El cuervo de los alquimistas

Para algunos, esta criatura de la Naturaleza está asociada a la oscuridad, la mala magia, la podredumbre y la traición. Recordemos, por ejemplo, el dicho popular: «cría cuervos y te sacarán los ojos». O en todo caso, podemos recordar también como se le asocia siempre, por parte de dibujantes y guionistas, con la brujería, quienes lo presentan o dibujan, conjuntamente, como parlantes e inseparables amigos de los que se dedican a las malas artes.

Lo cierto es que nada en la Naturaleza es bueno ni malo; todo depende del uso que hagamos de las cosas: un cuchillo (que no es ni bueno ni malo) puede servimos para cortar la carne y los alimentos o de arma para herir o matar a alguien. De igual modo el cuervo, como elemental de la Naturaleza, no es ni bueno ni malo y si algunos lo han utilizado para el mal, hay otros que lo han utilizado para el bien. Como prueba de ello, está el simbolismo alquimista, que lo utiliza para representar la primera fase de la Gran Obra: La Putrefacción. Esto se debe a que el cuervo es el símbolo de la corrupción y la muerte de los
«elementos inhumanos» que llevamos dentro.

Para realizar la Gran Obra alquimista, en principio, se necesita preparar el mercurio o arché, porque sin esta materia prima no se podría realizar este Magnus Opus.¿Y cómo se prepara el mercurio de los sabios? Pues, mediante el secreto secretorum de la Alquimia. Se trata de un sencillo artificio: conexión del lingam-yoni, sin la pérdida del ens-seminis, porque dentro del ens-seminis está el ens-virtitus del fuego.

Inicialmente, cuando la pareja alquimista comienza a trabajar con el A.Z.F., las
aguas mercuriales son negras y se les representa con el cuervo. Y dicen los alquimistas en forma simpática y alegórica que «de entre esas aguas negras hay que sacar la gelatina blanca, es decir, refinar estas aguas para convertirlas en blancas y puras; convertir al cuervo negro en paloma blanca».

Por otro lado veamos lo que nos dice el V M. Samael sobre esta enigmática criatura: «Fuera de toda duda, hay criaturas repugnantes en la Naturaleza que acusan marcada involución. Los antiguos egipcios, por ejemplo, aborrecían las ratas. Es obvio que estas se encuentran en estado de franca involución. Otro es el estado de los cuervos. Estos, aunque se alimentan de la muerte, por el hecho de desenvolverse en el Rayo de Saturno, poseen ciertos poderes maravillosos
que indican evolución. Yo he podido evidenciar lo que son las facultades del cuervo… En cierta ocasión, hallándome en un pequeño poblado de Venezuela, en cierta casa donde un pequeño niño se encontraba gravemente enfermo, vi con asombro un grupo de cuervos que muy tranquilos se habían posado sobre el techo de aquella casa. Aquellas gentes sencillas, me declararon lo siguiente: Este niño morirá… Cuando pregunté el motivo de tal sentencia, ellos (por toda respuesta) me señalaron aquellas aves negras. Entonces comprendí… El caso no tuvo remedio, y
realmente la criatura murió. Lo que más me asombró fueron las facultades de aquellos elementales, que sabían que la criatura iba a morir y posados sobre el tejado de aquella mansión aguardaban el supremo momento para el festín. Indubitablemente, la cena macabra nunca pudo llegar, porque a la criatura se le
dio cristiana sepultura; sin embargo, las aves llegaron y la Ley se cumplió…”

Así las cosas, el cuervo se nos presenta bajo un aspecto diferente y con sus maravillosos poderes; se hace partícipe de la alta magia y es un gran símbolo alquimista del Rayo de Saturno y aunque algunos tenebrosos lo hayan utilizado para el mal, lo verdad es que es una criatura inocente y bella de la Madre Naturaleza.

Por: César Owen / España

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Simbolos de Navidad

Belén
En uno de los evangelios apócrifos, el Protoevangelio de Santiago, se lee lo siguiente: Y habiendo llegado a tres leguas de Belén, José se volvió y vio que María estaba triste, y se dijo a sí mismo: “Tal vez lo que lleva en su vientre la hace sufrir” Y de nuevo José se volvió y vio que reía. Y le dijo: “María, ¿qué significa esto? Veo tu rostro tan pronto sonriente, tan pronto triste.” Y María dijo a José>: “Es que mis ojos contemplan dos pueblos, uno que llora y se aflige ruidosamente y, otro que se regocija y salta de alegría”. (Tomado de los evangelios de la Infancia de Cristo, textos presentados por Alexandre Micha, Editorial EDAF).
La Navidad, el nacimiento del niño Dios de Belén está rodeado de prodigios y símbolos extraordinarios. Conforme al Mito Solar, el nombre de la ciudad de Belén es profundamente simbólico. Bel, nos recuerda al dios Beleno o Belenus de la mitología celta adorado antiguamente en regiones de España, Francia, Irlanda y otras regiones de Europa. Belenus, significa brillante, resplandeciente y designa al dios de la luz, el fuego y el Sol. Algunas tradiciones afirman que los iberos denominaban al Sol con el nombre de Beleno.
Con las herramientas de la Antropología Gnóstica, Belén, también se asocia a la famosa Torre de Babel. El Presidente Fundador de las instituciones gnósticas, Samael Aun Weor, explica al respecto: “Bel es una raíz caldea que significa «Torre del Fuego». De manera que, propiamente dicho, «Belén» es «Torre de Fuego». ¿Quién podría ignorar que Bel es un término caldeo que corresponde, precisamente, a la Torre de Bel, la Torre del Fuego?. Así, pues, Belén es simbólico completamente”.
Explica además el Avatara en su conferencia:“El verdadero significado de la Navidad, que: El Sol físico no es más que un símbolo del Sol espiritual, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico. No, se le rendía culto al Sol espiritual, al Sol de la medianoche, al Cristo-Sol. Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la medianoche. Él es quien guía siempre al iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer. No se trata de la adoración a un Sol físico, no, sino a lo que oculta tras ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba al Logos Solar, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta (la variedad es unidad).

La mula y el buey
En Guatemala, tradicionalmente se adornan las representaciones del nacimiento de Cristo, los “nacimientos”, pesebres o belenes con la figura de dos animales: una mula y un buey. Ambos animales encierran un simbolismo esotérico maravilloso.
La mula es un animal estéril y el buey es eunuco, La mula viene al mundo estéril, mientras el buey fue castrado por el ser humano. Esto nos recuerda el pasaje del Evangelio “Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (Mt 19:12). Indiscutiblemente, entre la tradición de ubicar junto al niño a la mula y el buey, como en este pasaje del Evangelio, se encierra un simbolismo alquimista relacionado con la verdadera castidad, indispensable para que nazca Cristo en el ser humano.
Pero además, desde el punto de vista de la Gnosis, se explica que Cristo nace en medio de los animales del deseo. La tradición de otros pueblos del mundo, coloca a un burro en lugar de la mula. Así, en otro de los evangelios de la infancia de Cristo, el libro de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y sus infancias según el pseudo Mateo, se lee lo siguiente: El tercer día después del nacimiento del dulce y sabio niño, su madre, la Virgen María, salió de la gruta. Las Escrituras que no son una fábula, dicen que entró en un establo, depósito a su hijo en un pesebre, un viejo pesebre completamente seco. El buey y el asno le adoraron y le manifestaron su respeto. Más adelante se lee en la obra citada: Entonces se cumplió la profecía anunciada por Isaías. “El buey y el asno conocieron a su Señor al que veían en el pesebre”. Se lee también en este Evangelio que se cumplió lo que profetizó Habacuc, que se reconocería a Dios porque estaría entre dos animales.

El establo
La tradición y los evangelios apócrifos hablan del niño Dios en un establo de Belén. El símbolo del establo, lo encontramos también en uno de los famosos 12 trabajos de Hércules o Heracles. La mitología griega cuenta que Augías, el rey de Elis tenía una enorme grey de vacas y bueyes, pero sus establos no habían sido limpiados en mucho tiempo. “Era esta la causa de un hedor y de una insalubridad sin igual que invadía todo el Peloponeso” (Mitología griega, Editorial Porrúa). Se lee en la obra citada que Hércules: “rompió la pared del establo en dos partes y por cada una de ella hizo entrar un río, que fueron el Alfeo y el Peneo. Inmediatamente acarrearon con toda la inmundicia. Pasó a limpiar los campos y cumplió lo que había prometido”.
Indudablemente, el establo de Belén y los establos de Augías, son la morada del deseo y se encuentran en nuestra propia psiquis. Los animales del deseo, constituyen la personificación de los elementos indeseables de nuestra conducta, la personificación de nuestros errores, el yo pluralizado, el yo de la Psicología Gnóstica. El yo psicológico, personifica al orgullo, al odio, la pereza, la ira, la lujuria, la mentira y miles y miles de defectos de carácter que posee la máquina humana.
Cristo debe nacer el corazón del ser humano auténtico para limpiar el establo de la psiquis, como lo hizo Hércules en el Peloponeso, con la fuerza de la castidad auténtica, combinando sabiamente las aguas de los dos ríos de la vida, las corrientes energéticas que en Oriente son conocidas con el nombre de Idá y Pingalá.

El pesebre:
“Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento”. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”. (Lc 2:6,7).
El Cristo que debe nacer en el corazón del ser humano auténtico, nace entre la paja del pesebre. La paja representa la palabra vacía, insustancial, sin fundamento, sin experiencia, sin comprobación, sin conocimiento de causa, alejada de la verdad. Cristo es la luz del mundo que nos muestra la verdad. Por eso recomienda: “Encuentra la verdad y ella te hará libre”.
La verdad no se encuentra fácilmente, tampoco se encuentra fuera de nosotros mismos, Samael Aun Weor explica que “la verdad es lo desconocido de instante en instante”. La verdad se encuentra en el conocimiento de sí, en la autognosis. Con la eliminación del yo psicológico, que es la mentira, surge la verdad. Los alquimistas medievales decían: “blanquea tu latón y quema tus libros”.

Los reyes magos y la estrella
En los evangelios canónicos se habla poco de los reyes magos que visitan al señor en Epifanía. No hablan de sus nombres, sus características o su procedencia. Sin embargo, estos datos han sobrevivido por la tradición y gracias a los evangelios de la infancia de Cristo. Así, en el libro armenio de la Infancia, se encuentra lo siguiente: “En primer lugar llegó Gaspar, rey de la India. Esparció precioso nardo, mirra, canela, cinamomo, incienso y otros aromas y esencias olorosas. Y de inmediato se expandió un perfume de inmortalidad por la cueva en la que se hallaban. Después, Baltasar, el rey de los árabes, abriendo sus opulentos tesoros, extrajo de ellos para ofrecerle al niño oro y plata, piedras preciosas, magníficas perlas y zafiros de gran valor. A su vez, Melchor, el rey de los persas, aportó mirra, áloe, muselina, púrpura y también cintas de lino”.
Mucho se ha dicho también en la tradición acerca de los colores de los reyes magos. Samael Aun Weor, en su conferencia: El verdadero significado de la Navidad, explica: Todo el simbolismo relacionado con el nacimiento de Jesús, es alquimista y Cabalista. Se dice que tres reyes magos vinieron a adorarle, guiados por una estrella. ¿Cuál es esa estrella y quiénes eran esos reyes magos? Yo les digo a ustedes que esa estrella no es otra que la del Sello de Salomón, la estrella de seis puntas, símbolo del Logos Solar. En cuanto a los tres reyes magos, éstos no existieron como personas; son únicamente, el símbolo de los colores de la Gran Obra, es decir de la Piedra Filosofal
También explica el Venerable Maestro, en el capítulo titulado La Cruz de San Andrés, de su obra: «la Doctrina Secreta de Anáhuac» lo siguiente: Para dar una idea del alcance extraordinario que en la Filosofía hermética toma el simbolismo de los colores de la Gran Obra, observemos que siempre se representa a la Virgen vestida de azul (equivalente al negro), a Dios de blanco y al Cristo de rojo.
En los sagrados templos del viejo Egipto de los faraones, cuando el recipiendario estaba a punto de sufrir las pruebas de la Iniciación, un Maestro se acercaba a él y le murmuraba al oído esta frase misteriosa: «¡Acuérdate que Osiris es un Dios negro!”. Evidentemente, éste es el color específico de las tinieblas, de las sombras cumerías, el del Diablo, a quien se ofrecieron siempre rosas negras, y también el del Caos primitivo donde todos los elementos se mezclan y confunden totalmente. El símbolo del elemento tierra, de la noche y de la muerte radical de todos esos agregados psíquicos que en su conjunto constituyen el mí mismo.
Indubitablemente, lo mismo que en el Génesis hebraico, el día sucede a la noche, así también la luz sucede a la oscuridad. Bienaventurados los que han sido regenerados y lavados por la Sangre del Cordero (el Fuego sexual), serán siempre vestidos con vestiduras blancas… En la Tierra sagrada de los faraones, Path, el Regenerador, usaba siempre túnica de lino blanco para indicar el renacimiento de los puros, de los que han muerto en sí mismos.
El color blanco sucede al negro, el amarillo al blanco y el púrpura de los Reyes sagrados de las Dinastías Solares se sucede siempre al amarillo… Cuando el Bendito llegó a la Tierra del color rojo, ciñó sobre sus hombros la púrpura de los Reyes divinos y resucitó de entre los muertos.”
Por esta explicación alquimista se entiende la tradición los reyes magos y sus colores distintivos: negro, blanco, amarillo y porqué todos visten la púrpura (de color rojo) propia de los reyes. Aunque, también la tradición habla de un cuarto rey mago. Es claro que el cuarto rey mago corresponde al color rojo. Por ese motivo, este último, logra conocer a Cristo hasta en su viacrucis, después de que Cristo ha sido vestido con la púrpura y ha llegado a la tierra del color rojo
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Feliz Navidad

Navidad

Navidad es la Natividad del Señor. La celebración del advenimiento del redentor del mundo, el Nacimiento de Cristo. Tradicionalmente se celebra en esta fecha, la venida al mundo de Jesucristo. Sin embargo, en los estudios gnósticos vamos más lejos con la explicación de esta maravillosa celebración. Detrás de las celebraciones mundiales relativas a esta fiesta se esconde un simbolismo alquimista y kabalista profundo.Niño Dios

Escondido en la celebración de Navidad, se encuentra un Mito Solar extraordinario y un Drama Cósmico rodeado de significativas alegorías. En relación con el Drama Cósmico, en el capítulo titulado: El Arte, de su obra «El Cristo Social», el Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, explica lo siguiente: El drama sirvió para transmitir a los iniciados valiosos conocimientos. Por medio del drama se transmitieron a los iniciados diversas formas de experiencia del Ser y manifestaciones del Ser. Entre los dramas, el más antiguo es el del Cristo Cósmico. Los iniciados sabían muy bien que cada uno de nosotros debe convertirse en el Cristo de dicho Drama, si es que realmente aspiramos al reino del Superhombre.

De acuerdo con la Gnosis, en El Mito Solar, se encuentra la explicación de porqué en la época del Solsticio de Invierno, nacía Horus en Egipto y Mitra en Persia, así como muchos dioses antiguos. Lo mismo ocurría con la conmemoración de la muerte de los dioses principales. Osiris moría días después del Equinoccio de Primavera. Las celebraciones del Nacimiento del niño del Sol, el niño de oro de la Alquimia o niño Dios y la conmemoración de la muerte y resurrección del hombre-dios en primavera, se representaron antiguamente en los templos sagrados, en la forma del Drama Cósmico. A este respecto, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Este es el drama cósmico que se repite de momento en momento en todo el espacio infinito, en todos los mundos, en todos los soles.Isis y Horus

Continúa explicando el Maestro: Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc. Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de todos los mundos del espacio infinito. El aspecto secundario de este gran drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y se convierte en Héroe Solar.

La Iniciación Venusta es la realización del Drama Cósmico en cada individuo, en cada mujer y hombre auténtico que logra el verdadero nacimiento de Cristo, vive y padece como el Señor, muere en sí mismo y alcanza la salvación, la liberación final o la Auto Realización Íntima del Ser. La persona que quiere vivir el Drama Cósmico en carne propia, debe trabaja intensamente sobre sí misma. Debe esforzarse por lograr la Revolución de la Conciencia. Este tipo de revolución es de carácter íntimo y solo se puede lograr a base de tremendos súper esfuerzos. De enormes esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios. La Revolución de la Conciencia se sintetiza en el siguiente versículo del Evangelio: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lc 9:23).

El Cristo

Natividad del Señor -Murillo
Natividad del Señor -Murillo

La Antropología Gnóstica explica que Cristo no es un individuo humano o divino. Más importante que estudiar al Cristo desde el punto de vista histórico, es prepararse para recibir al Cristo íntimo. Cristo es el Hijo. Es la segunda de las tres fuerzas primarias de la Naturaleza y del Cosmos. Cada ser humano debe prepararse adecuadamente para encarnar esa segunda fuerza, al Hijo, al Cristo. Esa es la legítima Navidad.

La palabra Cristo, viene del latín Christos y esta última viene del griego χριστός (Xpistus) que significa ungido. Por ese motivo se lee en el Evangelio: “Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres”. (Lc 4:18). Visto desde esta perspectiva, ser ungido, encarnar a Cristo, es una etapa, un grado espiritual, una iniciación: la Iniciación Venusta, como lo afirma el Gnosticismo Universal.

Crismón
Crismón

Detrás de las letras X y P de la palabra giega: Xpistus, se encierra un profundo simbolismo alquimista. La letra X forma cruz, es en sí misma una cruz. Andrés apóstol fue crucificado con su cuerpo en posición de X. Esa es la cruz de San Andrés. La letra P, se asocia a la palabra: pira, en latín pyra, fuego. La hoguera en la que antiguamente se quemaban los cuerpos de los difuntos. También es la inicial de Pedro y el culto a la piedra. Por eso en el Evangelio se habla tanto de la cruz y de la piedra. Ahí se encuentra la parábola de los dos cimientos (Mt 7:24-27). “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas de Hades no prevalecerán contra ella”. (Mt 16:18).

La piedra fue adorada por todas las civilizaciones antiguas. Es la piedra filosofal de los alquimistas. Por eso los musulmanes adoran la piedra de la Caba y los mayas de Guatemala adoran la piedra del chay (obsidiana).

Pablo de Tarso en la epístola a los Gálatas, aclara que Cristo en sustancia se encuentra dentro de nosotros mismos: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchas, sino como de uno: y a su simiente, la cual es Cristo”. (Gá 3:16).

Pablo en esa carta, también explica que Cristo debe formarse en el interior del ser humano:: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto. Hasta que Cristo sea formado en ustedes”. (Gá 4:19)

Samael Aun Weor en la conferencia: «El verdaderdo significado de la Navidad» explica: Desafortunadamente no se ha entendido lo que es el Cristo. Muchos suponen que el Cristo fue exclusivamente Jesús de Nazaret, pero están equivocados. Jesús de Nazaret como hombre (o mejor dicho, Jeshua Ben Pandirá como hombre), recibió la iniciación Venusta, encarnó al Cristo, pero no solo él ha recibido tal Iniciación. Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, También encarnó al Cristo. Juan el Bautista, a quien muchos consideraban como el CHRISTUS, como el UNGIDO, También encarnó ese Principio Crístico Universal.
Debemos entender que el Cristo no es un sujeto, no es una persona. El Cristo está más allá de la personalidad, del yo y de la Individualidad. El Cristo en esoterismo auténtico, es el Logos Solar, representado por el Sol físico. Ahora comprenderemos porqué los Incas, los nahuatl, los egipcios, etc., rendían culto al Cristo Sol (no se trata de una adoración al Sol físico, sino a lo que se oculta detrás de ese simbolismo). Obviamente se adoraba al LOGOS SOLAR, al segundo Logos.
Inútilmente habría nacido Jesús en Belén, si no naciera también en nuestro corazón. Inútilmente habría muerto y resucitado allá, en la Tierra Santa, si no muere y resucita también en nosotros (esa es la naturaleza del SALVADOR-SALVANDUS). El Cristo íntimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro. Quienes aguardan la venida de un Jesús de Nazaret para un futuro cercano, están equivocados. El Cristo debe venir ahora, desde adentro. La segunda venida del Señor es desde adentro, desde el fondo mismo de la Conciencia. Sólo el Cristo íntimo puede darnos vida y vida en abundancia, debemos pensar en el Cristo Interior

Hermes Trismegisto
Hermes Trismegisto

Es evidente que detrás del Drama Cósmico, se esconden muchas alegorías y, particularmente con motivo del Nacimiento de Cristo, es conveniente encontrar la explicación de todos los demás símbolos de Navidad, para entender plenamente el verdadero significado de esta hermosa celebración.

Feliz Navidad

El Mito Solar

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más universales y profundos es el que se relaciona con el Sol y el nacimiento de Cristo: el Mito Solar.

La adoración de los magos Leonardo
La adoración de los magos Leonardo

Nadie sabe con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se han propuesto muchas fechas para su nacimiento, pero en los primeros siglos del cristianismo, los gnósticos iniciados propusieron que su nacimiento se celebrara entre la noche del 24 y el amanecer del 25 de diciembre. La razón por la que se adoptó esta fecha para celebrar el nacimiento del niño Dios de Belén tiene un profundo significado esotérico que es conveniente explicar adecuadamente.

Es indiscutible que la Navidad es un acontecimiento cósmico que se relaciona con una de las posiciones principales del Sol en su movimiento aparente en relación con el planeta Tierra: el Solsticio de Invierno.

La Venus de Milo
La Venus de Milo

Muchos sabios han afirmado que la explicación a los mitos de las antiguas religiones, puede encontrarse en la Astronomía. Parte importante del fundamento de muchas religiones, tiene un profundo contenido astronómico. En todas las religiones se busca a Dios o a los dioses en el cielo. Así, por ejemplo, los antiguos griegos y romanos, encontraban a Júpiter, Venus, Marte, entre otros de sus dioses, en el cielo estrellado.

En forma similar, lo hicieron los diferentes pueblos del mundo. Mesoamérica, no fue la excepción. Así, los mayas asociaban a Vucub Kakix o 7 Guacamayo del Popol Vuh, con la Osa Mayor y a la pareja creadora: Ixpiyacoc y Ixmucané, con nuestra constelación de Géminis. (El Cosmos Maya de David Freidel, Linda schele y Joy Parker, páginas 76 y 78 Fondo de Cultura Económica).

En la obra citada (página 72 y 73), Linda Schele, cita a Johannes Wilbert quien le recomendó: “acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Sosticio de diciembre en ambos hemisferios
Sosticio de diciembre en ambos hemisferios

En el Hemisferio Norte, el Solsticio de Invierno, es el fenómeno solar que ocurre anualmente, el 21 de diciembre. Corresponde a la noche más larga y al inicio del Invierno en los países ubicados en este hemisferio. En los países del Hemisferio Sur, esta fecha se corresponde con el Solsticio de Verano.

En el Hemisferio Norte, anualmente, desde finales de septiembre, las noches son cada vez más largas a medida que se acerca el 21 de diciembre. En países de latitudes bajas, como Guatemala, apenas se percibe este fenómeno, pero en lugares ubicados en latitudes altas, esta diferencia de horas de luz y de noche, es significativa. Más al norte, la oscuridad es casi total durante las 24 horas del día y en el Polo Norte, es de noche completamente.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Es claro, que la noche siguiente, la noche del 22 de diciembre, ya no será la más corta. Sin embargo, la percepción instintiva de las personas, no está preparada aún para que se perciba que pasó ya la noche más larga. Esto ocurrirá como mínimo tres días después. Es por ello que en los antiguos pueblos del Hemisferio Norte, se celebrara el Nacimiento del Sol, tres días después del Solsticio de Invierno.

Otro fenómeno interesante relacionado con el movimiento aparente del Sol, consiste en que, cada amanecer, el astro rey, cambia de posición. Únicamente en el amanecer de los equinoccios de Primavera y Otoño, el Sol aparece justo en el Este (Oriente). A partir del Equinoccio de Otoño, el 23 de septiembre, en cada amanecer, el Sol despuntará en el Oriente cada vez más hacia el Sur.

Movimiento del Sol, el 21 de diciembre
Movimiento del Sol, el 21 de diciembre

El Solsticio, es el momento en el cual, el Sol, en su movimiento aparente hacia el sur, se detiene o estaciona, para iniciar su regreso hacia el oriente. Esto ocurrirá meses después: el 21 de marzo, fecha en la que ocurre el Equinoccio de Primavera. Es el momento en el que el Sol cruza de un hemisferio al otro. Es cuando el Sol se crucifica en los mundos, para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.

La Navidad o nacimiento del niño Dios de Belén, ocurre tres días después del Solsticio de Invierno y el Domingo de Resurrección en Semana Santa, ocurre invariablemente después del Equinoccio de Primavera. Por esa época, la constelación de Virgo brilla en el Oriente y en el amanecer del 25 de diciembre, los antiguos imaginaban que el Sol, nacía de entre el vientre de esta constelación.

Por este motivo, la Antropología Gnóstica enseña que diferentes pueblos antiguos celebraban el nacimiento de sus dioses principales en esta época. Cercano al Solsticio de Invierno, nacía Horus en el antiguo Egipto, Mitra, entre los persas y Huitzilopochtli, entre los aztecas.

El Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Observad el Astro Rey en su movimiento elíptico. El Sol se mueve de sur a norte y de norte a sur. Cuando el Sol avanza hacia el norte se celebra el nacimiento del Niño Sol. El nace el 24 de diciembre a la media noche, ya para amanecer del veinticinco.
Si el Cristo Sol no avanzara hacia el norte, la Tierra toda se convertiría en una gran mole de hielo y toda vida perecería, pero el Dios Sol avanza hacia el norte desde el veinticuatro de diciembre para animar y dar calor y vida a todas las criaturas.
El Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe. Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación
Débil y desvalido nace el Niño del Sol en este humilde pesebre del mundo y en una de esas noches muy largas del invierno, cuando los días son muy cortos en las regiones del norte. El signo de la Virgen Celestial se eleva en el horizonte por la época de Navidad y así nace el Niño para salvar al mundo
”.
El Cristo Sol durante la infancia se encuentra rodeado de peligros, y es a todas luces bien claro que el reino de las tinieblas es mucho más largo que el suyo en los primeros días, pero él vive a pesar de todos los terribles peligros que lo amenazan. Pasa el tiempo…, los días se prolongan cruelmente y llega el equinoccio de primavera, la Semana Santa, el momento de cruzar de un extremo a otro, el instante de la crucifixión del Señor en este nuestro mundo.

Al dar estas explicaciones, no se pretende hacer creer a las personas que el Cristo y el Sol sean lo mismo. Lo que se busca es explicar la alegoría escondida detrás del Mito Solar. Así como el Sol es la luz física de la Tierra. También, para el mundo, Cristo es la luz espiritual. A la luz de la Gnosis, el Mito Solar, expone alegóricamente un drama, el Drama Cósmico. Detrás de este mito, se plantea una enseñanza esotérica profunda. El Mito Solar encierra didácticamente el milagro de la redención humana.
El significado oculto del Mito Solar y del Nacimiento de Cristo se encuentra al comprender que es más importante celebrar la Navidad del Corazón que festejar un acontecimiento histórico, que ocurrió en Tierra Santa hace más de 2000 años. De nada hubiera servido que Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Sin estas explicaciones, sería casi imposible comprender el mensaje oculto de los símbolos de Navidad y las Tradiciones de Navidad

Notas:

Las imágenes fueron tomadas de: Arte renacentista

Pictures from Paris Cs Columbia

El Planeta Tierra

Imperio Romano

Tradiciones de Navidad

El pasado miércoles 9 de diciembre de 2009, miembros del equipo de Gnosis Guatemala, asistieron a la conferencia: Tradiciones de Navidad que se impartió en el Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, ubicado en la 3a. avenida 11-43, zona 1 de la ciudad de Guatemala.

La conferencia forma parte del Ciclo de Conferencias de Navidad programado por este centro de estudios gnósticos de Guatemala. Permiten a la persona interesada en los estudios gnósticos, obtener una explicación amplia del significado de la fiesta de Navidad, desde el punto de vista de la Gnosis

En el tema desarrollado, se hizo una amplia y clara exposición de diferentes símbolos asociados a las tradiciones navideñas, en especial, las que corresponden al período denominado Adviento por los cristianos.

De acuerdo con lo que afirman muchos historiadores, esta tradición se originó en los pueblos nórdicos para anunciar el próximo acontecimiento del Mito Solar y el Drama cósmico, el esperado advenimiento del Sol, días después del Solsticio de Invierno. Es indudable que el nacimiento de Cristo tiene enorme relación con la noche más larga y los primeros rayos del Sol en el extremo norte del mundo a finales de diciembre.

La Corona de Adviento.
Entre el simbolismo esotérico que se encuentra detrás de esta tradición, aparece en primer lugar: el pino, del que sus ramas, generalmente forman esta significativa corona. El Venerable Maestro Samael Aun Weor, en su obra: Rosa Ignea, explica la siguiente relación entre el pino y la mente: El Pino es el árbol de Acuario. El pino es el árbol de la Nueva Era. El pino es signo del pensamiento acuariano. El Pino es el árbol de Navidad. El Pino es el árbol del Niño Dios. Debemos reconquistar la infancia perdida. El Pino es el símbolo de la mente de la Nueva Era.

Además, el pino cónico, nos da la imagen bidimensional del triángulo que representa a las Tres Fuerzas Primarias de la Naturaleza y del Cosmos, La Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, a la Trimurti hindú: Brahma, Vishnú y Shiva, la divina trilogía egipcia: Osiris, Horus e Isis. También representa a la Trinidad Maya: Itzamná, Kukulkán e Ixchel.

Los tres principios creadores en la aurora de del Día Cósmico son reconocidos en todas las civilizaciones antiguas. Corresponden a las fuerzas: positiva, negativa y neutra de la Naturaleza.
Cabalísticamente, la Corona de Adviento, nos recuerda a la Corona Sephirótica, los tres primeros sephirotes de la Cábala hebraica: Keter, Chocmah y Binah. Nuevamente, encontramos a los tres principios creadores. La corona, simboliza también el Círculo Gnóstico que explica las leyes de retorno y recurrencia : El principio es igual al final, más la experiencia del ciclo. Asimismo representa al Binario serpentino, al doble significado de la serpiente, en especial, Kundalini, la serpiente ígnea de los mágicos poderes.

A este respecto, conviene trasladar la siguiente explicación que da el Kalki Avatar, Samael Aun Weor en el capítulo titulado precisamente: El Binario serpentino, de su obra: «La Doctrina Secreta de Anahuac»: Binarios serpentinos, ya danzando exóticamente debidamente enroscados en la mística figura del Santo Ocho, ya en forma encadenada formando círculo al estilo maya, etc., nos están indicando algo misterioso, extraordinario y mágico. No está de más en este Tratado citar enfáticamente al doble carácter esotérico de la serpiente. Distíngase entre la serpiente tentadora del Edén y la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto; entre la horripilante Pitón que se arrastraba entre el lodo de la tierra y que Apolo, irritado hirió con sus dardos y esa otra que ascendía por la vara de Esculapio, el Dios de la Medicina.

Los cuatro cirios de la Corona de Adviento, nos recuerdan el Arcano cuatro de la Cábala, al santo Tetragrammatón, el Nombre Sagrado del Eterno, las cuatro letras hebreas: Iod, He, Vau, He. También nos recuerda a las cuatro puntas de la cruz, que simbolizan los cuatro elementos de la Naturaleza: fuego, aire, agua y tierra; así como los cuatro elementos de la Alquimia: sal, mercurio, azufre y azoe. Para más información relacionada con la simbología del santo cuatro, invitamos a consultar el capítulo IV del Curso Esotérico de Kábala de Samael Aun Weor.

La Quema del Diablo
En Guatemala, desde la época de la Colonia, se celebra esta tradición. Algunos historiadores afirman que se inició con luminarias asociadas a las vigilias para esperar el día de la Inmaculada Concepción. Es tradicional en la Quema del Diablo encender fogarones o fogatas frente a las casas. Es costumbre limpiar previamente la casa y quemar las cosas viejas e inservibles que resulten combustibles.

Años atrás los niños juntaban paja y ramas muertas de plantas (chirivisco) recolectadas en sitios baldíos y barrancos. Esta fiesta se celebra cada vez menos, entre otras razones, por las ecológicas. Sin embargo, su simbolismo esotérico es profundo. A la luz de la Gnosis y con apoyo de la Psicología Gnóstica, esta tradición se explica en la necesaria limpieza y “quema”, de los elementos indeseables de la conducta que moran en nuestra casa psicológica, nuestra propia psiquis. Simboliza la muerte del Ego o yo psicológico, que personifica a nuestros errores. Es claro, que en los estudios gnósticos no se apoyaría la destrucción de los bienes de la Naturaleza, pero nos limitamos a explicar el simbolismo escondido en esta tradición. Más importante que la quema de basura física, es la limpieza de nuestro interior y la quema de nuestros defectos, el yo pluralizado.

Las posadas
El nacimiento del niño Dios, es un acontecimiento que tiene suma importancia para la conciencia. De nada hubiera servido que Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Es importante celebrar la Navidad , como el nacimiento del Mesías, pero de acuerdo con la Antropología Gnóstica, resulta más importante celebrar la Navidad del corazón, el nacimiento de Cristo en cada uno de nosotros.

El Gnosticismo universal enseña que Jesús de Nazareth es el iniciado solar más exaltado de la Logia Blanca, pero que su misión debe completarla cada uno de nosotros imitando su ejemplo y realizar el milagro del nacimiento de Cristo en nuestro interior.

Para que este milagro ocurra, hay que trabajar en la Novena Espera. Las tradicionales posadas que se celebran nueve días antes de Navidad, simbolizan este trabajo supremo. Cristo intenta nacer en la casa de cada uno de nosotros y, de ahí que el Padre y la Madre interna pidan posada, día con día en nuestra casa para que nazca el niño dios de Belén.

El arcano 9 de la Cábala simboliza el sexo, la piedra filosofal de los alquimistas, la novena esfera, los nueve círculos del Infierno, tal como lo explica Dante Alighieri en su Divina Comedia y como lo enseña la religión de los mayas. Samael Aun Weor, Presidente fundador de las instituciones gnósticas, en su obra: «Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968», explica: El estudio del novenario sagrado concluye siempre con la piedra cúbica de punta, que en sus nueve caras maravillosas, reúne en sí misma toda la perfección espléndida del cubo y la elevación equilibrada de la pirámide de base cuadrangular.

Dice además el Avatara que: En esta piedra viva del templo, se encuentra la clave de la Auto Realización Íntima. La piedra filosofal es el sexo. Esta es la piedra cúbica de Jesod. En otras palabras, nadie puede llegar a la maestría, al adeptado, sin haber trabajado en la Novena esfera. La piedra cúbica de punta tiene nueve caras, nueve vértices y dieciséis aristas”.

La piedra cúbica de punta nos está diciendo que toda elevación requiere una previa humillación; es preciso bajar primero a los mundos infiernos, al noveno circulo, bajo la superficie de la tierra, para tener derecho a subir al Cielo.

Al referirse a la novena esfera, Samael Aun Weor, en su libro Curso Esotérico de Kábala, dice lo siguiente: Allí baja Marte para retemplar su espada flamígera y conquistar el corazón de Venus (la iniciación Venusta), Hércules para limpiar los establos de Augías (los bajos fondos animales), Perseo para cortar la cabeza de la Medusa (el yo psicológico o Adam terrenal) con su espada flamígera, Por esa misma razón descienden también a Xibalbá los heroes gemelos del Popol Wuj.

La Virgen María
Antes de nacer, Cristo debe ser concebido entre el vientre de la Madre Divina particular e individual de cada quien y que está representada por la Virgen María y todas las vírgenes y doncellas de la mitología universal. María tiene los mismos atributos divinales que Isis, Devaki, Ixkik y todas las diosas madres de la antigüedad. Al referirse específicamente a la iniciada María madre de Jesús, Samael Aun Weor, en su obra: «El libro de la Virgen del Carmen», dice lo siguiente: Ante los ojos del Alma desaparecen por completo las púrpuras y sedas con que se ha querido envolver el recuerdo de María, la Divina Madre de Jesús de Nazareth. No fue María aquella verdad mundanal pintada en todas las acuarelas.

Con los ojos del Espíritu sólo contemplamos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante nuestras atónitas miradas espirituales se desdibujan esbeltos cuerpos y rostros provocativos de figuras femeninas, para aparecer en su lugar una mujercita sencilla de pequeña estatura, cuerpo delgado, rostro pequeño y ovalado, nariz roma, labio superior algo saliente, ojos gitanos y amplia frente.

Aquella humilde mujer vestía con túnica color carmelita o marrón y sandalias de cuero. Caminando a través de los desiertos africanos rumbo a la tierra de Egipto, parecía una pródiga con su túnica vieja y rota, y su rostro moreno humedecido en copioso sudor. No es María aquella estatua de púrpura y diamantes que hoy adorna la catedral de Notre Dame de París. No es María aquella estatua cuyos dedos de armiño, engarzados en puro oro, alegra las procesiones de la casa parroquial.

No es María aquella beldad inolvidable que desde niños contemplamos sobre los suntuosos altares de nuestras iglesias pueblerinas, cuyas campanas metálicas alegran los mercados de nuestras parroquias.

Ante nuestros sentidos espirituales sólo vemos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante la vista del espíritu desaparecen por completo todas las fantasías para aparecer en su lugar una pródiga humilde, una humilde mujer de carne y hueso.

Más adelante, el Venerable Maestro, resume tradiciones contenidas en los evangelios apócrifos, en especial el Protoevangelio de Santiago, el libro de la Natividad de María, y el Pseudo Mateo. En dichos libros se habla de los padres de María: Ana y Joaquín, aceptados por la tradición y el santoral, pero ignorados en los Evangelios Canónicos. Se narra además, que María fue una sacerdotiza del templo de Salomón.

Continúa diciendo el Avatara de la Era de Acuario, en «El Libro de la Virgen del Carmen»: María conoció la Doctrina secreta de la tribu de Leví. María se educó a la sombra augusta de los pórticos de Jerusalén, entre el follaje núbil de esas palmeras orientales, a cuyas sombras descansan los viejos camelleros del desierto. María fue iniciada en los misterios de Egipto, conoció la sabiduría de los faraones, y bebió en el cáliz del antiguo Cristianismo, calcinado por el fuego ardiente de las tierras orientales”.

Más adelante, el Avatara, narra en el Capítulo II de la obra citada, como se eligió a José como esposo de María. Había en el templo de Jerusalén 33 varones sacerdotes de la Tribu de Leví. José el padre de Jesús de Nazareth, era uno de los 33 ancianos del templo de Salomón. Después de la Anunciación, el Sumo Sacerdote ordenó que todos los 33 sacerdotes del templo depositaran sus varas detrás del altar. Y se dispuso que aquella vara que amaneciera florecida, sería la del esposo de María.

Cada uno de los sacerdotes, uno a uno en orden sucesivo, fueron colocando sus varas detrás del altar. El último que debía colocar su vara fue el Sacerdote José, pero éste se resistía a la orden del Sumo Sacerdote, alegando su avanzada edad. Empero, tuvo que obedecer la orden, y depositó su vara detrás del altar. Al otro día, muy de mañana, fueron los sacerdotes al altar para recoger sus varas, y cuánta no sería su sorpresa al hallar la vara de José toda florecida. Así fue como se designó a José por esposo a María.

Resulta muy curioso que parte de esta leyenda, la cuentan personas de la tercera edad o adultos mayores. La aprendieron como parte de la doctrina Cristiana durante la infancia, pero desafortunadamente no se incluyeron en el Nuevo Testamento.

Ciclo de Conferencias de Navidad

Durante este mes de diciembre de 2009, en la sede central del Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, se impartirá un Ciclo de Conferencias con motivo de Navidad.
El Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, es la más antigua de las escuelas gnósticas en Guatemala. Su dirección es: 2ª. Avenida 11-43, zona 1, de la ciudad de Guatemala. A pocos metros del Paraninfo Universitario. Con motivo de la celebración de fiestas gnósticas mayores, en este lumisial o centro gnóstico de Guatemala, tradicionalmente se programan temas relativos a la festividad correspondiente. Todas las conferencias previstas, corresponden a temas de introducción a la Gnosis, se conciben para todo público y se imparten gratuitamente. />
El Ciclo de Conferencias incluye cuatro temas interrelacionados que se impartirán los días: miércoles 9 y 16 a las 18:00 horas y los domingos 13 y 20 a las 10:30 horas.
Los temas a desarrollar son los siguientes:
Simbología de las Tradiciones de Navidad (miércoles 9)
El Mito Solar (domingo 13)
Significado esotérico de la Navidad
El nacimiento de Cristo
En todas las conferencias, se brindará una amplia y profunda explicación de los diferentes aspectos asociados al maravilloso acontecimiento de la Navidad: La temática se desarrollará totalmente desde el punto de vista de la Gnosis y enfatizará en la importancia de recuperar el enfoque místico de las fiestas navideñas, suplantado en los tiempos actuales por el consumismo y los excesos.
En el tema: Simbología de las Tradiciones de Navidad, se explicará ampliamente el significado místico y esotérico de tradiciones como la quema del diablo en Guatemala, las posadas, el árbol de Navidad, la celebración a la virgen de Concepción, la Noche Buena, el día de los Inocentes, el día de Reyes y el día de Candelaria, así como el “milagro” de la inmaculada concepción de María, entre otras.
En la conferencia: El Mito Solar, se explicará la íntima relación esotérica existente entre la celebración de Navidad y la conmemoración de la Semana Santa, con la Astronomía, en especial, con los solsticios y equinoccios. Se explicará que la fiesta de Navidad es un Drama Cósmico que fue celebrada antiguamente por todas las civilizaciones. Se hablará del hondo contenido espiritual que tienen estas fiestas y la importancia de su celebración.
Al hablar del Significado esotérico de la Navidad, se profundizará en la simbología esotérica escondida detrás de la tradición de los “nacimientos”. Se analizarán los diferentes elementos simbólicos asociados al nacimiento del niño Dios de Belén, entre ellos: el establo, el pesebre, el buey, la mula, las ovejas, los pastores y la estrella de Belén,
Al tratar lo relativo al nacimiento de Cristo, se expondrá que de nada serviría que Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Se explicará la importancia de celebrar la Navidad del corazón y de que cada individuo se esfuerce en lograr el verdadero Nacimiento Segundo. Con explicaciones basadas en la Alquimia y el esoterismo gnóstico. Se hará una distinción entre el Cristo histórico, el Cristo íntimo y el Cristo Cósmico
Más información con Armando Castañón, teléfonos: (502) 22572116 y (502) 22382575
MGCG.(502) 22326130 (de 18:00 a 20:00 horas).

El esotérico pez en las aguas de la vida

El Pez es el soma de los misterios de Isis, María o Marah, de Stella Maris (la Estrella del Mar). Ella es el Vientre-Madre, la Noche-Madre, La iniciática Oscuridad sin límites del Espacio Abstracto Absoluto, donde las ondinas guardan el oro del Rhin o fuego del pensamiento divino y genesíaco. Ella representa a las aguas de la vida, al Caos espermático del primer instante, arriba y abajo.

Recordemos que el Pez nace y muere en las aguas de la vida. Recordemos al pez Dari de los Caldeos, que representa al HIJO DEL HOMBRE, saliendo de entre las aguas de la vida. Sin las aguas de la vida no es posible la regeneración y el Hijo del Hombre sale de las aguas de la vida.

Con respecto a los hombres-peces nos dice el Maestro Samael Aun Weor, en su obra «Mirando al Misterio»: «Yo siempre presentía que existían en el fondo de los océanos, hombres peces, criaturas inteligentes y hasta me parece que esto está relacionado en alguna forma con el famoso PEZ OANES de los caldeos.

No quiero quitarle al tal pez otras alegorías más profundas; sólo quiero enfatizar la idea de que tal símbolo se corresponde también con el misterio profundo de los hombres peces». Tiphon en el viejo Egipto de los faraones, despedazando el cuerpo de Osiris, tenía la Forma de un pez La forma del viejo ataúd de Osiris, trae a la memoria (por su semejanza y significado Iniciático) a otro “Pez”, representado magníficamente en el alfabeto semita con la letra samek, que ocupa el 15º lugar kabalístico, lo que indudablemente simboliza, en principio, a la famosa constelación de la Ballena, bajo cuya regencia debemos realizar todos los trabajos en la novena esfera.

Esa constelación esta relacionada con el acontecimiento de Jonás y tiene que ver con las medidas del ataúd de Osiris (que tiene la forma de un Pez) porque para ello tuvo Osiris que bajar al negro y horroroso precipicio, tuvo que pasar tres períodos. En el cuento infantil de Pinocho, también, el niño de madera, es tragado por la ballena y tiene que ser rescatado por su “padre” Gepetto.

Recordemos ahora que en Babilonia se adoraba a EA, una deidad mitad hombre, mitad pez, y a la que a veces se le representaba con un hombrecillo en una mano y una escuadra en la otra. El historiador Berosio lo Llama Ioannes (I.E.O.U.A. N.) y que para algunos es el mismo Jonás de la Biblia.

Si observamos el signo de PISCIS, vemos dos peces que simbolizan, en principio, la dualidad, la lucha entre las ideologías contrarias: el Espiritualismo y el Materialismo, tesis y antítesis, etc.

Por otra parte, los dos peces enlazados o unidos por un cordel, señalan a las dos almas (la Divina y la Humana), sumergidas entre las aguas profundas de la Noche-Madre, en maridaje eterno, hermanadas por ese cordel que es el Íntimo o Atman. Ellas trabajan bajo la dirección de Atman con el mercurio de los filósofos para separar las aguas de las aguas.

Nada podrían hacer Isis y Osiris sin el mercurio sexual; los dos peces eternos, se aman, se adoran y viven siempre creando y volviendo nuevamente a crear. El Gnosticismo Cristiano de los primeros tiempos fue simbolizado por el Pez. Lástima que millares de estudiantes de Ocultismo hayan olvidado la Gnosis del Pescado. La Edad de Piscis no ha debido ser un fracaso como realmente fue. La causa causorum del fracaso pisciano se debió a elementos tenebrosos que traicionaron a la Gnosis y predicaron ciertas doctrinas anti-Gnósticas o Agnósticas, subestimando al Pez, desechando la RELIGION-SABIDURIA y sumiendo a la humanidad en el Materialismo

La reacción contra el Gnosticismo fue el Materialismo repugnante sin Dios y sin Ley. Este fue el crimen más grave de la Edad de Piscis Jesús, el Cristo y sus 12 “pescadores”, Iniciaron una edad que bien habría podido ser de grandes esplendores; indicaron el camino preciso en la Edad de Piscis: El Gnosticismo, la sabiduría del pescado.

El Pez símbolo de la Era de Piscis se dice en griego «ICHTHYS» (Ijzýs). Puestas en vertical, estas letras forman un acróstico: «Iesús Christós Theos Yiós Sotér» («Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador»). El ancla o los panes que lo acompañan son símbolos de la salvación y del mercurio alquimista respectivamente. Es evidente la relación del Pez con el agua del Bautismo y la regeneración espiritual y es el «Alimento Supersubtancial» que se materializa multiplicado junto con el Pan.

Por: César Owen / España

Gnosis en la civilización Maya (segunda parte)

La primera parte de este tema la cerramos con una cita del Popol Vuh o Popol Wuj por parte del Avatara de Acuario, Samael Aun Weor. Iniciaremos esta segunda parte, transcribiendo una cita del Popol Vuh del V.M. Huiracocha , el doctor Arnoldo Krumm Heller. En su libro: «Logos Mantram Magia«, publicado en la colección Miscelanea de la Editorial Kier. “No había –dicen- excepto el Caos, aunque cubierto majestuosamente por un cielo eterno. Sólo Dios existía, Tepiu K’ocumatz, en forma andrógina. Es decir, hombre y mujer a un tiempo, Padre y Madre a la vez, creador y criatura. De Él, salió el Huracán (voz maya que después fue llevada a los mares caribes) y que significa, para los indios antiguos, viento, soplo y palabra…”

La Cruz maya

Así como el maíz tiene enorme importancia en el esoterismo maya, la cruz ocupa también significativa importancia en la extraordinaria Civilización maya. A este respecto, muchos investigadores se han referido a la Cruz maya. Así por ejemplo, J. Enrique Ardón, en su libro: “Cuando se rompió el hilo» (la Atlántida y los Mayas) afirma que: “la realidad es que esa cruz de brazos iguales (+), que aparece en Palenque y se puede ver también en un monolito antiquísimo que se encuentra en el Museo Arqueológico de Guatemala, así como en un monolito de la Acrópolis en el Templo VI de Tikal y en una estela de “Dos Pozas”, Petexbatún (Petén) es la votánica que trajeron aquellos cultos enviados del Oriente, entre los que destacó Valum Votán como lo narra nuestra historia”.

Muy oportuno, nos parece citar el siguiente párrafo del V.M. Huiracocha en su obra ya citada: “Votan o Wotan, era el gran Dios de los antiguos alemanes, el Dios del viento, representación del Aliento divino, de que nos habla Tácito. En Rusia hay un pueblo, los Votajas, que hablan un idioma parecido al Sánscrito y que conserva voces mayas. Por eso, no es extraño que volvamos a encontrar en Yucatán y Guatemala, al Dios Votan con el mismo nombre”.

David Freídel, Linda Schele y Joy Parker en el capítulo II de su obra. “El Cosmos Maya” publicada en castellano por el Fondo de Cultura Económica, muestran un análisis formidable, relacionando la Cruz maya con la Astronomía. En las páginas 72 y 73 citan una frase de extraordinaria importancia para los estudios gnósticos: “…me había advertido que acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Los autores citados demuestran en el contenido de su obra que en sentido astronómico la Cruz maya está formada por la Eclíptica y la Vía Láctea. Además que los animales ahí representados, son nada más y nada menos, que los animales de las constelaciones. Así por ejemplo el ave mitológica que generalmente corona la Cruz maya corresponde a Wuqub Kak’ix (Siete guacamayo) y este a su vez con la constelación de la Osa Mayor. Es significativo que esta hermosa y enorme constelación, que en Guatemala, parece un barrilete (cometa) gigante, en Europa es denominada: carro o trineo. Dicha constelación presenta siete estrellas observables a simple vista. De ahí que el Wuqub Kak’ix podría denominarse: Guacamayo de siete estrellas.

Es innegable que todas las religiones han ubicado a sus dioses y diosas en el cielo. Así por ejemplo en la Cultura clásica: diosas, dioses, héroes y mensajeros de los dioses griegos y latinos se encuentran en el firmamento. Ahí encontramos a Marte, a Venus, a Mercurio, Júpiter, Hércules y Casiopea, entre otros.

En forma similar, los mayas, también representan su mitología en el Cosmos. Los autores en mención citan a Bárbara y Dennis Tedlock autores de una de las versiones más autorizadas del Popol Wuj y coinciden con ellos en que, por ejemplo, la constelación de Géminis, para los mayas corresponde a la pareja creadora: Ixpiyacoc e Ixmucané. Sin embargo, es conveniente aclarar a la luz de la Gnosis, que no es que afirmemos que los planetas,estrellas o constelaciones, sean dioses. Los objetos astronómicos, son en realidad símbolos o representaciones didácticas de la divinidad. Aunque en todos los pueblos antiguos, el planeta Tierra por ejemplo, es considerado como un ser vivo. Por consiguiente, como todo ser vivo tiene su alma o su ánima mundi, la cual es divinal.

Francisco de Paula, García Peláez, arzobispo de Guatemala de 1846 a 1867, expuso en el primer tomo de sus “Memorias para la Historia del Antiguo Reyno de Goathemala” que en el entrecruzamiento central de la cruz de Palenque se encuentra el árbol de la vida hebraica y que dentro de este símbolo, se lee una letra T, que nos recuerda, tanto a la palabra nahua: Teocalli, como al latín Theos. García Peláez afirma que es indudable que para los mayas, igual que para los cristianos, la cruz era un símbolo sagrado. El V.M. Huiracocha en la obra citada anteriormente, afirma que: “es la Cruz, el símbolo más antiguo de la Tierra”. La cruz de Palenque y más precisamente la cruz de la que desciende el sumo sacerdote Pacal en la loza monolítica del templo de la Inscripciones en Palenque, está hecha de cañas de maiz, de milpa.

Samael Aun Weor explicó magistralmente en su obra: “Dios Pacal y el Katún trece, lo siguiente: “aparece sobre la piedra, que pesa varias toneladas y que cubre al sepulcro, una gran cruz hecha con cañas de maíz, y esto nos invita a la reflexión. Entre los mayas, así como entre los náhuas, zapotecas, toltecas, etc., el maíz es sagrado. Alegoriza o simboliza a la simiente humana. Por ejemplo, en China, la India, Japón, etc., la simiente humana está alegorizada o simbolizada por el arroz y en los pueblos cristianos de Europa y del medio Oriente, la simiente fue alegorizada o simbolizada por el trigo. La cruz hecha de caña de maíz, obviamente resulta tremendamente significativa, pues bien sabemos nosotros (los gnósticos) que la cruz es un instrumento de liberación, no únicamente de martirio. Realmente, la inserción del phalus vertical dentro del Cteis formal hacen cruz. Bien y si tal cruz es hecha de cañas de maíz, nos está indicando algo extraordinario.

Es obvio que en el Ens seminis, dentro del cual está contenido el ens virtutis del fuego, existen poderes extraordinarios. El ens seminis, o entidad del semen, o esperma sagrado del ser humano, contiene poderes místicos trascendentales, formidables, que los mayas analizaron cuidadosamente en sus estudios, no solamente en Palenque, sino en Cancún, en Chichén Itzá, etc.”. La Cruz maya, entre otros simbolismos, representa a los cuatro puntos cardinales. En cada punto cardinal, rige una representación del Dios Chac, que no es solamente el dios del agua. Es el Señor y dador de vida, el Tercer logos, el Espíritu Santo, entre los mayas.

La cruz y la piedra filosofal

Entre los mayas, cada punto cardinal, se representa con un color diferente. Los colores son: rojo, amarillo, blanco y negro. En el Popol Wuj, se hace referencia a estos cuatro colores, cuando Jun Junajpu y Wuqub Junajpu descienden al valle de Xibalbá a competir en el juego de pelota con los 9 camé, con los nueve señores del inframundo: “enseguida llegaron donde se encontraban cuatro caminos y allí sí fueron vencidos, donde se entrecruzan los cuatro caminos: un camino era rojo los otros eran un camino negro, un camino blanco; y el otro un camino amarillo. Eran cuatro caminos.” (Versión de Luis Enrique Sam Colop, Editorial Cholsamaj). Se narra en el Popol Wuj que ahí empezó la derrota de Hun Hunahpú (Jun Junajpu) y Vucub Hunahpú (Wuqub Junajpu).

Tiempo después la doncella Ixkik (Ixquic) se encuentra en Xibalbá con un árbol de morro o JÍCARO. El sagrado IAO, el Gaio, Gallo o Abraxas de los gnósticos. Una de las calabazas o morros le habla a la doncella y con un escupitajo resulta en cinta. De ahí deviene la inmaculada concepción de Hunahpú (Junajpu) e Ixbalanqué (Xbalamke).

“De pronto habló la calavera que estaba entre las ramas del árbol: -¿Qué es lo que deseas de lo que son sólo huesos, los objetos redondeados en las ramas de los árboles? Dijo la cabeza de Jun Junajpu cuando le habló a la doncella”. “-¿Los deseas? Agregó. -¡Sí, los deseo! contestó la doncella. -¡Está bien! Extiende tu mano derecha, que yo la vea, dijo la calavera. -¡Sí! Respondió la doncella, extendiendo su mano derecha hacia la calavera”.

“En ese instante la calavera lanzó un chisguete de saliva que vino a dar directamente en la palma de la mano de la doncella. Cuando ella vio la palma de su mano que examinó de inmediato ya no había saliva de la calavera en su mano”. (tomado de la versión del Popol Wuj de Sam Colop).

Resulta muy significativo que el divino redentor del mundo haya sido crucificado en el monte de la Calavera y en la Cábala hebraica se estudie el árbol de la Vida.

Los dioses principales de todas las antiguas civilizaciones nacen de inmaculadas concepciones. Hitzilopochtli entre los aztecas, Mitra entre los persas, Horus en Egipto y el niño dios de Belén, Jesucristo. La doncella Ixquic (Ixkik), tiene los mismos atributos que Cuatlicue, Isis, Devaki, Mayevi, Rea, María.

Esos cuatro colores, se relacionan con la piedra filosofal. Los mayas adoraron a la piedra de obsidiana (de color negro) y los musulmanes adoran la piedra de la Caba (de color negro). En las sagradas escrituras, se hacen muchas referencias a la piedra. En el Nuevo testamento, Jesús narra la parábola de los dos cimientos (Mt 7.24-29). En Lc 20.17, se lee: «La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo». «He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa» (1 P 2.6).

Los alquimistas medievales se esforzaban por encontrar la piedra filosofal. Una vez encontrada, la esculpían con mucha dedicación a base de cincel y martillo y la sometían a fuego incesante. Al cocer la piedra, esta presentaba diferentes colores en forma sucesiva. Los colores de la piedra filosofal, eran: negro, blanco, amarillo y rojo. Estos colores, nos recuerdan la leyenda de los reyes magos. Se dice en la leyenda que hubo un rey mago de etnia negra, otro de etnia blanca y otro de etnia amarilla. También se afirma en la leyenda, que los reyes magos vestían mantos de púrpura, de color rojo.

En relación con los cuatro colores simbólicos, el Presidente fundador de las instituciones gnósticas, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: La Cruz de San Andrés, de su obra ya citada: «La Doctrina Secreta de Anáhuac, expone lo siguiente: «en Caldea, los ziggurats, generalmente torres de tres pisos, a cuya categoría perteneció la famosa Torre de Babel, estaban pintados de tres colores: negro, blanco y rojo púrpura. Para dar una idea del alcance extraordinario que en la Filosofía Hermética toma el simbolismo de los colores de la Gran Obra, observemos que siempre se representa a la Virgen vestida de azul (equivalente al negro), a Dios de blanco y al Cristo de rojo».

«En los sagrados templos del viejo Egipto de los faraones, cuando el recipiendario estaba a punto de sufrir las pruebas de la iniciación, un maestro se acercaba a él y le murmuraba al esta frase misteriosa: !Acuérdate que Osiris es un dios negro!». «Evidentemente, este es el color específico de las tinieblas, de las sombras cumerías, el del diablo, a quien se ofrecieron siempre rosas negras, y también el del Caos primitivo donde todos los elementos se mezclan y confunde totalmente. El símbolo del elemento tierra, de la noche y de la muerte radical de todos esos agregados psíquicos que en su conjunto constituyen el mí mismo».

«Indubitablemente, lo mismo que en el Génesis hebraico, el día sucede a la noche, así también la luz sucede a la oscuridad. Bienaventurados los que han sido regenerados y lavados por la sangre del cordero (el fuego sexual, serán siempre vestidos con vestiduras blancas». En la tierra sagrada de los faraones, Path, el regenerador, usaba siempre túnica de lino blanco para indicar el renacimiento de los puros, de los que han muerto en sí mismos».

Más adelante, el Kalki Avatar, afirma que: «el color blanco sucede al negro, el amarillo al blanco y el púrpura de los reyes sagrados de las dinastías solares se sucede siempre al amarillo». Explica además el Maestro que por ese motivo, en el Viacrucis, colocan el manto púrpura (rojo) a nuestro señor el Cristo.

Volviendo al Popol Vuh, una vez han crecido Hunahpú e Ixbalanqué deciden ir a preparar el terreno para la siembra. Después de un día entero de trabajo limpiando la maleza, van a descansar a su hogar y regresan al día siguiente a continuar sus labores agrícolas. Pero al llegar al terreno de cultivo, se encuentran con la sorpresa de que la maleza ha crecido nuevamente. Como no entienden qué ocurrió, deciden regresar en la noche para acechar a los animales. Cuando aparecen los animales, intentan atraparlos, pero todos se les escapan, no logran capturarlos. Por fin logran cazar al ratón. El ratón les habla entonces del juego de pelota y vuelven al hogar a recuperar sus implementos del juego.

Este mito tiene enorme significación esotérica. Desde el punto de vista astronómico, resulta sumamente interesante la explicación que da César Augusto Coto De León en su obra: “Bajo el cielo de los mayas”. Según Coto la crecida de la maleza ocurre entre un año y otro. Después de transcurrido un año y, con el cambio de las estaciones, es natural que vuelva a crecer la maleza. Los animales, como ya se explicó anteriormente, en su significado astronómico, simbolizan a las constelaciones. La mayoría de animales se escapan porque casi todas las constelaciones, durante el año, tienen determinado número de días en el que no son visibles en el cielo nocturno. La característica de ser visibles todo el año en determinada latitud, solo la poseen las denominadas constelaciones circumpolares.

Lo más extraordinario, es que según Coto De león, en muchos pueblos mayas de Guatemala, se relaciona al ratón con la constelación de la Osa menor, Explica además Coto, que la Osa menor, es la única constelación circumpolar en Guatemala. Así explica Coto De León que la pelota, representa al planeta Tierra y que el descubrimiento del juego de pelota corresponde al descubrimiento de la redondez de la Tierra por los mayas.

Desde el punto de vista más profundo del esoterismo, la maleza, representa a las manifestaciones del Ego, es decir, de los elementos indeseables de la conducta humana, que no permiten que crezca la semilla, el maíz. Los animales representan al deseo, a los defectos de carácter. El juego de pelota tiene una significación alquimista extraordinaria. En el Popol Vuh, este juego ritual se practica en parejas: por el binario. “De dos en dos jugaban eran cuatro por todos”.

“Cuando se reunían para entretenerse en el campo de juego llegaba un halcón a observarlos. Era el mensajero de Jun Raqan, Ch ‘ipi Kaqulja Raxa Kaqulja. Ahora bien, para este halcón no quedaba lejos la Tierra no quedaba lejos Xibalba, y en un instante subía al Cielo a donde Jun Raqan” (Popol Wuj, versión de Sam Colop).

Corazón del Cielo es triuno, es una trimurti, la Trinidad. Resulta muy significativo, que en el antiguo Egipto, el halcón representa al dios Horus.

En el colosal patio de juego de pelota de Chichén Itzá aparecen esculpidos en la piedra siete jugadores. En este caso, se representa al septenario teosófico. Para los yoguis de la India y para los teósofos, el ser humano es septuble en su constitución. El ser humano, además de su cuerpo físico, posee: vitalidad, emociones, pensamientos, voluntad, conciencia y espíritu.
El juego de pelota mesoamecano, representa la lucha de los contrarios, la lucha entre las fuerzas del día y de la noche, de la luz y la oscuridad, de la vida y de la muerte.

El Escarabajo Sagrado

KEPHERA

El Escarabajo, ha sido el animal sagrado por excelencia en el panteón del país asoleado de Kem: El Egipto antiguo.

Símbolo solar y al mismo tiempo de resurrección. La teogonía egipcia lo coloca en el tope de la creación y lo asocia con Osiris. Se le consideraba como “Engendrador de sí mismo”.

Además de que fueron utilizados como amuletos y talismanes, una de sus más sublimes representaciones era la que lo asociaba con el dios Khépera o Khépri. La figura del Escarabajo semeja a la del verbo Khépri (sol naciente).

El Escarabajo como imagen de la ruta del sol, es decir el movimiento cíclico del Astro rey y del camino iniciático (que sigue la misma ruta: baja primero al submundo para reaparecer victorioso), era considerado como el Espíritu, el Sol, Osiris, Amon-Ra, que baja a humanizarse y eleva al alma (de la cual también es representación) a la categoría divinal, realizando el axioma hermético del sello de Salomón, como nos lo muestra de modo estilizado la figura que acompaña al título.

A la vez, este símbolo nos muestra, veladamente, (en la unión de los dos triángulos que conforman tal sello) al fuego y mercurio de los alquimistas, creadores de bestias, hombres, mundos y dioses.

A este respecto nos dice Uzcátegui en su libro El Egipto Gnóstico, lo siguiente: hay un texto que nos entrega la arqueología oficial en el que podemos leer: “Soy el que vino a existir bajo la forma de Khépera.
Yo he sido el creador de lo que vino a existir más tarde. Después de mi llegada muchas fueron las cosas que existieron viniendo de mi boca. Antes de mí no existía el Cielo, ni la Tierra, ni las cosas que dentro de ella hoy se encuentran. Todo lo hice salir de NU (la masa original de agua) partiendo de un estado de inactividad”.

“Soy el Creador de lo que vino a la vida y yo mismo llegué a la vida bajo la forma del Dios Khépera. Yo me formé de la materia prima. Mi nombre es Ausares (Osiris). He cumplido con toda mi voluntad y mi mano se ha hecho fuerte». (Osiris está descrito en este papiro como el Pautet, la esencia misma de la materia prima y fuente de las cosas creadas”.

“El que de entre esa «masa de agua» haya brotado Khépera para iniciar la creación, nos recuerda a la leyenda de los engendradores o cosmocratores que teniendo la voluntad cósmica unida a la imaginación creadora dieron origen a las distintas manifestaciones de la vida que se conocen en los distintos rincones del Universo”. Estas “aguas” espermáticas son las mismas de las que nos habla el Génesis hebraico y sobre las que flota el espíritu de Dios (fuego, fohat) de donde brotan los mismos elohim (diosas y dioses creadores).

“No en vano vemos a Khépera -continua diciendo el autor- haciendo surgir de su boca las cosas que existen: Recordemos que los cosmocratores tienen el poder de crear con su laringe (pues la misma actúa como un útero donde reside la fuerza crística), uniendo su voluntad cósmica y su imaginación creadora; «En el principio era el Verbo»”…

El ESCARABAJO SAGRADO carga la perla de Cáncer; el Escarabajo es el único animal que puede cargar miles de veces su propio peso. Y es que la fortaleza del alma desarrollada o BODHISITA, es de tal magnitud que “no pueden con ella ni las bestias más terribles del Universo. Incluso, los Señores de la Ley la respetan”… Nos dice el sabio Maestro: Samael Aun Weor.

OSIRIS (dios de los “muertos” asociado a la creación de la vida, resurrección) y Khépera (la simiente cósmica): los dadores de la vida y de la muerte, tenían que aparecer en los orígenes de la Creación, pues es la muerte quien ordena la vida.

“Si la semilla no muere la planta no nace”, y por eso el Escarabajo Pelotero empuja una bola que contiene sus huevecillos, los cuales, al ser calentados por el sol, dan origen a nuevos escarabajos; así el sol fecunda la vida latente, muere el huevo y nace Képhera. “Sórbida es la muerte en victoria»…

Por: César Owen / España

Gnosis en la Civilización Maya

Introducción
En una de las escuelas gnósticas en Guatemala: el Grupo Gnóstico: Los Samaelianos, ubicado en Calzada Justo Rufino Barrios, zona 21 de la ciudad de Guatemala, se imparten conferencias públicas, los días sábado de 17:30 a 19:00 horas. En cierta ocasión, se le planteó al conferencista la explicación que da la Gnosis a las deidades o divinidades en la cosmovisión Maya. Esto como parte de exploración de saberes previos, inquietudes e intereses de los asistentes, que llevaban de sus hogares, antes de iniciar la conferencia, De esta manera construiría el tema con base en esas inquietudes formuladas por el auditorio. El conferencista comentó que por el nivel del auditorio, resultaría más adecuado desarrollar primero un tema introductorio de esoterismo maya, pero a la luz de la Antropología Gnóstica. A continuación, .trasladaremos, con sumo cuidado, la primera parte de la información relativa al tema desarrollado.

Ante todo es importante tener claro que Gnosis es conocimiento. Un tipo de conocimiento espiritual que conduce al ser humano a Dios. Es un conocimiento de Dios, pero no un conocimiento teórico, sino intuitivo de la divinidad. Es a través del conocimiento propio, de la autognosis que se llega a obtener ese conocimiento de Dios.

Luego es importante distinguir lo que no es Gnosis. Por ejemplo, sabemos que hay una Gnosis cristiana. Pero, no todo el cristianismo es gnóstico. Si vamos un poco más al interior de esta afirmación, veremos que, si en un sistema espiritual, lo más importante es la creencia, la imitación mecánica de lo que hace el gurú, seguramente este sistema no es gnóstico. En él no encontraremos la Gnosis. Incluso si en el sistema se encuentra un discurso teórico de Dios, pero olvida la vía del conocimiento propio, lo más probable es que tampoco dentro del mismo, se encuentre la Gnosis.

En forma similar y a la luz de la Antropología Gnóstica debemos tener claro que aunque tradicionalmente se piensa que el gnosticismo antiguo se encuentra en las regiones cercanas al mar Mediterráneo, tal como se puede leer en muchos diccionarios y enciclopedias y en los cuales, se afirma incluso que la capital del gnosticismo asociado al Cristianismo primitivo, se encontraba en la antigua Alejandría; no podríamos pensar que toda la cultura de esta ciudad, sea gnóstica. En forma similar, podemos afirmar que en el helenismo hubo Gnosis, pero no que toda la cultura griega sea gnóstica. Tampoco podríamos afirmar que todas las obras realizadas por lo antiguos egipcios, sean gnósticas, pero sí podemos afirmar que hubo Gnosis en el antiguo Egipto. En forma similar, podemos afirmar que hubo Gnosis en la antigua civilización maya, aunque no todo lo que hicieron los mayas sea gnóstico.

Para ser más precisos, podemos encontrar Gnosis en los cultos a Júpiter, Venus y Mercurio en la Roma antigua, pero no podríamos atribuir a la Gnosis las invasiones romanas. En forma similar, no podríamos encontrar Gnosis en los sacrificios humanos.

Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: Antropología Gnóstica de su obra: La Doctrina Secreta de Anahuac, da la siguiente explicación en relación con el ámbito de la Gnosis: “Como quiera que los estudios gnósticos han progresado extraordinariamente en estos últimos tiempos, ninguna persona culta caería hoy, como antaño, en el error simplista de hacer surgir a las corrientes gnósticas de alguna exclusiva latitud espiritual”.

“Si bien es cierto que debemos tener en cuenta en cualquier sistema gnóstico sus elementos helenísticos orientales, incluyendo Persia, Mesopotamia, Siria, India, Palestina, Egipto, etc. Nunca deberíamos ignorar a los principios gnósticos perceptibles en los sublimes cultos religiosos de los nahuas, toltecas, aztecas, zapotecas, mayas, chibchas, incas, quechuas, etc., etc., de Indoamérica”.

Reforzando la afirmación del Avatara, Elaine Pagels, en la página 34 de la traducción de su libro titulado: Los evangelios gnósticos y publicado por Crítica anotó lo siguiente: “recientemente varios eruditos han buscado el impulso para el desarrollo del gnosticismo no en sus orígenes culturales, sino en acontecimientos o experiencias concretas”. En esa misma página, cita a Hans Jonas, quien “ha ofrecido un esquema tipológico que describe el gnosticismo como una clase específica de visión filosófica del mundo”.También cita al “erudito británico E. R. Dodds (quien) caracterizó el gnosticismo como un movimiento cuyos escritos procedían de la experiencia mística”.

Elaine Pagels, reconocida internacionalmente por sus estudios del gnosticismo antiguo, es profesora de la Universidad de Princeton, con un doctorado obtenido en Harvard y cuya tesis doctoral trató precisamente acerca de la Gnosis. Es importante también, el recordatorio que hace José Montserrat Torrents en la Introducción General a su versión de El Evangelio de Judas, publicada por Edaf: “la antropología gnóstica, al igual que su cosmología, está subordinada a una doctrina de la salvación”. Montserrat Torrents, de origen catalán, es una autoridad internacional en copto y textos del antiguo cristianismo. Doctor en teología y Filosofía, es catedrático emérto de la Universidad de Barcelona.

Muchos estudiosos del esoterismo, se han referido al legendario continente Atlante, el mismo que cita Platón en sus diálogos: Timeo y Critias. Referencias a la Atlántida se encuentran en el mito del Diluvio Universal narrado por medio de la tradición oral en muchos pueblos desde la antigüedad. En el Popol Wuj o Pop Wuj de los quichés aparece este relato también, cuando se narra que uno de los intentos de diosas y dioses por crear a los primeros seres humanos, fracasa y que esa humanidad pereció por grandes acontecimientos naturales, en especial, por una gran inundación.

Para mayor información respecto de la Atlántida, puede consultarse, el capítulo VII de la obra citada de Samael Aun Weor, capítulo que lleva precisamente el nombre de la Atlántida. En dicho capítulo, el Avatara de la Era de Acuario explica que el origen de los pueblos americanos se encuentra en el tronco atlante, en forma similar al de los pueblos mediterráneo-semitas.

El Kalki avatar en el capítulo titulado La Raza Aria, de su Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968, afirma lo siguiente: “La Atlántida pasó por terribles y espantosas catástrofes antes de desaparecer totalmente”. La primera catástrofe se sucedió hace 800 000 años poco más o menos; la segunda catástrofe se sucedió hace unos 200 000 años; la tercera catástrofe acaeció hace unos 11 000 años y de la cual como de su diluvio, guardan más o menos confuso recuerdo todos los pueblos.  Es indudable que si la invención de la escritura, se estima que ocurrió entre el quinto y tercer milenio antes de nuestra era, es imposible que haya registro histórico escrito de la última catástrofe del continente Atlante y que lo sumergió definitivamente en el océano del mismo nombre. Sin embargo, la tradición oral de muchos pueblos conserva el recuerdo de este terrible acontecimiento.

Distintos estudiosos del esoterismo, afirman que poco antes de ocurrir la última catástrofe Atlante, los iniciados, los elegidos, los más sabios, se diseminaron por diferentes partes del mundo, hicieron grandes fundaciones y contribuyeron al desarrollo de la civilización tal como la conocemos. Esta civilización corresponde a nuestra raza Aria o quinta raza.

G. I. Gurdjieff, en el primer libro de su obra. Del todo y de todo, hace referencia a la sociedad Ajaldán, como una sociedad científica o sociedad sabia “como jamás se había visto en la Tierra y como probablemente jamás se verá en la Tierra”. Es indudable que los sabios ajaldaneses provenientes de la Atlántida enseñaron sus conocimientos de ciencia, arte, filosofía y religión a mayas, egipcios y a tantos pueblos más. De ahí que haya tantas concordancias y paralelismos por diferentes regiones del mundo. Así se explica la construcción de monumentales templos piramidales en Egipto, Guatemala y México, así como similares costumbres funerarias y muchas correlaciones más.

Primera parte

Una interesante etimología de la palabra Maya es la que da Gabriel Ángel Castañeda en su libro: Monumento a Tecún Umán. Castañeda afirma que maia o maya, significa. sabio. En el Popol Vuh de los quichés al referirse a los hombres de maiz se afirma: que poseían una gran sabiduría. Así, en el capítulo primero del Popol Vuh, en la versión de Adrián Recinos, se lee: «De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza». En la versión de Sam Colop, de libro sagrado o Popol Wuj, se lee: «su esencia», en lugar de «su naturaleza».

A lo largo de mucho tiempo, diversos estudiosos, como Erick Thompson, (en el capítulo 6 de su libro: Historia y Religión de los mayas), han afirmado que hubo una casta de sacerdotes mayas los ahau can mai. Sus principales funciones eran enseñar la escritura jeroglífica, los cómputos calendáricos, los rituales, la medicina, la adivinación, el arte de la profecía y oficiaban solo en ceremonias muy importantes. Otros autores afirman que eran los sumos sacerdotes del culto a Kukulkán.

Resulta sumamente interesante que Castañeda en su obra, relaciona la palabra maia o maya, con el maíz. Castañeda afirma que la palabra maíz devino de una mala pronunciación de Colón cuando conoció el grano y que la palabra correcta es maixh que significa semilla de sabiduría o semilla maia.

Es muy significativa esta interpretación, ya que de la antigüedad, se reconocen tres grandes civilizaciones agrícolas: las civilizaciones del arroz en China e India, la del trigo en el Mediterráneo y la del maíz en América. Esotéricamente hablando, el maíz tiene los mismos atributos que el arroz y el trigo. El simbolismo esotérico del maíz, equivale al del trigo. El trigo adorado por los cristianos como el pan de vida o el cuerpo de Cristo tiene idéntico significado entre los mayas. En el Popol Wuj de los quichés se explica que la abuela Ixmucané, preparó nueve bebidas a base de maíz blanco y amarillo, para la creación de los cuatro hombres de maíz. Ixmucané tiene los mismos atributos que Santa Ana, la madre de la virgen María en la tradición cristiana. El nueve se explica simbólicamente con auxilio de la ciencia hermética de la Cábala.

En los estudios gnósticos, el arroz, el trigo y el maíz tienen el significado esotérico de la simiente, el ens seminis, fuente de la energía creadora. La semilla de sabiduría es la única capaz de crear al hombre de maíz, al hombre auténtico dentro de nosotros mismos. En el capítulo primero, de la tercera parte de la versión de Adrián Recinos, para el Popol Vuh, se lee: «De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas». Es indudable que de la sabia combinación de átomos solares (maíz amarillo) y de átomos lunares (maíz blanco), dan como resultado transmutaciones alquímicas maravillosas. Al cristalizar en el ser humano esos átomos combinados, dan como resultado en última instancia la creación de los cuatro hombres de maíz, de los cuatro cuerpos existenciales superiores del Ser indispensables para lograr el auténtico Nacimiento Segundo.

A este respecto Samael Aun Weor, combina este relato con el contenido en el Popol Wuj y en el Memorial de Sololá o Anales de los Kakchikeles. Así, en el capítulo XXIII, titulado: La Serpiente voladora, de su libro: El Matrimonio Perfecto explica lo siguiente: “el ave y la serpiente figuran como creadores sexuales del Universo. Tepeu y Cocumatz envían un gavilán al inmenso mar de la gran vida para traer la serpiente, con cuya sangre maravillosa amasan el maíz amarillo y blanco. (…) Con esa masa de maíz blanco y amarillo, mezclado con la sangre de la serpiente, el dios Tzacol formó la carne de la gente.”.

“El ave representa al Espíritu Universal de Vida. La serpiente representa al fuego sexual del Tercer Logos. La sangre de la serpiente indica las aguas del Génesis, el gran esperma universal, el ens seminis o semen cristónico, en cuyas aguas está el germen de toda vida. Estas aguas son la sangre de la tierra, según el filósofo maya. La diosa Coatlicue es la Madre de la vida y de la muerte”.

“Realmente, el fuego sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida para que surja el Universo. En la teogonía maya, dos dioses intervienen en la creación: uno que da la vida y la forma al hombre, y otro que le da la conciencia. El Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida y cuando estas han sido fecundadas, interviene el Segundo Logos infundiendo conciencia en todos los organismos. Los vehículos de acción de todas las fuerzas logoicas son los dioses inefables. El Gavilán H´ Ch´ Uuy, el guacamayo Mo, el cernícalo X´ Cen Cen Bac, el tapir, Tzimink, Aax y la serpiente Can son los factores básicos de los mitos geogénicos mayas. Estos símbolos se utilizan exotéricamente y esotéricamente. En el campo exotérico o público simbolizan hechos de tribu, acontecimientos históricos, etc. En el aspecto esotérico o secreto, la cuestión es altamente científica, profundamente filosófica, sublimemente artística y tremendamente religiosa. Entre los mayas, el Paraíso Terrenal es Tamoanchán, el sagrado lugar del Pájaro Serpiente. Tamoanchas son de hecho los iniciados de la serpiente. El mito de los tamoanchas es el del Pájaro-Serpiente. Los tamoanchas descienden de los toltecas, olmecas y mayas”.

Otro aspecto, no menos interesante de los orígenes de la civilización Maya es el que ya hemos citado en relación con el continente perdido de la Atlántida y la sociedad Ajaldan. En las tradiciones orales y libros sagrados de mayas y nahoas, se hace enfática referencia a que sus orígenes se encuentran en oriente, de donde nace el Sol, es decir, en la Atlántida. Sin temor a equivocarnos, fueron esos ajaldanes o mayas, quienes, como dice Megaloni Duarte, quienes llevaron su religión sabiduría a todas partes.

Carlos Barrios, en su obra Ch’umílal Wuj o Libro del destino, narra que «En las antiguas historias, los sabios mayas nos relatan que en el principio de la actual humanidad fueron designados cuatro grandes maestros para educar los sobrevivientes de un cataclismo. Catástrofe en que se destruyera el continente de Atlántida. Maestros que se dirigieron, el primero a la India, conocido como Naga Maya, el segundo a Egipto u Oriente Medio, conocido como  Maya Chez, el tercero a Grecia, conocido como Kara Maya y el cuarto difundió su enseñanza en América y es conocido como Kukulkan«. De allí se explica el porqué, en libros tan distantes cultural, geográfica e históricamente, como el Ramayana hindú, se haga mención a los mayas, quienes, como misioneros de la espiritualidad y conocimiento fueron primero a Brahma y allá instruyeron la conciencia de los Naga«.

Continúa en: Gnosis en la Civilización Maya (segunda parte).