El Padre Nuestro

En esta ocasión continuamos con la segunda parte del estudio dedicado a El poder de la oración y sus múltiples beneficios espirituales. Transcribimos en el presente artículo una compilación de un amplio número de explicaciones gnósticas y de otros iniciados y esoteristas que se refieren a la oración de El Padre Nuestro

La oración más poderosa es el Padre Nuestro. De todas las oraciones la más poderosa es el Padre Nuestro. Y el gnóstico da extremada importancia a esta oración porque sabe que ella es una gran oración mágica de gran poder.

 

El Padre Nuestro

Padre Nuestro que estás en los cielos (I.A.O.).

Santificado sea tu nombre.

Venga a nos tu Reino (Los mundos internos).

Hágase, Señor, tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.

El pan de lo alto, dádnoslo hoy.

Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos de todo mal.

Amén.

Explicaciones esotéricas de la oración de El Padre Nuestro

En su obra: “El libro de la virgen del Carmen, Samael Aun Weor explica que: “Esta oración fue legada por nuestro Señor el Cristo y contiene siete peticiones sagradas para que los devotos del sendero pidan como gracia al Altísimo. Los gnósticos tenemos que hacer la voluntad del Padre, así en la Tierra como en el Cielo, pero generalmente los hombres llaman e invocan a Dios para que él haga la voluntad de ellos, o sea al contrario”.

En consonancia con lo anterior, el Dr. Adoum explica en su obra: “La magia del verbo” lo siguiente: “la oración dominical dada por Jesús el Cristo al mundo tiene siete peticiones y cada una de ellas está dedicada a desarrollar, purificar y despertar un centro del cuerpo-Templo del Yo Soy. Esta oración encierra las palabras sagradas más poderosas del Verbo; pero hay que saber utilizarlas, pensarlas, meditarlas y vocalizarlas con toda la pureza de las aspiraciones. La oración dominical es el puente entre el hombre y el Dios Íntimo (El Espíritu, el Ser)”.

El Padre Nuestro es una fórmula mágica de inmenso poder sacerdotal, pero es urgente comprender a fondo y en forma total el significado profundo de cada palabra, de cada frase, de cada súplica.

El Padre Nuestro es una oración de petición, una oración para hablar con el Padre que está en secreto. El Padre Nuestro combinado con la meditación de fondo, produce resultados objetivos maravillosos.

El Kalki Avatar, en el capítulo de Piscis de su obra: Curso Zodiacal, explica lo siguiente: “Esta oración se hace en meditación profunda adorando a esa estrella inefable de la cual salió nuestro Intimo mismo y así aprenderemos a hablar con nuestro Padre que está en secreto. Muchos dirán: Bueno, pero ¿cómo y de qué manera nos engendró nuestro divino Padre que está en los cielos?”

“Esto necesita de una explicación, veamos. Nuestro Padre es ante todo una llama de fuego ardiente y toda llama es susceptible de expansión ígnea y de desarrollo, desenvolvimiento, evolución e independencia de cada una de sus chispas. Haced el experimento con una llama cualquiera y veréis que esa llama puede expandirse por todas partes y que cada una de sus chispas puede convertirse en llama independiente”.

“Llevad este ejemplo ahora hasta la aurora del Mahavantara (el Día Cósmico) y entonces comprenderéis cómo vuestros Padres celestiales os engendraron a vosotros. Ahora, si pensáis que cada chispa está asociada a un rayo de luz propio, comprenderéis entonces la relación de las chispas con la luz y de nuestra chispa divina (la Esencia) con el rayo de luz absoluta al cual pertenecemos. Ese rayo de luz absoluta es nuestro Glorian. Nuestro Glorian es un hálito para sí mismo profundamente ignoto”. Nuestro Glorian es un hálito del Absoluto.

Las tres primeras súplicas

 En su obra: “El Matrimonio Perfecto, comenta el Buda Maitreya que: “esta es una oración mágica de inmenso poder. Imaginación, inspiración, intuición, son los tres caminos de la Iniciación. Dice el Maestro Huiracocha lo siguiente: «primero es preciso ver interiormente las cosas espirituales y luego hay que escuchar el verbo o la palabra divina para tener nuestro organismo espiritual preparado para la intuición».

“Esta trinidad se encuentra en las tres primeras súplicas del Padre Nuestro, a saber: «Santificado sea tu nombre», es decir el verbo divino, el nombre magnífico de Dios, la palabra creadora. «Vénganos tu reino», es decir con la pronunciación del verbo de los mantras viene el Pléroma, el reino Divino. «Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo». En esto consiste la unión con el Intimo quedando todo resuelto. Con estas tres peticiones hemos pedido «íntegro», y si algún día lo logramos ya seremos dioses, y por lo tanto ya no necesitaremos pedir”.

Hágase tu voluntad

Si nosotros actuamos de acuerdo con la Ley, si vivimos en armonía con el infinito, si aprendemos a obedecer al Padre que está en secreto, así en los Cielos como en la Tierra, jamás nos faltará el pan de cada día.

Los gnósticos tenemos que hacer la voluntad del Padre, así en la Tierra como en el Cielo, pero generalmente los hombres llaman e invocan a Dios para que él haga la voluntad de ellos, o sea al contrario.

El Pan nuestro de cada día

En su obra: Psicología Revolucionaria, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, explica que “para trabajar sobre sí, es indispensable trabajar sobre la vida diaria, hoy mismo, y entonces se comprenderá lo que significa aquella frase de la oración del Señor: «Dadnos el Pan nuestro de cada día».

“La frase «cada día», significa el «Pan Supersustancial» en griego o el «pan de lo Alto». La Gnosis da ese pan de Vida en el doble sentido de ideas y fuerzas que nos permiten desintegrar errores psicológicos. Cada vez que reducimos a polvareda cósmica tal o cual “Yo» (El Ego), ganamos experiencia psicológica, comemos el ««pan de la sabiduría»», recibimos un nuevo conocimiento. La Gnosis nos ofrece el «Pan Supersubstancial», el «Pan de la Sabiduría», y nos señala con precisión la nueva vida que comienza en uno mismo, dentro de uno mismo, aquí y ahora”.

Ouspensky en su obra: “El cuarto Camino” amplía más esta explicación: “El pan nuestro de cada día dánosle hoy». La palabra «de cada día» no existe en los textos griego y latino más viejos que se conocen. La palabra correcta, que después fue reemplazada por «de cada día», es supersubstantiali» o «supersustancial». El texto correcto debería ser: «el pan nuestro supersustancial dánoslo hoy». «Supersustancial» o «espiritual», como dicen algunas personas, puede referirse a un alimento superior, hidrógenos superiores, influencias superiores o conocimiento superior”.

Perdonar las deudas

Sigue explicando el Venerable Maestro Samael en Psicología Revolucionaria que: “escrito está que en el trabajo esotérico gnóstico, solo es posible el crecimiento anímico mediante el perdón a los otros. Si alguien vive de instante en instante, de momento en momento, sufriendo por lo que le deben, por lo que le hicieron, por las amarguras que le causaron, siempre con su misma canción, nada podrá crecer en su interior”.

“La oración del Señor ha dicho: «Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores». El sentimiento de que a uno le deben, el dolor por los males que otros le causaron, etc., detiene todo progreso interior del alma”.

No nos dejes caer en tentación

Continuamos con este estudio de la oración del Señor y volvemos a acudir a Pedro Ouspensky quien en su obra: “Un Nuevo modelo del Universo, explica que: “después de esto sigue la oración dada por Cristo, que resume todo el contenido de la doctrina evangélica y puede ser considerada como una sinopsis de ella, el Padre Nuestro. Las deformaciones en el texto de esta oración se han mencionado ya. El origen de la oración es desconocido, pero en el Segundo Alcibiades de Platón, Sócrates cita una oración que tiene un gran parecido con el Padre Nuestro y que es muy probablemente la forma original de esta oración. Se cree que su origen es pitagórico.

“«Zeus Rey, danos todo lo que es bueno lo pidamos o no, mas ordena que todo lo malo se aleje de nosotros aun cuando te lo pidamos». El parecido es tan obvio que no necesita comentarios. Esta oración citada por Sócrates explica un punto incomprensible del Padre Nuestro, a saber, la palabra «mas» después de las palabras «no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.» Este mas corresponde a palabras que continuaban la frase pero que faltan en la oración del Evangelio. Estas palabras que faltan —«aun cuando te las pidamos (las cosas malas)»—explica el «mas» en la oración precedente”.

Libranos del mal

El gran iniciado Ouspensky, sigue explicándonos en su obra: “Un Nuevo modelo del Universo que: “En el Padre Nuestro, por ejemplo, que ha entrado profundamente dentro del pensamiento habitual del hombre ordinario, las palabras «líbranos del mal» en las traducciones inglesa y alemana corresponden a los textos griego y latino; pero en los textos eslavo-eclesiastico y ruso es «líbranos del malo»; en francés (en algunas traducciones) es: mais delivre nous du Malin; y en italiano: ma liberad dal maligno. (La version española (Ant. de Casiodoro de Reina revisada por Cipriano de Valera) dice: «…libranos del mal», pero en el Evangelio de San Lucas se lee: «…líbranos del malo». (N. del T.).  La diferencia entre la primera traducción latina y la traducción posterior editada por Teodoro Beza (Siglo XVI) es muy característica a este respecto. En la primera traducción la frase se lee: sed libera nos a malo, y en la segunda, sed libera nos ab illo improbo”.

 Una fórmula cabalista: Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria

La distinguida cabalista Violet Mary Firth Evans, más conocida como Dion Fortune, en su obra: “La Cábala Mística” afirma lo siguiente: “la cláusula final del Padre Nuestro es cabalismo puro. Malkuth el Reino; Jod, el Poder, y Nazareth, la Gloria, forman el triángulo básico del Árbol de la Vida, con Yesod, el Fundamento, o receptáculo de Las influencias, como punto central. El que formuló esa oración conocía la Cábala”.

El Mago Jefa, en su obra: “La Magia del Verbo”, da la siguiente explicación práctica esotérica en la que se sugiere combinar la imaginación consciente al orar el Padre Nuestro:

“Padre Nuestro (todos somos tus hijos) que estás en los cielos (en lo más alto, puro y divino de nuestro cuerpo, en nuestro cerebro coronario, que irradia las mil luces de tu divinidad, luces de amor, de fe y esperanza, etc.)”

“Santificado sea tu nombre (en nuestro cerebro frontal y así tu sello divino, tu luz inefable emanará de nuestra frente y así estará tu nombre revelado por la santidad…)”

“Vénganos él tu reino (vénganos el reino de tu verbo a nuestro centro laríngeo para que seamos creadores de todo lo sublime, lo elevado de la vida, por medio de la palabra)”

“Hágase tu voluntad, como en el Cielo, así en la Tierra (en nuestro corazón o centro cardíaco que une los tres centros superiores con los tres inferiores. Que la voluntad del Íntimo guíe el pensar y el anhelo del corazón para que ejecute tu obra…)”

“El Pan Supersustancial dánoslo hoy (el poder energético que alimenta nuestro plexo solar dánoslo a cada momento para poder servir y servirte en la obra)”

“Y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores (porque nuestro plexo esplénico es el depósito de nuestros errores; desde este plexo emanamos odio y rencor, cólera y envidia; nosotros perdonamos a nuestros hermanos sus errores cometidos contra nosotros y el perdón es como el agua que limpia toda suciedad e impureza…)”

“Ilumínanos en el camino del bien y ayúdanos a triunfar en la tentación para librarnos de todo mal” (y no como, equivocadamente, reza: “no nos dejes caer en la tentación”, porque el Dios Íntimo no nos deja caer en tentaciones si nosotros no queremos ni las buscamos. Se nos ha dicho que en una lucha que se libraba en el mundo interno, el Iniciado mientras oraba el Padre Nuestro seguía triunfante hasta llegar a esta frase:  No nos metas en la tentación; entonces sintió que un precipicio se abrió debajo de sus pies y se precipitó violentamente a su cuerpo físico y se despertó muy agitado. El maestro le recomendó el cambio de la frase. Las tentaciones nos vienen desde el plexo fundamental en donde mora el enemigo secreto autor e inspirador de todo mal.

“Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria. Amén”. Esta última frase sellada con el Mantra Amen es una invocación a la Trinidad Íntima, que está representada por los átomos en la cabeza: Padre, Madre e Hijo o Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

Por último, el Dr. Adoum da los siguientes consejos “para practicar la oración dominical”:

  1. Hacer siete ejercicios respiratorios, cada vez, como está indicado anteriormente.
  2. Escoger un lugar tranquilo para las prácticas.
  3. Sentado o arrodillado sobre algo suave.
  4. Cerrar los ojos para no ver ni oír ruidos externos
  5. Relajar la tensión mental
  6. Elevar el pensamiento con la primera frase de la oración “Padre Nuestro que estás en los Cielos”, al tope de la cabeza y meditar en el Reino, la Gloria y el poder del Íntimo que está en la parte del cerebro, durante dos, tres o cuatro minutos.
  7. Luego descender con el pensamiento y la frase “Santificado sea tu Nombre” durante el mismo tiempo, concentrado en el entrecejo.
  8. Seguir sucesivamente hasta el final, con las mismas indicaciones.

El Avatar de la Era de Acuario, en su obra: “Apuntes secretos de un Gurú”, explica:

“Se os enseñó el Padre Nuestro precisamente para que aprendierais a conversar con vuestro Dios interior, y sin embargo andáis buscando subterfugios dentro de las escuelas. ¡Qué necios sois! ¿Creéis vosotros acaso, que vosotros podéis saber más que Dios? Si vosotros comprendierais el poder mágico del Padre Nuestro… Si vosotros entendierais lo que significa esa gran dádiva de Dios, entonces diríais: Dadme de beber. Señor dadme de beber. Y Dios os daría de beber de esa fuente de vida eterna, y el que bebe de esa fuente nunca volverá a tener sed. Un Padre Nuestro bien orado, gasta lo menos una hora”.

“Hay que cerrar los ojos y apartar la mente de las cosas externas, adormecerse un poquito, y luego enfocar la mente en el «Intimo», amando al «Intimo», adorando al «Intimo», y meditando profundamente en cada palabra del Padre Nuestro, en su contenido conceptual, como conversando familiarmente con el «Padre» que es el «Intimo», el «bien amado», que reside dentro… muy dentro… en las profundidades de nuestro corazón…”

“Así es como podemos conversar con el Maestro Interno, y después de cierto tiempo oiremos su voz, y veremos su rostro, y él nos enseñará la profunda sabiduría divina. Entonces, ¿para qué escuelas? El Maestro está dentro, y nos llama”.

La meditación y el Padre Nuestro

Un Padre Nuestro bien orado, equivale a una hora de meditación: órese, pues en una hora. Orar es conversar con Dios. Sumergidos en sueño muy profundo y meditando muy hondo, convérsese mentalmente con Dios. Cada frase del Padre Nuestro es una fórmula completa para hablar con Él: adormecidos medítese en el contenido de cada frase, y se verá y se oirá al Padre que está en Secreto. Con esta oración se despertará el chakra del corazón.

La oración del Padre Nuestro es el poder mágico más grandioso para despertar el chakra del corazón. Orar es conversar con Dios. El Padre Nuestro sirve para conversar con Dios. El discípulo se acostará en su lecho cómodamente. Apar­tará de su mente toda clase de preocupaciones terrenales, y luego, muy despacio, meditará durante horas enteras en cada una de las palabras y frases del Padre Nuestro, como tratando de conversar con el Padre que está en los cielos. Durante esta práctica el discípulo debe adormecerse profundamente. En visión de sueños, el Padre que está en los cielos se le aparecerá al discípulo y el discípulo podrá conversar con él familiarmente. El Padre podrá hacerle ver al discípulo ciertas visiones que el discípulo debe aprender a interpretar con el cora­zón. Así es como todos los discípulos pueden conversar con Dios.

Es necesario aprender a orar el Padre Nuestro, aprender a parlar con Brahma (El Padre) que está en secreto. Un solo Padre Nuestro bien orado y sabiamente combinado con la Meditación, es toda una obra de alta magia.

Un solo Padre Nuestro bien orado se hace en una hora de tiempo o en algo más de una hora. Después de la oración hay que saber aguardar la respuesta del Padre y esto significa saber meditar, tener la mente quieta y en silencio, vacía de todo pensamiento, aguardando la respuesta del Padre.

Finalizamos esta entrada transcribiendo esta hermosa oración que se encuentra en el Catecismo gnóstico:

Padre Nuestro Gnóstico

Padre Nuestro:

Porque tú eres el Padre de todas las criaturas.

Que estás en los cielos:

Porque tú estás en lo más alto y noble de mi ser.

Santificado:

Porque tú estás en mi entrecejo y le darás a mis ojos, espiritualidad y luz de sabiduría.

Sea tu nombre:

Porque tú estás en mi laringe creadora y le darás a mi lengua, la virtud de despertar tu amor en todos los corazones.

Venga a nos tu Reino:

Ven a mi corazón, porque de él hice tu altar y de mi alma tu templo, y de mi amor tu hogar.

Hágase tu voluntad aquí en la Tierra como en los cielos:

He aquí la sierva del Señor, y haga en mí tu voluntad. (Alma humana)

El pan nuestro dádnoslo hoy:

Los alimentos y todas nuestras necesidades mentales y espirituales, tú eres el dador de los bienes.

Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:

Divino maestro que viniste a lavar nuestras almas con tu preciosa sangre, y con tu pasión y muerte a enseñarnos a perdonar a los que nos han ofendido.

No nos dejes caer en tentación y líbranos de todo mal y peligro:

Divino rabí, si estamos contigo nos libramos de las tentaciones, y de todos los peligros, no permitas que nos apartemos de ti…

«Entregamos este maravilloso conjuro para aquellas personas, que sufren persecuciones en la tercera y cuarta dimensión, sean libradas de sus enemigos ocultos».

 

 

 

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