Los eones y el Pleroma

En el Diccionario de la Real Academia Española, el DRAE, se encuentran varias acepciones para el concepto de los eones. Transcribiremos la que nos ocupa en este tema: En los estudios gnósticos, cada una de las inteligencias eternas o entidades divinas de uno u otro sexo, emanadas de la divinidad suprema. El término aeón, no está registrado en el diccionario de la Real Academia Española, por lo que nos abstenemos de utilizarlo en nuestra exposición, más que para remitirlo al término usual en habla hispana. Así leemos que: Aeon es una palabra griega αἰών ( aión ) y eso significa lo que es para siempre , o incluso un largo período de tiempo e incluso para designar eternidad . De la lengua griega se puede traducir al portugués como “fuerza vital”, “tiempo de vida”, “eterno” o incluso “generación”. Aeon también se conoce como “éon”, “eão” y “eon”.

En varios diccionarios y otras fuentes, se hallarán referencias a los eones, como la siguiente: Cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colman el intervalo entre la materia y el espíritu, poniéndolos en relación. En Wikipedia, la definición amplía la del DRAE. Allí se lee que un eón es cada una de las inteligencias eternas o entes divinos, de un sexo u otro, que en conjunto integran la plenitud de la divinidad suprema, de la cual emanan.

La Gnosis eterna y universal enseña que los eones, están dispuestos en una jerarquía descendente que llega hasta la materia. Los eones son emanaciones de lo Divinal incognoscible e inmanifestado. Así, en el tomo V de la Enciclopedia práctica Jackson, se lee: “Dios produce por emanación una serie de seres intermedios, llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación.

Los eones son entidades notables dentro de la Cosmovisión gnóstica. Los eones son entidades divinas, que normalmente están en pares, o tamaños, y que existen en el Pleroma, considerado “un espacio y una luz”. Los nombres de los dioses, deidades o seres divinales están relacionados con características espirituales, como Pistis (fe), Sophia o Protenoia (predicción), con conceptos importantes para el Gnosticismo universal, como anthopos (hombre) o espíritu. Desarrollado por el teólogo Valentín, el concepto eón, señala varios poderes espirituales que evolucionaron de la emanación progresiva del Ser Eterno. El término: eones, se refiere por un lado a los seres celestiales, los cosmocratores o elohim creadores; pero también a regiones celestiales, así como a las partes superiores del Ser. De esta manera, los eones, bien pueden ser siete, los siete cosmocratores, elohim de la Torá y el Tanaj hebreos o cabires, según la tradición semítica. Es decir, los siete genios o logos planetarios estudiados en la Gnosis contemporánea. Los Siete ángeles del Apocalipsis, que en nuestro caso, preferimos denominarlos como elohim, ya que están por encima de la jerarquía celestial de nueve gradaciones, subdivididas en tres triadas, según el Eneagrama: ángeles arcángeles y principados; potestades virtudes y dominaciones; tronos, querubines y serafines. Por aparte, los eones, también pueden ser trece, las doce regiones celestiales y Aelohim, la Divinidad inmanifestada; pero también pueden ser 30, 72 o 360.

José Montserrat Torrents, en su versión de “El Evangelio de Judas”, explica que: “Para designar de modo genérico a las entidades o personificaciones del Mundo Superior Espiritual, los gnósticos de todas las ramas adoptaron el término griego «eón» (aion). En este significado, y en los más usuales de «periodo de tiempo» y de «eternidad», los gnósticos no difieren de los escritos filosófico-religiosos de su tiempo. Entre los gnósticos, «eón» se contrapone al mundo inferior”. Explica además que este uso conceptual tiene su origen en un texto de Platón (Montserrat, 107)

Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, cita al maestro gnóstico Basílides, quien afirmó que: «Y, una vez que el Padre hubo dado toda la potestad, con el consentimiento del Pleroma, es enviado el ángel del Consejo (Jesús) y pasa a ser cabeza (Cristo) de todos los eones después del Padre.

En forma similar, en la versión de Fernando Kein, para “Los Evangelios Gnósticos” y publicada por Almuzara (España, 2008); encontramos en el apartado 17 del Evangelio de la Verdad, lo siguiente: “De esta manera el Logos del Padre surge en la Totalidad como el fruto de su corazón y la forma del rostro de su voluntad. Él (Yeshua) sostiene a la Totalidad, les expía y además asume la forma del rostro de cada uno, purificándolos, trayéndolos de vuelta hacia el Padre y la Madre. Yeshua de bondad infinita. El Padre descubre su seno, que es la Espíritu Santo, revelando su secreto. Su secreto es su Hijo, para que por la misericordia del Padre, los eones dejen de inquietarse buscándolo al Padre y se ubiquen dentro de Él, sabiendo que esto es el reposo”.

También en el numeral 22, se lee: “Entonces cuando la Gnosis se acercó aniquiló al Engaño con todas sus emanaciones El Engaño es vano, porque no tiene nada dentro. La Verdad apareció y todas sus emanaciones la conocieron. Abrazaron al Padre y se unieron con Él en un poder perfecto. Porque cada uno que ama a la Verdad, se pega a la boca del Padre por su lengua, recibiendo la Espíritu Santa. La Verdad es la boca del Padre, su lengua es la Espíritu Santa. Esta es la revelación del Padre y su automanifestación a sus eones. Él ha revelado su secreto, explicándolo todo”.

En la versión de National Geographic para el Evangelio de Judas, se encuentra el análisis de Bart D. Ehrman, titulado “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas. En dicho texto, se encuentra el siguiente fragmento relativo a los eones: “Algunos pensadores gnósticos explicaron este perverso mundo material desarrollando complicados mitos de la creación. Según esos mitos, la deidad suprema queda enteramente fuera del mundo, pues es espíritu absoluto sin cualidades ni aspectos materiales. Ese ser divino engendró una numerosa prole: los eones, que, como él eran entidades espirituales. Originalmente, ese reino divino habitado por Dios y sus eones era todo cuanto había. Pero sucedió una catástrofe cósmica, en la cual uno de aquellos eones de alguna manera cayó fuera del reino divino, y eso dio lugar a la creación de otras entidades divinas que, por lo tanto cobraron existencia fuera de la esfera divina. Esas divinidades menores crearon nuestro mundo material, hicieron el mundo como lugar donde retener las chispas de divinidad que habían capturado, a las que colocaron en cuerpos humanos. Algunos humanos, en otras palabras, tienen un elemento de la divinidad en su interior, en su núcleo esencial. Esas personas no tienen almas mortales, sino inmortales, encerradas temporalmente en este miserable y caprichoso reino material. Y esas almas necesitan escapar, volver al reino divino de donde vinieron”.

Barbelo

Entre los eones, se encuentra la morada de Barbelo, es decir, la eterna Madre Espacio o Mulaprakriti; tal como se lee en la nota 22 de la versión de National Geographic, para el Evangelio de Judas: “Admitir que Jesús viene del reino (o eón) inmortal de Barbelo es admitir, en términos séticos, que Jesús pertenece al divino reino celestial y es hijo de Dios”.

En la versión de Montserrat Torrents para dicho Evangelio, se lee: “Al día siguiente de estos sucesos, Jesús se [manifestó] a sus discípulos. Y ellos le dijeron: «Maestro ¿adónde fuiste y qué hiciste cuando nos dejaste?». Jesús les respondió: «Me encaminé a una grande y santa generación». Sus discípulos le dijeron: «Señor, ¿Cuál es la gran generación que nos sobrepasa y que es santa y que no está ahora en estos eones?». En las nota 31 de la versión de National Geographic, “Estos reinos o eones son los que aquí abajo son meras copias de los reinos o eones de arriba”. A continuación, en la versión de National Geographic, se lee: “En verdad [yo] os digo que nadie nacido [de] este eón verá esa [estirpe]…”. Más adelante se lee: “’[Sea] creado un eón luminoso’, y fue creado. Creó la segunda luminaria [para] reinar sobre ella, junto con cantidades innumerables de ángeles para que prestaran sus servicios. Así es como él creó el resto de los eones iluminados”. En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citada, se lee que «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra Madre en los cielos».

En la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “En la literatura clásica de la sabiduría gnóstica, este mundo exaltado es a menudo llamado el pleroma o plenitud de Dios, y los habitantes de este mundo son llamados eones o reinos eternos. El primero de los eones suele ser la divina madre. Para Simon el Mago, ella es Helena, o ennoia, el pensamiento de Dios. En el Libro secreto de Juan ella es Barbelo, o pronoia, el primer pensamiento o previsión de Dios”. Afirman también que: “A menudo, los eones se identifican como atributos espirituales de lo divino, reciben nombres y se unen como parejas, amantes espirituales en la plenitud de lo divino… En el El reino de luz maniqueo, el padre de la grandeza, está rodeado de 12 eones y 144 eones de eones”.   (Traducción libre).

Sophia

Otro de los eones, muy importante es la cosmovisión gnóstica, es Sofía , Sophia o Pistis Sophia, que aparece recurrentemente en los textos gnósticos. Así, en la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “Entre los eones y manifestaciones de lo divino a menudo hay una figura que representa lo divino en este mundo, caído de la luz de arriba pero presente como La luz de Dios con nosotros y en nosotros. En muchos textos gnósticos esta es la figura llamada Sophia o sabiduría, como se mencionó anteriormente”. (Traducción libre)

En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citado, se lee: “Según los textos séticos, la caída del estado de gracia al comienzo del tiempo fue un suceso divino de dimensiones cósmicas. En la Biblia, el Génesis narra la historia de Adán y Eva, que ceden a la voluntad de la serpiente y comen del árbol de la ciencia del bien y del mal contra la voluntad de Dios. Los textos séticos hablan de Sabiduría divina, personificada en Sofía, que comparte rasgos con Eva y cae en un error que podría tener graves consecuencias,. La parte que se ha salvado del Evangelio de Judas no incluye la historia de Sofía y de su caída. Hay sólo una referencia a Sofía en una parte fragmentada del texto donde, con pocas explicaciones, la llaman “corruptible Sofía”. Después de una laguna hay una referencia a “la mano que ha creado a la gente mortal”, que puede relacionar a Sofía con el dios que creo este mundo. En el libro secreto de Juan el relato de la caída de la Sabiduría es expuesto con más detalle:

Entonces Sofía, que es la Sabiduría del Discernimiento y que constituye un eón, concibió de una idea de sí misma, y con la idea del Espíritu invisible y de la Providencia. Quiso engendrar algo semejante a ella misma, sin el consentimiento del Espíritu, que no había dado su aprobación, sin su compañero y sin la consideración de éste. El compañero no dio su aquiescencia,. Ella no encontró a su compañero, y considero esta cuestión sin la aprobación del Espíritu y sin que su compañero lo supiera. A pesar de todo dio a luz. Y a causa del poder invencible que hay en ella, su pensamiento no fue huero. De su seno nació algo imperfecto y diferente de ella en su apariencia, porque lo había concebido sin su compañero. No se parecía a su madre, y era deforme. (II:9-10).

En la Carta de Pedro a Felipe, el que hace la revelación en el texto da otro detalle crucial de la caída de la Madre Sofía. En la versión de la carta del Códice Tchacos el que hace la revelación dice:

Para comenzar con [relativo a] la imperfección de los eones, su imperfección es la desobediencia. La Madre, dando muestra de escaso juicio, se manifestó sin el mandato del Gran Uno. Fue él quien quiso, desde el comienzo, crear eones. Pero cuando ella [habló], apareció el Soberbio Uno. Una parte del cuerpo de ella fue abandonada, y el Soberbio Uno la tomó, y fue así la imperfección. Esa, pues, es la imperfección de los eones (3-4).

A este respecto, Samael Aun Weor, en su obra “Pistis Sophia develada”, explica lo siguiente: “Pistis Sophia es una palabra compuesta. Pistis Sophia significa: Poder-Sabiduría. Pistis significa Poder. Sophia quiere decir Sabiduría. Incuestionablemente, el Poder está en el Fohat, es decir, en el Fuego. La auténtica Sabiduría se convierte en Fuego. Existe el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la Signatura Astral del Fuego. Obviamente, Cristo-Sabiduría, es la signatura astral del Fuego. En el Decimotercero Aeón están los terribles Misterios de la Pistis Sophia. Obviamente, la Pistis Sophia surge de entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Ostensiblemente, la Pistis Sophia surge de entre el Absoluto Inmanifestado y queda depositada en el Aeón Trece. Necesitamos pasar por la Aniquilación budhista si es que queremos desposarnos con la Pistis Sophia. Los adoradores del querido Ego nunca hallarían a la Pistis Sophia”. (Sólo con la muerte adviene lo nuevo, si el germen no muere, la planta no nace. La Pistis Sophia se halla latente dentro de cada uno de nosotros, en nuestro Universo interior. Sólo la muerte del Ego nos permitirá desposarnos con Pistis Sophia para ascender al Aeón Trece. Incuestionablemente, uno de los tres triples poderes, Eros desviado, o Cupido desencaminado, ocasiona a la Pistis Sophia el peor daño.

En el capítulo XXX, de Pistis Sophia develada, se lee: “Cuando Jesús dijo esto a sus discípulos, sucedió que María se adelantó hacia él y le dijo: «Mi Señor, te he oído decir hace poco: «Pistis Sophia es en sí misma una de las cuatro y veinte emanaciones». ¿Cómo es entonces que no está en su región? Pues has dicho: «La encontré debajo del decimotercero Aeón»».

El Kalki Avatar, explica que Sophia o Pistis Sophia, es la la sabiduría divina, la misma diosa de la Sabiduría, Atenea o Minerva, así como la razón objetiva del Ser y la conciencia despierta. Explica que: “Pistis Sophia puede subir o bajar, ascender hasta el Aeón Trece o descender hasta el Tartarus. Pistis Sophia está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Los Regidores de los doce Aeones, que están dentro de nosotros mismos y que son partes auto-independientes de nuestro propio Ser, sufren y anhelan cuando Sophia se eleva hacia el Aeón Trece, la parte más elevada del Ser. En modo alguno se lograría la perfección de todas las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser sin los esplendores de Pistis Sophia. Explica además, el Avatar de la Era de Acuario, que: “Los poderes tenebrosos, que moran en los bajos fondos animales del hombre, quieren despojar a la Pistis Sophia de sus poderes, no le perdonan jamás el que ilumine los misterios que están en los niveles superiores del Ser”.

Los eones como regiones cósmicas

El concepto de eones como regiones cósmicas o cielos se refiere a los doce eones y en especial, al eón trece, que corresponde a la región más profunda del Espacio Abstracto Absoluto, el Ain. En el Nuevo Testamento, en la Biblia, constantemente se hace referencia al “reino de los cielos” (en plural, indicando que son varios). Pablo en la segunda de Corintios habla del tercer cielo, cuando dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Co 12:2). Dante Alighieri describe detalladamente nueve cielos y los mayas hablan de trece cielos. Los trece cielos de la cosmovisión maya, son los 13 eones o regiones celestiales.

Según Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, el conjunto de emanaciones divinas forma el Pleroma. El Pleroma es el mundo divino, la morada de la luz.

El mundo divinal, el ámbito glorioso del Pleroma, surgió directamente de la Luz negativa, de la existencia negativa. Finalmente, el Nous, Espíritu o Neuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la manifestación. Entre los límites extraordinarios del Ser y del no Ser de la filosofía se ha producido la multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma.

Los primeros nueve cielos se corresponden con cada uno de los planetas, según el orden del antiguo sistema de clasificación astronómica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cada uno de esos cielos es la morada de una categoría especial de seres divinos, según la clasificación angélica. El orden es el siguiente: ángeles, arcángeles y principados; constituyen la primera triada. Potestades, virtudes y dominaciones; corresponden a la segunda triada. Tronos, querubines y serafines a la última y más alta triada. El ascenso a cada uno de los doce cielos, se corresponde con los doce trabajos de Hércules. Los tres cielos que se encuentran en lo más alto, corresponden a las tres regiones del Ain Soph.

Los treinta eones pleromáticos

Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: “Antropología Gnóstica de su obra: “La Doctrina secreta de Anáhuac, que: “El mito gnóstico de Valentín, que en forma específica nos muestra a los treinta eones pleromáticos surgiendo misteriosos de entre el Espacio abstracto absoluto por emanaciones sucesivas y ordenadas en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un mito monista que en forma más o menos manifiesta se encuentra presente en todo sistema gnóstico definido”. En Pistis Sophia develada, explica además el maestro que los eones emanan resplandecientes del Pro-Padre. El Avatar de Acuario, también explica que los treinta eones surgen en la aurora de la creación y son los cosmocratores o elohim creadores.

En The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, hacen un análisis de la literatura Valentiniana y explican que: “De la profundidad emana el pleroma de la divinidad, organizado como (al menos) quince pares de seres, o parejas, para un total de (al menos) treinta reinos eternos (eones) Todos están suspendidos, todos se mantienen en la plenitud de lo divino”.

Zeferino González, en su Historia de la Filosofía, refiriéndose al Gnosticismo panteísta, afirma que “El representante principal del gnosticismo panteísta es, a no dudarlo, Valentín o Valentino, que vivía y dogmatizaba en Alejandría por los años 140 de nuestra era; que pasó después a Roma, y que falleció en la isla de Chipre en el año de 160. Reuniendo, desarrollando y sistematizando las corrientes panteístas parciales que hasta entonces se habían manifestado en el seno del gnosticismo durante la primera época de su fermentación, formuló este gnóstico alejandrino un sistema más acabado y completo … He aquí sus rasgos principales:

1º Desde la eternidad y antes que todas las demás cosas, y como principio de todas ellas, existía el Abismo, al cual acompañaba el Silencio. Al cabo de infinidad de siglos, el Abismo concibió la idea de manifestarse, y habiendo depositado esta idea en su compañero el Silencio, nacieron de ella simultáneamente la Inteligencia y la Verdad, las cuales, en unión con los dos primeros, constituyen los cuatro Eones primitivos, las cuatro manifestaciones primordiales de la Divinidad o del Ser. Esta tetrada primitiva pasó después a ser ogdoada, porque la inteligencia y la verdad producen la Palabra y la Vida, y éstas a su vez producen al Hombre y la Iglesia. Esta ogdoada primordial da origen a otros veintidós Eones, diez de los cuales emanan de la Palabra y la Vida, y los doce restantes del Hombre y la [458] Iglesia. La emanación de unos y otros se verifica por Syzigias o parejas, y todos reciben denominaciones más o menos extrañas y obscuras. Los doce pares de Eones que emanan del Hombre y la Iglesia son Parakletos (el paracleto o consolador), y Pistis (la fe); Patriklos (la paternidad, lo que pertenece al padre), y Elpis (la esperanza); Metriklos (lo que dice relación a la madre, la maternidad), y Agape (la caridad); Aeinous (lo que siempre entiende o es inteligente), y Synesis (la prudencia); Eclesiastikios (el eclesiástico), y Makariotes (la dicha); Thélétos (el volente o voluntad), y Sophia (la sabiduría).

Fácil es reconocer que esta colección de Eones, siendo como es politeísta, o, mejor dicho, mitológica en cuanto a su forma, es esencialmente panteísta en su fondo y en su contenido real, en atención a que todos esos Eones son fases y emanaciones descendentes del Ser, el cual, inactivo y silencioso antes, sale de su reposo y silencio para manifestarse y desarrollarse en Inteligencia y Verdad, en Palabra y Vida, en Humanidad e Iglesia o Cristianismo. Lo mismo puede aplicarse a los demás Eones inferiores, emanaciones mediatas del Ser, e inmediatas de la ogdoada. A través de la diversidad de nombres y del proceso por parejas, lo cual puede considerarse como una reminiscencia y reproducción de los dioses masculinos y femeninos del politeísmo, descúbrese con toda claridad el pensamiento panteísta, pensamiento que aparece más indudable y evidente cuando se tiene en cuenta que, según el gnóstico alejandrino, estos treinta Eones constituyen el Pleroma, como si dijéramos, la totalidad, la plenitud del Ser primitivo y absoluto. [459]

Estos 30 eones se ven como una escalera de 30 peldaños que se extiende desde la tierra hasta los cielos. El peldaño superior de esta escalera cósmica es el Primer Eón, la fuente de todo, Dios, mientras que el peldaño inferior es el Trigésimo Eón, el mundo material. En cada peldaño había un guardián angelical cuyo nombre y naturaleza tenían que ser conocidos para poder avanzar al siguiente peldaño de la escalera eónica. El segundo modelo eónico era una serie de 30 círculos concéntricos, donde cada círculo era un peldaño de la escalera cósmica. En última instancia, esta división gnóstica de 30 categorías se convirtió en la base del sistema mágico enoquiano del mago isabelino John Dee.

2º El Eon femenino Sophia, último de los treinta cuyo conjunto forma y representa el mundo inteligible o superior, habiendo concebido un deseo violento de comprender al Padre (al Ser primitivo o divino), produjo en el Pleroma una perturbación y desequilibrio, perturbación y desequilibrio que cesaron cuando el Hijo único del Padre (la inteligencia, el segundo Eón del Pleroma) produjo una nueva pareja de Eones, a saber, el Cristo y el Espíritu Santo, destinados a restablecer el equilibrio y la paz entre los Eones del mundo superior.

Sin embargo, a causa de su desordenado deseo de unirse con el Abismo y de comprender su ser, la Sophia fue desterrada del Pleroma y precipitada en el caos, transformándose en Sophia Achamoth, o sabiduría de orden inferior, y dando origen con sus pasiones, crisis y agitaciones, al mundo material y visible, el cual es, por consiguiente, una degeneración del inteligible o superior, y debe su origen inmediato a la pasión, al movimiento desordenado y malo de uno de los Eones que constituyen el Pleroma. La materia y el Demiurgo son las producciones primeras de la Sophia inferior, la cual, por medio del Demiurgo, que es como el alma universal y el principio activo del mundo, produce todos los seres mundanos, y entre ellos el hombre, el cual recibe su cuerpo de la materia, su alma del Demiurgo y la parte espiritual de la Sophia inferior, la cual recibió este poder del Espíritu Santo enviado por Cristo.

Respecto de los treinta eones pleromáticos, Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, explica que: “Así como es importante la visión que tenían los gnóstico valentinianos al respecto del Misterio de la Santísima Trinidad, no es menos su interés el de los treinta Aeones pleromáticos y las causas de su caída en la materialidad”. Vargas se apoya en Samael Aun Weor y continúa aclarando que: “En el capítulo X: ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA, de La Doctrina Secreta de Anawak del V.M. Samael Aun Weor, que nos servirá de marco y guía en el presente capítulo, leemos: «El racionalismo especulativo, en vez de enriquecer al lenguaje gnóstico, lo empobrece lamentablemente ya que los relatos gnósticos, escritos o alegorizados en cualquier forma artística, se orientan siempre hacia el Ser». No se podra evitar, por lo tanto, que cada uno, cada cual, de su propia interpretación a cuestiones que son misterios indecibles, inefables y supracelestes”. Luego cita a Valentín:

El Dios trascendente

«Al principio, el que es paternidad subsistente contenía en sí todas las cosas, que se hallaban en él en ignorancia. Algunos le llaman “Eón inmarcesible”, siempre joven, andrógino, que todo lo contiene y no es contenido. Al Pensamiento que estaba en él unos los llaman Pensamiento, otros Gracia, propiamente, porque suministra los tesoros de la Grandeza a los que provienen de Ella; pero los que hablan verdad la llaman Silencio, porque la Grandeza lo ha acabado todo a través de la reflexión sin palabra».

Al respecto, Vargas explica que: “Al Pensamiento que está en ese Eón inmarcesible le llaman Pensamiento, Gracia o Silencio, reflexión sin palabras, es decir «Gnosis», y el Gnosticismo universal nos lo ha enseñado con diversidad de nombres. «La palabra Gnosis, no es sino la castellanización de la palabra latina «Jina», su verdadera escritura deriva del Parsi y del Arabe, originalmente no era Jina, sino DJIN o DJINN, y así la vemos empleada por muchos autores: JAN, CHHAN, o KAN, DAN, DZAN, D’JAN, JAIN, JIAN, IOAN, CHOAN, todas equivalentes de JANA, YANA, GNANA, GNOSIS, conocimiento».

 Y vuelve a apoyarse en Samael Aun Weor, en la obra “La doctrina secreta de Anáhuac”: “«Ostensiblemente, tanto en esencia como en accidente, Gnosis y Gracia son identificables fenomenológicamente. Sin la Gracia divina, sin el auxilio extraordinario del Hálito sagrado, la Auto-Gnósis, la autorealización íntima del Ser, resultaría algo mas que imposible. Autosalvarse es lo indicado y esto exige plena identificación del que salva y de lo que es salvado. Lo Divino, que habita en el fondo del alma, la auténtica y legítima facultad cognoscente, aniquila al Ego y absorbe en su paropsia a la Esencia y, en total iluminación, la salva. Este es el tema del Salvator Salvandus.»

A continuación, Vargas cita nuevamente a Valentín, en el desglose de la emanación pleromática de los treinta eones:

La primera Tétrada

«Al principio, pues, el Pensamiento incorruptible, queriendo romper las eternas cadenas, ablandó la Grandeza introduciéndola al deseo de su reposo. Y se unió con él y produjo al padre de la verdad, al que los perfectos han llamado Hombre con toda propiedad, porque era el antitipo del ingénito preexistente».

 Y continúa con su explicación y apoyándose en el Avatara de Acuario: “El deseo de grandeza, anhelar ser algo, origino el descalabro, la primera manifestación, de aquello que no tiene manifestación, y produjo “al Hombre Ingénito” preexistente (Padre) o átomo Ain Soph, una primera diferenciación no manifestada fuera del Absoluto, Aelohim, Adibuda, Agnosthos Theos, Aquello de donde surge más tarde nuestro Ser particular, es decir Elohim, Buda o el Dios gnóstico. Entonces, del Eón Inmarcesible (Abismo) y su Deseo de su Grandeza, nace el Padre del Padre, y surge una Díada”.

«El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina Sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma. El deseo, la fornicación, el querer resaltar como Ego, origina el descalabro y el desorden, produce una obra adulterada que incuestionablemente queda fuera del ámbito divinal aunque en ella queda atrapada la Esencia, el Budhatta, el material psíquico de la humana criatura. El impulso hacia la unidad de la vida libre en su movimiento puede desviarse hacia el Yo, y en la separación, fraguar todo un mundo de amarguras. La caída del hombre degenerado es el fundamento de la Teología de todas las naciones antiguas. Según Filolao, el pitagórico (sigloV antes de J.C.), los filósofos antiguos decían que el material psíquico, la Esencia, estaba enterrada entre el Yo como en una tumba, como castigo por algún pecado. Platón testimonia también así, que tal era la doctrina de los órficos y que el mismo la profesaba. El deseo desmedido, el trastocamiento del régimen de la emanación, conduce al fracaso. El querer distinguirse como Ego origina siempre el desorden y la caída de cualquier rebelión angélica». (SAW. La doctrina secreta de Anáhuac).

«Se necesita perfección absoluta, para no desprenderse jamás del seno de la Infinitud que todo lo sustenta». «Cualquier anhelo -por insignificante que sea- de vida separada, de ser alguien, es suficiente como para desprenderse de Aelohim y caer en el Reino del Demiurgo Creador…».(SAW. Pistis Sophía develada).

«La desviación del Demiurgo Creador, la antítesis, lo fatal, es la inclinación hacia el egoísmo, el origen real de tantas amarguras. Indubitablemente, la Conciencia egoica se identifica con Yahvé, el cual, según Saturnino de Antioquía, es un Ángel caído, el genio del mal. La Esencia, la Conciencia embotellada entre el Ego, se procesa dolorosamente en el tiempo en virtud de su propio condicionamiento. La situación, por cierto no muy agradable, repetida incesanmente en los relatos gnósticos del Pneuma, sometido cruelmente a las potencias de la Ley, al mundo y al abismo, resulta demasiado manifiesta como para insistir aquí sobre ella». (La doctrina secreta de Anáhuac).

«Si esas “Mónadas Primordiales” no anhelaran ser algo, o alguien, el desequilibrio de las tres Gunas (Sattwa, Rayas y Tamas) no sería factible. Para que las tres Gunas se desequilibren, tiene que existir una causa ingénita, un principio motos ignoto, profundo. Yo encuentro, tal causa causorum, entre los átomos o “Chispas Virginales” que reposan entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Tiene que haber alguna forma de imperfección (incomprensible para el análisis meramente intelectivo), que viene, naturalmente, a convertirse en esa ingénita causa, que a su vez hace que las “mónadas”, sumergidas entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común, anhelan ser algo, o alguien. Si esas Mónadas gozaran de absoluta perfección, no desearían ser algo, o alguien, entonces el desequilibrio de las tres Gunas tampoco sería factible». (SAW. El Universo y los tres Gunas).

A continuación otra cita del texto de Valentín

Abismo, Silencio, Padre, Y Verdad.

«Despúes de ésto, Silencio indujo una unidad natural de luz, y junto con el Hombre (Padre) 

—su conyugio (pareja) consistía en el querer— produjo la Verdad. Los perfectos la llaman con toda razón Verdad, porque era verdaderamente semejante a su madre Silencio, la cual quería que las luces quedaran divididas por igual entre el varón y la hembra, para que, a través de ellos, también la*** que poseían se manisfetara a los que procedían de ellos y estaban divididos en luces sensibles».

 Los setenta y dos y trescientos sesenta eones

En la versión de National Geographic de “El Evangelio de Judas”, se lee: “Los doce eones de las doce luminarias constituyen su padre, con seis cielos por cada eón, de manera que hay setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias, y por cada [50] [de ellos cinco] firmamentos, [para un total de] trescientos sesenta [firmamentos …]. Se les dio autoridad y una [gran] hueste de [innumerables] ángeles, para gloria y adoración, [y tras eso también] espíritus vírgenes, para gloria y [adoración] de todos los eones y los cielos y sus firmamentos”. En la nota 106 de dicha versión del Evangelio de Judas, se lee: “Estos eones y luminarias, los poderes espirituales del universo, representan aspectos del mundo, especialmente el tiempo y las unidades de tiempo. Cabe comparar los doce eones con los meses del año y los signos del zodíaco”.

En el análisis citado: “Judas y la conexión gnóstica” Meyer, establece paralelismos con otro texto gnóstico: “Eugnostos el bienaventurado” y cita lo siguiente: “El autor de Eugnostos el Bienaventurado describe la creación de eones y otras potencias en dos importantes pasajes: Las doce potencias de las que he hablado se emparejaron entre sí y engendraron <seis> machos y <seis> hembras, y fueron en total 72 potencias. Cada una de las 72 dio existencia a cinco potencias espirituales, y el número de potencias llegó a 360. Y están unidas en el deseo. De esta manera la Humanidad inmortal llegó a simbolizar nuestro reino. El primero en concebir, el hijo de la Humanidad inmortal, hadce de símbolo del tiempo. El [salvador] simboliza [el año]. Las doce potencias son símbolos de los doce meses. Las 360 potencias nacidas del salvador representan los 360 días del año. Y los ángeles nacidos de ellas y que son innumerables representan las horas y minutos. (Códice III:83-84, Nag Hammadi)”.

Historia de Rebeca (Rivkáh)

En el libro del Génesis, en el Pentateuco o bien, en Rivkáh, en la Torah, aparece la historia de Rebeca, hija de Betuel (Gn 22:23), arameo de Padan Aram, quien a su vez, fue el menor de los ocho hijos de Milca y de Nacor (Nahor); lo que nos recuerda a los Ocho cabires o kabirim, una palabra fenicia que designa a divinidades misteriosas de los pueblos antiguos, incluidos los israelitas. La tradición cuenta que Tharé, padre de Abraham, los adoró con el nombre de Teraphim, Gibborim o en su equivalente cristiano, los arcángeles o mejor dicho, los elohim, genios o logos planetarios. Son los más grandes dioses, es decir, constituyen los siete ángeles ante el trono del Cordero del Apocalipsis, los Cosmocratores o creadores del Universo. Son siete hermanos, quienes tienen por padre al Sol, es decir, nuestro señor el Cristo. En algunas tradiciones son ocho, ya que se incluye también al Señor de la Tierra, Melquisedek, sacerdote del Dios Altísimo.

 

En Génesis 12, se lee que Abraham (Abram o Ar bar man), tuvo dos hermanos: Harán y Nacor. En textos originales, Abraham se reconoce como Ar Braham, que nos recuerda a Brahma, el Espíritu universal de vida y uno de los integrantes divinos de la trimurti hindú: Brahma, Siva y Visnú.

 

Harán fue padre de Lot, Milca e Isca. Singularmente, Rebeca nació en Harán (del verbo hacer y una combinación de las runas nórdicas Hagal. Ar y Not), una región de Mesopotamia, donde según el relato bíblico, también nació Abraham.

 

Rebeca era una joven mujer virgen, hermosa y atractiva, a quien ningún hombre había conocido cuando aparece por primera vez en la escena bíblica, con un cántaro sobre el hombro junto a un pozo de agua. Pertenecía a una familia de pastores en alusión a que pertenece al linaje de la fraternidad de la luz. En el relato de Rebeca, lo mismo que en muchos relatos bíblicos, es concurrente la escena junto a un pozo, a un manantial en alusión a los pozos íntimos de las gónadas o glándulas genitales donde se halla depositada la preciosa energía creadora. Allí se encuentra un recién llegado. Un criado de Abraham quien ha llegado por encargo de su señor, con diez camellos esperando que una doncella le ofrezca de beber. Ha decretado un oráculo y ha pedido a Adonai, Dios que si se cumple el oráculo, encuentre, en la mujer que le dé de beber a él y a los camellos, a la futura esposa de Isaac, hijo de Abraham.  El número diez en Cábala simboliza la rueda de la vida, la rueda de la fortuna, la rueda del destino o del samsara; la retribución, la recurrencia. También se relaciona con los diez principios del ser humano o los diez sephirotes o sephirah de la Cábala: el cuerpo físico, la vitalidad, las emociones y deseos, la mente, la voluntad, la conciencia, el Espíritu y la Santa Trinidad en nosotros: Padre, hijo y Espíritu Santo.

 

Este relato tiene mucha semejanza con el encuentro de Jesús y la mujer Samaritana. Es innegable que, la relación que se hace de dar agua a hombres que vienen del desierto; lleva el simbolismo del agua de vida. El desierto, representa la tierra filosófica, nuestro mundo interior que aún no ha sido fertilizada por el agua de vida. En Génesis 24, se entrevé que características de Rebeca son la laboriosidad, generosidad, amabilidad y hospitalidad. “salía con su cántaro sobre su hombro. Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía. Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber. Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no. Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez, y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos? Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor. Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar. El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová, y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo. Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas”. (Gn 24:15-28)

 

Luego se narra que el criado de Abraham coloca un zarcillo de oro en la nariz de Rebeca y brazaletes en sus manos. Al pedir la mano de Rebeca se le pide que ella se quede con la familia unos días, diez días o meses; pero finalmente convinieron en que la partida fuera inmediata. En el perfil del arquetipo de Rebeca, hay, firmeza, autonomía y equidad. Es una mujer decidida No viene de un hogar patriarcal, sino de un hogar en el que se le consulta y su parecer es determinante. Así que Rebeca partió junto con sus mozas o nodrizas montada en un camello. Símbolo de la sobriedad, de la frugalidad, de la vida nómada y los viajes, de la paciencia, de su fortaleza física para soportar grandes cargas y la capacidad de avanzar lentamente por sendas áridas, de la capacidad de sobrevivir con poca agua. Es quien conduce al iniciado por su desierto interior.

El encuentro de Rebeca con Isaac es maravilloso. Este ha salido a meditar al campo (Gn 24:63). La práctica de la meditación es antiquísima y no es exclusiva de la India; sino que se encuentra en todas las cosmovisiones. Venía del pozo del Viviente que me ve. Rebeca desciende del camello y se cubrió el rostro con su velo. El velo de Isis, el velo del misterio y que los mortales, no pueden retirar.

Rebeca era estéril, siguiendo la tradición bíblica asociada a la castidad, al pacto con Dios de mantener viva la energía creadora y sin fornicar. Isaac, de 40 años, ora a la divinidad para tener descendencia y Jehová se la concede. Isaac y Rebeca, representan a la divina pareja, a la pareja de esposos que trabajan en tierras fértiles, en su liberación interior.  Del matrimonio de Isaac con Rebeca, nacieron los gemelos Esaú y Jacob; quienes vienen combatiendo desde el vientre. Al consultar a Adonai, este le explica que dos naciones surgirán de entre su seno. El relato nos recuerda a los gemelos de muchas mitologías, como Castor y Pólux, en la tradición helénica y los gemelos de las tradiciones masónicas y también a las dos humanidades. Una fornicaria, representada en Esaú, quien trae amarguras para Isaac y Rebeca; y la otra casta simbolizada en Jacob (IAcOb). El que Esaú haya sido velloso como los cabritos hace alusión a los instintos animales de la humanidad lunar. La historia bíblica cuenta cómo Esaú vende su primogenitura por un plato de lentejas. El color rojo del guisado (Gn 25:30) hace alusión al fuego sexual de la lujuria y la fornicación; como lo corrobora Proverbios 13:13, en la Septuaginta, en la versión de Jünemann: “Quien desprecia una cosa, despreciado será por ella”. Es similar el texto en el Tanaj (hebreo): “Aquél que desprecia la cosa, sufrirá por ello”.

Isaac, Rebeca y su familia se fueron a vivir a Gerar a tierras de Abimelec, rey de los filisteos. Rebeca era una mujer atractiva, lo que provocó deseos sexuales entre los filisteos; por lo que Isaac la presentó como su hermana. La historia de los hermanos gemelos y de los hermanos esposos es recurrente en los diferentes relatos místicos de la antigüedad. En la misma Biblia, aparece el relato de Abraham, quien también presentó como hermana a su esposa Sara, en tierras de Egipto y que se narra en Génesis, En Cantar de los cantares, se lee también: “Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello. ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, Y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas! Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada”. (Cnt 4:9-12)

En el antiguo Egipto, Isis y Osiris, son también una pareja de hermanos esposos, hijos de Nut. En el Popol Wuj de los mayas, Ixbaloanqué y Hunahpú; son aquí la pareja divina de hermanos esposos; hijos también de una virgen; la doncella Ixquic.

Otras características en el perfil de la mujer Rebeca, son la de su inteligencia, perspicacia, presencia, capacidad para estar alerta, para tomar decisiones inmediatas, valentía, asertividad, desapego, empoderamiento femenino, rebeldía, audacia, astucia y ausencia de sumisión simbolizadas en la decisión de privilegiar a la humanidad solar representada en Jacob y así lograr que Isaac, en su lecho de anciano bendijera a este y no a Esaú, como se relata en Génesis 27, donde se cuenta cómo Rebeca prepara un guiso de cabritos y viste a Jacob con la piel de estos, para simbolizar nuevamente a los animales intelectuales vestidos con piel de chivo. El chivo, el cabrito es un animal asociado a las fuerzas sexuales irreflenables que debemos aprender a dominar y a dirigir. Ese es el trabajo de la humanidad que sigue el camino de IACOB, el del magisterio del fuego sagrado sin fornicación. Por eso al bendecirlo, le provee de trigo y de vino. La semilla de trigo que simboliza la simiente, la energía creadora y el vino de la transmutación alquimista. Rebeca, entonces previene a Jacob del peligro inminente y lo envía a la tierra de sus orígenes, la tierra de los mayores, en Harán a casa de su hermano Labán. Es confuso este relato por la humanidad lunar; pero muy claro y explícito para los buscadores de la verdad, La madre bendita del iniciado, siempre sabrá premiar y proteger a quien se mantiene firme en el pacto de la pureza sexual y la integridad, como Jacob.

 

 

 

Los goralot hebreos y la tradición de echar suertes

En publicaciones anteriores, nos hemos referido a diferentes métodos hebreos para predecir el futuro, para anticipar y prever acontecimientos del porvenir y que por su medio, elegir la mejor opción. En este blog, hemos dado ya una introducción general a los métodos de predicción en la entrada titulada El arte ciencia de los oráculos. Además, hemos realizado un estudio preliminar a  la ciencia hebrea de la Cábala. El arte ciencia de la Cábala se relaciona con el Tarot. Predice y explica acontecimientos y fenómenos asociados a números, letras, nombres y formas geométricas. Del segundo método de predicción, ya nos referimos también. Son las piedras Urim y Tummim las piedras del oráculo en la Biblia que usaron profetas, reyes y rabinos. En los estudios gnósticos, constituyen métodos de predicción de especial interés, junto a los utilizados por otros pueblos, como el Tzité de los mayas de Guatemala y el I Ching chino; entre otros.

Ya hemos explicado que los rabinos tienen tres tipos de libros complementarios entre sí. El primero es la Biblia o más bien dicho, el Antiguo Testamento: el Tanaj, que incluye la Torá o Pentateuco. Es decir, los primeros cinco libros de la Biblia: Bereshit o Génesis, Shemot o Éxodo, Vayikrá o Levítico, Bemidbar o Números y Devarim o Deuteronomio; así como Nevi’im o Los Profetas, que incluye los libros de los diferentes profetas, como Isaías, Jeremías, Ezequiel y los profetas menores; junto con los libros de Jueces y Reyes. También forma parte del Tanaj, los Ketuvim, es decir, Los Escritos, que incluyen Salmos, Proverbios, el libro de Job, el Cantar de los Cantares, los libros de las mujeres de la Biblia, como Rut y Ester; entre otros. Otros dos libros sagrados entre los hebres, pero poco conocidos, son el Talmud y el Zohar que contiene la Cábala y que a la vez, es el espíritu de la doctrina. Como bien dice la escritora, esoterista y cabalista británica Violet Mary Firth Evans (1890-1946), más conocida como Dion Fortune, en su magnífica obra: “La Cábala mística”: “Esta antigua tradición mística de Los hebreos poseía tres escrituras: los Libros de la Ley y Los Profetas, que se conocen como el Antiguo Testamento; el Talmud, o colección de comentarios eruditos sobre aquél y la Cábala, o interpretación mística del mismo. De estos tres libros, Los antiguos rabís decían que el primero era el cuerpo de la tradición, el segundo su alma racional y el tercero su espíritu inmortal. Las personas ignorantes pueden leer con provecho el primero y Los eruditos pueden estudiar el segundo, pero Los sabios son Los que meditan sobre el tercero. Es realmente muy extraño que el Cristianismo no haya buscado las claves del Antiguo Testamento en la Cábala”.

Nosotros diremos que es lamentable que el Cristianismo haya olvidado la Cábala y el Tarot, y en consecuencia, no haya reencontrado los antiguos métodos de predicción de los hebreos, entre ellos, el derivado del uso consciente de las piedras sagradas de Urim y Tummim o el método de “echar suertes” al que nos referiremos a continuación; a pesar que fue el utilizado por los apóstoles para decidir quien sustituiría a Judas Iscariote o Judas de Cariot, entre los dos candidatos: José, llamado Barsabás, quien tenía por sobrenombre Justo y a Matías. «Y orando dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cual de estos dos has escogido». (Hch 1:24)  “Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”. (Hch 1:26)

En esta ocasión, dedicaremos este espacio al Goral o Goralot (Goralót), un antiguo sistema que en sus formas degeneradas y burdas; así como mal traducido del Antiguo Testamento, se asocia con lotería y “echar suertes”. La sagrada tradición del goral o goralot, se usaba para para tomar una decisión o elección, por mandato de Jehová en relación con un sino, destino o karma futuro y ante la imposibilidad de poder discernir mediante la razón, cuál sería la decisión correcta en caso de una gran encrucijada, controversia o indecisión. Por eso se lee en Proverbios: “La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos”. (Pr 18:18)  Goral, en singular, goralot (goralót), en plural.

En varios pasajes del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana o del Tanaj, según el Judaísmo, se hace referencia al goral o goralot. Así en Levítico 16, se hace una descripción del famoso ritual hebreo relacionado con el sacrificio del macho cabrío y que en la tradición popular da origen al famoso dicho del “chivo expiatorio” que se enviaba al desierto, durante el sagrado día de la Expiación, el día de Quippúr, más conocido como Iom Quippúr (Iom Kipur o Yom Kipur), en la tradición hebrea y que se relaciona también con El misterio del Bafometo. Corresponde a uno de los días relacionados con el Año Nuevo Judío y a los “diez días terribles”, dedicados al arrepentimiento. Es el día más santo y solemne del calendario judío. Es un día de ayuno y espiritualidad, abstinencia y de reposo total, en el que ni siquiera se permite el aseo corporal; por lo que no es laborable y no se debe ingerir bocado alguno, ni se bebe ninguna clase de líquidos. Todo el día está dedicado a prepararse para recibir el perdón de HaShem (Dios). Durante toda la ceremonia el Sumo Sacerdote debe conservar su pureza desde siete días antes del sagrado día.

Es la conmemoración del perdón, y del arrepentimiento del corazón. Es el día en el que con base en mucha reflexión y oración, se busca la total misericordia divina, así como la reconciliación con el Creador y el perdón por los errores cometidos. Es el tiempo en el que mediante la profunda introspección y meditación se debe adquirir un compromiso serio para realizar cambios de conducta. Para el día de Kippúr, los judíos acostumbran vestir ropa blanca y limpia llamado kitel, similar a la mortaja que se coloca a los fallecidos antes de la sepultura. Resulta oportuno reflexionar en que es una ceremonia de descargo, similar en alguna medida a la confesión cristiana y al pratimokcha budista y está asociada con el trabajo en la muerte mística.

Pero en esta ocasión, nos interesa analizar no tanto el Día de la Expiación, sino un aspecto casi ignorado de dicho ritual. La ceremonia del goral o de echar suertes. Veamos lo que dice la Biblia: “Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. (Lv 16: 6-10). Este mismo pasaje, en la Vayikrá (versión judía de Levítico, en la Torá o Toráh), sigue más o menos la misma historia con, al menos, un cambio significativo y es que cambia el nombre de Jehová por Adonai.

En los Haftarot del libro de Levítico (Vayikrá) con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery, publicado por Editorial Sinai de Tel Aviv, se explica que: “En cuanto a las suertes “goralót”, eso se hacía para distinguir claramente entre los grupos por quienes se haría la expiación, a saber: los cohaním y el pueblo de Israel”. (Vayikrá, 130)

En Números, cuando Jehová da la orden para repartir la tierra, se lee: “Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán. Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño”. (Nm 26: 55-56) En los Haftarot del libro de Números (Bemidbar) se explica el procedimiento para el reparto: “Pues antes de repartir toda la tierra en cincuenta y siete partidos –acorde al número de los jefes de familia- había que repartir en doce zonas o provincias, acorde al número de tribus. Se procedía de la siguiente manera: se inscribían los nombres de las doce provincias o zonas en doce tablillas que se depositaban en una segunda urna. El encargado, después de mezclar las tablillas de cada urna, sacaba con una mano una tablilla correspondiente al nombre de la tribu, y con la otra, una correspondiente al partido que le sería asignado”. (Bemidbar, 215). En forma similar en la definición de límites y repartición de Canaán, se lee: “Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis”. En el Haftarot del libro de Números (Bemidbar)el comentarista Abarbanel, explica lo siguiente: “Mi opinión es que el “goral” –suerte- indicaba en qué región del país se asentaría cada tribu…”. Esa ordena se sigue ya en tiempos de Josué para la repartición de la tierra: “solamente repartirás tú por suerte el país a los israelitas por heredad, como te he mandado”. (Jos 13:6). “Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés”. (Jos 14:2). “Y yo os echaré suertes aquí delante de Jehová nuestro Dios”. (Jos 18:6).

En el estudio que se hizo del Urim Tumim se hace mención a la petición del rey Saúl en la que no fue favorecido con la suerte (1 S 14:41-42). En forma similar, se lee en el libro de Jonás, cuando él no quiere obedecer a Jehová que vaya a predicar a Nínive para que se arrepienta de sus pecados, se sube a una barca que ya en el viaje está a punto de hundirse. “Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás”. (Jon 1:7).

En el Salmo 22, el Salmo profético de la Pasión del Señor, donde está escrito el papel a representar por los diferentes personajes del Drama Cósmico en los acontecimientos finales de Semana Santa en Viernes Santo. Así se lee: “Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes” (Sal 22:18), tal como se narra en los cuatro Evangelios canónicos. “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”. (Mt 27:35)

Diversos cabalistas afirman que la ceremonia del goral o goralot, ha sido mal interpretada como lotería o un simple acto de “echar suertes” de una manera mundana o vulgar; como también derivado del acto de echar suertes a las ropas del Señor, se percibe como una práctica perversa e indigna; cuando en realidad, se refiere a la búsqueda del sino, destino o karma. Se busca de esta manera, la intervención divina, cuando no es posible una respuesta racional, donde la mente no puede discernir entre el bien y el mal. En tal sentido lanzar el goral implica una respuesta más allá de la razón, lo que nos lleva a las formas más elevadas del conocimiento: la imaginación, la inspiración y la intuición. La imaginación es la capacidad de ver el ultra de las cosas, lo invisible, los mundos internos. Es la maravillosa facultad de la clarividencia. La inspiración es la capacidad de sentir con la emoción superior las verdades ocultas. La intuición es la capacidad de captar el hondo contenido de la verdad encerrada en un fenómeno. Es la Gnosis Kardias de los místicos del Cristianismo primitivo, la voz del corazón, la voz del Padre interior, del Dios interior, el Ser, Atman o Chesed.

La palabra Goralot, nos recuerda también a Lot, el sobrino de Abraham, de quien se habla en los capítulos 11 al 14 del Génesis, así como en la historia de Sodoma y Gomorra narrada en el capítulo 19. Los filólogos afirman que Lot, etimológicamente, Lot tiene los siguientes significados: el de rostro cubierto, sobre, cubierta y en consecuencia: envuelto, oculto, cubierto, velado, escondido, de color oscuro. Otros dicen que significa piedra o piedrecita. La piedra oculta. De allí, el significado de Goralot que se da a las piedras, piedrecitas, guijarros o trozos de madera que, en la antigüedad, diferentes pueblos semitas, entre ellos, caldeos e israelitas echaban en una vasija. En las piedras habían escrito previamente un asunto a decidir, el nombre de una persona a elegir o cualquier consulta específica. Las piedras las revolvían en la vasija en movimiento y luego sacaban una de ellas, conforme la decisión a tomar. Previo a la “echada de suertes”, “lots” o “goralot”; pedían a Dios su dirección para elegir la piedra correcta. De allí, vendrá la palabra lote, como sinónimo de  la parte procedente de la división de algo que se ha de distribuir entre varias personas, ya sea dinero, objetos , una parcela procedente de la división de un terreno y la palabra lotería, un sorteo tradicional, así como aquellos asuntos cuyo resultado depende de la suerte. Sin embargo, en términos sagrados, Lots o goralot significa heredad, parte, porción que se obtiene por voluntad divina, Dharma o buen karma. Así, en en Proverbios, se lee: “La suerte se echa en el regazo; más de Jehová es la decisión de ella”. (Pr 16:33).

En Crónicas, se narra la distribución de las funciones sacerdotales que tendrían los descendientes de Aaron. “Los repartieron, pues, por suerte los unos con los otros”. (1 Cr 24:5). “La primera suerte tocó a Joiarib, y la segunda a Jedaías, la tercera a Harim, la cuarta a Seorim, la quinta a Malquías, la quinta a Mijamín…(1 Cr 24:7-17). “Estos también echaron suertes, como sus hermanos los hijos de Aarón, delante del rey David, y de Sadoc y de Ahimelec, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas; el principal de los padres igualmente que el menor de sus hermanos”. Es notorio que el acto de “echar suertes”, no era, en ningún sentido, un pasatiempo, un acto trivial, un deporte, un entretenimiento, una lotería en el sentido profano actual o un juego de azar; ni implicaba apuestas para obtener ganancias o pérdidas, ni perseguía el enriquecimiento de alguien; sino una ceremonia a la que se le daba el debido respeto. Similar condición se observa en la distribución que hicieran el rey David y los jefes de su ejército en la elección de músicos y cantores “para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos”, como se narra en el capítulo 25 del libro primero de Crónicas. “Y echaron suertes para servir por turnos, entrando el pequeño con el grande, lo mismo el maestro que el discípulo”. (1 Cr 25:8). En otro pasaje del citado libro de Crónicas; se narra el uso del mismo procedimiento para la distribución de porteros: “Echaron suertes, el pequeño con el grande, según sus casas paternas, para cada puerta”. (1 Cr 26:13)

En Nehemías, también se narra el uso del método del goralot para el servicio de leña en el templo. “Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley”. (Ne 10:34); como también para decidir quién viviría en Jerusalén: “Habitaron los jefes del pueblo en Jerusalén; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de cada diez para que morase en Jerusalén, ciudad santa, y las otras nueve partes en las otras ciudades”. (Ne 11:1)

En forma similar, hay un hermoso, significativo y profundamente simbólico pasaje narrado en el primer libro de Samuel, relativo al rey Saúl y de su heroico hijo Jonatán; en la guerra contra los filisteos. Saúl ha advertido a su pueblo que no deben comer nada, sino hasta caer la noche y haber vencido a sus enemigos. (1 S 14:24) Sin embargo, Jonatán había tomado la iniciativa y se había lanzado al combate mucho antes de que se diese tal orden (1 S 14:1-15), por lo que la desconocía y cuando todo el pueblo llegó a un bosque  “Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos” (1 S 14:27) Luego viene la victoria sobre los filisteos y el pueblo hebreo come carne con sangre (1 S 14:32), por lo que ha transgredido la ley de Moisés. Ante tal situación, “dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre”. (1 S 14:41). Luego, por mediación del pueblo, Jonatán salió libre (1 S 14:45) No podemos dejar de hacer un breve análisis del simbolismo oculto tras estos relatos. Es claro que el pueblo de Israel, es el pueblo que sigue los misterios de Isis y Ra, los misterios de Él, el Ser, el Padre. Los filisteos, a los que hay que vencer y aniquilar, representan a nuestro querido Ego, a los elementos indeseables de conducta que en nuestro interior cargamos, nuestros defectos de carácter, viva personificación de nuestros errores. La vara de Jonatán, es la vara de los profetas, de Mosiés y de Aarón, el báculo de poder, la varita mágica que representa la columna vertebral donde se encuentran ocultos los poderes que divinizan. La miel ese maravilloso producto alquímico elaborado por las abejas, representa el soma, el Prana, el chi, el ens seminis, la energía creadora. La abeja, nos recuerda a Débora, la jueza y profetiza del Antiguo Testamento, mujer de Lapidot (que encierra en su nombre el sagrado IAO) y que recuerda la piedra, la lápida funeraria símbolo ineludible de la muerte del querido Ego, del sí mismo, del mí mismo; Débora, quien acostumbraba sentarse bajo una palmera, símbolo de la columna vertebral por donde sube la energía creadora. Débora, por quien los hijos de Israel subían a consultarle y a someterse a su juicio. El nombre de Débora significa “abeja” o “avispa”. Las abejas, esas pequeñas e incansables obreras, capaces de hacer grandes construcciones geométricas (la gran Obra). Para los antiguos egipcios, la abeja, simbolizaba el alma y estaba asociada a Ra (el Sol). Para san Bernardo, las abejas… son imagen de las almas que saben y pueden elevarse con las alas de la contemplación, que se separan, por decirlo así, de sus cuerpos, igual que el industrioso insecto abandona su colmena para volar hasta el jardín de las celestiales voluptuosidades. Allí encuentran reunidas todas las flores como el más rico de los tesoros, y saborean sus ricas delicias.

La miel de abejas, aparte de sus maravillosas propiedades como alimento sagrado, fue utilizada antiguamente en ceremonias iniciáticas. Así en el culto a Mitra, los sacerdotes daban a probar miel a los iniciados y les hacían lavar las manos con miel. Para los antiguos persas, la miel era parte de la composición del celeste Soma (la bebida sagrada, símbolo de la energía creadora). En el Rig Veda las abejas ofrecen su miel a los Ashwins, y Krishna lleva una abeja azul en la frente. En la mitología de Creta, el dios supremo nacido de la Diosa Madre (Deméter Ceres) fue alimentado en una gruta por una princesa cretense con la leche de Amaltea y la miel de la reina abeja Melisa (cuyo significado también es abeja). El nombre de Débora, también tiene como raíz la palabra hebrea  דבר  (Dabar) que significa palabra, aconsejar, cosa, anunciar, añadir, declarar, someter etc.

Entendido el profundo simbolismo de la miel, se explica el motivo por el cual todo el pueblo judío, todas las masas humanas. no se atreven a probar de esa miel sagrada y en consecuencia mantienen la mente turbada y confundida. Solo los valientes como Jonatán, son capaces de alimentarse con ese manjar exquisito y solo a ellos se les aclara la visión. Por eso, en el diálogo de Jesús y la mujer samaritana, el Señor explica: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y él te daría agua viva” (Jn 4:10) y la manda a llamar a su marido, porque ese santo alimento, se obtiene en pareja: “Ve, llama a tu marido, y ven acá”. (Jn 4:16) Solo mediante, la no fornicación y el sabio aprovechamiento de la energía creadora, se comprende el texto referente a los ríos de agua viva: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. (Jn 7:38) Así como la visión de Ezequiel sobre las aguas salutíferas: “Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá”. (Ez 47:9) y en la profecía de Zacarías: “saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno”. Es claro que la Jerusalén celestial es la nueva ciudad interior, donde una mujer o un hombre auténticos, se habrá liberado de la tiranía del Ego.  Esos dos ríos, esas dos aguas; son los mismos ríos con los que Hércules limpia los establos de Augias en la mitología clásica. Son también “las dos olivas, los dos testigos ante el trono del Señor representados en el caduceo del dios Mercurio, símbolo de la medicina universal.

Después de este paréntesis, con la lectura de todos los párrafos en los que se hace referencia a los goralot, inferimos que este método de “echar suertes”, lots o goralot constituye una ceremonia sagrada, un ritual de teúrgia o “magia blanca superior”, que requería o requiere del uso del poder de la oración, de la oración consciente, de la atención dirigida, de recuerdo de sí o sensación plena de uno mismo, del tercer estado de conciencia, de cierta interiorización, concentración y conexión con el Ser, con el Íntimo, con el Padre interno, con las partes superiores de uno mismo e invocar la voluntad del Padre para obtener la respuesta correcta, cuando el intelecto falla y nos acuerdo posible entre personas.

Así se infiere de la lectura del siguiente pasaje del libro de Ester: “En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar”. (Est 3:7) Algunos estudiosos afirman que Pur, viene del Asirio y también significa piedra.Es decir, un método de echar suertes, pero no con el consentimiento de Jehová, tal como se lee en “La fiesta de Purim: “Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca”. (Est 9:24-25)

Los cabalistas explican que “Adar”, viene de la palabra “Aderet”, que significa manto tal como está escrito acerca de Elías (Reyes I 19:19): “y echó sobre él su manto”. “Adéret” es “Adéret Sear” (cabellera), que se discierne como Searot (cabellos) y Dinim (juicios), que son los pensamientos extraños e ideas que surgen a lo largo del trabajo, y que lo distancian a uno del Creador; se cierran los ojos y con ello se nubla el razonamiento para abrir la puerta de la Gnosis o conocimiento por iluminación y revelación divina. En conclusión, el uso del goral, era en tiempos antiguos, uno de los variados procedimientos usados en Israel para conocer el destino en relación con una toma de decisiones donde la razón se nubla y queda ciega.

Fuentes:

http://www.kabbalah.info/es/biblioteca/baal-hasulam-art%C3%ADculos-de-shamati/33-las-suertes-en-yom-kipurim-y-con-ham%C3%A1n

http://www.mercaba.org/DicTF/TF_judaismo.htm

http://www.judaismovirtual.com/nombres/1_valor_nombre.php

https://lascronicasdelmesias.org/2013/04/16/urim-y-tumin-profetas-y-profecia-parte-cuarta/

https://es.wikipedia.org/wiki/Or%C3%A1culo

http://www.angelfire.com/ns2/publicaciones/meditaciones/GORAL.htm

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200002775

La Santa Biblia. Antiguo y Nuevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602). (1960. Sociedades bíblicas unidas.

Levítico (Vayikrá) y Haftarot en versión castellana con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery. 1994. Tel Aviv. Editorial Sinai.

Génesis (Bereshit) y Haftarot en versión castellana con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery. 1994. Tel Aviv. Editorial Sinai.

 

Urim y Tummim las piedras del oráculo en la Biblia

En los estudios gnósticos, resulta de especial interés el estudio del Arte ciencia de los oráculos ya que por sus diferentes métodos de predicción, se  puede acceder a la Gnosis o «conocimiento intuitivo de las cosas divinas» o conocimiento de Dios mediante una «visión», «revelación», «gracia», «carisma» o aprehensión de una verdad mediante la experiencia mística. Este es el caso de uno de los métodos de predicción o consulta poco conocidos y que utilizaban profetas, reyes y rabinos hebreos. Otro es el método del goral o goralot; del que se hace un estudio aparte.

En el Antiguo Testamento, específicamente en Éxodo, en todo el capítulo 28, se hace referencia a un antiquísimo método de oráculo, predicción o consulta a la divinidad para discernir la voluntad divina: la consulta a la divinidad medinte las piedras de Urim y Tummim. En la versión hebrea del Éxodo (Shemot) o segundo libro del Pentateuco o Toráh (Torá), se lee: “Y harás el pectoral de juicio, labor de entretejedor, como la labor del efod lo habrás de hacer: de oro, de púrpura violácea, de púrpura escarlata, de carmesí y de lino fino de hilo torzal lo habrás de hacer. Cuadrado habrá de ser, plegado. Un palmo de longitud y un palmo de anchura (Ex 28: 15-16) Y portará Aharon los nombres de los hijos de Israel en el pectoral de juicio, sobre su corazón, al entrar él al Santuario, por remembranza ante Adonai, siempre. Y pondrás en el pectoral de juicio los Urim y los Tummim y estarán sobre el corazón de Aharon al entrar él ante Adonai y portará Aharon el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón, ante Adonai, siempre”. (Ex 28:29-30)

Urim y Tumim se traducen generalmente como luces y perfecciones y de manera más amplia se refiere a las piedras de la revelación y la verdad. Los vocablos se asemejan a los babilónicos urtu y tamitu que significan oráculo e instrucción.

Según la tradición rabínica, se dice que los Urim y Tumim iluminaban la palabra y por su medio salía la perfección de las palabras. El Exégeta hebreo Rashban dijo acerca de las piedras de Urim y Tumim: “Si a las naciones paganas sus oráculos les hablaban a través de un espíritu impuro y de magia, salvando las enormes diferencias, la santidad puede expresarse”. (Toráh, 269)

El procedimiento de consulta permitía tomar decisiones sobre la base de preguntas específicas, que permitieran una respuesta afirmativa o negativa, un sí o un no. Según se entiende, las piedras brillaban o no y en tal sentido se obtenía la respuesta. Si brillaban la respuesta era afirmativa; si daban sombra o permanecían opacas, la respuesta era negativa. En alguna medida como consultar a los dados o a la moneda y obtener la respuesta según dé cara o cruz (escudo) o como ocurre con el I Ching. Por ese motivo, se lee en el Salmo 80: “Oh Dios, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”. (Sal 80:3). En tal sentido, la consulta de los Urim y los Tumim se clasifica dentro del tipo de arte ciencia de predicción denominada cleromancia.

El sumo sacerdote usaba estas piedras para averiguar cuál era la voluntad de Dios con respecto a asuntos de dudosa posibilidad, que tenían que ver con el bienestar de la nación. Así se lee en Números: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación”. (Nm 27:18-21). Asimismo, en Levítico, se lee que “Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua. Y puso sobre él la túnica, y le ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él. Luego le puso encima el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y los Tumim”. (Lev 8:6-8). En Nehemías, hay otro versículo alusivo a los Urim y Tumin: “Y les dijo el gobernador que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim”. (Neh 7:65).

En el primer libro de Samuel, se hace referencia implícita a la consulta a la divinidad mediante este tipo de oráculo. Así se lee que Saúl hizo consulta a Jehová “Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre. Y Saúl dijo: Echad suertes entre mí y Jonatán mi hijo. Y la suerte cayó sobre Jonatán (1 S 14:41-42). Como también David “Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá _Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá”. (I S 23:10-11). “Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”. (I S 28:6)

Al igual que con otros oráculos, se requería de preparación espiritual especial para recibir la respuesta, es decir, elevados estados de conciencia, intuición y clarividencia. En este sentido, es importante ampliar la explicación acerca de los oráculos usados antiguamente por los profetas, rabinos y reyes registrados en el Tanaj o Antiguo Testamento. Todos ellos usaban las piedras del Urim y Tumin, además de la Cábala de predicción, interpretando el significado astral de los números y formas geométricas, así como la interpretación onírica (los sueños proféticos, altamente simbólicos) y la Gnosis o conocimiento por intuición y revelación. Además, como se infiere en el versículo ya anotado de Nehemías, el oficiante debía comer cosas santas y habría de ser una persona piadosa: “A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso”. (Dt 33:8)

En el capítulo titulado Pkude, en El Zohar, se lee: “R. Abba era un visitante frecuente de R. Simeon. Una vez le dijo: Respecto de los Urim y Tumim que se debían poner en el pectoral, hemos aprendido que se los llamaba Urim (luces) porque sus palabras eran una clara y directa respuesta que se les dirigía; y Tumimtamim, perfecto, completo— porque sus palabras se cumplían a la perfección. Y bien, parece que hubiera algo más por conocer acerca de este recóndito asunto. R. Simeon dijo: Seguramente es así. El pectoral y el efod corresponden a los Urim y Tumim, y estos, a su vez, a las filacterias (te f ilim) y al lazo de las filacterias. li. Simeon citó aqui el versículo: «Y verás mi espalda, mas mi rostro no será visto» 3985. Dijo: Esto significa que el Santo, Bendito Sea, hizo que Moisés viera el lazo de las filacterias, pero no las filacterias mismas. «Mi rostro» señala las filacterias que contienen el sublime misterio del Nombre Divino, mientras que «mi espalda» incluye el misterio contenido en el lazo de las filacterias. Como saben los Compañeros, el primero designa el brillante espejo, y el segundo designa el espejo opaco. Así, en correspondencia, Urim significa las palabras iluminadas, mientras que Tumim señala las palabras en su cumplimiento. La misma correlación mística se encuentra entre «voz» y «lenguaje»: pues la voz ilumina al lenguaje a pronunciarse, mientras que el lenguaje trae el acabamiento de la palabra, y los dos están indisolublemente fusionados entre sí. Concluyo: El pectoral y el efod corresponden, así, respectivamente, al «rostro» y a la «espalda», siendo los dos uno e inseparable”.(Zohar, pp 889-.890)

Más adelante, se lee: “está escrito: «y pondrás dentro del pectoral del juicio el Urim y el Tumim». El término Urim (literalmente, luz, iluminación) significa el espejo luminoso, que consistía en cl grabado del Nombre Divino compuesto de cuarenta y dos letras por las que el mundo fue creado; mientras que el Tumirn consistía del no luminoso espejo hecho del Nombre Divino según se manifiesta en las veintidós letras. La combinación de ambos se llama Urim y Tumim. Observad que por el poder de estas letras hundidas, las otras letras, es decir, las letras levantadas formaban los nombres de las tribus, ya iluminados, ya oscurecidos. Las letras del Nombre Divino abarcan el misterio de la Tora, y todos los mundos son una proyección del misterio de estas letras”. (ibid, 898)

Un pasaje muy interesante del Zohar, relativo a los Urim y Tummin, hace referencia a la necesidad del matrimonio para todo sacerdote. “A un sacerdote que no tiene mujer le está prohibido efectuar el servicio, como está escrito, «Y el hará expiación por sí y por su casa». R. Isaac dijo que la razón es que la Schejina no mora con uno que no es casado, y el, sacerdote en especial debe ser uno con quien mora la Schejina. Junto con la Scheiina se posa sobre los sacerdotes Teced (Gracia) Y se los llama Jasidim, (dotados de gracia), v como tales corresponde que bendigan al pueblo. Asi la Escritura dice: «Y tus santos (jasi= lita) te bendecirán»: también «Tus Tumin v tus Urim estarán con tu santo (jasid)». (op. Cit 1067)

En este sentido es oportuno hacer una aclaración importante. En el Cristianismo y Judaísmo se advierte de no consultar con adivinos; pero no se dice lo contrario de la consulta con profetas. Así, en Zacarías, se lee: «Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan. Por lo cual se fueron ellos como ovejas, y fueron humillados porque no tuvieron pastor». (Vers. 2. Cap. 10. ZACARÍAS).

Es imprescindible hacer diferenciación entre los adivinos y los profetas. Eliphas Levi, dice lo siguiente: «Adivino viene de la palabra divinaris, divinus, que significa ejercer la divinidad». Pero se le olvidó al Abate Alfonso Luis Constant la partícula A, que precede a la palabra divino. Sin embargo, la Gramática dice lo siguiente: A, preposición que denota separación, alejamiento, Vg. Teo, significa Dios, pero si le anteponemos la partícula A, formamos la palabra ATEO, con el que denominamos al que no cree en Dios. Adivino, representa precisamente lo contrario de lo divino, es decir, lo diabólico. Apolítico, significa un individuo no político. Si leemos la Biblia cuidadosamente, no encontramos una sola palabra a favor de los adivinos.

Cuando el rey Nabucodonosor mandó a llamar magos, astrólogos, adivinos y encantadores para que le adivinaran el sueño de la estatua, no hubo un solo adivino que revelase al rey este arcano, solo un profeta de Dios respondió delante del rey y dijo. «El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos, lo pueden enseñar al rey». «Mas hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer al cabo de días».  Esto es textual del capítulo segundo del Libro de Daniel, e invita a meditar Daniel el profeta del Dios vivo, fue el único que pudo revelarle el sueño a Nabucodonosor.

Los adivinos son videntes tenebrosos, son magos negros o en todo caso médiums, charlatanes o farsantes. Los profetas son videntes de la luz, son magos blancos. Los adivinos ven las imágenes del abismo, y sueñan sueños del abismo, con los cuales pronostican acontecimientos que pueden fallar, porque no todas las veces cristalizan en el mundo físico las imágenes tenebrosas del abismo. Las escenas tenebrosas del abismo, son realmente en el abismo, pero no siempre cristalizan en el mundo físico. Los profetas son videntes de la luz, varones y mujeres de Dios iluminados por el Espíritu Santo, y sus pronósticos son exactos porque sus glándulas pineal y pituitaria están totalmente iluminadas por el fuego sagrado.

Los chelas de la fraternidad blanca son aprendices, son discípulos de los profetas, y por ello pueden servir de mensajeros de los profetas, y hablar palabra de los santos Maestros a los hombres. Para ser profeta se necesita recibir el Espíritu Santo. Empero, los discípulos de la Logia Blanca, que viven conforme al sendero óctuple del Budismo (recto sentir, recto pensar, recto actuar, entre otros); son fieles al Cristo y viven en castidad; son mensajeros de los profetas y discípulos de los profetas.

El arte ciencia de los oráculos

“que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad

lo que aún no era hecho; que digo: 

Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”

(Is 46:10)

Un oráculo es un pronóstico o predicción de algo que ocurrirá en el futuro. Es una respuesta de la divinidad dada por sacerdotes, sacerdotisas, pitias o pitonisas (sacerdotisas de Apolo), canalizadores, profetas o expertos. Estos sirven de mediadores entre el consultante y la divinidad (el Ser, el Íntimo, Chesed, Atman, el Padre interno, Dios en nosotros) mediante la intuición o voz del corazón.

La persona que sirve de intermediaria, ya sea sacerdote o sacerdotisa, pitia o pitonisa, sibila, profeta, gurú, guía espiritual o simplemente una persona con conocimientos prácticos relativos a las claves del oráculo; ha desarrollado las tres formas de conocimiento interior, como lo son la imaginación creadora, la inspiración y la intuición. La Teomancia, el don de la profecía a través de los auténticos oráculos y métodos de predicción permitidos por la divinidad, constituye motivo de aprendizaje, reflexión y práctica en los estudios gnósticos. El don de la profecía mediante la interpretación de oráculos, forma parte de los principios y vida cotidiana en la cosmovisión gnóstica y constituye una amalgama de arte y ciencia esotéricas, una sabia combinación holística y transdisciplinar de saberes.

La interpretación de oráculos, no debe confundirse con el trabajo de adivinadores, prestidigitadores o magos de espectáculo o con médiums y personas que para dar sus respuestas consultan a los ídolos del Antiguo Testamento, al Ego o entidades negativas del submundo o bajo mundo astral. En toda la historia ha habido también adivinaciones de este tipo, como las que realizaban los habitantes de Siria y de Judea mediante sacrificios humanos repugnantes; auténticos trabajos de magia negra

En la antigüedad varios pueblos, entre ellos, los griegos y romanos buscaban la respuesta de la divinidad ante una consulta, generalmente, a través de un intermediario y en un lugar sagrado. Fue famoso el oráculo de Apolo en Delfos, el de la Sibila de Cumas, el de Heliópolis y el de Amón Ra en el oasis de Siwa, en el antiguo Egipto. Hay múltiples y variados oráculos. Incluso animales, plantas o piedras, pueden servir de intermediarios, como una bastante curiosa y singular en la actualidad descrita por Jesús Iglesias Janeiro, en su Cábala de predicción, acerca de los cocodrilos, en las islas del lago Victoria Nyanza. Platón, menciona a los oráculos en varios de sus Diálogos. Así, en el Fedro, pone en labios de Sócrates que “los sacerdotes del santuario de Júpiter en ‘Dodona’ decían que los primeros oráculos salieron de una encina”. En dicho diálogo, el gran sabio, hace mención al oráculo de Ammón. Platón en La República, cita el oráculo dado al último rey de Lidia, Creso: escapa a lo largo del Hermo pedregoso sin miedo a que alguno le llame cobarde.

 Platón, vuelve a citar el oráculo de Ammón, en el Segundo Alcibíades, en relación con una consulta que hicieran los atenienses, quienes no entendían por qué los lacedemonios (espartanos), siempre les vencían en batalla, a pesar que los atenienses frecuentemente ofrecían a los dioses grandes procesiones, ofrendas y sacrificios. Sócrates, narra y explica ampliamente la respuesta breve del oráculo: “He aquí lo que Ammón responde a los atenienses: que estima más las bendiciones de los lacedemonios que todos los sacrificios de los atenienses. El profeta no dijo más. Por estas bendiciones de los lacedemonios entendía, a mi juicio, sus oraciones, que en efecto difieren de las de los demás pueblos; porque todos los otros griegos, ya ofrezcan toros con sus cuernos dorados, o ya consagren ricas ofrendas, piden en sus oraciones todo lo que les sugieren las pasiones, sin averiguar si son bienes o males. Pero los dioses que oyen sus blasfemias, no agradecen sus procesiones ni sus sacrificios suntuosos. Se necesita, a mi parecer, mucha precaución y mucha atención para saber lo que se debe decir y lo que se debe callar. En Homero encontrarás un ejemplo semejante al precedente: Mientras construían un fuerte, dice, los troyanos ofrecían a los inmortales grandes hecatombes, y los vientos llevaban de la Tierra al Cielo un olor agradable; y sin embargo los dioses se negaron a gustarlo, porque tenían aversión a la ciudad sagrada de Troya, a Príamo y al pueblo de este rey hábil en el manejo de la lanza. Y así, en vano era hacer sacrificios y ofrecer dones a los dioses, que les aborrecían; porque no es posible, dada la naturaleza de los dioses, dejarse corromper por presentes como un codicioso usurero; y seriamos unos insensatos, si pretendiéramos por este medio hacernos más agradables a sus ojos que los lacedemonios”.

Son muchas las referencias históricas en los distintos pueblos, en los que se habla de un anuncio, un destino manifiesto, una nabia, profecía u oráculo de algo que acontecerá, de ciertos signos que aparecerán en determinado momento. Tal es el caso de la peregrinación mexica y el oráculo de Aztlán, en el que se encontrarán con el águila sobre el nopal, devorando una serpiente.

La tradición esotérica relativa a los oráculos es antiquísima. Samael Aun Weor, en su obra Curso Zodiacal, explica que: “En la Atlántida existieron siete oráculos importantes en el mundo físico, donde los hombres estudiaban la sabiduría de las estrellas y consultaban a los dioses siderales. Los guardianes de esos misterios eran grandes iniciados. En el oráculo de Marte se enseñaba el ocultismo marciano; en el oráculo de Júpiter, la religión jupiteriana; en el oráculo de Venus, las artes, sabiduría venusina; en el oráculo de Saturno, la sabiduría de Saturno; en el oráculo de la Luna, el ocultismo lunar; en el oráculo de Mercurio, la sabiduría mercuriana; y en el oráculo solar, nuestra sabiduría gnóstica. Los antiguos sacerdotes enseñaban a sus discípulos a interpretar las señales del firmamento; esas señales se interpretan basándonos en la ley de las analogías filosóficas”.

Es frecuente el lenguaje simbólico, alegórico, en clave, de los oráculos para que quien “tenga el entendimiento, que entienda”. Es mediante el lenguaje de la intuición, de la Gnosis Kardias, la Gnosis del corazón, que se expresan e interpretan los oráculos. En este sentido, Pedro Ouspensky, en su obra Un Nuevo modelo del Universo cita a Oswald Wirth, quien en su libro Le Symbolisme Hermetique, habla del lenguaje de los símbolos de una manera muy interesante:

“Un símbolo puede estudiarse siempre desde un número infinito de puntos de vista, y cada pensador tiene el derecho de descubrir en el símbolo un significado nuevo de acuerdo con la lógica de sus propias concepciones. En realidad la finalidad de los símbolos es la de despertar ideas que duermen en nuestra conciencia. Despiertan un pensamiento por medio de la sugestión y hacen que la verdad que se encuentra oculta en lo profundo de nuestro espíritu salga a la luz. Para que los símbolos puedan hablar, es esencial que tengamos en nosotros mismos los gérmenes de las ideas, cuya revelación constituye la misión de los símbolos. Pero no es posible ninguno revelación si la mente se encuentra vacía, estéril e inerte. “Por esta razón los símbolos no llegan a todo el mundo, no pueden hablar a todas las gentes. Rehúyen especialmente a las mentes que se precian de ser positivas y que basan su razonamiento solo en inertes formulas científicas y dogmáticas. La utilidad práctica de estas fórmulas no puede discutirse, pero desde el punto de vista filosófico son la expresión solo del pensamiento estático, artificialmente limitado, inmóvil a tal grado, que parece estar muerto en comparación con el pensamiento vivo, indefinido, complejo y móvil, que se refleja en los símbolos. “Queda perfectamente claro que los símbolos no han sido creados para expresar aquello a lo que se llama verdades científicas. “Por su propia naturaleza los símbolos deben permanecer elásticos, vagos y ambiguos, como los designios de un oráculo. Su papel es descubrir misterios, dejando a la mente toda su libertad”.

Volviendo a la predicción mediante la consulta a la encina y a las piedras, el ocultista francés Alphonse Louis Constant, más conocido como el abate Constant o Eliphas Levi, en su obra: El libro de los esplendores, cita al sueco Emanuel Swedenborg, “ese místico admirable, sostenía que el Universo es, en realidad, un hombre inmenso, con cabellos luminosos, brazos y piernas estrelladas; que este hombre está hecho tan inmenso y tan brillante que ningún ojo humano puede verle. Aun en nuestros días, los mormones se imaginan que el Universo es limitado, y que Dios, bajo la forma de un hombre gigantesco que ocupa el centro, está sentado sobre una colosal Urim-Thumin, es decir, sobre dos piedras talladas en innumerables facetas, en las que ve reflejarse cuánto pasa en los mundos. En tal sentido no son más progresivas que los escandinavos, quienes sientan a Odín sobre una encina, por cuyo tronco una ardilla sube y baja sin cesar para decirle al oído cuánto ocurre en el Universo”.

Respecto de las piedras que funcionan como oráculo, el Kalki Avatar, en su obra Las tres montañas, anota lo siguiente: “Incuestionablemente las «piedras animadas» que en la antigua Arcadia modificaron radicalmente la forma de pensar del sabio Pausanias (historiador y geógrafo griego), pueden ser clasificadas en dos clases: ophites y siderites, la «piedra-serpiente» y la «piedra-estrella». Eusebio, especialmente, nunca se separaba de sus ophites que llevaba en su seno, y recibía oráculos de ellas, proferidos por una vocecita que se parecía a un tenue silbido. Arnobio cuenta que siempre que encontraba una piedra de estas, no dejaba de dirigirle alguna pregunta que ella contestaba con una vocecita clara y aguda”.

El Presidente fundador de las instituciones gnósticas, amplía la explicación de las “piedras parlantes”, en su obra Mensaje de Navidad 1968-69, La Magia de las runas: “En los antiguos tiempos existieron gigantescas piedras que andaban, hablaban, pronunciaban oráculos y hasta cantaban. La “piedra de Cristo”, la “roca espiritual” que, seguía a Israel, escrito está que se convirtió en Jupiterlapis devorado por su padre Saturno bajo la forma de un pedernal. Si no hubieran existido gigantes que moviesen rocas tan colosales, jamás hubieran tenido realidad, un Stonehenge, un Carnac (Bretaña), y otras semejantes construcciones ciclópeas. Si en los tiempos idos, no hubieran existido sobre la faz de la Tierra, la verdadera y legítima ciencia mágica, jamás hubiera habido tantos testimonios de piedras, «oraculares y parlantes». En un poema atribuido a Orfeo, estas piedras son divididas en ophites y siderites, la «piedra-serpiente» y «piedra-estrella».

La ophites es áspera, dura, pesada, negra, y tiene el don del habla; cuando uno va a tirarla, produce un sonido semejante al grito de un niño. Por medio de esta piedra fue como Heleno predijo la ruina de Troya, su querida patria”.

“Antiquísimos documentos sagrados afirman que Eusebio jamás en la vida se separaba de sus ophites y que recibía oráculos de ellas, proferidos por una vocecita que se a un tenue silbido, el mismo que escuchó Elías o Elijah después del terremoto en la boca de la cueva. La famosa piedra de Westminster era llamada Laifail, la «piedra parlante » y solo elevaba su voz para nombrar al rey que debía ser elegido. Esa piedra tenía una inscripción borrada ahora por el polvo de los siglos que decía: ni fallat fatum, scoti quocumque locatum invenient lapidem, regnasse tenenturibiden. Suidas, habla de un hombre, que podía distinguir de una ojeada, las piedras inanimadas de las que estaban dotadas de movimiento. Plinio menciona piedras que se apartaban cuando una mano se aproximaba a ellas. Las piedras monstruosas de Stonehenge eran llamadas antiguamente chior-gaur o el “baile de los gigantes”.

“Varios autores muy eruditos hablando sobre las ruinas de Stonehenge, Carnac y West Hoadley, dan informes maravillosos sobre este asunto tan especial. En esas regiones se encuentran inmensos monolitos, pesando algunos sobre 500 000 kilogramos. Fueron los “gigantes” de los antiguos tiempos quienes pudieron un día levantar esas moles, colocarlas en forma simétrica perfecta, y asentarlas con tan maravilloso equilibrio que parece que apenas tocan el suelo, y que aun cuando el contacto más ligero de un dedo las pone, en movimiento, resistirían, sin embargo, la fuerza de veinte hombres que intentasen desplazarlas. Fueron “gigantes” los que transportaron las piedras para la construcción de las pirámides de Egipto. La “piedra oscilante”, fue un medio de adivinación usado por los gigantes, pero ¿por qué oscilan? Las más enormes de ellas son, evidentemente, reliquias de los atlantes; las más pequeñas, como las “rocas de Brimham”, son piedras giratorias en su cúspide, son copias de los lithoi más antiguos”.

Los escritos clásicos abundan en referencias a los oráculos. Así, en la tragedia de Sófocles: Edipo rey, se lee el siguiente canto: “¡Oh dulce oráculo de Zeus! ¿Con qué espíritu has llegado desde Pito, la rica en oro, a la ilustre Tebas? Mi ánimo está tenso por el miedo, temblando de espanto, ¡oh Dios, a quien se le dirigen agudos gritos, Delios, sanador! Por ti estoy lleno de temor. ¿Qué obligación de nuevo me vas a imponer, bien inmediatamente después del transcurrir de los años? Dímelo, ¡oh hija de la áurea esperanza, palabra inmortal! Sabido es que el oráculo de Apolo anunció la tragedia de Edipo, quien mataría a su padre y se casaría con su madre. De esa cuenta, la ciudad fue castigada con un extraño karma y resultó sacudida por una peste. Edipo envía a su cuñado, Creonte a consultar “a la morada Pítica de Febo, a fin de que se enterara de lo que tengo que hacer o decir para proteger esta ciudad.” Es decir, lo envió a consultar al oráculo de Apolo en Delfos.

En labios de Creonte, se escucha la respuesta del oráculo: “Diré las palabras que escuché de parte del dios. El soberano Febo nos ordenó, claramente, arrojar de la región una mancilla que existe en esta tierra y no mantenerla para que llegue a ser irremediable… Con el destierro o liberando un antiguo asesinato con otro, puesto que esta sangre es la que está sacudiendo la ciudad”. El oráculo manda entonces castigar al asesino de Layo, el anterior rey. Piden al clarividente Tiresias que devele el misterio. Tiresias le explica a Edipo que el mismo soberano es el azote impuro de esa tierra, por ser el asesino del rey anterior y porque. ha estado conviviendo muy vergonzosamente, sin advertirlo, con los que le son más queridos.

Yocasta, madre y esposa de Edipo le narra el oráculo que fue revelado a Layo, su primer esposo y la forma en que le dieron muerte: “Una vez le llegó a Layo un oráculo -no diré que del propio Febo, sino de sus servidores- que decía que tendría el destino de morir a manos del hijo que naciera de mí y de él. Sin embargo, a él, al menos según el rumor, unos bandoleros extranjeros le mataron en una encrucijada de tres caminos. Por otra parte, no habían pasado tres días desde el nacimiento del niño cuando Layo, después de atarle juntas las articulaciones de los pies, le arrojó, por la acción de otros, a un monte infranqueable”.

Edipo, narra a la vez, su propia historia y cómo, huyendo del oráculo, vino a cumplir el destino manifiesto. “Mi padre era Pólibo, corintio, y mi madre Mérope, doria. Era considerado yo como el más importante de los ciudadanos de allí hasta que me sobrevino el siguiente suceso, digno de admirar, pero, sin embargo, no proporcionado al ardor que puse en ello. He aquí que en un banquete, un hombre saturado de bebida, refiriéndose a mí, dice, en plena embriaguez, que yo era un falso hijo de mi padre. Yo, disgustado, a duras penas me pude contener a lo largo del día, pero, al siguiente, fui junto a mi padre y mi madre y les pregunté. Ellos llevaron a mal la injuria de aquel que había dejado escapar estas palabras. Yo me alegré con su reacción; no obstante, eso me atormentaba sin cesar, pues me había calado hondo. Sin que mis padres lo supieran, me dirigí a Delfos, y Febo me despidió sin atenderme en aquello por lo que llegué, sino que se manifestó anunciándome, infortunado de mí, terribles y desgraciadas calamidades: que estaba fijado que yo tendría que unirme a mi madre y que traería al mundo una descendencia insoportable de ver para los hombres y que yo sería asesino del padre que me había engendrado. Después de oír esto, calculando a partir de allí la posición de la región corintia por las estrellas, iba, huyendo de ella, adonde nunca viera cumplirse las atrocidades de mis funestos oráculos”.

“En mi caminar llego a ese lugar en donde tú afirmas que murió el rey. Y a ti, mujer, te revelaré la verdad. Cuando en mi viaje estaba cerca de ese triple camino, un heraldo y un hombre, cual tú describes, montado sobre un carro tirado por potros, me salieron al encuentro. El conductor y el mismo anciano me arrojaron violentamente fuera del camino. Yo, al que me había apartado, al conductor del carro, le golpeé movido por la cólera. Cuando el anciano ve desde el carro que me aproximo, apuntándome en medio de la cabeza, me golpea con la pica de doble punta. Y él no pagó por igual, sino que, inmediatamente, fue golpeado con el bastón por esta mano y, al punto, cae redondo de espaldas desde el carro. Maté a todos. Si alguna conexión hay entre Layo y este extranjero, ¿quién hay en este momento más infortunado que yo? ¿Qué hombre podría llegar a ser más odiado por los dioses, cuando no le es posible a ningún extranjero ni ciudadano recibirle en su casa ni dirigirle la palabra y hay que arrojarle de los hogares? Y nadie, sino yo, es quien ha lanzado sobre mí mismo tales maldiciones. Mancillo el lecho del muerto con mis manos, precisamente con las que le maté. ¿No soy yo, en verdad, un canalla? ¿No soy un completo impuro? Si debo salir desterrado, no me es posible en mi destierro ver a los míos ni pisar mi patria, a no ser que me vea forzado a unirme en matrimonio con mi madre y a matar a Pólibo, que me crio y engendró. ¿Acaso no sería cierto el razonamiento de quien lo juzgue como venido sobre mí de una cruel divinidad? ¡No, por cierto, oh sagrada majestad de los dioses, que no vea yo este día, sino que desaparezca de entre los mortales antes que ver que semejante deshonor impregnado de desgracia llega sobre mí!”

Entre los himnos homéricos, en el Himno a Apolo, se lee: “Tenga yo la cítara amiga y el curvado arco, y con mis oráculos revelaré a los hombres la verdadera voluntad de Zeus”.

De los oráculos caldeos, la ocultista y escritora inglesa Violet Mary Firth Evans; más conocida como Dion Fortune, en su obra: La sacerdotisa del mar, cita la siguiente frase: “así dicen los oráculos caldeos: «El hombre sabio mira hacia la Naturaleza y contempla en ella el rostro luminoso del Eterno, y la naturaleza humana —me contaba— es una parte de la Naturaleza, y se aprende bastante sobre ella, la Naturaleza y los dioses si lo estudias».

Platón, en la Apología de Sócrates narra que Jenofonte acudió a Delfos y se atrevió a preguntar a la pitia si habría en Atenas hombre más sabio que Sócrates, a lo que la pitia respondió que no había nadie más sabio. Muy oportuno resulta citar nuevamente a Platón, quien en el Primer Alcibiades, pone también en labios de Sócrates, las siguientes palabras acerca de Delfos y la Gnosis: “Así, mi querido Alcibiades, sigue mis consejos, y obedece al precepto que está escrito en el frontispicio del templo de Delfos: Conócete a ti mismo”. Frase que repite en el Protágoras: consagraron a Apolo, como primicias de su sabiduría, estas dos sentencias que están en boca de todo el mundo y que hicieron que se fijaran en la portada del templo de Delfos: Conócete a ti mismo y nada en demasía. ¿Por qué os he referido todo esto? Es para haceros ver que el carácter de la filosofía de los antiguos consistía en cierta brevedad lacónica. (Platón, 129)

 Virgilio, en la Narración de los viajes de Eneas, en el libro III de su Eneida, al narrar el éxodo de los sobrevivientes troyanos a la guerra con Grecia, en búsqueda de la tierra prometida, narra cómo Eneas y su tripulación en su viaje divisan la isla del oráculo de Delfos. “En medio del mar, se alza una frondosa isla, tierra sagrada, gratísima a la madre de las Nereidas y a Neptuno egeo; errante en otro tiempo por los mares de playa en playa, el dios flechador, compadecido, la fijó entre Micón y la alta Giaro, concediéndole que permaneciese inmoble y arrostrase el furor de los vientos. Allí vamos a parar, aquella apacible isla nos recibe, fatigados navegantes, en su seguro puerto. Ya desembarcados, saludamos con veneración la ciudad de Apolo, Anio, rey de aquellos pueblos y al mismo tiempo sacerdote de Febo, ceñidas las sienes de la real diadema y del sacro laurel, nos sale al encuentro y reconoce a su antiguo amigo Anquises; nos damos las manos en señal de hospitalidad y le seguimos a su palacio. Voy luego a adorar a Apolo en su templo, labrado de vetustas piedras. «Concédenos», le dije, «¡oh Timbreo! morada propia…»” (Virgilio, 35, 36)

 El Avatar de la Era de Acuario, en su obra Mensaje de Navidad 1968-69 –La magia de las runas, comenta la consulta que hicieran Eneas y los troyanos sobrevivientes a la guerra de Troya: “Reverendísimo lugar al que llegó Eneas: ¡Delos! Lugar de arcaicas leyendas hiperbóreas que se esconden como piedras preciosas en el fondo profundo de todas las edades. Y protestando en tierra, mordiendo el polvo de los siglos, invocó dentro del sagrado recinto a Apolo, el dios del fuego, suplicándole con su adolorido corazón que protegiera a la ciudad que iba a fundar, la segunda Pérgamo troyana. Dice la historia que este ínclito varón, consultó a Apolo sobre el lugar que le designaba para establecerse. Entonces la tierra tembló espantosamente. El héroe y su gente, agazapados y abrazados al suelo, poseídos de un misterioso temor, escuchó y escucharon todos, la terrible voz de Febo Apolo que decía «¡Fuertes descendientes de Dárdano! Para estableceros de modo perdurable habéis de buscar la tierra de donde sois originarios; la primera que os ha llevado en su seno. Ahí la estirpe de Eneas dominará todo el país, y los hijos de sus hijos, y los que nazcan de aquellos». Cuenta el épico líder, que después de escuchar el Oráculo de Apolo, lleno de preocupación, pensaba en cuál podía ser la tierra más remota de su origen…” Es entonces, cuando Anquises, su anciano padre confunde la profecía y los motiva para asentarse en Creta.

El Buda Maitreya comenta de esta manera, cómo tiempo después el héroe llegó  la correcta interpretación del oráculo: “En la mente de Eneas, furibunda, se desató la tempestad del pensamiento, y desesperado como un náufrago, agarrado a la roca cruel, pensó en regresar al santuario de Apolo, el Dios del Fuego, para consultar el oráculo nuevamente. Pero aquélla misma noche, en esas horas deliciosas en que el cuerpo duerme y el alma viaja por los mundos superiores fuera del organismo físico, se encontró Eneas con sus dioses penates; los genios tutelares de su familia, los jinas o ángeles de Troya. Y hablaron los señores de la llama: «No es necesario, hijo, que regreséis navegando a donde está el oráculo de Apolo, interpretasteis mal la profecía. Vuestra patria de origen no es Creta, sino Hesperia, la antigua tierra que ahora llaman Italia. De ahí salieron los antiguos fundadores de la raza de Troya, el héroe dárdano y su antepasado Jasio. Anda y relátale a tu padre esta noticia».

“Y sorprendido su padre recordó entonces a Casandra, la profetisa troyana, esa pobre mujer que había dicho lo mismo antes de la destrucción de la soberbia llión, y a quien nadie hizo caso pues Apolo la tenía castigada. Esa noble mujer que se llamaba Casandra, tan adorada y bendecida pagó un tipo de karma muy singular, por mal uso de sus divinales facultades en vidas anteriores. Y cuenta la leyenda de los siglos, que Eneas y su gente, sin perder más tiempo se hizo nuevamente a la mar, rumbo a las tierras del Lacio”. En la Eneida, se encuentran las siguientes palabras del anciano Anquises: “Hijo mío, trabajado por los adversos hados de Ilión, Casandra era la única que me presagiaba estos sucesos y ahora recuerdo que presagió a mi linaje la posesión de un imperio, al que unas veces daba el nombre de Hesperia, otras el de Italia; pero ¿quién habría de creer que los teucros irían a las playas de Hesperia? O ¿a quién entonces hacían fuera los vaticinios de Casandra? Rindámonos a Febo, y persuadidos de su oráculo, sigamos mejores rumbos”. (Virgilio, 38)

 Respecto de la relación entre Platón y los sacerdotes egipcios, Eliphas Levi, en su Historia de la magia, apunta lo siguiente: “La doctrina de Platón hizo época en la historia del género humano, pero él no la inventó, pues, comprendiendo que fuera de la religión la verdad no existe, acudió para consultar a los sacerdotes de Memfis y obtener la iniciación en sus Misterios. Incluso se le acredita un conocimiento de los libros sagrados judíos. En Egipto, su iniciación pudo ser solo imperfecta, porque los sacerdotes de entonces habían olvidado el significado prístino de los jeroglíficos, como lo indica la historia de aquel sacerdote que pasó tres días descifrando una inscripción hierática de la tumba de Alcmene, enviado por Agesilao, rey de Esparta. Cornufis, que sin duda era el más erudito de los hierofantes, consultó las viejas recopilaciones de signos y caracteres; al fin descubrió que la inscripción estaba hecha en la escritura de Protheus, que es el nombre griego del Libro de Thoth, consistente en jeroglificos móviles, capaces de variaciones tan numerosas como combinaciones posibles de caracteres, números y figuras elementales. Pero el Libro de Thot, al ser la clave de los oráculos y la obra elemental sobre ciencia, no hubiera implicado tan prolongada indagación antes de ser identificados sus signos, si Cornufis hubiese sido realmente experto en el arte sacerdotal. Otra prueba de que las verdades prístinas no eran claras en este período radica en el hecho de que los oráculos que registraban sus afirmaciones sobre el particular tenían un estilo que ya nadie entendía”.

“Luego de regresar de Egipto, Platón viajó con Simmias hasta los confines de Caria donde unos hombres de Delos que le encontraron le rogaron que interpretase un oráculo de Apolo. Este oráculo declaraba que para terminar con las aflicciones de Grecia la piedra cúbica debía ser doblada. Se hizo un intento con una piedra del templo de Apolo; pero la tarea de doblarla por todos lados dio por resultado un poliedro de veinticinco caras; para restaurar la forma cúbica tenían que aumentar veintiséis veces el volumen original de la piedra, mediante un proceso de dobleces sucesivos. Platón envió emisarios al matemático Eudoxo, diciendo que el oráculo aconsejaba el estudio de la Geometría. Si este no entendió el hondo sentido del símbolo o desdeñó revelarlo a los ignorantes son cuestiones que deben quedar libradas a la conjetura; pero lo cierto es que la piedra cúbica y su multiplicación explica todos los secretos de los números sagrados, incluido el misterio del movimiento perpetuo, ocultado por los adeptos y perseguido por los necios bajo el nombre de cuadratura del círculo. Mediante esta aglomeración cúbica de veintiséis cubos en torno de un solo cubo central, el oráculo indicaba a los delios no solo los elementos de la Geometría sino también la clave de las armonías creadoras, explicada mediante la interrelación de las formas y los números”.

Acerca del oráculo de Apolo, Iglesias Janeiro, dice lo siguiente de la historia del último rey de Lidia y la conquista Persa: “Si Creso cruza el Halys será destruido un gran imperio” —contestó el oráculo cuando el rey de Lidia lo consultó acerca de si debía avanzar, contra Ciro. El oráculo se cumplió, aunque no en el sentido que supuso Creso, pues el imperio destruido fue el suyo”.

Acerca de la predicción como ciencia sagrada, Iglesias Janeiro explica lo siguiente: “Los datos más antiguos acerca de la predicción presentan esta ciencia como un atributo de la divinidad, que se manifiesta en los templos erigidos para ese objetivo cuando el fervor religioso de las multitudes que acudían a ellos para ese propósito hacía propicio el oráculo. Los medios empleados para emitir el augurio eran muy variados, existiendo el directo y el indirecto en el primer caso, manifestándolo la misma deidad, como dice Homero que ocurría en el Templo de Dolona, en el que el propio Zeus la pronunciaba, oyéndose su voz en el murmullo que producían las hojas de la encina sagrada que existía en su recinto; el indirecto tenía lugar a través de sacerdotes o sacerdotisas, a los que se consideraba inspirados por la gracia divina, unas veces por la preparación religiosa que habían recibido, y otras por virtud de nacimiento, emitiéndose, asimismo, por intermedio de animales, fenómenos de la Naturaleza o cosas inanimadas, por ejemplo, el silbido de una serpiente, el mugido de un toro, las columnas de humo que se formaban al arrojar incienso en el fuego sagrado o, cual ocurría en el templo de Venus, en Aphaca, arrojando diversos objetos al lago que rodeaba el oráculo y notando la forma en que sobrenadaban o se hundían”.

“Así como podía manifestarse el atributo divino a través de distintos medios, la solicitud del conocimiento que se deseaba obtener también se hacía de múltiples maneras. Es tradición que en los buenos tiempos del oráculo de Ammón, en que acudían grandes multitudes desde tierras lejanas en busca del consejo del dios, los sacerdotes iniciaban la marcha precedidos de una barca dorada, armada con múltiples páteras de plata que pendían a sus costados y seguidos de una numerosa comitiva de matronas y vírgenes, que cantaban himnos especiales para la ocasión y ejecutaban danzas sagradas. En otros templos, en cambio, la ceremonia era sumamente sencilla, reduciéndose en algunos a depositar la consulta por escrito y recibir la respuesta en igual forma. Aunque todos los oráculos tuvieron su época de esplendor, los que adquirieron mayor fama fueron los directos, esto es, aquellos en que la propia deidad daba al consultante la respuesta que este pedía. ¿En qué forma se producía el fenómeno? De múltiples maneras: unas veces moviéndose el brazo de la estatua que representaba al dios, otras declarando este de viva voz lo que se le solicitaba, algunas haciendo movimientos afirmativos o negativos con la cabeza, muchas moviendo uno o ambos ojos, las más combinando los gestos y los movimientos, y todas proporcionando una respuesta explícita a lo que se le pedía”.

“Es fama que Ammón, de viva voz declaró a los habitantes de Morea y de Apis que eran egipcios y no libios; de viva voz también advirtió a Mykerinos que solo viviría seis años, y de viva voz dijo Latona a Psamético que sería vengado por hombres de color bronce, todo ello cumplido a su tiempo. De viva voz, el mismo Ammón ordenó a Hatshopsuitus que enviase una expedición a reconocer la tierra de Puanit, y palabras pronunciadas de viva voz por dicha deidad son las que componen el augurio conservado en la estela encontrada en Karnack indicando a Tutmosis III las tierras que este faraón debía conquistar y las victorias que obtendría en sus luchas. Célebre es el veredicto dado por el mismo Ammón en el proceso que se siguió a Tutmosis por malversación de fondos mientras desempeñaba el cargo de tesorero real, esta vez, sin embargo, no de viva voz, sino por un movimiento de su brazo, escogiendo tres veces seguidas, en presencia del faraón y de los jueces, el escrito en que se declaraba la inocencia del acusado, inocencia que se comprobó más tarde al ser hallado el verdadero culpable. Por un movimiento del brazo de Ammón, se designaba también al nuevo soberano, para lo cual se reunían los hermanos reales en el templo de Yebel Barkal y desfilaban, uno a uno, ante el dios, siendo proclamado el que Ammón tocaba con su mano al pasar. Oráculos de respuesta directa se consideraban, asimismo, las inspiraciones por sueños, en las que el consultante hacia la petición a la deidad y esperaba que esta le diese la respuesta mientras dormía. De sueños, inspirados se servía Path para indicar a sus sacerdotes lo que debían hacer y revelarle el porvenir, y se dice que fue por virtud de una de esas inspiraciones que el sumo sacerdote de Ammón predijo la decadencia de Persia y la entrega, sin lucha, de Babilonia, detallando con riqueza de pormenores las conquistas de Alejandro y la época en que se efectuarían siglos más tarde”.

Iglesias Janeiro, explica más adelante que “Aunque en la actualidad los pueblos incultos que habitan en diversas regiones recurren al empleo de animales en la predicción, haciendo suponer que lo mismo debió ocurrir en tiempos lejanos a los que hoy son civilizados, los oráculos más famosos de Egipto, Persia, Grecia, México, Perú, Roma, etc., se servían únicamente de seres humanos, hombres unas veces, mujeres otras, en algunos casos una mujer como médium inspirado y un hombre como intérprete, casi en todos actuando en presencia del consultante, pero en cada uno después de una preparación especial”.

 Explica además Iglesias que “los oráculos estaban situados en lugares cuyo clima, topografía, orografía, geología, etc., eran propicios. El de Delfos, por ejemplo que fue uno de los más famosos en tiempos relativamente recientes, se hallaba en Krisa, al pie del monte Parnaso, sobre una fuente cuyas aguas despedían vapores que incitaban el delirio y muy cercano a una laguna de aguas corrompidas, que la leyenda consideraba antigua morada de Pitón, el dragón hembra, monstruo que diera a luz Hera un día de cólera y que asoló la comarca hasta que Apolo le dio muerte a fin de que, en agradecimiento, los hombres le levantasen un templo y le rindiesen culto. Teniendo esa fuente por estrado, y por trono el brocal de un profundo pozo sobre el que se apoyaba el trípode de la Pitonisa, rodeado todo ello por las aguas sagradas y recibiendo las emanaciones que subían de lo profundo del pozo, la joven que actuaba de augur preparaba su ánimo por medio de abluciones y purificaciones, machacando hojas de laurel, tomando agua de la fuente y sentándose en el trípode profético en estado extático, sin conocimiento de lo que hacía o decía, totalmente ajena a lo que ocurría a su rededor…”

Respecto de las características del oráculo de Delfos, Helena Petronila Blavatsky (HPB), explica en el tomo I de su obra Isis sin Velo que: “Según Plutarco, Jámblico, Lamprías y otros filósofos, las pitonisas eran jóvenes delicadamente sensibles, de costumbres puras y familia humilde, que estaban adscritas a su respectivo templo, donde se les destinaba habitación rigurosamente aislada del mundo, en la que solo podían entrar los sacerdotes y los videntes; de modo que la vida de las pitonisas superaba en ascetismo a la de las actuales monjas de clausura. Para ejercer su ministerio se sentaba la pitonisa en un trípode de bronce, colocado sobre una grieta del suelo que comunicaba con un subterráneo, en donde se quemaban ciertas drogas cuyos vapores subían por la grieta hasta envolver a la pitonisa en una atmósfera excitante que determinaba el frenesí mántico; y en tal estado daba el oráculo. También llamaban a la pitonisa ventrilocua vates o sea profetisa ventrílocua. (En el Glosario teosófico, se da la cita de Aristófanes, en Vœstas, I, reg. 28 y se explica que por esa razón es su voz de estómago).Los brahmanes colocaban la conciencia astral (yuch’) en el ombligo, y lo mismo creyeron Platón y otros filósofos. El versículo cuarto del segundo himno del Nâbhânedishtha dice así: “Oíd, ¡oh hijos de los dioses!, al que habla por su ombligo (nâbhâ) y os saluda en vuestras viviendas”. Muchos orientalistas convienen en que esta es una de las más antiguas creencias induistas. Los modernos fakires, lo mismo que los antiguos gimnósofos, concentran su pensamiento en el ombligo y permanecen inmóviles en la contemplación para identificarse con Átmân y unirse a la Divinidad”.

En el Glosario teosófico, se amplía la explicación con el siguiente texto: “Los autores antiguos situaban el alma del hombre (el manas inferior) o su conciencia personal, en la boca del estómago. Así encontramos en el verso cuarto del segundo himno nâbhânedichta de los Brahmanas: “Escuchad, ¡oh hijos de los dioses!, a uno que habla por el ombligo (nâba), porque os llama en vuestras moradas”. Este es un fenómeno de sonambulismo moderno. El ombligo era considerado en la antigüedad como “el círculo del sol”, el asiento de la divina luz interior. Por esto, el oráculo de Apolo estaba en Delphi, la ciudad de Delphus, matriz o vientre, así como el asiento del templo era denominado omphalos, ombligo. Como es bien sabido, un gran número de sujetos mesmerizados pueden leer cartas, oír, oler y ver por dicha parte de su cuerpo. Aun hoy día existe en la India (y también entre los parsis) la creencia de que los adeptos tienen en el ombligo llamas que aclaran para ellos todas las tinieblas y quitan el velo del mundo espiritual. Entre los zoroastrianos se les da el nombre de lámpara de Deshtur o “sumo sacerdote”, y entre los indos, “luz o esplendor del Dikchita (iniciado)”. Se explica además que Delfos, significaba útero u ombligo. Todos sus símbolos eran femeninos y de significación lunar.

De la literatura renacentista, es famoso el Oráculo manual y arte de la prudencia escrito por el jesuita Baltasar Gracián (1601 – 1658), que contiene 300 aforismos, de los cuales, el consultante puede formular una pregunta y mediante dados u otro procedimiento al azar, buscar la respuesta en el número correspondiente.

En la actualidad, muchas personas consultan sus decisiones leyendo al azar un versículo de la Biblia. Sin embargo, los antiguos rabinos, reyes y profetas hebreos disponían de varios sistemas de predicción, entre ellos, la interpretación de sueños, como es el caso de la interpretación de los sueños de Faraón, por parte de Josué y los de Nabuconodosor por parte de Daniel. Además usaban la Cábala, el Pectoral del juicio, junto con las dos piedras Urim y Tummim; así como los goralot. Asociado a la Cábala está el Tarot y sus arcanos mayores y menores. Otros pueblos, como los nórdicos desarrollaron la predicción mediante las runas, los chinos el I Ching y los mayas el tzité, entre otros.

 

Referencias

Blavatsky, Helena. Isis sin velo.T I.

Levi, Eliphas. El libro de los esplendores. México. Gómez Gómez hnos.

Levi, Eliphas. Historia de la magia. Buenos Aires. Kier. 1988.

Gracián, Baltasar, Oráculo manual y arte de la prudencia. México. Alamah clásicos. 2002.

Iglesias Janeiro, Julio, Cábala de predicción. Buenos Aires. Kier. 1984.

Platón. Diálogos. México. Porrúa. 1976.

Samael Aun Weor. Cuso Zodiacal. México. Rena Ser. 2010.

Samael Aun Weor. Magia rúnica. México. Rena Ser. 2010.

Samael Aun Weor. Las tres montañas. México. Rena Ser. 2009.

Virgilio. Eneida Geórgicas + Bucólicas. México. Porrúa. 1978.

Ayuno y espiritualidad

Contenido

  • Introducción
  • El ayuno y la purificación
  • La Biblia y el poder espiritual de los ayunos
  • El ayuno y el trabajo interior
  • El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón
  • Ayuno y ejercicio
  • El ayuno en la Gnosis
  • Oportunos testimonios
  • El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales
  • El ayuno no lo es todo
  • El ayuno que agrada a Dios
 Introducción

 

En una anterior publicación de este blog, se hizo un profundo estudio acerca de La ciencia del ayuno. En dicha exposición, se explicó ampliamente qué es el ayuno y cuáles son sus beneficios para la salud; en especial, los relacionados con la limpieza del colon de forma natural y como método de purificación del organismo. También se explicó el riesgo de intentar limpiar el sistema digestivo mediante laxantes artificiales. Se hizo una clasificación del ayuno en semi ayunos, mini ayunos y verdaderos ayunos. Los primeros como preparatorios para irse preparando para ayunos de cuatro, cinco, siete o nueve días.

En el desarrollo de ese tema, se hizo énfasis en los enormes beneficios para la salud, no solo la del sistema digestivo sino de todo el cuerpo en general que se obtiene con los ayunos. Desde la opción de adoptar el hábito de mini ayunos de 24 horas cada cierto tiempo, hasta lograr la costumbre de practicarlos mensualmente e incluso semanalmente. Un ayuno o mini ayuno consiste en detener durante un tiempo el consumo de alimentos sólidos. En la entrada ya citada, se explica ampliamente acerca de las sustancias naturales, que combinadas con abundante agua, se recomienda ingerir. No se descarta la opción de realizar periódicamente semi ayunos, en los que se permite y aconseja el consumo de  frutos u hortalizas. Esto en especial, para aquellos que aún no han aprendido a ayunar por lo  menos durante 24 horas continuas. También son recomendables en determinadas circunstancias en las que no es posible o no hay predisposición orgánica para realizar un mini ayuno o ayuno de varios días.

Es muy importante, tomar el consejo de los sabios y guiarse preferentemente por la orientación o la guía de quienes ya tienen práctica en la ciencia del ayuno y tener claros los propósitos por los que se quiere ayunar. Osho, en “El equilibrio entre la mente y el cuerpo” da el siguiente consejo acerca del ayuno: “el ayuno es un medio, nunca un fin”. También es oportuno advertir que no se trata de huir del comer o del gusto por la comida y entregarse a incesantes ayunos. En tal sentido, Osho, también recomienda: “Come bien, disfruta lo más que puedas. Recuerda, la regla es que si no disfrutas la comida, comerás más para compensar. Si disfrutas la comida, comerás menos, no habrá necesidad de compensación. Si comes despacio, saboreando cada bocado, masticando bien, te involucras de lleno en el acto. Comer debería ser como una meditación”. Al respecto, Osho amplía la explicación cuando afirma que: “Una persona sana es la que está equilibrada; en todos sus actos siempre se halla en el medio. No cae en los extremos, porque éstos no crean más que ansiedad y tensiones. Cuando comes demasiado surge la ansiedad, porque el cuerpo está atiborrado. Cuando no comes suficiente, también hay ansiedad, porque el cuerpo tiene hambre”.

El ayuno y la purificación

En el presente tema, la exposición se centra en los beneficios espirituales del ayuno, en la importancia del ayuno, ya sea para la purificación espiritual, para el trabajo interior, el conocimiento del propio cuerpo, para el estudio del centro instintivo, para el dominio de la gula, para someter a prueba la continuidad de propósitos, para la meditación y desarrollo de los chacras; como apoyo para el despertar o la iluminación; como también para los trabajos en la auténtica magia (la alta magia o teúrgia). En estos casos, es aconsejable buscar épocas especiales del año, como Semana Santa, vísperas de Navidad o la época de vacaciones; como también cuando se disfruta de retiros, cursos de espiritualidad o estancias más o menos prolongadas en monasterios o áshram.

Entre las razones por las cuales se utiliza el ayuno como método de purificación espiritual está que para el trabajo interior, para el despertar y la teúrgia, el cuerpo debe tener una vibración más alta, debe estar desprovisto de toxinas, de sustancias venenosas muy pesadas que lo aprisionen a la tierra, a la materia.  Es claro que en estos casos, son aconsejables los auténticos ayunos, es decir, aquellos que implican siete, nueve o hasta cuarenta días. Un símil muy apropiado para entender la importancia del ayuno para la purificación espiritual es que cuando el cuerpo no se alimenta de ningún tipo de comida, se está alimentando, pero del alimento espiritual.

Al realizar ayunos con propósitos espirituales, es aconsejable combinar sabiamente los ayunos, con la soledad y el silencio, con la penitencia, la oración consciente, la reflexión, la contemplación y la meditación. En la búsqueda de estados superiores de conciencia y de vivencias místicas trascendentales. Es conveniente también, procurarse una actitud positiva, acompañada del recto actuar, recto pensar, recto sentir. Otro aspecto a no descuidar, será el de prepararse esos días para estar en armonía con la Naturaleza y, preferentemente, estar en contacto con ella, sentir la gratitud y la compasión. Así como desconectarse del teléfono, la televisión y las redes sociales; entre otras condiciones previas para favorecer mejores resultados con el ayuno que conlleve propósitos para la purificación interior.

Los libros sagrados y las tradiciones de diferentes cosmovisiones dan especial importancia a la práctica del ayuno para la purificación; tanto después de haberse contaminado espiritualmente, como también para la debida preparación de ceremonias y danzas especiales. Diego de Landa, en su obra: “Relación de las cosas de Yucatán”, narra que, previo a la ceremonia del bautismo, los padres de los bautizados y los oficiales, practicaban tres días de ayuno y abstinencia. Ceremonias sagradas, como el baile del Palo volador, en Chichicastenango en el departamento de Quiché y el Rabinal Achí, en Rabinal, Baja Verapaz; en la república de Guatemala, exigen también de muchos días de preparación espiritual, la penitencia, la plegaria, el ayuno y la abstinencia entre los danzantes. En el libro sagrado de los quichés en particular y de los mayas, en general, el Popol Wuj, se lee que, antiguamente, los mayas hacían grandes ayunos: “eran grandes en esencia y eran grandes sus ayunos. Era su manera de agradecer su propia creación de agradecer su señorío. Por largo tiempo ayunaban y hacían penitencia delante de sus deidades” (versión de Luis Enrique Sam Colop, para el Popol Wuj, Ed Cholsamaj, 207). También se lee que en su Éxodo mítico, en el amanecer del Día Cósmico, desde oriente, desde Aztlán, Tulán o Avalon;  los primeros hombres de maíz realizaban ayunos rituales. «Ayuno completo observaba Balam Ki’tze’ junto con su esposa Kaqa Palo Ja’, se llamaba la esposa. Lo mismo hacía Balam Aq’ab con su esposa, chimi Ja’, llamada. También Majuk’utaj mantenía ayuno completo junto con su esposa tz’ununi Ja’ llamada; e Ik’i Balam con Kak’ixa Ja’ que era el nombre de su esposa. Ellos eran, pues, los que ayunaban en la oscuridad en el amanecer». (Sam Colop, Popol Wuj, 151)

En el compendio del “Yoga Vásishtha” realizado por Ernesto Ballesteros Arranz, con apoyo de la sociedad de estudios Índicos orientales y publicado por Etnos, se narra la historia de un brahmán que después de presenciar un crimen, se sintió igualmente contaminado; optó por viajar a un lugar santo y someterse a rigurosas penitencias y prolongados ayunos para purificarse. En la Biblia, en el libro de Crónicas, se narra el ayuno pregonado por Josafat para lograr la victoria del pueblo de Israel ante los moabitas y amonitas quienes se vieron confundidos en batalla. Así también en Nehemías se habla de la reunión de los hijos de Israel ocasión en la que confesaron pecados e iniquidades de sus padres. En el Judaísmo, el ayuno es una práctica tradicional asociada a la tristeza y al duelo.

En ese sentido se lee en varias referencias del Nuevo Testamento acerca del ayuno, como se encuentra en el libro de Joel: “convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento” (Jl 2:12). En dicho capítulo se proclama ayuno a todo el pueblo para que pida perdón a Jehová. En el libro de Jonás se lee del ayuno que hizo el pueblo de Nínive clamando el perdón divino.

Entre los judíos, están instituidos varios ayunos nacionales; en especial, el ayuno asociado a Iom Kippur (Yom Kipur), el día sagrado de la expiación, explicada ampliamente en la entrada El misterio del Bafometo (I), de este blog. Otro ayuno nacional judío lo celebran los primogénitos, anterior al Pesaj, la Pascua judía, la fiesta de los ázimos que recuerda la salida de Egipto. La Pascua judía ocurre por la época en la que antiguamente se celebraban las fiestas de primavera. En el Cristianismo se conmemora el Drama Cósmico y que tiene profunda relación con la última cena del Señor y la fiesta de los panes sin levadura, en Jueves Santo.

En el mundo cristiano, se recomiendan ayunos en determinadas fiestas. Una de ellas en celebración del Miércoles de Ceniza, después de las fiestas de Carnaval, así como durante toda la Cuaresma, en especial, practican mini ayunos los viernes de Cuaresma. Muchos cristianos de las diferentes denominaciones, durante esos días optan por los semi ayunos, es decir, evitan las carnes y se alimentan solo de vegetales. Otros, en la dieta de esos días, no excluyen el pescado; que en este caso no tendrá todos los beneficios de un auténtico semi ayuno y estrictamente hablando deja de ser un semi ayuno.

En este sentido, como bien lo explica Gurdjieff, en “El Todo y de todo”, un “ayuno” de este tipo ya no permite a los practicantes experimentar ningún tipo especial de choque consciente por el cambio vibracional derivado de la práctica de un auténtico ayuno o semi ayuno. El venerable maestro G. explica en dicha obra que los primitivos cristianos practicaban el ayuno por la época de Pascua, con el propósito de disminuir el efecto de las fuerzas de primavera o fuerzas de Enoch. Dichas fuerzas, por esos días, se expresan en toda su potencia. Se acumulan especialmente en la carne delos animales, en forma  de toxinas. El ser humano, al consumir carne animal, ingiere esos tóxicos o sustancias nocivas, que entre otros efectos, rebajas su frecuencia vibratoria. La psiquis es nutrida con hidrógenos o energías muy pesadas y en consecuencia, fácilmente es víctima de la expresión del Ego, de las bajas pasiones y de la fornicación.

La Biblia y el poder espiritual de los ayunos

 

Las sagradas escrituras hebreas y cristianas narran diversos acontecimientos extraordinarios relacionados con el ayuno. Ya se narró el que se relaciona con el semi ayuno de Daniel en la corte de Nabuconodosor. En el libro de Ester, se narra un ayuno de tres días que realizan todos los judíos a pedido de la reina Ester. El propósito del ayuno es lograr que el rey Asuero cambie la orden de exterminar a todos los judíos de la región entre la India y Etiopía, reino de Asuero: “ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunen por mí, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente…”

En el capítulo 17 del Evangelio de Mateo, hay un pasaje particularmente interesante acerca del poder espiritual del ayuno, incluso para poderosos trabajos de magia blanca, como el que ahí se narra: 14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

El ayuno y el trabajo interior

A mediados del siglo XX, Pedro Ouspensky, escribió un libro que narra los ocho años que estuvo trabajando fuertemente sobre sí, en una escuela de Cuarto camino, como discípulo de George Ivanovich Gurdijeff (el maestro G o simplemente G). Esa obra se titula: Fragmentos de una enseñanza desconocida o En búsqueda de lo milagroso, según sea la traducción y editorial responsable. En dicha obra hace una breve descripción de cómo relacionar miniayunos con ejercicios respiratorios y la oración para disciplinar la atención, de manera que lograr con más eficacia la capacidad de “estar en el aquí y ahora” y alcanzar estados superiores de conciencia:

“Apoyándome en cierta experiencia en esta dirección, que había tenido antes, comencé a ejercitarme muy seriamente. Llevé a cabo una serie de ayunos de corta duración pero muy intensos. Los llamo «intensos» porque de ninguna manera ayunaba por razones de salud; por el contrario, trataba de dar a mi organismo los choques más fuertes posibles. Además, me puse a «respirar» según un sistema preciso que, aplicado al mismo tiempo que el ayuno, me había dado antes interesantes resultados psicológicos; también me ejercitaba en la «repetición» según los métodos de la «oración mental», que antes me había ayudado mucho a concentrarme y a observarme. En fin, me entregué a una serie de ejercicios mentales, bastante difíciles, para disciplinar mi atención. No voy a describir estos ejercicios; no los emprendí, después de todo, sino para tantear el terreno, sin saber exactamente adonde me podrían conducir”.

“Mas en conjunto, todos estos esfuerzos, así como nuestras conversaciones y nuestras reuniones, me mantenían en un estado de tensión desacostumbrada, y de esta manera me prepararon, en gran parte, para la serie de experiencias extraordinarias por las cuales iba a pasar. En efecto, G. cumplió su palabra: vi «hechos», y comprendí simultáneamente lo que él tenía en mente cuando dijo que antes de los hechos eran necesarios muchos otros elementos. Los otros elementos eran una mejor preparación, una comprensión más profunda de ciertas ideas, y la necesidad de encontrarse en cierto estado. La necesidad de este estado, que es emocional, es seguramente la menos reconocida, quiero decir que no comprendemos que tal estado es indispensable, y que sin él los «hechos» son imposibles”.

El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón

A continuación otro relato de Ouspensky acerca de las enseñanzas de G y que tienen relación con el ayuno. No está demás mencionar que es sabido que muchos yogúis y budistas tienen la capacidad de controlar a voluntad los latidos de su corazón.

“Uno de los ejercicios más interesantes era el de la «sensación circular», como lo llamaba G. Un hombre se echa de espaldas. Después de haber soltado todos los músculos, concentrando su atención, trata de tener la sensación de su nariz. Cuando lo logra, lleva la atención a la oreja derecha; una vez que la ha «sentido» lleva la atención al pie derecho, luego del pie derecho al pie izquierdo, luego a la mano izquierda, luego a la oreja izquierda, nuevamente a la nariz y así sucesivamente”.

“Todo esto me interesaba particularmente, porque ciertos experimentos me habían llevado antes a la conclusión de que los estados físicos que están ligados a nuevas impresiones psíquicas comienzan con la sensación del pulso en todo el cuerpo, lo que nunca sentimos en las condiciones ordinarias. En este caso, el pulso se siente de inmediato como un solo latido en todas las partes del cuerpo. En mis experimentos personales, obtenía esta «sensación» de una pulsación en todo el cuerpo, por ejemplo después de ciertos ejercicios de respiración combinados con varios días de ayuno. Estos experimentos no me llevaban a ningún otro resultado definido, pero guardaba la profunda convicción de que el control sobre el cuerpo comienza por el control sobre el pulso. Al adquirir por poco tiempo la posibilidad de regular, acelerar o disminuir el pulso, era capaz de acelerar o disminuir los latidos del corazón, lo que a su vez, me dio interesantes resultados psicológicos. En general, constaté que el control sobre el corazón no podía provenir de los mismos músculos del corazón, sino que dependía del control del pulso correspondiente a la «gran circulación», y G. me lo había hecho comprender bien al precisar que el control sobre el «corazón izquierdo» depende del control de la tensión de los músculos; pues si no poseemos ese control, es ante todo por la mala e irregular tensión de los diversos grupos de músculos”.

“Habíamos comenzado a practicar los ejercicios de relajamiento muscular y nos llevaron a resultados muy interesantes. Así, uno de nosotros se encontró capacitado de repente para hacer desaparecer un dolor neurálgico en su brazo. Por otra parte, el relajamiento muscular tenía una inmensa repercusión en el sueño verdadero, y cualquiera que hiciera seriamente estos ejercicios no tardaba en darse cuenta de que dormía mucho mejor, necesitando menos horas de sueño”.

Ayuno y ejercicio

Pedro Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida”, amplía la importancia del ayuno y explica que con la adecuada ayuda de un maestro competente, es posible combinar el ayuno con el ejercicio físico. A continuación, lo que narra Ouspensky al respecto: “Durante el mismo período en Essentuki, entre otras cosas G. nos hizo hacer un pequeño experimento de ayuno. Anteriormente yo había hecho experimentos de este género, y me eran en gran parte familiares. Pero para muchos otros, era nueva esta impresión de días interminables, de vacío total, de la futilidad de la existencia. —Bien, dijo uno de nosotros, ahora veo muy claramente por qué vivimos y el lugar que tiene el alimento en nuestras vidas.» Pero en cuanto a mí, lo que me interesaba particularmente, era constatar el lugar que tenía en la vida el parlotear. A mis ojos, este primer ayuno se reducía para cada uno a charlar sin parar sobre el ayuno, durante varios días: » dicho de otra manera, cada uno hablaba de sí mismo. A este respecto, recordé viejas conversaciones que había tenido con uno de mis amigos en Moscú sobre el hecho de que el silencio voluntario debía ser la disciplina más severa a la cual un hombre pudiera someterse”.

“El breve ayuno de que he hablado se acompañaba también con ejercicios especiales. Desde el comienzo, G. explicó que la dificultad en el ayuno consistía en no dejar sin usar las substancias que se elaboran en el organismo para la digestión de los alimentos. —Estas substancias, dijo, son soluciones muy concentradas. Y si no se les presta atención, envenenan el organismo. Deben ser utilizadas hasta agotarlas. Pero ¿cómo agotarlas si el organismo no toma ningún alimento? Sólo con un aumento de trabajo, con un exceso de transpiración. La gente comete un temible error cuando se pone a «ahorrar sus fuerzas», a hacer la menor cantidad posible de movimientos, etc… mientras ayuna. Por el contrario, hay que gastar la mayor cantidad posible de energía. Sólo entonces el ayuno puede ser de provecho.» Cuando comenzamos nuestro ayuno, G. no nos dejó en paz ni un solo segundo. Nos hacía correr en pleno calor unos tres o cuatro kilómetros, o quedarnos con los brazos extendidos, o marcar el paso a un ritmo acelerado, o ejecutar toda una serie de curiosos ejercicios de gimnasia que él nos enseñaba”.

“Durante todo este ayuno, G. insistía sin cesar en que estos ejercicios no eran los verdaderos, sino simplemente preliminares y preparatorios. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida”.

“Había ido a un cuarto donde nadie me podía ver y me puse a marcar el paso a un ritmo acelerado, tratando al mismo tiempo de regular mi respiración mientras contaba: aspiraba durante un cierto número de pasos, y espiraba durante otro número de pasos. Al cabo de cierto tiempo, cuando estaba un poco cansado, me di cuenta, o para ser más exacto sentí muy claramente, que mi respiración se había vuelto artificial e inestable. Sentí que en pocos segundos más sería incapaz de respirar de esa manera continuando marcando el paso, y que mi respiración normal — acelerada por supuesto — volvería a tomar el mando a pesar de la cuenta. Se me hacía cada vez más difícil continuar respirando y marcando el paso sin dejar de observar la cuenta de las respiraciones y de los pasos. Estaba bañado en sudor, mi cabeza comenzaba a dar vueltas y pensé que me iba a caer. Desesperaba por obtener el más mínimo resultado y estaba a punto de detenerme, cuando de repente me pareció que algo se rompía o se desplazaba dentro de mí; entonces mi respiración regresó tranquila y normalmente al ritmo que yo quería, pero sin ningún esfuerzo de mi parte, y sin dejar de procurarme la cantidad de aire que necesitaba. Era una sensación extraordinaria, y de lo más agradable. Cerré los ojos y continué marcando el paso, respirando cómoda y libremente; me parecía que una fuerza crecía en mí y que yo me volvía más ligero y más vigoroso. Pensé que si pudiera correr de esta durante cierto tiempo, obtendría resultados todavía más interesantes, porque habían comenzado a invadir mi cuerpo olas de temblorosa alegría. Y esto — lo sabía por mis experimentos anteriores — precedía siempre lo que yo llamaba la apertura de la conciencia interior”.

“Pero justo en ese momento alguien entró en el cuarto y me detuve. Mi corazón latió muy fuertemente durante mucho tiempo, pero esto no me era desagradable. Había marcado el paso y respirado durante más o menos media hora. No aconsejaría este ejercicio a las personas de corazón débil. En todo caso, este experimento me enseñó con precisión que un ejercicio dado podía ser transferido al centro motor, o dicho de otra manera que era posible hacer trabajar al centro motor de una manera nueva. Al mismo tiempo, me había convencido de que la condición de esta transferencia era una fatiga extrema. Se comienza un ejercicio con la cabeza; y es sólo cuando se llega al último estado de fatiga, que el control puede pasar al centro motor. Eso explicaba las palabras de G. sobre los «super-esfuerzos», y hacía inteligibles sus últimas recomendaciones. Pero después, a pesar de los esfuerzos que hice, no llegué a repetir más este experimento, es decir a provocar las mismas sensaciones. Es verdad que el ayuno había terminado y que el éxito de mi experimento se debía en gran parte a éste. Cuando le conté a G. lo que había experimentado, me dijo que sin un trabajo general, sin un trabajo del organismo entero, tales hechos sólo podían suceder por accidente. Más tarde, les oí, a los que estudiaban con G. las danzas y los movimientos de derviche, describir varias veces experiencias muy parecidas a la mía”. (Ouspensky)

El ayuno en la Gnosis

 

En los estudios gnósticos es de particular importancia que el estudiante comprenda la importancia que tiene el ayuno. El valor del ayuno es multidimensional y se relaciona en primer lugar con el cuerpo físico y el centro instintivo. La Gnosis, enseña la importancia del conocimiento propio del ser humano, el auto conocimiento. El ayuno es un excelente recurso didáctico para que el estudiante aprenda a conocerse a sí mismo y que aprenda a seleccionar lo que come. En este sentido, Samael Aun Weor enseña que es importante aprender a seleccionar lo que comemos, lo que respiramos y lo que pensamos.

Continuando con las explicaciones que da el venerable maestro Samael Aun Weor acerca de la ciencia del ayuno, en su obra: El Cristo Social, nos enseña acerca de los enormes beneficios para la salud que derivan de la práctica del ayuno de nueve días: “hay muchas personas que han estudiado la ciencia del ayuno. Muchas enfermedades pueden ser curadas mediante el ayuno, el organismo humano dispone de magníficas reservas de vitalidad que sólo necesitan de libertad de acción. El ayuno libera esas fuerzas vitales para que sanen los órganos enfermos. Es aconsejable practicar un ayuno de nueve días sin comer absolutamente nada. Durante ese ayuno sólo se debe beber agua pura. El resultado suele ser maravilloso, el organismo se desintoxica durante el ayuno y las fuerzas vitales de reserva lo curan totalmente.

Afirma además el maestro lo siguiente: “Nosotros aconsejamos la ciencia del ayuno para sanar de las peores enfermedades… Es necesario abandonar la mecanicidad durante el acto de comer, realmente conviene concentrarnos en los alimentos que estamos comiendo, a fin de que la mente trabaje armoniosamente produciendo por medio del cerebro todos los elementos bioquímicos necesarios para la digestión”.

Fernando Salazar Bañol, en su obra: En el corazón del maestro, comenta una forma de semiayunos que realizaba el maestro Samael Aun Weor: “La alimentación del Maestro Samael era hecha de acuerdo con las indicaciones dadas por su Madre Divina, desde los planos Internos. Si, por ejemplo, como aconteció en cierta época, tenía que comer solamente frutas durante un mes, para purificar su cuerpo, así lo hacía. Samael siempre obedeció rigurosamente todas las orientaciones dadas por su Madre Kundalini”.

En su conferencia: La salud del cuerpo físico, El Avatar de la Era de Acuario, explica lo siguiente: “Es necesario, siquiera una vez al año, hacer un ayuno científico, con el propósito de limpiar el estómago. Si ustedes quieren una forma de ayuno esotérico y científico, exacto (para depurar el organismo, limpiarlo de toda clase de podredumbre, putrefacción y suciedades), háganlo en la siguiente forma: siete días (óiganlo bien) cada año, una vez al año. Durante el ayuno se comen ajos, pero ajos puros, limpios, sin cocinarlos; así, al natural, crudos, y jugo de limón. Los hombres podrán tomar, jugo de limón puro, sin mezclar con agua, pues una vez al día, y el resto pueden mezclar agua con limón. Las mujeres, pues, pura agua con limón (mezcladita, no el limón puro, mezcladita con agua). Ellas usarán menos limón y más agua, porque la mujer para el (limón es un poco delicada; el cuerpo de la mujer, no está lo mismo hecho para el limón que el del hombre. Cuando mucho, unas gotitas de limón entre el agua y ya, nada más”.

“Tampoco quiero que comiencen ustedes con un ayuno fuerte, no. Por ejemplo, pueden practicar (si quieren ustedes) un ayuno de esta clase, un solo día nada más. Durante el día, harán ustedes sus tres buenas comidas con puros «diente de ajo, una bebida fuerte de limón al levantarse y el resto del día agua con, limón las mujeres, únicamente un poquito, unas gotitas de limón entre el agua, y durante el día, sus vasos de agua con limón y «dientes de ajo”. Tal ayuno, una sola vez un día nada más”.

“Es claro que el limón y el ajo van a acabar con todas las putrefacciones que se forman en el intestino, producto de los diversos alimentos; van a acabar con los parásitos intestinales, que los hay por montones en el estómago y en los intestinos, etc., etc., etc.; van a hacer una limpieza, porque el estómago es como la raíz de donde se nutre todo el árbol del organismo y hay que limpiarlo. Empiecen ustedes, pues, con un día de ayuno durante el año, en el año siguiente dos días (con este tipo de ayuno), tres al siguiente y así, cada año, le van aumentando un día hasta llegar a nueve. Después de nueve años, ya pueden ustedes seguir con ayunos de nueve días cada año (cada año nueve días), a base de limón y ajos, y yo les garantizo a ustedes que pueden llegar a rejuvenecer el organismo, y los que están jóvenes pueden mantenerse jóvenes, así, durante muchísimos años. La vejez no es sino desgaste y nada más que desgaste de células orgánicas; o mejor dicho: uno gasta las células, las deteriora miserablemente y no reconstruíamos el organismo por ignorancia. Pero teniendo uno sabiduría, puede (perfectamente) estar creando nuevas células y mantenerse joven, y si esta viejo, recobrar la juventud. No olviden que ustedes pueden escoger: siete días de ayuno, o nueve. ¡Ustedes elijan, elijan, elijan, hasta que lleguen al máximum!”

Entre las leyendas asociadas a los peregrinos del Sumum Supremum Sanctuarium de la Sierra Nevada se cuenta que en el caso de aquellos estudiantes gnósticos fuertemente habituados al intelectualismo y con dificultades para desarrollar la intuición, el maestro los motivaba a realizar retiros en el Sumun y practicar ayunos prolongados, incluso hasta de cuarenta días. Es innegable que después de años de comer tanta basura, las toxinas acumuladas en el colon inciden negativamente en los chacras del bajo vientre estimulando su actividad. Además que la pesadez de esa región recargará la presencia de hidrógenos pesados en la psiquis que impulsarán a las personas a la materialidad y al inframundo. En sentido inverso, el ayuno frecuente liberará esos hidrógenos pesados y propiciará la liberación de la psiquis atascada en las esferas inferiores.

El Avatar de Acuario en su obra “El Mensaje de Acuario” indica que: “F + A = C. Fuego más agua, igual conciencia. El fuego y el agua producen el despertar de la conciencia cósmica. Entonces profetizamos por mil doscientos y sesenta días vestidos de sacos y de cilicios, haciendo ayuno y penitencia”. Cuenta también el Kalki Avatar, en el Mensaje de Navidad 1964-65 que en la antigua Babilonia, el “muy santo”, “enviado de lo Alto”, Ashyata Shiemash, “hizo tres tremendos ayunos de cuarenta días cada uno acompañado de sufrimiento intencional y voluntario. El primer ayuno él lo dedicó a la oración y a la meditación. El segunda ayuno fue dedicado a revisar toda su vida y las vidas pasadas. El tercer ayuno fue el definitivo, fue dedicado a acabar con la asociación mecánica de la mente, no comió y solo bebió agua y cada media hora se arrancaba dos pelos del pecho”.

En Magia Crística Azteca, el Verbo de Dios, afirma que: “Ketzalcoatl es el Cristo Cósmico nawa que en el año Ce Akatl (895) encarnó en el hogar de Iztakmixkoatl y Chimalma. De naturaleza mística y austera, muy joven comenzó a practicar el ayuno y la penitencia”. En dicha obra, Samael Aun Weor, explica además que: los tlamatinime acudían al ayuno en los templos para iniciar neófitos: “Preparado por el ayuno, el recogimiento y la oración, el candidato a la ordalía era sentado cómodamente en el templo donde permanecía con los ojos cerrados”.

Oportunos testimonios

A continuación, un testimonio interesante para un ayuno de seis días. Quien da el testimonio explica que ha ido subiendo gradualmente, un día más la duración de ayunos cada seis meses: “Ayer terminé mi primer ayuno del año que fue de 6 días. Cada vez me impresiona más el efecto sanador del ayuno y no hablo del cuerpo sino del alma. Yo sueño muy esporádicamente. Sin embargo desde el tercer día de ayuno empecé a tener muchísimos sueños cada noche, uno tras otro… y me despertaba asombrada de estar soñando tanto, volvía a dormir y volvía a soñar. Después de tres días de sueños, caí en cuenta que había un sueño recurrente, con distintos matices pero era el mismo tema. Medité al respecto y descubrí que «allí» había algo que resolver. Ese día, que fue el quinto de ayuno, tomé una decisión al respecto. Esa noche, tuve un sueño en el que me mostraba la situación resuelta… y anoche… ya no soñé nada al respecto y solo tuve una noche muchísimo más tranquila…”

“Cada día de ayuno siento un silencio interior para el que no necesito sentarme a meditar… llega solo, como si al no comer se apagara un motor interno.  Si a eso añadimos la limpieza que se hace del organismo, pues no me cabe la menor duda de que es una de las mejores prácticas que podemos realizar. Indra Devi recomendaba hacerlo por lo menos una vez cada semestre o «cuando tuvieras una decisión importante qué tomar».

“Yo lo hice completo. Solo tomaba agua, agua con limón. Si te sientes débil tomas agua con limón y miel dos veces al día. Después del 3er. Día, caldo de hierbas con sal, pero sin comerte la hierba”. (I.L)

Un estudiante gnóstico, narra su experiencia durante nueve días de ayuno en condiciones naturales especiales, entre la selva amazónica en el monasterio gnóstico de Leticia. Entre los asombrosos cambios que pudo experimentar, fueron los del desarrollo impresionante de la agudeza de sus sentidos, durante los días del ayuno, podía escuchar sonidos imperceptibles en condiciones usuales y su capacidad olfativa se desarrolló asombrosamente.

El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales

En su obra El Cristo Social, Samael Aun Weor afirma: “Nosotros aconsejamos el ayuno, la meditación y la oración para obtener materializaciones de grandes maestros”. En forma similar, el Buda Maitreya, explica en el Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica que para trabajos de alta magia, en particular la invocación a genios planetarios, para ser merecedor que se materialicen en el mundo físico   coros de ángeles, previamente, es imprescindible realizar intensos ayunos.

Y, nuevamente, en El Cristo Social, amplía dicha explicación: “En el mundo de las inquietudes espirituales se habla mucho de materializaciones de mahatmas, esas materializaciones son posibles con el ayuno, más la meditación y la oración. El cuerpo planetario, (cuerpo físico), vibra normalmente con las siete notas de la escala musical Do- Re- Mi- Fa- Sol- La- Si. Dicha escala puede repetirse en octavas superiores desde el Do hasta el Si. Normalmente los ángeles y mahatmas viven en una octava superior y por ello son invisibles para los ojos físicos, empero nosotros podemos elevar la tasa de vibraciones de nuestro cuerpo planetario, (cuerpo físico), Para pasarlo a la octava superior musical donde viven los ángeles y mahatmas”.

“Quien quiera elevar la tasa de vibraciones del cuerpo físico para pasarlo a la octava superior, debe utilizar para ello el ayuno, el silencio, la oración, la meditación, y el buen incienso, se hace necesario quemar buen incienso dentro de su recámara, y no hablar con nadie durante el ayuno. Se hace necesario concentrase únicamente en el ángel o maestro con el cual deseamos relacionarnos, así se eleva nuestra tasa de vibraciones y pasamos a una octava musical superior, entonces nosotros subimos y el maestro baja para platicar con nosotros, así se obtienen las famosas materializaciones de que tanto se habla en la literatura ocultista, teosofista, etc., etc., etc”.

De nuevo, en el Tratado de Medicina Oculto y Magia Práctica, Samael Aun Weor, explica que: “Se debe hacer un ayuno de nueve días. Durante el ayuno se debe beber agua pura con miel de abeja y limón. La invocación se hará en el noveno día del ayuno.  El agua pura endulzada con miel de abeja y algunas gotas de limón, hace posible el ayuno. Los ángeles auxilian de acuerdo con la Ley y hasta donde ésta lo permita. El auxilio que los ángeles nos brindan, se procesa de acuerdo con la Ley y nunca de acuerdo con nuestros caprichos meramente personales. Cuando no se nos concede algo, es porque debemos pagar lo que debemos y entonces en vez de protestar, debemos inclinarnos humildemente ante el veredicto de la Ley”. Respecto del enorme poder en la alta magia, ya se hizo mención con antelación al pasaje del Nuevo Testamento en que Jesús advierte que ciertos trabajos para liberar “posesos”, se requiere de mucho ayuno y oración.

El ayuno no lo es todo

Sin embargo, no se trata de fanatizarse, ni de ver el ayuno como la vía para la auto realización íntima del Ser. Por eso, en su obra: “la Revolución de la Dialéctica”, el maestro nos advierte que: “Conocemos fariseos que hacen tremendos ayunos y espanto­sas penitencias, están muy seguros de ser justos y sabios, pero sus víctimas lloran lo indecible. Casi siempre son sus mujeres, sus hi­jos, las víctimas inocentes de sus maldades, pero ellos continúan con sus sagrados ejercicios, convencidos de ser justos y santos”. Muy oportuna resulta la lectura de la parábola del publicano y del fariseo:

«Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era Fariseo y el otro Publicano. El Fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este Publicano; Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el Publicano estando lejos, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios sé propicio a mí, pecador». Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». (Lucas XVIII, 10-14)

También, en Rosa Ignea, el avatara advierte que: “ya conociste hijo mío, al griego y al romano, tomaste parte en todos los éxodos bíblicos y los austeros Sacerdotes de todas las religiones de la tierra apenas te brindaron el consuelo de un día. Llevaste silicios, ayunos y penitencias, y pórticos de todos los Templos de todas las religiones de la tierra apenas pudieron consolar tu adolorido corazón, pero el aguijón del tiempo te despertó a duras asperezas de la existencia, y no pudiste encontrar en tu camino ningún viandante que te pudiera consolar”.

Explica también el Kalki Avatar que el ayuno, a pesar de todos los beneficios que proporciona al practicante, tampoco nos lleva a la auto realización íntima del Ser. “El Señor Lahiri Lahasaya había vivido durante muchas reencarnaciones en los Himalayas dedicado a la vida contemplativa. Empero no se había realizado a pesar de tantas penitencias y ayunos. El Señor Lahiri Lahasaya sólo vino a realizarse a fondo, cuando se casó. Y es que, tal como lo explica en su obra “La Gran Rebelión”: “El Cristo Intimo, la palabra, el Logos Creador viviendo siempre en constante actividad tiene que eliminar en nuestro interior, en sí mismo y por sí mismo los elementos indeseables de la inercia, de la pereza, del estancamiento. El Señor de perfección acostumbrado a todos los ayunos, templado, jamás amigo de borracheras y de grandes banqueteos tiene que eliminar de sí mismo los abominables elementos de la gula”.

El ayuno que agrada a Dios

Para finalizar esta entrada, es pertinente, volver a citar el Antiguo Testamento, donde se encuentran unos versículos del libro de Isaías, muy alusivos a lo que se ha venido abordando respecto del ayuno, de que este, tal como se concibe, como evitar el consumo de alimentos durante algún tiempo. En realidad, el concepto holístico del ayuno va más allá. Va por ejemplo en el orden de aprender a no quejarse, aprender a no “comer prójimo”, es decir, no hablar mal de los ausentes; no seguir agrediendo verbalmente a determinada persona, no seguir deseando al automóvil, la casa o la pareja del otro. En síntesis: no darle alimento al Ego. Copio a continuación los versículos correspondientes del capítulo 58 del libro de Isaías: El verdadero ayuno.

“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de tu ayuno buscas tu propio gusto, y oprimes a todos tus trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunas y para herir con el puño inicuamente; no ayunas como hoy, para que tu voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamarás esto ayuno, y día agradable a Jehová? “

“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompas todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”.

“Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”. (Is 58: 1 – 12)

El misterio del Bafometo (I)

 «Creo en el misterio del Bafometo…«

(Credo gnóstico)

Contenido

I. Qué es el Bafometo

II. El Bafometo y el macho cabrío de Mendes

III. La estrella flamígera

IV. El macho cabrío en la Biblia

V. Los cuernos resplandecientes de Moisés

VI. El día sagrado de la expiación

VII. El chivo expiatorio

I

Qué es el Bafometo

Al Bafometo, también se le reconoce con los siguientes sinónimos: Bafomet, Bafumet, Baphomet o Baffometo. Aparece en antiguas leyendas árabes, judías, cátaras, templarias y del esoterismo occidental en general; motivo de especial interés para los estudios gnósticos.

Bafometo, es una palabra cuya sílaba tónica es la penúltima (Bafometo), es decir, es una palabra grave y no una palabra esdrújula, por lo que no debe pronunciarse con acento en la tercera sílaba (fo). Es decir, no debe pronunciarse: Bafómeto, sino Bafometo.

En torno del origen del término Bafometo, han surgido las más diversas interpretaciones. Algunos sostienen que resulta de fusionar dos términos griegos que llevan al significado de “bautismo de sabiduría’, que de acuerdo con la cosmovisión gnóstica “realiza el milagro de hacernos humanos”. Es así como, por ejemplo: Montague Summers, le daba significado al término Bafometo, a partir del término griego Baph Metis: “bautismo de Luz”.

Otra interpretación interesante es la que da Mario Roso de Luna para quien procede de Baal-phomet y está vinculado a los ritos dionisíacos y por ende a los misterios del amor sacramental y la sexualidad sagrada. En otras interpretaciones, se considera que el nombre tiene un origen árabe y se asocia al color negro y al oficio del carbonero y al conocimiento; lo que vincula el término a la Alquimia y al trabajo de herreros y constructores.

Alrededor del Bafometo se han generado muchas leyendas, especulaciones e ideas falsas que impiden su comprensión. Desde tiempos inmemoriales ha sido asociado con cultos antiguos y leyendas de diferentes escuelas de misterios en occidente. No han faltado las leyendas que han provocado pánico y escalofríos a mucha gente, ya que, equivocadamente, muchos lo asocian con el mal, la hechicería, los aquelarres y la magia negra.

Un ejemplo de lo anterior es el culto de los templarios en el que adoraban al Bafometo como si fuese un dios, como su salvador. En la leyenda se dice que el Bafometo, era capaz de proporcionarles tesoros y realizar grandes prodigios, como la germinación del trigo en tierra estéril. Sin embargo, no hay evidencia que en el culto Templario se relacionara al Bafometo con prácticas de hechicería; aunque sí fuese un elemento didáctico que favorecía la concentración en prácticas de meditación colectiva, cuando los templarios meditaban en tal símbolo.

II

El Bafometo y el macho cabrío de Mendes

El misterio del Bafometo, generalmente se encuentra unido al macho cabrío de Mendes. En el Bajo Egipto, existió una antigua ciudad llamada Mendes: la ciudad de Per-Banebdjedet o Ba-Neb-Zeder (el dominio del carnero), la ciudad  de “El macho cabrío señor de Zedet”, situada cerca de Licópolis, cabeza de prefectura, en la región del delta del Nilo. Allí, en la actualidad, se localiza la ciudad de Tell el-Ruba. En la antigua ciudad de Mendes, se rendía culto al carnero Ba y al macho cabrío. Para Herodoto, el macho cabrío era el “Señor de los jóvenes” porque las damas se unían con él con el fin de engendrar hijos divinos. Según los historiadores, los habitantes de Mendes, ni mataban, ni comían cabra o macho cabrío. Según Juan Bautista Carrasco, en su “Mitología universal”: “Los que rendían veneraciones al macho cabrío o cabrón, adoraban en él al signo Capricornio”.

Más allá del Bajo Egipto, algunas tradiciones afirman que el culto al macho cabrío es más antiguo y que no era exclusivo de Mendes. Así los griegos decían que ese culto se remontaba a la mítica Arcadia. Según Deshner Karlheiner en su “Historia Sexual del Cristianismo”, el macho cabrío es el más rijoso de todos los animales. Dicho autor toma del Rig Veda la siguiente exclamación: «Tú, el de prodigiosa fuerza». Según Deshner, para el mismísimo Thor, el más popular de los dioses germanos, el macho cabrío era sagrado. Dice además Deshner: “También Ovidio conoce al chivo sagrado que habría dejado embarazadas a las sabinas. Al macho cabrío, protagonista de mitos griegos, animal de culto de Afrodita, de Osiris y de otros dioses, siempre se le ha atribuido una gran actividad sexual. Dionisos prefería la forma de toro o de macho cabrío a todas las demás. Pan personaje envuelto en el mito, tan lascivo como potente, hijo de un pastor y una cabra, elevado a la categoría de dios de la Naturaleza por los órficos y los estoicos, aparece siempre con los cuernos, las orejas y las patas de una cabra”.

Por todo lo anterior, el Bafometo, es generalmente representado con la figura de un diablo con cara de macho cabrío. La imagen, muchas veces tiene en la frente, la estrella de cinco puntas, dos de esas puntas apuntando hacia la tierra y una hacia arriba, apuntando hacia el cielo. Esta es la estrella flamígera o pentagrama esotérico. La imagen tiene además, senos de mujer y sus brazos no son iguales: un brazo es de varón y otro de hembra. Una mano con la palma hacia arriba, señala hacia la luna blanca y la otra mano, con la palma hacia abajo, señala hacia la luna negra. El bajo vientre está velado y los órganos sexuales están representados por el caduceo de Mercurio.

Otras veces, el Bafometo al ser representado con la figura de cabro o macho cabrío, está sentado en un trono y con una antorcha encendida entre los cuernos. En la frente tiene el signo del pentagrama esotérico (la estrella microcósmica). Complementan el rostro de este «macho cabrío» o Bafometo, los siguientes rasgos: pechos de mujer y genitales masculinos. La figura, algunas veces se encuentra sentada y sin cuernos; otras veces tiene cabeza humana y está provista de largas barbas blancas. En ocasiones, dicha cabeza está moldeada con distintos metales: cobre, plata y oro.  En otras ocasiones, la apariencia del Bafometo es la de una figura monstruosa.

Uno de los dibujos más emblemáticos relativos al Bafometo con forma de macho cabrío, es el de Eliphas Levi, quien lo representó sentado sobre la piedra cúbica, con cabeza de cabra, rasgos andróginos y elementos esotéricos, entre ellos: una antorcha y la estrella microcósmica entre los cuernos; así como un falo con la forma de la vara de Hermes, un brazo masculino y otro femenino, una mano hacia arriba y la otra mano hacia abajo, señalando una luna creciente y otra menguante. Cada brazo tenía las palabras alquimistas: solve et coagula.

III

La estrella flamígerapentagrama

Es oportuno aclarar que la estrella de cinco puntas tiene doble significado: con la punta hacia arriba es el pentagrama esotérico de la magia blanca. Representa al microcosmos, al hombre auténtico. Por ese motivo, a la estrella flamígera también se le denomina: estrella microcósmica. Por ese motivo, el Kalki Avatar afirma que:“El pentagrama expresa la dominación del Espíritu sobre los elementos de la Naturaleza. Con este signo mágico podemos mandar a las criaturas elementales que pueblan las regiones del fuego, del aire, del agua y de la tierra. Ante este símbolo terrible tiemblan los demonios y huyen aterrorizados”. (Samael Aun Weor. El Matrimonio Perfecto)

Sin embargo, el pentagrama esotérico, con la punta hacia abajo, es el símbolo de la magia negra, así como de los cultos y pactos satánicos. “El pentagrama con la punta superior hacia arriba sirve para hacer huir a los tenebrosos. El pentagrama con la punta hacia abajo sirve para llamar a los tenebrosos. Puesto en el umbral de la puerta con la punta superior hacia adentro y los dos ángulos inferiores hacia fuera no permite el paso a los magos negros. El pentagrama es la estrella flamígera. El pentagrama es el signo del Verbo hecho carne. Según la dirección de sus rayos puede representar a Dios o al diablo”. (Samael Aun Weor, El Matrimonio Perfecto)

Es lamentable que en los tiempos actuales, las gentes asocien de manera equívoca el significado del pentagrama esotérico con los de la pentalfa invertida. De esta manera, en la actualidad y por ignorancia, muchas personas creen que la estrella de cinco puntas tiene únicamente el significado de la estrella caída. Es claro que de esto, los únicos beneficiados son los tenebrosos y los practicantes de la magia negra.

Como prueba de que la estrella flamígera con la punta hacia arriba desde tiempos antiguos tiene un significado asociado a la divinidad, es que en el cristianismo medieval, las iglesias góticas ostentaban gloriosamente tal símbolo. En tal sentido y a manera de ejemplo, citamos a Louis Charpentier, quien al referirse a las ojivas góticas, en particular, las de la catedral de Chartres, en Francia, tanto al estudiar su portentoso diseño arquitectónico, como su profundo significado esotérico, afirma: “Esa estrella está inscrita en el círculo que tiene por diámetro la altura de la piedra angular. Las dos puntas bajas son los centros de los arcos  de círculo que forman los dos lados de la ojiva. Esos arcos cortan el círculo en las dos puntas altas laterales. La piedra angular está situada en la punta superior de la estrella. ¿Es solamente simbólica esa inclusión del hombre en la bóveda?  Y aunque así, ¿permanece el símbolo sin acción directa sobre el hombre mismo? Es poco probable que fuese sin pensamiento de acción como el maestro de obras hizo de esa bóveda un desarrollo del hombre, integrado así en la armonía general de la edificación”. (Louis Charpentier. El enigma de la catedral de Chartres, 56)

Es fácil establecer una relación más. El análisis de Charpentier con un ser humano colocado de pie en posición de estrella flamígera, se puede asociar con “El hombre de vitruvio” de Leonardo Da Vinci. Este es el canon de las proporciones humanas que se fundamenta en la proporción áurea y el número de oro.

Derivado de lo anterior, es conveniente enfatizar que: “cuando el pentagrama eleva al aire su rayo superior, representa al Cristo. Cuando el pentagrama eleva al aire sus dos puntas inferiores, representa a Satán. El pentagrama representa al hombre completo. Con el rayo superior hacia arriba, es el maestro. Con el rayo superior hacia abajo y las dos puntas inferiores hacia arriba, es el ángel caído. (Samael Aun Weor. El Matrimonio Perfecto).

IV

El macho cabrío en la Biblia

En la simbología esotérica y desde tiempos remotos, el macho cabrío, así como los cabros, cabrones y cabras están asociados al fuego sexual, la fecundación y la fertilidad. Por ese motivo en diversos pueblos al referirse a los jefes y reyes, se les asociaba el adjetivo de cabrones o machos cabríos. Incluso en la Biblia, libro sagrado de las diferentes formas religiosas del Cristianismo, hay referencias interesantes al respecto.

La identificación y comparación de diferentes versiones de la Biblia es importante, ya que hay variaciones interesantes de una traducción o versión a otra u otras. En especial, se pueden encontrar diferencias notables si se comparan o cotejan el Antiguo Testamento (cristiano) con el Tanaj, es decir, con el conjunto de los 24 libros que constituyen la Biblia hebrea.

A este respecto, Marcos Edery, en la introducción al libro de Génesis y Haftarot en versión castellana y publicado por Editorial Sinai de Tel Aviv, explica que: “el Tanaj es el libro que relata la historia del nacimiento del pueblo de Israel…” Tanaj es el acrónimo de las letras hebreas iniciales de los tres grupos de libros en los que se subdivide el Antiguo Testamento, según los hebreos y que son: la Torah (el Pentateuco), los Nevi’im, es decir, la recopilación de libros de los Profetas; tanto mayores, como menores incluidos Jueces y Reyes. El tercer grupo de libros hebreos, son los Ketuvim, los otros escritos bíblicos, entre ellos: Salmos, Cantares, Proverbios, Rut y Ester. Los Haftarot son breves selecciones de los libros de los profetas incluidos en los libros de la Torah o Pentateuco: Génesis (Bereshit), Éxodo (Shemot), Levítico (Vayikrá), Números (Bemidbar) y Deuteronomio (Devarim).

Volviendo al estudio del macho cabrío en la Biblia, no puede olvidarse el simbólico sueño de un combate entre un carnero y un macho cabrío, que se narra el capítulo 8 del libro de Daniel. También, en el Antiguo Testamento, en la versión Reina-Valera del libro de Jeremías se lee: “Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño”. (Jer 50:8).

En el libro de Zacarías, se  encuentra el siguiente versículo: “Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra” (Zac 10:3). Sin embargo, al leer el mismo versículo, pero en el Tanaj (es decir, en el Antiguo Testamento, hebreo), específicamente en la parte correspondiente a Nevvi’im, y más específicamente en el libro de Zekharyah, la versión hebrea de Zacarías, se lee: “Mi ira se alza contra los pastores, y castigaré los cabros. Porque YHWH de los Ejércitos se ha puesto a pensar en favor de su rebaño, la Casa de Yahudah; los hará como majestuosos cargueros en batalla”.

Es evidente, que tanto en el libro de Jeremías, como en el de Zacarías se encuentran dos asociaciones diferentes, pero concurrentes. En ambos pasajes se ilustra la relación que se establecía en la antigüedad entre los cabros y machos cabríos con los  jefes o gobernantes. Es de entender que la condición de líderes o caudillos estaba asociada a la valentía, al arrojo y a la potencia sexual simbolizada en cabros o machos cabríos.

V

Los cuernos resplandecientes de Moisés

La relación entre el simbolismo bíblico del macho cabrío, los guías del pueblo hebreo y las fuerzas sexuales, se explica con más propiedad en el siguiente texto del Avatar de la Era de Acuario: “La historia dice que cuando Moisés bajó del monte Sinaí después de haber recibido los mandamientos de la ley de Dios; los israelitas le vieron dos rayos de luz en la cabeza a manera del macho cabrío de Mendes; este es el motivo por el cual Miguel Ángel lo plasmó con dos cuernos de luz y la tradición al cincelarlo los convierte en el mármol como cuernos común y corrientes y siempre saliendo de la cabeza. Resulta interesante que el macho cabrío es el símbolo de la fuerza sexual del hombre”. (Samael Aun Weor. Sí hay infierno, sí hay diablo, sí hay karma).

Es claro que los resplandecientes cuernos de Moisés en la monumental estatua esculpida por Miguel Ángel, han generado polémica y confusión. Los diferentes exégetas de la Biblia, desprovistos de la hermenéutica gnóstica no pudieron explicarse el fenómeno descrito en el Éxodo (Shemot), tal como se lee en la Vúlgata de san Jerónimo. En las más recientes versiones bíblicas, los teólogos, al no intuir el profundo significado de los cuernos, han generalizado el significado de “resplandor”  o “resplandeciente” a la original palabra bíblica קרן (krn, karan) que, coincidentemente, también significa “cuerno” o “cornudo” o “que tiene cuernos”, tal como se entrevé en el comentario al versículo 29 del capítulo 34 del libro de Éxodo, publicado por Editorial Sinai de Tel Aviv en la página 318: “La raíz קרן “karan” quiere decir resplandor, lo mismo que ocurre en Habakuk 3:4. Pero, aquel que quiere entender que esta raíz hebrea en este lugar quiere decir cuerno, no es más que un ignorante y un insensato, ya que en la mayoría de las raíces bíblicas las mismas tienen por lo menos dos acepciones.” (Rashbam) [sic]

Es mediante la intuición, las claves del simbolismo esotérico y de la Antropología Gnóstica que se comprende porqué Aaron y todos los hijos de Israel vieran “dos rayos de luz”, como si fueran dos cuernos resplandecientes en Moisés cuando este bajara del monte Sinai. Los cuernos resplandecientes, son una clara alusión al poder sexual trascendente del gran iniciado Moisés, producto de pacientes y laboriosos trabajos en la sexualidad sagrada, la alquimia sexual sin fornicación.

Para mayor argumentación de lo expresado anteriormente, otros estudiosos vindican la traducción de Jerónimo de Estridón en la Vulgata explicando que este era un hombre culto y conocedor del griego y del hebreo. Sabios filólogos dan un significado distinto al texto de Éxodo 34-29 de la versión Reina-Valera: “al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que había hablado con Dios” y lo asocian con el que se encuentra en Salmos 69:31: “Y agradará a Jehová más que sacrificio de buen, O becerro que tiene cuernos y pezuñas”, reafirmando que la raíz hebrea “karan”, significa a la vez “cuerno” y “resplandeciente”. Estas profundas y elocuentes explicaciones, cobran más sentido si se relacionan con aquella frase del Avatar de Acuario en la que afirma que la etimología es alma de la Historia y una de las más poderosas claves de la Gnosis.

Pero, porqué san Jerónimo “se decide por darle el significado que ese mismo verbo tiene en Salmos… y a continuación, en latín, escribe «Quod cornuta esset facies sua» que literalmente significaría «que su rostro estaba cornudo». (María Barbero en “La Linterna del Traductor). Barbero amplía la explicación indicando que “en su comentario al Libro de Amón, Jerónimo explicó que la voz cornuta era una referencia metafórica a la glorificación; en los comentarios a los libros de Isaías y Ezequiel, y también en el Diálogo contra los Pelagianos, san Jerónimo vuelve a manifestar que los cuernos de Moisés constituyen una metáfora de «fuerza», «poder», «sabiduría» o «conocimiento de Dios»; en la Antigüedad clásica, la representación de un personaje con un tocado de cuernos de carnero era símbolo de autoridad, por influencia egipcia (el dios Amón Ra), transmitida luego a la cultura romana… Recordemos que Alejandro Magno también gustaba de aparecer con cuernos en algunas de sus efigies… (Consúltese a María Barbero y “Los cuernos de Moisés”)

El carácter sexual del simbolismo oculto tras la veneración al macho cabrío no es nuevo. Así, Luis pancorbo en “Los dioses increíbles afirma: “¿Cómo va a ser nimio, en ese contexto, el culto al lingam que tiene una antigüedad similar a la del hombre pensante? Y el lingam está lejos de ser una obscenidad al estilo contemporáneo. J. A. Dulaure, autor de Culto al Falo, recorrió los orígenes del culto hasta llegar a lo que consideraba lo primero para él: «El entusiasmo religioso por el signo del equinoccio de la primavera». El falo como epicentro de un culto solar, revitalizador, que se alargó primero al toro (Tauro en Grecia y Roma; Apis en Egipto), signo del zodiaco en esa posición equinoccial, y que en otra constelación cercana, a la del Cochero celeste o del Cabrero, llevaría al macho cabrío. Esa es la fuente, para Dulaure, del Pan griego y del Mendes egipcio, dos formas de dioses genesíacos y primaverales, aunque al final se decantarían en un dios claramente fálico como Príapo”.

VI

El día sagrado de la expiación

Por diversas fuentes a las que es relativamente fácil de acceder, se puede obtener mucha información acerca del sagrado día de la Expiación, el día de Quippúr, más conocido como Iom Quippúr (Iom Kipur o Yom Kipur), en el Judaísmo. Corresponde a uno de los días relacionados con el Año Nuevo Judío y a los “diez días terribles”, dedicados al arrepentimiento. Es el día más santo y solemne del calendario judío. Es un día de ayuno, abstinencia y de reposo total, en el que ni siquiera se permite el aseo corporal; por lo que no es laborable y no se debe ingerir bocado alguno, ni se bebe ninguna clase de líquidos. Todo el día está dedicado a prepararse para recibir el perdón de HaShem. Durante toda la ceremonia el Sumo Sacerdote debe conservar su pureza desde siete días antes del sagrado día.

Es la conmemoración del perdón, y del arrepentimiento del corazón. Es el día en el que con base en mucha reflexión y oración, se busca la total misericordia divina, así como la reconciliación con el Creador y el perdón por los errores cometidos. Es el tiempo en el que  mediante la profunda introspección y meditación se debe adquirir un compromiso serio para realizar cambios de conducta. Para el día de Kippúr, los judíos acostumbran vestir ropa blanca y limpia llamado kitel, similar a la mortaja que se coloca a los fallecidos antes de la sepultura. A la luz de la Antropología Gnóstica, resulta claro comprender que es una ceremonia de descargo y asociada con el trabajo en la muerte mística.

En los Haftarot del libro de  Levítico (Vayikrá) con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery, publicado por Editorial Sinai de Tel Aviv, se explica que el ritual de expiación descrito en Levítico tenía lugar en el Santuario una vez al año en el día de Quippúr. Dicha ceremonia se encuentra descrita más ampliamente en el Talmud, específicamente en el Tratado de Ioma. En dicha ceremonia, los cohen o sacerdotes descendientes de Aaron, vestían con telas de lino blanco y debían hacer una inmersión en el agua cada vez que se cambiaran de ropa para servir en el Santuario. Hacían cinco abluciones y aún hoy, son cinco oraciones que se dicen ese día. Los animales inmolados eran adquiridos con dinero de una colecta. En dicha obra se alude a que algunas gentes consideran que Hazazél (Azazel) es el nombre de un demonio; pero a criterio del autor es el nombre de una montaña.

Según Iona Blickstein, en la introducción al Tratado, anota que es un texto mishnático. Explica que Ioma es un “vocablo arameo que significa «el día que se refiere al día más especial del año, el día del Perdón Iom Hakipurim…»”. Blickstein explica además que cuando el día de Quippúr se festejaba completo, era el día en el que se reunían las tres santidades: la santidad del tiempo, la santidad del lugar y la santidad del hombre. Mishná es un cuerpo exegético  de leyes judías que consolida la tradición oral judía.

Respecto del ritual de expiación, Deshner Karlheinz, afirma que: “En el Antiguo Testamento el macho cabrío se convirtió en el «chivo expiatorio» que se envía al desierto, «al Diablo» cargado con todos los delitos del pueblo; en el Nuevo Testamento, es el símbolo de los condenados en el Juicio Final; en la Edad Media cristiana, el apestoso Satanás en persona”.

En relación con esa doble función o doble significación del macho cabrío en las sagradas escrituras, en el capítulo XV, titulado: El Sabbat de los hechiceros, correspondiente a la Segunda parte: El ritual; de la obra: Dogma y ritual de la alta magia, Eliphas Levi, explica lo siguiente:

“En Judea se consagraban dos machos cabríos, el uno puro el otro impuro. El puro, era sacrificado en expiación de los pecados; el otro, cargado por imprecaciones de esos mismos pecados, era enviando en libertad al desierto. ¡Cosa extraña, pero de un simbolismo profundo! ¡La reconciliación por la abnegación y la expiación por la libertad! Pues bien; todos los sacerdotes que se han ocupado del simbolismo judío, han reconocido en el macho cabrío inmolado, la figura de aquel que ha tomado —dicen ellos— la propia forma del pecado. Luego los gnósticos no estaban fuera de las tradiciones simbólicas, cuando daban al Cristo libertador la figura mística del macho cabrío”.

“Toda la Cábala y toda la magia, se dividen, en efecto, entre el culto del macho cabrío sacrificado y del macho cabrío emisario. Hay, pues, la magia del santuario y la del desierto, la iglesia blanca y la iglesia negra, el sacerdocio de las asambleas públicas y el sanhedrín del sábado”.

VII

El chivo expiatorio

Son muy conocidas frases como la siguiente: “lo pusieron de chivo expiatorio”. Expresión que se refiere a que a una o a varias personas se les atribuye la culpa de una falta o delito que no han cometido; sino otras personas que forman parte de un grupo mayor o son más poderosas. Sin embargo, no todas las personas saben que el origen de dicha expresión se halla en la antigüedad, en el pueblo hebreo, en la sagrada ceremonia de la expiación en el décimo día del mes Tishrei, el primer mes conforme al actual calendario judío y el séptimo de acuerdo con el orden dado a los meses en la Biblia. A continuación el texto bíblico:

En el capítulo 16 del libro de Levítico (Vayikrá en el Tanaj), se encuentra la ceremonia de los dos machos cabríos echados a suertes: uno para la expiación y otro que se envía al desierto: “1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. [En Vayikrá se lee: Habló Adonai a Moshéh…]  2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. 4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. 5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto”.

“6 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. 7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. 9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. 10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto”.

“11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo. 12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. 13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera. 14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre. 15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. 16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas. 17 Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel. 18 Y saldrá al altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor. 19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel”.

“20 Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; 21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. 22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto”.

Continua en El Misterio del Bafometo II

La Iniciación Crística y Semana Santa

Contenido:

Introducción
El drama, el mito y la Astronomía
La ley de Octava y la Rueda del año
Símbolos de Semana Santa
Personajes del Drama Cósmico
La Iniciación Venusta
 

Introducción

Vía Crucis -El Grecoñ.
Vía Crucis -El Greco.

En el mundo cristiano Semana Santa es la época que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo, específicamente del gran iniciado Jesús de Nazaret o Jeshua Ben Pandhira. Para las personas cuya fe no está debidamente cimentada, como también para los no creyentes, significa un período de vacaciones y sinónimo de placer, parranda, borrachera y hasta desenfreno sexual. Es así como en Guatemala y algunos otros países, de manera equivocada, para los días de marzo y abril poco a poco se ha ido acuñando el término: “verano” propiciando la invisibilización del profundo significado de la más santa de las semanas. De esta manera se motiva al pueblo a desvirtuar lo que debiera ser un período de paz interior, de reflexión, oración, ayuno, meditación, retiro y experiencias místicas.

Los estudios gnósticos enseñan que la conmemoración de la Semana Mayor tiene un simbolismo esotérico profundo. Detrás del acontecimiento histórico ocurrido en Tierra Santa hace 20 siglos, hay una enseñanza oculta para la conciencia. Más allá de la recreación de la pasión y muerte del Señor mediante cortejos procesionales y el Viacrucis, se encuentra un mensaje de actualidad permanente y el misterio de la redención. Para entender los acontecimientos previos a la Pascua es preciso salirse de la perspectiva histórica y verlos desde un punto de vista personal, muy íntimo, en las profundidades de la psiquis.

Al estudiar la Semana Grande desde esta perspectiva, se requiere entrenarse en el pensamiento holístico, es decir, entender que todo está interrelacionado, interconectado, que nada está  aislado y sujeto al acaso. Se requiere del la  lámpara de la Gnosis para develar las claves  del esoterismo, se necesita de la mitología, de la Astronomía y de establecer relaciones con el teatro, en especial, con el drama.  Será necesario además del estudio de leyes universales, como la ley de Siete principios o ley de Octava y de ciencias esotéricas antiquísimas, como la Cábala y la Alquimia.

El drama, el mito y la Astronomía

Los Misterios griegos
Los Misterios griegos

Entre las modalidades del teatro, el arte escénico destinado a la actuación, resulta de interés especial: el drama. Diferentes estudiosos del esoterismo han explicado que en la antigüedad, los colegios iniciáticos recreaban verdades cósmicas por medio de los dramas, en especial, los representados en la “religión de los Misterios” y que no importando el lugar, holísticamente todos tenían un hilo conductor. Fueron de especial trascendencia los Misterios de Eleusis, y Delfos en Grecia, así como los de la isla de Phile en Egipto.

Es así como la reconocida teósofa y doctora en Filosofía y Letras: Annie Besant explica que: “si la exposición de las doctrinas religiosas en el culto exotérico difería según la nación, el temperamento y las tradiciones de los ciudadanos, el fondo y esencia de la enseñanza, que pone al individuo en posesión de la Gnosis o Conocimiento real, el saber místico que substituye la creencia por el conocimiento y permite decir al hombre con toda certeza: «Yo conozco las cosas de los mundos superfísicos», esta enseñanza era en todas partes única e idéntica, y aunque difiriesen los cultos externos, lo que constituía la entraña, el culto interno y fondo de los Misterios era semejante en todos”.

Ouspensky explica ampliamente el propósito de las funciones teatrales y los dramas alegóricos. Afirma que: Tanto en Grecia como en Egipto, la idea era siempre la misma, a saber, la muerte del dios y su resurrección. El sentido de esta idea estaba presente en todos los Misterios. Más adelante,  Anota además que: el drama fue representado sin el más pequeño error, sin la más pequeña inexactitud, de acuerdo con la idea del autor y el plan del productor, ya que de acuerdo con la idea del esoterismo debe haber habido seguramente tanto un autor como un productor. (Pedro D. Ouspensky: El Esoterismo y el pensamiento moderno, de su obra: Un Nuevo modelo del Universo. (1977). Argentina. Editorial Kier, 29 – 31).

El Gnosticismo Universal enseña que todos los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento y que giran en torno de Semana Santa ya estaban escritos en un drama esotérico antiquísimo: El Drama Cósmico. La diferencia entre el drama de Palestina y los restantes se centra en que este último se vivió públicamente hasta sus últimas consecuencias, mientras los otros, se vivían secretamente en los templos de Misterios. A la luz de la Gnosis, al estudiar la pasión, muerte y Resurrección del Señor no solo se debe valorar el inmenso sacrifico por la humanidad de Jesucristo. También se debe entender como un proceso iniciático que cada quien debe vivirlo por sí mismo.

La Antropología Gnóstica enseña que tras la representación del Drama Cósmico se oculta también el mito universal del nacimiento, muerte y resurrección del Sol: el Mito Solar. Las narraciones alegóricas y aparentemente fantásticas asociadas a los mitos encierran explicaciones a diversos acontecimientos antiguos asociados a los diferentes cosmos. Pero, de acuerdo con el Principio de Correspondencia, descubierto por la filosofía hermética y que reza: Tal como es arriba es abajo, esos acontecimientos deben repetirse también en el microcosmos, en el ser humano.

H. P. B. dice respecto de esas relaciones entre los diferentes cosmos: “el ciclo de la Iniciación era una reproducción en miniatura de aquella gran serie de cambios cósmicos a que los astrónomos han dado el nombre del año tropical o sideral” (Helena P. Blavatsky. La Doctrina Secreta. T.II, 15).

En el Mito Solar, hay un héroe solar

Mitra sacrificando al toro
Mitra sacrificando al toro

que para los egipcios es Osiris y para los persas es Mitra. Entre los pueblos de Mesopotamia es Tammuz y en la India: Krisna.

En Mesoamérica, héroes solares son Quetzalcoatl o Kukulkán y Bacab. En el Popol Wuj, es Junajpu (Hunahpú) que junto a su hermana-esposa Xbalamque (Ixbalnqué) ascendieron al Cielo: uno fue el Sol y el otro fue la Luna. Entonces se iluminó la bóveda del Cielo, la faz de la Tierra, en el Cielo se establecieron. (Luis Enrique Sam Colop. Tr. (2011). Popol Wuj. Guatemala. F&G editores, 109).

El nacimiento, vida, muerte y resurrección del héroe solar, tiene honda explicación astronómica. En este sentido, Samael Aun Weor explica que: el Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe. Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación. (Samael Aun Weor. El Niño Sol en Mensaje de Navidad 1966-67). Es así como se asocia Semana  Santa y el equinoccio de primavera con la muerte y resurrección de los héroes solares. Por este motivo, con mucha sabiduría, los astrónomos del Cristianismo primitivo establecieron que el Domingo de Pascua coincida con el primer plenilunio (la primera luna llena) después del equinoccio de primavera. Esta es la explicación al porqué  la Semana  Santa es movible. El 21 de marzo, es el momento en el que  el Sol, en su movimiento aparente, de sur a norte, “cruza” de un hemisferio al otro, es decir, “se crucifica” en los mundos para que todos los seres vivos tengan vida. Es el tiempo de la reproducción de aves y mamíferos, de la floración de los árboles.

La ley de Octava y la Rueda del año

De acuerdo con la ley de Siete principios o ley de Octava,

La cruz bautismal o doble
La cruz bautismal o doble

todo fenómeno se procesa conforme a la escala musical en siete etapas. La sagrada ley de Siete explica porqué son siete sonidos fundamentales o notas musicales, la ley periódica de la química y los siete niveles de energía atómica. De acuerdo con esta ley universal, son siete días de la Creación en el Macrocosmos y para crear al hombre auténtico. Semana Santa inicia en Domingo de Ramos y culmina en Sábado de Gloria formando una escala musical completa (de do a si). Domingo de Pascua corresponde a la nota do de una escala superior. Es el momento del “paso sublime” a la Inmortalidad del iniciado. Cada día de la Semana Santa se corresponde a la vez con un trabajo simbólico en cada uno de los planetas del firmamento. Esos planetas se hayan dentro del microsmos y son: Luna, Mercurio, Venus,Sol, Marte, Júpiter y Saturno).

Los días de Semana Santa también se corresponden con acontecimientos en el iniciado y en el macrocosmos:

Entrada triunfal en Jerusalén
La purificación del Templo
La cena en Betania
La maldición de la higuera estéril
Jueves Santo: la última cena, el huerto de Getsemaní y captura del Señor
Viernes Santo: Juicio, viacrucis y crucifixión.
Sábado de Gloria: El día del reposo.
Domingo de Pascua: la resurrección del Señor.

 En el Macrocosmos De acuerdo con la ley de Octava, son ocho posiciones importantes del Sol: dos solsticios (invierno y verano), dos equinoccios (primavera y otoño) y cuatro posiciones intermedias. Por estas fechas, en la antigüedad, se celebraban diferentes festividades en todos los pueblos. Los antiguos celtas denominaban estas etapas como: “la Rueda del año”. El Cristianismo no es la excepción y en el santoral, también se encuentran fiestas alusivas a esas posiciones sagradas del Sol. Las ocho posiciones se pueden representar mediante la cruz bautismal o cruz doble que resulta de la superposición de la cruz de San Andrés y la cruz latina.

 

Fecha (época del año) Posición del Sol Celebración
21 de diciembre Solsticio de invierno Navidad
Febrero -marzo Candelaria, Carnaval
21 de marzo Equinoccio de primavera Semana Santa
3 de mayo Día de la Cruz
20/21 de junio Solsticio de verano Día de San Juan
15 de agosto La Asunción de Nuestra Señora
22/23 de septiembre Equinoccio de otoño Día de San Mateo apóstol
31/10 y 1-2/11 Hallowen, Todos los Santos, Difuntos

Símbolos de Semana Santa

Los múltiples y diversos pasajes de la Biblia están rodeados de simbolismo, del que resulta necesario poseer las claves para interpretarlo. En el Judaismo, la Torah, el Antiguo Testamento es el cuerpo de la doctrina, el alma de la doctrina se encuentra en el Talmud y el espíritu de la doctrina, en el Zohar. Es en este último donde se encuentra la Cábala una de las ciencias esotéricas indispensables para develar las claves del Nuevo Testamento. La Cábala es la Matemática del espíritu y con ella se interpretan números y formas. Otra ciencia hermética indispensable para develar el simbolismo del Evangelio es la Alquimia, la ciencia de las transformaciones íntimas. Es fácil concluir que el estudio de la Biblia, sin el complemento de los otros libros y ciencias, no permitirá su adecuada comprensión.

En el Drama de Semana Santa

Cristo con la corona de espinas -Rubens
Cristo con la corona de espinas -Rubens

todo está dispuesto y previsto. Algunos acontecimientos no quedaron registrados en el Nuevo Testamento, pero fueron anotados en los Evangelios Apócrifos y otros sobrevivieron por la tradición. Algunos símbolos que resulta oportuno analizar son los siguientes: durante su martirio le pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha… (Mt 27:29). El venerable maestro Huiracocha en su «Curso de Magia Rúnica» explica que las espinas tienen el significado de voluntad y que existió un dios de la voluntad, el dios de la Espina. Explica además el citado maestro que, tanto  en Europa como en América, se han encontrado grabaciones de cabezas con espinas esculpidas en la piedra. Es innegable que la corona de espinas del adorable envía el mensaje de la necesidad de desarrollar la voluntad consciente. El Buda Maitreya explica en su obra: “Las Tres Montañas” que esa caña corresponde también a la vara de Aarón o el bastón de los patriarcas, viviente símbolo de la espina dorsal. Es por la columna vertebral por donde Kundalini, la serpiente ígnea de los mágicos poderes asciende victoriosa en el iniciado. Es por ello que se dice que Jesús vivió 33 años y murió en el monte de la calavera (símbolo de muerte mística), donde fue crucificado.

La cruz venerable encierra los misterios de lingam-yoni, el trabajo con la sexualidad sagrada, el tantrismo blanco que nada tiene que ver con el celibato, ni la pasión desenfrenada. En latín: Cristo corresponde a Xpistus.

Crucifixión del Señor -Miguel Angel
Crucifixión del Señor -Miguel Angel

Por ese motivo el venerable maestro Samael afirma que: El adorable Dios Khristus (Cristo) deviene de arcaicos cultos al dios-Fuego. Las letras P (pira) y la X (cruz), significan el jeroglífico de producir el fuego sagrado. Por ese motivo en todas las antiguas religiones se rinde culto al fuego. Por la misma razón, los alquimistas cuidaban de mantener el fuego siempre ardiendo y no cansarse de  ello. El fuego sagrado lo enciende el binario, la pareja mujer-hombre. Esa labor se realiza en castidad mediante la yoga o alquimia sexual. La condición es «huir de la fornicación» y aprender a sublimar y hasta transmutar el ens seminis, la energía creadora.

Personajes del Drama Cósmico

En  el Drama Cósmico se enfrentan fuerzas contrapuestas que llevan un mensaje a explicar. Las multitudes que gritan: crucifíquenlo, no son de ayer, de un remoto pasado, ni exclusivamente de Tierra Santa. En Psicología Gnóstica esas multitudes personifican a nuestros errores, al Ego que constantemente crucifica al Cristo íntimo. Judas, Pilatos y Caifás representan a los tres traidores que asesinaron a Hiram Abif en las leyendas masónicas. Son tres demonios que llevamos en nuestro interior: los demonios del deseo, de la mente y de la mala voluntad.

El Kalki Avatar, en su conferencia “El Cristo Cósmico y la Semana Santa”, devela el significado de los 12 apóstoles de la siguiente manera: “Tenía se dice, doce apóstoles; esos doce apóstoles están dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Son las doce partes fundamentales de nuestro propio ser, las doce potestades dentro de cada uno de ustedes, en su propio Ser interior profundo”.

“Hay un Pedro, que se entiende con los Misterios del Sexo.

La vocación de los santos Andrés y Pedro -Caravaggio
La vocación de los santos Andrés y Pedro -Caravaggio

Hay un Juan, que representa el Verbo, a la Gran Palabra. ¡Heru Pakroat! Hay también un Tomás que nos enseña a manejar la mente. Explica también el maestro que: “dentro de nosotros mismos está también Judas, no aquel Judas que entrega al Cristo por treinta monedas de plata, ¡no! Un Judas diferente, un Judas que entiende a fondo la cuestión del Ego. Un Judas cuyo evangelio nos lleva a la disolución del mí mismo, del sí mismo”. Hay un Felipe que es capaz de enseñarnos a viajar fuera del cuerpo físico, a través del espacio”.

Sigue explicando el gurú que: “hay un Andrés, que nos indica con precisión meridiana lo que son los tres factores de la Revolución de la Conciencia: Nacer, es decir, cómo se fabrican los cuerpos existenciales superiores del Ser. Morir, cómo se desintegran los factores particulares que se relacionan con nosotros, específicamente y con cada uno de nosotros. Sacrificarse por la humanidad; la cruz de San Andrés indicando la mezcla del azufre y el mercurio tan indispensable para la creación de los cuerpos existenciales superiores del Ser, mediante el cumplimiento del deber Parlock (del Ser -el partkdolgdeber, el deber cósmico que nos manda a tornarnos conscientes de todas nuestras funciones psicofisiológicas-), es profundamente significativo”.

Continua explicando el Avatar de la Era de Acuario el significado íntimo de Mateo y de Lucas: “Mateo, científico cuan ninguno, existe en nosotros, nos enseña la ciencia pura (desconocida para los científicos que solo conocen todo ese podridero de teorías universitarias que hoy están de moda y mañana pasan a la historia). ¡Ciencia pura es completamente diferente! Solo Mateo puede instruirnos en ella. Lucas, con el evangelio solar, es profeta, y nos indica lo que ha de ser la vida en la Edad de Oro”.

Otros personajes no menos importantes

Jesús en casa de Marta y María -Tintoretto
Jesús en casa de Marta y María -Tintoretto

del Drama Cósmico son Marta, esa parte de nuestro propio Ser que representa la humildad, Pablo que nos muestra el camino de la sabiduría, de la filosofía de la Gnosis y Santiago, el patrón de la Gran Obra. En este punto de la exposición, no podría faltar María Magdalena. Ella representa el arrepentimiento espiritual más absoluto, a la mujer símbolo, a la pareja del iniciado que lo salva y que con él se salva. Con justa razón los primeros cristianos y los cátaros al sur de Francia le rindieron culto especial. Para los primeros cristianos, la diosa en los evangelios era María Magdalena, cuyo epíteto quería decir «elevada» o «atalaya/fortaleza». (Margaret Starbird. 2005. La diosa en los Evangelios. Barcelona. Ediciones Obelisco, 29).

Starbird y otros investigadores coinciden en que el culto a María Magdalena duró un poco más de mil años en Europa y coincidió con la victoria de la cruzada contra los albigenses. Starbird anota que: “Durante la misma época algunos epítetos hermosos e importantes que en una época correspondieron a María Magdalena pasaron a aplicarse a la Virgen María, y las iglesias construidas bajo la advocación de «Nuestra Señora» hacían ostensible honor a la madre de Jesús como portadora destacada del arquetipo femenino, «la única de todo su sexo». Proliferaron las estatuas y efigies de la Virgen, casi siempre con el niño en la falda, que recordaban las estatuas egipcias de Isis con Horus. Después de mediados del siglo XIII, la «voz de la Novia» se silenció efectivamente, aunque se dice que los albañiles europeos conservaron la fe verdadera e incorporaron sus símbolos en las piedras mismas de sus catedrales góticas”. (Starbird, Op. Cit. 30-31).

Starbid, opina además que:

Margaret Starbidrd
Margaret Starbidrd

“los primeros intérpretes de las Escrituras cristianas la equiparaban además con la novia morena del Cantar de los Cantares” y que a su juicio María Magdalena siempre le “ha proporcionado el ejemplo más intenso de amor a Dios de todas las Escrituras, el de amante”.(Ibid, 65).

La Iniciación Venusta

La Iniciación es el indicador del desarrollo espiritual, de santidad o  del crecimiento de la Esencia y posterior perfeccionamiento del Alma, así como de los conocimientos y poderes trascendentales en la ciencia y filosofía Esotérica. En el Glosario teosófico se dice que es una “palabra derivada de la misma raíz que el latín initia, que significa los primeros o fundamentales principios de una ciencia. La práctica de la iniciación o admisión en los sagrados Misterios, enseñados por los hierofantes o sabios sacerdotes de los templos…”.

Representación de la iniciación de un aprendiz en la Masonería
Representación de la iniciación de un aprendiz en la Masonería

La forma más pública y accesible para formarse una idea de lo que es una iniciación lo constituye un acto de graduación. Por ejemplo la graduación del bachillerato o diversificado, así como la graduación universitaria. Una representación esotérica de las iniciaciones espirituales, lo constituyen las correspondientes ceremonias de la Masonería. Hemos de advertir que la iniciación es la misma vida, pero que tanto se puede seguir un camino ascendente, como uno descendente. Existe el camino de la magia blanca y el camino negro. Así como hay procesos iniciáticos en la blanca fraternidad, también los hay en la opuesta. Es claro que en este caso, las pruebas iniciáticas se relacionarán con la maldad, la perversidad, el crimen, los sacrificios humanos y la fornicación.

Una forma de comparar el proceso iniciático es mediante la adquisición de grados académicos: la formación inicial, la preprimaria, la primaria o educación básica, la educación secundaria y la educación terciaria o universitaria. Más allá de la obtención del grado universitario, sigue la opción del profesional para que continúe post grados que pueden constituir especialidades, diplomados y maestrías, hasta llegar a los doctorados.

Las iniciaciones crísticas

Presentación del niño en el Templo -Rembrandt
Presentación del niño en el Templo -Rembrandt

no son para la humanidad mecánica. Están reservadas a mujeres y hombres de verdad¸ para quienes ya pasaron por todas las iniciaciones de misterios menores, pero que también aprobaron todas las iniciaciones mayores o iniciaciones del fuego. Estas iniciaciones son para aquellos que ya despertaron el fuego de Kundalini y han logrado ascenderlo a base de mucha purificación y práctica del Sahaja Maithuna (alquimia sexual), sin fornicación. En las iniciaciones del fuego nacen los auténticos cuerpos internos del iniciado o cuerpos existenciales superiores del Ser: el legítimo cuerpo astral, el auténtico cuerpo mental y el verdadero cuerpo causal. La Quinta iniciación del fuego confiere al iniciado el grado de Maestro de Misterios Mayores.

Más allá de las iniciaciones del fuego, viene la calificación de estas iniciaciones mediante las iniciaciones de luz. Estas son indispensables para la cristificación del iniciado y corresponden a lo que en esoterismo profundo se denomina la Iniciación Venusta. Los acontecimientos narrados en el Evangelio corresponden a esta iniciación y constituyen el Drama Cósmico.

El Presidente fundador de las instituciones gnósticas afirma en su obra: “El Mensaje de Navidad 1966-67”: “Este es el Drama Cósmico que se representa en todos los templos de todos los mundos del espacio infinito. El aspecto secundario de este gran drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y se convierte en héroe Solar«.

El nacimiento de Cristo -Boticelli
El nacimiento de Cristo -Boticelli

Más adelante explica el Maestro: “La Iniciación Venusta es únicamente para los hombres verdaderos, jamás para los animales intelectuales. Entiéndase por hombres verdaderos aquellos que ya fabricaron los cuerpos solares. Entiéndase por animales intelectuales toda la humanidad, todas las gentes que solamente tienen cuerpos lunares. La Iniciación Venusta es la verdadera Navidad del corazón tranquilo. La Iniciación Venusta es para los pocos, es una gracia del Logos Solar. En el Nirvana existen muchos budas que, a pesar de sus grandes perfecciones, jamás han alcanzado la Iniciación Venusta…”

“Es necesario saber que el Cristo no puede encarnarse en el animal intelectual, es urgente comprender que el Cristo, Señor nuestro, sólo puede encarnarse en los hombres verdaderos, y que es imposible alcanzar este estado de hombre auténtico sin haber pasado antes por las cinco iniciaciones de Misterios Mayores. Sólo después de haber pasado por las cinco iniciaciones de Misterios Mayores, y como una gracia, previo sacrificio por la humanidad, puede encarnarse el Cristo en nosotros”.

Transcribimos a continuación la explicación que da el Avatar Samael acerca del proceso de cristificación de los cuerpos internos: “la Iniciación Venusta tiene siete grados esotéricos. Primero: Nacimiento en el pesebre del mundo. El Cristo íntimo nace siempre lleno de amor por la humanidad, en ese pesebre interior que llevamos dentro de nosotros mismos, habitado desgraciadamente por los animales de las pasiones, por el yo pluralizado”.

Segundo: Bautismo del iniciado en el mundo etérico, cristificación del cuerpo vital. Tercero: Transfiguración del Señor; resplandece el Cristo íntimo en la cabeza y en el rostro sideral del cuerpo astral del iniciado, como resplandeció el rostro de Moisés en el monte Nebo. Cuarto: Entrada a Jerusalén entre palmas y fiestas, cristificación del cuerpo mental del iniciado”.

Quinto: El paño sagrado de la Verónica, en el cual queda grabado el rostro del Maestro. Cristificación del alma humana o cuerpo de la voluntad consciente. Sexto: Cristificación del alma espiritual (Buddhi); eventos cósmicos formidables en la conciencia búddhica que desafortunadamente no quedaron escritos en los cuatro evangelios; acontecimientos del drama cósmico íntimamente relacionados con ciertos hechos de otros planetas del Sistema Solar. Séptimo: El Maestro es crucificado y entrega el espíritu al Padre, entre rayos, truenos y terremotos.

La mujer sella siempre la sepultura

No me detengas -Antonio Allegri de Corregio
No me detengas -Antonio Allegri de Corregio

con una gran piedra, la piedra filosofal que simboliza el sexo (la lucha contra Satán fue terrible). En rigurosa síntesis, estos son los siete grados de la Iniciación Venusta. Sobre cada uno de estos siete grados se pueden escribir enormes volúmenes.

Más allá de la Iniciación Venusta le toca al iniciado continuar con su trabajo de purificación y santidad, hasta alcanzar la perfección en la Maestría, hasta convertir todo el plomo de su microcosmos en vehículos de oro puro, hasta vencer a la muerte con la auténtica Resurrección y alcanzar la legítima Inmortalidad.

Cerramos esta publicación enfatizando el hecho de que Cristo nace en un ser humano adulto, en una mujer auténtica, en un hombre auténtico. Entiéndase por ser humano auténtico, aquel que ha alcanzado la Quinta Iniciación de Misterios Mayores, quien ha alcanzado el grado de Maestro de la bendita Fraternidad Blanca. En el caso del iniciado Jesús o Jeshua Ben Pandhira se preparó debida y rigursamente para asimilarse la sustancia Cristo. Antes que él, muchos iniciados se habían cristificado. Después de él, muchos lo han logrado. La diferencia está en la jerarquía. Jesús es el iniciado solar más exaltado de la Logia Blanca.

 

La fiesta de los muertos

Introducción

A finales de octubre y principios de noviembre, se celebra un trío de fiestas solares muy importantes. La noche del 31 de octubre, en los países anglosajones se celebra Halloween, al día siguiente, el 1 de noviembre, en el santoral cristiano se celebra el Día de todos los santos y un día después a los Fieles difuntos. Estas fiestas ocurren por la época en que el otoño está ya avanzado en el hemisferio norte. Esto sucede en un período cercano a la mitad del tiempo que transcurre entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno y esto es profundamente significativo.

Todos los santos -Fran Angélico
Todos los santos -Fran Angélico

En su movimiento aparente por la eclíptica, hay cuatro posiciones del Sol sumamente importantes: los dos equinoccios y los dos solsticios. La eclíptica es la línea curva que en su movimiento aparente, el Sol recorre sobre la Tierra. Es la ruta del Sol, los planetas y las constelaciones zodiacales. Ya hemos estudiante con anticipación estos momentos tan importantes en la ruta del Sol, pero nos parece necesario profundizar en su estudio. Las grandes fiestas sagradas de todas las religiones solares están relacionadas directamente con las principales posiciones del astro rey. Es claro que es perfectamente posible trazar una gran cruz cósmica para identificar las cuatro posiciones esotéricas.

El brazo horizontal de dicha cruz cósmica lo podemos representar por los dos solsticios. A la izquierda, el solsticio de invierno y a la derecha, el solsticio de verano. El solsticio de invierno, en el hemisferio norte, corresponde a la noche más larga, que ocurre el 21 de diciembre. Hoy no se puede negar que ese momento se corresponde esotéricamente con la época de Navidad y de ninguna manera es producto de la casualidad.

Es innegable que el solsticio de verano también se corresponde con una festividad importante en el cristianismo y en todas las antiguas religiones. Así, el 24 de junio se celebra el día de San Juan Bautista. Por esta época, los antiguos celtas y sus sacerdotes, los druidas celebraban el Alban Heruin o Litha. En esta fiesta se encendían múltiples hogueras con trozos de madera de abeto y de roble.

Si volvemos a la cruz cósmica, santa y bendita, podemos hacer corresponder su palo vertical con los dos equinoccios. El lado superior lo relacionamos con el equinoccio de primavera que ocurre aproximadamente el 21 de marzo. En los tiempos actuales se acepta que otra de las fiestas sagradas más importante del Cristianismo: la Semana Santa ocurre por la época del equinoccio de primavera. Con más propiedad: el domingo de Resurrección coincide con la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Al otro lado de esta cruz cósmica imaginaria encontramos el equinoccio de otoño que ocurre el 22 de septiembre. Por estos días en el santoral, se celebra el día de San Mateo evangelista, nuestra Señora de la Merced y a Cleofas, uno de los primeros discípulos del Señor.

La ley de Octava

Según cuenta George Ivanovich Gurdjieff en el volumen III de su obra: “Del todo y de todo«, esta sagrada ley fundamental fue descubierta en la Atlántida por un sabio llamado Teofani. Narra el maestro G que: “este mismo Teofani se encontraba cierta vez vertiendo una mezcla sobre una plancha de mármol para que se secara, mezcla que consistía en el extracto de una planta llamada entonces «Patetuk», resina de pino, y en crema de la leche de las entonces famosas «cabras jenionianas», con el fin de obtener un mastique, que servía para mascar después de comer; cuando notó, por vez primera, que siempre, cualquiera que fuera la forma de preparación y la cantidad de la mezcla que vertía sobre la plancha de mármol, aquélla asumía invariablemente, después del enfriamiento final, una forma compuesta por siete superficies planas definidas”.

“Este hecho, inesperadamente comprobado por Teofani, lo asombró enormemente y provocó en su presencia común el intenso deseo de elucidar ante su Razón las causas radicales de esta conformidad con la ley aún desconocida para él y por consiguiente, desde ese momento, comenzó a repetir la misma cosa, pero ahora con una finalidad consciente”.

“Poco después, todavía al principio de esta investigación iniciada por Teofani, sus amigos, también seres instruidos de aquella época con quienes él compartió el comienzo de sus diversos experimentos dilucidaron sobre sus comprobaciones, se interesaron a su vez y participaron también en sus investigaciones posteriores”.

“Bien, pues, después de prolongados y cuidadosos experimentos, este grupo de seres terrestres instruidos se volvió consciente y se convenció de forma categórica de que casi todos los resultados cósmicos que observaban a su alrededor y que se materializaban en el curso de sus manifestaciones en estados externos transitorios que son percibidos por los órganos de los seres de una u otra forma definida, presentan siempre siete aspectos independientes”.

Esta ley fundamental sagrada explica porqué los antiguos hablaban de siete planetas, siete maravillas del mundo, las siete artes, las siete tragedias y desde hace mucho tiempo, cada semana tiene siete días. En forma similar en la tradición hebrea y cristiana, se habla en Génesis de los siete días de la Creación.

Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano
Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano

Ya hemos hecho referencia a que el Cristianismo conmemora cada año el Drama Cósmico y la más santa de las semanas que inicia en domingo de Ramos y culmina en domingo de Resurrección. De acuerdo con la ley de Octava, domingo de Ramos corresponde al Do de la primera escala y domingo de Resurrección al Do de la siguiente. Cada día entre Lunes santo y sábado de Gloria resuenan las notas: re, mi, fa, sol, la si de la escala musical.

No es casualidad que existan siete sonidos fundamentales o notas musicales, que el átomo tenga siete niveles de energía, la tabla periódica tenga siete capas o niveles y que existan siete unidades fundamentales de medida según los físicos.

La cruz doble y las ocho posiciones sagradas del Sol

De acuerdo con la fundamental Ley de octava o ley cósmica de Heptaparaparshinokh, hay ocho posiciones sagradas del Sol en su ruta por la eclíptica. Esas ocho posiciones solares se corresponden con la cruz doble que no es más de la superposición de una cruz griega (de brazos iguales) y una cruz de san Andrés. En los cultos asociados a la cultura celta se habla de la rueda del año, un ciclo de ocho festividades. De cuatro de estas ya hablamos. Son las que corresponden con las fiestas de los equinoccios y los solsticios. Las otras cuatro festividades ocurren aproximadamente a medio camino entre las primeras cuatro.

Es así como entre las fiestas del solsticio de invierno dedicadas al niño Sol y las de Semana Santa dedicadas a la crucifixión y la resurrección del Señor, hay fiestas importantes, entre ellas, entre los celtas, el Imbolc y entre los cristianos el 2 de Candelaria, la fiesta de las luces o de las candelas, que entre otras razones, celebra la presentación del niño Dios en el templo. Días después vendrá la fiesta del carnaval.

La rueda del año
La rueda del año

Otras fiestas solares no menos importantes ocurren a finales de abril y principios de mayo. Corresponden al día de la Cruz y al paso del Sol por el cenit en la región maya. A finales de julio y principios de agosto se celebra a Marta de Betania, así como a nuestra Señora de los Ángeles. Finalmente, unos 40 días después de iniciado el otoño, en el hemisferio norte se celebra la fiesta de las últimas cosechas, el Samhaim de la cultura celta y la fiesta romana a la diosa Pomona, la diosa de los arboles frutales. Es el tiempo para dedicarlo a la memoria de los ancestros. En tiempos antiguos se creía que por estos días se abren la puertas de la cuarta y quinta dimensión permitiendo a los “valores” de los antepasados hacer contacto con los vivos. Esta creencia está presente en la cultura celta y romana. También en la cosmovisión maya.

El culto a los antepasados y el descenso a los infiernos

Desde tiempos inmemoriales existe el culto a los antepasados. En el libro VI de la Eneida, Virgilio narra el viaje de Eneas a Cumas para entrevistarse con la Sibila, sacerdotisa de Apolo y rogarle, entre otros favores, ayuda para entrevistarse con su padre Anquises en los mismísimos infiernos. Previamente sacrificaron “siete novillos que no hayan conocido el yugo y otras tantas ovejas elegidas según rito”. Ya en la entrevista Eneas ha de suplicar a la Sibila: “Solo te pido una gracia: puesto que aquí , según dicen, está la puerta del rey de los Infiernos y el tenebroso lago de donde desborda el Aqueronte, séame permitido ir a ver la faz de mi padre amado: muéstrame el camino y haz que pase el sagrado ingreso…”

Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier
Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier

Escrito está en ese majestuoso poema épico que luego de las suplicas de Eneas, la Sibila le responde y explica: “Ilustre vástago de los dioses, troyano hijo de Anquises, fácil es descender a los Infiernos: día y noche está abierta la puerta del sombrío Plutón; pero magno y penoso trabajo es desandar el camino para salir a las auras. Solo a muy pocos mortales, hijos de dioses, amados de Júpiter propicio o elevados al cielo por su virtud sublime, les fue esto concedido…”

Luego de múltiples recomendaciones y preparativos, Eneas hizo ofrenda de tres novillos negros a Hécate Proserpina para que le abriera la garganta del Orco. Se narra en la Eneida su descenso por las aguas del submundo: “profundo río de cenagosas aguas que giran en remolino hirviente y descargan su limo en el Cocito. Guardián de este río y de estas aguas es un horrible barquero, el espantoso y hediondo Caronte. Una espesa barba blanca se eriza en su mentón. Salta fuego de su pupila inmóvil. Un sórdido manto, anudado, pende de sus hombros. Se dobla sobre la percha, o a la vela pasa en su negra barca de la una a la otra orilla a los muertos. Es viejo ya, pero su vigorosa, lozana ancianidad es la de un dios. Toda una muchedumbre de Sombras se precipita en tropel a la ribera; madres, esposos, héroes magnánimos, niños, doncellas que no conocieron las dulzuras del himeneo, jóvenes quemados en la pira a la vista de sus padres afligidos: no más numerosas las hojas en los bosques, se desprenden y caen, con los primeros fríos del otoño; no más numerosas vuelan en bandadas las aves de paso, atravesando los mares, cuando las empuja la fría estación a buscar tierras templadas”.

Ahí Caronte cumple su misión de apartar a los que aún no deben ingresar a los infiernos y sube a los indignos. Intenta negar el paso de Eneas argumentando que no les lícito transportar a los vivos, pero la Sibila le explica ampliamente el motivo de tan inusual viaje. Ya en el fangoso suelo del Infierno encuentran tendido al can Cerbero con su triple fauce. Luego de un largo recorrido por el Tártaro, por fin Eneas logra encontrar a su anciano padre y conversar con él.

El Kalki Avatar, en el capítulo titulado: “El país de los muertos” de su obra: «Mensaje de Navidad 1968-1969”, explica lo siguiente: “Eneas el eximio varón troyano, olímpico y solemne asciende a la augusta montaña de Apolo en cuya majestuosa cumbre se encuentra el misterioso antro de la Pitonisa. Bosque Sagrado del tercer aspecto de la Madre divina Kundalini cerca del templo, selva inefable de Hekate, Proserpina, Coatlicue. Sanctuario herméticamente sellado con cien puertas, gloriosa entrada en la que Dédalo el hábil escultor, grabó con extraordinaria maestría maravillosos relieves”.

Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski
Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski

Continúa el Avatar de la Era de Acuario explicando esos simbólicos pasajes de la Eneida: “Si bajo ahí Orfeo, armado solo con su armoniosa lira; si bajó Teseo, y también Hércules, ¿por qué no he de poder ir yo, que soy nieto de Júpiter?» (Eneas fue un iniciado)”.

“Ciertamente fácil es descender al averno para trabajar para trabajar en la novena esfera y disolver el Yo, pero espantosamente difícil es volver. «Ahí está el duro trabajo. ¡Ahí la difícil prueba!».

Proserpina la reina de los Infiernos y la muerte ciertamente es muy caprichosa, y como presente de los que van a visitarla exige siempre el brote dorado, la rama de oro del árbol del conocimiento y con abundante semilla. Dichoso aquél que encuentra el árbol mágico que por cierto no está muy lejos; es nuestra misma espina dorsal; a ese se le abrirán las puertas de Plutón”.

“El que quiera subir debe primero bajar, esa es la ley. La iniciación es muerte y nacimiento a la vez. Empero, vosotros los que leéis estas líneas, dejad que los muertos entierren a sus muertos y seguidme. El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Negarse a sí mismo significa disolver el yo, morir de momento en momento, reducir a polvo el sí mismo de instante en instante”.

Sigue explicando el Venerable Maestro Samael Aun Weor que: “antes de penetrar en el Averno se pasa por el Orco (Limbo). Este último es un vestíbulo en sí mismo; en él moran la enfermedad, el hambre horrenda y perversa consejera, la miseria, las vanas alegrías, la guerra, las furias, la discordia con su cabellera de víboras, el dolor y el sueño de la conciencia”.

“Allí encontró Eneas los necios sueños de las gentes; allí vio criaturas tan horribles como Briareo, el gigante de los cien brazos; la Hidra de Lerna, a quién mató Hércules cortándole con maestría sus múltiples cabezas; la Quimera de las gentes, monstruo con cabeza de cabra; las gorgonas, las arpías, (brujas), etc. Del Orco parte la ruta misteriosa que conduce a las almas perdidas hasta el Tártaro (mundos infiernos). Eneas y la Sibila sentados en la barca de Carón, navegaron entre las aguas del Aqueronte y llegaron a la otra orilla”.

Explica el Buda Maitreya que el iniciado puede y debe descender voluntariamente al Tártaro, al Averno y navegar en las aguas del Aqueronte en la barca de Caronte, llegar a la otra orilla para morir en sí mismo y revisar personalmente la presencia de millares de yoes diablos viviendo en esas regiones infernales. Esos yoes diablos puede extraerlos la bendita diosa madre de la psiquis del iniciado (Eneas), previa comprensión profunda. Esa es la muerte mística.

La fiesta de los muertos

La fiesta de los muertos que se celebra el dos de noviembre, el día de los fieles difuntos, nos invita a la reflexión. La desencarnación, el fallecimiento o la muerte del cuerpo físico es inevitable. Tarde o temprano tenemos que encontrarnos cara a cara con la Parca, con el ángel de la muerte. Todos hemos pasado por esa inexorable experiencia, pero la mayoría no la recordamos. De acuerdo con la ley del Eterno retorno, muchas veces hemos pasado por ese terrible momento. Si tenemos la conciencia dormida, es altamente probable que lo ignoremos y no lo recordemos. Solo algunas personas muy psíquicas y los hombres y mujeres despiertas lo saben, lo recuerdan. Lo más importante es que podemos y debemos despertar la conciencia.angel-de-la-muerte

La desencarnación ocurre cuando el ángel funeral corta el Antakarana, el cordón plateado. Este es un cordón umbilical que conecta el cuerpo físico con los cuerpos internos, entre ellos el astral, la esencia maravillosa y el Ego. Cada noche, durante las horas del sueño del cuerpo físico, los cuerpos internos se desdoblan o separan del cuerpo físico y el ego envuelto en los cuerpos lunares de la humanidad dormida viaja en el tiempo y en el espacio. Durante todo ese tiempo está unido al cuerpo físico por el cordón plateado. Por ese motivo, podemos afirmar que si queremos entender el proceso de la muerte, basta con acostarnos a dormir: la hora de dormir es una muerte en pequeño.el-astral-y-el-cuerpo-fisico

Una comparación muy ilustrativa la encontramos con juego muy popular en diferentes partes del mundo: el vuelo de la cometa, papalote, pizcucha, abilucho, entre otros muchos nombres. Por esta época, de muchos vientos, es tradicional verlos volar en Guatemala, donde reciben el nombre de “barriletes”. Son famosos los barriletes gigantes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez. Al comparar el desdoblamiento astral con el vuelo del barrilete, el niño representa al cuerpo físico y el barrilete en lo alto, a la esencia y el ego envuelta en los cuerpos internos. Ambos están unidos por la cuerda, por el cordón de plata. Es claro que el barrilete o cometa guarda una profunda simbología oculta relacionada con el desdoblamiento y el contacto con el mundo astral, el mundo de los vivos y de los muertos. Los barriletes gigantes miden hasta 20 metros de diámetro y se elevan al cielo cada 1 de noviembre en los cementerios de Sumpango y Santiago Sacatepéquez para simbolizar ese contacto entre vivos y muertos.

Barrilete gigante de Sumpango
Barrilete gigante de Sumpango

Al ocurrir la desencarnación, unos valores van al sepulcro y otros a la quinta dimensión o mundo astral. En el sepulcro quedará el cuerpo físico, la vitalidad o cuerpo ital y la personalidad del difunto. Al astral ingresará el Ego, la Esencia y los cuerpos lunares. La fiesta de los muertos es muy significativa para estudiar los misterios de la vida y de la muerte.

El Venerable Maestro Samael explica en su obra: “Más allá de la muerte” lo siguiente: “Aquí en México tenemos nosotros el día de los difuntos, el dos de noviembre de cada año. En tal día las gentes visitan el panteón, ponen velas encendidas en los sepulcros y en platos, ollas, vasos, etc., aquellos alimentos y bebidas que más gustaban al desencarnado cuando vivía. Es costumbre de muchas gentes comerse después esas sobras y cualquiera que tenga algo de sensibilidad psíquica, podrá notar que le falta a esos manjares el principio vital”.

“Las gentes sencillas piensan y con justo acierto, que el ser querido desencarnado se alimenta con esas viandas. No hay duda de que realmente los fallecidos comen, no la parte física de los alimentos, sino sus alimentos dijéramos etéricos, sutil, desconocido para la vista física, pero perceptible a la clarividencia; no debemos olvidar que en todo alimento físico existen alimentos etéricos, fácilmente asimilables por los difuntos”.cementerio

“Los desencarnados pueden visitar un restaurante del mundo físico, saludarán a los vivos y el subconsciente de ellos les contestará, pedirá comida y es obvio que el Ego interno de los dueños del restaurante atraerá a la mesa formas mentales semejantes a los platos y alimentos que en el establecimiento se consumen; el desencarnado sentado en el comedor, comerá de esos platillos sutiles, hechos con esencia del mundo mental y pagará con moneda mental, saliendo luego del Restaurante. En tales condiciones es obvio que los muertos siguen creyendo que están vivos y esto lo puede evidenciar cualquier persona que haya desarrollado la clarividencia y las otras facultades del alma”.

A la luz de la Gnosis explicamos que las personas con el don de la clarividencia, pueden ver realmente a los difuntos recién desencarnados. Resultan interesantes las experiencias que les toca vivir, en especial si el fallecido ha muerto de forma violenta e inesperada. Los recién desencarnados quedan completamente confundidos, sin poder comprender lo que les ha ocurrido. En algunas ocasiones se llenan de terror. Lo singular es que como se narra en películas o series de televisión alusivas, como: “El sexto sentido” protagonizada por Bruce Willis o en Ghost Whisperer protagonizada por Jennifer Love Hewitt los fantasmas de los fallecidos se dan cuenta plenamente de quien los ve. Es claro que el clarividente entrenado puede y debe ayudarlos a que busquen y encuentren la luz, la luz astral y pasen al otro lado: a la quinta dimensión.desdencarnacion

El fenómeno de los fantasmas tiene varias explicaciones. Muchas veces es la personalidad del difunto que deambula por los lugares que frecuentaba cuando vivía. En otras ocasiones serán los cuerpos lunares del fallecido que se hacen visibles y en algunas otras podría ser el cuerpo astral de alguien con quien haya cierta relación. Mientras el cuerpo físico duerme en su lecho, su doble astral se desdobla y visita al familiar o persona conocida.

María Magdalena y la mujer símbolo

Contenido:
Introducción
La tradición cristiana
La mujer símbolo
La prostitución sagrada
El Código Da Vinci
El cáliz y la lanza
Los Evangelios gnósticos
Su papel en el Drama Cósmico
Pistis Sophía

Introducción

En el Drama Cósmico que se repite año con año en Primavera y que se representa o conmemora durante la Semana Santa, cada personaje que en él interviene, representa un papel importante y tiene una significado íntimo que es importante aprender. Es así como lo explica la Psicología gnóstica: las multitudes que en el juicio del Señor y en su Viacrucis gritan crucifíquenle, no son de ayer, de un remoto pasado ubicado en Tierra Santa, sino que se encuentran en nuestra propia psiquis y representan a los elementos indeseables de nuestra conducta, a nuestro querido Ego que diariamente crucifica al Cristo íntimo.

En forma similar: los tres traidores: Judas, Pilatos y Caifás, representan en su orden, al demonio del deseo, al demonio de la mente y al demonio de la mala voluntad que llevamos dentro. Judas cede ante el deseo de recibir treinta monedas y vende al Cristo íntimo. Pilatos representa a nuestra mente que siempre se lava las manos y hace que nunca sintamos culpabilidad de nada. Ante cualquier error, inmediatamente encontramos a otro culpable, pero nunca a nosotros mismos. Caifás, el más perverso de todos los traidores, es nuestra mala voluntad, quien decididamente está dispuesto a asesinar al Cristo íntimo en forma similar a como lo explican las tradiciones de los masones ocurrió con los tres traidores de Hiram Abiff.

En forma similar y conforme se explica en la Ontología gnóstica, en el Drama cósmico, los apóstoles y discípulos del Señor, representan a lo mejor de nosotros mismos, es decir, a diferentes partes autónomas de nuestro propio Ser. De esta manera, entre otros discípulos: Pedro nos enseña los misterios sexuales, Juan el camino del amor, Andrés la muerte mística, Tomás la comprensión, Santiago la fabricación del oro alquimista y Martha la humildad.

A la luz de la Antropología Gnóstica: María Magdalena representa algo extraordinario y superlativo. María Magdalena se corresponde con la mujer símbolo, con la pareja del iniciado. Por ese motivo, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en la introducción de su obra: “El Matrimonio Perfecto”, explica lo siguiente: La moderna humanidad ha cometido el error de separar al gran Maestro Jesús de todos sus antecesores que como él también se cristificaron; esto ha perjudicado a la humanidad actual. Necesitamos comprender cada vez mejor que todas las religiones son únicamente una sola Religión. María, la madre de Jesús, es la misma Isis, Juno, Deméter, Ceres, Maía, etc., la Madre Cósmica o Kundalini (Fuego Sexual) del cual nace el Cristo Cósmico siempre. La María Magdalena es la misma Salambo, Matra, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus con la cual tenemos que practicar Magia Sexual para despertar el fuego. Y en su obra: «Las Tres Montañas«, leemos: El aura solar de la Mágdala arrepentida, está constituida por todas las esposas sacerdotisas del mundo. Bienaventurados los hombres que encuentren refugio en esa aura, porque de ellos será el reino de los cielos.

Tal como lo enseñan los estudios gnósticos estudiaremos a la gran iniciada de los misterios crísticos en menor grado desde la perspectiva histórica y en mayor grado en su aspecto simbólico. Procederemos así porque de acuerdo con el Cristianismo esotérico es más importante atrapar el hondo significado que se esconde tras personajes y pasajes del Evangelio. Menos importante para la conciencia sería que nos ocupáramos de la vida privada de los actores del Drama cósmico. El propósito del enfoque gnóstico es múltiple y holístico. Contribuye decididamente a entender los principios anímicos y espirituales de todas las formas religiosas. Pero en especial, a encontrar explicaciones importantes para la búsqueda del camino hacia la luz y las realizaciones íntimas.

Marta, María Magdalena y Jesús
Marta, María Magdalena y Jesús

La tradición cristiana

Durante siglos, en la tradición cristiana se asocia con propiedad a María Magdalena con una de las discípulas de Jesús y a quien el Señor liberó de siete demonios, tal como se lee en Marcos 16:9 y Lucas 8:2. El Nuevo Testamento la ubica claramente como testigo cercano de la muerte o desencarnación del Redentor del Mundo como se lee en Mateo 27:55-56. Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. También la ubica como una de las pocas personas que estuvo en su sepultura, tal como se lee en los siguientes versículos: Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro(Mt 27:59-61).

Además, el Evangelio de Marcos, la señala como la primera testigo de la Resurrección del divino rabí de Galilea: Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios (Mr 16:9).

El sublime momento del encuentro de Jesús resucitado con María Magdalena fue registrado también en los evangelios apócrifos. Es así como en la página 110 de los “Textos apócrifos del Nuevo Testamento«, recopilados por James Carter y publicados por Editorial Sirio, podemos leer el siguiente pasaje del Evangelio de Pedro: “1. Al rayar el alba, María Magdalena, discípula del Señor, tomando consigo a varias de sus amigas, fue con ellas al sepulcro en que aquél había sido depositado. 2. Y eligió esa hora por temor a los judíos, que estaban inflamados de cólera; por eso ella no había hecho, sobre el sepulcro del Señor, lo que las mujeres acostumbran a hacer con los muertos y con los seres queridos. 3. Y las visitantes temían que los judíos las viesen, y decían: «Aunque el día en que se crucificó no hayamos podido llorar y lamentarnos, hagámoslo ahora, al menos sobre su sepulcro…”.

Sin embargo, la tradición la identifica también con María de Betania: la hermana de Marta y de Lázaro, la misma María que recibía enseñanzas especiales de Jesús, como se lee en los siguientes versículos: Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Lc 10:38-42).

Es María de Betania, quien ungió al Señor unos días antes de la Pascua, como se lee en el Evangelio de Juan: “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume”(Jn 12:1-3).

Pero el atributo más controversial de todos

aquellos con los que se ha identificado en la historia cristiana a María Magdalena, es el de la pecadora arrepentida o de prostituta. Sin duda, esta suposición fue tomada al asociarla con la mujer que perfumó al Señor en casa del fariseo, como también del encuentro con la mujer adúltera.

Mujer unge los pies del Señor
Mujer unge los pies del Señor

Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. (Lc 7:36-38).

El pasaje de “la mujer adúltera«, es narrado así en el Evangelio: “ y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.(Jn 8:1-11).

Cristo y la mujer adúltera -Pieter Van Lint
Cristo y la mujer adúltera -Pieter Van Lint

Es oportuno reflexionar acerca de este extraordinario ejemplo de redención. Es evidente que el adulterio es un error muy grave y para los creyentes constituye un pecado mortal. Sin embargo, el vicio de la fornicación es más grave aún. Es el pecado original como se intuye en la advertencia de Jehová: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás
. (Gn 2:16-17). Por eso motivo Pablo advierte: Huyan de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 6:19 ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes…?. (1 Co 6:18-19).

La mujer símbolo

Históricamente no está claro si María Magdalena es la misma protagonista de los pasajes dedicados en el Evangelio a María de Betania, como también de “la pecadora”. En los años recientes, ha sido motivo de intensa polémica y argumentos a favor y en contra. Desde el punto de vista del esoterismo gnóstico, lo más importante es que ella o ellas representan tres componentes de un mismo todo: a la mujer símbolo.

Virgen Negra -Nuestra señora dee la Anunciación -Moulins, Francia
Virgen Negra -Nuestra señora dee la Anunciación -Moulins, Francia

Margaret Starbird en su obra: “La Diosa en los Evangelios” publicada en español por Obelisco, plantea la tesis de que el culto a la Virgen negra, muy extendido en gran parte del Mundo en la antigüedad y el Medievo está asociado con María Magdalena y tiene su presencia más recurrente en el sur de Francia. Starbird señala que ahí, en el corazón de Francia, se ubica la abadía de Santa Magdalena en Vézelay, en donde se encuentra un altar especial dedicado a Magdalena (…) Allí se alza serena, vestida con gracia, los largos cabellos flotando bajo el velo, los brazos extendidos y las manos unidas, sujetando el cáliz ligeramente inclinado sobre la parte inferior del cuerpo. Es un cáliz lo que estrecha contra su cuerpo, en lugar del tradicional frasco de alabastro. En Vézelay, Magdalena sujeta el Santo Grial en una pose que evoca a una madre acariciando a su hijo no nacido. (Op. Cit. P.25).

Las representaciones que hacían los primeros cristianos de la Virgen con el Niño se parecían a las imágenes mucho más antiguas de la diosa egipcia Isis, la hermana-novia de Osiris, con el niño sagrado Horus, el dios de la luz, en sus rodillas. La poesía ritual correspondiente al culto de Isis y Osiris se asemeja al Cantar de los Cantares, en algunos lugares palabra por palabra. En el mundo antiguo, tanto las diosas de la Luna como las de la Tierra solían ser de color oscuro para representar el principio femenino en yuxtaposición con lo solar/masculino, en un dualismo habitual en las civilizaciones mediterráneas primitivas. Numerosas diosas se representaban negras, como Inanna, Isis, Cibeles y Artemisa, por nombrar sólo unas cuantas. Para los primeros cristianos, la diosa en los evangelios era María Magdalena, cuyo epíteto quería decir «elevada» o «atalaya/fortaleza». Como demuestran los códigos numéricos del Nuevo Testamento, la honraban como la compañera de Cristo…. (Ibid P.28 y 29).

María Magdalena -Sevilla
María Magdalena -Sevilla

Con sus palabras, Starbird asocia a María Magdalena con Isis y otras diosas, con el Santo Grial y la define como la pareja de Jesús. En relación con el Cáliz sagrado, Manuela Dunn Mascetti en su obra: “Diosas la canción de Eva”, publicada en español por Malsinet, al referirse a las sacerdotisas de la Luna y el culto celta al Santo Grial, afirma en la página 181 lo siguiente:

“Beber del cáliz garantiza la regeneración según el rito arcaico y significa participar de la sangre del rey, el amante de la diosa, que había sido sacrificado. El rey de la leyenda celta no está ni vivo ni muerto, sino que se encuentra suspendido en un estado intermedio entre la vida y la muerte, y así continuará hasta que el misterio del Grial sea revelado a un hombre mortal que haya logrado la iluminación redentora y regeneradora a través del valor y la perseverancia. Hallar el Grial es una empresa sagrada; simboliza el encuentro con nuestra propia luz, esa luz que ilumina nuestra conciencia la que nos redime del ciclo eterno de nacimiento, vida y muerte, y nos transporta a la luz eterna y santa. El misterio del recipiente es el misterio de la diosa. Ella encarna el principio de la vida eterna, reflejado en la mujer y, por lo tanto, en todos los humanos. Su poder es de tipo regenerador, ella es la que rompe el encantamiento de la rueda cíclica a la que todos los humanos estamos atados”.

“El culto a la diosa simbolizaba la búsqueda por parte del hombre de la esencia de su alma. Su mito es eterno, pues está profunda e instintivamente vinculada al destino de la humanidad. Sólo a través de la conciencia del poder femenino de recibir y producir, una y otra vez, la humanidad alcanzará por fin la liberación definitiva”.

Dunn y Starbird coinciden en el poder que da la unión hombre-mujer simbolizada en el Cáliz y la unción en Betania: “La unción de Jesús en los Evangelios es una representación de los ritos del culto de la fertilidad vigentes en Oriente Medio en la antigüedad. Al verter el precioso ungüento de nardo sobre la cabeza de Jesús, la mujer que, según la tradición, se identifica como «la Magdalena» («la grande»), realizó un acto idéntico al rito matrimonial del hieros gamous, el rito de la unción del Novio/Rey elegido por parte de la representante real de la Gran Diosa”.

Basílica de Santa María Magdalena, Vezelay, Francia.
Basílica de Santa María Magdalena, Vezelay, Francia.

“Las partes más importantes de esta historia, que figura en los cuatro Evangelios cristianos, recuerdan los mitos que se festejan en los cultos paganos de la fertilidad en Oriente Medio, como los de Tammuz, Dumuzi y Adonis. En los rituales paganos en torno a los mitos antiguos, la diosa (la hermana/novia) va a la tumba del jardín para llorar la muerte de su novio y se alegra al ver que ha resucitado. «El amor es más poderoso que la muerte» es la conmovedora promesa del Cantar de los Cantares y la poesía amorosa similar de Oriente Medio, que celebran estos ritos antiguos del matrimonio sagrado”. ( Margaret Starbirdl. Op. Cit. P. 48 y 49).

La prostitución sagrada

Y en relación con el papel de mujer adúltera o prostituta que se le asigna en la tradición a María Magdalena, Shahrukh Usain, en su obra: “La diosa”, publicada en español por Evergreen da una interesante explicación a lo que se denomina la “prostitución sagrada”. Es así como en el capítulo titulado: “La vida sexual de la diosa”, página 92, se lee: la sexualidad de la diosa fue muy valorada y respetada: se representaba en los dramas rituales, era emulada por las sacerdotisas e imitada por sus seguidores en rituales orgíásticos. Además, la vida sexual de la diosa sentó las bases del sistema de prostitución sagrada de las sociedades en las que la copulación formó parte de la representación sacramental del divino acto de la creación.

Más adelante, en la página 98, Usain explica que: “La prostitución sagrada fue una extendida y honrosa forma de culto religioso en muchas civilizaciones antiguas –como Oriente Próximo, Grecia y Roma – y restos de esta práctica perduran en la India moderna, donde el culto a la diosa no ha desaparecido. Los apelativos de la prostituta, llamada devadasi en India y hieródula en Grecia, indican que se trata de la «sierva de la divinidad»…”

En la página 100 de su obra Husain explica que en ciertas religiones de los últimos tiempos, se optó por denigrar a la diosa (podríamos inferir que por supremacía de género): “El modo más evidente de atacar a la divinidad femenina consistió en criticar a sus sacerdotisas, que a menudo eran prostitutas, y en negar la santidad del sexo, que desempeñó un papel tan importante en el culto a la diosa”. Sostiene además Husain que “María Magdalena parece la antítesis de la madre de Cristo, la encarnación del elemento sexual totalmente erradicado de la naturaleza de la virgen”. (Op cit. P. 106).

Cena en Betania
Cena en Betania

Husain, explica además el culto a la sexualidad de la Gnosis desde los tiempos antiguos: María Magdalena es una de las figuras fundamentales del gnosticismo, antigua filosofía mística que se basó e influyó profundamente en el cristianismo de los siglos II y III… En tanto ramera arrepentida, Magdalena estaba versada en los conocimientos mundanos y como confidente o, según algunas tradiciones, consorte de Cristo, era el receptáculo de la sabiduría espiritual… los gnósticos intentaban unirse con Dios mediante un aprendizaje intensivo y una apasionada devoción equiparable al amor sexual, de donde viene la condena de la veneración de la cópula por parte de los padres de la Iglesia. (Ibid P. 107).

El Código Da Vinci

Dan Brown en su famoso Best seller popularizó mundialmente las leyendas francesas asociadas con María Magdalena y nos plantea una perspectiva distinta y novedosa para estudiar “La Última Cena” de Leonardo Da Vinci: “Ahora, por fin, el fresco ha vuelto a verse como lo pintó Leonardo, y se ha dejado sólo la capa de pintura que él empleó. Et voilá. Sophie se acercó más a la imagen. La mujer a la derecha de Jesús era joven y de aspecto puro, con un rostro discreto, un hermoso pelo rojizo y las manos entrelazadas con gesto sereno. «¿Y esta es la mujer capaz de destruir ella sola la Iglesia?»
—¿Y quién es? —preguntó.
—Esa, querida, es María Magdalena.
—¿La prostituta?
A Teabing se le cortó la respiración, como si aquella palabra le hubiera insultado personalmente.
—Magdalena no era eso que dice. Esa desgraciada idea errónea es el legado de una campaña de desprestigio lanzada por la Iglesia en su primera época. Le hacía falta difamar a María Magdalena para poder ocultar su peligroso secreto: su papel como Santo Grial.
—¿Su papel?

La última cena -Leonardo Da Vinci
La última cena -Leonardo Da Vinci

—Como he dicho —aclaró Teabing—, la Iglesia primitiva necesitaba convencer al mundo de que Jesús, el profeta mortal, era un ser divino. Por tanto, todos los evangelios que describieran los aspectos , «terrenales» de su vida debían omitirse en la Biblia. Por desgracia para aquellos primeros compiladores, había un aspecto «terrenal» especialmente recurrente en los evangelios: María Magdalena. —Hizo una pausa—. Y, más concretamente, su matrimonio con Jesús. —¿Cómo dice? —Sophie miró un instante a Langdon. —Está documentado históricamente. Y no hay duda de que Leonardo tenía conocimiento de ello. En La última cena prácticamente le está gritando al mundo que Jesús y Magdalena son pareja”.

Y más adelante Dan Brown acude a los Evangelios gnósticos para fundamentar sus argumentos: “Teabing dio finalmente con un ejemplar enorme. Tenía las cubiertas de piel y era de gran tamaño, como uno de esos grandes atlas. En la tapa se leía el título: Los Evangelios Gnósticos. Lo abrió y Langdon y Sophie se acercaron a él para verlo mejor. Sophie veía que contenía fotografías de lo que parecían ser pasajes ampliados de documentos antiguos, papiros deteriorados con textos manuscritos No reconocía la lengua en que estaban escritos, pero en las páginas de la izquierda estaban impresas las traducciones. Son las copias de los rollos de Nag Hammadi y del Mar Muerto de los que hablaba antes. Los primeros documentos del cristianismo. Curiosamente, no coinciden con los evangelios de la Biblia. —Fue pasando hojas y, más o menos hacia la mitad del libro señaló un párrafo—. El evangelio de Felipe es siempre un buen punto de arranque. Sophie lo leyó”.

El cáliz y la lanza

Longinos, lanzada a Jesucristo -Rubens
Longinos, lanzada a Jesucristo -Rubens

Es oportuno explicar que para en la divina Gnosis, se veneran muy especialmente dos reliquias santas asociadas con el drama del Gólgota y por qué no decirlo: con la sexualidad sagrada, con el tantrismo blanco. Estas reliquias son el cáliz y la lanza que se corresponden con los misterios del lingam-yoni.

Para explicar un poco más el profundo significado fálico de la lanza sagrada, el Kalki Avatar, en el capítulo titulado: “La lanza esotérica” de su obra “El Misterio del Aureo florecer” explica: “La lanza esotérica crística del Santo Grial y la pagana asta de los pactos mágicos, ostentada por Wotan, es una misma pica bendita tenida por sagrada en todos los pueblos desde la más remota antigüedad.

Sea en verdad, por tener un carácter fálico y simbólico del poder sexual viril, sea por tratarse de la arcaica arma de combate que en el amanecer de la vida pudo imaginar el hombre, es lo cierto que el asta romana era, como es sabido, algo así como la Balanza de la Justicia, presidiendo a todas las transacciones jurídicas del primitivo derecho quiritario o de la lanza (Kyries), y muy especialmente a las nupcias, entre los que gozaban del derecho de ciudadanía, por cierto muy preciado.

Y al referirse a las tradiciones relacionadas con el Santo Grial, el Avatar de la Era de Acuario, en el capítulo titulado: “El cáliz y la lanza” de su obra: “El Parsifal develado”, explica ampliamente en qué consiste esta reliquia santa y su hondo significado: “Se nos ha dicho que el gran cáliz estuvo en poder de Abraham; se nos informa que Melquisedec, el genio de la Tierra o Changam -como también se le llama-, lo llevó del país de Semíramis a la tierra fecunda de Canaán; Esto sucedió en aquella época en que nuestro regente planetario empezó algunas fundaciones, en el bendito lugar donde más tarde estuvo Jerusalén la ciudad querida de los profetas”.

“Antiguas tradiciones que se pierden en la noche de los siglos, afirman que Melquisedec lo utilizó litúrgicamente cuando celebró el sacrificio en que ofreció el pan y el vino de la transubstanciación en presencia de Abraham y que se lo dejó a ese Patriarca. Algunas leyendas viejísimas aseguran enfáticamente que este vaso Divinal estuvo también en el arca de Noé. No está de más asegurar que esta venerada reliquia fue llevada a Egipto y que Moisés la poseyó”.

“Estaba hecha de una materia muy singular, compacta como la de una campana y francamente no tenía el aspecto de haber sido trabajada como los metales; más bien parecía ser el producto de una especie de vegetación. La reina de Saba sometió al rey Salomón a muchas pruebas antes de hacerle depositario de tan sublime reliquia. El Gran Kabir Jesús el Cristo, la tuvo en su poder cuando celebró la última Cena y en tal vaso bebió el vino de la Santa Eucaristía”.

“El senador romano José de Arimatea, al pie de la cruz en el Calvario, recogió en esa copa las gotas purpurinas de sangre que manaban de las heridas del Adorable. Dicen las tradiciones que el mencionado senador, inteligente y sabio cual ninguno, supo guardar secretamente tan preciado tesoro. El precio de su sagrado celo resultó muy caro, pues al negarse aquel varón a entregar a la policía romana el vaso sacrosanto y la lanza de Longinos, fue entonces hecho preso”.

“Muchos años después, José de Arimatea, ya libre, portando las santas reliquias se fue a Roma en busca de cristianos, más viendo las persecuciones que allí existían, continuó su camino por las regiones del Mediterráneo. Dicen las escrituras antiguas, que una noche en sueños fue visitado el viejo Senador por un ángel quien le dijo: «Ese vaso tiene un poder magnético muy grande, pues en él está contenida la sangre del redentor del mundo, entiérrala allá». «Entonces aquel anciano vio el templo de Montserrat en Cataluña, España«. José de Arimatea concluyó su terrible misión guardando en tal templo estas arcaicas reliquias.”.

Los Evangelios gnósticos

María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano
María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano

En la tercera edición de la versión de “Los Evangelios gnósticos«, compilados por David Gerz, y publicada por Editorial Sirio, encontramos una referencia de María Magdalena que establece su gran linaje y a la vez la vincula con la tradición esotérica de las Tres Marías. El párrafo en cuestión se encuentra en el Evangelio de Felipe, página 81: 33. Había tres Máriames que caminaban todo el tiempo con el Amo: su madre, su hermana y la Magdalena, ella que es llamada su pareja. Así su verdadera Madre, Hermana y Pareja, también se llama Máriam.

Más adelante en el Evangelio de Felipe, página 83 de la obra citada se lee: Y la pareja de Cristo es Máriam Magdalena. El Amo amaba a Máriam más que a todos los demás discípulos, y él la besaba a menudo en su boca. Le dijeron: ¿Por qué la amas a ella más que a todos nosotros? El Salvador respondió: ¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?

El amor entrañable del Señor a María Magdalena y la capacidad de ella por comprender su enseñanza provocó más de alguna discusión entre los discípulos, como el siguiente párrafo que se encuentra en el capítulo 25 de Pistis Sophía: “.Y cuando Jesús terminó de decir estas palabras a sus discípulos, les dijo: ¿Comprenden la forma en que discurro con ustedes?.
Pedro se adelantó y dijo a Jesús: Mi Señor, no soportaremos a esta mujer, pues nos quita la oportunidad y no nos ha dejado hablar a ninguno de nosotros, ya que discurre muchas veces.
Y Jesús, respondiendo, dijo a sus discípulos: Dejen que aquél en quien habrá de agitar el poder de su espíritu se adelante y hable, para que comprenda lo que dijo…”.

En las páginas 43 y 44 de la versión del Evangelio de María que forma parte de los “Textos Apócrifos del Nuevo Testamento” compilada por James Carter y publicada por Editorial Sirio, se encuentra el capítulo V en el que se lee un pasaje por demás interesante en el que se narra un diálogo entre los discípulos después de que el Maestro les diera la instrucción de predicar el Evangelio y se marchó. Ahí se lee lo siguiente:

“1. Pero ellos quedaron apesadumbrados. Lloraban tristemente lamentándose: «¿Cómo iremos a los gentiles y predicaremos el Evangelio del Reino del Hijo del Hombre? ¿Si no le hicieron caso a él, cómo nos van a hacer caso a nosotros?». 2. Entonces María se puso de pie, saludó a todos sus hermanos y les dijo: «No lloréis, no os apenéis y no seáis temerosos, porque Su Gracia estará totalmente con vosotros y os protegerá. 3. »Por lo tanto alabemos Su grandeza, porque Él nos ha preparado y nos ha enviado a los hombres». 4. Después de que María hubo dicho esto, sus corazones se volvieron hacia el Bien, y empezaron a discurrir las palabras (del Salvador). 5. Pedro dijo a María: «Hermana, sabemos que el Salvador te amó más que al resto de las mujeres. 6. »Dinos las palabras del Salvador que recuerdes, las que sabes pero que nosotros ni tenemos ni hemos oído». 7. María contestó, diciendo: «Lo que esté oculto a vosotros yo os lo mostraré». 8.Y empezó a hablarles con estas palabras: «Yo vi al Señor en una visión y le dije: “Señor, te vi hoy en una visión”. Él contestó y me dijo: 9. »”Bendita eres porque no flaqueaste al verme. Porque donde está la mente está el tesoro”.

Más adelante, en el capítulo 9, página 46 y 47 viene una discusión muy complicada: “1. Cuando María hubo dicho esto, quedó en silencio, pues hasta ahí el Salvador le había hablado. 2. Pero Andrés respondió y dijo a los hermanos: «Decid lo que queráis sobre lo que ella ha contado. Yo no creo que el Salvador haya dicho esto. Porque ciertamente estas enseñanzas son ideas extrañas». 3. Pedro respondió y habló sobre estas mismas cosas. 4. Les preguntó acerca del Salvador: «¿Realmente habló de forma privada con una mujer y no abiertamente con nosotros? ¿Vamos a preocuparnos y a escucharla a ella? ¿Acaso Él la prefirió a nosotros? ».

Continúa el diálogo de esta manera: “5. Entonces María se echó a llorar y preguntó a Pedro: «Hermano mío, Pedro, ¿qué piensas? ¿Piensas que he inventado todo esto o que estoy mintiendo acerca del Salvador? ». 6. Leví se levantó y dijo a Pedro: «Pedro, siempre has sido acalorado. Ahora veo que estás enfrentándote contra esta mujer como si fuera un adversario. 7. »Pero si el Salvador la consideró digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Seguramente el Salvador la conoce muy bien. Por eso la amó a ella más que a nosotros. Por lo tanto deberíamos avergonzarnos, adoptar al hombre perfecto, separarnos como nos ordenó y predicar el Evangelio, no poniendo otra regla ni otra ley más allá de lo que el Salvador dijo». 8. Después (…) empezaron a proclamar la palabra y a predicar”.

Para muchos estudiosos la discusión entre Pedro y María Magdalena, como también el puñal de Pedro en la “Cena de Da Vinci” define la lucha entre la Iglesia fracasada y la Iglesia militante. El Avatar de la nueva Era en su obra: “La magia de las runas” explica que: Existen tres Iglesias: Primera, la triunfante; representada brillantemente por los pocos caballeros del Grial que han resistido puros; segunda; la fracasada, la de aquellos que aborrecen la Piedra iniciática; tercera; la militante, la de esos otros que como María Magdalena, Pablo de Tarso, Kundry y Anfortas, todavía se revelan contra el fuego luciferino, seductor.

Su papel en el Drama Cósmico

María Magdalena, embarazada y al pie de la cruz
María Magdalena, embarazada y al pie de la cruz

Richard Wagner en su opera El Parsifal, le otorga a Kundry, atributos similares a los de María Magdalena. En dicha obra, Kundry, lleva al rey del Grial un pomo de cristal que contiene un bálsamo maravilloso para sanar su adolorido corazón. En esta ópera maravillosa, Kundry intuye que solo puede liberarse del poder tenebroso del mago negro Klingsor si en su camino encuentra un hombre fuerte capaz de vencerse a sí mismo y de rechazarla.

El Buda Maitreya en el capítulo titulado: “El Tercer acto” de su obra: “El Parsifal develado”, escribió lo siguiente: «Entre ambos conducen a Parsifal hasta el borde de la fuente, mientras Kundry le desata las grebas y le baña los pies, al par que el ermitaño le despoja de las viejas vestiduras negras del dolor y de la lucha, dejándole sólo en la blanca túnica del neófito que es la nueva túnica de la pureza, expurgado ya todo viejo fermento de pecado, que diría San Pablo».

«KUNDRY, luego, unge los pies del elegido, vertiendo sobre ellos el contenido de un pomito de oro que ocultaba en su seno.»Cual nueva Magdalena, le seca con sus propios cabellos, a tiempo que Gurnemanz le unge también la cabeza como a futuro rey, bautizándole como redentor del Grial, y como a sapiente por la compasión»… «El inefable idilio comúnmente llamado Los encantos del Viernes Santo, resuena entonces triunfal en el espacio, saludando gozoso al Redentor, en medio de la dicha augusta del monte y la floresta, donde todo sonríe al aproximarse el momento supremo de la liberación»…

Ampliando un poco más lo que venimos exponiendo, el Buda Maitreya, en el capítulo 17, titulado: “Bel y su revolución” del libro: «La Revolución de Bel«, explica lo siguiente:
“Todo en la vida es solo cuestión de costumbres. Un fornicario es un sujeto que acostumbró sus órganos genitales a cohabitar intensamente; pero si ese mismo sujeto cambia la costumbre de cohabitar por la costumbre de no cohabitar, entonces se transforma en un casto. Tenemos por ejemplo el caso asombroso de María Magdalena, la famosa prostituta; María Magdalena vino a ser la famosa Santa Magdalena, prostituta arrepentida. María Magdalena vino a ser la casta discípula del Cristo”.

Es en ese sentido que el Presidente fundador de las instituciones gnósticas de la actualidad, explica en su obra: «Rosa Ignea» lo siguiente: “Aunque parezca increíble, las Marías Magdalenas, están mas cerca de la iniciación, que muchas doncellas. Aunque se le haga raro al estudiante, a veces está más cerca de la iniciación aquel que todos señalan con el dedo y acusan, que aquel santurrón que sonríe dulcemente ante el auditorio de una logia o templo. Pablo de Tarso, fue un verdugo y un asesino antes del acontecimiento que le sobrevino en su camino a Damasco. La instantánea transformación de este hombre, sorprendió a los Santos de Jerusalén. El malvado se convirtió en Profeta. Este es el misterio del Bafometo”.

María Magdalena llena de amor por Jesús, representa el papel de Kundry adorando a Parsifal, a Isis como esposa de Osiris a Shakty, esposa de Siva y a todas las divinas parejas del mundo. América no es la excepción y en el culto azteca encontramos a Quetzalpetatl como hermana y pareja de Quetzalcoatl. En forma similar, algunos estudiosos afirman que Ixbalanqué o Xbalamque, no es el hermano, sino la hermana y pareja de Hunahpú (Junajpu) en el Popol Wuj de los quichés de Guatemala.

En este sentido en las notas a su versión del “Popol Wuj publicadas separadamente por Cholsamaj y F&G editores, Sam Colop asocia a Junajpu con el Sol y a Xbalamque con la Luna. En el Popol Wuj: Xbalmque reconstruye la cabeza de Junajpu después que fue decapitada por el dios murciélago: Camazotz y al final de este formidable mito Junajpu se convierte en el Sol e Xbalmque en la Luna.

María Magdalena es la pecadora arrepentida, la mujer tan indispensable para la gran Obra que nos aclara lo imposible que resulta para un hombre o para una mujer, el intentar la Auto Realización Íntima del Ser en la soledad, en ausencia de la pareja creadora. Del Paraíso salimos en pareja y en pareja deberemos de volver. El venerable maestro Samael, nos explica que: El varón necesita de una María Magdalena para trabajar en la Novena esfera y lograr la Resurrección. Ser salvado y salvar a Kundry, Magdalena, es algo grandioso. Gundrigia tentadora, Magdalena, Kundry, serás perfeccionada en todos los misterios de lo Alto, más que todos tus semejantes.

El entrañable amor de Magdalena por Jesús se sintetiza en dos momentos. El primero cuando Jesús es condenado a muerte, como lo explica el V.M. Samael en «Apuntes secretos de un Gurú«: Maria Magdalena se llenó de terror cuando oyó el silbido del foat y escuchó la palabra «tibo» «tibo» «tibo», que sentenciaba al Cristo a la tragedia del Gólgota. «Maria» estaba al pie de una muralla cuando escuchó con sus oídos espirituales la sentencia terrible. Es por eso que María Magdalena resplandece y resplandecerá terriblemente divina.

Asimismo en el momento inefable de la Resurrección, como lo explica el Cristo rojo de Acuario en su obra: “Las Siete palabras”: Durante esta santa Cuaresma, el iniciado no siendo un demonio, está rodeado de demonios. Por ello es que cuando María Magdalena, después de exclamar: «¡Rabboni, Rabboni!», quiso tocar al Maestro, dísele Cristo: «No me toques, porque aun no he subido a mi Padre; más ve a mis hermanos, y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios» (Vers. 17, Cáp. XX, San Juan).

Así pues, Cristo le dijo a María Magdalena: «No me toques», porque el cuerpo astral del Maestro estaba rodeado de demonios. María Magdalena amaba entrañablemente al divino rabí de Galilea, y cuando ella, estando de pie, recostada sobre un muro, escuchó la palabra terrible «¡Tibo!, ¡Tibo, ¡Tibo!», que condenaba al Cristo a pasar por el acontecimiento del Gólgota, se llenó de indecible terror.”

Pistis Sophía

María Magdalena, calavera y crucifijo
María Magdalena, calavera y crucifijo

En el libro cumbre del Gnosticismo Universal, encontramos diversos pasajes que evidencian la elevada estatura iniciática de María Magdalena al recibir e interpretar las enseñanzas del Señor: En el capítulo 17, leemos: “Entonces cuando María oyó al Salvador decir estas palabras, se quedó mirando fijamente el espacio durante una hora. Y les dijo: Señor, permíteme hablar abiertamente. Y Jesús, compasivo, contestó a María: María, bendita eres, a quien perfeccioné en todos los misterios de lo alto, habla abiertamente porque tu corazón es elevado al reino de los cielos más que todos tus semejantes”.
En el capítulo 19, del Pistis Sophía, podemos leer: “Sucedió que cuando María había concluido diciendo estas palabras, Jesús dijo: Bien dicho María, porque tú eres bendita entre todas las mujeres de la tierra y porque serás la plenitud de todas las plenitudes y la perfección de todas las perfecciones”.

En dicho capítulo se lee: “Cuando María oyó al Salvador decir estas palabras, se impresionó grandemente y se acercó a Jesús, se postró ante él, veneró sus pies, y le dijo: Señor, escúchame, que deseo preguntarte sobre lo que has dicho, antes de hablarnos sobre las regiones donde has ido. Jesús le contestó a María diciendo: Habla con libertad y no temas, todas las cosas que tengas en duda, te las revelaré”

El maestro Samael explica que: “em>siempre Kundry se arroja a los pies de Parsifal para manifestar su amor y obediencia. El Jesús-Cristo íntimo revela a Magdalena los misterios.

En el capítulo 24 del Pistis Sophía leemos: “María, la honesta en su discurso y la bendita, fue hacia delante, cayó a los pies de Jesús y dijo: Mi Señor, permíteme hablar delante de ti y no te indigne que frecuentemente te moleste interrogándote. El Salvador, lleno de compasión, respondió diciendo a María: Habla lo que desees y yo me revelaré a ti abiertamente”.

Asimismo en el capítulo 25 del Pistis Sophía y ante una nueva pregunta: “Jesús respondió a María diciéndole: Bien dicho María, interrogas bien con tu excelente pregunta y arrojas luz en todas las cosas con segura precisión. Por tanto, desde ahora en adelante no te ocultaré nada, sino que te revelaré todas las cosas con seguridad y franqueza”.

Finalmente, en el capítulo 60 del Pistis Sophía, leemos: “María Magdalena interpreta el Misterio con el Salmo LXXXIV. María se adelantó de nuevo y dijo: «Mi Señor, comprendo lo que dices. En cuanto a la solución de estas palabras, tu luz profetizó anteriormente a través de David en el Salmo ochenta y cuatro, diciendo: -La Gracia y la Bondad se encontraron, y la Virtud y la Paz se buscaron una a otra. -La Verdad brotó de la tierra y la Virtud miró hacia abajo, desde el cielo.» Y a continuación da su interpretación de estas palabras y a lo cual, en el capítulo 61, el divino redentor del mundo le responde: “Y sucedió, cuando Jesús escuchó estas palabras, que dijo: «Bien hablado, María la bendita, que heredarás todo el reino de la luz.» En el capítulo 62. Jesús resucitado vuelve a llamar a María Magdalena: “heredera del Reino de la Luz