquito”. Llamamos así un barquito ahora. Sin embargo, era un barco muy poderoso en la época. Entonces, Pedro: era un pescador poderoso también. También, príncipes y reyes le ofrecieron poder, ayuda a Jesús. Ahí estuvieron los tres reyes magos. ¡Los Tres Reyes Magos! Mas, había un cuarto rey mago: Alazar. Alazar que también llega y le da todo su apoyo,  todo su poder.

La acción inmediata

Entonces nos encontramos en otro gran momento. Más necesitamos planes de trabajo, que cada una y cada uno en su lugar los establezca y que en diciembre sea establecido. –Como sucede en la Asociación Gnóstica de Brasilia, como sucede también en el grupo de chamanismo, en la Asociación de Antropología. Ya está realizada la programación con un año de anticipación. Yo ya sé que tengo que llegar a Brasilia dos veces en el próximo año. Ya establecida la fecha, ya está establecido el temario. Entonces, no podemos salir de aquí perdiendo tiempo.

Gusté mucho que también la Iglesia Gnóstica en Colombia ya esté trabajando con “Lucifer[8]. Y les cuento una anécdota relacionado a ese. En cuanto a eso te pido por favor –al operador de multimedia–, que lo vas posicionando, no va a ser proyección, va a ser solamente música, así que te puedes sentar aquí por favor.

Entonces: ¿qué sucede?

Comienza el maestro Samael en todo su proceso que estaba muy mal y va dictando para  mí y Oscar Uscátegui, todo lo que era, cada parte de ese “drama de Lucifer”. Eso es. Termina y Dondita (la maestra Litelantes) llama al maestro: “vamos a comer”. Entonces yo le dije así: “Maestro, lo vamos a acompañar a la comida y después voy a subir con Oscar y voy a realizar la transcripción de los originales”. Y me dice: ¡No! ustedes van a subir ahora directamente a la biblioteca y me van a transcribir la obra de teatro. ¿Por qué me dice así?, le digo: ¿por qué maestro? Responde: “Porque ustedes tienen que ir ahora ¡a la acción inmediata!” “¡Antes que la fuerza del enemigo secreto entre en acción!” Y le digo: Maestro, ¿y cuál es ese enemigo secreto? – ¡La mente!–.

Entonces tenemos que ir (chasquido de dedos), no sin precipitación, mas ya no ir perdiendo el tiempo para que las fuerzas de nuestro enemigo secreto, que es la mente; ¡ellos puedan entrar en acción! Necesitamos trabajar mucho con la propuesta, los modelos de cómo tenemos que presentar actualmente la Gnosis a la juventud. Tienen que trabajar iglesias, grupos; en Chile, en todas partes. Porque actualmente hay un gran problema, de cómo se debe presentar el abordaje de la sexualidad en la juventud. Aquí en Brasil, en este año, cincuenta y seis mil mujeres han sido estupradas o violadas. ¡Mayor que el índice de criminalidad! Entonces indica que tenemos que realizar un abordaje bien presentado sobre ese propio machismo que aún existe dentro de los gnósticos que interpretaron mal la doctrina del maestro Samael –y como muchas mujeres me han preguntado–: “¿solamente las mujeres en la Gnosis, solamente servimos para el Gran Arcano?” No es simplemente para eso, sirven para muchas más cosas, no solamente sirven para adornar una vela, para limpiar el lumisial, sino para cosas más trascendentales. Entonces nos encontramos en otro momento ¡muy diferente!, ¡muy trascendental! en el cual nosotros tenemos que trabajar.

¿Para qué sirve la Iglesia Gnóstica?

La Iglesia Gnóstica sirve para presentar, nada menos, que las propuestas de esos libros que forman parte de nuestros Evangelios. Si los Evangelios son difundidos en la forma canónica como lo hacen las líneas pentecostales y realizan ese esfuerzo de difusión de la Biblia, nuestros Evangelios Gnósticos de Nag Hammadi, de Qumram, el Evangelio Gnóstico de Felipe, de Judas, el Evangelio de María Magdalena y todos los demás tienen que ser difundidos. Tienen que realizarse conferencias, tiene cada uno que sacudirse el polvo de los siglos y ¡sin miedo! –que va a ser ahora la dinámica, dentro en unos dos o tres minutos– vamos directamente “a la acción inmediata! Como fue la frase del maestro Samael y que debe estar cada vez mas gravada: “¡Acción inmediata antes que las fuerzas del enemigo secreto entren en acción!”

La barrera del miedo

Lo principal -–con lo que quiero terminar y entrar a nuestra parte dinámica y ya  permitir el número de finalización–, es lo siguiente: en la ciudad de Culiacán –una ciudad muy al norte de México–. Estuvimos comiendo unas enchiladas suizas, que eran las preferidas del maestro Samael, enchiladas suizas, de queso, principalmente las de queso. Y… estuvimos hablando muy amenamente sobre un tema, nada menos que sobre el temor, el miedo, y ahora que es lo que se llama el “Síndrome del Pánico”, que cada vez más va tomando dominio de la humanidad. Entonces comentaba, que  antiguamente, por eso nace el Kung Fu. Se hacían exorcismos, técnicas para materializar a todos nuestros agregados psicológicos.

Entonces yo le digo, maestro: “enséñeme esas técnicas, yo quiero enfrentarme contra mis miedos”. Y me dice –“No, no te las puedo enseñar”–. Y le digo: “maestro yo quiero trabajar contra mis miedos”. –No te los puedo enseñar–. Y le dije, maestro: “yo quiero descubrir mis miedos”. Y      –para cerrar así el caso, para que no le siguiera insistiendo– dice  esta frase: “espérate un tantito y veras. Espérate un tantito y veras”. Bueno, nos fuimos. Pasó el tiempo y yo no escuche al maestro.

Iba a los cementerios abandonados, caminaba encima de las tumbas y llamaba: “Que venga aquí el miedo, que se materialice”. “Donde está el guardián del umbral, que venga aquí para asustarme”. Y nada. Me metía en esas iglesias abandonadas de los antiguos cascos de las haciendas mexicanas, allí me sentaba en el confesionario, en las gradas del altar: ¿Dónde está el miedo? ¿Dónde está el guardián del umbral? Ven aquí para asustarme, y nada. Nada que llegaba. Después, pasó el tiempo y no me asustaba nada, ni el guardián se aparecía por ningún lado.

Me tocó ir a cumplir la misión de la Gnosis en Barcelona, en España. Y el líder de esa época, (porque no me gusta criticar a nadie públicamente, ni mencionar sus nombres) me logró, con una estrategia tremenda, atacarme y golpearme justamente la parte económica. Me dio en la torre, en mi parte económica. Y allí pude descubrir el primer miedo: ¡Miedo a la pobreza! Después también observe en el espejo, en Barcelona que me estaban naciendo arrugas y comencé a sentir el segundo miedo. ¡Descubrí el miedo a la vejez! Luego me invitaban a la radio, a la televisión española y yo aprendí a cruzar bien la pierna para que no me vieran que la suela del zapato estaba así como que con tremendo hueco, como los zapatos de “Cantinflas”, y me descubrí que tenía ¡miedo al qué dirán! Luego también vinieron problemas en mi primer matrimonio y apareció el ¡miedo a perder el  amor del ser querido! Y luego, el resto de los siete, que yo llamo: Los siete fantasmas del miedo! Y uno de ellos: ¡el miedo a la muerte! Porque después me tocó sufrir un accidente y conocí la grandiosidad de la Madre Muerte y me recordé de lo que me había dicho vuestro padre –dirigiéndose a Salomón e Imperator-. “Espérate tantito y verás”.

Entonces, para bien, quiero dejar como semilla principal, –porque esa es mi misión con todos vosotros–, estar dedicado cada vez más a entregarles libremente la enseñanza del maestro, como la viví, como la he investigado, como me he ido, me he sumergido en la fuente del Gnosticismo y que cada uno de nosotros en la estructuración de este gran idealismo de nuestro Marco Polo gnóstico, con todos vosotros y los nuevos integrantes, es que él siempre expresó una frase, otra frase, que en ese mismo orden lógico del miedo, donde dice que “nosotros tenemos que borrar de nuestro  diccionario, la palabra temor”, y por eso uno de los grandes discípulos de Rudolf Steiner en el área de la Sociología, escribió un libro que se titula: “Los Dragones que obstaculizan las grandes obras sociales”, o los grandes emprendimientos. Como esta versión turbinada de la Gran Confederación.

Entonces, sin temores, porque el temor, el miedo es ignorancia, antítesis del conocimiento. Yo les quiero presentar una canción brasileira –ese es mi número artístico, “no contaban con mi astucia, me lo sospeché desde un principio”–. Este tema es una composición de uno grandes compositores, músicos brasileiros (ponle pausa, sino se van a poner todos a bailar) que se llaman Toquinho y Vinicio De Moráis, esa canción se llama: “Sin miedo”. Por eso me hace recordar tanto a nuestro amado Samael.

La letra dice así –después la vamos a escuchar una primera vez, la voy a ir explicando. Y después todos vamos a acompañar el estribillo o la estrofa que dice–, “abandona el mundo sin miedo, atraviesa la calle (o la rúa).

Vamos a escuchar porque está en portugués, porque cada vez más ustedes van a venir aquí a Brasil, los de Brasil van a ir –como lo dice Carlos, que ya visualizo que van a ir muchos brasileiros- al próximo Congreso en Colombia. Entonces el estribillo es: “Sin miedo”. Y sin miedo es para que nos quede bien ese decreto, esa enseñanza grandiosa del maestro Samael, de cumplir, de regresar a nuestros países, a nuestras ciudades con nuestros hogares, hijos, seres queridos, multiplicarles esa semilla de “Sin miedo”. Vamos a escucharla por la primera vez, después tú me vas a ayudar –los brasileiros allí–. Los dos técnicos, los dos profesionales, que pido para ellos un merecido aplauso (aplausos). Podemos ir llevando el ritmo, los brasileiros son gente feliz, gente de ritmo, de swing. Ahora sí.  (Se escucha la canción y los asistentes cantan el coro).

Bandera de Languedoc, Occitania, Francia y la cruz cátara
Bandera de Languedoc, Occitania, Francia y la cruz cátara
ixtaccíhuatl
ixtaccíhuatl

 


[1] Minutos antes. Con motivo de la elección de Enio Chiappeti, como miembro de la Junta Directiva provisional de la Confederación Mundial de Instituciones Gnósticas, luego de que Fernando Salazar, no aceptara la postulación como integrante del Directorio Provisional de la Gran Confederación.

[2] Dirigiéndose a Salomón Gómez, hijo del bodhisattva  de Samael Aun Weor y Mayor de las fuerzas armadas de Colombia.[3]Volcán inactivo que se localiza en el centro de México, por  la elevación de sus picos durante siglos nevados y por su silueta, se le conoce como la “Mujer blanca” o la “Mujer dormida”.

[4] Nombre quechua para las princesas vírgenes del Tahuantinsuyo, en el imperio Inca

[5] En la Asamblea Mundial de Damas Gnósticas, en el marco del Congreso de Guadalajara, México, de 1976.

[6] En el salón donde se desarrolló la conferencia, estaba colocada la bandera cátara.

[7] En el sur de Francia por tradición oral se narra la historia de la llegada de María Magdalena, José de Arimatea, con María (una de las tres Marías) y con Sarah, su hija.

[8] La obra de teatro, el drama del mismo nombre escrito por Samael Aun Weor.

La Jornada del Héroe

Transcribimos la conferencia de Fernando Salazar Bañol  dictada en la ciudad de Foz de Iguazú, Estado de Paraná, Brasil, el viernes 8 de noviembre de 2013, con motivo del IV Congreso de la Confederación Mundial de Instituciones Gnósticas.

Samael, ¡ángel feliz!

Bueno, realmente nos sentimos felices. Recordaba un diálogo que tuvimos con Imperator (Gómez) cuando estuvimos estructurando la capa (tapa) o la portada del libro: «En el corazón del Maestro» en su nueva edición. Y optamos por escoger una foto de la imagen de nuestro amado Samael, ¡sonriendo! Entonces, uno de los comentarios que me hace Imperator, dice: «Muy diferente esta foto porque son pocas las fotos que observo de mi padre: sonriente».

Entonces, intencionalmente esa foto cuando fue clasificada, y antes de programar de que fuera la foto oficial de esa nueva edición, titulé: ¡Samael, ángel feliz!  Y por eso lo primero que quiero comentar para todos los presentes: que el estar al lado del maestro Samael, como su último secretario, como discípulo y amigo que logramos desarrollar una amistad como él decía: “yo tengo muchos discípulos mas tengo pocos amigos”. Entonces evoco siempre, mas, quiero decirles a todos ustedes que la imagen que también fue pasada del amado Samael no es así. No es un hombre, un ser o un maestro agresivo, castigador. Me parece muy asociado a esa imagen que fue pasada desde el Antiguo Testamento, donde nos fue presentado también un Señor, ¡un Jehová todo castigador!, vengativo, atento de los defectos o los llamados “pecados”, según el Catolicismo, porque: ¡para los gnósticos no existe pecado, sino ignorancia!

Expresar amor

Entonces, por eso quiero comentar en mis primeras palabras que el estar al lado del maestro Samael fue el momento más feliz de mi vida. Y por eso solamente puedo recordar de él los momentos de sonrisa, alegría, entusiasmo, programaciones del futuro de la obra de él, un espíritu de entusiasmo, optimismo, ánimo. Nada de cosas des animadoras. Y por eso voy a pedir en este instante algo muy importante. Ya que todos los anteriores conferencistas mencionaron mucho la palabra del amor. Entonces voy a pedir algo práctico. Vamos a quedarnos. Todavía no, cuando les indique, cuando cuente hasta tres. Vamos a ponernos en pie. Vamos a mirar a una y una de las personas, de nuestros ¡hermanos gnósticos! Por eso hoy le decía a Imperator y Salomón (Gómez): antes ustedes eran hermanos de sangre, continúan siendo hermanos de sangre. Mas ahora son hermanos en la luz del Cristo y en la luz de Samael. Esta fraternidad se ha hecho todavía más grandiosa, más sólida, trascendente. Por eso entonces ¡la dinámica práctica!, ya no teórica. Vamos a estar de pie, vamos a mirar al uno, a la otra persona a nuestro lado. Transmitir ese sentimiento de amor. Después: abrazar a la otra persona, de un lado del otro y los que están al frente. Y atrevernos a expresar la siguiente palabra: “Yo te amo”. Ahora, de pie: un dos tres y vamos a  realizar nuestro ejercicio.…

(Los presentes realizan el ejercicio y pasados unos minutos, se les invita a sentarse para continuar escuchando la exposición)

El ideal de la Gnosis de Samael

No podemos detener la expresión del amor, maravilloso. Una virtud que considero personalmente muy importante es  la gratitud. Entro en solidaridad con Imperator y Salomón. Ven acá: Carlos Coll. Personalmente a partir del momento en que lo conocí, lo llamé: El Marco Polo gnóstico. No para de viajar, en una misión muy diferente. Luego lo considero un idealista. Más no un utopista, que son dos cosas diferentes. Decía un gran filósofo argentino. José Ingenieros: “El hombre mediocre es aquel que no tiene ideales por los cuales pueda luchar”.

Nosotros tenemos ideales por los cuales podemos luchar. Que es este ideal de la Gnosis de Samael. Llevar, estar unidos, ¡entregar el conocimiento de la luz! Así que públicamente quiero realizar ese reconocimiento para ti. Mi admiración y respetos  y que continues teniendo toda esa fuerza y esa luz. Gracias por invitarnos a este evento. (Abrazos y aplausos).

Hace muchos años, expresé dos cosas: la  Gnosis de Samael, supera a las propias instituciones creadas por él en su vida y a las que puedan venir después de él. O sea, es el cuerpo de doctrina. Aquí todos estamos unidos por ese cuerpo de doctrina. Por eso cuando él se encontraba, su cuerpo en estado de enfermedad, en todo su proceso iniciático. Yo le decía Maestro: ¡no se vaya! Y él me decía: no te aferres a esta forma física. Sigue mi cuerpo de doctrina. Y tú tendrás éxito. Ese consejo nosotros lo seguimos, nos ha dado realmente ese éxito. Y nos ha abierto un panorama grandísimo.

También algo llegué a comprender y expresé en el pasado: La Gnosis de Samael no es cuestión de herencia, sino de conquista. Por eso siempre expreso y ahora que tengo la palabra, algo que muchas veces en privado expresé para Salomón e Imperator. Y ahora lo expreso públicamente: Que mi cariño y admiración, el respeto que siento por ellos, no es porque sean simplemente hijos del maestro. Sino por la calidad, el nivel de Ser que existe dentro de ellos mismos. Que son dos cosas totalmente diferentes. Podemos ser hijos de un gran Ser, pero eso no significa que yo tenga ese nivel elevado de Ser. Que son dos cosas totalmente diferentes. Así que eso siento por ustedes. Públicamente lo expresamos. También recuerdo que una vez le escribí a Salomón y le dije: Salomón, el maestro Samael con mucha conciencia te bautizó a  ti como Salomón. Y es porque te toca un desafío. Prepárate que en ese trabajo de la Gran Confederación te va a tocar tener mucha sabiduría salomónica. Y por eso está cumpliendo ahora ese papel maravilloso, de estar integrado, de estar participando con todas estas almas, con todas estas conciencias, que viven, que creen en las enseñanzas del amado Samael.

Luego también le dije a Imperator otra vez. Le dije: Imperator acuérdate que el maestro Samael conscientemente te bautizó a ti con el nombre de Imperator: emperador, líder. Tienes que asumir tu liderazgo. Que fue por eso que él ahora te reconoce públicamente (que tú Carlos) lo sacaste  de la zona de confort. Y que eso es maravilloso, es tu misión, es algo muy trascendente (aplausos). Y por eso nos sentimos felices de ver también en el momento en que realizamos la excursión, comencé a conocer a muchas personas que están realizando un trabajo muy lindo, que está directamente asociado a ese pensamiento que realmente anhela el amado Samael.

El amado Samael

Yo les digo que antes yo llamaba al maestro: de maestro. Más para mí él cada vez que pasan los años es tan grandiosa su doctrina, su propuesta en el conocimiento de cuanto beneficio ha traído a mi vida, que ya solamente puedo llamarlo de: Amado, porque es algo grandioso para mí, trascendió su etapa más allá de un simple maestro, que puede ser, cualquiera puede ser maestro. Mas, conquistarse el amor de todos nosotros que podemos dar testimonios y por eso estamos aquí para realizar ese esfuerzo de estar todos unidos con ese propósito que es la doctrina de la Gnosis.

En un evento que realizamos en Brasilia en el mes de septiembre dije varias cosas que quiero repetir. Mi conferencia con la autorización del coordinador del evento: Carlos, va a estar dividida en dos capítulos, como una telenovela de Televisa o de la Globo aquí en Brasil. Pues vamos a terminar puntualmente a la una (de la tarde), para que puedan ir a alimentar el cuerpo físico y después terminaré con la media hora que estaba programada para realizar de 3:00 a 3 y media. Porque es una de las cosas que aprendí con el Dalai Lama a respetar el tiempo, el tiempo de los otros que es vida.

Los dragones gnósticos de la libertad

Y como el tiempo es vida y todos ustedes son vida por eso quiero trabajar con ese respeto que me autorizó nuestro querido Carlos. Entonces en primer punto nos sentimos felices de acuerdo a lo que dialogamos con los representantes de la Iglesia Gnóstica de Colombia. Del gran cambio que están realizando. Ya en la Iglesia Gnóstica de Colombia recibieron a los budistas dentro del propio templo. ¿Fue así? Dentro del propio templo. Entonces realmente como muchos de ustedes decían: El mundo está cambiando.

Los líderes gnósticos que clasificamos, como anoche dialogábamos en forma agradable con Imperator, Salomón y todos los que estábamos reunidos. Ese grupo de los llamados dragones de la independencia, para no llamarlos: antiguos de la Gnosis, sino los dragones de la independencia han realizado grandes cambios en su manera de pensar porque esa es la propuesta de la propia Gnosis. “Tienes que cambiar tu manera de pensar” – decía el amado Samael-. «Odre nuevo para vino nuevo». No se necesitan de reformas. Tenemos que realizar grandes transformaciones.

Y por tal motivo quiero felicitarlos también públicamente porque eso indica que si los líderes, los dragones de la independencia están cambiando, todos los que son más jóvenes la nueva generación de gnósticos con las cuales se está trabajando, esa sangre nueva, esa renovación van a venir con esa actitud que el maestro Samael quería y que fue olvidado o mal interpretado nuevamente por ese hecho de ignorancia. Antítesis de la Gnosis. Gnosis es conocimiento. Ignorancia: tinieblas oscuridad, entonces caemos en ignorancia. Nos olvidamos de palabras tan básicas del amado Samael que dice en el librito, pequeñito de “Caridad Universal”: “En el futuro yo espero ver que existan lumisiales donde en sus templos oficien  todas las religiones del mundo”.

El ecumenismo gnóstico

Entonces, ¿qué indica esto? Nosotros los gnósticos somos conocidos por el mismo Carl Jung, tenemos que ser eclécticos, ¡tenemos que ser ecuménicos!, tenemos que ser tolerantes, respetuosos con nuestras propias diferencias. En la tarde del día de hoy, de acuerdo a la programación de este evento vamos a observar abordajes diferentes de presentación de la Gnosis. Y por eso el mismo amado Samael ya habló de los diferentes rayos. Tenemos a Alexandre Tadeu aquí con el rayo xamánico, el ¡Xamanismo gnóstico! Nuestro querido Enio Chiappetti aquí también de Brasil con ese ¡rayo del amor y del perdón! Es otro rayo. El maestro, el amado Samael nos habla de los rayos. Entonces si cada uno tiene una polaridad diferente, cada uno sentimos esa afinidad, cada uno tenemos un estilo de liderazgo. El maestro Samael no quería imitadores. Él decía eso. Me lo dijo personalmente -todavía lo recuerdo, allá en la sala de su casa en Macuiltepec 207- “no quiero tener imitadores”.

La propia Educación Fundamental que se está trabajando por parte de nuestro querido Jorge, nos dice: ¡No imitación! Libre iniciativa! ¡Libre manera de pensar! Mas, en esa libre manera de pensar tenemos que aprender a respetar las diferencias. Y si yo me caso con una persona, yo me caso con esa mujer, con ese hombre, no porque sean iguales, sino que en esa diferencia, en ese yin yang, en ese idá y pingalá, en esas polaridades contrarias. Por eso se dice: “los contrarios se atraen”.

Nosotros tenemos que aprender eso mismo, a vivir en las diferencias. ¡No somos robots!, ¡no somos androides!, porque eso hubiera sido más fácil para el Gran Arquitecto del Universo, crear a todos iguales, no tener problemas de diferencias. No, es ¿donde estás trabajado?. Qué forma de trabajo, cuál es el trabajo que estás realizando -yo estaba atento a tu discurso querido Salomón sobre la parte del amor-.

Observen lo siguiente: tengo un trabajo muy lindo en los grupos ecuménicos de Sao Paulo donde está un señor italiano, de origen italiano, Cayetano Luigi, tiene 76 años. Sobrevivió a los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Y él me dice lo siguiente después de pasar por una entrevista de prensa. Me dice lo siguiente: “Fernando te voy a revelar un secreto”. Le digo: ¿Cuál Luigi? -“¡Yo nunca sentí odio por nadie!”-. ¿Cómo es posible que quien está en los principios de la Gnosis, del Cristianismo primitivo, que los gnósticos fueron antes que los mismos cristianos oficiales, con la base de un Jesús, puedan sentir odio contra los otros? Es un elemento básico. ¡El odio envenena!, destruye nuestro cuerpo, destruye las mentes, destruye familias, destruye instituciones. Más no puede ser simplemente un discurso. Es el resultado de un trabajo, del auténtico trabajo psicológico.

Y todas las circunstancias de nuestra vida se presentan de esa manera para que nosotros seamos probados, para sentir esa capacidad de amar, como cuando estaba al lado del Dalai Lama allá en Argentina, que él se expresó de la siguiente forma: “Amar cuando todo está bien es fácil, más amar cuando las cosas están totalmente en tu contra, en una masa crítica, ahí es donde tú vas a demostrar tu verdadera capacidad de amar, donde tienes que aprender a perdonar». El mismo maestro Samael en sus grandes discursos del Congreso de Guadalajara decía: “Yo quiero misioneros que sean como San Francisco con la capacidad de amar y de perdonar”. Más eso solamente se tiene que vivir en la práctica y en los momentos críticos.

En mi vida personal he sido muy atacado, criticado, perseguido, perdí la libertad, etc. ¿Y que aprendí a todo eso? a amar. No me siento jamás arrepentido de haberle servido a la obra del maestro Samael. ¡No me arrepiento!. Y voy a continuar hasta llegar  así, bien viejito, me visualizo viejito. Si aún aguanta, si aún me da este cuerpo la Madre muerte seguir entregando el conocimiento.

He sido tentado muchas veces donde me han dicho: “abandona esas teorías del pasado y ahora entrega la doctrina de su Ser” –como dialogamos anoche con Salomón- ¿Cuál ha sido mi respuesta?: mi Ser va a estar única y exclusivamente trabajando para la obra del maestro en esta existencia. Ese es mi espíritu de servicio. Y en eso es donde está mi reconocimiento para ese gran hombre. Ese gran hombre no simplemente que queda limitado a una fotografía. Porque yo también llegué a vivir esa etapa de apego normal, de estar pensando que Samael estaba limitado a esa fotografía, que sigo llevando también en mi billetera y que tengo también en mi biblioteca. Más aprendí a descubrir que Samael trascendió todo eso.

La Gnosis eterna y universal

Cuando muchos preguntan ¿y Samael murió? Sí, él murió. ¿Cómo es posible si viene desde la época  ya mencionado por los hebraicos, si es mencionado por todos los cabalistas antiguos? ¿Cómo se puede hablar de que Samael muere? No. ¡Samael no ha muerto! Y continúa a través de su doctrina. Y por eso el mismo Sogyal Rimpoché, la máxima autoridad sobre la vida y  la muerte en el Budismo tibetano dice: “Si tú quieres conocer la grandiosidad de la obra de un hombre, la vas a conocer a través de la permanencia de su mensaje”.

(palabras inaudibles…)Nuestro querido Imperator, todos los problemas, todas las dificultades que ha pasado la parte institucional de la obra del amado Samael, más observemos: ¡Continúa!, continúa, va más allá de nuestras limitaciones humanas, va más allá de nuestra humanidad. Continúa, ha llegado a Asia, está en Israel. Tenemos el libro Psicología Revolucionaria traducido al hebreo, al japonés. En Bulgaria está muy fuerte, en Hungría. Hasta tenemos misioneros brasileños entregando la Gnosis nada menos que en la Siberia. Y más allá después este mismo misionero brasileño llegó nada menos a entregar la Gnosis en la Mongolia. Y conoció ahí su media naranja, su complemento. Se casó con una mujer de la Mongolia. Entonces, más allá de problemas, de todo eso, la obra, la doctrina, el conocimiento, eso que cada uno de nosotros queremos encarnar, eso que cada uno de nosotros nos llevó a hacer nuestros gastos hasta aquí. Y de poder estar escuchando estas palabras, los mensajes de cada una de las personas, porque queremos algo muy importante. Para terminar ya puntualmente mi primera parte de este capítulo.

La plenitud gnóstica

¿Cuál es la base fundamental del mensaje dejado por el amado Samael? Se sintetiza en una palabra del griego que significa: Pleroma. Todos los aquí presentes, tenemos el deseo de conquistar nuestro Pleroma. ¿Qué es el Pleroma? ¡La plenitud!

Más allá de la meta de la Auto realización, maestrías, cuerpos solares. La primera etapa principal, es esa plenitud. Esa plenitud solamente se conquista a través de algo muy importante que hemos olvidado y que fue también totalmente abandonado en la parte de la didáctica del maestro Samael. Él decía: “morir en los defectos, mas también nacer en las virtudes”.

En los mismos grupos e instituciones se realizó una apología al Ego, al Yo. Solamente se hablaba del Yo, del Ego, el Ego. Hasta yo observaba en las propias ediciones de los libros más antiguos del maestro: Ego en mayúsculas, Ser en minúscula. Entonces los propios gnósticos comenzaron a idealizar, idolatrar y a poner en un trono grandísimo el propio Ego. Se hablaba solamente del Ego. Solamente se vivía observando los defectos de los otros. Yo les digo en mi convivencia con el amado Samael: ¡nunca! ¡nunca! me señaló un defecto, ¡nunca!

Porque él solamente observaba su propia proyección, su propia luz, su propio Ser. Entonces eso, nosotros tenemos que realizar ese cambio en nuestras vidas. Por eso realizamos esa dinámica en el inicio de esta primera parte de estos treinta minutos. Hagamos en estos tres días de convivencia ese ejercicio conscientemente. Solamente ver -como Paco (Maldonado) que estaba atento de tu linda conferencia, de corazón-. Eso se llama en la Gnosis Valentiniana -los primeros doctores de la Gnosis- «Gnosis Cardias«, la Gnosis del corazón. ¡Esa es la esencia!, ¡esa es la base de la Gnosis!, el corazón, es el Bate corazón, como se dice aquí en Brasil.

Entonces ¿qué tenemos que hacer?, tenemos que estar viendo el Ser, el Atman, el Budhi, ¡la partícula divina que existe en todos nosotros! El tema de defectos, instituciones, nombres, etcétera. Eso es un problema mental, es algo de nosotros. (Inaudible) las palabras del misionero en Querétaro, en el Congreso de Querétaro. Donde él dijo, -no sé cómo se llamaba él, más ahora te vas a recordar-. Dice, un misionero allá en México, en Querétaro, dice: ¿Divisiones? -Me acuerdo que él estaba con un sombrerito-. ¿Divisiones? no existen divisiones. Y yo le digo: ¿Cómo que no existen divisiones? Dice: “las divisiones están en el (palabra inaudible) aquí en nuestra mente”.

Así que finalizamos este primer capítulo. ¡Vivan esa Gnosis con plenitud, con felicidad, intensa. Ámense los unos a los otros conscientemente, superen fronteras, banderas, siglas! De acuerdo a la propuesta aquí que sea multi siglas que es diferente al estar luchando las siglas. Buen provecho para todos ustedes, hasta las tres horas. (Aplausos)

La atención

Contenido

Introducción

El Dhammapada y la atención

Los tipos de atención

La división de la atención

La atención y el recuerdo de sí

El desarrollo de la atención

La atención consciente

Saber escuchar

La clave de SOL y el despertar de la conciencia

El despertar y las dimensiones superiores del espacio

 

Introducción

En los estudios gnósticos, en congruencia con las diferentes escuelas esotéricas y espirituales del mundo oriental, el desarrollo de la atención tiene un especial interés. Todas las antiguas religiones hacen referencia a que el ser humano en el estado en el que se sitúa actualmente, se encuentra dormido y hacen el llamado al despertar de la conciencia. Pero un requisito fundamental para lograr ese despertar se centra en desarrollar la fuerza de atención.

La atención, es decir, la acción de atender, en el diccionario se define a partir del término latino attentio del que surge el origen etimológico del término. Un vocablo que se compone de tres partes: el prefijo ad– que es sinónimo de “hacia”, el verbo tendere que puede traducirse como “estirar” y finalmente el sufijo –ción que es equivalente a “acción y efecto”.

En este sentido, el escritor norteamericano William Walker Atkinson, más conocido como Yogui Ramacharaka en “Serie de lecciones sobre Raja Yoga dice: “Podemos definir toscamente la atención diciendo que es la activa dirección de la mente a cualquier objeto». La palabra «atención» deriva de las latinas ad tendere, que significan «extender hacia».

Para William James (1842-1910), la atención es la capacidad de tomar posesión de la mente. La realidad es aquello a lo que se le pone atención. De manera que, es crucial, la toma de control de la mente y esto se logra, mediante la atención, clave para auto conocerse y observarse a sí mismo. En neurociencia se compara la atención con la lámpara de un minero. Se ve, solo aquello que se enfoque. La atención, por una parte, actúa como filtro de los estímulos ambientales y permite decidir qué es lo más relevante a lo que hay que concentrarse. Por otro lado, es el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos. Su acción permite seleccionar lo esencial de la actividad mental, vigila el curso de la actividad mental. La capacidad de seleccionar los estímulos que llegan al aparato psíquico, como la necesaria concentración y focalización intencional, están asociadas a la atención.

En la Psicología Gnóstica se habla de las cinco funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo. Cada una de ellas tiene su centro de gravedad, es decir, en conjunto son los cinco  centros de la máquina humana. Con la práctica, el estudiante evidencia que cada centro a su vez está dividido en tres partes: una mcánica, una emocional y una intelectual.

Pedro Demianovich Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida» refiriéndose al centro pensante define la atención, como: “la dirección de la actividad del centro intelectual», es decir, podemos afirmar que la atención es la dirección de la actividad, de la actividad de los centros y que: “el estudio de la atención hace posible distinguir el trabajo de las diferentes partes de los centros”.

Quien esto escribe, cuando empezó a estudiar con seriedad la Psicología Gnóstica, recibió de su instructor de Cuarto camino la recomendación de que se dedicara a desarrollar la fuerza de atención. La instrucción práctica consistió en “darse cuenta de lo que entra y de lo que sale” por su aparato psíquico. Es claro que para realizar esta práctica se requiere vivir el presente, llevar a la práctica la filosofía de la momentaneidad. Para tal efecto, es preciso sujetar a la mente al cuerpo físico. Al inicio del ejercicio, el estudiante descubre que la mente viaja constantemente fuera del cuerpo. La mente oscila entre el pasado y el futuro, rara vez se encuentra en el cuerpo en “tiempo real”. Otra consecuencia o síntoma de la falta de atención en las personas es la falta de memoria o la nula o poca capacidad para escuchar.

Lo contrario de la atención, es decir, la ausencia de la atención se denomina: distracción. Muchas personas aman la distracción, anhelan la distracción ignorando que con esta tendencia desperdician inútilmente la energía psíquica, así como la energía creadora, el Ens seminis. De esta manera pierden miserablemente reales posibilidades de crecimiento interior, de lograr un día lo que en la divina Gnosis se define como: la Auto realización íntima del Ser. Prestar atención conlleva aprender a dedicarse a una sola actividad a la vez, efectuar una y solo una acción, una tarea en cada momento. Aprender a estar aquí y ahora en cada instante. La distracción es el resultado inútil de pretender hacer varias actividades a la vez.

Samael Aun Weor, en su obra: “Mensaje de Navidad 1964-65” afirma lo siguiente: “la Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles”. El Maestro propone que en medio de las actividades diarias: “trabajemos y descansemos felices abandonándonos al curso de la vida. Agotemos el agua turbia y podrida del pensamiento habitual y en el vacío fluirá la Gnosis y con ella la alegría de vivir”. Explica además que: “esta tensión continua de la mente, esta disciplina, nos lleva al despertar de la conciencia” y aclara que: “Si estamos comiendo y pensando en negocios es claro que estamos soñando. Si estamos manejando un automóvil y estamos pensando en la novia, es lógico que no estamos despiertos, estamos soñando; si estamos trabajando y estamos recordando al compadre o a la comadre, o al amigo, o al hermano, etc., es claro que estamos soñando”. Es claro que la distracción, la ausencia de atención, permitir que la mente viaje errante fuera del cuerpo físico y del “tiempo real”, estar sumergido en abstracciones mientras se realiza una actividad distinta, realizar varias actividades a la vez, todo ello en conjunto, conduce al sueño de la conciencia.

El Venerable Maestro Samael, en el libro citado, narra la siguiente anécdota: “-Le preguntaron al maestro Bokuju: «¿Tenemos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de éste?» -El Maestro respondió:

-«Comemos, nos vestimos».

—»No comprendo» –dijo el discípulo.

«Entonces vístete y come» – dijo el Maestro.

“Esta es precisamente la acción libre de los opuestos: ¿Comemos, nos vestimos? ¿Por qué hacer un problema de eso?, ¿por qué estar en otras cosas mientras estamos comiendo y vistiendo? Si estas comiendo, come; y si estas vistiéndote, vístete, y si andas por la calle, anda, anda, anda, pero no pienses en otra cosa, haced únicamente lo que estáis haciendo, no huyas de los hechos, no los llenes de tantos significados, símbolos, sermones y advertencias. Vívelos sin alegorías, con mente receptiva de instante en instante”.

Para mantener la atención de manera continua, Ramacharaka propone: “interceptar gradualmente todo pensamiento o impresión del mundo externo, ‘del cuerpo, y aún de los mismos pensamientos, para concentrarse y meditar sobre el «Yo soy» pero sin decir «Soy esto» o «Soy aquello» o «Hago esto» o «Pienso aquello», sino simplemente: «yo soy «. Este ejercicio enfocará la atención en el centro mismo de la existencia interna y reunirá todas las energías mentales, en vez de dejar que se dispersen sobre las cosas externas. Un sentimiento de paz, fuerza y poder será el resultado, porque la afirmación con el pensamiento en ella subyacente, es en el alto grado poderosa e intensa, porque es una afirmación de positiva y real existencia y una introspección del pensamiento hacia esta verdad”.

Ramacharaka advierte que: “a primera vista parece muy fácil, pero la práctica mostrará lo difícil que es sostener firmemente la atención. La mente propende a vagar y trasladarse de un objeto o asunto a otro, y será necesario mucha práctica para mantenerla en el punto conveniente”.

Explica también Ramacharaka que: “el gran obstáculo para el eficaz uso de la voluntad en la mayoría de las personas, es la falta de habilidad para enfocar la atención. Los yoguis comprenden claramente este punto y muchos ejercicios de Toga Raja están destinados a vencer esta dificultad. La atención es la prueba externa de la voluntad”. Más adelante cita a varios autores que afirman que: «el esfuerzo de la atención es el fenómeno esencial de la voluntad».»El primer paso hacia el desenvolvimiento de la voluntad consiste en el ejercicio de la atención”.

En forma similar en “La práctica del Zen”, Chang Chen-Chi, anota que las dos primeras sugerencias de la práctica Zen son: “atender interiormente al estado de ánimo antes de que surja un pensamiento. Cuando surge un pensamiento, interrumpirlo instantáneamente y volver a la actitud de atención interior”.

 El Dhammapada y la atención

El Dhammapada forma parte de la literatura canónica budista y, según el autor de esta versión, «fue aceptado en el Concilio de Asoka en el año 240 a. C.» y forma parte del Canon de los textos escritos en la lengua indoeuropea, el Pali que se ha conservado hasta la actualidad en Ceilán (Sri Lanka). En Wikipedia encontramos que: «En general «dhamma» hace referencia a la «doctrina» de Budda o a una «verdad eterna» o «virtud», y «pada» significa literalmente «pie» y en este contexto puede traducirse por «camino» o «verso»».

Resulta muy oportuno transcribir el capítulo II de este hermoso compendio budista de versos y que se titula precisamente: La atención. No están registrados créditos del traductor o de la editorial.

21. La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto.

22. Distinguiendo esto claramente, los sabios se establecen en la atención y se deleitan con la atención, disfrutando del terreno de los nobles.

23. Aquel que medita constantemente y persevera, se libera de las ataduras y obtiene el supremo Nibbana.

24. Gloria para aquel que se esfuerza, permanece vigilante, es puro en conducta, considerado, auto controlado, recto en su forma de vida y capaz de permanecer en creciente atención.

25. A través del esfuerzo, la diligencia, la disciplina y el autocontrol, que el hombre sabio haga de sí mismo una isla que ninguna inundación pueda anegar.

26. El ignorante es indulgente con la inatención; el hombre sabio custodia la atención como el mayor tesoro.

27. No os recreéis en la negligencia. No intiméis con los placeres sensoriales. El hombre que medita con diligencia, verdaderamente alcanza mucha felicidad.

28. Cuando un sabio supera la inatención cultivando la atención, libre de tribulaciones, asciende al palacio de la sabiduría y observa a la gente sufriente como el sabio montañero contempla a los ignorantes que están abajo.

29. Atento entre los inatentos, plenamente despierto entre los dormidos, el sabio avanza como un corcel de carreras se adelanta sobre un jamelgo decrépito.

30. Por permanecer alerta, Indra se impuso a los dioses. Así, la atención es elogiada y la negligencia subestimada.

31. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, avanza como el fuego, superando todo escollo grande o pequeño.

32. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, no es tendente a la caída. Está en presencia del Nibbana.

 Los tipos de atención

Líneas arriba se habló de la división de los centros de la máquina humana (intelectual, emocional, motor, instintivo y sexual) y que cada uno de ellos se divide a su vez en tres partes: mecánica (instintiva-motriz), emocional e intelectual.

Ouspensky en sus “Conferencias psicológicas” explica que: “La división de un centro en tres partes es muy simple. Una parte mecánica trabaja casi automáticamente; no requiere ninguna atención. El trabajo de la parte emocional requiere atención plena, pero en esta parte del centro la atención no requiere ningún esfuerzo. Es atraída y mantenida por el mismo asunto, muy a menudo a través de la identificación, que generalmente es llamada «interés», o «entusiasmo», o «pasión» o «devoción». La parte intelectual del centro intelectual incluye en sí misma una capacidad de creación, construcción, invención y descubrimiento. No puede trabajar sin atención, pero la atención en esta parte del centro debe ser controlada y mantenida allí por la voluntad y el esfuerzo”.

La atención mecánica, se define en el trabajo psicológico gnóstico, como: atención cero. Es una atención errante, es la actitud o la acción de no prestar atención o vivir determinado momento sin atención. En los centros educativos de la educación mecanicista y cansona (la escuela, el colegio y la universidad), los docentes quieren que los alumnos presten atención. Los docentes más competentes y dedicados se apoyan en la motivación. Esta es una forma de explicar la atención “plena” o emocional. De esta manera se explica que las personas prestan atención y por consiguiente: aprenden, solo aquellos conocimientos que les gustan, que les atraen, que les motivan. En el camino del despertar de la conciencia, por encima de la atención emocional, es necesario construir la atención dirigida. Es claro que al realizar esfuerzos por desarrollar la atención dirigida, esta no debe desperdiciarse en asuntos inútiles o triviales. La atención superior, es el tipo de atención que interesa desarrollar en la Psicología Gnóstica.

Profundizando un poco más en los tres tipos de atención estudiados, José Jesús Leal, en su obra: «Psicología del Despertar» explica que: «las tres atenciones devienen a la existencia de acuerdo con el grado de conciencia; en la atención cero, por ejemplo,, se originan conocimientos mecánicos, constituyéndose como una serie de datos acumulados en la memoria, estos últimos devienen finalmente, como intelectualismo. El estado de atención plena es indispensable si se quiere llegar a comprender el concepto gnoseológico encerrado en cualquier trabajo científico, filosófico, artístico o místico; mas es indispensable hacer la disección analítica, el análisis superlativo, la autocrítica profunda y esto solamente es posible cuando se trabaja con las partes más conscientes de nosotros mismos. La atención dirigida por medio del esfuerzo y la voluntad induce al trabajo de las partes más conscientes de los centros, lográndose el trabajo armónico de la estructura interna del hombre».

 La división de la atención

Jean Vaysse, en su obra: “Hacia el despertar  a sí mismo” y publicado en español por Ganesha, explica que: “esta atención de la que tenemos necesidad aquí es sin duda lo que más falta nos hace. Ella es de una índole particular que no tenemos habitualmente y que hasta ahora no conocíamos. La atención que tenemos de ordinario es una atención en un solo sentido,, dirigida hacia lo que observamos. Con una atención de esta clase y la actitud que ella trae consigo, la observación, aplicada a uno mismo, permite un análisis elemental (el de la psicología corriente) pero no las constataciones integradas al conjunto que somos, tal como las buscamos. La atención que necesitamos es de otro nivel: aquella que, mientras la observación prosigue, toma en cuenta todo lo que somos: es una atención de doble sentido, una atención desdoblada: y ella trae consigo una actitud diferente de nuestra actitud habitual. No tenemos naturalmente una atención de este tipo, salvo por accidente en ciertos momentos de sorpresa o de peligro donde ella acompaña un vislumbre de conciencia; pero es posible tenerla “artificialmente” por un esfuerzo especial y puede ser desarrollada en nosotros mediante ejercicios apropiados”.

 La atención y el recuerdo de sí

Ouspensky explica además que estos “ejercicios apropiados” se orientan a alcanzar lo que en los estudios gnósticos se denomina: “Recuerdo de sí”. Para esto se requiere no solo estar atento hacia el mundo exterior, sino además: dividir la atención. Ouspensky lo explica de la siguiente manera:

“Los primeros ensayos de «recuerdo de sí» me hicieron recordar mis tentativas anteriores. En efecto, ambas experiencias eran casi idénticas, con la única diferencia de que al detener los pensamientos la atención está totalmente orientada hacia el esfuerzo de no admitir pensamientos, mientras que en el acto del «recuerdo de sí» la atención se divide: una parte se dirige hacia el mismo esfuerzo, otra hacia la sensación de sí”.

“Esta última experiencia me capacitó para llegar a una cierta definición, posiblemente muy incompleta, del «recuerdo de si», que sin embargo probó ser muy útil en la práctica. Yo hablo del recuerdo de sí, en lo que se refiere a la división de la atención: siendo ésta su rasgo característico. Me la representé de la siguiente manera:

“Cuando observo algo, mi atención está dirigida hacia lo que observo.

Yo ———————————————> el fenómeno observado.

Cuando, al mismo tiempo, trato de recordarme a mí mismo, mi atención está dirigida a la vez

hacia el objeto observado y hacia mí mismo.

Yo <———————————————> el fenómeno observado.

“Habiendo definido esto, vi que el problema consistía en dirigir la atención sobre uno mismo sin permitir que se debilite o se eclipse la atención dirigida sobre el fenómeno observado. Más aún, este «fenómeno» podía estar tanto dentro de mí como fuera de mí”.

En el trabajo psicológico para el desarrollo de la fuerza de atención, es preciso, tener claro que el esfuerzo de atención se dirige a los dos sentidos de la atención, tanto hacia fuera, como hacia dentro de uno mismo. En tal sentido, es posible confundirse y creer que se está realizando un adecuado desarrollo de la atención, cuando el estudiante está “pendiente” de todo lo que ocurre en el exterior, de todo lo que le rodea; pero se olvida de sí mismo, se olvida de estudiar su interior, de prestarse atención a sí mismo, de percatarse como impactan en su psiquis las impresiones que vienen del mundo exterior. En tales circunstancias, lo más probable es que, al practicar la atención solo hacia el exterior, resulte identificándose con los objetos, personas o circunstancias que ocurren a su alrededor.

El acto de recuerdo de sí inicia con la detención interior o no identificación y la sensación plena de sí mismo, es decir, la sensación plena del propio cuerpo. En palabras de Gurdjieff: «la sensación plena de nuestra propia masa». Implica la toma de conciencia de la respiración  o respiración consciente y la relajación del cuerpo que permite conectar la mente con el corazón.

El recuerdo de sí y aprender a pasar por el corazón

En la Web, se lee que, etimológicamente, la palabra “recordar” viene del latín “recordari”, formado de re (de nuevo) y cordis (corazón). Recordad quiere decir mucho más que tener a alguien presente en la memoria. Significa “volver a pasar por el corazón”. «Si yo le digo a alguien que lo estoy recordando, le estoy diciendo que lo estoy volviendo a pasar por mi corazón”. Antiguamente, la sede de la memoria se sabía que estaba en el corazón. Actualmente, cuando la memoria pasa a la mente se lleva hacia el olvido. Los antiguos romanos y griegos no situaban la mente en la cabeza (caput, capitis), ni en el cerebrum (“los sesos”) sino dentro del pecho. Por ello significa casi lo mismo in pectore, in mente o in corde  ‘en el corazón’. Antiguamente, “recordar”, significaba, “despertar”, “salir del sueño”, “dejar de dormir”, “espabilarse”. Recordarse desde este punto de vista, vendría a “volver en sí”, que nos lleva al “Recuerdo de sí”, indispensable para el despertar de la conciencia.

 El desarrollo de la atención

Ouspensky explica además que algo sumamente importante del desarrollo de la atención es que debe volcarse hacia el recuerdo de sí. Pero qué mejor que ilustrar lo anterior con una anécdota del mismo Ouspensky:

“En cierta oportunidad estaba caminando a lo largo de la Liteiny hacia la avenida Nevsky y a pesar de todos mis esfuerzos no era capaz de mantener mi atención en el «recuerdo de mí mismo«. La bulla, el movimiento, todo me distraía. A cada instante perdía el hilo de mi atención, lo encontraba de nuevo y luego lo volvía a perder. Finalmente sentí una especie de ridícula irritación conmigo mismo y doblé hacia la calle de la izquierda, firmemente decidido, esta vez, a recordarme a mí mismo al menos por algún tiempo, y en todo caso hasta que hubiera llegado a la calle siguiente”.

“Llegué a la Nadesjdinskaya sin perder el hilo de mi atención salvo, quizás, por breves momentos. Entonces, dándome cuenta de que me era más fácil no perder la línea de mi pensamiento en las calles tranquilas y deseando probarme en las calles más ruidosas, decidí retomar la Nevsky, mientras continuaba recordándome a mí mismo. Llegué a la Nevsky sin haber cesado de recordarme a mí mismo y comenzaba ya a experimentar el extraño estado emocional de paz interior y de confianza que sigue a grandes esfuerzos de esta clase. Justamente a la vuelta de la esquina, en la Nevsky, había una cigarrería donde compraba mis cigarrillos. Todavía recordándome a mí mismo pensé pasar por ahí y encargar algunas cajas”

Dos horas más tarde, desperté en la Tavrisheskaya, es decir, muy lejos. Estaba yendo en un trineo hacia la imprenta. La sensación de despertar fue extraordinariamente vivida. Casi puedo decir que volvía en mí. De golpe recordé todo. Cómo había estado caminando a lo largo de la Nadejdinskaya, cómo había estado recordándome a mí mismo, cómo había pensado en los cigarrillos y cómo, en este pensamiento, había caído como anonadado en un profundo sueño. Sin embargo, mientras estaba sumido en este sueño, había continuado ejecutando acciones coherentes y oportunas”.

“Había salido de la cigarrería, telefoneado a mi departamento en la Liteyni y luego al impresor. Había escrito dos cartas. Luego había regresado a la casa nuevamente y retomado la Nevsky por la acera izquierda hasta la puerta Gostinoy con intención de llegar a la Offitzerskaya. Luego había cambiado de opinión porque se estaba haciendo tarde. Había tomado un trineo para ir a la imprenta en la Kavalergardskaya. Y por el camino, mientras me dirigía por la Tavricheskaya comencé a sentir una extraña inquietud, como si hubiese olvidado algo. Y de pronto me acordé de que había olvidado recordarme a mí mismo”

.“Hablé acerca de mis observaciones y deducciones a las personas de nuestro grupo así como a varios amigos literatos y otros. Les dije que éste era el centro de gravedad de toda la enseñanza y de todo trabajo sobre uno mismo; que ahora, el trabajo sobre sí ya no era una palabra, sino un hecho real, pleno de significación, gracias al cual la psicología se convertía en una ciencia exacta y al mismo tiempo práctica”.

“Dije que la Psicología occidental había pasado por alto un hecho de una importancia prodigiosa, es decir, que no nos recordamos a nosotros mismos; que vivimos, actuamos y razonamos en un sueño profundo, en un sueño que no tiene nada de metafórico sino que es absolutamente real, y sin embargo, que podemos recordarnos a nosotros mismos si hacemos los esfuerzos suficientes: que podemos despertarnos”.

 La atención consciente

La atención dirigida combinada con el recuerdo de sí, conduce a lo que en Psicología Gnóstica se denomina: El Tercer estado de conciencia. La atención consciente, es el estado de alerta. Los estudiantes gnósticos bien saben que: “el estado de alerta es indispensable”.

A quien se inicia en este tipo de trabajo, es natural que se le dificulte entender y vivenciar el profundo significado de la atención consciente. Algo que puede resultar ilustrativo es invitarlo a que se fije en la mirada de la mayoría de personas, en especial, cuando estas no se encuentren “haciendo nada”. Generalmente, encontrará que la mirada de las personas “está vacía” debido a que su atención es oscilante, es decir, es del tipo de atención mecánica. A continuación compare estos resultados con la mirada que tienen los niños menores de dos años de edad, con la mirada de la mayoría de animales, en especial la de los felinos o de un animal cuando está al acecho o cazando una presa. En estos casos, la mirada es distinta. Evidenciará que existe otro tipo de atención.

Samael Aun Weor, en su obra: “Educación Fundamental”, explica lo siguiente: “En las escuelas, colegios, y universidades se les enseña a los estudiantes a poner atención en las clases y los alumnos y alumnas ponen atención para evitarse el regaño, el jalón de orejas, el golpe con la férula o con la regla, etc., etc., etc. Mas desgraciadamente no se les enseña a comprender realmente lo que es la atención consciente. Por disciplina el estudiante pone atención y gasta energía creadora muchas veces en forma inútil”.

Continúa explicando el Kalki Avatar que: “Si sabemos poner atención consciente podemos ahorrar energía creadora. Desafortunadamente los maestros y maestras no le enseñan a sus discípulos lo que es la atención consciente. Doquiera dirijamos la atención gastamos energía creadora. Podemos ahorrar esa energía si dividimos la atención, si no nos identificamos con las cosas, con las personas, con las ideas. Cuando nosotros nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, nos olvidamos de sí mismos y entonces perdemos la energía creadora en la forma más lastimosa”. Identificarse implica, atarse, aferrarse, apegarse a las personas, partes del cuerpo, sentimientos, ideas, y objetos.

Saber escuchar

Ya se explicó líneas arriba que el ser humano, en el estado ordinario actual en el que se encuentra, no tiene desarrollado el sentido de la atención. En consecuencia, no sabe escuchar y su memoria es débil e infiel. En sentido inverso, aprender a escuchar, saber escuchar constituye una cualidad extraordinaria. Muy ilustrativa resulta la historia de Momo, escrita por Michael Ende. Momo es una niña que no sabe hacer nada, solo sabe escuchar. Gracias a esa maravillosa capacidad: todos quieren ser amigos de ella. También, Momo sabe  propiciar que los niños jueguen con entusiasmo y desarrollen su imaginación creadora. Momo siempre está despierta y en su presencia los demás niños viven el presente.

Para adquirir la capacidad de saber escuchar, el Avatar de la Era de Acuario, en su obra: “La Revolución de la Diálectica”, explica  lo siguiente: “Hay que aprender a escuchar. Para aprender a escuchar hay que despertar la conciencia. Para saber escuchar hay que saber estar presente. El que escucha, siempre se escapa por el país y la ciudad psicológicos. La personalidad humana no sabe escuchar, como tampoco el cuerpo físico, porque es su vehículo. La gente está llena de sí misma, de sus orgullos, de sus facultades, de sus teorías”.

“No hay un rinconcito o lugar vacío para el conocimiento, para la palabra. Nosotros debemos tener la escudilla hacia arriba, como el Buda, para recibir la palabra crística. Escuchar psicológicamente es muy difícil. Hay que aprender a estar atento para saber escuchar. Hay que volverse más receptivo para la palabra”.

Explica además el maestro Samael que: “Por olvido del Ser, la gente comete muchos errores. Grandes cosas le suceden a uno, cuando nos recordamos a nosotros mismos. Consultar es necesario, pero lo importante es saber escuchar. Para saber escuchar hay que tener los centros emocional, motor e intelectual en suprema atención. La falsa educación le impide a uno escuchar. La falsa educación daña los cinco centros de la máquina humana -intelectual, motor, emocional, instintivo y sexual-. Hay que escuchar con la mente espontánea, libre de supuestos mentales, teorías y preconceptos. Hay que abrirse a lo nuevo con la mente integral, con la mente no dividida por el batallar de las antítesis”.

La clave de SOL y el despertar de la conciencia

La clave de SOL es un ejercicio maravilloso. Sin embargo, algunas personas lo han confundido totalmente. Hay quienes piensan que se trata únicamente de preguntarse ¿Quién soy” y responder su propio nombre. Al referirse al objeto, lo confunden con objetivo o propósito y se olvidan de establecer una diferencia entre ellos mismos y su mundo exterior.

En este sentido, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, explica en el «Mensaje de Navidad 1966-67», lo siguiente: “Quien quiera despertar conciencia debe empezar por dividir la atención en tres partes: sujeto, objeto, lugar. Sujeto, íntima recordación de si mismo de momento en momento. No olvidarse de sí mismo ante ninguna representación, ante ningún acontecimiento. Objeto, no identificarse con cosa alguna, con circunstancia alguna, observar sin identificación, sin olvidarse de si mismo. Lugar, preguntarse a si mismo: ¿Qué lugar es éste? observar el lugar detalladamente, preguntarse a sí mismo: ¿Por qué estoy en este lugar? La división de la atención en tres partes conducirá a los aspirantes hasta el despertar de la conciencia”.

El Buda Maitreya, amplía esta explicación en su obra: “Educación Fundamental”: “cuando aprendemos a no olvidarnos de sí mismos, cuando aprendemos a dividir la atención entre sujeto, objeto y lugar, ahorramos energía creadora para despertar conciencia. La atención consciente excluye eso que se llama identificación. Cuando nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, vienen la fascinación y esta última produce sueño en la conciencia. Hay que saber poner atención sin identificación. Cuando ponemos atención en algo o en alguien y nos olvidamos de sí mismos, el resultado es la fascinación y el sueño de la conciencia”.

El despertar y las dimensiones superiores del espacio

Al final de la entrada anterior titulada: “El poema del carpintero”, sugerimos un ejercicio para ir incrementando gradualmente la frecuencia depráctica de la clave de SOL. La dedicación, constancia y tenacidad redundará en resultados maravillosos relacionados con la experiencia mística directa.

En consonancia con lo anterior, el Venerable Maestro Samael, en su obra: “Tratado de Astrología Hermética», explica que: “Dentro de este factor lugar, debemos incluir la cuestión dimensional, pues podría darse el caso de encontrarnos realmente en la cuarta o en la quinta dimensión de la Naturaleza durante el momento de observación; recordemos que la Naturaleza tiene siete dimensiones. Dentro del mundo tridimensional reina la Ley de la gravedad. Dentro de las dimensiones superiores de la Naturaleza, existe la Ley de la levitación”.

“Al observar un lugar, no debemos olvidar jamás la cuestión de las siete dimensiones de la Naturaleza; conviene entonces preguntarnos a sí mismos: ¿En qué dimensión estoy?, y luego es necesario, a modo de verificación, dar un saltito lo más largo posible con la intención de flotar en el ambiente circundante. Es lógico que si flotamos es porque nos encontramos fuera del cuerpo físico. No debemos olvidar jamás que cuando el cuerpo físico duerme, el Ego con los cuerpos lunares y la Esencia adentro, ambula inconsciente como un sonámbulo en el mundo molecular. La división de la atención entre sujeto, objeto y lugar, conduce al despertar de la conciencia”

“Muchos estudiantes gnósticos después de acostumbrarse a este ejercicio, a esta división de la atención en tres partes, a estas preguntas, a este saltito, etc., durante el estado de vigilia, de momento en momento, resultaron practicando el mismo ejercicio durante el sueño del cuerpo físico, cuando realmente estaban en los mundos superiores y al dar el famoso saltito experimental, flotaron deliciosamente en el ambiente circundante; entonces despertaron conciencia, entonces recordaron que el cuerpo físico había quedado dormido entre la cama y llenos de gozo pudieron dedicarse al estudio de los misterios de la vida y de la muerte, en las dimensiones superiores”.

“Es apenas lógico decir que un ejercicio que se practica de momento en momento diariamente, que se convierte en un hábito, en una costumbre, se grava tanto en las distintas zonas de la mente, que después se repite automáticamente durante el sueño, cuando realmente estamos fuera del cuerpo físico y el resultado es el despertar de la conciencia”.

 

Convivio Gnóstico en Usulután, El Salvador

Viaje desde Guatemala

Este sábado 13 y domingo 14 de abril de 2013, un grupo de estudiantes gnósticos de Guatemala, viajaron a San Miguel y Usulután, en la hermana república de El Salvador. Muy temprano del sábado, a las 7:00 de la mañana, emprendieron el viaje: Lesley Solís, Wagner Jiménez su esposo y Carlos Coll; quien era a la vez el guía del grupo de visitantes debido a su amplio conocimiento de las rutas, lumisiales y hermanos gnósticos en el vecino país. Más tarde, a eso de las 9:30 horas partió el segundo grupo de visitantes, integrado por Froilán Colín, José Camposeco, Carlos González. Luis Cúmez y quien escribe esta nota. La mayoría de los viajeros, miembros del Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco y el resto del Instituto Gnóstico de Investigaciones.

Viajeros y jóvenes gnósticos de San Miguel
Viajeros y jóvenes gnósticos de San Miguel

Después de unas 4 horas de viaje, los dos grupos de viajeros se encontraron en la carretera troncal del norte, en El Salvador y enfilaron hacia la ciudad de San Miguel a la que llegaron a eso de las 18:00 horas. Ya en El Salvador, un acompañante obligado y en especial por la época de primavera en el país centroamericano, fue el sofocante calor. Las temperaturas en San Miguel y Usulután, por los meses de abril y mayo pueden superar los 36 grados celsius (centígrados), con el agregado que en el istmo centroamericano, generalmente es época seca. El destino inmediato era el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal de San Miguel. Ahí se encontraban reunidos un poco más de treinta estudiantes gnósticos, quienes solo esperaban a los visitantes para participar de la ceremonia semanal de Segunda Cámara.  En el orden de la ceremonia, se les dio la bienvenida y se expresó complacencia por la visita. Al finalizar la misma, los esperaba una cena típica ofrecida por los hermanos gnósticos de aquella ciudad. Disfrutaron de las tradicionales “pupusas” salvadoreñas, tortillas de masa de maíz, rellenas de frijol (judías), queso, chicharrón, loroco (Fernaldia pandurata) o chipilín (Crotalaria longirostrata). Estas dos últimas plantas alimenticias tradicionales en la comida de ambos países. De bebida los visitantes disfrutaron de un refresco de ensalada, también típico de El Salvador.

volcán Chaparrastique
volcán Chaparrastique

Después de la cena, tuvieron oportunidad de compartir unos minutos con un grupo de jóvenes, miembros directivos de la Juventud Gnóstica de San Miguel. Esos minutos los llenaron de mucho entusiasmo y recuerdos imborrables. Carlos Coll, les habló del Convivio de grupos gnósticos independientes de Sudamérica, previsto para noviembre de 2013. En dicha reunión, se  tiene previsto un Congreso de juventudes gnósticas.  Por parte de quien escribe, se les explicó que hace varias décadas, existió la organización de la Juventud  Gnóstica Centroamericana y que precisamente en El Salvador, el 1 de diciembre de 1974, se realizó el Primer Encuentro de las Juventudes Gnósticas Centroamericanas. Esa fecha, fue declarada por el Kalki Avatar, como Día Internacional de las Juventudes Gnósticas. Un año después, el 7 de diciembre de 1975, en Guatemala,  se  realizó el Segundo encuentro de juventudes. En ambos encuentros hubo asistentes de Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador. Hubo muchas actividades culturales que incluyeron expresiones artísticas:  teatro, danza, música, canto, entre otras.  En esta ocasión, se exhortó a los jóvenes a que trabajen intensamente por establecer vínculos y apoyos mutuos para trabajar por la Gran Causa.

El Monasterio Gnóstico “Litelantes”

Al terminar esta reunión informal, el grupo de viajeros se dirigió al monasterio Gnóstico “Litelantes”, al pie  del volcán Chaparrastique o volcán de San Miguel.  El grupo fue guiado por María y Eldin, guardianes del monasterio. En el inmueble  los esperaba el canto de las ranas, que son parte de los habitantes del monasterio y quienes disfrutaban del agua  de la fuente del mismo. Es oportuno recordar la hermosa frase de la alquimia y de la Gnosis: “La paciencia, es la escala de los gnósticos y la humildad, la fuente de su jardín”. A quienes visitaban el Monasterio por primera vez, estar en dichas instalaciones les causó mucha emoción y admiración. Una propiedad gnóstica adquirida en los años ochenta, en la que se han impartido muchos cursos a estudiantes y misioneros gnósticos y donde se han realizado gran número de retiros y peregrinaciones.

Froilán jugando ajedrez y Luis observa.
Froilán jugando ajedrez y Luis observa.

En la sala principal de la casa, se encuentra un hermoso juego de ajedrez, del cual, su diseño fue requerido hace algún tiempo por uno de los instructores de curso en dicho monasterio. Inmediatamente se inició una serie de partidas de ajedrez, con la consabida, pero breve explicación del simbolismo esotérico del juego ciencia y la referencia a una conferencia del Avatar de la Era de Acuario en la que con toda propiedad aborda dicha explicación. De manera muy resumida: el ajedrez representa a dos ejércitos en lucha, la dualidad de los contrarios, la lucha entre fuerzas opuestas: el bien y el mal. Las casillas blancas y negras, también dan ese simbolismo, al igual que las baldosas en el piso de las catedrales desde el gótico hasta el neoclásico.

José, Wagner y Eldin
José, Wagner y Eldin

La pieza más importante del ajedrez: la dama, representa al eterno femenino y a la madre divina en su doble aspecto de madre y esposa. Los ocho peones, recuerdan a los ocho kabires, a las ocho virtudes del Kundalini, a la ley de Octava, al Santo ocho. No se puede negar un carácter fálico al ajedrez.

Como es tradicional en los monasterios gnósticos, el grupo se puso de pie a la madrugada. Ya a las 4 de la mañana, Luis estaba duchándose. Uno a uno fueron preparándose todos para estar listos a las 5 de la mañana y realizar una breve práctica de ejercicios esotéricos gnósticos. Se tomó en cuenta el poder de la oración y se pidió a la divinidad la asistencia, se realizaron las respectivas oraciones de protección o conjuraciones, ejercicios  de respiración (pranayama) y ejercicios de vocalización.

Hora del desayuno
Hora del desayuno

Mientras tanto, María y sus hermanos, prepararon un delicioso desayuno típico. A las siete de la mañana, el grupo tomó rumbo hacia  el departamento de Usulután para reunirse con estudiantes gnósticos de la región oriental del vecino país.

El Convivio Gnóstico

Los hermanos gnósticos de San Miguel y Usulután, son pioneros en la organización periódica de convivios entre estudiantes de diferentes filiales o escuelas gnósticas independientes de la región oriental de El Salvador. Estos convivios llevan ocho años de realizarse con una frecuencia que oscila entre uno y dos meses entre uno y otro convivio o convivencia. En la dinámica, se rotan  las sedes de los convivios de una filial a otra.

Asistentes al convivio
Asistentes al convivio

En esta ocasión le tocó la organización a la escuela de Oxelotlán, municipio de Santa María, departamento de Usulután. Además de los visitantes de Guatemala, asistieron miembros de  grupos de El Tránsito, Chinameca, El Sitio,  Tierra Blanca, Santiago de María y San Miguel.

Los asistentes al convivio, fueron recibidos con un vaso de chocolate caliente y un trozo de quesadilla que gentilmente ofrecían  las damas gnósticas de la sede de Oxelotlán. La reunión formal inició a las 9 de la mañana con cerca de un centenar de asistentes y se realizó en el salón de conferencias de la sede en Oxelotlán. El programa de la actividad incluyó la entonación del Himno al Avatara de Acuario, y la oración Universal.

Otro grupo de asistentes
Otro grupo de asistentes

Las palabras de bienvenida las dio Jorge Santos, quien entre sus palabras insistió en la necesidad de llevar el trabajo hacia el interior de cada uno. Citó la famosa respuesta atribuida por muchos a Cervantes ante la pregunta: ¿Porqué los ladridos. “Es señal de que” estamos caminando (“cabalgamos”) para explicar que son varios años de realización de convivios gnósticos en la región y que cada vez crecen más.

Seguidamente, habló don Armando Amaya quien llamó a la reflexión acerca del compromiso con la conciencia y que este tipo de convivios, no deben ser vistos como reuniones de grupos independientes,  sino al contrario: son convivios de grupos dependientes, pero dependientes de las enseñanzas del Avatara de Acuario.

Una de las exposiciones
Una de las exposiciones

El representante del grupo de Chinameca, explicó a los asistentes la necesidad de llenarse de la energía del Tercer Logos, de transformarla y de inundar el interior con su poder, ya que esa fuerza es la que propicia el crecimiento interior y por ende, el de los grupos. Resaltó la importancia del trabajo en el despertar de la conciencia y el trabajo adecuado, consciente y positivo en el Gran Arcano. Simultáneamente, hay que comprender que es el Ego el que impide el trabajo interior, de ahí que un objetivo primordial de los esfuerzos íntimos consiste en el trabajo en la muerte mística o eliminación del Ego. Expuso que las juventudes gnósticas son las llamadas a tomar las riendas de la Gnosis

Jóvenes gnósticos
Jóvenes gnósticos

y los felicitó porque tienen un mundo de luz por delante.

El representante de El Sitio resaltó que la humanidad mecánica, la que tiene un 3% de conciencia es la que actúa como víbora mordiéndose entre sí. Hizo ver que el trabajo gnóstico consiste en ganarle la batalla al yo. El gnóstico sincero debe trabajar seriamente en los tres factores de la Revolución de la conciencia: muerte mística, nacimiento espiritual y sacrificio por la humanidad.

Le tocó el turno al representante de Tierra Blanca, quien indicó que el gnóstico debe aceptar y aprender a realizar las cosas conforme a la ley. Los seres humanos comunes y corrientes, damos saltos de vida en vida, de retorno en retorno, mientras no conocemos la realizad de los tres factores de la revolución de la conciencia y no los llevamos a la práctica, a la vivencia íntima.

Por parte del representante de San Miguel resaltó la importancia de desarrollar la capacidad de sentir: sentir sensaciones, sentir el cuerpo, la respiración, los movimientos. Comparo la acción del sol físico, que ilumina toda la Tierra, con el sol interior, que debe iluminar la Tierra filosófica. Recomendó valorar la propia energía creadora, la cual es Cristo. Recordó que todo estudiante gnóstico puede asistir a la filial, sede, escuela o institución gnóstica que considere más conveniente, pero que lo mejor, es vivir la Gnosis en el interior. Hizo memoria de trabajos esotéricos realizados en 1989 y que se centraron en reuniones nocturnas intensas, durante 9 semanas, cada viernes pidiendo ayuda. Los resultados están plasmados en los convivios realizados durante ocho años consecutivos.

En representación de Guatemala, Carlos Coll,

Carlos Coll
Carlos Coll

recordó el Convivio en Tazumal, en diciembre 2010 en el que se reunieron tres hijos del Venerable Maestro Samael y 500 gnósticos de diferentes lugares del El Salvador y de otros países. Esta iniciCativa tomó forma debido a que en El Salvador, surgieron las reuniones periódicas entre miembros de diferentes grupos gnósticos. Posterior a la reunión de Tazumal, en 2011, hubo una similar en Perú, en 2012 otra en México y para 2013 se tiene previsto realizar una en Iguazú. Carlos hizo referencia a su reciente visita a diferentes grupos de Colombia. Particularmente citó al grupo Anael, en Barranquilla. Este grupo reúne más de 70 personas que asisten a conferencias públicas. Los miembros trabajan intensamente

Moderador de la actividad
Moderador de la actividad

en la difusión de la Gnosis y ahí están los resultados. Habló de la Juventud Gnóstica de Medellín, que cuenta con más de cien miembros e invitó a los jóvenes a trabajar por la semilla y por la integración de los grupos gnósticos. Y enfatizó en la importancia de dar para recibir.

En la reunión se dio oportunidad a los representantes de los diferentes grupos asistentes para que expusieran brevemente su comprensión de algunos temas cruciales de la Psicología Gnóstica, entre ellos: la conciencia, el recuerdo de sí, la auto observación, los cuatro estados de conciencia, la Esencia, la Gnosis y el alma.  El convivio terminó con un delicioso almuerzo para todos los asistentes y la

Grupo de asistentes
Grupo de asistentes

invitación al próximo a realizarse en Chinameca el 23 de junio. Los guatemaltecos expresaron su complacencia, agradecieron la hospitalidad, cordialidad y múltiples atenciones recibidas. Retornaron a  Guatemala con todo el anhelo, motivación y disposición para replicar la experiencia en el país.

Te sugerimos que veas el album de fotografías del viaje en nuestra página en Facebook.

 

 

 

 

Visita de difusión de la Confederación Gnóstica en Antioquia, Colombia

El buen amigo y hermano gnóstico Carlos Coll, nos compartió el texto de la visita que él y Luis Humberto Agudelo Rojas, hicieron a finales de febrero e inicios de marzo a diferentes grupos gnósticos del departamento de Antioquia, república de Colombia, entre ellos al lumisial Sanat Kumara, del municipio de Yarumal y al grupo de la juventud gnóstica en el municipio de Bello. Además,nos enviaron un fragmento de la entrevista que por parte de la Emisora Cerro Azul y del periódico local: Sueño Norte, se realizó a Salomón Gómez Dueñas, hijo de Víctor Manuel Gómez  Rodríguez (Bodhisattva de Samael Aun Weor). La entrevista es muy oportuna, debido a que la parte humana del Ser de nuestro amado maestro, vino al mundo un 6 de marzo.

Carlos Coll, Luis Agudelo y Salomón Gómez
Carlos Coll, Luis Agudelo y Salomón Gómez

Consideramos importante resaltar que Carlos, desde hace varios años, viene impulsando la confraternidad de todos los grupos gnósticos del mundo. En las palabras de Luis Agudelo, parte de la entrevista: “Salomón nos comenta que él nació en Pamplona, departamento de Norte de Santander, Colombia, el 3 de abril de 1942, su hermano Imperator nació en Armenia el 19 de abril de 1946 y hubo otra hermana mayor que él, que murió a los cuatro años, de nombre Estela, que estudió en Bogotá en la Escuela de Cadetes, (tal como ya lo dimos a  conocer anteriormente, fueron) de familia militar: bisabuelo Tomás Gómez Forero, general Nicanor Gómez Quijano, general Alejandro Gómez Quijano, general Víctor Gómez Gómez, Gobernador del Cauca, en su tiempo”.

“Con la visita se busca un «Ejército de Salvación Mundial» no de armas, si no de amor, amistad, unidad y cordialidad.  Buscando las personas humildes, maestros interiores y no exteriores que luchen por el sacrificio por la humanidad”.

En la visita se recordó que este trabajo se empezó a concretar en el sitio

Compartiendo con miembros del lumisial Sanat Kumara
Compartiendo con miembros del lumisial Sanat Kumara

arqueológico de Tazumal, El Salvador, con un Convivio Gnóstico realizado el 12 de diciembre de 2010. Al año siguiente hubo una reunión en Perú, en 2012 en Querétaro, México y  para este año (2013), está planificado realizarla en Brasil. Luis Agudelo nos informa además que  el 2014, se tiene previsto realizarla en Colombia, cuna de las instituciones gnósticas del siglo XX.

En la visita se hizo una invitación para conocer el monasterio IEW ubicado en el departamento de  Leticia, Colombia, en la cuenca del río Amazonas y que desde su fundación, está a cargo de Guillermo León Quintero, abad del monasterio. Además, los visitantes llevaron, entre otros, los mensajes siguientes: “lo que se ha tratado de implementar en los grupos gnósticos en los tres años es el respeto entre las instituciones gnósticas del mundo, todos, desde cada sigla,  tenemos el mismo fin y la misma doctrina, a pesar que estamos en la Gnosis, sin embargo, no queremos dejar las viejas costumbres, hay que sacrificar las viejas costumbres para que entre la luz a nuestras almas,

Reunión en Bello, con integrantes de la juventud gnóstica
Reunión en Bello, con integrantes de la juventud gnóstica

la doctrina gnóstica develada y explicada por Samael Aun Weor se encuentra en sus libros y se basa en los “Tres factores de la Revolución de la conciencia”, es decir, en la auténtica castidad, sin fornicación; en la muerte psicológica o trabajo por la eliminación del Ego y en el Sacrifico por la humanidad. El propósito central de estas visitas es conformar una gran Confederación Gnóstica.

Disculpa a nuestros visitantes

Nos disculpamos con nuestros amigos, contactos y demás visitantes de este blog: Gnosis Guatemala, ya que durante varios meses estuvimos fuera de la red. Tuvimos dificultades técnicas derivadas de que nuestro sitio se vio infectado por códigos maliciosos que nos obligaron al silencio durante algún tiempo. Aprovechamos para agradecer a Andrés por su dedicación y paciencia al trabajar en la solución de este problema y lograr por fin que volviéramos a la actividad. Agradecemos al Omni misericordioso y a la bendita Logia Blanca que nos permiten continuar divulgando las sublimes enseñanzas de la divina Gnosis. Fraternalmente, el equipo de Gnosis Guatemala.