San Jorge y el dragón

En la leyenda de san Jorge y el dragón se narra que una ciudad en oriente, estaba asediada por un terrible dragón que se ocultaba en un gran lago. El monstruo despedía un terrible hedor que infestaba todos los alrededores. Había que alimentarlo para que no fuese a reclamar su comida a la ciudad.

Al principio, los habitantes le entregaban cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre, a fin de que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear, se decidió enviar cada día a una doncella y un cordero. Poco a poco se fueron entregando las doncellas del reino a su terrible encuentro con el dragón hasta que un día fue la princesa la escogida para acompañar al cordero. De camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y este, mató al dragón, clavándole su lanza y así rescató a la princesa de una muerte segura. En algunas versiones de la leyenda, San Jorge, primero domina al dragón y al tenerlo vencido le pidió a la doncella que atara con su cinturón a la bestia.  De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero le entregó a la princesa.

Perseo, Andrómeda y el monstruo marino

Es claro que en todas las cosmogonías se representa la misma lucha, relacionadas con el trabajo interior que cada uno de nosotros debe realizar. Así, la lucha de san Jorge con el dragón, es similar a la que se describe en la leyenda de San Miguel arcángel y el dragón. En la leyenda griega, es Perseo, quien vence a un monstruo marino y libera a la princesa Andrómeda.

Podemos decir que los mitos, en cierta medida, tienen un esqueleto, una serie de motivos que se suelen repetir, formando una especie de cadena de eventos. A veces el orden de estos se cambia o se altera el momento, produciéndose variaciones sobre el tema. Esto no ocurre solo con cuentos de una misma cultura o tiempo, sino de culturas diferentes. Así, uno de estos ejemplos es la semejanza entre el mito grecolatino de Perseo y el japonés de Susanoo.

Perseo es un héroe del linaje de Zeus, hijo de Dánae y abuelo de Heracles, cuyo mayor logro es la decapitación de la Gorgona Medusa. Libera a Andrómeda, que es hija del rey Cefeo y de Casiopea; ésta había sido atada a un peñasco como castigo por la hybris de su madre, la cual osó comparar su belleza con la de las Nereidas, o, en otras versiones, con la de la propia Hera. Las Nereidas, hijas de Posidón, enfurecidas, piden venganza a su soberano padre. Así pues, el colérico dios envió un monstruo marino a las tierras de Cefeo, a Etiopía, y empezó a asolar sus tierras por medio de terribles inundaciones. Consternados ante tal catástrofe y tras consultar el oráculo de Amón, ofrecen a la hija de Casiopea como sacrificio, atándola a una roca junto al mar. Perseo, después de matar a Medusa y ataviado con las sandalias aladas de Mercurio, sobrevolaba Etiopía y pudo ver a Andrómeda. Enamorado a primera vista, pregunta al padre por su mano y éste le cuenta al griego la situación. Perseo se ofrece a liberarla a cambio de casarse con ella. Sin aparente dificultad, mata al monstruo gracias a las armas con las que se había enfrentado a la Gorgona, y consigue la mano de Andrómeda.

Santa Margarita y el dragón

Otras leyendas similares a la de san Jorge y el dragón, son las de María Magdalena o de Marta, su hermana, venciendo al dragón “Tarasca” en Provenza, Francia. En dicha leyenda, se cuenta que Magdalena ata con el cinturón de su vestido al monstruo y lo lleva a la ciudad vencido. En otros giros de la leyenda, es su hermana Marta quien vence al dragón. La intervención del cinturón en las leyendas, nos lleva al noveno trabajo de Hércules relacionado con el cinto de Hipólita y que explica ampliamente el Avatar de Acuario en Las Tres Montañas.

No podemos dejar de mencionar la leyenda de santa Marina o Margarita de Antioquía, quien fuera devorada por un dragón debido a que no quiso sucumbir al acoso del gobernador Olibrio. Sin embargo, con el crucifijo en la mano, la santa logra rasgar el vientre de la bestia, liberarse y vencerla. Es obvio que detrás de la leyenda, se esconde la victoria sobre la tentación sexual. Las distintas fuentes con particulares variantes retratan los terribles martirios a que San Jorge es sometido hasta que finalmente es decapitado. Aquí nuevamente hay paralelismos: Margarita de Antioquía, también fue decapitada y recordemos también la decapitación de Juan Bautista y el famoso decapitado de Chichén Itzá y los códices mayas.

La captura del vellocino de oro y el dragón íntimo en la leyenda

La Gnosis eterna y universal, con la poderosa herramienta de la religión comparada, la simbología universal y la revelación por intuición, nos ayuda a develar todo el simbolismo escondido detrás de la victoria de san Jorge y otros héroes, como Sigfrido y el dragón en las leyendas alemanas o de Jasón (Iason -IAO) y sus argonautas, míticos héroes griegos entre quienes estaba Teseo, Orfeo y el mismísimo Hércules, quienes viajaron en el navío Argos para la conquista del vellocino de oro custodiado por el dragón de la isla Cólquida (IAO) y heroínas o mujeres heroicas, como Magdalena, Marta o Margarita; sobre el dragón. Las aguas hediondas, el lago infestado, el cordero, la lanza y la rosa, de la cual mucho nos explica el maestro Huiracocha en su obra Rosa esotérica y de Samael Aun Weor en su obra Tratado de Medicina Oculta.

En el mito de Jasón y los argonautas, Jasón preguntó al rey Aetes si le daba permiso para llevarse el Vellocino de Oro. La única condición que éste le impuso fue que debía poner bajo un yugo, para que arasen, a dos bueyes que echaban fuego por la boca. Después debería hacer un surco en la tierra para sembrar dientes de dragón y poner a sus pies a los hombres que naciesen de esas semillas infernales. Aetes pensó que se trataba de una tarea imposible, sin tener en cuenta que su hija Medea, una adivinadora de gran talento, se enamoraría perdidamente del héroe y le daría un ungüento mágico que le inmunizaba frente a las llamaradas que emanaban de la boca de los bueyes, además de aconsejarle lanzar una piedra a los guerreros que brotasen de la tierra antes de empezar a luchar contra ellos. Todo salió según los planes de Medea y Jasón pudo llevarse el Vellocino de Oro del bosque sagrado. Derrotar al dragón que vigilaba el bosque no fue un problema, gracias a que Medea le había dado a Jasón unas hierbas mágicas que hicieron que el monstruo quedase dormido casi de inmediato.

El cine y la televisión han nutrido sus propuestas con diversas películas de inspiración mitológica. Así en producciones como Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Juego de tronos, Draco, El Hobbit, la zaga de Harry Potter, La historia interminable o sin fin y muchos más. En relación con el dragón en sí mismo en todas las leyendas los héroes y heroínas que luchan contra él, tienen que vencerlo, domarlo o eliminarlo. Nos hablan de las bestias íntimas que llevamos ocultas en el inconsciente, en nuestro subconsciente, en la sombra de nuestra psiquis; nuestros defectos de carácter, debilidades humanas, miedos, sufrimientos, ansiedades, emociones negativas; entre otros.

Ayuno y espiritualidad

Contenido

  • Introducción
  • El ayuno y la purificación
  • La Biblia y el poder espiritual de los ayunos
  • El ayuno y el trabajo interior
  • El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón
  • Ayuno y ejercicio
  • El ayuno en la Gnosis
  • Oportunos testimonios
  • El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales
  • El ayuno no lo es todo
  • El ayuno que agrada a Dios
 Introducción

 

En una anterior publicación de este blog, se hizo un profundo estudio acerca de La ciencia del ayuno. En dicha exposición, se explicó ampliamente qué es el ayuno y cuáles son sus beneficios para la salud; en especial, los relacionados con la limpieza del colon de forma natural y como método de purificación del organismo. También se explicó el riesgo de intentar limpiar el sistema digestivo mediante laxantes artificiales. Se hizo una clasificación del ayuno en semi ayunos, mini ayunos y verdaderos ayunos. Los primeros como preparatorios para irse preparando para ayunos de cuatro, cinco, siete o nueve días.

En el desarrollo de ese tema, se hizo énfasis en los enormes beneficios para la salud, no solo la del sistema digestivo sino de todo el cuerpo en general que se obtiene con los ayunos. Desde la opción de adoptar el hábito de mini ayunos de 24 horas cada cierto tiempo, hasta lograr la costumbre de practicarlos mensualmente e incluso semanalmente. Un ayuno o mini ayuno consiste en detener durante un tiempo el consumo de alimentos sólidos. En la entrada ya citada, se explica ampliamente acerca de las sustancias naturales, que combinadas con abundante agua, se recomienda ingerir. No se descarta la opción de realizar periódicamente semi ayunos, en los que se permite y aconseja el consumo de  frutos u hortalizas. Esto en especial, para aquellos que aún no han aprendido a ayunar por lo  menos durante 24 horas continuas. También son recomendables en determinadas circunstancias en las que no es posible o no hay predisposición orgánica para realizar un mini ayuno o ayuno de varios días.

Es muy importante, tomar el consejo de los sabios y guiarse preferentemente por la orientación o la guía de quienes ya tienen práctica en la ciencia del ayuno y tener claros los propósitos por los que se quiere ayunar. Osho, en “El equilibrio entre la mente y el cuerpo” da el siguiente consejo acerca del ayuno: “el ayuno es un medio, nunca un fin”. También es oportuno advertir que no se trata de huir del comer o del gusto por la comida y entregarse a incesantes ayunos. En tal sentido, Osho, también recomienda: “Come bien, disfruta lo más que puedas. Recuerda, la regla es que si no disfrutas la comida, comerás más para compensar. Si disfrutas la comida, comerás menos, no habrá necesidad de compensación. Si comes despacio, saboreando cada bocado, masticando bien, te involucras de lleno en el acto. Comer debería ser como una meditación”. Al respecto, Osho amplía la explicación cuando afirma que: “Una persona sana es la que está equilibrada; en todos sus actos siempre se halla en el medio. No cae en los extremos, porque éstos no crean más que ansiedad y tensiones. Cuando comes demasiado surge la ansiedad, porque el cuerpo está atiborrado. Cuando no comes suficiente, también hay ansiedad, porque el cuerpo tiene hambre”.

El ayuno y la purificación

En el presente tema, la exposición se centra en los beneficios espirituales del ayuno, en la importancia del ayuno, ya sea para la purificación espiritual, para el trabajo interior, el conocimiento del propio cuerpo, para el estudio del centro instintivo, para el dominio de la gula, para someter a prueba la continuidad de propósitos, para la meditación y desarrollo de los chacras; como apoyo para el despertar o la iluminación; como también para los trabajos en la auténtica magia (la alta magia o teúrgia). En estos casos, es aconsejable buscar épocas especiales del año, como Semana Santa, vísperas de Navidad o la época de vacaciones; como también cuando se disfruta de retiros, cursos de espiritualidad o estancias más o menos prolongadas en monasterios o áshram.

Entre las razones por las cuales se utiliza el ayuno como método de purificación espiritual está que para el trabajo interior, para el despertar y la teúrgia, el cuerpo debe tener una vibración más alta, debe estar desprovisto de toxinas, de sustancias venenosas muy pesadas que lo aprisionen a la tierra, a la materia.  Es claro que en estos casos, son aconsejables los auténticos ayunos, es decir, aquellos que implican siete, nueve o hasta cuarenta días. Un símil muy apropiado para entender la importancia del ayuno para la purificación espiritual es que cuando el cuerpo no se alimenta de ningún tipo de comida, se está alimentando, pero del alimento espiritual.

Al realizar ayunos con propósitos espirituales, es aconsejable combinar sabiamente los ayunos, con la soledad y el silencio, con la penitencia, la oración consciente, la reflexión, la contemplación y la meditación. En la búsqueda de estados superiores de conciencia y de vivencias místicas trascendentales. Es conveniente también, procurarse una actitud positiva, acompañada del recto actuar, recto pensar, recto sentir. Otro aspecto a no descuidar, será el de prepararse esos días para estar en armonía con la Naturaleza y, preferentemente, estar en contacto con ella, sentir la gratitud y la compasión. Así como desconectarse del teléfono, la televisión y las redes sociales; entre otras condiciones previas para favorecer mejores resultados con el ayuno que conlleve propósitos para la purificación interior.

Los libros sagrados y las tradiciones de diferentes cosmovisiones dan especial importancia a la práctica del ayuno para la purificación; tanto después de haberse contaminado espiritualmente, como también para la debida preparación de ceremonias y danzas especiales. Diego de Landa, en su obra: “Relación de las cosas de Yucatán”, narra que, previo a la ceremonia del bautismo, los padres de los bautizados y los oficiales, practicaban tres días de ayuno y abstinencia. Ceremonias sagradas, como el baile del Palo volador, en Chichicastenango en el departamento de Quiché y el Rabinal Achí, en Rabinal, Baja Verapaz; en la república de Guatemala, exigen también de muchos días de preparación espiritual, la penitencia, la plegaria, el ayuno y la abstinencia entre los danzantes. En el libro sagrado de los quichés en particular y de los mayas, en general, el Popol Wuj, se lee que, antiguamente, los mayas hacían grandes ayunos: “eran grandes en esencia y eran grandes sus ayunos. Era su manera de agradecer su propia creación de agradecer su señorío. Por largo tiempo ayunaban y hacían penitencia delante de sus deidades” (versión de Luis Enrique Sam Colop, para el Popol Wuj, Ed Cholsamaj, 207). También se lee que en su Éxodo mítico, en el amanecer del Día Cósmico, desde oriente, desde Aztlán, Tulán o Avalon;  los primeros hombres de maíz realizaban ayunos rituales. «Ayuno completo observaba Balam Ki’tze’ junto con su esposa Kaqa Palo Ja’, se llamaba la esposa. Lo mismo hacía Balam Aq’ab con su esposa, chimi Ja’, llamada. También Majuk’utaj mantenía ayuno completo junto con su esposa tz’ununi Ja’ llamada; e Ik’i Balam con Kak’ixa Ja’ que era el nombre de su esposa. Ellos eran, pues, los que ayunaban en la oscuridad en el amanecer». (Sam Colop, Popol Wuj, 151)

En el compendio del “Yoga Vásishtha” realizado por Ernesto Ballesteros Arranz, con apoyo de la sociedad de estudios Índicos orientales y publicado por Etnos, se narra la historia de un brahmán que después de presenciar un crimen, se sintió igualmente contaminado; optó por viajar a un lugar santo y someterse a rigurosas penitencias y prolongados ayunos para purificarse. En la Biblia, en el libro de Crónicas, se narra el ayuno pregonado por Josafat para lograr la victoria del pueblo de Israel ante los moabitas y amonitas quienes se vieron confundidos en batalla. Así también en Nehemías se habla de la reunión de los hijos de Israel ocasión en la que confesaron pecados e iniquidades de sus padres. En el Judaísmo, el ayuno es una práctica tradicional asociada a la tristeza y al duelo.

En ese sentido se lee en varias referencias del Nuevo Testamento acerca del ayuno, como se encuentra en el libro de Joel: “convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento” (Jl 2:12). En dicho capítulo se proclama ayuno a todo el pueblo para que pida perdón a Jehová. En el libro de Jonás se lee del ayuno que hizo el pueblo de Nínive clamando el perdón divino.

Entre los judíos, están instituidos varios ayunos nacionales; en especial, el ayuno asociado a Iom Kippur (Yom Kipur), el día sagrado de la expiación, explicada ampliamente en la entrada El misterio del Bafometo (I), de este blog. Otro ayuno nacional judío lo celebran los primogénitos, anterior al Pesaj, la Pascua judía, la fiesta de los ázimos que recuerda la salida de Egipto. La Pascua judía ocurre por la época en la que antiguamente se celebraban las fiestas de primavera. En el Cristianismo se conmemora el Drama Cósmico y que tiene profunda relación con la última cena del Señor y la fiesta de los panes sin levadura, en Jueves Santo.

En el mundo cristiano, se recomiendan ayunos en determinadas fiestas. Una de ellas en celebración del Miércoles de Ceniza, después de las fiestas de Carnaval, así como durante toda la Cuaresma, en especial, practican mini ayunos los viernes de Cuaresma. Muchos cristianos de las diferentes denominaciones, durante esos días optan por los semi ayunos, es decir, evitan las carnes y se alimentan solo de vegetales. Otros, en la dieta de esos días, no excluyen el pescado; que en este caso no tendrá todos los beneficios de un auténtico semi ayuno y estrictamente hablando deja de ser un semi ayuno.

En este sentido, como bien lo explica Gurdjieff, en “El Todo y de todo”, un “ayuno” de este tipo ya no permite a los practicantes experimentar ningún tipo especial de choque consciente por el cambio vibracional derivado de la práctica de un auténtico ayuno o semi ayuno. El venerable maestro G. explica en dicha obra que los primitivos cristianos practicaban el ayuno por la época de Pascua, con el propósito de disminuir el efecto de las fuerzas de primavera o fuerzas de Enoch. Dichas fuerzas, por esos días, se expresan en toda su potencia. Se acumulan especialmente en la carne delos animales, en forma  de toxinas. El ser humano, al consumir carne animal, ingiere esos tóxicos o sustancias nocivas, que entre otros efectos, rebajas su frecuencia vibratoria. La psiquis es nutrida con hidrógenos o energías muy pesadas y en consecuencia, fácilmente es víctima de la expresión del Ego, de las bajas pasiones y de la fornicación.

La Biblia y el poder espiritual de los ayunos

 

Las sagradas escrituras hebreas y cristianas narran diversos acontecimientos extraordinarios relacionados con el ayuno. Ya se narró el que se relaciona con el semi ayuno de Daniel en la corte de Nabuconodosor. En el libro de Ester, se narra un ayuno de tres días que realizan todos los judíos a pedido de la reina Ester. El propósito del ayuno es lograr que el rey Asuero cambie la orden de exterminar a todos los judíos de la región entre la India y Etiopía, reino de Asuero: “ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunen por mí, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente…”

En el capítulo 17 del Evangelio de Mateo, hay un pasaje particularmente interesante acerca del poder espiritual del ayuno, incluso para poderosos trabajos de magia blanca, como el que ahí se narra: 14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

El ayuno y el trabajo interior

A mediados del siglo XX, Pedro Ouspensky, escribió un libro que narra los ocho años que estuvo trabajando fuertemente sobre sí, en una escuela de Cuarto camino, como discípulo de George Ivanovich Gurdijeff (el maestro G o simplemente G). Esa obra se titula: Fragmentos de una enseñanza desconocida o En búsqueda de lo milagroso, según sea la traducción y editorial responsable. En dicha obra hace una breve descripción de cómo relacionar miniayunos con ejercicios respiratorios y la oración para disciplinar la atención, de manera que lograr con más eficacia la capacidad de “estar en el aquí y ahora” y alcanzar estados superiores de conciencia:

“Apoyándome en cierta experiencia en esta dirección, que había tenido antes, comencé a ejercitarme muy seriamente. Llevé a cabo una serie de ayunos de corta duración pero muy intensos. Los llamo «intensos» porque de ninguna manera ayunaba por razones de salud; por el contrario, trataba de dar a mi organismo los choques más fuertes posibles. Además, me puse a «respirar» según un sistema preciso que, aplicado al mismo tiempo que el ayuno, me había dado antes interesantes resultados psicológicos; también me ejercitaba en la «repetición» según los métodos de la «oración mental», que antes me había ayudado mucho a concentrarme y a observarme. En fin, me entregué a una serie de ejercicios mentales, bastante difíciles, para disciplinar mi atención. No voy a describir estos ejercicios; no los emprendí, después de todo, sino para tantear el terreno, sin saber exactamente adonde me podrían conducir”.

“Mas en conjunto, todos estos esfuerzos, así como nuestras conversaciones y nuestras reuniones, me mantenían en un estado de tensión desacostumbrada, y de esta manera me prepararon, en gran parte, para la serie de experiencias extraordinarias por las cuales iba a pasar. En efecto, G. cumplió su palabra: vi «hechos», y comprendí simultáneamente lo que él tenía en mente cuando dijo que antes de los hechos eran necesarios muchos otros elementos. Los otros elementos eran una mejor preparación, una comprensión más profunda de ciertas ideas, y la necesidad de encontrarse en cierto estado. La necesidad de este estado, que es emocional, es seguramente la menos reconocida, quiero decir que no comprendemos que tal estado es indispensable, y que sin él los «hechos» son imposibles”.

El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón

A continuación otro relato de Ouspensky acerca de las enseñanzas de G y que tienen relación con el ayuno. No está demás mencionar que es sabido que muchos yogúis y budistas tienen la capacidad de controlar a voluntad los latidos de su corazón.

“Uno de los ejercicios más interesantes era el de la «sensación circular», como lo llamaba G. Un hombre se echa de espaldas. Después de haber soltado todos los músculos, concentrando su atención, trata de tener la sensación de su nariz. Cuando lo logra, lleva la atención a la oreja derecha; una vez que la ha «sentido» lleva la atención al pie derecho, luego del pie derecho al pie izquierdo, luego a la mano izquierda, luego a la oreja izquierda, nuevamente a la nariz y así sucesivamente”.

“Todo esto me interesaba particularmente, porque ciertos experimentos me habían llevado antes a la conclusión de que los estados físicos que están ligados a nuevas impresiones psíquicas comienzan con la sensación del pulso en todo el cuerpo, lo que nunca sentimos en las condiciones ordinarias. En este caso, el pulso se siente de inmediato como un solo latido en todas las partes del cuerpo. En mis experimentos personales, obtenía esta «sensación» de una pulsación en todo el cuerpo, por ejemplo después de ciertos ejercicios de respiración combinados con varios días de ayuno. Estos experimentos no me llevaban a ningún otro resultado definido, pero guardaba la profunda convicción de que el control sobre el cuerpo comienza por el control sobre el pulso. Al adquirir por poco tiempo la posibilidad de regular, acelerar o disminuir el pulso, era capaz de acelerar o disminuir los latidos del corazón, lo que a su vez, me dio interesantes resultados psicológicos. En general, constaté que el control sobre el corazón no podía provenir de los mismos músculos del corazón, sino que dependía del control del pulso correspondiente a la «gran circulación», y G. me lo había hecho comprender bien al precisar que el control sobre el «corazón izquierdo» depende del control de la tensión de los músculos; pues si no poseemos ese control, es ante todo por la mala e irregular tensión de los diversos grupos de músculos”.

“Habíamos comenzado a practicar los ejercicios de relajamiento muscular y nos llevaron a resultados muy interesantes. Así, uno de nosotros se encontró capacitado de repente para hacer desaparecer un dolor neurálgico en su brazo. Por otra parte, el relajamiento muscular tenía una inmensa repercusión en el sueño verdadero, y cualquiera que hiciera seriamente estos ejercicios no tardaba en darse cuenta de que dormía mucho mejor, necesitando menos horas de sueño”.

Ayuno y ejercicio

Pedro Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida”, amplía la importancia del ayuno y explica que con la adecuada ayuda de un maestro competente, es posible combinar el ayuno con el ejercicio físico. A continuación, lo que narra Ouspensky al respecto: “Durante el mismo período en Essentuki, entre otras cosas G. nos hizo hacer un pequeño experimento de ayuno. Anteriormente yo había hecho experimentos de este género, y me eran en gran parte familiares. Pero para muchos otros, era nueva esta impresión de días interminables, de vacío total, de la futilidad de la existencia. —Bien, dijo uno de nosotros, ahora veo muy claramente por qué vivimos y el lugar que tiene el alimento en nuestras vidas.» Pero en cuanto a mí, lo que me interesaba particularmente, era constatar el lugar que tenía en la vida el parlotear. A mis ojos, este primer ayuno se reducía para cada uno a charlar sin parar sobre el ayuno, durante varios días: » dicho de otra manera, cada uno hablaba de sí mismo. A este respecto, recordé viejas conversaciones que había tenido con uno de mis amigos en Moscú sobre el hecho de que el silencio voluntario debía ser la disciplina más severa a la cual un hombre pudiera someterse”.

“El breve ayuno de que he hablado se acompañaba también con ejercicios especiales. Desde el comienzo, G. explicó que la dificultad en el ayuno consistía en no dejar sin usar las substancias que se elaboran en el organismo para la digestión de los alimentos. —Estas substancias, dijo, son soluciones muy concentradas. Y si no se les presta atención, envenenan el organismo. Deben ser utilizadas hasta agotarlas. Pero ¿cómo agotarlas si el organismo no toma ningún alimento? Sólo con un aumento de trabajo, con un exceso de transpiración. La gente comete un temible error cuando se pone a «ahorrar sus fuerzas», a hacer la menor cantidad posible de movimientos, etc… mientras ayuna. Por el contrario, hay que gastar la mayor cantidad posible de energía. Sólo entonces el ayuno puede ser de provecho.» Cuando comenzamos nuestro ayuno, G. no nos dejó en paz ni un solo segundo. Nos hacía correr en pleno calor unos tres o cuatro kilómetros, o quedarnos con los brazos extendidos, o marcar el paso a un ritmo acelerado, o ejecutar toda una serie de curiosos ejercicios de gimnasia que él nos enseñaba”.

“Durante todo este ayuno, G. insistía sin cesar en que estos ejercicios no eran los verdaderos, sino simplemente preliminares y preparatorios. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida”.

“Había ido a un cuarto donde nadie me podía ver y me puse a marcar el paso a un ritmo acelerado, tratando al mismo tiempo de regular mi respiración mientras contaba: aspiraba durante un cierto número de pasos, y espiraba durante otro número de pasos. Al cabo de cierto tiempo, cuando estaba un poco cansado, me di cuenta, o para ser más exacto sentí muy claramente, que mi respiración se había vuelto artificial e inestable. Sentí que en pocos segundos más sería incapaz de respirar de esa manera continuando marcando el paso, y que mi respiración normal — acelerada por supuesto — volvería a tomar el mando a pesar de la cuenta. Se me hacía cada vez más difícil continuar respirando y marcando el paso sin dejar de observar la cuenta de las respiraciones y de los pasos. Estaba bañado en sudor, mi cabeza comenzaba a dar vueltas y pensé que me iba a caer. Desesperaba por obtener el más mínimo resultado y estaba a punto de detenerme, cuando de repente me pareció que algo se rompía o se desplazaba dentro de mí; entonces mi respiración regresó tranquila y normalmente al ritmo que yo quería, pero sin ningún esfuerzo de mi parte, y sin dejar de procurarme la cantidad de aire que necesitaba. Era una sensación extraordinaria, y de lo más agradable. Cerré los ojos y continué marcando el paso, respirando cómoda y libremente; me parecía que una fuerza crecía en mí y que yo me volvía más ligero y más vigoroso. Pensé que si pudiera correr de esta durante cierto tiempo, obtendría resultados todavía más interesantes, porque habían comenzado a invadir mi cuerpo olas de temblorosa alegría. Y esto — lo sabía por mis experimentos anteriores — precedía siempre lo que yo llamaba la apertura de la conciencia interior”.

“Pero justo en ese momento alguien entró en el cuarto y me detuve. Mi corazón latió muy fuertemente durante mucho tiempo, pero esto no me era desagradable. Había marcado el paso y respirado durante más o menos media hora. No aconsejaría este ejercicio a las personas de corazón débil. En todo caso, este experimento me enseñó con precisión que un ejercicio dado podía ser transferido al centro motor, o dicho de otra manera que era posible hacer trabajar al centro motor de una manera nueva. Al mismo tiempo, me había convencido de que la condición de esta transferencia era una fatiga extrema. Se comienza un ejercicio con la cabeza; y es sólo cuando se llega al último estado de fatiga, que el control puede pasar al centro motor. Eso explicaba las palabras de G. sobre los «super-esfuerzos», y hacía inteligibles sus últimas recomendaciones. Pero después, a pesar de los esfuerzos que hice, no llegué a repetir más este experimento, es decir a provocar las mismas sensaciones. Es verdad que el ayuno había terminado y que el éxito de mi experimento se debía en gran parte a éste. Cuando le conté a G. lo que había experimentado, me dijo que sin un trabajo general, sin un trabajo del organismo entero, tales hechos sólo podían suceder por accidente. Más tarde, les oí, a los que estudiaban con G. las danzas y los movimientos de derviche, describir varias veces experiencias muy parecidas a la mía”. (Ouspensky)

El ayuno en la Gnosis

 

En los estudios gnósticos es de particular importancia que el estudiante comprenda la importancia que tiene el ayuno. El valor del ayuno es multidimensional y se relaciona en primer lugar con el cuerpo físico y el centro instintivo. La Gnosis, enseña la importancia del conocimiento propio del ser humano, el auto conocimiento. El ayuno es un excelente recurso didáctico para que el estudiante aprenda a conocerse a sí mismo y que aprenda a seleccionar lo que come. En este sentido, Samael Aun Weor enseña que es importante aprender a seleccionar lo que comemos, lo que respiramos y lo que pensamos.

Continuando con las explicaciones que da el venerable maestro Samael Aun Weor acerca de la ciencia del ayuno, en su obra: El Cristo Social, nos enseña acerca de los enormes beneficios para la salud que derivan de la práctica del ayuno de nueve días: “hay muchas personas que han estudiado la ciencia del ayuno. Muchas enfermedades pueden ser curadas mediante el ayuno, el organismo humano dispone de magníficas reservas de vitalidad que sólo necesitan de libertad de acción. El ayuno libera esas fuerzas vitales para que sanen los órganos enfermos. Es aconsejable practicar un ayuno de nueve días sin comer absolutamente nada. Durante ese ayuno sólo se debe beber agua pura. El resultado suele ser maravilloso, el organismo se desintoxica durante el ayuno y las fuerzas vitales de reserva lo curan totalmente.

Afirma además el maestro lo siguiente: “Nosotros aconsejamos la ciencia del ayuno para sanar de las peores enfermedades… Es necesario abandonar la mecanicidad durante el acto de comer, realmente conviene concentrarnos en los alimentos que estamos comiendo, a fin de que la mente trabaje armoniosamente produciendo por medio del cerebro todos los elementos bioquímicos necesarios para la digestión”.

Fernando Salazar Bañol, en su obra: En el corazón del maestro, comenta una forma de semiayunos que realizaba el maestro Samael Aun Weor: “La alimentación del Maestro Samael era hecha de acuerdo con las indicaciones dadas por su Madre Divina, desde los planos Internos. Si, por ejemplo, como aconteció en cierta época, tenía que comer solamente frutas durante un mes, para purificar su cuerpo, así lo hacía. Samael siempre obedeció rigurosamente todas las orientaciones dadas por su Madre Kundalini”.

En su conferencia: La salud del cuerpo físico, El Avatar de la Era de Acuario, explica lo siguiente: “Es necesario, siquiera una vez al año, hacer un ayuno científico, con el propósito de limpiar el estómago. Si ustedes quieren una forma de ayuno esotérico y científico, exacto (para depurar el organismo, limpiarlo de toda clase de podredumbre, putrefacción y suciedades), háganlo en la siguiente forma: siete días (óiganlo bien) cada año, una vez al año. Durante el ayuno se comen ajos, pero ajos puros, limpios, sin cocinarlos; así, al natural, crudos, y jugo de limón. Los hombres podrán tomar, jugo de limón puro, sin mezclar con agua, pues una vez al día, y el resto pueden mezclar agua con limón. Las mujeres, pues, pura agua con limón (mezcladita, no el limón puro, mezcladita con agua). Ellas usarán menos limón y más agua, porque la mujer para el (limón es un poco delicada; el cuerpo de la mujer, no está lo mismo hecho para el limón que el del hombre. Cuando mucho, unas gotitas de limón entre el agua y ya, nada más”.

“Tampoco quiero que comiencen ustedes con un ayuno fuerte, no. Por ejemplo, pueden practicar (si quieren ustedes) un ayuno de esta clase, un solo día nada más. Durante el día, harán ustedes sus tres buenas comidas con puros «diente de ajo, una bebida fuerte de limón al levantarse y el resto del día agua con, limón las mujeres, únicamente un poquito, unas gotitas de limón entre el agua, y durante el día, sus vasos de agua con limón y «dientes de ajo”. Tal ayuno, una sola vez un día nada más”.

“Es claro que el limón y el ajo van a acabar con todas las putrefacciones que se forman en el intestino, producto de los diversos alimentos; van a acabar con los parásitos intestinales, que los hay por montones en el estómago y en los intestinos, etc., etc., etc.; van a hacer una limpieza, porque el estómago es como la raíz de donde se nutre todo el árbol del organismo y hay que limpiarlo. Empiecen ustedes, pues, con un día de ayuno durante el año, en el año siguiente dos días (con este tipo de ayuno), tres al siguiente y así, cada año, le van aumentando un día hasta llegar a nueve. Después de nueve años, ya pueden ustedes seguir con ayunos de nueve días cada año (cada año nueve días), a base de limón y ajos, y yo les garantizo a ustedes que pueden llegar a rejuvenecer el organismo, y los que están jóvenes pueden mantenerse jóvenes, así, durante muchísimos años. La vejez no es sino desgaste y nada más que desgaste de células orgánicas; o mejor dicho: uno gasta las células, las deteriora miserablemente y no reconstruíamos el organismo por ignorancia. Pero teniendo uno sabiduría, puede (perfectamente) estar creando nuevas células y mantenerse joven, y si esta viejo, recobrar la juventud. No olviden que ustedes pueden escoger: siete días de ayuno, o nueve. ¡Ustedes elijan, elijan, elijan, hasta que lleguen al máximum!”

Entre las leyendas asociadas a los peregrinos del Sumum Supremum Sanctuarium de la Sierra Nevada se cuenta que en el caso de aquellos estudiantes gnósticos fuertemente habituados al intelectualismo y con dificultades para desarrollar la intuición, el maestro los motivaba a realizar retiros en el Sumun y practicar ayunos prolongados, incluso hasta de cuarenta días. Es innegable que después de años de comer tanta basura, las toxinas acumuladas en el colon inciden negativamente en los chacras del bajo vientre estimulando su actividad. Además que la pesadez de esa región recargará la presencia de hidrógenos pesados en la psiquis que impulsarán a las personas a la materialidad y al inframundo. En sentido inverso, el ayuno frecuente liberará esos hidrógenos pesados y propiciará la liberación de la psiquis atascada en las esferas inferiores.

El Avatar de Acuario en su obra “El Mensaje de Acuario” indica que: “F + A = C. Fuego más agua, igual conciencia. El fuego y el agua producen el despertar de la conciencia cósmica. Entonces profetizamos por mil doscientos y sesenta días vestidos de sacos y de cilicios, haciendo ayuno y penitencia”. Cuenta también el Kalki Avatar, en el Mensaje de Navidad 1964-65 que en la antigua Babilonia, el “muy santo”, “enviado de lo Alto”, Ashyata Shiemash, “hizo tres tremendos ayunos de cuarenta días cada uno acompañado de sufrimiento intencional y voluntario. El primer ayuno él lo dedicó a la oración y a la meditación. El segunda ayuno fue dedicado a revisar toda su vida y las vidas pasadas. El tercer ayuno fue el definitivo, fue dedicado a acabar con la asociación mecánica de la mente, no comió y solo bebió agua y cada media hora se arrancaba dos pelos del pecho”.

En Magia Crística Azteca, el Verbo de Dios, afirma que: “Ketzalcoatl es el Cristo Cósmico nawa que en el año Ce Akatl (895) encarnó en el hogar de Iztakmixkoatl y Chimalma. De naturaleza mística y austera, muy joven comenzó a practicar el ayuno y la penitencia”. En dicha obra, Samael Aun Weor, explica además que: los tlamatinime acudían al ayuno en los templos para iniciar neófitos: “Preparado por el ayuno, el recogimiento y la oración, el candidato a la ordalía era sentado cómodamente en el templo donde permanecía con los ojos cerrados”.

Oportunos testimonios

A continuación, un testimonio interesante para un ayuno de seis días. Quien da el testimonio explica que ha ido subiendo gradualmente, un día más la duración de ayunos cada seis meses: “Ayer terminé mi primer ayuno del año que fue de 6 días. Cada vez me impresiona más el efecto sanador del ayuno y no hablo del cuerpo sino del alma. Yo sueño muy esporádicamente. Sin embargo desde el tercer día de ayuno empecé a tener muchísimos sueños cada noche, uno tras otro… y me despertaba asombrada de estar soñando tanto, volvía a dormir y volvía a soñar. Después de tres días de sueños, caí en cuenta que había un sueño recurrente, con distintos matices pero era el mismo tema. Medité al respecto y descubrí que «allí» había algo que resolver. Ese día, que fue el quinto de ayuno, tomé una decisión al respecto. Esa noche, tuve un sueño en el que me mostraba la situación resuelta… y anoche… ya no soñé nada al respecto y solo tuve una noche muchísimo más tranquila…”

“Cada día de ayuno siento un silencio interior para el que no necesito sentarme a meditar… llega solo, como si al no comer se apagara un motor interno.  Si a eso añadimos la limpieza que se hace del organismo, pues no me cabe la menor duda de que es una de las mejores prácticas que podemos realizar. Indra Devi recomendaba hacerlo por lo menos una vez cada semestre o «cuando tuvieras una decisión importante qué tomar».

“Yo lo hice completo. Solo tomaba agua, agua con limón. Si te sientes débil tomas agua con limón y miel dos veces al día. Después del 3er. Día, caldo de hierbas con sal, pero sin comerte la hierba”. (I.L)

Un estudiante gnóstico, narra su experiencia durante nueve días de ayuno en condiciones naturales especiales, entre la selva amazónica en el monasterio gnóstico de Leticia. Entre los asombrosos cambios que pudo experimentar, fueron los del desarrollo impresionante de la agudeza de sus sentidos, durante los días del ayuno, podía escuchar sonidos imperceptibles en condiciones usuales y su capacidad olfativa se desarrolló asombrosamente.

El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales

En su obra El Cristo Social, Samael Aun Weor afirma: “Nosotros aconsejamos el ayuno, la meditación y la oración para obtener materializaciones de grandes maestros”. En forma similar, el Buda Maitreya, explica en el Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica que para trabajos de alta magia, en particular la invocación a genios planetarios, para ser merecedor que se materialicen en el mundo físico   coros de ángeles, previamente, es imprescindible realizar intensos ayunos.

Y, nuevamente, en El Cristo Social, amplía dicha explicación: “En el mundo de las inquietudes espirituales se habla mucho de materializaciones de mahatmas, esas materializaciones son posibles con el ayuno, más la meditación y la oración. El cuerpo planetario, (cuerpo físico), vibra normalmente con las siete notas de la escala musical Do- Re- Mi- Fa- Sol- La- Si. Dicha escala puede repetirse en octavas superiores desde el Do hasta el Si. Normalmente los ángeles y mahatmas viven en una octava superior y por ello son invisibles para los ojos físicos, empero nosotros podemos elevar la tasa de vibraciones de nuestro cuerpo planetario, (cuerpo físico), Para pasarlo a la octava superior musical donde viven los ángeles y mahatmas”.

“Quien quiera elevar la tasa de vibraciones del cuerpo físico para pasarlo a la octava superior, debe utilizar para ello el ayuno, el silencio, la oración, la meditación, y el buen incienso, se hace necesario quemar buen incienso dentro de su recámara, y no hablar con nadie durante el ayuno. Se hace necesario concentrase únicamente en el ángel o maestro con el cual deseamos relacionarnos, así se eleva nuestra tasa de vibraciones y pasamos a una octava musical superior, entonces nosotros subimos y el maestro baja para platicar con nosotros, así se obtienen las famosas materializaciones de que tanto se habla en la literatura ocultista, teosofista, etc., etc., etc”.

De nuevo, en el Tratado de Medicina Oculto y Magia Práctica, Samael Aun Weor, explica que: “Se debe hacer un ayuno de nueve días. Durante el ayuno se debe beber agua pura con miel de abeja y limón. La invocación se hará en el noveno día del ayuno.  El agua pura endulzada con miel de abeja y algunas gotas de limón, hace posible el ayuno. Los ángeles auxilian de acuerdo con la Ley y hasta donde ésta lo permita. El auxilio que los ángeles nos brindan, se procesa de acuerdo con la Ley y nunca de acuerdo con nuestros caprichos meramente personales. Cuando no se nos concede algo, es porque debemos pagar lo que debemos y entonces en vez de protestar, debemos inclinarnos humildemente ante el veredicto de la Ley”. Respecto del enorme poder en la alta magia, ya se hizo mención con antelación al pasaje del Nuevo Testamento en que Jesús advierte que ciertos trabajos para liberar “posesos”, se requiere de mucho ayuno y oración.

El ayuno no lo es todo

Sin embargo, no se trata de fanatizarse, ni de ver el ayuno como la vía para la auto realización íntima del Ser. Por eso, en su obra: “la Revolución de la Dialéctica”, el maestro nos advierte que: “Conocemos fariseos que hacen tremendos ayunos y espanto­sas penitencias, están muy seguros de ser justos y sabios, pero sus víctimas lloran lo indecible. Casi siempre son sus mujeres, sus hi­jos, las víctimas inocentes de sus maldades, pero ellos continúan con sus sagrados ejercicios, convencidos de ser justos y santos”. Muy oportuna resulta la lectura de la parábola del publicano y del fariseo:

«Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era Fariseo y el otro Publicano. El Fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este Publicano; Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el Publicano estando lejos, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios sé propicio a mí, pecador». Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». (Lucas XVIII, 10-14)

También, en Rosa Ignea, el avatara advierte que: “ya conociste hijo mío, al griego y al romano, tomaste parte en todos los éxodos bíblicos y los austeros Sacerdotes de todas las religiones de la tierra apenas te brindaron el consuelo de un día. Llevaste silicios, ayunos y penitencias, y pórticos de todos los Templos de todas las religiones de la tierra apenas pudieron consolar tu adolorido corazón, pero el aguijón del tiempo te despertó a duras asperezas de la existencia, y no pudiste encontrar en tu camino ningún viandante que te pudiera consolar”.

Explica también el Kalki Avatar que el ayuno, a pesar de todos los beneficios que proporciona al practicante, tampoco nos lleva a la auto realización íntima del Ser. “El Señor Lahiri Lahasaya había vivido durante muchas reencarnaciones en los Himalayas dedicado a la vida contemplativa. Empero no se había realizado a pesar de tantas penitencias y ayunos. El Señor Lahiri Lahasaya sólo vino a realizarse a fondo, cuando se casó. Y es que, tal como lo explica en su obra “La Gran Rebelión”: “El Cristo Intimo, la palabra, el Logos Creador viviendo siempre en constante actividad tiene que eliminar en nuestro interior, en sí mismo y por sí mismo los elementos indeseables de la inercia, de la pereza, del estancamiento. El Señor de perfección acostumbrado a todos los ayunos, templado, jamás amigo de borracheras y de grandes banqueteos tiene que eliminar de sí mismo los abominables elementos de la gula”.

El ayuno que agrada a Dios

Para finalizar esta entrada, es pertinente, volver a citar el Antiguo Testamento, donde se encuentran unos versículos del libro de Isaías, muy alusivos a lo que se ha venido abordando respecto del ayuno, de que este, tal como se concibe, como evitar el consumo de alimentos durante algún tiempo. En realidad, el concepto holístico del ayuno va más allá. Va por ejemplo en el orden de aprender a no quejarse, aprender a no “comer prójimo”, es decir, no hablar mal de los ausentes; no seguir agrediendo verbalmente a determinada persona, no seguir deseando al automóvil, la casa o la pareja del otro. En síntesis: no darle alimento al Ego. Copio a continuación los versículos correspondientes del capítulo 58 del libro de Isaías: El verdadero ayuno.

“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de tu ayuno buscas tu propio gusto, y oprimes a todos tus trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunas y para herir con el puño inicuamente; no ayunas como hoy, para que tu voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamarás esto ayuno, y día agradable a Jehová? “

“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompas todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”.

“Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”. (Is 58: 1 – 12)

La Divina Presencia

En el documental: “Maestros gnósticos del siglo XX”, se aborda un tema sumamente interesante e importante para los estudiantes gnósticos: “La Divina presencia”. En esta ocasión, se abordará el tema desde la perspectiva de la Psicología Gnóstica. Para el efecto, previamente se hará un estudio de diferentes conceptos sin los cuales sería muy difícil entender el significado de la Divina Presencia en el ser humano. En este sentido, se hablará acerca de la importancia de vivir el presente, del desarrollo de la fuerza de atención y de la práctica del recuerdo de sí. Además se hará un breve recorrido por el estudio del Ser.

Aprender a decir presente desde la conciencia

Es común que en la escuela, cuando la maestra pasa lista y pregunta si asistió a clases cada uno de sus alumnos, los niños respondan: “Presente”. De esta manera, la educadora tendrá evidencia clara de quién de los niños está en el aula y quién no. Pero, al decir: “presente”, ¿será que cada uno de los asistentes, estarán conscientes de estar presentes o únicamente estarán “de cuerpo presente”?

En tal sentido, es oportuno preguntarse: ¿qué tan consciente se encuentra cada uno  cuando se halla en determinado momento y lugar? ¿Estará en ese instante y lugar solamente “de cuerpo presente”? ¿Será que su conciencia también está presente? ¿Cómo saber si en este momento, se encuentra no solo con el cuerpo físico presente, sino que también con la mente y el corazón?

Es usual que una persona mientras dialoga con otras personas, pierda el hilo de la conversación. Y esto, obviamente ocurre porque no está presente. Claro está: no se encuentra con la conciencia presente, sino solamente con el cuerpo presente.

Por ese motivo, en su obra: La Revolución de la Diálectica, el Kalki Avatar afirma lo siguiente: “Hay que aprender a escuchar. Para aprender a escuchar hay que despertar la conciencia. Para saber escuchar hay que saber estar presente”. Es indudable que para estar conscientes en determinado momento se requiere vivir el presente, llevar a la práctica la filosofía de la momentaneidad. Para tal efecto, es preciso sujetar a la mente al cuerpo físico. Al iniciar esta clase de ejercicios, el estudiante descubre que la mente viaja constantemente fuera del cuerpo. La mente oscila entre el pasado y el futuro, rara vez se encuentra dentro del cuerpo y en “tiempo real”.

Una práctica sencilla, pero sumamente importante y urgente es la de realizar actos de presencia. ¿Qué significa esto? Si el lector quiere comprender que significa realizar actos de presencia, podría detener la lectura durante unos segundos al terminar de leer este párrafo y llevar a la práctica lo que aquí se sugiere: puede cerrar los ojos y dedicar más atención a sus sentidos y menos a sus pensamientos. Si está dispuesto a realizar el ejercicio, trate de sentir los fenómenos físicos que ocurren a su alrededor: sonidos o ruidos, temperatura ambiente, olores, sus propias sensaciones corporales: su respiración, los latidos de su corazón, su postura, lugares de tensión en su cuerpo; entre otras sensaciones corporales. Este es un tipo de ejercicio que podría realizar cada vez que pueda y se acuerde. Y poco a poco efectuarlos más frecuentemente.

Respecto de este tema: Anthony de Mello, es uno de los autores que recomienda aprender a prestar más atención a las propias sensaciones, que a los propios pensamientos. Así por ejemplo, en su obra: Auto liberación interior, afirma lo siguiente: “Si estás doliéndote de tu pasado, es que estás dormido. Lo importante es levantarse para no volver a caer. La solución está en tu capacidad de comprensión y de ver otra cosa que lo que te permites ver. Ver lo que hay detrás de las cosas. Cuando se te abran los ojos, verás cómo todo cambia, que el pasado está muerto y el que se duerme en el pasado está muerto, porque sólo el presente es vivo si tú estás despierto en él.”

La fuerza de atención

Pero, ¿qué es la atención? ¿Es realmente importante prestar atención? En la escuela, el colegio, la universidad, las reuniones de trabajo; usualmente se insiste en que los asistentes presten atención. Situación que generalmente no ocurre. ¿Por qué? Sencillamente porque los asistentes, como ya se ha venido explicando, solo se encuentran “de cuerpo presente” en la clase o reunión. En cada uno de ellos, raramente se hace presente la conciencia a las clases o reuniones de trabajo.

Para ampliar lo anterior, es conveniente que el lector tenga una clara conceptualización de lo que se debe entender por atención. La atención es la acción de atender. Y atender, es sinónimo de aguardar, es decir, según, el Diccionario de la Real Academia Española o DRAE, significa: “Esperar a que llegue alguien o algo, o a que suceda algo”. Esta acepción del diccionario, equipara el significado de la atención al estado de alerta o estado de vigilancia, estar vigilante “como el vigía en época de guerra”. En otra de las acepciones del DRAE, se explica que atención es: “Aplicar voluntariamente el entendimiento a un objeto espiritual o sensible”. En los estudios gnósticos, la atención es la dirección de la actividad.

Según la Geometría y la Física, la dirección es una línea recta con dos sentidos (derecha e izquierda, arriba y abajo o hacia adentro y hacia afuera). Esto significa que para estar atento se debe realizar una sola actividad a la vez. Y al realizar dicha actividad, debe atenderse al fenómeno, acontecimiento u objeto exterior y al mismo tiempo al efecto en el interior. Es lo que se denomina en la práctica gnóstica: «Alerta percepción, alerta novedad».

Parece sencillo y trivial. Con razón todo mundo exige a los demás que le presten atención. Pero, ¿será que es fácil prestar atención?, ¿alguna vez alguien se ha detenido a enseñar a prestar atención?, ¿quién ha aprendido a dedicarle atención a algo, a un objeto, situación o acontecimiento?, ¿es posible estar vigilante en cualquier momento o lugar y durante algún tiempo? Es evidente que no.

¿Por qué no es posible prestar atención a hechos, fenómenos, objetos o conversaciones? Un fenómeno usual en la psiquis de la humanidad mecánica es la distracción. Algo contrario a la atención. La humanidad se distrae fácilmente y lo peor, creen que distraerse resulta saludable y beneficioso. Hasta se aconseja distraerse: “Sal a distraerte un poco» dice la mamá a la hija o al hijo.  Es indudable que la recreación y dedicarle tiempo al ocio sano es aconsejable y necesario. Pero si realmente se quiere despertar conciencia, distraerse para nada será aconsejable.

La distracción es el resultado de intentar hacer varias cosas a la vez. Un ejemplo sencillo es el del padre de familia que llega al hogar después de una larga jornada de labores. A la hora de la cena, al mismo tiempo que se alimenta, conversa con la esposa, amonesta a los hijos, mira televisión, hojea el periódico y hasta se da el lujo de hablar por teléfono cerrando temas del trabajo y de acariciar a la mascota. Conclusión: su atención se ha difuminado en múltiples actividades a la vez.

En la vida diaria, diferentes hechos o situaciones cotidianas, ejemplifican la importancia de atender una sola actividad a la vez. Así por ejemplo, en una agencia bancaria, el personal que labora ahí, está entrenado para atender a una sola persona a la vez. Eso ocurre con el personal de atención al cliente y en especial, con el receptor y pagador. Sería absurdo que en la ventanilla, el empleado bancario quisiera atender a todos los usuarios y cuenta habientes a la vez. Lo mismo ocurre en una tienda de abarrotes. El dependiente de la tienda, debe dedicarse a un cliente a la vez. En caso contrario, habría caos y desorden, dolores de cabeza, equivocaciones y molestias. Sin embargo, es indudable que en sus pensamientos, sentimientos y en múltiples actividades, las personas intentan realizar varias acciones a la vez. Y lo peor, es que idealizan y potencian tal tipo de actividades como grandiosas y positivas.

En el Mensaje de Navidad 1964-65, el Avatar de Acuario dice: “Para lograr la quietud y el silencio de la mente es necesario saber vivir de instante en instante, saber aprovechar cada momento, no dosificar el momento. Toma todo de cada momento, porque cada momento es hijo de la Gnosis, cada momento es absoluto, vivo y significante. La momentaneidad es característica especial de los gnósticos. Nosotros amamos la filosofía de la momentaneidad”.

En dicha obra Samael Aun Weor,explica la práctica de la no dualidad y explica lo siguiente: “»La Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles. Luego narra la siguiente anécdota:

-Le preguntaron al maestro Bokujo: «¿Tenemos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de ésto?»

-El maestro respondió:

-«Comemos, nos vestimos».

—»No comprendo» –dijo el discípulo.

«Entonces vístete y come» – dijo el maestro.

“Esta es precisamente la acción libre de los opuestos: ¿Comemos, nos vestimos? ¿Por qué hacer un problema de eso?, ¿por qué estar en otras cosas mientras estamos comiendo y vistiendo?”

“Si estas comiendo, come; y si estas vistiéndote, vístete, y si andas por la calle, anda, anda, anda, pero no pienses en otra cosa, haced únicamente lo que estáis haciendo, no huyas de los hechos, no los llenes de tantos significados, símbolos, sermones y advertencias. Vívelos sin alegorías, con mente receptiva de instante en instante… Comprended que os estoy hablando del sendero de acción, libre del batallar doloroso de los opuestos. Acción sin distracciones, sin escapatorias, sin fantasías, sin abstracciones de ninguna especie. Cambiad vuestro carácter amadísimos, cambiadlo a través de la acción inteligente, libre del batallar de los opuestos”.

De la lectura pueden surgir muchas posibilidades para que el lector realice diferentes ejercicios de presencia, para acostumbrarse a estar en determinado momento y lugar con la conciencia presente. Así por ejemplo, durante el momento del aseo corporal, a la hora de la ducha o el baño. En lugar de dejar que la mente vuele o de repasar la lista de quehaceres del día; sería mejor y muy oportuno disfrutar realmente el momento, de la caricia y temperatura del agua en el propio cuerpo, prestarle atención a las sensaciones vividas y no permitir que la mente se escape y viaje a otro tiempo y lugar.

La hora del desayuno o de cualquier comida,  resulta formidable también para iniciar ejercicios de presencia. Podría preguntarse si ¿a la hora de comer, realmente se dedica a comer o solo lleva bocados de alimento a la boca y los traga sin prestarle mayor atención? En la actualidad, muchas personas ya no mastican los alimentos, solo engullen o tragan enteros los bocados de comida. Es conveniente observarse y constatar si esto ocurre también consigo mismo o no. Aparte que el ejercicio de masticar los alimentos trae consigo múltiples beneficios a la salud, puede aprovecharse también para estar con la conciencia presente. Al principio puede intentar con un bocado de alimento, dedicarse a masticar, mientras está masticando la comida. Es decir, se trata de no pensar, de no conversar, de no ver televisión, de no leer, de no hacer nada más que masticar. Quien quiera que lo intente, podrá constatar cuán difícil resulta este sencillo ejercicio.

El recuerdo de sí

En las condiciones usuales de la vida, el ser humano no se acuerda de sí mismo, no se siente a sí mismo, no siente su propio cuerpo, no es consciente de sí, no vive en su interior.  Los seres humanos, en general, viven en total olvido de sí mismos.

En el camino hacia el despertar, es imprescindible aprender a recordarse a sí mismo y así poder observarse y cambiar el mundo interior, la propia vida.

En cierta ocasión, refiriéndose al recuerdo de sí, George Ivanovich Gurdjieff, afirmó: “Las personas que saben esto, ya saben mucho.  El problema es que nadie lo sabe. Toda la vida humana se basa en esto. Toda la ceguera humana se debe al olvido de sí mismo. Si un hombre sabe de verdad que no es capaz de conocerse a sí mismo, ya está cerca de conocer su propio Ser”.  En su obra: Fragmentos de una enseñanza desconocida, Pedro Ouspensky, coloca en labios de su maestro, de Gurjieff, las siguientes palabras: “Tan sólo tienen valor los resultados obtenidos durante el recuerdo de sí”.

En dicha obra, aunque muy someramente, Ouspensky explica el significado de la práctica del “recuerdo de sí”, es decir, la sensación de uno mismo, la sensación del propio cuerpo, la sensación de la propia masa o como decía Gurdjieff: “sentir con toda la masa”. “Mi primera impresión fue que los ensayos de recuerdo de sí, o de ser consciente de sí, de decirse: Soy yo el que camina, soy yo el que hace esto, al tratar continuamente de experimentar la sensación de este yo — detenían los pensamientos”. Líneas adelante, dice además: “Los primeros ensayos de «recuerdo de sí» me hicieron recordar mis tentativas anteriores. En efecto, ambas experiencias eran casi idénticas, con la única diferencia de que al detener los pensamientos la atención está totalmente orientada hacia el esfuerzo de no admitir pensamientos, mientras que en el acto del «recuerdo de sí» la atención se divide: una parte se dirige hacia el mismo esfuerzo, otra hacia la sensación de sí”. Explica además que: “cuando comencé a aprender a dividir mi atención vi que el «recuerdo de sí» producía sensaciones maravillosas que no venían por sí solas, sino muy raras veces y en condiciones excepcionales”.

La noción de sensación de sí mismo, como sinónimo del recuerdo de sí, es abordada también por el Kalki Avatar, en su obra: Mensaje de Navidad 1966-67, precisamente en el capítulo titulado: Íntima recordación de sí mismo, dice: “Aun cuando parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo no se recuerda a sí mismo. Los aspirantes, fuera de toda duda, realmente no se sienten a sí mismos no son conscientes de sí mismos. Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reír, hablar, caminar, etc., se olvida de sí mismo, esto es increíble, pero cierto. Sin embargo es indispensable tratar de recordarse a sí mismo, mientras se auto-observa, esto es fundamental para lograr el despertar de la conciencia. auto-observarse, auto-conocerse, sin olvidarse de sí mismo, es terriblemente difícil, pero espantosamente urgente para lograr el despertar de la conciencia”.

“Esto que estamos diciendo parece una tontería, las gentes ignoran que están dormidas, ignoran que no se recuerdan a sí mismas, ni aunque se miren en un espejo de cuerpo entero, ni aun cuando se observen en detalle minuciosamente. Este olvido de sí mismo, esto de no recordarse a sí mismo, es realmente la causa causorum de toda la ignorancia humana”.

El Ser

Eckart Tolle afirma que: “La palabra Dios se ha vuelto vacía de significado a través de miles de años de mal uso. Yo la uso a veces pero lo hago poco. Por mal uso entiendo que las personas que nunca han tenido ni un atisbo del reino de lo sagrado, de la infinita vastedad que hay detrás de esta palabra, la usan con gran convicción, como si supieran de qué están hablando. O argumentan contra él, como si supieran que es lo que están negando. Ese mal uso da lugar a creencias y afirmaciones absurdas y a engaños del ego, tales como “Mi o nuestro Dios es el único Dios verdadero y tu Dios es falso” o la famosa afirmación de Nietzsche “Dios ha muerto”.

“La palabra Dios se ha convertido en un concepto cerrado. En el momento en que se pronuncia, se crea una imagen mental, quizá ya no la de un anciano de barba blanca, pero si una representación mental de alguien externo a uno y, casi inevitablemente, algo o alguien masculino”.

Ni Dios ni Ser ni ninguna otra palabra pueden definir o explicar la inefable realidad que hay detrás de ellas, así que la única cuestión importante es si la palabra es una ayuda o un obstáculo para permitirle a usted experimentar Aquello que señala. ¿Señala más allá de sí misma, hacia esa realidad trascendental o tiende demasiado fácilmente a volverse solamente una idea en su cabeza en la que usted cree, un ídolo mental?”

“La palabra Ser no explica nada, pero tampoco lo hace la palabra Dios. Sin embargo Ser tiene la ventaja de que es un concepto abierto. No reduce lo infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental de ello. Nadie puede reclamar la posesión exclusiva del Ser. Es su propia esencia y es inmediatamente accesible a usted como la sensación de su propia presencia, la comprensión de Yo soy que es anterior a yo soy esto o yo soy aquello. Así que hay solamente un pequeño paso de la palabra Ser a la experiencia del Ser”.

En la Filosofía Gnóstica y más propiamente en la Ontología Gnóstica, el Ser es lo real, lo divinal. Es equivalente a Espíritu de los cristianos, al Atman de la filosofía hindú. Es Dios en el interior del ser humano, el Dios íntimo o Íntimo, es Chesed, en el Árbol de la vida de la Cábala. En el Gnosticismo Universal, se explica además que El Ser es el el Padre interno, el Yo Soy.

Para una explicación más profunda del significado del Ser, José Jesús Leal en su obra: Psicología del Despertar, da la siguiente definición: «El Ser es un conjunto de elementos esenciales en proceso de autoconocimieno». Explica además en el capítulo titulado: La Ontología Gnóstica de la obra citada que: «Cuando uno experimenta por sí mismo el Ente se da cuenta que no solamente es, sino que está siendo y será la unidad íntima de todas las percepciones objetivas, reales de nosotros mismos».

Dentro del propio Ser  se encuentran los auténticos valores. Cada uno de esos valores constituye la Esencia maravillosa que debe liberarse de la esclavitud del Ego y así volver a fusionarse con el Ser. En tal sentido, en el trabajo interior, hay que aprender a expresar los valores eternos del Ser. El Ser es el maestro interno. En el libro: Revolución de la Dialéctica el Quinto ángel del Apocalipsis afirma que: “Cada persona tiene su propio maestro, siendo este el Ser, eso que está más allá de la mente y del falso racionalismo”. El Ser es felicidad sin límites y se expresa de manera lacónica, concisa, breve y sintética.

Afirma además el maestro que: “Incuestionablemente, el Ser en sí mismo es nuestra auténti­ca identidad, valores e imagen. El Ser en sí mismo es el K‑H, el Kosmos Hombre o el Hombre Kosmos”.

En el capítulo titulado: La acción lacónica del Ser de la obra citada, el maestro Samael, explica que: “Se han dado casos en los que el Ser ha logrado expresarse a través de alguien que haya conseguido un cambio de imagen, va­lores o identidad y entonces, ese alguien se ha convertido de hecho en algún profeta, en algún iluminado.

Más adelante y siempre en el citado capítulo el maestro explica: “Sólo quien renuncia a los frutos de la acción, quien no espera re­compensa alguna, quien sólo está animado por amor a trabajar en favor de sus semejantes, ha comprendido ciertamente la Acción lacónica del Ser. Necesitamos pasar, repito, por un cambio total de sí mismos. Imagen, valores e identidad, deben cambiar. ¡Qué bello es tener la imagen joven del hombre terrenal!, pero debemos, y es mejor, tener la imagen espiritual y celestial, aquí mismo, en carne y hueso. En vez de poseer los falsos valores del ego, deben estar en nuestro corazón y en nuestra mente los valores positivos del Ser. En vez de tener una identidad grosera, debemos tener la identidad puesta al servicio del Ser. Reflexionemos en la necesidad de convertirnos en la viva expresión del Ser. El Ser es el Ser y la razón de Ser del Ser es el mismo Ser”.

La finalidad de cada individuo humano es la de ser cada vez más auténtico, retornar al Ser, posibilitar cada vez más los espacios de manifestación del Ser en la vida cotidiana, permitir que el Ser se haga presente en la propia vida, realizar al Ser. Y para lograrlo, se requiere de elevar el propio nivel de Ser hasta alcanzar lo que se denomina en los círculos gnósticos contemporáneos: La Auto realización íntima del Ser, es decir, «el desarrollo armonioso de las infinitas posibilidades humanas».

Por ese motivo, el Avatar de la Era de Acuario, en su obra: Psicología Revolucionaria afirma que: “Ciertamente lo que importa es el modo de ser de cada persona; algunos sujetos serán borrachos, otros abstemios, aquellos honrados y estos otros sinvergüenzas; de todo hay en la vida. La masa es la suma de los individuos; lo que es el individuo es la masa, es el Gobierno, etc. La masa es pues la extensión del individuo; no es posible la transformación de las masas, de los pueblos, si el individuo, si cada persona, no se transforma. Nadie puede negar que existen distintos niveles sociales; hay gentes de iglesia y de prostíbulo; de comercio y de campo, etc., etc., etc. Así también existen distintos Niveles del Ser. Lo que internamente somos, espléndidos o mezquinos, generosos o tacaños, violentos o apacibles, castos o lujuriosos, atrae las diversas circunstancias de la vida…”

Mediante el trabajo interior, el ser humano puede elevar su nivel de Ser. En ese proceso, se conoce a sí mismo y aprende a conocer a Dios. Es la famosa frase de la filosofía clásica: Gnosce te ipsum, conócete y conocerás al Universo y a los dioses. Hay que aprender a conocer a Dios, hay que prepararse para recibir el don de conocerle. Por ese motivo, en el Evangelio de la Verdad, se lee: «El evangelio de la verdad es alegría para quienes han recibido del Padre de la verdad el don de conocerle, por el poder del Logos quien viene de la plenitud que queda dentro del pensamiento y la mente del Padre». El don de conocer a Dios en el interior de sí, se obtiene aprendiendo a escuchar la sabia voz del corazón, aprendiendo a buscar a Dios en el propio corazón. Esta es la Gnosis del corazón, la Gnosis Kardias. El don de conocerle se denomina: Donum Dei. Es el don de Dios para entender. Hay que prepararse para recibir del Padre de las luces el Donun Dei. En el documental citado al inicio de esta publicación, se encuentra la siguiente:

Práctica sufí para lograr la divina presencia del Ser en uno mismo

Respira rítmicamente y acuérdate de tu Ser en el corazón. Ejércitate para sentir tu corazón. Por cada respiración, pronuncia una palabra clave o mantra. Esta puede ser: Dios, Ser o Alá. También puedes pronunciar la frase: Él es él, yo soy Él, Él está en mí.

A medida que pronuncias la frase, dedícate a sentir ya no solo tu corazón, no solo tu respiración, no solo tu columna vertebral, sino todo tu cuerpo, toda tu presencia, toda tu masa.

 Consejos para lograr la divina presencia en ti

Sé consciente a cada instante.

No dejes que nada te robe tu atención, ni por la duración de un solo suspiro.

Tente presente a ti mismo siempre y en todas las situaciones por difíciles que estas sean.

Mantén tu atención delante de ti a cada paso que das.

Debes desear la libertad y no olvidarla nunca.

Resiste los pensamientos extraños.

Mantén tu atención solo en lo que estás haciendo, ya sea exterior o interior.

Soledad entre la multitud, silencio entre el bullicio.

En todas tus actividades exteriores mantente internamente libre, desapegado.

Aprende a no identificarte a ti mismo con cualquier otra cosa.

Viajas hacia tu hogar.

Recuerda que estás viajando desde el mundo de las apariencias, del sueño, hacia el mundo de la realidad, del despertar.

Recuerda a tu amigo: Dios.

Que la plegaria de tu boca sea la plegaria de tu corazón.

Sé siempre consciente de la presencia Divina en ti

Acostúmbrate a sentir la presencia de tu dios íntimo en tu corazón.

Poesía: Mi yo

Mi yo

he comprendido que eres mi dueño,

que he sometido plenamente mi voluntad a ti

y te he convertido en mi dios, mi rey, mi todo…

Eres lo más importante y grande a cada hora,

y no hay día o noche sin consagrarla a ti.

Mi yo

Contrato en blanco, he firmado contigo,

acepté conforme y lleno de placer tu tiranía.

Reconozco mi esclavitud completa hacia ti,

estoy dispuesto a complacerte plenamente

y a satisfacer con creces todos tus deseos.

Mi yo

por mi propia decisión eres mi carcelero eterno,

encadenado en mazmorra de placer y de congoja estoy.

Sin intención sincera de escapar, de liberarme.

En cofre secreto guardo la llave de la independencia;

Pero es nula mi intención de abandonarte.

Mi yo

eres un tirano al que cedí todo su poder,

tu fuerza hipnótica me embriaga y me cobija.

Con tus hechiceros encantos me engañas día a día.

Y aunque me dieran tesoro y cielo, no rompo tus cadenas

que me atan a ti desde la más lejana antigüedad

Mi yo

Sabes que soy tu esclavo fiel,

que por ti he levantado templos y altares…

En tu honor he organizado fiestas y caras ofrendas,

he compuesto canto, poesía y culto para alabarte.

Mis mejores tiempos, fuerzas y talentos te he ofrendado.

Mi yo

No han podido palabras, ni escritos, ni actos en tu contra.

No ha surgido verbo o gesto con poder de abandonarte.

No he encontrado sabio convincente

que guíe mi entendimiento para no adorarte,

para buscar la luz que disipe tu  plena oscuridad

Mi yo

a quien convertí en mi todopoderoso,

a quien busqué en todo complacerte.

Por quien me identifico con la vida y con la nada.

A quien defiendo, me aferro y esclavizo,

a quien quiero más que mi sagrada vida.

Mi yo

mi acompañante diario indispensable.

Por quien rompo los más caros compromisos.

Quien anima e inspira todos mis deseos…

Por ti, justifico el error, la locura y desvarío

y te guardo, oculto y escondo en mi interior.

Mi yo

te defiendo de todos y de todo.

Y también por ti, me condeno y me flagelo,

para salvar tus faltas, delitos y crueldades

y enaltecer tu cinismo y desvergüenza;

en la perdida existencia que me has dado

Mi yo

cruel, insensato e insaciable.

Has crecido como gigante mitológico

y te has multiplicado a mis expensas,

llevándome a cumplir infinitas exigencias.

Por ti: todo, por ti: nada.

Mi yo

la causa real de mi fracaso existencial.

Dueño de poder ficticio,

soberano de mis ínfimas pasiones,

obstáculo principal a mis íntimos anhelos,

guía oscuro del camino tenebroso.

Mi yo

falsa luz en mi entendimiento,

embaucador ante nobles y propósitos sublimes,

arrullo incansable de mi sueño eterno,

estafador de espirituales inversiones,

desvío principal de iniciáticos senderos.

Mi yo

tu tiempo tiene fin,

tu falsa promesa se descubre,

los encantos de tu magia son ilusos

y tu ficticia sombra al comprenderte se disipa,

pues tu destino es polvo con la lanza de mi diosa.

JG

La atención

Contenido

Introducción

El Dhammapada y la atención

Los tipos de atención

La división de la atención

La atención y el recuerdo de sí

El desarrollo de la atención

La atención consciente

Saber escuchar

La clave de SOL y el despertar de la conciencia

El despertar y las dimensiones superiores del espacio

 

Introducción

En los estudios gnósticos, en congruencia con las diferentes escuelas esotéricas y espirituales del mundo oriental, el desarrollo de la atención tiene un especial interés. Todas las antiguas religiones hacen referencia a que el ser humano en el estado en el que se sitúa actualmente, se encuentra dormido y hacen el llamado al despertar de la conciencia. Pero un requisito fundamental para lograr ese despertar se centra en desarrollar la fuerza de atención.

La atención, es decir, la acción de atender, en el diccionario se define a partir del término latino attentio del que surge el origen etimológico del término. Un vocablo que se compone de tres partes: el prefijo ad– que es sinónimo de “hacia”, el verbo tendere que puede traducirse como “estirar” y finalmente el sufijo –ción que es equivalente a “acción y efecto”.

En este sentido, el escritor norteamericano William Walker Atkinson, más conocido como Yogui Ramacharaka en “Serie de lecciones sobre Raja Yoga dice: “Podemos definir toscamente la atención diciendo que es la activa dirección de la mente a cualquier objeto». La palabra «atención» deriva de las latinas ad tendere, que significan «extender hacia».

Para William James (1842-1910), la atención es la capacidad de tomar posesión de la mente. La realidad es aquello a lo que se le pone atención. De manera que, es crucial, la toma de control de la mente y esto se logra, mediante la atención, clave para auto conocerse y observarse a sí mismo. En neurociencia se compara la atención con la lámpara de un minero. Se ve, solo aquello que se enfoque. La atención, por una parte, actúa como filtro de los estímulos ambientales y permite decidir qué es lo más relevante a lo que hay que concentrarse. Por otro lado, es el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos. Su acción permite seleccionar lo esencial de la actividad mental, vigila el curso de la actividad mental. La capacidad de seleccionar los estímulos que llegan al aparato psíquico, como la necesaria concentración y focalización intencional, están asociadas a la atención.

En la Psicología Gnóstica se habla de las cinco funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo. Cada una de ellas tiene su centro de gravedad, es decir, en conjunto son los cinco  centros de la máquina humana. Con la práctica, el estudiante evidencia que cada centro a su vez está dividido en tres partes: una mcánica, una emocional y una intelectual.

Pedro Demianovich Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida» refiriéndose al centro pensante define la atención, como: “la dirección de la actividad del centro intelectual», es decir, podemos afirmar que la atención es la dirección de la actividad, de la actividad de los centros y que: “el estudio de la atención hace posible distinguir el trabajo de las diferentes partes de los centros”.

Quien esto escribe, cuando empezó a estudiar con seriedad la Psicología Gnóstica, recibió de su instructor de Cuarto camino la recomendación de que se dedicara a desarrollar la fuerza de atención. La instrucción práctica consistió en “darse cuenta de lo que entra y de lo que sale” por su aparato psíquico. Es claro que para realizar esta práctica se requiere vivir el presente, llevar a la práctica la filosofía de la momentaneidad. Para tal efecto, es preciso sujetar a la mente al cuerpo físico. Al inicio del ejercicio, el estudiante descubre que la mente viaja constantemente fuera del cuerpo. La mente oscila entre el pasado y el futuro, rara vez se encuentra en el cuerpo en “tiempo real”. Otra consecuencia o síntoma de la falta de atención en las personas es la falta de memoria o la nula o poca capacidad para escuchar.

Lo contrario de la atención, es decir, la ausencia de la atención se denomina: distracción. Muchas personas aman la distracción, anhelan la distracción ignorando que con esta tendencia desperdician inútilmente la energía psíquica, así como la energía creadora, el Ens seminis. De esta manera pierden miserablemente reales posibilidades de crecimiento interior, de lograr un día lo que en la divina Gnosis se define como: la Auto realización íntima del Ser. Prestar atención conlleva aprender a dedicarse a una sola actividad a la vez, efectuar una y solo una acción, una tarea en cada momento. Aprender a estar aquí y ahora en cada instante. La distracción es el resultado inútil de pretender hacer varias actividades a la vez.

Samael Aun Weor, en su obra: “Mensaje de Navidad 1964-65” afirma lo siguiente: “la Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles”. El Maestro propone que en medio de las actividades diarias: “trabajemos y descansemos felices abandonándonos al curso de la vida. Agotemos el agua turbia y podrida del pensamiento habitual y en el vacío fluirá la Gnosis y con ella la alegría de vivir”. Explica además que: “esta tensión continua de la mente, esta disciplina, nos lleva al despertar de la conciencia” y aclara que: “Si estamos comiendo y pensando en negocios es claro que estamos soñando. Si estamos manejando un automóvil y estamos pensando en la novia, es lógico que no estamos despiertos, estamos soñando; si estamos trabajando y estamos recordando al compadre o a la comadre, o al amigo, o al hermano, etc., es claro que estamos soñando”. Es claro que la distracción, la ausencia de atención, permitir que la mente viaje errante fuera del cuerpo físico y del “tiempo real”, estar sumergido en abstracciones mientras se realiza una actividad distinta, realizar varias actividades a la vez, todo ello en conjunto, conduce al sueño de la conciencia.

El Venerable Maestro Samael, en el libro citado, narra la siguiente anécdota: “-Le preguntaron al maestro Bokuju: «¿Tenemos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de éste?» -El Maestro respondió:

-«Comemos, nos vestimos».

—»No comprendo» –dijo el discípulo.

«Entonces vístete y come» – dijo el Maestro.

“Esta es precisamente la acción libre de los opuestos: ¿Comemos, nos vestimos? ¿Por qué hacer un problema de eso?, ¿por qué estar en otras cosas mientras estamos comiendo y vistiendo? Si estas comiendo, come; y si estas vistiéndote, vístete, y si andas por la calle, anda, anda, anda, pero no pienses en otra cosa, haced únicamente lo que estáis haciendo, no huyas de los hechos, no los llenes de tantos significados, símbolos, sermones y advertencias. Vívelos sin alegorías, con mente receptiva de instante en instante”.

Para mantener la atención de manera continua, Ramacharaka propone: “interceptar gradualmente todo pensamiento o impresión del mundo externo, ‘del cuerpo, y aún de los mismos pensamientos, para concentrarse y meditar sobre el «Yo soy» pero sin decir «Soy esto» o «Soy aquello» o «Hago esto» o «Pienso aquello», sino simplemente: «yo soy «. Este ejercicio enfocará la atención en el centro mismo de la existencia interna y reunirá todas las energías mentales, en vez de dejar que se dispersen sobre las cosas externas. Un sentimiento de paz, fuerza y poder será el resultado, porque la afirmación con el pensamiento en ella subyacente, es en el alto grado poderosa e intensa, porque es una afirmación de positiva y real existencia y una introspección del pensamiento hacia esta verdad”.

Ramacharaka advierte que: “a primera vista parece muy fácil, pero la práctica mostrará lo difícil que es sostener firmemente la atención. La mente propende a vagar y trasladarse de un objeto o asunto a otro, y será necesario mucha práctica para mantenerla en el punto conveniente”.

Explica también Ramacharaka que: “el gran obstáculo para el eficaz uso de la voluntad en la mayoría de las personas, es la falta de habilidad para enfocar la atención. Los yoguis comprenden claramente este punto y muchos ejercicios de Toga Raja están destinados a vencer esta dificultad. La atención es la prueba externa de la voluntad”. Más adelante cita a varios autores que afirman que: «el esfuerzo de la atención es el fenómeno esencial de la voluntad».»El primer paso hacia el desenvolvimiento de la voluntad consiste en el ejercicio de la atención”.

En forma similar en “La práctica del Zen”, Chang Chen-Chi, anota que las dos primeras sugerencias de la práctica Zen son: “atender interiormente al estado de ánimo antes de que surja un pensamiento. Cuando surge un pensamiento, interrumpirlo instantáneamente y volver a la actitud de atención interior”.

 El Dhammapada y la atención

El Dhammapada forma parte de la literatura canónica budista y, según el autor de esta versión, «fue aceptado en el Concilio de Asoka en el año 240 a. C.» y forma parte del Canon de los textos escritos en la lengua indoeuropea, el Pali que se ha conservado hasta la actualidad en Ceilán (Sri Lanka). En Wikipedia encontramos que: «En general «dhamma» hace referencia a la «doctrina» de Budda o a una «verdad eterna» o «virtud», y «pada» significa literalmente «pie» y en este contexto puede traducirse por «camino» o «verso»».

Resulta muy oportuno transcribir el capítulo II de este hermoso compendio budista de versos y que se titula precisamente: La atención. No están registrados créditos del traductor o de la editorial.

21. La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto.

22. Distinguiendo esto claramente, los sabios se establecen en la atención y se deleitan con la atención, disfrutando del terreno de los nobles.

23. Aquel que medita constantemente y persevera, se libera de las ataduras y obtiene el supremo Nibbana.

24. Gloria para aquel que se esfuerza, permanece vigilante, es puro en conducta, considerado, auto controlado, recto en su forma de vida y capaz de permanecer en creciente atención.

25. A través del esfuerzo, la diligencia, la disciplina y el autocontrol, que el hombre sabio haga de sí mismo una isla que ninguna inundación pueda anegar.

26. El ignorante es indulgente con la inatención; el hombre sabio custodia la atención como el mayor tesoro.

27. No os recreéis en la negligencia. No intiméis con los placeres sensoriales. El hombre que medita con diligencia, verdaderamente alcanza mucha felicidad.

28. Cuando un sabio supera la inatención cultivando la atención, libre de tribulaciones, asciende al palacio de la sabiduría y observa a la gente sufriente como el sabio montañero contempla a los ignorantes que están abajo.

29. Atento entre los inatentos, plenamente despierto entre los dormidos, el sabio avanza como un corcel de carreras se adelanta sobre un jamelgo decrépito.

30. Por permanecer alerta, Indra se impuso a los dioses. Así, la atención es elogiada y la negligencia subestimada.

31. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, avanza como el fuego, superando todo escollo grande o pequeño.

32. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, no es tendente a la caída. Está en presencia del Nibbana.

 Los tipos de atención

Líneas arriba se habló de la división de los centros de la máquina humana (intelectual, emocional, motor, instintivo y sexual) y que cada uno de ellos se divide a su vez en tres partes: mecánica (instintiva-motriz), emocional e intelectual.

Ouspensky en sus “Conferencias psicológicas” explica que: “La división de un centro en tres partes es muy simple. Una parte mecánica trabaja casi automáticamente; no requiere ninguna atención. El trabajo de la parte emocional requiere atención plena, pero en esta parte del centro la atención no requiere ningún esfuerzo. Es atraída y mantenida por el mismo asunto, muy a menudo a través de la identificación, que generalmente es llamada «interés», o «entusiasmo», o «pasión» o «devoción». La parte intelectual del centro intelectual incluye en sí misma una capacidad de creación, construcción, invención y descubrimiento. No puede trabajar sin atención, pero la atención en esta parte del centro debe ser controlada y mantenida allí por la voluntad y el esfuerzo”.

La atención mecánica, se define en el trabajo psicológico gnóstico, como: atención cero. Es una atención errante, es la actitud o la acción de no prestar atención o vivir determinado momento sin atención. En los centros educativos de la educación mecanicista y cansona (la escuela, el colegio y la universidad), los docentes quieren que los alumnos presten atención. Los docentes más competentes y dedicados se apoyan en la motivación. Esta es una forma de explicar la atención “plena” o emocional. De esta manera se explica que las personas prestan atención y por consiguiente: aprenden, solo aquellos conocimientos que les gustan, que les atraen, que les motivan. En el camino del despertar de la conciencia, por encima de la atención emocional, es necesario construir la atención dirigida. Es claro que al realizar esfuerzos por desarrollar la atención dirigida, esta no debe desperdiciarse en asuntos inútiles o triviales. La atención superior, es el tipo de atención que interesa desarrollar en la Psicología Gnóstica.

Profundizando un poco más en los tres tipos de atención estudiados, José Jesús Leal, en su obra: «Psicología del Despertar» explica que: «las tres atenciones devienen a la existencia de acuerdo con el grado de conciencia; en la atención cero, por ejemplo,, se originan conocimientos mecánicos, constituyéndose como una serie de datos acumulados en la memoria, estos últimos devienen finalmente, como intelectualismo. El estado de atención plena es indispensable si se quiere llegar a comprender el concepto gnoseológico encerrado en cualquier trabajo científico, filosófico, artístico o místico; mas es indispensable hacer la disección analítica, el análisis superlativo, la autocrítica profunda y esto solamente es posible cuando se trabaja con las partes más conscientes de nosotros mismos. La atención dirigida por medio del esfuerzo y la voluntad induce al trabajo de las partes más conscientes de los centros, lográndose el trabajo armónico de la estructura interna del hombre».

 La división de la atención

Jean Vaysse, en su obra: “Hacia el despertar  a sí mismo” y publicado en español por Ganesha, explica que: “esta atención de la que tenemos necesidad aquí es sin duda lo que más falta nos hace. Ella es de una índole particular que no tenemos habitualmente y que hasta ahora no conocíamos. La atención que tenemos de ordinario es una atención en un solo sentido,, dirigida hacia lo que observamos. Con una atención de esta clase y la actitud que ella trae consigo, la observación, aplicada a uno mismo, permite un análisis elemental (el de la psicología corriente) pero no las constataciones integradas al conjunto que somos, tal como las buscamos. La atención que necesitamos es de otro nivel: aquella que, mientras la observación prosigue, toma en cuenta todo lo que somos: es una atención de doble sentido, una atención desdoblada: y ella trae consigo una actitud diferente de nuestra actitud habitual. No tenemos naturalmente una atención de este tipo, salvo por accidente en ciertos momentos de sorpresa o de peligro donde ella acompaña un vislumbre de conciencia; pero es posible tenerla “artificialmente” por un esfuerzo especial y puede ser desarrollada en nosotros mediante ejercicios apropiados”.

 La atención y el recuerdo de sí

Ouspensky explica además que estos “ejercicios apropiados” se orientan a alcanzar lo que en los estudios gnósticos se denomina: “Recuerdo de sí”. Para esto se requiere no solo estar atento hacia el mundo exterior, sino además: dividir la atención. Ouspensky lo explica de la siguiente manera:

“Los primeros ensayos de «recuerdo de sí» me hicieron recordar mis tentativas anteriores. En efecto, ambas experiencias eran casi idénticas, con la única diferencia de que al detener los pensamientos la atención está totalmente orientada hacia el esfuerzo de no admitir pensamientos, mientras que en el acto del «recuerdo de sí» la atención se divide: una parte se dirige hacia el mismo esfuerzo, otra hacia la sensación de sí”.

“Esta última experiencia me capacitó para llegar a una cierta definición, posiblemente muy incompleta, del «recuerdo de si», que sin embargo probó ser muy útil en la práctica. Yo hablo del recuerdo de sí, en lo que se refiere a la división de la atención: siendo ésta su rasgo característico. Me la representé de la siguiente manera:

“Cuando observo algo, mi atención está dirigida hacia lo que observo.

Yo ———————————————> el fenómeno observado.

Cuando, al mismo tiempo, trato de recordarme a mí mismo, mi atención está dirigida a la vez

hacia el objeto observado y hacia mí mismo.

Yo <———————————————> el fenómeno observado.

“Habiendo definido esto, vi que el problema consistía en dirigir la atención sobre uno mismo sin permitir que se debilite o se eclipse la atención dirigida sobre el fenómeno observado. Más aún, este «fenómeno» podía estar tanto dentro de mí como fuera de mí”.

En el trabajo psicológico para el desarrollo de la fuerza de atención, es preciso, tener claro que el esfuerzo de atención se dirige a los dos sentidos de la atención, tanto hacia fuera, como hacia dentro de uno mismo. En tal sentido, es posible confundirse y creer que se está realizando un adecuado desarrollo de la atención, cuando el estudiante está “pendiente” de todo lo que ocurre en el exterior, de todo lo que le rodea; pero se olvida de sí mismo, se olvida de estudiar su interior, de prestarse atención a sí mismo, de percatarse como impactan en su psiquis las impresiones que vienen del mundo exterior. En tales circunstancias, lo más probable es que, al practicar la atención solo hacia el exterior, resulte identificándose con los objetos, personas o circunstancias que ocurren a su alrededor.

El acto de recuerdo de sí inicia con la detención interior o no identificación y la sensación plena de sí mismo, es decir, la sensación plena del propio cuerpo. En palabras de Gurdjieff: «la sensación plena de nuestra propia masa». Implica la toma de conciencia de la respiración  o respiración consciente y la relajación del cuerpo que permite conectar la mente con el corazón.

El recuerdo de sí y aprender a pasar por el corazón

En la Web, se lee que, etimológicamente, la palabra “recordar” viene del latín “recordari”, formado de re (de nuevo) y cordis (corazón). Recordad quiere decir mucho más que tener a alguien presente en la memoria. Significa “volver a pasar por el corazón”. «Si yo le digo a alguien que lo estoy recordando, le estoy diciendo que lo estoy volviendo a pasar por mi corazón”. Antiguamente, la sede de la memoria se sabía que estaba en el corazón. Actualmente, cuando la memoria pasa a la mente se lleva hacia el olvido. Los antiguos romanos y griegos no situaban la mente en la cabeza (caput, capitis), ni en el cerebrum (“los sesos”) sino dentro del pecho. Por ello significa casi lo mismo in pectore, in mente o in corde  ‘en el corazón’. Antiguamente, “recordar”, significaba, “despertar”, “salir del sueño”, “dejar de dormir”, “espabilarse”. Recordarse desde este punto de vista, vendría a “volver en sí”, que nos lleva al “Recuerdo de sí”, indispensable para el despertar de la conciencia.

 El desarrollo de la atención

Ouspensky explica además que algo sumamente importante del desarrollo de la atención es que debe volcarse hacia el recuerdo de sí. Pero qué mejor que ilustrar lo anterior con una anécdota del mismo Ouspensky:

“En cierta oportunidad estaba caminando a lo largo de la Liteiny hacia la avenida Nevsky y a pesar de todos mis esfuerzos no era capaz de mantener mi atención en el «recuerdo de mí mismo«. La bulla, el movimiento, todo me distraía. A cada instante perdía el hilo de mi atención, lo encontraba de nuevo y luego lo volvía a perder. Finalmente sentí una especie de ridícula irritación conmigo mismo y doblé hacia la calle de la izquierda, firmemente decidido, esta vez, a recordarme a mí mismo al menos por algún tiempo, y en todo caso hasta que hubiera llegado a la calle siguiente”.

“Llegué a la Nadesjdinskaya sin perder el hilo de mi atención salvo, quizás, por breves momentos. Entonces, dándome cuenta de que me era más fácil no perder la línea de mi pensamiento en las calles tranquilas y deseando probarme en las calles más ruidosas, decidí retomar la Nevsky, mientras continuaba recordándome a mí mismo. Llegué a la Nevsky sin haber cesado de recordarme a mí mismo y comenzaba ya a experimentar el extraño estado emocional de paz interior y de confianza que sigue a grandes esfuerzos de esta clase. Justamente a la vuelta de la esquina, en la Nevsky, había una cigarrería donde compraba mis cigarrillos. Todavía recordándome a mí mismo pensé pasar por ahí y encargar algunas cajas”

Dos horas más tarde, desperté en la Tavrisheskaya, es decir, muy lejos. Estaba yendo en un trineo hacia la imprenta. La sensación de despertar fue extraordinariamente vivida. Casi puedo decir que volvía en mí. De golpe recordé todo. Cómo había estado caminando a lo largo de la Nadejdinskaya, cómo había estado recordándome a mí mismo, cómo había pensado en los cigarrillos y cómo, en este pensamiento, había caído como anonadado en un profundo sueño. Sin embargo, mientras estaba sumido en este sueño, había continuado ejecutando acciones coherentes y oportunas”.

“Había salido de la cigarrería, telefoneado a mi departamento en la Liteyni y luego al impresor. Había escrito dos cartas. Luego había regresado a la casa nuevamente y retomado la Nevsky por la acera izquierda hasta la puerta Gostinoy con intención de llegar a la Offitzerskaya. Luego había cambiado de opinión porque se estaba haciendo tarde. Había tomado un trineo para ir a la imprenta en la Kavalergardskaya. Y por el camino, mientras me dirigía por la Tavricheskaya comencé a sentir una extraña inquietud, como si hubiese olvidado algo. Y de pronto me acordé de que había olvidado recordarme a mí mismo”

.“Hablé acerca de mis observaciones y deducciones a las personas de nuestro grupo así como a varios amigos literatos y otros. Les dije que éste era el centro de gravedad de toda la enseñanza y de todo trabajo sobre uno mismo; que ahora, el trabajo sobre sí ya no era una palabra, sino un hecho real, pleno de significación, gracias al cual la psicología se convertía en una ciencia exacta y al mismo tiempo práctica”.

“Dije que la Psicología occidental había pasado por alto un hecho de una importancia prodigiosa, es decir, que no nos recordamos a nosotros mismos; que vivimos, actuamos y razonamos en un sueño profundo, en un sueño que no tiene nada de metafórico sino que es absolutamente real, y sin embargo, que podemos recordarnos a nosotros mismos si hacemos los esfuerzos suficientes: que podemos despertarnos”.

 La atención consciente

La atención dirigida combinada con el recuerdo de sí, conduce a lo que en Psicología Gnóstica se denomina: El Tercer estado de conciencia. La atención consciente, es el estado de alerta. Los estudiantes gnósticos bien saben que: “el estado de alerta es indispensable”.

A quien se inicia en este tipo de trabajo, es natural que se le dificulte entender y vivenciar el profundo significado de la atención consciente. Algo que puede resultar ilustrativo es invitarlo a que se fije en la mirada de la mayoría de personas, en especial, cuando estas no se encuentren “haciendo nada”. Generalmente, encontrará que la mirada de las personas “está vacía” debido a que su atención es oscilante, es decir, es del tipo de atención mecánica. A continuación compare estos resultados con la mirada que tienen los niños menores de dos años de edad, con la mirada de la mayoría de animales, en especial la de los felinos o de un animal cuando está al acecho o cazando una presa. En estos casos, la mirada es distinta. Evidenciará que existe otro tipo de atención.

Samael Aun Weor, en su obra: “Educación Fundamental”, explica lo siguiente: “En las escuelas, colegios, y universidades se les enseña a los estudiantes a poner atención en las clases y los alumnos y alumnas ponen atención para evitarse el regaño, el jalón de orejas, el golpe con la férula o con la regla, etc., etc., etc. Mas desgraciadamente no se les enseña a comprender realmente lo que es la atención consciente. Por disciplina el estudiante pone atención y gasta energía creadora muchas veces en forma inútil”.

Continúa explicando el Kalki Avatar que: “Si sabemos poner atención consciente podemos ahorrar energía creadora. Desafortunadamente los maestros y maestras no le enseñan a sus discípulos lo que es la atención consciente. Doquiera dirijamos la atención gastamos energía creadora. Podemos ahorrar esa energía si dividimos la atención, si no nos identificamos con las cosas, con las personas, con las ideas. Cuando nosotros nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, nos olvidamos de sí mismos y entonces perdemos la energía creadora en la forma más lastimosa”. Identificarse implica, atarse, aferrarse, apegarse a las personas, partes del cuerpo, sentimientos, ideas, y objetos.

Saber escuchar

Ya se explicó líneas arriba que el ser humano, en el estado ordinario actual en el que se encuentra, no tiene desarrollado el sentido de la atención. En consecuencia, no sabe escuchar y su memoria es débil e infiel. En sentido inverso, aprender a escuchar, saber escuchar constituye una cualidad extraordinaria. Muy ilustrativa resulta la historia de Momo, escrita por Michael Ende. Momo es una niña que no sabe hacer nada, solo sabe escuchar. Gracias a esa maravillosa capacidad: todos quieren ser amigos de ella. También, Momo sabe  propiciar que los niños jueguen con entusiasmo y desarrollen su imaginación creadora. Momo siempre está despierta y en su presencia los demás niños viven el presente.

Para adquirir la capacidad de saber escuchar, el Avatar de la Era de Acuario, en su obra: “La Revolución de la Diálectica”, explica  lo siguiente: “Hay que aprender a escuchar. Para aprender a escuchar hay que despertar la conciencia. Para saber escuchar hay que saber estar presente. El que escucha, siempre se escapa por el país y la ciudad psicológicos. La personalidad humana no sabe escuchar, como tampoco el cuerpo físico, porque es su vehículo. La gente está llena de sí misma, de sus orgullos, de sus facultades, de sus teorías”.

“No hay un rinconcito o lugar vacío para el conocimiento, para la palabra. Nosotros debemos tener la escudilla hacia arriba, como el Buda, para recibir la palabra crística. Escuchar psicológicamente es muy difícil. Hay que aprender a estar atento para saber escuchar. Hay que volverse más receptivo para la palabra”.

Explica además el maestro Samael que: “Por olvido del Ser, la gente comete muchos errores. Grandes cosas le suceden a uno, cuando nos recordamos a nosotros mismos. Consultar es necesario, pero lo importante es saber escuchar. Para saber escuchar hay que tener los centros emocional, motor e intelectual en suprema atención. La falsa educación le impide a uno escuchar. La falsa educación daña los cinco centros de la máquina humana -intelectual, motor, emocional, instintivo y sexual-. Hay que escuchar con la mente espontánea, libre de supuestos mentales, teorías y preconceptos. Hay que abrirse a lo nuevo con la mente integral, con la mente no dividida por el batallar de las antítesis”.

La clave de SOL y el despertar de la conciencia

La clave de SOL es un ejercicio maravilloso. Sin embargo, algunas personas lo han confundido totalmente. Hay quienes piensan que se trata únicamente de preguntarse ¿Quién soy” y responder su propio nombre. Al referirse al objeto, lo confunden con objetivo o propósito y se olvidan de establecer una diferencia entre ellos mismos y su mundo exterior.

En este sentido, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, explica en el «Mensaje de Navidad 1966-67», lo siguiente: “Quien quiera despertar conciencia debe empezar por dividir la atención en tres partes: sujeto, objeto, lugar. Sujeto, íntima recordación de si mismo de momento en momento. No olvidarse de sí mismo ante ninguna representación, ante ningún acontecimiento. Objeto, no identificarse con cosa alguna, con circunstancia alguna, observar sin identificación, sin olvidarse de si mismo. Lugar, preguntarse a si mismo: ¿Qué lugar es éste? observar el lugar detalladamente, preguntarse a sí mismo: ¿Por qué estoy en este lugar? La división de la atención en tres partes conducirá a los aspirantes hasta el despertar de la conciencia”.

El Buda Maitreya, amplía esta explicación en su obra: “Educación Fundamental”: “cuando aprendemos a no olvidarnos de sí mismos, cuando aprendemos a dividir la atención entre sujeto, objeto y lugar, ahorramos energía creadora para despertar conciencia. La atención consciente excluye eso que se llama identificación. Cuando nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, vienen la fascinación y esta última produce sueño en la conciencia. Hay que saber poner atención sin identificación. Cuando ponemos atención en algo o en alguien y nos olvidamos de sí mismos, el resultado es la fascinación y el sueño de la conciencia”.

El despertar y las dimensiones superiores del espacio

Al final de la entrada anterior titulada: “El poema del carpintero”, sugerimos un ejercicio para ir incrementando gradualmente la frecuencia depráctica de la clave de SOL. La dedicación, constancia y tenacidad redundará en resultados maravillosos relacionados con la experiencia mística directa.

En consonancia con lo anterior, el Venerable Maestro Samael, en su obra: “Tratado de Astrología Hermética», explica que: “Dentro de este factor lugar, debemos incluir la cuestión dimensional, pues podría darse el caso de encontrarnos realmente en la cuarta o en la quinta dimensión de la Naturaleza durante el momento de observación; recordemos que la Naturaleza tiene siete dimensiones. Dentro del mundo tridimensional reina la Ley de la gravedad. Dentro de las dimensiones superiores de la Naturaleza, existe la Ley de la levitación”.

“Al observar un lugar, no debemos olvidar jamás la cuestión de las siete dimensiones de la Naturaleza; conviene entonces preguntarnos a sí mismos: ¿En qué dimensión estoy?, y luego es necesario, a modo de verificación, dar un saltito lo más largo posible con la intención de flotar en el ambiente circundante. Es lógico que si flotamos es porque nos encontramos fuera del cuerpo físico. No debemos olvidar jamás que cuando el cuerpo físico duerme, el Ego con los cuerpos lunares y la Esencia adentro, ambula inconsciente como un sonámbulo en el mundo molecular. La división de la atención entre sujeto, objeto y lugar, conduce al despertar de la conciencia”

“Muchos estudiantes gnósticos después de acostumbrarse a este ejercicio, a esta división de la atención en tres partes, a estas preguntas, a este saltito, etc., durante el estado de vigilia, de momento en momento, resultaron practicando el mismo ejercicio durante el sueño del cuerpo físico, cuando realmente estaban en los mundos superiores y al dar el famoso saltito experimental, flotaron deliciosamente en el ambiente circundante; entonces despertaron conciencia, entonces recordaron que el cuerpo físico había quedado dormido entre la cama y llenos de gozo pudieron dedicarse al estudio de los misterios de la vida y de la muerte, en las dimensiones superiores”.

“Es apenas lógico decir que un ejercicio que se practica de momento en momento diariamente, que se convierte en un hábito, en una costumbre, se grava tanto en las distintas zonas de la mente, que después se repite automáticamente durante el sueño, cuando realmente estamos fuera del cuerpo físico y el resultado es el despertar de la conciencia”.

 

La conciencia

Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. (Ef 5:14).

“En unidad, pues, estuvieron Balam ki’tze’, Balam Aq’ab, Majuk’taj, e Ik’ibalam. No dormían, ni tenían descanso». (Popol Wuj).

“No os durmáis y venceréis ¡hijas mías! ¡hijos míos!» (Memorial de Sololá)

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Ro 13:11).

Contenido:
Qué es la conciencia
Conciencia y conocimiento
La conciencia falsa
Los estados de conciencia
Sueño
Vigilia o conciencia relativa
Relación entre el sueño y la vigilia
El apego o identificación
El tercer estado de conciencia: la conciencia de sí
Conciencia objetiva
El despertar
Atención
Recuerdo de sí
Subconsciente e infraconsciente
El inconsciente

Qué es la conciencia

El Diccionario de la Real Academia (DRAE), da las siguientes acepciones de conciencia:
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.
5. f. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.

En Wikipedia encontramos que se define como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno. La palabra viene del latín: conscientia que significa literalmente: con conocimiento. En términos filosóficos, la conciencia es la facultad de decidir y hacerse sujeto, es decir, actor de sus actos y responsable de las consecuencias, que de ellos se siguen, según la percepción del bien y del mal.

A partir de las diferentes definiciones que hemos transcrito encontramos elementos comunes para irnos acercando a una definición gnóstica de la conciencia. Ante todo la conciencia implica un reconocimiento o conocimiento interior y una percepción del exterior, una diferenciación activa entre uno mismo (el sujeto) y lo que le rodea (el objeto) y la capacidad de actuar responsablemente. Además: “Muchos procesos psicológicos se realizan dentro de sí mismos, sin que por ello intervenga para nada la conciencia”.

Pero la percepción del mundo va más allá de la relación del sujeto con el espacio tridimensional. Incluye experiencias vividas en lo que se denominan las “dimensiones superiores del espacio” o los “universos paralelos” al nuestro. Experiencias que muchas personas de la antigüedad tenían en forma cotidiana y que pueden tenerse con un desarrollo superior del sentido espacial, como también mediante experiencias paranormales o metafísicas. Tal sería el caso del desdoblamiento astral y la meditación, entre otros.

En este sentido, Stanislav Grof en las páginas 43 y 44 de su obra: “La Revolución de la conciencia” compartida por otros dos pensadores: Erwin laslo y Peter Russel y publicada en español por Kairós comenta lo siguiente: “Los miembros de las culturas antiguas y tradicionales solían experimentar un trastorno atípico de la conciencia durante la celebración de diversos rituales reconocidos socialmente. Se identificaban y establecían profundas conexiones con personas. Animales, la naturaleza y la totalidad del cosmos. Vivían intensos encuentros con seres arquetípicos y visitaban numerosos reinos mitológicos».

«Es perfectamente lógico suponer que debieron integrar estas experiencias y observaciones en su concepción del mundo, que, en el caso de las culturas tradicionales, era una síntesis de lo que la gente percibía en la vida cotidiana a través de los sentidos junto con lo que descubría en los estados visionarios. Es lo mismo que le sucede a grandes rasgos a los individuos que tienen la oportunidad de experimentar estados no habituales de la conciencia en nuestra propia cultura. Todavía no he conocido a una sola persona de nuestro entorno cultural sea cual sea su educación, coeficiente de inteligencia y formación específica, que tras vivir una experiencia transpersonal siga adscrita al monismo materialista de la ciencia occidental”.

Conciencia y conocimiento

En los estudios gnósticos se da una enorme importancia a la conciencia. En la Psicología gnóstica la conciencia, en determinado momento, puede estar presente o estar ausente en un ser humano. Está asociada con la experiencia y la capacidad de darnos cuenta de la las cosas, de lo que nos rodea, de nosotros mismos. La experiencia nos permite tornarnos conscientes de algo. Aparte de la razón y el análisis, la experiencia nos permite enterarnos de hechos, averiguar o vivir acontecimientos, observar fenómenos, comprobar verdades y obtener cierto tipo de conocimiento que pueda ser negado o aceptado por las creencias, suposiciones o teorías establecidas. Esas experiencias ocurren en la conciencia. De ahí que en la Gnosis se afirme que la conciencia es la experiencia del ciclo, la experiencia vivida por el alma humana.

La conciencia y el conocimiento de sí son indispensables para lograr la Gnosis. En el Gnosticismo Universal, los conceptos de conciencia y conocimiento, se encuentran íntimamente relacionados.

Gnosis, no es cualquier tipo de conocimiento, solo el conocimiento consciente es el tipo de conocimiento que lleva a la Gnosis. Para acceder al conocimiento que ofrece la Gnosis, se requiere de cierta actitud, que consiste en la convicción de que el conocimiento personal, directo y absoluto de las auténticas verdades de la existencia es accesible a los seres humanos. La adquisición de este conocimiento debe constituir la realización suprema de la naturaleza humana.

La verdadera definición del término Gnosis es: «la experiencia mística directa de lo Divino en el Ser«. Es la realización de nuestra verdadera naturaleza, y no se puede discernir mediante un dogma o una doctrina intelectual, sino sólo a través de la experiencia.

De acuerdo con la Gnosis, es posible alcanzar un conocimiento de la verdad, de la divinidad, de Dios, mediante un despertar o revelación inmediata, que amplía las capacidades de comprensión hasta límites insospechados.

El conocimiento que da la Gnosis, es una experiencia interior por la cual, durante un proceso de iluminación, el ser humano se reapropia de su verdad, se rememora y recupera la conciencia de sí, es decir, la conciencia de su auténtica naturaleza y origen. A través de esa recuperación, se conoce o se reconoce en dios, conoce a Dios y aparece ante sí mismo, como venido de Dios, emanado de Dios.

Elaine Pagels, en la página 18 de su obra: “Los evangelios gnósticos” y publicada en español por Crítica, cita a Teodoro, un antiguo maestro gnóstico de Asia menor y transcribe lo siguiente: “el gnóstico es aquel que ha llegado a entender quiénes éramos y en qué nos hemos convertido; dónde estábamos, hacia dónde nos apresuramos, de qué nos estamos librando, qué es el nacimiento y qué es el renacimiento”.

En la página 19 de la obra citada, Pagels, cita además a Monoimo, otro maestro gnóstico del siglo II, de quien traslada lo siguiente: “abandonad la búsqueda de Dios y la creación y otros asuntos de parecida índole. Buscadle tomándoos a vosotros mismos como punto de partida. Averiguad quién hay dentro de vosotros que se adueña de todo y dice: mi Dios, mi mente, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo. Averiguad las fuentes del pesar, del gozo, del amor, del odio… Si investigáis cuidadosamente estas cuestiones, las encontraréis en vosotros mismos”.

Los antiguos griegos esculpieron en el templo de Apolo en Delfos: Gnosce te ipsum. Conócete y conocerás al Universo y a los dioses. San Agustín narra en el capítulo I de sus Soliloquios, lo siguiente: “Durante largo tiempo anduve considerando en mi interior muchos y diferentes asuntos, y tratando con empeño durante días de conocerme a mí mismo, qué debo hacer y qué he de evitar…” Y es que: conocerse a sí mismo es haber logrado la unión con el propio Ser divinal. Es por ello que Samael Aun Weor afirma que “los métodos empleados por la Gnosis implican una serie coherente, clara, precisa de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa”. De ahí que el trabajo esotérico gnóstico se centra en el despertar de la conciencia.

Es por ello que el Kalki Avatar en el último capítulo de su obra: “Educación Fundamental” afirma que: “Las gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto y a la persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de consciente. Nosotros afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a engañarnos, una especie muy particular de aprehensión de conocimiento interior totalmente independiente de toda actividad mental. La facultad de la conciencia nos permite el conocimiento de sí mismos. La conciencia nos da conocimiento íntegro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se sabe, de lo que ciertamente se ignora”.

La conciencia falsa

Anthony de Mello en su obra: «Auto liberación interior» afirma que: “la conciencia social no existe. El no dejar ver las cosas a los pobres y querer mirarlas nosotros por ellos, es ser adoctrinados, es manipularlos y no respetar su derecho a la liberación por sí mismos. Cuidado de no quitarles su espontaneidad, su alegría y su cultura primitiva, con la idea programada de liberarlos. El trabajo social que no brote de la sensibilidad y el respeto es peligroso. Con el nombre de salvación también existen la utilización, la persecución, la explotación y la crueldad”.

En relación con esta explicación, José Jesús Leal en el capítulo III de su “Psicología del Despertar” enumera los elementos que constituyen la conciencia falsa: “Conceptos del bien y del mal, costumbres mecánicas, códigos de moral, prejuicios, tradiciones, escepticismos, dogmas, procedimientos intelectuales, creencias, opiniones, preceptos, normas fijas, sofismas, disciplinas, racionalismos subjetivos, etc.”

Leal, afirma además que: “la teoría del consensus social, dicho de otro modo, la falsa conciencia, es un condicionamiento derivado de la teoría de los valores, forma muy sutil de condicionar al hombre para impedir la manifestación real y efectiva de la verdadera conciencia”. Leal recomienda a la vez que: “se hace necesario destruir cada uno de los elementos constitutivos de la conciencia falsa si es que realmente queremos llegar a un conocimiento real y definitivo de nosotros mismos”.

Los estados de conciencia

En Psicología se sabe que existen dos estados normales de conciencia: El sueño y la vigilia. Sin embargo, para la Psicología Gnóstica, además de estos dos estados normales de conciencia, hay otros dos estados superiores: la conciencia de sí y la conciencia objetiva. Estudiemos los cuatro estados de conciencia

Sueño

Es el estado de conciencia en el que normalmente un ser humano pasa un tercio del día, es el estado en el que el cuerpo físico duerme, en busca del descanso reparador. Es importante que se tenga claro que durante el sueño, no se puede distinguir entre el yo y el no yo. En este estado de conciencia el ser humano se encuentra en un estado pasivo. Es un estado de ausencia plena de conciencia.

Pedro Ouspenski en su obra: “La consciencia una búsqueda de la verdad”, explica que: “el primer estado, o más bajo, es el de dormido… El hombre esta rodeado por sueños… Imágenes puramente subjetivas (bien reflexiones de experiencias anteriores, bien reflexiones de vagas experiencias del momento, tales como sonidos dentro del alcance del durmiente, sensaciones provenientes del cuerpo, ligeras molestias, sensaciones de tensión) revoloteando por la mente, dejando sólo una ligerísima traza en la memoria e inclusive no dejándola”. Y en sus “Conferencias psicológicas«, Ouspensky afirma que: “Este es un estado pasivo y puramente subjetivo. El hombre está rodeado de sueños. Todas sus funciones psíquicas trabajan sin ninguna dirección. No hay lógica, no hay secuencia, ni causa, ni resultado en los sueños”.

Vigilia o conciencia relativa

Es el estado en el que normalmente un ser humano pasa dos tercios del día. Es el estado en el que se trabaja, se estudia, se juega, se realizan las actividades diarias. Durante el mal llamado estado de vigilia, es posible distinguir entre el yo y el no yo. En este estado de conciencia el ser humano se encuentra en un estado activo. Es un estado de conciencia relativa.

Ouspensky, en su libro: «Fragmentos de una enseñanza desconocida”, traslada la explicación que da Gurdjieff acerca del segundo estado de conciencia. G. explica que es: “el estado en que los hombres pasan la otra mitad de su vida es en el cual caminan por las calles, escriben libros, conversan de asuntos sublimes, participan en la política, se matan los unos a los otros; es un estado que ellos consideran como activo y que llaman de «conciencia lúcida» o «estado de vigilia». Las expresiones «conciencia lúcida» o «estado de vigilia» parecen haber sido escogidas en broma, sobre todo si uno se da cuenta de lo que debe ser una «conciencia lúcida» y de lo que es en realidad el estado en que el hombre vive y actúa”.

Relación entre el sueño y la vigilia

No hay diferencias enormes entre el sueño y la vigilia. En ambos estados, la conciencia se encuentra ausente, en ambos estados la conciencia se encuentra dormida. En el estado de vigilia, los sueños no desaparecen. Los sueños continúan presentes durante todo el día y esto ocurre así porque la conciencia se encuentra dormida en el ser humano. El estado de sueño de la conciencia sigue presente durante la vigilia.

La mayoría de personas, difícilmente perciben que se encuentran dormidas mientras realizan sus actividades diarias. Sin embargo pueden entender de qué hablamos al recordar que es común que cuando se encuentran en la soledad, sin hacer nada, les asalta una procesión de pensamientos, sentimientos, añoranzas, recuerdos y su fantasía o imaginación mecánica da rienda suelta a múltiples castillos en el aire. Con el tiempo, el estudiante puede comprender que en la mayoría de actividades diarias, la conciencia está ausente. Es decir, que durante la vigilia y el estado en el que nuestro cuerpo físico duerme, permanece el sueño de la conciencia

El Buda Maitreya en su obra: “Tratado de Astrología Hermética«, explica que: “Imaginad por un momento, querido lector, una casa con cuatro pisos. El pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre vive normalmente en los dos pisos de abajo, pero jamás en la vida usa los dos pisos superiores. El animal intelectual divide su vida dolorosa y miserable entre el sueño común y corriente y el mal llamado estado de vigilia, que es por desgracia otra forma del sueño”.

“Mientras el cuerpo físico duerme en la cama, el Ego envuelto en sus cuerpos lunares anda con la conciencia dormida como un sonámbulo moviéndose libremente por la región molecular. El Ego en la región molecular proyecta sueños y vive en ellos, no existe lógica alguna en sus sueños, continuidad, causas, efectos todas las funciones psíquicas trabajan sin dirección alguna y aparecen y desaparecen imágenes subjetivas, escenas incoherentes, vagas, imprecisas, etc.”

“Cuando el Ego envuelto en sus cuerpos lunares regresa al cuerpo físico, viene entonces el segundo estado de conciencia llamado estado de vigilia, que en el fondo no es otra cosa sino otra forma de del sueño. Al regresar el Ego a su cuerpo físico, los sueños continúan en el interior, el llamado estado de vigilia es realmente el soñar despierto. Al salir el Sol, las estrellas se ocultan, pero no dejan de existir; así son los sueños en el estado de vigilia ellos continúan secretamente, no dejan de existir. Esto significa que el animal intelectual equivocadamente llamado hombre, sólo vive en el mundo de los sueños; con justa razón dijo el Poeta que la vida es sueño. El animal racional maneja carros soñando, trabaja en la fábrica, en la oficina, en el campo, etc., soñando, se enamora en sueños, se casa en sueños; rara, muy rara vez en la vida, está despierto, vive en un mundo de sueños y cree firmemente que está despierto”.

A partir de las anteriores explicaciones, podemos entender que el sueño es la no presencia de la conciencia de sí, la falta de la conciencia de uno mismo, la ausencia o pérdida del recuerdo de uno mismo, la carencia de la fuerza de atención, la inactividad del sentido de auto observación.

El sueño de la conciencia ha sido motivo de inspiración para diversos escritores de la literatura universal. Así por ejemplo, en el cuento de «La bella durmiente del bosque» escrito por Charles Perrault encontramos una elocuente representación de esta peculiaridad de nuestro psiquismo.

Pedro Calderón de la Barca al final de la Jornada segunda de su obra: “La vida es sueño”, pone en labios de Segismundo la siguiente reflexión: “Segismundo: Es verdad; pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición por si alguna vez soñamos. Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!); ¡que hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte! Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende; y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.

El apego o identificación

La identificación es una característica del sueño de la conciencia. Es una actitud que ata, amarra o esclaviza al ser humano. El apego o más bien dicho: la identificación, le impide a las personas ser libres de verdad y puede conducir a alguien hasta la muerte.

P. D. Ouspensky, en su obra: «El Cuarto camino» explica que: “nuestras funciones están acompañadas de cierta actitud; nos absorbemos demasiado en las cosas, nos perdemos demasiado en las cosas, particularmente cuando aparece el más leve elemento emocional. Esto se llama identificación. Nos identificamos con las cosas. No es una palabra muy buena, pero en nuestro idioma no hay otra mejor. La idea de la identificación existe en los escritos indios, y los budistas hablan de apego y desapego. Estas palabras me parecen incluso menos satisfactorias porque, antes de encontrar este sistema, leí estas palabras y no las entendí, o más bien las entendí pero tomé la idea intelectualmente”.

En el Bhágavad Guitá, Parte II, titulada: “Enseñanza esotérica” de la traducción del ocultista norteamericano: William Walker Atkinson, mejor conocido como Ramacharaka y publicada por Kier, se lee lo siguiente: “Del apego surge el deseo, del deseo la pasión, de la pasión la insensatez, de la insensatez la apetencia sin freno. De la desenfrenada apetencia resulta el olvido, del olvido la falta de discernimiento y de esta la pérdida de todo lo demás”. Más adelante se lee en este monumental canto: “actúa sin apegos y realiza el trabajo que debas hacer, pues el hombre cuyo trabajo es puro obtiene sin duda lo Supremo”.

Antohony de Mello, en su obra: «Liberación interior» da una interesante explicación del papel que juega la identificación en la humanidad mecánica: “Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas? Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos a los deseos y nuestro argumento y justificación es el amor. ¿Qué amor? La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que sólo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, ¿cómo vamos a saber amar a los demás, aunque sean nuestros esposos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo”.

El tercer estado de conciencia: la conciencia de sí

De acuerdo con la Psicología Gnóstica, el tercer estado de conciencia es el estado de conciencia de sí, que se alcanza en ausencia del sueño, al practicar la no identificación y al adquirir el hábito del recuerdo de sí. La conciencia de uno mismo se logra desarrollando la fuerza de atención y con el ejercicio constante, de instante en instante de la auto observación. El tercer estado de conciencia implica ante todo que el ser humano se torne consciente de sí mismo.

Alcanzar el tercer estado de conciencia, es el resultado de lograr el auténtico despertar y esto se logra con base en enormes trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, mediante gran dedicación intencional y el recto esfuerzo. Conquistar la conciencia despierta nos permite experimentar en forma directa la realidad. “Real es aquello que uno mismo puede experimentar en su interior”.

Chang Chen-Chi en la página 37 de su obra: “La práctica del Zen” y publicada por Editorial Marte, explica que: “cuando uno descubre esta conciencia de sí mismo, todo su ser cambia. Cuando se realiza cualquier actividad, se siente que se trasciende esta actividad; se camina y se habla, pero se siente que este andar y charlar ya no es como antes, ahora se marcha con la mente abierta. Realmente sabe que es él quien camina; el director –él mismo- está sentado en el centro de su mente, controlando todas sus acciones con espontaneidad. Camina con una clara conciencia y con el espíritu iluminado. En otras palabras: el hombre que realiza la conciencia de sí mismo siente que ya no es el siervo obediente de un impulso ciego, sino que es su propio amo. Siente entonces que la gente común, ciega ante su conciencia innata y clara, recorre las calles como cadáveres vivientes”.

El Avatar de la Era de Acuario en su obra: «Educación fundamental«, explica lo siguiente: “Quienes admiten la existencia de la conciencia pero niegan de plano los distintos grados concientivos, acusan falta de experiencia consciente, sueño de la conciencia. Toda persona que alguna vez haya despertado momentáneamente, sabe muy bien por experiencia propia que existen distintos grados de conciencia observables en uno mismo. Primero. Tiempo. ¿Cuánto tiempo permanecimos conscientes? Segundo. Frecuencia. ¿Cuántas veces hemos despertado conciencia? Tercero. Amplitud y penetración. ¿De qué se era consciente?”.

Conciencia objetiva

Es el estado en el que el ser humano se torna consciente de todo lo que le rodea. Algunos autores la denominan como conciencia del mundo o conciencia cósmica. Es un tipo de conciencia iluminada que conduce al éxtasis, al samadhí. Es un estado superior de conciencia. Chang Chen-Chi en la obra citada explica que: “si esta conciencia de sí mismo puede ser retenida y cultivada, se llegará a experimentar el aspecto iluminado de la mente, llamado por muchos místicos “conciencia pura”.

“Cuando esta conciencia iluminada es cultivada en toda su extensión se ve claramente que abarca todo el universo. Muchos místicos y budistas, equivocadamente han considerado esto el estado más alto, el estado de nirvana, o estadio final de la unificación con lo universal o «conciencia cósmica»”. Líneas después, explica el citado maestro Zen que la iluminación budista, el vacío iluminador, está más allá de la conciencia de sí mismo y de la conciencia iluminada o conciencia objetiva.

El despertar

El trabajo esotérico gnóstico se centra en el despertar de la conciencia. Las religiones insisten en la necesidad de despertar, pero no dan la clave para lograr ese despertar. Así podemos leer: “Velen, pues, porque no saben a qué hora ha de venir su Señor. Pero sepan esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también ustedes estén preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no piensen. (Mt 24:42-44).

En el Evangelio de Marcos destaca el pasaje de los “ojos cargados de sueño» que poseen los dormidos. Ojos que denotan que las gentes parecen sonámbulos, zombis o autómatas: “Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí y velen. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velen y oren, para que no entren en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle”. (Mr 14:34-40).

Para comprender esta terrible afirmación de «los ojos cargados de sueño«, compara la mirada de un adulto con la de un gato o perro presto a cazar, con la de un niño de pocos meses de edad y verás que, por ejemplo, la conciencia infantil de los niños los hace mantenerse en estado de alerta.

Para despertar, el estudiante debe desarrollar ciertas habilidades o competencias personales, como las siguientes: Atención, recuerdo de sí, vivir el presente, auto observarse, no identificarse, practicar la detención interior, la no consideración interior, la no expresión de emociones negativas, Transformar impresiones, mantenerse en actitud de extranjería, tener continuidad de propósitos y un centro permanente de gravedad. Dedicaremos líneas aparte a la atención y el recuerdo de sí.

Atención

El escritor y ocultista estadounidense: William Walker Atkinson, más conocido en los círculos esotéricos como: Ramacharaka escribió en su obra: «Serie de lecciones sobre Raja yoga» que: “la atención es la prueba externa de la voluntad”. Ramacharaka, añade además al respecto: “La concedo o la retiro, según me agrada. La dirijo sucesivamente a varios puntos. La concentro sobre cada punto tanto tiempo como mi voluntad puede sostener el esfuerzo». Añade el profesor Guillermo James: La esencial función de la voluntad, cuando es muy activa, es atender a un asunto dificultoso y mantenerlo sujeto ante la mente. El esfuerzo de la atención es el fenómeno esencial de la voluntad.

«Y dice el profesor Halleck: El primer paso hacia el desenvolvimiento de la voluntad consiste en el ejercicio de la atención. Las ideas son más distintas y adquieren mayor intensidad a medida que les prestamos atención. Si tomamos dos ideas de la misma intensidad y concentramos la atención en una, notaremos lo mucho que ésta aumenta en intensidad. Del profesor Sully: Podemos definir toscamente la atención diciendo que es la activa dirección de la mente a cualquier objeto. La palabra «atención» deriva de las latinas ad tendere, que significan «extender hacia»…”

Por su parte: Ouspensky define la atención como “la dirección de la actividad de los centros”. Entiéndase por «centro» al centro de gravedad de una de las funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo. La actividad de cada centro puede generar uno de tres tipos de atención: mecánica, por motivación o dirigida por el esfuerzo y la voluntad. Partiendo de estas definiciones, entendemos que la distracción es lo opuesto a la atención. Una persona se distrae cuando intenta hacer varias cosas a la vez. Con justa razón en el budismo Zen se insiste en la necesidad de hacer una y solo una cosa a la vez.

Es por ese motivo que el Maestro Samael explica en su obra: “El Mensaje de Navidad 1964-1965” lo siguiente: “La Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles”. En dicha obra narra una anécdota Zen: “-Le preguntaron al maestro Bokujo: «¿Tenemos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de éste?» -El Maestro respondió:
-«Comemos, nos vestimos». —»No comprendo» –dijo el discípulo. «Entonces vístete y come» – dijo el Maestro”.

El recuerdo de sí

Algunas personas tienen la errónea creencia de que esto de lograr el “recuerdo de sí”, es el resultado de algún tipo de “acto de magia” de esos que se realizan en los circos, producto de una especie de ilusionismo. En realidad, el recuerdo de sí es producto del esfuerzo y de la práctica constante. Es un trabajo que cada quien debe realizar por sí mismo, pero debe aprenderlo, debe entenderlo con un significado práctico, comprensible, accesible.

Maurice Nicoll en el primer tomo de sus “Comentarios psicológicos a las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky«, explica lo siguiente: “El recuerdo de si es la cosa más importante. Es preciso que practiquen el recuerdo de si por lo menos una vez por día, y hacerlo de buen grado, por si mismos. Cualquier otro trabajo sobre sí depende por ultimo del recuerdo de sí. Solo basta medio minuto, y aun cuando solo consista en detener los pensamientos y en tratar de lograr un completo relajamiento, es mejor que nada. No piense acerca del recuerdo de si, hágalo”.

Ouspensky en “Fragmentos de una enseñanza desconocida” traslada la siguiente afirmación de G: «Se ha explicado anteriormente que en las condiciones de la vida ordinaria no nos recordamos a nosotros mismos. No nos recordamos, es decir, no tenemos la sensación de nosotros mismos; no estamos conscientes de nosotros mismos en el momento de la percepción de una emoción, de un pensamiento o de una acción”.

La afirmación: “no nos recordamos, es decir, no tenemos la sensación de nosotros mismos”, que relaciona directamente el recuerdo de sí con la sensación de nuestra propia masa, con la sensación de nuestro propio cuerpo, coincide con la que da el Presidente fundador de las instituciones gnósticas en el capítulo XVI de su «Mensaje de Navidad 1966-1967«, al explicar que: “aun cuando parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo no se recuerda a sí mismo. Los aspirantes, fuera de toda duda, realmente no se sienten a sí mismos no son conscientes de sí mismos. Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reír, hablar, caminar, etc., se olvida de sí mismo, esto es increíble, pero cierto. Sin embargo es indispensable tratar de recordarse a sí mismo, mientras se auto-observa, esto es fundamental para lograr el despertar de la conciencia”.

Citamos aquí nuevamente a Elaine Pagels, quien en las páginas 178 y 179 de su obra: «Los evangelios gnósticos» afirma lo siguiente: “Tales gnósticos reconocían que la persecución de la gnosis coloca a la ersona en un proceso solitario, difícil, ya que uno lucha contra la resistencia interna. Esta resistencia a la gnosis la caracterizaban como el deseo de dormir o estar borracho, es decir, de permanecer inconsciente”. Más adelante cita al maestro Silvano “cuyas Enseñanzas fueron descubiertas en Nag Hamadi, (quien) alienta a sus seguidores a resistirse a la inconsciencia: poned fin al sueño que pesa con fuerza sobre vosotros. Partid del olvido que os llena de tinieblas…”.

Subconsciente e infraconsciente

El esoterismo gnóstico enseña que el subconsciente tiene cuarenta y nueve regiones ocultas para la conciencia humana. El subconsciente es el sepulcro del pasado y en sus regiones se ocultan las diferentes guaridas del Ego. En el sepulcro del subconsciente se depositan los recuerdos incoherentes, los desechos de la memoria y las impresiones no transformadas o mal transformadas, producto de la falta de atención dirigida y del recuerdo de sí.

El V.M. Samael explica en su obra: «Revolución de la dialéctica» que: “El Yo pluralizado es el subconsciente. Cuando disolvemos el Yo, el subconsciente se convierte en consciente”. “En la relación con nuestros semejantes, los defectos escondidos en el fondo subconsciente, afloran espontáneamente, saltan fuera, porque el subconsciente nos traiciona y si estamos en estado de alerta percepción, entonces, los vemos tal cual son en sí mismos”.

El Venerable Maestro explica en su obra: “Nociones fundamentales de endocrinología y criminología» que los factores subconscientes se pueden reducir a tres: “Genotipo, Fenotipo, Paratipo: (Herencia, Educación y circunstancias). Del perfecto equilibrio entre estos tres factores, deviene entonces la conducta social del individuo. Cuando existe desequilibrio en estos tres factores, entonces el resultado es el delito. Estos tres factores pueden ser positivos, o negativos. Son positivos cuando se traducen en recto pensar, recto sentir, recto obrar”.

La Psicología Gnóstica enseña que la infraconsciencia se procesa en el estado de sueño y más precisamente en determinados tipos de sueño profundo, como la embriaguez del sueño. Este es un tipo de sueño que muchas veces se asocia a fanatismo, superstición, sugestión, ignorancia, calumnias, alevosía, bajos instintos. Puede desencadenar actos violentos delictivos y hasta criminales mientras la persona se encuentre sumergida en el sueño y no haya vuelto a la vigilia plenamente en distintas variantes de sonambulismo. Como resultado de la infraconsciencia se puede confundir la realidad con el sueño, dando origen a falsas apreciaciones que pueden inducir a errores o hasta actos delictivos.

El Avatar de Acuario explica en el citado libro que “En la infraconsciencia de la Naturaleza están depositados los recuerdos tenebrosos de toda la historia de la Tierra y de sus razas. En la infraconsciencia de la Naturaleza viven los monstruos antediluvianos. Esos son los espectros del pasado, los fantasmas de las pesadillas (…) En la infraconsciencia de la Naturaleza solo existe la fatalidad”.

Más adelante afirma el Maestro que: “El infraconsciente es un remanente tenebroso de un remoto pasado. El sabio masoquista es el pervertido sexual que puede asesinar a la mujer por puro placer sexual. La perversión sexual es infraconsciente. Los valores infraconscientes del yo psicológico constituyen los más bajos fondos animales del ser humano».

El inconsciente

El inconsciente es diferente y amerita un estudio más profundo. Este es un término muy ambiguo, dudoso, confuso y discutible. En los estudios gnósticos lo abordamos desde diferentes puntos de vista. En primer lugar, lo inconsciente corre muy de la mano con lo subconsciente y se procesa en los estados de vigilia y de sueño. En el inconsciente de las personas se procesa la imaginación mecánica, la fantasía. Con esta facultad negativa se elabora cierto tipo de imágenes que durante el estado de sueño la personalidad y el Ego les «dan vida» a partir de determinadas impresiones mal transformadas. Estas son imágenes parecidas o similares a las que la humanidad mecánica percibe diariamente, en el estado de vigilia. Al ser “mal transformadas” no se digieren y en el estado de sueño, toman forma «casi real» en el plano mental de la Naturaleza.

En la Psicología Gnóstica, este tipo de imágenes son denominadas: “efigies mentales”. Son imágenes mentales fabricadas por el mismo soñador. Ejemplos de este tipo de imágenes recreadas por los soñadores, son las imágenes eróticas reproducidas por la mente durante el sueño a partir de una película pornográfica. En este caso explica el Maestro Samael que: “Cuando llega a la mente una representación pornográfica, el inconsciente atrapa esa representación y con ella elabora sus conceptos de contenido”. Otro ejemplo son las supuestas escenas de adulterio de la esposa fabricadas por un marido celoso.

Otro tipo de “imágenes” producidas en el inconsciente, son las que se originan con la combinación de una imaginación desnaturalizada o ardiente fantasía, enorme lujuria o lascivia, exuberante impudicia, la fornicación en soledad y el onanismo . Todo en combinación con la facultad ideoplástica. Estos son los subcubos, incubos, basiliscos y demás larvas fluídicas o “elementales” creadas por la fantasía sexual ampliamente estudiadas por Samael Aun Weor en su obra: «El Misterio del Aureo Florecer», así como por Franz de Harttmann en “Los Elementales”, Charles Waldemar en “La magia del sexo” y Paracelso en “De origine morborum invisibilium Lit. III”, entre otros.

En el inconsciente actúa el poder hipnótico que ejerce el aspecto negativo de Kundalini y las condiciones anormales de vida sobre la humanidad mecánica. Aquí se incluye la propaganda de los «amos del capital», los medios de comunicación y la moda, entre otros agentes que esclavizan la conciencia humana.

Por otro lado, el término inconsciente se aplica a la realidad inefable de Sat, el Dios inmanifestado, el Absoluto increado. En el capítulo XXVIII del «Mensaje de Navidad 1969-1970», el Cristo rojo de Acuario explica que: “podemos usar tal término en forma convencional para indicar o señalar un misterio creador, algo que está mucho más allá de la conciencia. Resulta incuestionable que Parabrahmán, el Espíritu Universal de Vida trasciende a todo eso que se llama conciencia y es obvio que podemos denominarle «Inconsciente«. Pero este término tan escurridizo, en el microcosmos es lo que está más allá del despertar y de la conciencia objetiva. En este sentido, explica el Maestro que: “El vacío iluminador es el «inconsciente» (Usado este último término en el sentido de algo que está mucho más allá de la conciencia.)

En este sentido acudimos nuevamente a Elaine Pagels,quien en la página 185 de su obra: “Los evangelios gnósticos” anota: “Por tal razón, este tipo de gnosticismo comparte con la psicoterapia la fascinación por el significado no literal del lenguaje, ya que ambos tratan de comprender la cualidad interna de la experiencia. El psicoanalista C.G. Jung ha interpretado el mito de la creación según Valentín como una descripción de los procesos psicológicos. Valentín cuenta cómo todas las cosas tienen su origen en la «profundidad», el «abismo», o, dicho en términos psicoanalíticos, en el inconsciente. De esta «profundidad» surgen la Mente y la Verdad y de ellas, a su vez, la Palabra (Logos) y la Vida. Y fue la palabra la que dio el ser a la humanidad. Jung lo interpretó como una crónica mítica del origen de la conciencia humana”.

Las diferentes acepciones que damos a lo inconsciente se explican en la siguiente frase del Maestro: “La inconsciencia es tinieblas y éstas últimas existen en nuestro interior”. Tenemos que ir de las tinieblas a la luz, esta luz es la conciencia. Pero en el vacío iluminador y en el Inmanifestado entramos a otro tipo de oscuridad.

Cerramos esta entrada transcribiendo las siguientes palabras del maestro Samael y que se encuentran en su obra: «La Gran Rebelión«: “Incuestionablemente, mientras la conciencia continúe embotellada, embutida entre el «mí mismo«, entre el «yo mismo«, de ninguna manera podrá conocer la legítima felicidad. Nadie podría en realidad experimentar la Libertad en tanto su conciencia continúe embotellada en el sí mismo, en el mí mismo. En tanto la conciencia, la esencia, lo más digno y decente que tenemos en nuestro interior, continúe embotellada en el sí mismo, en el mí mismo, en el yo mismo, en mis apetencias y temores, en mis deseos y pasiones, en mis preocupaciones y violencias, en mis defectos psicológicos; se estará en formal prisión”.

“Mientras el «yo mismo» exista la conciencia estará en prisión; evadirse de la cárcel sólo es posible mediante la aniquilación budista, disolviendo el yo, reduciéndolo a cenizas, a polvareda cósmica. Cuando el mi mismo queda reducido a polvareda cósmica, la conciencia se libera para despertar definitivamente y experimentar en forma directa la verdad”.

Conversatorio sobre la obra de Carl G. Jung y la espiritualidad

Hemos recibido del Círculo literario Aqoya una interesante invitación que compartimos hoy. Se trata de la realización de su próximo evento cultural.

El Círculo literario Aqoya se organizó con la finalidad central de promover el arte objetivo y, en particular, el arte literario en sus diferentes géneros y expresiones, como un medio concreto para ayudar a alcanzar el desarrollo humano integral.

En esta ocasión, compartimos la próxima actividad denominada: “Desarrollo del Primer conversatorio sobre la obra de Carl G. Jung y la espiritualidad. Invitado especial: Arturo Archila (psicoanalista).

La actividad tendrá lugar el día sábado 14 de mayo a las 14 horas, en el Paraninfo Universitario, 2do. nivel, ala sur, salón de exposiciones (2a. av. 12-40 zona 1), ciudad de Guatemala. Entrada y parqueo gratuito.

En actividades anteriores se dio a conocer un ensayo del sociólogo guatemalteco. Sergio Barrios Escalante: “Sexualidad y Misticismo. Las técnicas eróticas de la iluminación«. La obra, es un profundo estudio de la sexualidad sagrada, el tantrismo y las raíces ancestrales del erotismo místico.

Otra obra dada a conocer por el Círculo literario, se titula: “Las aves del Paraíso«, creación de Luis Eduardo Escobedo. Esta, es una pieza de teatro diferente. Como bien lo anota Luis Eduardo, difiere del teatro clásico o latino y se nutre de la tradición maya, mesoamericana y amerindia.

Para formarse una idea de porqué del estilo de la obra, los personajes, el entorno en el que se realiza y la redacción de sus párrafos, hay que acudir a monumentales obras, como El Popol Vuj, el Chilam Balam y el Rabinal Achí, entre otras grandes creaciones del pensamiento de antiguos habitantes de nuestro Continente. Aunque en este contexto, no podemos dejar de mencionar los bailes drama y danzas de América, la tradición oral, particularmente la queqchi‘, el estilo particular de la narrativa aborigen y la influencia de consagrados escritores guatemaltecos, como Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel de Literatura 1967.

Según cuenta el autor: “la pieza poética Las Aves del Paraíso está basada en una historia de la tradición oral del pueblo maya queqchi’”, relatada por el maestro Rigoberto Bac Caal y que la obra, también podría haberse denominado: “Aves del señor cerro valle”.

La obra gira en torno de un varón “dotado de las artes mágicas y guerreras de su pueblo” que se viste de coraza sencilla para realizar grandes trabajos internos y externos, combatiendo a enemigos perversos de su pueblo. Estos enemigos, asumían la forma de oscuros y gigantescos pájaros.

El drama gira en torno de la lucha sin cuartel que libra el varón queqchi’ con los pájaros oscuros. Al final de la cruenta batalla, el varón sale victorioso, pero a gran precio. Al morir, de su cuerpo glorioso surgen las hermosas aves del Paraíso.

Siete tipos de cristianos

Introducción

Al conversar con diferentes personas creyentes de una o de otra forma religiosa del Cristianismo, el observador imparcial, descubre que sus concepciones religiosas son distintas, incluso entre miembros de una misma religión. Estas formas diferentes de concebir la propia religión, resultan difíciles de explicar por los medios usuales.

La Psicología Gnóstica explica que hay una tipología esotérica para clasificar, de acuerdo a su desarrollo espiritual, conforme al desarrollo del Ser a todos los seres humanos. Según esta tipología, toda la humanidad puede clasificarse en siete categorías. Los primeros tres tipos de seres humanos, integran a lo que en los estudios gnósticos, se denomina como: la humanidad mecánica. Son personas en las que predomina el trabajo de una de los tres cerebros: intelectual, emocional o instintivo motor.

El cuarto tipo de persona corresponde al ser humano equilibrado, aquel en el que ya no prevalece el trabajo de una de las funciones psicofisiológicas. Es el hombre despierto y en el que los diferentes centros de la máquina humana, funcionan en forma armoniosa.

Los tipos superiores de persona, son seres humanos con alto desarrollo espiritual. No nacen, se hacen. Surgen de profundas revoluciones íntimas, de enormes super esfuerzos intencionales y padecimientos voluntarios.

Profundizando aún más lo que estamos explicando en relación con las diferentes formas de concebir la religión, algunas personas tienen una percepción muy elemental o primitiva de la religiosidad, mientras otras tienen concepciones más desarrolladas. Y estas diferencias, se explican en la tipología esotérica ya descrita.

En este sentido, Piotr Demiánovich Ouspenski, explica en su obra: “El cuatro camino”, lo siguiente: “de inmediato verán que si hay siete categorías del hombre, debe haber, correspondientemente, siete categorías de todo lo que pertenece al hombre. No sabemos acerca del hombre No. 5, No. 6 y No. 7, pero sabemos la diferencia entre el hombre No. 1, No. 2 y No. 3, y de ese modo podemos entender fácilmente que la religión del hombre No. 1, como quiera se llame, será una religión primitiva, simplificada en todo sentido. La religión del hombre No. 2 será sentimental, emocional, llena de ilusiones e imaginación. Y la religión del hombre No. 3 estará compuesta de teorías, palabras y definiciones para todo. Estas son las únicas clases de religiones que conocemos, aunque si existen hombres de niveles superiores, deberá haber también una religión del hombre No. 5, una religión del hombre No. 6 y una religión del hombre No. 7.

En forma similar, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, Samael Aun weor, en el Supremo Gran Manifiesto Universal del Movimiento Gnóstico, 1964, explica también las características de los siete tipos de cristianos. Afirma el V.M. que el hombre instintivo y brutal se contenta con ver las ceremonias religiosas pero sin entenderlas en lo más mínimo. El emotivo y sentimental tan pronto está llorando ante los santos de su devoción, como tan pronto levanta hogueras inquisitoriales para los que ellos califican de herejes.

El intelectual quiere interpretar las sagradas escrituras solo desde el punto de vista intelectual, sin intelección iluminada, ni mucho menos intuición. En cambio, el inquieto buscador, es el que comienza a buscar más a fondo la verdad.

Más allá de este tipo de cristianos, están los auténticos cristianos, con muy graves errores pero cristiano. Los cristianos perfectos y los cristianos absolutamente perfectos.

Un serio estudio del tema, fue desarrollado por Franklin Ugas (FUGAS), de Venezuela y que consideramos oportuno transcribirlo a continuación a nuestros lectores, ya que es difícil encontrarlo en la red.

Los siete tipos de cristianos

Según la historia han transcurrido 2011 años desde el acontecimiento de las calles de Jerusalén y el Gólgota, y aún no hemos comprendido qué significa ser un verdadero cristiano.

Ante todo es necesario entender que cristiano no es un hombre que se dice “cristiano”, o que otros llaman “cristiano”. Cristiano es un individuo que vive de acuerdo a los preceptos del Cristo Cósmico. Tal como internamente somos, dominados como estamos por el “Yo” de la Psicología Experimental, resulta algo más que imposible hacer carne, sangre y vida la doctrina científico-religiosa que fuera divulgada por Jeshuá Ben Pandirá en las calzadas de Jerusalén o por nuestro señor Quetzalcoatl entre los nahuas del México antiguo, o por el bendito señor Krishna, el Cristo hindú.

Podemos decir, sin temor a caer en exageraciones, que tenemos un 97% de anti-cristianos y
apenas un 3%, o menos de cristianos
. Esto significa que el Anticristo vive en el fondo de cada uno de nosotros y que se expresa en forma múltiple. Muchos sin embargo suponen que el Anticristo es un personaje extraño, nacido en tal o cual lugar de la Tierra o venido de este o aquel país. Quienes así piensan están completamente equivocados, porque el Anticristo no es un sujeto definido sino todos los sujetos o personas. Secuencialmente, el Anticristo (el “inicuo” del que nos hablara Pablo de Tarso) es un crudo realismo de los tiempos azarosos en que vivimos.

Por ejemplo, Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos”, pero ¿cómo amar a nuestros enemigos si ni siquiera sabemos amar a nuestros amigos? La auto-suficiencia del Anticristo que en nuestro interior cargamos, así como su orgullo, su soberbia y su amor propio, impiden la manifestación de eso que se llama “amor”, base fundamental del auténtico y legítimo Cristianismo.

Realmente ser cristiano es algo muy difícil. Ser cristiano significa tener el ser de un cristiano, es decir, tener alma y espíritu, poseer el Real Ser Interior Profundo. Sólo quien tiene al Real Ser encarnado, puede realmente vivir conforme los preceptos del Cristo Cósmico.

El Anticristo no puede vivir jamás de acuerdo con tales preceptos, el yo es el yo y eso es todo.

Dado que en el esoterismo se estudian siete clases de hombres, sobre esa base septenaria de la humanidad podemos clasificar siete escalas del Cristianismo:

1ª escala: La del hombre instintivo y brutal (superficial, externo). Este se contenta con ver las ceremonias religiosas pero sin entenderlas en lo más mínimo.

2ª. La del emotivo y sentimental. Estos tan pronto están llorando ante los santos de su devoción, como tan pronto levantan hogueras inquisitoriales para los que ellos califican de herejes; las guerras religiosas son siempre provocadas por esta clase de hombres.

3ª. La del intelectual. Estos como religiosos quieren interpretar las Sagradas Escrituras sólo desde el punto de vista intelectual, sin intelección iluminada, ni mucho menos intuición. Abundan mucho entre protestantes, adventistas, anglicanos, testigos de Jehová, católicos, etc.

4ª. La del inquieto buscador. Esta clase la encontramos entre las escuelas teosofistas, rosacrucistas, yoguismo, etc. Son los que comienzan a buscar más a fondo la verdad.

5ª. La del que ya fabricó alma y espíritu, este ya es un cristiano, con muy graves errores pero cristiano.

6ª: Los cristianos perfectos. Hombres auto-realizados que sufren mucho para eliminar los residuos del Ego o yo pluralizado.
7ª: Cristianos absolutamente perfectos. Cristianos sin residuos del yo. Grandes maestros totalmente auto-realizados.

Afortunadamente, aunque el programa que nos ha introducido en nuestra mente el Anticristo se resista con estas declaraciones gnósticas, la vida universal no es como él la plantea. Existe otra ciencia, otra sabiduría que desde tiempos inmemoriales está plasmada en los símbolos, en los textos sagrados, en las tradiciones más antiguas, etc., etc., y que ahora el Gnosticismo contemporáneo y su Avatara Samael Aun Weor, ponen al alcance de todos aquéllos que quieran convertirse en verdaderos Cristianos.

(Franklin Ugas –FUGAS- /Venezuela)

Personalidad, Esencia y Ego

Todo se reduce a números, a matemáticas. Somos un punto matemático en el espacio que sirve de vehículo a determinada suma de valores (positivos, negativos o esenciales, concientivos).

La muerte misma es una resta de quebrados: hecha la operación sólo quedan los valores.
En la Personalidad misma se expresan estos valores. La Personalidad como vehículo energético de expresión, nace y muere, o puede ser modificada. Es esclava no sólo de nuestros yoes, también del tiempo, las modas, las costumbres, las sociedades, etc. Parte la recibimos por herencia (genotipo), parte se desarrolla por la educación recibida (fenotipo) y parte por el medio ambiente en que nos desenvolvemos (paratipo).

La Conciencia suele ser confundida con el intelecto. A una persona muy Intelectual se le suele dar el calificativo de “muy consciente”. Pero en realidad son dos cosas muy diferentes. El intelecto es la capacidad de formular conceptos lógicos con lo que tenemos grabado en la memoria, y la Conciencia, aunque también puede formular conceptos, sus datos no son aportados directamente por la memoria, ya que sus percepciones son más profundas que la de los simples sentidos de percepción sensorial. La Conciencia, la Esencia, es lo divinal, una parte del Ser, una parte del Alma, lo más digno que llevamos dentro, un conjunto de energías psíquicas de altísimo voltaje vibratorio, pero, hoy por hoy, en la mayoría de seres humanos, se encuentra atrapada, embotellada y condicionada por el Ego en un 97 %.

El Ego, El Yo, El mí mismo, nuestros defectos de tipo psicológico, son los valores egoicos o negativos que cargamos dentro. En las diversas culturas estos valores negativos han recibido diversos nombres, entre ellos, el de los Siete Pecados Capitales. Estos Siete Pecados Capitales tienen sus siete virtudes antitéticas.

Lujuria- Castidad
Gula – Templanza
Codicia – Altruismo
Orgullo – Humildad
Ira – Paciencia
Pereza – Diligencia
Envidia – Alegría por el bien ajeno

El Ego, recibe diversas denominaciones entre las distintas civilizaciones de la antigüedad:

Papapurusha – India
Medusa o Gorgona – cultura greco-romana
Horribles entidades de Seth o Demonios Rojos – Egipto.
Agregados Psíquicos – Tíbet.
Centzonhuitznahuac o los 400 del Sur (aztecas = mayas).
Legion de diablos – Biblia.

Otros nombres son: Hidra de Lerna, el Dragón de las Tinieblas, el Minotauro de Creta, etc.
En los Evangelios, se narra que Jesús sacó siete demonios del cuerpo de María Magdalena. Estos son los elementos subjetivos de las percepciones. El mismo Ego.

Por César Owen/España

Los desastres naturales (parte II)

Otras causas naturales y sociales para los desastres

En la parte I de este tema, hicimos un breve análisis de las causas naturales y humanas para los desastres sociales derivados de la fuerza de fenómenos naturales. Se resaltó también el papel determinante que juega el individuo en la sociedad, tanto para aminorar o incrementar las posibilidades de que ocurran.

desorurb3Entre las causas humanas para que ocurran desastres, también está el crecimiento desordenado de las ciudades, la construcción de viviendas y asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, por ausencia o no implementación de políticas, leyes y reglamentos de  ordenamiento territorial y por falta de voluntad política para trabajar por los más excluidos También porque los más pobres no tienen otras opciones de tener vivienda propia.

Es indudable que en países altamente vulnerables como Guatemala, su ubicación geográfica propicia que el país esté más expuesto a sequías o deslaves, entre otros fenómenos. desorurb2Sin embargo, los expertos coinciden que en otros países, en los que llueve tanto o más anualmente, los efectos de tanta precipitación pluvial, no son tan desastrosos para el ser humano o la infraestructura de esas naciones. Es innegable que si a estas condiciones, se le agrega deforestación, la falta de cultura de reforestación e inadecuada conservación de suelos, las lluvias ocasionarán terribles tragedias.

Si lo anterior ocurre en un Estado débil, con la herencia de gobiernos sin interés por resolver plenamente estos problemas, con gran corrupción y grupos poderosos interesados en que la situación no cambie. Con una maquinaria de propaganda en medios de comunicación tradicionales y a través de redes sociales para mantener la “hipnosis colectiva” bien afinada y en perfecto funcionamiento.pobreza Para, de esta manera, “inocular” en las mentes de la población ideas de egoísmo, conformismo, rechazo a la seguridad social, a programas de bienestar social y a la justicia tributaria; las consecuencias nefastas son predecibles. Es de esperar que los más pobres, sean los más afectados. Son quienes muchas veces padecen los mayores problemas de salud, derivados de la desnutrición y la falta de agua potable, quienes tienen poco acceso a la información, analfabetas o con escasa escolaridad, Muchas veces, son quienes viven en laderas de cerros o volcanes, en los barrancos que circundan ciudades, como la de Guatemala. Son quienes corren mayores riesgos de catástrofes ocasionadas por deslaves, inundaciones o terremotos.

El principio hermético de «causa y efecto», nos enseña que ya sean causas naturales, humanas, medio ambientales, etc. Siempre serán eso: causa y efecto. El problema incluye también, la capacidad conscientiva que se tenga para enfrentarlo sin perjuicio.

La pobreza y la alarmante pérdida de vidas humanas

Desastres naturales, como las tormentas tropicales y los huracanes, son causa de muerte y destrucción en países como Guatemala. En los últimos años, tres de esos meteoros, han sido ejemplo en Centroamérica de su poder destructor. El huracán MitchDestrozos del Huracán Mitch, en Nicaragua hurastan entre octubre y noviembre de 1998 provocó la muerte de cientos de personas en su trayectoria. Solo en Guatemala, murieron más de 250. El huracán Stan, en octubre de 2005, dejó más de 600 personas fallecidas en su recorrido por Guatemala, donde ocurrieron la mayoría de muertes, sin contar a otros cientos de desaparecidos, en especial en el caserío Panabaj, Santiago Atitlán, Sololá; a pesar que cuando asoló el país, ya se había degradado a Tormenta tropical.

La primera Tormenta tropical de la temporada de ciclones de 2010, la  tormenta Agatha,tormagata dejó al menos 174 personas fallecidas en Guatemala, más de 100 desaparecidos y mayores daños materiales que los que dejaron el Mitch y el Stan. La gran mayoría de personas fallecidas y desaparecidas vivían en la pobreza o en la extrema pobreza. De ahí que en Guatemala, se asocien las condiciones de privación y miseria a los efectos mortíferos de los desastres naturales. Pero, ¿será esto normal?.

Tormentas tropicales y huracanes, son propios de las regiones marítimas comprendidas entre el trópico de Capricornio, en el hemisferio Sur y el trópico de Cáncer, en el hemisferio Norte. Islas, países, regiones y estados comprendidos entre esas regiones o cerca de ellas, pueden ser afectados año con año por estos fenómenos. Sin embargo, no todos los países se ven afectados de la misma manera. El nivel de desarrollo y los sistemas de alerta temprana marcan enormes diferencias. Por ejemplo, los efectos negativos de un meteoro de esta naturaleza, no son los mismos en República Dominicana, que en Haití, a pesar que ambas naciones comparten la misma isla.terreguate

Otra comparación incómoda podría hacerse con los sismos más violentos. En países como Guatemala, en 1976 y Haití en 2010, terremotos de alrededor de los 7 grados en la escala de Richter, ocasionaron decenas de miles de muertes. Sin embargo, el terremoto de Chile de 2010, con 8.8 grados de magnitud, registró menos de 600 muertos.

Al buscar explicaciones, podríamos volver a la respuesta inmediata: es el Karma, era la hora de su muerte. Es claro que la pobreza tiene causas en el Karma, pero también tiene orígenes en el individuo en el presente, en su propia psiquis, en el desarrollo de los pueblos y en condiciones socioeconómicas inadmisibles.

Hay múltiples factores psicológicos que inciden en la muerte de algunas personas durante las catástrofes y también son causas de pobreza.

El apego o identificación

Es claro que los sistemas de alerta temprana, la educación y la organización pueden incidir en que haya más o menos pérdida de vidas humanas. Pero, incluso el apego, la identificación, como condición psicológica para la ausencia de conciencia despierta  influyen. Muchas personas, con la conciencia dormida, apego1que viven en lugares de riesgo y en medio de altas precipitaciones de agua e inundaciones, se resisten a abandonar sus hogares y pertenencias por temor a ser víctimas de la delincuencia. Están dispuestas a perder la vida por proteger su modesto patrimonio. Es un fenómeno difícil de comprender para quien no se encuentra en esas condiciones. “Quien está saciado, no comprende a quien está hambriento”. Es una actitud similar a la de quienes al ser víctimas de criminales, pierden la vida por no entregar al delincuente su vehículo o su teléfono celular.

La identificación ocupa un lugar muy importante entre las causas del sueño de la conciencia y es conveniente dedicarle unas líneas para entender la enorme influencia que ejerce.

En este sentido, P.D. Ouspensky, en el primer capítulo de su obra: «El Cuarto Camino«, dice lo siguiente: nuestras funciones están acompañadas de cierta actitud; nos absorbemos demasiado en las cosas, nos perdemos demasiado en las cosas, particularmente cuando aparece el más leve elemento emocional. Esto se llama identificación. Nos identificamos con las cosas.avaricia No es una palabra muy buena, pero en nuestro idioma no hay otra mejor. La idea de la identificación existe en los escritos indios, y los budistas hablan de apego y desapego. Estas palabras me parecen incluso menos satisfactorias porque, antes de encontrar este sistema, leí estas palabras y no las entendí, o más bien las entendí pero tomé la idea intelectualmente.

El Kalki Avatara de la Era de Acuario, Samael Aun Weor explica que la identificación y la fascinación conducen al sueño de la conciencia y que son millones las circunstancias que producen identificación,  fascinación y sueño. Anthony de Mello, también explica el papel que desempeña la identificación o apego en las personas. En el capítulo 7 de sus “Escritos Esenciales”, establece que la causa de la  depresión y la ansiedad, se encuentra en la identificación. En el capítulo 8 de la citada obra, de Mello afirma que al ser atrapados por un apego, dejan de actuar las funciones que nos hacen humanos. Explica que para liberarnos interiormente, tenemos que elegir entre el apego y la felicidad, que el apego surge de una mentira, que ofrece una falsa felicidad. Afirma además que: “el apego es uno de los principales asesinos de la vida”.

No cabe duda que el apego o más bien dicho: la identificación, ata, amarra, aferra, esclaviza a las personas, les impide ser libres de verdad y puede conducir a alguien hasta la muerte.

Causas psicológicas de la pobreza

Para entender por qué la pobreza se asocia a la vulnerabilidad, hay que entender por qué esta existe. No hay duda que la pobreza tiene causas psicológicas, socioeconómicas que se relacionan con injusticias provocadas por los amos del capital y también causas en el Karma de las personas.

En el Nuevo Testamento, se encuentra la Parábola de los talentos, muy oportuna para el tema: Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. (Mt 25:14-18).talentos

Entre las interpretaciones de esta parábola, viene muy al caso relacionar los talentos, con cualidades y virtudes, con los valores de la Esencia. Son innegables las diferencias individuales desde el nacimiento. Unos nacen más inteligentes, emprendedores, talentosos que otros. Hay quienes cultivan y multiplican sus valores. Otros, simplemente los entierran o hasta los pierden. La educación en general y particularmente la formación espiritual del hombre máquina, debe orientarse a no perder, ni sepultar valores, sino a  despertarlos, hacerlos crecer y multiplicarlos, según el mandato bíblico: “creced y multiplicaos”, que puede y debe entenderse también en el sentido del crecimiento interior.

En relación con las causas psicológicas de la pobreza, relacionadas con el individuo, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, explica en el capítulo 52 de su obra: “El Cristo Social”, lo siguiente: Las condiciones económicas y políticas de la sociedad son el reflejo de su vida espiritual, cuando esta última es pobre entonces las condiciones económicas y políticas del mundo, son desastrosas, lo exterior es tan sólo la proyección de lo interior, si lo interior es miserable, lo exterior será miserable. Ampliando más esta afirmación, en el capítulo titulado: El Nivel del Ser, de su obra: Psicología Revolucionaria, el Buda Maitreya, Samael Aun Weor, explica lo siguiente:egoespejo Todas las cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que interiormente llevamos. Con justa razón podemos aseverar solemnemente que lo «exterior es el reflejo de lo interior». Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las circunstancias, la vida, cambian también.

He estado observando por este tiempo, (Año 1974), un grupo de gentes que invadieron un terreno ajeno, están muy cerca a mi casa, motivo este por el cual he podido estudiarlos de cerca.

Ser pobres jamás puede ser delito, más lo grave no está en eso, sino en su nivel de Ser. Diariamente se pelean entre sí, se emborrachan, se insultan mutuamente, se convierten en asesinos de sus propios compañeros de infortunio, viven ciertamente en inmundas chozas dentro de las cuales en vez de amor reina el odio

Muchas veces he pensado en que si cualquier sujeto de ésos, eliminara de su interior el odio, la ira, la lujuria, la embriaguez, la maledicencia, la crueldad, el egoísmo, la calumnia, la envidia, el amor propio, el orgullo, etc., etc., etc., gustaría a otras personas, se asociaría por simple ley de Afinidades Psicológicas con gentes más refinadas, más espirituales; esas nuevas relaciones serían definitivas para un cambio económico y social. Seria ese el sistema que le permitiría a tal sujeto, abandonar la «cochera», la «cloaca inmunda»

Los amos del capital y la hermandad del delito

Pero no todas las causas de tanto desastre se encuentran en el individuo. En forma similar, las causas de la pobreza, no se encuentran solo en el individuo. No todas las razones de la pobreza y extrema pobreza, son de origen psicológico. Gran parte de esas causas, se encuentra en los sistemas de explotación´, avaracia3exclusión y degradación humana, en la expansión de unas naciones en perjuicio de otras, en los imperios, las grandes e inmorales conquistas de pueblos y países, en la infame deuda externa, en la codicia y la barbarie de quienes son superiores por el poder de las armas o porque son dueños de los grandes bienes de la Economía. A este respecto, respetados estudiosos de la Historia han concluido que pueblos, como el de Guatemala y Haití, que alguna vez se atrevieron a levantarse contra el imperialismo, siguen pagando las consecuencias de esos actos, con más explotación, miseria y altos indicadores de exclusión humana.

En el capítulo 9 de su obra: “El Cristo Social”, el Maestro Samael explica: Desde la noche profunda de los siglos existe la hermandad del delito, la fraternidad tenebrosa. Quien haya estudiado los protocolos de los Sabios de Sion comprenderá los planes y proyectos de la fraternidad tenebrosa. Esta tiene su programa de acción y sus vínculos humanos de expresión.

Los Protocolos de los sabios de Sion o los peligros judío-masónicos, fueron publicados por primera vez a principios del siglo XX. La primera edición rusa llevaba el epígrafe: Los Protocolos Sionistas, los planes para la conquista del Universo por los judíos masones”sociesecretasEl libro contiene 24 actas o protocolos que explican cómo los amos del capital, constituidos en una fraternidad siniestra gobiernan el mundo desde las grandes potencias. No significa que todo el pueblo judío pertenezca a esta cofradía del mal, ni que impulsemos el antisemitismo. Pero es indudable, que muchos miembros de esta sociedad tenebrosa pertenecen a este pueblo o a esta sociedad de ruta equivocada.

Explica el Maestro que uno de los vehículos con los que opera esta fraternidad tenebrosa, es por medio de grandes sociedades anónimas internacionales, que, en muchas ocasiones son los verdaderos gobiernos que controlan los gobiernos nominales. Afirma el Maestro que muchas de estas sociedades, explotan pozos del petróleo y arruinan el subsuelo de la Tierra, expone también que:  dicha clase de sociedades anónimas son puñales clavados en el corazón de los países soberanos. Así es como las naciones pierden su independencia y se hacen esclavas.

¿Quiénes constituyen esas grandes sociedades anónimas? “Los personajes de la sombra, los adeptos de la magistratura negra, el  enemigo secreto. Estos tenebrosos hambrean a los pueblos, y acaban con la independencia de las naciones soberanas”. Muchas veces, esta fraternidad del delito, organiza, apoya o establece alianzas con grupos afines en cada país donde operan.

Guatemala no es la excepción. Así por ejemplo, de los informes de la  Comisión de Esclarecimiento Histórico –CEH- y del informe de la Memoria «Nunca más» o Remhi para el esclarecimiento histórico de la guerra interna del país y más recientemente informes de la CICIG, hacen referencia a la tristemente célebre: Cofradía.

La transformación social de la humanidad

Se requiere de apoyar el fortalecimiento del Estado y que este, proteja a todos y no a pocos, que se establezcan tributos justos y suficientes para que todos los habitantes del país tengan una vida digna. A este respecto, el V.M. Samael Aun Weor explica en el capítulo V de su obra «El Cristo Social»: Los gobiernos no deben ciertamente acabar con la libre iniciativa de los pueblos y de los individuos, pero sí debe establecer muy fuertes gravámenes para esos capitales. Esa clase de poderosos debe pagar los más grandes impuestos, para beneficio de las obras públicas, educación, higiene, etc., etc., etc.

Los estudios gnósticos, enseñan al individuo ante todo a liberarse de sí mismo y proporcionan los elementos básicos para comprender la cruda realidad de la miseria humana y el camino para una  transformación social radical y definitiva de la humanidad.

El gnóstico sincero, debe aprender a no dejarse engañar por la propaganda de quienes se oponen a la justicia y a que los desamparados y marginados tengan una vida digna. Hay que contribuir a cerrar el chorro, a reducir la brecha de las injusticias y de la vulnerabilidad, tanto como individuos, como también por ser integrantes de una sociedad que necesita cambios profundos.

Estas explicaciones ayudan a comprender la profundidad de grandes enseñanzas del divino rabí de Galilea, relacionadas con la pobreza, que hay poderosas razones por las cuales afirmó: “porque a los pobres siempre los tendrán entre ustedes” (Jn 12:11), pero porqué sentenció. “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” (Mr 16:23). Y, como define la conducta ante la pobreza en la parábola de los dos deudores (Mt 18) y en la del buen samaritano (Lc 10: 25-37), que nos enseña a dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento y darle abrigo al que no lo tiene. Sin embargo, la caridad universal, el cristocentrismo, enseña que hay que aprender a dar de lo que se tiene y no de lo que sobra, como lo enseña “la ofrenda de la viuda” (Mr 12:41-44).

Y es que en medio de tanta desgracia humana ocasionada por los desastres, no basta con apoyar en las campañas de recolección de víveres. Hay que aportar, pero hay que aportar de lo que se tiene. Pero también hay que apoyar para que desde el Estado, desde las instituciones de Gobierno se asignen fondos adecuados y suficientes, se prevenga y se establezca sistemas funcionales de prevención y de alerta.

Cerramos esta segunda parte del tema con las siguientes palabras del V.M. Samael expuestas en el capítulo 2 de «El Cristo Social«: Cuán doloroso es ver a los niños pobres y sucios, miserables y descalzos andando por las lujosas calles de las metrópolis. Los miembros de todas las religiones, los devotos de todas las sectas, los obreros de todas las fábricas, la gente de todas las industrias, deben asociarse y trabajar por estos infelices. La caridad consciente es el bálsamo milagroso que puede consolar nuestro adolorido corazón.

Continúa en: Desastres naturales (parte III)